Enide-Kant-BlackClueFox: Gracias por el review ! En cuanto al futuro de Sevvie, pues… no prometo nada… Ya sabes, Voldie se altera muy fácilmente… o Espero te guste el capi!
Latifa: Grax! Pues, Tom va a enseñarle artes oscuras a Harry… XD! La posición de Severus… Ya la verás XD! A veces me pregunto cómo pude cambiar tanto a Tom… o.O Si el Voldie de los libros fuera tan tierno, realmente no entendería la razón de la Guerra Mágica… XD! Espero te guste el capi
Mitsuhiro: Muchas gracias por los ánimos ! Sip, Harry está realmente sintiéndose muy culpable -- Pero bueno, son consecuencias que tendrá que aprender a superar. No es fácil… No obstante, tiene que entender que toda decisión tiene consecuencias. Severus no ayuda tampoco XD! Las cursilerías del Dark Lord son culpa mía, sé que está demasiado OoC… -- Intentaré controlarme XD! No te cae bien Drakin? O.O Pues.. habrá más enfrentamientos HD… Espero que te agrade este capi!
OlgaxTomFelton1: Gracias ! Que mentes pervertidas… XD! Espero te guste el capi!!
Paula Moonlight: Gracias por el review ! A mí también me encanta ! Aunque hay veces que no me coinciden las ideas darks con las cursilerías que estoy poniendo ¬¬ Pero en fin, así salió XD! Esa misma pregunta se la hace Harry XD! Pobre, que trauma -.- La posición de Severus… Harry opina que es espía. ¿Será cierto? Harry aprenderá artes oscuras, por supuesto! Y también se peleará con Tom… Espero que te guste el capi !
Stiby: Gracias por tu review ! Me alegro que te guste el fict. La idea en sí es anormal si lo vemos desde el punto de vista de los libros, pero como esto es un fanfiction, todo puede suceder! XD! Intentaré lograr que no pierdas el hilo de la historia
Velia: Grax! La posición de Severus… ¿Tú crees que sigue siendo espía de Dumbli? Ya se verá. Por supuesto q ue el castigo sería muy doloroso y prácticamente mortal. Mira lo que le pasó a Bella, y eso que sólo le tocó… Si Severus intenta secuestrarlo… Estoy sintiendo pena XD! Anda a saber como responderá Harry ante las posibilidades. ¿Qué rayos sucede con la Orden? Pues… No tengo pensado escribir ninguna escena directa (o sea, que no sea POV de Harry ni de Voldie) sobre el tema hasta capítulos más adelante… Y vaya que faltan XD! Es una forma de que ustedes como lectores sientan la misma intriga, sobre la posición de ellos sobre las circunstancias, que perciben Harry o Voldie (éste en menor medida, pues tiene más acceso a la verdad.) Sí, has acertado… Voldie empezó con las Maldiciones Imperdonables Aunque no afectará el desarrollo de los siguientes caps, sólo fue para dejar al capi en "suspenso" XD! Voldie tiene otros planes para probar la lealtad de Severus, no te preocupes. Espero que te guste el capi
Val: Grax ! En qué bando está Severus lo tendrás que deducir por tu cuenta o guiándote en la opinión de Harry o de Voldie al respecto también. XD! Imagínate que Sevvie secuestre a Harry, ¿qué otra cosa esperas que haga más que ir en pos del mortífago y aniquilarlo? Una pista: el hechizo que Tom le enseña a Harry es de Magia Negra XD! Espero que te guste el capi!
Anita Puelma: Gracias ! ¿Que Harry se desamore y vuelva con Dumbli? O.O Dios, no lo había pensado realmente XD! No lo creo. Voldie destruyó su felicidad, pero tal vez es capaz de reconstruirla. Es la oportunidad que Harry le está otorgando en este momento. Si Voldie no se la da, Dumbli tampoco, ¿qué importará? ¿Qué sentido tiene vivir dominado por los demás, infeliz y en desarmonía contigo mismo…? Espero no perder el ritmo de la actualización y que te guste este capi !
