¡Primera batalla de gimnasio! Reviews, por favor... =/ ayúdenme a mejorar...

Capítulo VII: Duelo de Resistencia—

Al día siguiente, camino una vez más hacia ciudad Granate, Terry e Ian no paraban de conversar sobre la batalla contra Seth y Thot.

Terry estaba rebosante de felicidad por la evolución de su Eevee, y no podía esperar a probar sus nuevas habilidades. Pronto llegaron a la ciudad Granate.

Se dirigieron al Centro Pokémon para curar a sus Pokémon, luego de pasar por la jefatura de policía a denunciar a los Rockets. La oficial Jenny les contó, además, que muchos robos de Pokémon se habían perpetrado en los últimos días.

En el Centro Pokémon, los chicos estaban esperando que Joy curase a sus Pokémon, cuando Terry logró escuchar:

- ¿Has escuchado lo último? Me dijeron que el líder de gimnasio de esta ciudad ha cambiado...

Terry no pudo evitar el recordar sus batallas con Malcolm, el antiguo líder. Hasta pudo visualizar una de ellas: el Vaporeon de Malcolm contra el Mareep de Terry. Una última orden... "¡Impactrueno!" y...

Recibieron sus Pokebolas de parte de Joy y se sentaron en una mesa. Pero cerca de ellos estaban los otros dos entrenadores conversando, y Terry no pudo evitar oírlos.

- Bueno, he escuchado que uno de sus Pokémon es un Wobbuffet. Es fastidioso, como sus demás Pokémon... -dijo uno de los entrenadores. - No son fáciles de vencer. Parecen resistir todo lo que les envías.

- Claro que Wobbuffet es fastidioso -agregó el otro entrenador - ¿Cómo no va a serlo un Pokémon que te devuelva cada ataque que le envías?

Terry buscó "Wobbuffet" en su PokéDex. "Wobbuffet, el Pokémon paciente. Con sus técnicas de Contraataque y Cubierta de Espejo, este Pokémon es capaz de devolver el doble del daño que se le quiera infligir" -Va a ser duro- dijo Terry, pensando en voz alta. Ian se levantó de la mesa y se dirigió hacia la mesa donde estaban aquellos jóvenes.

- Según sé, la mayoría de los entrenadores que han derrotado a la líder, Beth, han utilizado una de dos técnicas contra Wobbuffet -continuó el entrenador -Una, lanzar un ataque tan potente que Wobbuffet no lo pueda devolver; la otra, aunque no tan efectiva, es atacarlo con veneno, parálisis, confusión y esas cosas. A veces falla por el ataque de Velo Sagrado de Wobbuffet.

- Si no les molesta, ¿me podrían decir qué Pokémon tienen? -les preguntó Ian, con su habitual ímpetu. Estaba deseoso de intercambiar sus Pokémon.

- Tengo un Elekid. Mi compañero tiene un Geodude, pero no estamos interesados en cambiarlos, si a eso te refieres... -dijo el segundo entrenador. El ánimo de Ian pareció desinflarse.

- Oye, Ian, ¿me cambiarías a mi Beedrill por... tu Sandshrew? -preguntó Terry, intentando animarlo. No estaba muy apegado a su Beedrill, y quería más variedad de tipos en su equipo. Cuando Ian escuchó estas palabras, su cara se iluminó.

En unos minutos, Terry y su amigo Ian tenían ya a sus nuevos Pokémon. Terry congenió con Sandshrew sin problema alguno. En cambio, más de un piquete se produjo antes de que Ian y Beedrill hiciesen las paces.

Entonces se dirigieron al gimnasio.

Después de ambular unos quince minutos bajo el sol de la tarde por la ciudad, lo encontraron.

Entraron por las grandes puertas que Terry tan bien conocía, para  encontrarse a la líder. Parecía esperarlos, ya que estaba en un espacio destinado para batallas.

- Vienen por la medalla, ¿no? -dijo Beth. -Bastantes lo han hecho hoy, pero muy pocos lo consiguieron. ¿Quién se enfrentará conmigo primero?

