Contestación a reviews:
Nagini: -Se ve a Parvy sacar un pañuelo y sonarse la nariz sonoramente, mientras pesadas lágrimas caen por su rostro- Jooo... ¡Tengo una basurita en el ojo! T.T Ejem. XD ¡Muchas gracias por tu review, querida Paddie! Imagínate... si tú te desesperas con esa última línea, y usualmente tienes algún párrafo nuevo, ¡cómo deben estar los lectores que ni noticia tienen de mí! XD Pudo haberme comido un monstruo del más allá (buena idea para LE xDD), pisado un auto, haber sido triturada... o.o Etc, etc. Hasta tal vez, abandonado el fict... o.O (Ni en mis peores sueños.) ¿Obra de arte? Más bien diría... Fict producto del ocio xD ¿Recalentarnos los cerebros? ¡Eso es imposible! ¿Desde cuándo los tenemos? Jajaja. Bah, más que recalentar... yo diría que los tenemos muy frisados y por eso nos cuesta sacarle alguna idea coherente. Pero en fin... ¡he sacado a DO del refrigerador y aquí está el nuevo capi! ¡DO y LE se han vuelto partes activas de nuestras vidas! Sin ellos... No sé qué seríamos ToT!! Tal vez... alumnas normales de un colegio normal que hacen cosas normales y monótonas... ¡Jo! ¡No! Somos las Marauders, ¡eso no puede ser nuestra Realidad! XD Es conmovedor, ¿verdad que sí? Gracias por el elogio, pero como has dicho... el crédito no es todo mío (sólo el 99,9 jajaja) E Imaginación... ¡Ja! XD Lazo entre Escritora y Beta... Y tienes razón, ésta última no cumple su función XD Pero tienes razón, esto es más como un Amiga-Amiga. En cuanto a intenciones buenas y malas, lo entiendo. ¡Es como el yin y el yang! XDD Jo. Ese "Atención Lectores" me hizo acordar a los avances de Naruto del siguiente capi cuando termina el ending XD Pero definitivamente... ¡Se viene la parte más interesante de DO! ¡Próximamente en ! XD Y sobre eso de que si me digno a actualizar... ¡SI MI BETA SE DIGNA A BETEAR! XD ¡Siempre hay que dar lo mejor de nosotros! ¡Yeah! A propósito, no es Nomadrib es Nomardrib. Repite conmigo: n-o-m-a-r-d-r-i-b. XDD Para que no hayas estudiado ni una wea, te ha ido bastante bien, ¿no te parece? ¡¡Baka, Jimena-san!! Beno, te dejo, Nagi-san, prueba de Naturales mañana... ¡ya sabes! ¡Beshios! ¡TKM!
Bellatrixcharmed: ¡No hay problema! Aunque eso de haber desaparecido o.O... Debe ser por el cambio de URL's que hizo No te preocupes, aquí está el siguiente capi XD ¡Tarde, pero seguro!
Diana-Lily-Potter: ¡Muchas gracias! Sep, dos tortolitos tenemos en este fict XD Obviamente que Tom está enamorado de Harry o.O ¡Mira la pregunta que me haces a esta etapa del fict! XD Harry es mucho más que una simple herramienta para Voldie... Y dentro de unos capis tendrás la prueba evidente de mis palabras.
Stiby: ¡Me alegro que te haya gustado! Aunque a Harry no le durará mucho tiempo la máscara frente a la Orden xD Que Voldie lo encuentre pronto... Jo. Lo veo complicado. No se puede atacar Hogwarts de un día para el otro, ¿no? Pues, no es muy difícil contestar a tu pregunta... Dumbledore no va a permitir que Voldemort gane esa guerra, y si eso implica tener que sacrificar la felicidad de uno de sus ex alumnos favoritos... No durará en hacerlo. Tienes razón... Lo único verdadero que a Harry le queda es el cariño de sus seres queridos y de Tom. Si Dumbledore no le encerrara, le sería muy fácil a Harry escapar, ¿no te parece? XD Gracias por el review!