Título: Dulce Oscuridad
Resumen: Slash H/T. Tras aceptar serle fiel al Dark Lord, a causa de la amenaza a las vidas de sus amigos, la vida de Harry da un brusco vuelco. Deberá sobrellevar la culpa de enamorarse del asesino de sus padres, dejándose dominar por la Oscuridad... Spoilers HP5.
Autora: Parvati
Pareja: Harry/Tom
Rating: PG13
Género: .. Romance/Drama/Dark... Naturalmente Angst... o.O
Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a J.K.Rowling, soy simplemente una admiradora del universo de Harry Potter... ¿Contentos? T.T
Advertencia: Slash (relación homosexual, ok?) Si te ofende, no lo leas. Estás advertid.
Capítulo XI: ¿Te gusta el cambio?
Dos semanas habían acontecido. Harry había avanzado mucho en el aprendizaje de las Artes Oscuras, pero en esos días las clases se habían suspendido porque Tom tenía algunos temas de jerarquía que tratar y Harry simplemente no quería ser una molestia en sus planes. A penas había visto al Heredero de Slytherin del tiempo que éste se pasaba en la sala de estrategias y en reuniones privadas con ciertos mortífagos. Parecía que algo de extremada importancia había sucedido en el Ministerio, pero Potter no se sentía con el suficiente valor como para preguntar. Y temía una respuesta negativa a sus deseos, además.
Así que empleaba su tiempo en lecturas de libros o vagando por el castillo, especialmente por los jardines, para serenar sus pensamientos. Practicar solo era terriblemente aburrido, asimismo muy peligroso. Porque si algo llegaba a ocurrirle, Tom no estaría allí para reparar el daño… Si bien la conexión que les unía era fuerte, tardaría segundos en estar al tanto de lo ocurrido…
Y segundos bastaban para acabar con su vida…
No se había cruzado ni con Snape ni con Malfoy últimamente. Creía que Tom tenía algo que ver, especialmente en lo de Malfoy. Había llegado a sus oídos que Dumbledore había hecho una declaración respecto a sus amigos, pero nadie le había alcanzado un periódico para leerla. Seguramente el primo Draco hubiera estado complacido de satisfacerlo en ese punto, mas las circunstancias no le habían permitido…
En cuanto a su propia salud, volvía a estar estable, aunque no del todo. Había vuelto a alimentarse como debía y a descansar las horas suficientes para empezar los días con energía, y no como antes, con pesadez.
En cierta forma, se sentía surcado por la soledad. Las pocas horas que veía a Tom en la semana junto a la falta que le hacía un brazo de alguno de sus amigos, le hacían sentirse ligeramente abandonado. Sin embargo su pareja no le permitía desarrollar esa idea en su mente. Como Tom le había dicho una vez, que estuvieran separados físicamente no hacía que sus mentes no estuvieran ligadas. Había establecido límites en ella, frustrado por las amarguras que solían deprimir a su ángel.
Harry había protestado, argumentando que le estaban aprisionando, que le estaba quitando su libertad (la que podía maniobrar dentro de la Fortaleza, claro está.) Luego calló. En cierta manera, le había hecho bien poder evitar el tema. Aunque…
Ese día los jardines estaban armónicos, compartiendo ese sentimiento con él. Le invadía una inusual tranquilidad. ¿Qué importaba si había traicionado a sus seres queridos al enamorarse del…? Estaba harto de que esa pregunta resonara en su cabeza. Pero su conciencia no dejaba de chillar. No le permitía disfrutar de Tom, de lo que éste le proponía y ofrecía a cada momento. Era demasiada la culpa para dejarse llevar, y eso le abrumaba.
No obstante, ese día parecía ser la excepción.