- Yo lo haré -dijo Terry avanzando al lugar que le correspondía en el campo de batalla. - Mi nombre es Terry.

- Esta es una batalla por la medalla Fe, -dijo el árbitro del encuentro -entre la líder del gimnasio Granate, Beth, y el entrenador Terry, de...

- Ciudad Turmalina -completó el joven. -No tengo ninguna medalla.

Los entrenadores debían anunciar el número de medallas que poseían al enfrentarse a un líder de gimnasio. Esto se hacía para que los líderes escogiesen Pokémon de niveles similares a los del retador.

- La batalla será de tres contra tres, sin límite de tiempo. El retador puede intercambiar sus Pokémon cuando le sea posible; no así la líder. ¡Comiencen! -gritó el árbitro.

Una pantalla en las paredes del gimnasio mostraba una imagen de cada uno de los entrenadores a enfrentarse.

También tenía un lugar que mostraba el Pokémon del entrenador que estaría batallando, y los que le quedaban en sus Pokebolas.

Al lado de las imágenes de los Pokémon, había un largo y delgado rectángulo. Terry supuso que serviría para mostrar cuánta energía tenía cada Pokémon.

- Jigglypuff, ¡ve! -dijo Beth, interrumpiendo las observaciones de Terry. Un Jigglypuff apareció tanto en la arena como en las pantallas.

Terry se lo pensó unos instantes. Quería guardar a Umbreon para después, así que...

- Nidoran, ¡ve! -dijo Terry, enviando a su Nidoran macho.

- Tu Pokémon tiene grandes oídos: pronto caerá. -Beth parecía disfrutar molestando a lo entrenadores. Pasándose una mano por los negros cabellos que le caían     por los hombros, dio su primera orden -Jigglypuff, Canto.

- ¡No! -dijo Terry sabiendo el peligro que corría Nidoran -Nidoran, ¡intenta un Cabezazo!

Así lo hizo Nidoran, evitando que Jigglypuff ejecutase su ataque. En la pantalla, la barra de energía del Pokémon de Beth disminuyó levemente.

- Jigglypuff, demuéstrales de qué eres capaz. ¡Doble Bofetón! -ordenó la entrenadora. Jigglypuff corrió hacia su enemigo y lo abofeteó con todas sus fuerzas, disminuyendo sus energías casi a la mitad.

Instintivamente, Nidoran se libró del ataque con un Ataque de Cuerno, el cual, según las apariencias, había dañado mucho a Jigglypuff. Pero éste aún podía pelear, y, según las pantallas, aún tenía bastantes energías. "Aunque Nidoran ha usado sus ataques más fuertes, Jigglypuff sigue en pie..." se dijo Terry.

- Jigglypuff, ¡Rueda sobre Nidoran! -comandó la líder de gimnasio.

El Pokémon tipo Normal se enrolló en una esfera de color rosado, que aplastó a Nidoran. Luego giró, preparándose para atacar nuevamente -con mayor fuerza.

- ¡Detenla con una Doble Patada! -mandó Terry.

El ataque, del tipo Lucha, detuvo a la bola rosada y la lanzó contra uno de los límites del campo de batalla. Jigglypuff golpeó contra un muro y cayó al suelo.

- ¡No! Vuelve pequeña... -dijo Beth, retirando a su derrotado Pokémon -Mi próximo Pokémon te vengará. Wobbuffet, ¡ve!

El extraño Pokémon celeste salió de su Pokebola y se quedó ahí, quieto. "Debe estar esperando que lo ataquemos", pensó Terry. ¿Qué haría contra Wobbuffet? Lo había estado pensando durante el camino al gimnasio, y algo se le había ocurrido... pero no lo recordaba.

Como muchas veces, siempre que Terry se enfrentaba a una situación tensa, tendía a olvidar lo planeado.

- ¿Qué, vas a quedarte ahí todo el día? -preguntó Beth -Tengo otras cosas que hacer, ¿sabes?

