Pokémon no me pertenece, ni cualquier otro personaje no inventado por mí. Noooo otro capítulo corto, espero ir haciéndolos más largos con el tiempo...

Capítulo IV: Un "Suave" Entrenamiento—

         Llegaron a las afueras del bosque Turquesa. Terry liberó a Eevee y a Nidoran de sus Pokebolas; Ian envió a un Drowzee y a Larvitar. No usaría a Magmar: no quería provocar un incendio forestal. El plan ya había sido aprobado. Ahora lo pondrían en marcha.

         Buscaron un pequeño Pokémon. Encontraron un Caterpie, pero no era lo que buscaban. Finalmente, vieron un pequeño Pidgey comiendo en el suelo. Terry le ordenó a Nidoran que atacase al pequeño pichón, pero no con todas sus fuerzas.

         El Pokémon de Terry embistió al ave, que, asustada, comenzó a gorjear con toda su fuerza. Al cabo de unos segundos, apareció toda una bandada de Pidgey al ataque. Drowzee y Larvitar se encargaron de ellos con sus ataques de Confusión y Lanza Rocas.

         Atraído por el ruido de la batalla, un Sandshrew salió de su madriguera. El roedor observó en todas direcciones, hasta que vio a Eevee, que obedeciendo a su entrenador, lo atacó.

         El sorprendido Pokémon de Tierra chilló, pidiendo ayuda a su familia. Así continuó todo: cada vez que aparecía un Pokémon salvaje, los de Terry e Ian lo atacaban, para que el Pokémon llamase a su grupo, manada, enjambre, familia o bandada. Entonces comenzaba la verdadera batalla.

         Pidgey, Ledyba, Rattata, Spinarak, Spearow, Sentret, Sandshrew, Venonat, algunos Meowth, todo un enjambre de Beedrill e incluso unos pocos Butterfree y Hoot-Hoot, caían y caían derrotados. Eevee y Nidoran no participaron mucho al comienzo, pero luego encontraron que cada vez se les hacía más fácil derrotarlos. Luego de unos diez minutos de intensa batalla, el suelo estaba lleno de Pokémon desmayados.

         - Oye, Ian, creo que es suficiente -dijo Terry al ver la situación -Pero, ¿cómo lo detenemos? -continuó, al ver que venían más y más Pokémon salvajes.

         - Si no fuera por mí -dijo Ian en tono de broma -Drowzee, ¡Incapacitar!

         Drowzee apuntó las palmas abiertas de sus manos a los Pokémon que se acercaban. Con un gran esfuerzo psíquico, los detuvo completamente.

         - ¡Bien! ¡Ahora Hipnosis! -ordenó Ian

         Su Pokémon comenzó a contonearse de una extraña forma. Por alguna razón, esto hizo que los Pokémon salvajes cayesen rápidamente en un profundo sueño.

         - Terry, ¿podrías dejar que atrape los Pokémon que has derrotado? Es que mis Pokémon y yo somos un poco bruscos en estas batallas con Pokémon salvajes. -pidió Ian

         - Por supuesto -dijo Terry, luego viendo que algunos de los Pokémon que Larvitar y Drowzee habían derrotado parecían estar fracturados (O_o) -Pero déjame alguno, ¿sí?

         - ¡Gracias! -respondió Ian sin complicaciones

         Así, Ian atrapó un Sandshrew, un Mankey y un Spearow. Terry se conformó con un Beedrill. Frente a esto, Ian no paraba de agradecer.

         - He quedado en deuda contigo -decía, mientras dos de sus nuevos Pokémon eran transportados electrónicamente.

         - Si tú lo dices... -respondió Terry encogiéndose de hombros -Bueno, mejor volvemos al Centro Pokémon de ciudad Turquesa. Pronto anochecerá.

^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^

         Mientras regresaban a ciudad Turquesa, Terry consultó su PokéDex, comprobando que sus Pokémon habían subido sus niveles. Eevee ya estaba en condiciones de usar el Ataque de Arena y el Foco de Energía. Nidoran, por su parte, ya podía usar el Ataque de Cuerno, y, al igual que Eevee, el Foco de Energía. Satisfecho, le contó esto a Ian.

         - ¿De verdad? Veamos qué dice mi PokéDex -dijo, revisándolo. -Drowzee ya puede usar Cabezazo, y Larvitar... ¡la Avalancha y la Tormenta de Arena!

         Terry necesitaba conocer a su nuevo Pokémon, Beedrill, así que liberó de sus Pokebola a sus 3 Pokémon. Eevee y Nidoran estaban cansados, y Beedrill, un tanto magullado, pero unas Pociones solucionaron el problema. A pesar de haber luchado contra Eevee y Nidoran hace poco, un breve intercambio de "palabras" fue suficiente para que quedasen como buenos amigos.

         - Conque una reunión de grupo, ¿eh? Bien, tomaré parte de ella -dijo Ian.

         Ian llevó las manos a su cinturón. Tomó las seis Pokebolas que contenían a sus Pokémon y las lanzó. En un instante, Magmar, Drowzee, Larvitar, Sandshrew, Marrill y Mankey saludaban afectuosamente a Ian, Terry y al resto de los Pokémon.

         El aumentado grupo siguió camino a ciudad Turquesa, conversando y compartiendo. Llegaron varias horas antes del atardecer. Compraron Pokebolas, medicinas y víveres tanto para Pokémon como para sus entrenadores. Comieron tranquilamente en el Centro Pokémon, donde aprovecharon de curar a sus Pokémon. Luego, se prepararon para dormir. En su saco de dormir, Terry meditó largo rato.

          "La ruta a ciudad Granate es más o menos larga" se dijo Terry antes de cerrar los ojos. Aún no se le quitaba el recuerdo de sus fallidos viajes. De algo le servían, sin embargo, esos recuerdos: conocía bastante bien las rutas cercanas a Turmalina "Quizás los siguientes días sean difíciles" finalizó.

         No podría imaginar cuánto.