Val: Gracias por tu review! ^^ Creo que todos disfrutamos de la tortura a Peter.. xD! Es verdad, es todo muy confuso en cuanto a actitudes… Pero supongo que es lo que le da algo de gracia o.O Habrá más discusiones con mortífagos, sip… Pero nadie más se atreverá a tocar a Harry xD! Mucho menos después de ver lo que es capaz! *Parv se estremece al imaginarse el cruciatus xD!* Uhm… Es que el miércoles pasado fue algo agitado, y no me había dado el tiempo de contestar los reviews… -___- Pero siguiendo con la rutina, aquí está!
Grisel: Gracias! ^^ Voldie no lo castigó tanto por lo de Peter, sino más bien por lo de Bella. Si de hecho, fue él mismo quien le incitó a torturar a la ratilla… -__- Sip, pronto aparecerán… (De hecho, al final de este capi…) Ojalá te guste!
Aspid: Grax por tu review! ^^ Estuve en lo cierto que nadie me reclamaría por Peter, entonces xD! ¿Qué influencia puede tener Dumbli a kilómetros de distancia y con Voldie al lado? xDD! Además que... Harry tiene asumido, de cierta forma, que es una herramienta. No te preocupes, a Herm, Ron y Ginny no los verás demasiado tiempo más… Ya sabrás porqué ^^ Ojalá te guste el capi!
Arabella-G-Potter-Black: Grax por tu review! ^^ No sabes lo contenta que estoy que te haya gustado! ^^ ¿Es el primer slash que lees? O.O Uh… Eras virgen.. Corre, todavía estás a tiempo de salvarte! xD! Después ya no hay vuelta atrás, nunca retornamos a la inocencia perdida… xDD! Ojalá te guste el capi!
Mitsuhiro: Gracias! Harry se ha resignado, ha torturado a Peter y los Weasley se han dado cuenta… Gran problema interno que tiene ^^U;; Voldie está algo OOC.. Pero no he podido hacerlo de otra forma T.T! Si bien Harry se ha resignado, tienes razón… Todavía no tiene en sus manos su voluntad… ^^ Ojalá guste el capi!
May Potter: Grax por tu review! ^o^! Vamos, no llores… *Le da unas palmitas en la espalda* Herm revivirá y todo irá bien! xD! Harry tiene un gran problema de ideales… Y los seguirá teniendo por largo tiempo. En cierta forma, es él el culpable. ¿Qué habría sucedido si él no hubiera matado a Bella…? Hermione estaría perfectamente… y él también… Harry hará un trato en este capi… *Se ve a Parv cerrar los ojos y desear que haya salido bien* Ojalá guste!
Paula Moonlight: Gracias! Creo que has sido la única que ha hablado sobre la pesadilla o.O Harry está más sumiso y… Correcto. ^^ No, Voldie no quiere que Harry se vuelva un malvado sumiso, sino más bien, ejercitarlo para no desperdiciar su poder. Al fin y al cabo… Lo ama, pero no deja de necesitarlo para la batalla final. Aix… Ojalá guste el capi!
Jack Dawson: Gracias por el review! Nadie quiere a Peter… Nada ha pedido su misericordia… XD! En cuanto a Herm, ya verás como se recupera ^^! Besos!
Luzy Snape: Grax por los ánimos! ¿No quieres que aparezca Snivellus? xD! Sep, Harry se está dejando dominar… Veremos hasta que punto. ¿El futuro? O.O Ya sabes lo que opina Voldie al respecto: es incierto. xDD! Nos vemos!
GabyKinomoto: Gracias por el ánimo! ^^ ¿Lloraste? O.O Uhm… Ojalá sigas manteniendo esa opinión de mí luego de este capi ^^U;;
Amazona Verde: Grax por el review! Harry, si bien está molesto, no puede quejarse. Recuerda que está bajo la voluntad del Dark Lord mientras siga habitando en la Fortaleza. Así pues… tratos son tratos… Ojalá guste el capi!