El cielo estaba cubierto de oscuras nubes, evidencia de la lluvia que había humedecido la tierra hacía pocas horas. Una brisa fresca sacudía su túnica paulatinamente mientras se aferraba a sus abrigos por el frío anormal de verano. Casi otoño, a decir verdad. Pero la temperatura estaba baja y si Tom llegara a verlo con certeza se ganaría una reprimenda.
"Estás jugando con tu salud. Eres mi propiedad, Harry, y no voy a permitir que te dejes enfermar de esa forma…Tu desinterés por ti mismo es un gravísimo error."
Entornó los ojos. ¿Qué importaba si se ganaba un resfriado? Los jardines estaban demasiado bonitos para desaprovechar la oportunidad. No era un frío helado, brusco, sino más bien agradable. Y él agradecía poder ver y sentir algo así entre tantos problemas y conflictos internos, le otorgaba confianza en sí mismo. Algo que le estaba escaseando.
Con un gesto de su mano, una llama azulina se apareció ante sus ojos, sobre su palma. No quemaba, simplemente iluminaba. Le encantaba hacer magia sin varita. Si bien ésta estaba en su bolsillo (tras innumerables advertencias de Tom), quería desprenderse de ella, pues era simplemente una herramienta que ayudaba a canalizar la magia del brujo. Le quitaba la emoción. Haciendo magia sin ella, una cálida y maravillosa sensación se deslizaba por toda su sangre y una excitación extravagante concurría a él. Se terminó acostumbrado, pero la primera vez había pegado un gran salto. Desde entonces, eludía su varita, deseando dominar su magia naturalmente.
Unos pasos detrás de él le advirtieron que alguien le seguía. Detuvo su caminata, intentó desechar la amplia sonrisa de su rostro (sin lograrlo) y se giró, quedando frente a frente con Severus Snape. No pudo menos que sorprenderse.
Severus vestía la misma capa de siempre, sus ojos seguían mostrando la misma impasibilidad y su rostro continuaba ilegible de emoción. Sin embargo, había algo diferente en él. Le miraba con atención, con insistencia. Harry pestañó, preguntándose qué se traía entre manos el mortífago. No le había dicho nada a Tom sobre Snape, porque no quería más culpa sobre su conciencia. Pero no podía evitar sentirse desconcertado por su reaparición, arriesgando su vida en eso. Había olvidado que a la Orden no le importaban los riesgos, sino los resultados…
En eso se aliaban mucho al lema Slytherin: "el fin justifica los medios."
- Severus. – Saludó Harry con cortesía.
- Cierra tu mente por un instante. No quiero que Él se entere que hablamos. – Harry le miró extrañado, pero asintió a su pedido.
Durante su sexto año en Hogwarts había llegado a manejar completamente Oclumancia, así que no se le hizo muy difícil cerrar la conexión con Tom. Sabría que luego éste le preguntaría por qué lo había hecho, pero no era ese el momento de ponerse a inventar excusas.
- Bien, Harry… - Éste elevó una ceja, escéptico, sin creer que su ex profesor acabara de llamarlo por su nombre de pila. – Necesito que me cuentes qué ha sucedido aquí.
- ¿Refiriéndose a qué?
- El Dark Lord y tú. ¿Qué es lo que…? – Harry bajó sus ojos al suelo.
- Pensé que Ron, Hermione y Ginny ya le habrían contestado esa pregunta a la Orden. – Murmuró secamente.
- Ellos sólo vieron el hecho, pero no pueden explicarse cómo…
- No me interesa. – Le cortó Harry. – Ahora ellos están en Hogwarts, no tienen de qué preocuparse. – Snape le miró entre incrédulo e irascible.
- Te está dominando, Potter. Tú no lo ves, pero poco a poco dejas de ser tú mismo para pasar a ser un arma en sus manos…
- ¡Cállese!