Val: Jo. ¡Seguramente ahora estarás de 10 puntos! XD Por supuesto que continuaré DO. ¿Me crees capaz de dejar inconcluso tan gran proyecto? Además de que mi beta Nagini no me dejaría (moriría antes) y... Le tengo un gran aprecio a este fict. Tengo previsto el término de DO entre Diciembre-Enero, así que... ¡Vete preparando! XD (sin contar este, faltarían tres capis... a lo sumo, si mi musa me favorece, cuatro.) ¿Cómo lo va a rescatar Voldie? Jo. No tendría gracia si te dijera. ¿Albus? ¿Cómo no puedes querer a Albus? –nótese la ironía. Gracias por el review!
Dream: ¡Grax por el review! Me alegro de que te haya gustado. Intenté hacer el lemon lo más suave y delicado posible (no es nada fácil...), y creo que ese fue el resultado. Espero que te guste el capi!
Ni€a: Jajaja. No me sorprende que te caiga mal Dumbledore después de HP5... (Mi odio por él empezó mucho antes que eso, gracias a Kandra xD) Tengo tendencia a hacer odiar a ciertos personajes, y Dumbledore está en esa lista. XD Se le será un poco difícil a Tom rescatar a Harry... No por algo Hogwarts es la institución más segura de Inglaterra, ¿no? (o eso dicen... XD) ¡Espero que te guste el capi! Grax por el review.
Liuny: Abajo Dumbledore! Jojojo. Totalmente de acuerdo. De hacerlo sufrir hasta la muerte, creo que le dejaré ese papel a Voldie... Sabe hacerlo mejor que yo. XD Gracias por el review!
Mitsuhiro: ¡Gracias! Me alegro que la desesperación de Harry te haya sido transmitida. En cuanto a Remus, sep! Sonó muy paternal. Y sí, le está ayudando... Creo que si Remus y sus amigos le odiaran, a Harry se le vendría el mundo abajo, por mucha fuerza que tenga. En este capi hay otra conversación Dumbli-Harry, aunque no creo que esta les guste tanto (malas noticias.) XD Espero que te guste el capi!
Miruq: ¡Gracias! Todos esperamos que Tom y Harry vuelvan a estar juntos... todos salvo Dumbledore. XD Severus... ya veremos si podemos conseguir vengarnos. Y en cuanto a Remus, ¡viva por él! Jajaja.
Uialwen: Lamento la demora, pero la musa no colaboró demasiado... Y los tiempos no me daban. Así que me encontré a fines de Octubre terminando recién este capi, pero prometo que habrá otro para fines de Noviembre (si mi musa me ayuda, tal vez antes.) Pero ni loca pienso abandonar DO. Uhm... No, mejor: ni cuerda pienso abandonar DO (loca ya estoy xD). Remus es adorable. Jo. No te preocupes. Dumbledore no piensa recuperar a Harry y sabe bien dónde están las lealtades del niño. Por eso el plan que ha hecho –Parv suspira.- ¿Por qué tengo el presentimiento que a partir de este capi, todos me odiarán? Comparto todos los insultos dirigidos a Dumbledore. XD ¿No crees que el beso del Dementor sea demasiado piadoso para este Vejete? En cuanto al rescate... Ya sabes. No es fácil entrar a Hogwarts de un día para otro... Pero Tom hará todo lo posible para que sea lo antes posible. Bah, tendrá que hacerlo sino quiere perder a su ángel... Ejem. Gracias por tu fantástico review, Jaen! Aunque ya ves que me he pasado a leer tu fict. Por cierto, el nuevo capi es excelente, aunque hay que admitir que ese lemon del final ha sido algo fuera de trama. XD Pero es tu fict, así que tienes todo el derecho... (pero me pareció algo extraño, he de admitir. Porque si Herm ama a Harry, que de repente haga el amor con Ron... err...) Besos!
Velia: Jo. Creo que ahora sí querrás asesinarme XD En cuanto al plan del vejete, se explica un poco al final de este capi, aunque los detalles estarán en el siguiente. Y por supuesto... ese plan no consiste en convencer a Harry de que su amor por Tom es incorrecto y volver a colocarlo en el bando de la luz... Despreocúpate en ese sentido. Yo lo vería más por otro rumbo... Remus es un encanto, tienes razón! XD En cuanto a técnicas de manipulación... Jo. Lo siento, pero no es el turno de Harry de aplicarlas. No está en su destino XD Más bien, no está en la situación idónea. Aunque... intentará sobrevivir. Espero que el capi te guste y gracias por el review (No hay problema con la brevedad. ¡Siguen siendo maravillosos!)!