Velia: Gracias por tu review! ¿Enojarme? ¡Qué va! Me entusiasma más ver para donde está encarando el fict desde el punto de vista de los lectores ^^ Capaz para mí las cosas son muy claras, pero… ^^U;; Verás que a Ron no le tenga en mucha estima XD! Además, si no hablaban en ese momento sobre sus expectativas, ¿cuándo lo harían? En cuanto a su actitud frente al comportamiento de Harry, tal vez él se imaginaba que su amigo seguía luchando, que todo volvería a ser como antes en la menor cantidad de tiempo posible. Vagas esperanzas… No obstante… Al darse cuenta que ya no será posible, pues… En cuanto a la futura elección de Ron, sabrás de eso en unos cuantos capis más… ^^ Ginny volvió en sí en el capi 4, como premio de Voldie por la estrategia brindada. La tortura de Peter por el momento no irá más allá ^^ Si bien el aura oscura de Harry es potente, todavía vive en él algo del Gry de siempre… No, sigue trabajando con Lucius, y con otros mortífagos… Sólo que sólo ha pasado uno o dos días desde el asesinato de Bella xD! No ha tenido tiempo para volverse a reunir! Tom permitirá que los amigos de Harry se vayan, luego de cierto trato… ¿Rescate a Potter? Falta mucho para eso todavía, así que esa duda queda en el archivo! xD! Gracias por el apoyo! Ojalá guste este capi!
Kendra Duvoa: Grax por el review! ¿Será más fuerte la luz que la oscuridad…? Gran pregunta. ^^ En cuanto a sus amigos, en algún momento se liberarán… Pero la sumisión de Harry estará por otro lado cuando eso suceda. Ojalá guste el capi!
Ianthe: Gracias por el review, siempre tan lleno de interesantes puntos! ^^ Estás en lo cierto… Si bien el aura oscura de Harry es potente, vive en él algo del Gry de siempre… Y eso no se lo quitará nadie. Por lo tanto, también estás en lo cierto que Voldie tendrá que saber que él, en la batalla final, no matará a nadie. Harry ya sabe que es una herramienta y que está siendo manipulado como quieren. No obstante, él no siente culpabilidad por la tortura de Peter (en el caso de Bella, sí, ya que bueno…), sino más bien por el daño que le ocasionó a Herm… No lo tomará como costumbre, salvo con ciertas personitas. xDD! La prensa por supuesto que no se detendrá a escuchar, pero Dumbledore necesitará saber hasta que punto es la situación, debe prepararse para lo que vendrá, al fin de cuentas. Pero todo surgirá a partir de las declaraciones de los Gry's. ^^ Aquí está el capi, espero que este… *argh*… bien.
~*~
Título: Dulce Oscuridad
Resumen: Slash H/T. Tras aceptar serle fiel al Dark Lord, a causa de la amenaza a las vidas de sus amigos, la vida de Harry da un brusco vuelco. Deberá sobrellevar la culpa de enamorarse del asesino de sus padres, dejándose dominar por la Oscuridad... Spoilers HP5.
Autora: Parvati
Pareja: Harry/Tom
Rating: PG13
Género: .___. Romance/Drama/Dark... Naturalmente Angst... o.O
Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a J.K.Rowling, soy simplemente una admiradora del universo de Harry Potter... ¿Contentos? T.T
Advertencia: Slash (relación homosexual, ok?) Si te ofende, no lo leas. Estás advertid@.
~ ~ ~
Capítulo VIII: El amor es ciego
Por más que lo intentara con todas sus fuerzas, no podía sacarse de la cabeza la imagen de Hermione, torturada por su atrevimiento. Simplemente, su corazón se encargaba de repetirle una y otra vez que todo era su culpa. Todo por su desobediencia frente a las normas marcadas. Si se hubiera dejado, aquella noche del castigo, ella no tendría que haber sufrido por él. Pero…
No podía cambiar el pasado por más que lo desease. Su mejor amiga había sufrido por su culpa, por haberse resistido al escarmiento. ¿Acaso ya no valía la pena pelear? Y si lo hacía, serían ellos quienes siempre pagasen con su sangre, hasta con la vida misma… Y él allí, prácticamente ileso, siendo el causante de todo y sin poder hacer nada…
- ¿En qué piensas, Harry?