- ¿Dónde quedaron tus lealtades, Potter? Ahora mismo tienes la posibilidad de huir y…
- Cállese. – Repitió Harry, sólo que más fuerte. – No sabe qué es lo que…
- Por eso he venido a que me lo cuentes tú mismo, ya que no pudiste con tus amigos…
Harry deshizo la flama azul para abrazarse a sí mismo. Todo su cuerpo estaba helado. No entendió plenamente el porqué de esto. Tardó unos instantes en reunir el valor suficiente para contestarle a Snape.
- Le amo. – Susurró, sin mirar a los ojos negros. Su voz confundiéndose con el soplar del viento.
Se percató que el mortífago se acercaba a él a través de sus sonoros pasos. Una mano levemente cálida le tomó de la barbilla y la elevó.
- Repítelo. – Le desafió, conectando miradas y sin consentirle la desconexión. Harry tragó saliva, cerrando los ojos y volviéndolos a abrir.
- Le amo. – Su voz tenía diversos matices de emociones. Tristeza, seguridad, culpa, dulzura…
Snape le soltó, retrocediendo, y observándole con asco. Harry hizo una mueca. Volvía a sentir las mismas punzadas que cuando Ron le había gritado…
- Te salvaré, Harry. – Sin decir más, se giró y comenzó a caminar en dirección al castillo.
Harry no terminó de comprender las palabras de Snape.
Aquellos labios que le subyugaban… El sabor azucarado que irrumpía su boca cada vez que sus labios se unificaban. Le hacían olvidar todo. El Mundo no existía. Todo el cuidado que el ser frente a sí le reclamaba era concedido. No sólo el cuidado, sino el amor, la confianza y la atención. No podía resistirse a ellos, porque le otorgaban todo lo que alguna vez quiso, deseó tener y pensó que jamás tendría. Y allí estaba… Ya no le importaba el precio que había pagado por ellos. No era nada comparado con eso…
Tom lo abrazó más contra sí, en un gesto posesivo y protector. Y lo aceptó. Necesitaba sentirse querido. Más en ese momento, que las palabras de Snape seguían presentes entre sus pensamientos más ocultos. No iba a arrepentirse. No podría irse. Porque ese era su hogar. Esos brazos que le rodeaban. Allí se sentía satisfecho. No requería nada más.
- ¿Qué te sucede, Harry? Estás muy pensativo… - Murmuró Tom en su oído mientras acariciaba su cabello azabache.
- ¿Cuánto tiempo falta, Tom? – Éste frunció el entrecejo.
- ¿Para qué?
- Para el ataque a Hogwarts. – Un tenso silencio ocurrió tras sus palabras, Tom meditando la respuesta que le daría.
- Cuando estés preparado… - Harry elevó sus ojos, para fijarlos en la profundidad de los de Tom.
- ¿En qué sentido?
- En todos, mi ángel. – Besó su frente, rozando la cicatriz en forma de rayo. – No tienes porque agobiarte con este tema todavía. – Harry suspiró y Tom aprovechó el momento para robarle un delicado beso.
- Extrañaba el sabor de tus labios… - Murmuró el Dark Lord, risueño. Él también. El tiempo había pasado y apenas se habían encontrado. – A propósito, ¿se puede saber por qué esta tarde me cerraste el acceso a tu mente? – Su tono se volvió rígido de repente. Harry se estremeció ante el tan repentino cambio de tema.
- Necesitaba… uhm… privacidad. – Tom elevó una ceja.
- Estuve a punto de ir a buscarte, sino fuera porque Lucius me hablaba sobre algo impostergable…
- Entiéndeme, Tom. Me siento esclavo de ti… - Sintió una caricia sobre su mejilla.
- Es exactamente lo que eres, mi pequeño. Eres mío y, muy pronto, lo serás completamente… - Harry se estremeció ante ese comentario. – Pero tú te entregaste. Y según tengo entendido, disfrutas de…
- Sí, no obstante… No dejas de vigilarme, siguiendo mis pasos… No puedo hacer muchas cosas… - Tom sonrió con ironía al escucharlo.