Anita Puelma: O.O! Are you crazy, girl?! Ejem. Sorry, estoy practicando para mi clase de inglés, dentro de media hora tengo un examen... xD Harry no volverá al bando de Dumbli. ¿Tú crees que han sido diecisiete capítulos sólo para volver a empezar? Jo. xD Aunque sería divertido (más bien, aterrorizante) ver la cara de Voldie si eso sucediera... Bah. Las posibilidades de que eso suceda son equivalentes a la posibilidad de que mañana podamos volar libremente por el aire, sin alas ni aviones. Creo que se entiende la idea... XD Gracias por tu review!
Título: Dulce Oscuridad
Resumen: Slash H/T. Tras aceptar serle fiel al Dark Lord, a causa de la amenaza a las vidas de sus amigos, la vida de Harry da un brusco vuelco. Deberá sobrellevar la culpa de enamorarse del asesino de sus padres, dejándose dominar por la Oscuridad... Spoilers HP5.
Autora: Parvati
Pareja: Harry/Tom
Rating: PG13
Género: .. Romance/Drama/Dark... Naturalmente Angst... o.O
Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a J.K.Rowling, soy simplemente una admiradora del universo de Harry Potter... ¿Contentos? T.T
Advertencia: Slash (relación homosexual, ok?) Si te ofende, no lo leas. Estás advertida/o.
Nota de Autora: Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento!! T.T Juro que no era mi intención tardar tanto tiempo en actualizar (aunque definitivamente, sí era la intención de mi musa...) Prometo compensar la espera... y no repetirla. Estipulo que el siguiente capi estará publicado para fines de noviembre (haré el intento, lo prometo! Después de todo... tengo mi agenda llena de exámenes finales, pero... Promesas son promesas.) En cuanto a cuántos capis faltarían... Jo. Estuvimos viendo con mi beta, y serían alrededor de tres más (sin contar éste, obviamente.) Serán largos y... entretenidos. Una forma más fácil de definirlos sería... ¡La parte más interesante de todo el fict! Jajaja. ¡El final! Tengo un mal presentimiento de todo esto...
Pero en fin. Los dejo leer tranquilos. Disfruten del capi y dejen reviews! Les agradezco enormemente su apoyo. Por cierto, para quienes extrañan el POV de Voldie... ¡en el siguiente capi!
Capítulo dedicado a mi beta Nagini. Sin ella... No tendría quién me recordara de actualizar.
Capítulo XVIII: Veo y recuerdo
Los terrenos de Hogwarts jamás habían lucido tan plácidos como aquella tarde. Aunque sea, así aparentaban ser para ella. Le brindaban la seguridad que no tenía, apaciguaban sus incertidumbres y miedos y le ofrecían un lugar único donde sentirse en casa. Su segundo hogar, donde había pasado su complicada adolescencia. Diez meses en aquella escuela durante siete años... Le había tomado cariño.
Siete años maravillosos donde había compartido todo con las únicas dos personas que habían sabido comprenderla y apoyarla, conocerla y alegrarla incondicionalmente. Aquellas dos personas por las cuales daría lo imposible, sólo para seguir viviendo un poco más a su lado, con aquella ingenua alegría del pasado.
Caminando por las orillas del lago, los recuerdos volvieron a ella una vez más. Las tristezas, alegrías, desilusiones, preocupaciones, triunfos y momentos. Momentos que nunca olvidaría, momentos que formaban parte de ella, momentos que de ser borrados de su memoria harían de su personalidad incoherente. Ella era lo que esos momentos le habían enseñado a ser: Hermione Granger.
Hermione sonrió ampliamente, llena de un júbilo que hacía tiempo no sentía. Dejó que la brisa del viento jugara con sus cabellos castaños mientras que sus ojos almendrados brillaban, disfrutando del tranquilo paisaje. Luego de haber sido rescatada de la Fortaleza de Lord Voldemort, se había sentido perdida y vacía. Culpable por no haber hecho nada para evitar dejar a uno de sus mejores amigos en manos de tal asesino. Ahora esa sensación había pasado a un segundo plano. ¡Había recuperado al segundo pilar que la sustentaba, la segunda razón de su existencia prácticamente!