Estaban caminando con lentitud en dirección a la sala de estrategias, donde los mortífagos estarían esperándolos para continuar con los planes cotidianos. Tom estaba firmemente a su lado, pero esta era la primera vez que intercambiaban palabra luego de haber salido de la celda.
- ¿Qué es lo que debo hacer para que cures a Hermione, Tom? – Murmuró, con la vista derrotadamente fija en el suelo. Un nudo de angustia en su garganta.
Tom detuvo la marcha, se inclinó levemente hacia él y le tomó por el mentón con delicadeza, levantándolo, para que le mirara verdaderamente a los ojos.
- Tú sabes lo que debes hacer. – Murmuró Voldemort con suavidad. Harry se estremeció de pies a cabeza, recordando los acontecimientos pasados.
El Dark Lord acercó lentamente sus labios a los de Harry, dándole tiempo para razonar lo que le acababa de decir, y le besó con vehemencia, con sutil ternura, con ardiente deseo. El muchacho, como en ocasiones anteriores, cedió, dejándole explorar cuanto quisiera, pero no participando en ningún momento. Podría resistirse…Se lo prometió a sus amigos, no caería, no…
Advirtiendo eso nuevamente, Tom rompió el beso, pero no apartó demasiado su rostro del suyo. Podía sentir su respiración anhelantemente sobre su piel… Trastornando sus sentidos. Alertando a su mente. Descontrolando su alma.
- No puedes luchar con lo que estás sintiendo, Harry. – Dijo mientras acariciaba su mejilla con sus cálidos dedos. Potter permanecía con los ojos cerrados, resignado a no querer ver esos ojos carmesíes. - ¿De qué sirve luchar, si sabes que perderás?
Era verdad. Acababa de admitirlo ante sus amigos. No había esperanzas para él. Había cambiado demasiado para volver a internarse entre la gente de Dumbledore, las influencias, los sucesos, los sentimientos lo habían hecho cambiar. Ya no era el Harry Potter que había salido de Hogwarts. No había resistido la tentación de vengarse de aquellos que le habían traicionado, en el caso de Peter, o sencillamente arrebatado aquello que por fin había conseguido y…
Nunca más volvería a tener.
Además que sabía que no deseaba irse de la Fortaleza. Era el único lugar donde alguien había estado para consolarle, para entenderlo… Aunque estuviera hablando del asesino de sus padres…
- Ellos no te comprenden, Harry. – Murmuró Tom. – Para ellos eres simplemente el Salvador. Pero dime… ¿serías tú capaz de matarme?
No, ya no. Había encontrado a una persona detrás del monstruo. Una persona que le quería por lo que era realmente. A pesar que también quisiera utilizarlo por su poder, esos besos no eran actuados. Esos abrazos no eran forzados. Esas caricias no eran de lástima. Él le entendía como nadie lo había hecho.
Aunque las apariencias engañan, él anhelaba que todo aquello fuera real…
Él y Tom Riddle eran tan parecidos… Ambos sabían lo que era la soledad. El desprecio. Ninguno de los dos había sentido por suficiente tiempo el sentimiento de amor hacia ellos… Huérfanos, abandonados entre los muggles por una sociedad indiferente, ambiciosa por sus propios intereses.
Era hora de darse una oportunidad.
Tom volvió a besarlo, pero esta vez surgió la diferencia.
Le respondió. No permitió que ingresara de mala gana, por obligación. No, lo hizo gustoso. Deseoso de experimentar un sentimiento nuevo en su vida. Y Tom le permitió controlar el ritmo del beso. Le permitió ingresar en su boca, examinarla con emoción. Demostrar cuanta pasión podía haber.