- Nidoran, descansa por ahora... -Terry apuntó la Pokebola al Pokémon rosado, pero el artefacto no funcionó. En vez de que el Pokémon regresase a la Pokebola, el rayo carmín fue bloqueado por una invisible barrera -¿Qué demonios...?

Sacó el PokéDex del bolsillo trasero de su pantalón. Debía ser algo que Wobbuffet estaba haciendo...

"Duelo de Sombras. Esta habilidad especial, sólo poseída por Wobbuffet y su pre-evolución, Wynaut, hace que el oponente no pueda retirarse de la batalla."

O sea que no tenían más opción que atacar. Sin embargo, la embestida de Nidoran fue rechazada por el Contraataque del Pokémon de Beth. Lo mismo sucedió con el Ataque de Cuerno y la Doble Patada; víctima del poder de sus propios ataques, Nidoran fue derrotado.

Debía pensar en algo, o no podría hacer nada... "No podré hacer nada" repitió en sus pensamientos. "Nada" Las palabras sonaban una y otra vez en su cabeza.

- Vamos, envía a tu próximo Pokémon -le susurró Beth, mirándolo divertida con sus ojos marrones.

Terry ni siquiera la escuchó. Por alguna razón, la misma frase se repetía una y otra vez. Hacer nada... En un instante, la mente de Terry se iluminó. Tenía una idea. Pero no era cualquier idea. Era una gran idea. Si funcionaba, sería una de las mejores ideas que se le hubiesen ocurrido.

- ¡Vamos, Magikarp!

- ¿Magikarp? -preguntó Beth, sin comprender.

El pez salió de la Pokebola, y comenzó a sacudirse sin hacer nada. Como Magikarp no atacaba, Wobbuffet no podría contraatacar.

- Como ninguno de los Pokémon puede atacar, declaro que ambos quedan fuera de este combate.

- Espere -le dijo Terry. -Magikarp, usa tu ataque de Salpicar.

Magikarp se revolcó intentando salpicar agua inexistente. En realidad, no tenía ningún efecto, ni en Wobbuffet ni en Magikarp (además de ser patético), pero era un ataque oficial.

- Bien, como Wobbuffet no puede luchar, está oficialmente derrotado. -sentenció el árbitro.

- ¿¿¿Qué??? ¿¿Vencida por un Magikarp?? -gruñó Beth. Sus delicadas facciones habían dado paso a la indignación - ¡Pulverízalo, Wailmer!

La ballena, de unos dos metros, salió de su Pokebola. Terry sabía que no sería fácil de derrotar.

- Magikarp, regresa -Terry sabía que no valía la pena seguir usando a Magikarp. No haría daño alguno, y no quería que Magikarp saliese lastimado. -Ve, ¡Umbreon!

El Pokémon oscuro salió de su Pokebola, listo para atacar. Umbreon y Wailmer decidirían la batalla.

- Wailmer, ¡Embístelo!

- ¡Esquívalo, Umbreon!

Pero Wailmer era muy grande para ser esquivado con rapidez. Golpeó a Umbreon, que  se puso en pie sin problemas.

- Umbreon, usa tu Foco de Energía.

- Usa Golpe de Cuerpo, Wailmer -dijo Beth mientras el gran Pokémon acuático se dirigía hacia su enemigo, rebotando.

- ¡Detenlo con tu Gruñido! -El feroz y áspero Gruñido de Umbreon detuvo a su enemigo, intimidando a Wailmer y reduciendo su poder de ataque. -Ahora, ¡usa Cabezazo, y luego un Ataque Rápido!

Envuelto en un aura de luz, el Pokémon de Terry embistió a Wailmer, empujándolo por el campo de batalla.

Y en medio del Cabezazo, Umbreon ejecutó el Ataque Rápido. Aceleró, dejando una estela de luz mientras enviaba a la ballena al otro lado del terreno.