- Tienes más libertad que cualquiera de mis anteriores posesiones, pequeño. Esa ambición que tienes… Me pregunto por qué no fuiste seleccionado para Slytherin…
Rompieron el abrazo al decidir Tom que era hora de descansar y Harry se acomodó en el regazo de su amante. En esa posición se le hacía mucho más fácil caer dormido. Y el Dark Lord siempre esperaba a que lo hiciera, para luego dormir él. Aunque Harry sabía que no lo hacía durante muchas horas, algo sorprendente.
Pero no tratándose del Dark Lord…
De nuevo allí, en la sala de estrategias. No porque quisiera, sino porque los jardines estaban inaccesibles a causa de la lluvia que caía precipitosamente. Él la observaba, calmado, desde la ventana, sintiéndose desbordado por las ideas que le venían a la mente. Le parecía que la lluvia y él eran tan similares… Se sentía comprendido bajo su poder. Era tan triste… como él…
Se obligó a mirar al otro lado, donde algunos mortífagos estaban concentrados en sus trabajos. Tom en la cabecera, consultando algunos planos y libros. Le había permitido no participar en esa reunión, consintiendo uno de sus caprichos. Le gustaba mucho más contemplar la lluvia caer que estar rodeado de esas inmundicias, entre pergaminos… Además que los pensamientos destructivos de esos hombres hacía de los trabajos que ejecutaban un verdadero dolor de cabeza. La obsesión por la tortura iba mucho más allá de los muggles e hijos de muggles…
Llamaban traidores a los sangre pura que no apoyaban los ideales del Dark Lord. Planeaban maquiavélicas persecuciones a todos ellos. Familia por familia. Algunos cederían a la propuesta. Otros morirían en negativa. El ejemplo más claro para Harry era los Weasley. No obstante, todos sabían que ellos apoyaban a Dumbledore y directamente estaban en la lista de futuros asesinatos. Asesinatos que serían desarrollados tras la Victoria sobre Dumbledore. Por lo tanto…
Faltaba mucho…
Negó con la cabeza, pensativamente. Tom hacía pocos días le había contado su pasado. Su vida en un orfanato muggle, el desprecio natural que sentía por ellos, fundamentado en todo aquello. La dura etapa que le tocó vivir en esos indigentes años, el rechazo y abandono de parte de su padre hacia él, la escasez de recibimiento de un sentimiento cálido, la necesidad de protección. Y Harry no había podido menos que terminar contando también su experiencia con los Dursley.
Sin embargo, Harry no sentía un gran odio por ellos. Sencillamente, un desprecio por todo el dolor que le habían causado. Odiaba más a Dumbledore, que era el causante de que su pasado hubiera sido de esa manera. Las miles de posibilidades que había tenido de ser feliz y le habían sido arrebatadas…
Ya no le importaba si torturaban a los muggles, su postura respecto a ellos era neutral. Lo que no quería era que sus amigos muriesen ni fueran torturados…
Percibió los poderosos ojos escarlatas sobre su figura. Conectó sus esmeraldas con ellos y dejó que Tom leyera sus pensamientos. Y vio como una sonrisa se dibujaba en el rostro del Dark Lord.
"No les sucederá nada, pequeño. Estarán bien."
Se estremeció al escuchar la voz de Tom en su mente. Todavía no se acostumbraba a eso. Era muy extraño, como si fuera una segunda voz de su conciencia, nacida de algún lugar inimaginable. Aunque era excesivamente útil en una situación crucial…
Le devolvió la sonrisa.
- Se dice que el Ministerio también está haciendo algo parecido, mi Lord. – Dijo Lucius.
- ¿El Ministerio? – Preguntó Voldemort, visiblemente extrañado. - ¿Está recurriendo a magia antigua?
- Nadie lo sabe realmente, mi Lord, pero los rumores que circulan por los pasillos van hacia ese camino. – Dijo otro mortífago, al lado de Lucius.