Harry posó sus brazos por el cuello de Tom, atrayéndolo contra sí. El Slytherin lo aceptó al instante, también rodeándolo, pero por la espalda. Así permanecieron el tiempo que les condescendieron sus pulmones.
A la hora de separarse, sus respiraciones eran bastante agitadas, pero no les importó. Harry abrió los ojos mientras respiraba hondo y se halló con aquellos ojos escarlatas contemplándolo con un brillo especial. No era malicia, ni victoria, ni lujuria. Era amor. Algo que nadie podría imaginar encontrar en el Dark Lord. Y menos dirigido a lo que antes había sido uno de sus más maldecidos enemigos. Pero sí. Y Harry fue testigo de ello.
- Te amo, Tom. – Murmuró Harry, con la mente totalmente en blanco. No quería pensar.
Dijo aquello con toda la sinceridad y todo el sentimiento que en ese momento surcaba su organismo. Tom sonrió con ternura. Había esperado tanto tiempo para escuchar eso…
- Lo sé, mi Harry. Yo también. – Observó, en silencio, como lágrimas cristalinas vagaban sin rumbo por el rostro del muchacho. - ¿Por qué lloras, pequeño? – Ligera preocupación en su tono.
- No me lo perdonarán… - Murmuró entre sollozos, culpándose a sí mismo de traición.
Pues eso era, un traidor. Había decepcionado a su gente, había ignorado sus ideales, para terminar enamorándose de…
Tom lo abrazó fuertemente. Harry dio rienda suelta a su llanto, desahogándose en sus brazos, en Su Mundo.
Escuchó como Tom abría la puerta cercana a ellos (magia sin varita…) y lo jalaba dulcemente hacia adentro de ésta, sin dejar de abrazarlo. Al entrar, la volvió a cerrar, sellándola con algunos encantamientos de magia negra. Harry comprendió por qué lo había hecho. Si hubieran seguido en el corredor, cualquier mortífago podría verlos y esa no era la idea principal de Tom. En una sala solitaria poseían privacidad.
- Shh. – Tom lo apretaba contra sí, otorgándole el calor que le estaba faltando. – No llores, pequeño.
- Me odiarán… - Tom no supo bien a quienes específicamente se refería, pero prefirió no preguntar.
- ¿Por qué?
- Me he enamorado del asesino de mis padres… del asesino de mi familia… de mis amigos…
No encontró qué decir para consolarlo. Supuso que el silencio sería lo mejor. Que el chico se descargara con él a través de las lágrimas. Lágrimas que contenían desesperación, desesperanza, dolor… Por el pasado, un solitario pasado devastador e intolerable. Por el presente, por el temor de saber que eso no era lo correcto, que la razón debería dominar al corazón en esa situación, pero no tenía la fuerza para contradecirlo. Por el futuro, por los rencores dirigidos a su persona y por el desconcierto de no saber qué se avecinaba.
Notaba que se aferraba a él como si temiera que al soltarse ya no estuviera a su lado. Le agradecía su presencia de una forma indirecta, pero sincera. No se sentía solo entre tanta oscuridad y confusión. Él estaba a su lado, a pesar de todas las cosas.
- No te dejaré, pequeño. Ya no estarás solo, ¿entiendes?
- Por favor… - Tom le besó por un corto instante, en intento de tranquilizarlo.
- Te amo, Harry. Todo estará bien.
- Ya he oído eso antes. – Le recordó el joven, sollozando. – Y resultaron ser puras mentiras…
- ¿No crees en mí, Harry?
Sintió como el cuerpo del joven se estremecía, debatiendo una respuesta entre todo su desconcierto. No siempre la mente y el corazón opinaban lo mismo. Y esa situación era el mejor ejemplo.