Terry observó las pantallas. "¿Qué? ¿Aún le quedan la mitad de sus energías? Esto será más difícil de lo que pensé" 

- Wailmer, Descanso -dijo Beth casi en un susurro.

Su Pokémon cerró los ojos. Terry sacó su PokéDex. "Wailmer, el Pokémon..." Fastidiado, Terry presionó un botón del PokéDex. "Descanso: una técnica en la cual el Pokémon que la usa se cura completamente, pero debe descansar por un cierto tiempo"

- Aprovecharemos ese tiempo. ¡Umbreon, Embestida!

"El ataque de Umbreon no hizo mucho daño" pensó Terry al mirar la pantalla. "Al menos tenemos más oportunidades para atacar"

- Ahora, Umbreon, ¡Cabezazo!

- Wailmer, ¡usa tu ataque Sonámbulo!

"Sonámbulo" dijo el PokéDex, pues Terry desconocía el efecto del ataque. "Un ataque que sólo puede usarse cuando el Pokémon usuario está dormido. Éste usará un ataque al azar entre aquellos que conoce"

Wailmer comenzó a girar, aún con los ojos cerrados, y pasó por encima del Pokémon siniestro, haciendo un poco de daño. Era un ataque de Rodada: la próxima vez haría mucho más daño.

Wailmer dio la vuelta, para continuar el ataque. Pero no lo hizo. De pronto, Terry se dio cuenta del porqué. Wailmer había despertad, finalizando el efecto del Sonámbulo.

- Umbreon, ¡Persecución!

Umbreon se envolvió en un aura oscura y zigzagueó  toda velocidad por el campo de batalla para embestir a Wailmer. Asombrosamente, el ataque lastimó mucho más al Pokémon de Beth de lo que Terry esperaba.

"Golpe crítico: A veces, el ataque de un Pokémon es más fuerte de lo normal o golpea una zona débil de su oponente. A esto se le llama golpe crítico, y produce aproximadamente el doble del daño normal del ataque" informó el PokéDex. "Excelente" se dijo Terry. Pero la alegría duraría poco.

- Wailmer, ¡acábalo con tu Pistola de Agua! -ordenó Beth.

El chorro de helada agua logró debilitar a Umbreon hasta la mitad de sus energías. El Pokémon sabía que esta era una batalla importante, tanto para él como para su entrenador.

Sin embargo, cada vez que Wailmer acumulaba una cantidad de daño considerable, usaba el Descanso y luego el Sonámbulo.

 Si no fuese porque Umbreon era el Pokémon más fuerte de Terry, éste habría caído en poco tiempo. No debía prolongar la batalla - Terry esperó que su idea funcionase.

- ¡Umbreon, Ataque de Arena! -comandó Terry.

Su Pokémon se paró, mirando en dirección contraria a Wailmer, y usó sus patas delanteras para lanzar arena al cuerpo de la ballena. El Pokémon de agua comenzó a quejarse. Su piel se arrugó, como si fuese envejecida.

Estaba secándose.

- Wailmer, ¡refréscate con un Chorro de Agua! -le ordenó Beth, intentando remediar la situación. Había dejado a un lado su actitud risueña desde un buen rato.

En vez de disparar hacia Umbreon, el agua se dirigió hacia arriba, disparada a través del orificio respiratorio del Pokémon, ubicado en su espalda. Toda la arena fue removida de su cuerpo.

- Umbreon, ¡Bofetón de Lodo! -ordenó Terry. Este ataque hizo que el Pokémon de Beth quedase cubierto por una gruesa capa de lodo. -¡Otro Ataque de Arena! -continuó Terry, viendo que su plan funcionaba. Nuevamente, Wailmer comenzaba a resecarse.

- ¡No funcionará! Wailmer, quítate eso con otro Chorro de Agua. -le dijo Beth. Pero nada pasó. En cambio, Wailmer comenzó a ponerse rojo - su orificio respiratorio estaba tapado por el lodo y la arena.

- ¡Bien! Umbreon, ¡Finta!