- Personalmente, no lo creo. – Opinó Snape. – Los focos de magia serían fácilmente investigables y, por lo tanto, podríamos destruirlos con facilidad, permitiéndonos la entrada al Ministerio.
- Además que Dumbledore no quiere que las barreras protectoras del Ministerio sean similares a las de Hogwarts. – Apuntó Draco. – Fudge está aterrado. Se sabe que el Ministerio está en la mira. Ya hemos atacado Hogsmeade, Hogwarts y Diagon Alley. Sólo nos faltaría el Ministerio y San Mungo…
- Hay muchos lugares más que merece la pena que dominemos, Draco. – Sonrió Voldemort ambiciosamente. – Pero por el momento… - Se interrumpió, pensativo. - ¿Cuánta protección tiene ahora nuestro querido Cornelius?
Un tenso silencio se formó en la sala. Los mortífagos intercambiaban miradas, en busca de alguien que supiera la respuesta. Nadie contestó.
- ¿Dumbledore no te ha comentado nada sobre eso, Severus?
- Para nada, mi Lord.
- Entonces... – Los ojos escarlatas se fijaron en una fluctuante figura del círculo. – Colagusano, encárgate de hallar la respuesta. Pasado mañana quiero tu perfecto informe.
Tras un vacilante asentimiento de Pettigrew, el Dark Lord se volteó hacia Lucius Malfoy.
- Reúne a tu grupo de ataque, Lucius, y crea una buena estrategia sorpresa. – Sus ojos brillaron peligrosamente. – Cornelius está viviendo sus últimos días de vida…
Las risas tenebrosas resonaron por toda la sala.
Y había un mortífago que no compartía la emoción de sus compañeros.
Harry no tardó en percatarse de que algo bueno había ocurrido en el bando de Lord Voldemort en las mañanas siguientes. Los mortífagos poseían un sospechoso buen humor que hacía que el aire en el castillo se asemejara al de una lujosa celebración. Tom se mostraba misterioso, sin compartir sus planes con él, manteniéndolo aislado de las reuniones y estrategias, como si planeara hacerle una fiesta de cumpleaños a escondidas. Pero Harry estaba muy lejos de pensar que Tom fuera a hacer eso.
No. Sabía que estaban trazando un ataque importante, donde alguien fundamental para la Comunidad moriría. Sin embargo, no entendía por qué Tom no quería su mente detrás de las estrategias.
Al fin de cuentas, el ataque a Diagon Alley fue todo un éxito…
Aún recordaba los gritos triunfantes de los mortífagos cuando arribaron en la Fortaleza tras la visita al Callejón. El aroma a sangre y a terror. A Muerte. Las varitas impugnadas de una energía obscura. Magia Negra utilizada en exceso. Tras esa imagen de la Orden Tenebrosa, todo el llanto, toda la desesperación vivida, todo el dolor y toda la agonía eran deducibles.
Y se repetiría. No obstante, él no sería parte activa de eso. En cierta forma le aliviaba. Su conciencia no tendría que vivir con eso. Pero a pesar de aquella tranquilizadora sensación, estaba desorientado. No comprendía.
Por otra parte, estaba debatiendo consigo mismo sobre si informarle a Tom sobre dónde estaba la verdadera lealtad de Severus. Aunque tenía la sospecha que en realidad el Dark Lord ya lo sabía, que sólo quería jugar con él, ver qué era lo que quería, para luego terminar matándolo sin piedad, haciéndole sentir un dolor fuera de lo imaginable. Como Bellatrix…
Tras el último encuentro con el Maestro de Pociones, dedujo qué era lo que ciertamente quería lograr, arriesgándose a morir en manos del Dark Lord.
Quería sacarlo de la Fortaleza. Volverlo a llevar con Dumbledore.
Ahora que tenía la oportunidad frente a él, tendría que probarle a Tom que sus declaraciones eran auténticas.