Él era quien le había quitado las oportunidades de ser feliz. Le había quitado a su familia, a sus amigos, y le habían raptado amenazando matar a sus mejores amigos. Le había obligado a mantenerse obediente. Tras la muerte de Bellatrix, el joven parecía muchísimo más sumiso que antes y había proseguido a planear las clases de magia negra. Era hora de que el poder de Harry Potter se revelara ante el mundo mágico.
Lo había influenciado lo suficiente para que hiciera una cruciatus al traidor de los Potter.
Pero en ningún momento le había mentido. Había dicho que le castigaría por "engañarlo" con Bella, y como no había terminado el escarmiento planeado por detenerse a escuchar las súplicas, había decidido sacudir el cuerpo de Granger a latigazos. Y eso había servido para que Harry finalmente se diera cuenta que no merecía la pena pelear, no había esperanzas para él.
Pero ese monstruo que había sido el Asesino, le había consolado, le había cuidado, le había hablado con palabras cariñosas cuando más lo había necesitado, sabiendo leer en sus ojos cuando deseaba un abrazo consolador. No lo había vuelto a mirar con odio ni había hecho el mínimo indicio de querer matarlo. Le quería, ya fuera con justificación o sin ella. Había decidido entregarse finalmente a esa persona que le haría sentir lo que nadie consiguió.
Harry confiaba en él, porque ya no confiaba en Dumbledore. Tantas mentiras habían terminado por arruinar los ideales del joven hacia el bando de la luz. Y había determinado otorgarle la oportunidad. Y Tom no la desperdiciaría. Haría que su pequeño no se arrepintiera de su lealtad, al principio forzada, ahora hecha a voluntad.
- A veces me haces acordar a Dumbledore… - Susurró Harry con timidez. Voldemort frunció el entrecejo ante esto.
- No soy Dumbledore, Harry. Me has ofendido con ese comentario. – Dijo con un tinte divertido.
- Lo sé. Pero… No puedo evitarlo. Ambos quieren mi poder…
- Muy pronto descubrirás la diferencia entre Dumbledore y yo, mi pequeño, y no dudarás de quien es quien.
- Sé quien es quien, Tom. Sé que no me mentirías como él lo ha hecho. Sé que me amas. Pero… tengo miedo de que una vez que haya hecho lo que desees que haga, me abandones…
- No eres una herramienta desechable, Harry. Eres el Poder, y no hay que derrocharlo cuando se lo tiene, mucho menos abandonarlo. Y yo no haría eso. Te necesito de mi lado. Y no me refiero porque seas poderoso, no.
Le besó por unos instantes, resaltando las palabras inexistentes.
- Eres mi posesión más preciada… y deseada.
***
Interrumpió su concentrada escritura. Alzó sus ojos dubitativamente en dirección a la ventana de la sala, buscando sustento en el paisaje. Ya era de noche. Colores oscuros bañaban el cielo, con la luz de la luna reflejada en la superficie del lago. Luna llena. Serena y elegante, esperando… ¿A qué? Las estrellas le acompañaban, obedientes, iluminando la inmensa Oscuridad.
Se estremeció. Tal vez de frío… Tal vez de rabia… o de remordimientos. No había pasado mucho tiempo desde que había visto el cuerpo torturado de Mione. Sólo unas cuantas horas, que había logrado superar centrando todos sus pensamientos en el trabajo que tenía enfrente.
Pero no poseía más excusas para eludir la inevitable realidad. Las palabras del Dark Lord resonaban perseverantemente en su mente, paralizándolo. Se sentía perdido en un mundo inexplorado. No sabía que hacer, cómo reaccionar a los nuevos acontecimientos. Haber admitido que se había enamorado de aquel detestable ser le había sustraído toda la autoestima que había podido reunir en ese lugar.
¿Cómo había podido olvidarse de sus ideales? ¿Del lugar de su lealtad? Sus amigos, su familia, nunca se lo perdonarían. Ni siquiera rogaría por perdón: no lo merecía. No tendría que haber dejado que Lord Voldemort lo sedujera.