La energía de Wailmer disminuía sin cesar. De pronto, un chorro de agua limpió por completo al Pokémon de la líder de gimnasio.

Era un Marill, el Marill de Ian. Pero estaba siendo usado por el árbitro.

- Gracias, chico -le dijo el árbitro a Ian -Esta ronda se suspende. No hay razón para arriesgar a algún Pokémon a sufrir daños serios.

- Lo siento -dijo Terry al ver lo que había hecho -Fue lo único que se me ocurrió.

- No te preocupes -dijo Beth regresando a Wailmer a su Pokebola. Volvía a ser ella. -Así son los duelos Pokémon. Pensaste rápido y creo que era lo mejor que podías hacer... por eso, acepto que me venciste.

- La líder de gimnasio, Beth, admite la derrota. La medalla Fe, y la victoria -dijo el árbitro levantando la bandera que correspondía a Terry - son para el retador, Terry.

Beth avanzó hacia Terry y le entregó la medalla Fe. Tenía en el centro un hermoso granate, enmarcado en dorado. Tenía una especie de espinas doradas, saliéndole en dos ramas.

- Sin embargo -le dijo mientras le ponía la medalla en la mano -no le digas a otros entrenadores que hagan esto. Sólo por esta vez le daré la medalla a un potencial psicópata.

Terry volvió a disculparse, siendo una risa alegre de Beth la respuesta. Más aliviado, volvió a las gradas. Chocó "esos cinco" con Ian mientras éste se dirigía hacia Beth.

- Ahora es mi turno. Quiero mi medalla - le dijo Ian.

La batalla de Ian fue bastante más corta que la de Terry.

Magmar acabó sin problemas a Jigglypuff, pero cayó ante Wailmer, que vino inmediatamente después. De todas formas, alcanzó a debilitarlo lo suficiente para que Drowzee lo acabase.

Wobbuffet fue lo más difícil. Ian apenas había logrado cansarlo un poco, y Wobbuffet ya había vencido a Drowzee. Sin embargo, la idea de Ian para vencer a Wobbuffet fue tan buena como la de Terry.

Primero ordenó a Larvitar usar un Cabezazo. Bajo órdenes de Beth, Wobbuffet usó Contraataque, que devuelve los ataques físicos.

Pero en el último momento, Ian le dijo a Larvitar que se detuviese y usase un Mordisco, un ataque tipo Oscuro. Larvitar hundió sus colmillos con facilidad en la blanda piel de Wobbuffet.

El Pokémon de Beth no alcanzó a usar el Escudo Espejo, que devuelve ataques especiales, y fue derrotado.

Así, ambos entrenadores dejaron atrás el gimnasio con sus medallas.

*   *   *

Mientras curaban a sus Pokémon en el centro Pokémon, Joy los llamó.

- ¿Conocen a algún entrenador llamado Terry? -preguntó.

- Soy yo -respondió el aludido.

- Llegó un paquete para ti. -Le entregó un paquetito envuelto en papel color marrón.

- Gracias -dijo Terry, recibiendo el bulto. Recogieron sus Pokebolas y se fueron a sentar. El paquete en cuestión tenía como remitentes al profesor Hemlock y a sus padres. Había, sin embargo, unos agujeros en el papel, como si hubiese sido tomado con una garra.

Terry abrió el envoltorio y la boca se le quedó abierta. Era un PokéGear, algo que siempre había deseado tener. Se lo puso en la muñeca izquierda, a modo de reloj, y leyó la nota adjunta. Era la letra del profesor Hemlock.

"Tus padres lo compraron, pero la idea fue mía" decía la nota. "La oficial Jenny nos informó de tu exitoso encuentro con los Rockets, y pensé que un incentivo no te haría mal. Lo envié enseguida, vía Correos Fearow. Espero que llegue, o mataré a esos Fearow a escopetazos. Disfrútalo.

Hemlock

P.D.: Tu madre dice que eso valió por tu regalo de Navidad."

Terry sintió que no podía estar más feliz.