Aunque… añoraba el aire familiar de Hogwarts, a pesar que fuera tan irreal… Aunque sólo lo quisieran para despojar a la Comunidad de la Maldad…
¿Valdría más su amor por Tom que los recuerdos de una adolescencia con sus amigos?
¿Tendría el valor de confirmar su traición al bando de Dumbledore dejando que Severus muriera?
¿Podría olvidarse de todo aquello que alguna vez vivió y que no volvería a tener aunque suplicara?
¿Podría rechazar la oportunidad de volver a la felicidad imaginaria?
¿Todo por amor al Dark Lord…?
¿Tom o sus amigos?
Hacía semanas había elegido. Ahora de nuevo, para que reparara su error o confirmara su decisión. ¿Qué elegiría?
- Potter. Hacía tanto tiempo que no te veía…
- Malfoy. – Se limitó a responder Harry, sin dejar de contemplar el paisaje por la ventana del corredor. Era simplemente un casual encuentro con el Slytherin, que estaba haciendo su patrulla de la tarde por los pasillos de la Fortaleza.
- Ha llegado a mis oídos que estás aprendiendo Magia Negra. – Draco pretendió querer empezar una conversación con él. Harry sabía que sólo buscaba burlarse de él. Quería vengarse de su anterior derrota en el duelo, frente a los ojos críticos de los mortífagos y del mismísimo Lord Voldemort.
- ¿Y qué? – Draco sonrió perversamente ante su ingenuidad.
- ¿Te gusta el cambio? – Harry frunció el entrecejo ante la pregunta. No se la había esperado. – Es que… Me quedó la curiosidad desde aquella vez que nos vimos en la biblioteca de Hogwarts…
- ¿De qué hablas, Malfoy? – Preguntó Harry, despistado. Había pasado tanto tiempo…
- ¿Acaso no recuerdas cuando te advertí que esto sucedería? El Dark Lord ya me lo había comunicado…
Lo recordó con claridad tras la explicación de Malfoy. Estaban él, Hermione y Ron estudiando para los exámenes, cuando Malfoy se acercó a la mesa donde estaban con aire arrogante, como si supiera algo que ellos no. Y en ese momento…
- ¿Qué quieres, Malfoy?
- Simplemente quería ver cómo estaban mis queridos compañeros…
- Agradecemos tu insólito interés, Malfoy, pero nos da asco tu preocupación.
- Nadie te preguntó, pobretón. Siento pena por ti.
- Y yo de ti. Ahora, ¿nos dejarías estudiar?
- Qué tierno. No saben lo que está a punto de suceder y por eso están tan preocupados en tontos exámenes…
- Al contrario que tú, Malfoy, nos preocupamos por tener un digno futuro.
- Así que la sangre sucia quiere ser alguien importante…
- Cállate, Malfoy. Vete de aquí. No eres bienvenido.
- ¿Ah, sí?
- ¡Expell…!
- ¡Alto, Ron!
- ¿Harry?
- ¿Qué querías decir con "lo que está a punto de suceder", Malfoy?
- Muy pronto lo sabrás, Potter… Pero seguro te agradará el cambio…
- ¿Por qué no me dejaste atacarlo, Harry? ¡Es un idiota! ¡Todo lo que dice es mentira!
- ¿Pero si es verdad? ¿Y si…? ¿Y si tiene que ver con Voldemort?
- No digas tonterías, Mione. Malfoy no sabe nada de nada. Además, la Orden lo sabría, ¿no te parece?
- Espero que tengas razón, Ron. ¿Harry? ¿Estás bien?
- Perfectamente.
Se dio vuelta y comenzó a caminar en sentido contrario a Malfoy. No soportaba la astuta mirada grisácea sobre él. Los recuerdos le castigaban y en ese momento anhelaba estar solo.
¿Cómo no se había dado cuenta en esa conversación en al biblioteca del ataque a Hogwarts que Voldemort había planeado para secuestrarlo?
¿Acaso se estaba arrepintiendo de estar en la Fortaleza…?