Todo era un mar de dudas. No sabía en quién confiar. La imagen de Voldemort, la imagen de un Monstruo que le habían hecho creer, demostrando que era la auténtica con ejemplificaciones (entre las que se incluía su odiado pasado), no existía. Más bien, existía, pero no para él. Cuando se quedaban a solas, demostraba poseer aquellos sentimientos de los que se le había acusado carecer. Pero enfrente de los mortífagos, era el Voldemort que había asesinado a sus padres y a sus amigos…
El amor es ciego.
Respiró profunda y entrecortadamente, procurando que las lágrimas no se originaran. La pesadumbre de su alma debía ser guardada en su interior, de otra forma…
- Qué sorpresa, Harry Potter… - Murmuró una voz familiar, aunque remota en los recuerdos de Harry, como si formara parte de una vida anterior, antigua.
- Qué alegría verte por aquí, Draco. – Respondió con ironía, sin voltearse.
- Seguro me has extrañado mucho. – Añadió Draco con el mismo tono.
- Tanto como tú a mí. – Se limitó a contestarle.
Escuchó los pasos adoquines de Malfoy, que se proponían ser silenciosos, acercándose hacia donde él se encontraba sentado. La silla del otro lado de la mesa se corrió, siendo el aviso que el futuro mortífago estaba ubicado enfrente suyo. Más que nunca, se concentró en el trabajo que el Dark Lord le había dispuesto.
Ver a Malfoy frente a él, en el mismo bando, sería una dura realidad.
- ¿Cómo has estado estos meses aquí, Potter? – Preguntó Draco con inocente interés.
- ¿Cómo has estado estos meses en Hogwarts sin mí, Malfoy? – Para su sorpresa, el Slytherin sonrió.
- Querrás decir, cómo han estado, ¿verdad, Potter? ¿Quieres saber la reacción de Dumbledore ante tu desaparición y la de tus inmorales amigos?
Harry dejó de escribir. En su pecho, su corazón latía apresuradamente. Su nerviosismo fue detectado en el ligero temblor de sus manos. Conectó sus ojos con los grisáceos de Malfoy, deslizando odio y desafío en ellos. Al contrario de él, su rival demostró intensa burla y diversión.
Malfoy colocó un periódico viejo encima de la mesa, sonriéndole. Harry le lanzó una interrogante mirada, fijando su concentración en el Profeta, aunque sin moverse ni un centímetro.
No le interesaba lo que había dicho Dumbledore, no le interesaba…
No logró convencerse.
- Guardé este Profeta, sabiendo que algún día de estos volvería a verte. Sabía que el Lord te mantendría aislado de las noticias. Mmm… ¿Quieres o no? – Harry, reuniendo toda la indiferencia posible, elevó una ceja en intento de parecer suspicaz.
- ¿El Lord no te castigará? – Preguntó con burla. - ¿No estás arriesgando tu impecable historial?
- No. – Sonrió Malfoy. Acercó el Profeta aún más a Harry. - ¿Lo quieres o no? – Potter cerró los ojos, queriendo evitar seguir sus impulsos. Pero…
Lo tomó, sin detenerse a observar la expresión del rostro de Malfoy.
Tragedia en Hogwarts
El establecimiento que había sido denominado uno de los lugares más seguros de toda Inglaterra fue embestido por las fuerzas del Señor de las Tinieblas sin previo aviso, al desaparecer las barreras antiguas de protección. Los estudiantes estaban indefensos, en camino a una usual cena luego de un extenuante día de clases. Pero las cosas no salieron como siempre: los mortífagos junto con criaturas aliadas al Dark Lord (entre los que se encontraban los Dementores…) irrumpieron Hogwarts, el colegio de magia y hechicería, agrediendo sin piedad a los jóvenes aprendices.
Los estudiantes de cursos superiores inmediatamente se pusieron adelante, para evitar muertes de inocentes niños de cursos inferiores. Los profesores se apresuraron a ayudarles, pero los mortífagos eran muchos más en número y, lamentablemente, en habilidad.
No quedaron numerosos estudiantes de sexto y séptimo años vivos, y si hay, están en una situación crítica, luchando por sus subsistencias en San Mungo.
El profesor Dumbledore declaró que hay cuatro alumnos desaparecidos, tres pertenecientes a sexto curso y otro a quinto, de la casa de Gryffindor. Todas las sospechas están dirigidas a que están en manos del Dark Lord, y que sus secuestros habían sido previamente proyectados. Esos estudiantes son: Hermione Granger, Ronald y Virginia Weasley, y Harry Potter.
Las clases del colegio estarán suspendidas por un período de tiempo indeterminado, mientras se decide si Hogwarts continuará abierto o si sería más favorable cerrar la institución educativa.
Harry no pudo leer más. Dejó el Profeta sobre la mesa y respiró hondo, antes de mirar despreciablemente a Malfoy.
- ¿Han cerrado Hogwarts? – Un nudo en su garganta le impidió seguir enumerando sus dudas.
- No. Tardaron semanas en decidirlo, pero han impuesto nuevas barreras de protección y nuevas medidas de seguridad. – Malfoy hizo una mueca. – Cómo si el Dark Lord ya no supiera como burlarlas…
- ¿Han…? – Harry se mordió un labio antes de continuar. - ¿Han hecho más declaraciones?
- Por supuesto, no se habló de otra cosa por semanas. Pero nada sobre ti, Potter. Me atrevería a decir que Dumbledore no ha movido ni un dedo para intentar encontrarte, mucho menos rescatarte. – Harry se quedó de piedra, bajando su mirada.
- ¿Ni siquiera por…?
- ¿La sangre sucia y los pobretones? ¿Crees que la Orden del Fénix se arriesgará por ellos, Potter? No les importan. ¿O acaso no te has dado cuenta en el tiempo que llevabas con ellos, que a las personas que no aparecen por sus propios medios son ignoradas, salvo que sean de utilidad? Salvan su propio pellejo nomás.
Harry lo sabía. Sin embargo, nunca lo había vivido por su propia piel. Había tenido la esperanza que esta vez fuera diferente… Pero había esperado en vano, había confiado en vano. Sólo él podía salvar a sus amigos… Ya no quedaba ninguna otra salida.
Debía entregarse completamente al Dark Lord…
Y una parte de sí se alegró de que lo hubiera admitido por fin.
- Draco. Tu padre acaba de decirme que habías llegado… - Saludó una voz proveniente de la puerta. Tom. Escuchó como Malfoy se ponía de pie y se inclinaba ante su Señor.
- A sus órdenes, mi Lord. – Harry sintió la poderosa mirada de Tom en su nuca. Pero no se volteó.
- Veo que han estado hablando… - Voldemort se acercó a la mesa y agarró el periódico. Lo examinó con fría inquisición. - ¿Lo has leído, Harry? – Le pareció detectar una cruel burla en su tono de voz. El muchacho asintió en silencio. - ¿Y qué opinas?
- No esperaba otra cosa. – Contestó en voz baja. En su mente imaginó las sonrisas de los dos Slytherin.
- A medianoche será tu iniciación, Draco. Estate preparado, será en los jardines. Puedes retirarte. – Tras una reverencia, Malfoy salió de la sala de estrategias.
Tom le forzó a levantar la vista, queriendo ver sus ojos esmeraldas concentrados en él y no en un aburrido pergamino.
- Será mejor que te apresures, mi pequeño. Tienes que lucir elegante en la ceremonia.
- ¿Iré a…?
- Obviamente. Es hora de que empieces a participar de las reuniones.
- Tom, yo… - El Dark Lord le hizo callar, sonriéndole misteriosamente.
- Sorpréndeme, Harry. – Sin decir más, se dio vuelta y salió de la sala, abandonando a un joven aturdido.