No le importaba lo que dijera o pensara la Orden sobre Harry, ella quería volver a ver fijamente esos ojos verdes esmeraldas, volver a abrazarlo fuertemente, volver a escuchar su voz. Él se había entregado por ella, por Ron y Ginny. Le debía demasiado. Y tal como él había sido un gran soporte en su vida, ella debía serlo ahora para él. No le iba a dejar caer.
Porque sabía que si él decidía traicionarlos... Le perdonaría. Entendería sus razones. Bah, las toleraría más bien. Sería duro tener que enfrentarse... saber que él defendía una Causa por la cual tanto había luchado en su juventud y por la cual tantos habían muerto. Pero él nunca había podido elegir qué hacer en su vida. Entendía que por primera vez en su vida... Se le estaba brindado una oportunidad única.
- ¡Mione! – Escuchó que la llamaban. Se volteó para ver a un Ronald Weasley corriendo en su dirección, devolviéndole la sonrisa.
Estaba segura que Ron pensaba como ella. El pelirrojo había madurado en los últimos meses lo suficiente para no repetir las estupideces del pasado y entender los sucesos que acontecían en la realidad. Si bien tanto ella como Ron estaban inquietos por cómo iban a reaccionar frente a Harry y cómo éste les respondería, no podían eludir sentirse nuevamente completos. El trío dorado junto de nuevo. Sufrido ligeramente, desgastado tal vez... Pero unidos como nunca antes lo habían estado.
- Ron, ¿qué sucede? – Preguntó Hermione, sorprendida. Ron solía respetar sus momentos de soledad necesaria, no interrumpiéndola en sus clásicos paseos por los terrenos.
- Dumbledore me ha informado que hoy a la tarde nos permitirá verlo...
- ¿Lo dices en serio?
- ¿Crees que jugaría con algo así, Mione? Me ofendes. – Dijo Ron, en broma.
Era extraño. Todo aquel aire de agradable diversión y confianza no solía ser visto en los últimos tiempos. Por más complementarios y tolerantes que se hubieran vuelto con el otro, no solían expresarse tan abiertamente y con tanta... ¿simplicidad? El retorno de Harry a sus vidas había sido la llave para que la tensión se esfumara. Nadie más lo comprendería, pero para ellos... tener a su hermano de nuevo era volver a ser plenamente ellos mismos.
Hermione avanzó los pocos pasos que le separaban de Weasley y le abrazó como si su vida dependiera de ello. Escasas lágrimas se escaparon de sus ojos. Lágrimas que vagaron sin rumbo por el rostro de la muchacha y se perdieron; Lágrimas que llevaban consigo ilusiones de un pasado que nunca fue, un presente que nunca sería y un futuro inalcanzable.
Sólo tendría un momento más para compartir.
- No sé qué haría si ustedes no estuvieran conmigo... Les necesito tanto.
- Yo también te quiero, Mione, pero no puedo respirar... – Hermione le observó, divertida.
- Tal vez le estoy haciendo un bien al mundo en este preciso instante, Ronald. – Dejó escapar algunas risitas.
- ¿Ah, sí? – Ron posó su mano sobre la cabeza de su amiga y la despeinó rápidamente.
- ¡Eres un Tonto!
- Descubriste América, Hermione.
Harry estaba tendido en la cómoda cama, observando pensativamente el techo de la torre. Una pequeña ranura de luz ingresaba por la bloqueada ventana, la única evidencia que tenía de que la mañana ya estaba madurando. Hacía pocas horas su desayuno había aparecido sobre uno de los muebles de la sala. No lo había tocado, ya que no tenía forma de comprobar si no habían infectado la comida.
Las palabras de Tom aún vagaban intensamente por su mente y estaba intentando encontrarles un doble sentido, sólo para tener algo que hacer. Sencillamente anticipaba el aburrimiento de un tedioso día de encierro. O tal vez el vejete tuviera planes para él, una agenda llena de actividades programadas, ¿verdad?
Estoy seguro que no ha bloqueado tu mente a propósito.
El muchacho se mordió el labio inferior. Eso era lo que más le preocupaba: la inseguridad de no saber qué planeaba hacer Dumbledore con él. Porque sabía que no se escapaba de su entendimiento sus actitudes y palabras falsas; el director estaba al corriente que todo era una actuación y que estaba fundamentada en su reunión con Tom de la pasada noche. Reunión que el maldito manipulador había permitido.
¿Por qué? ¿Por qué me permite dialogar con Tom?
Dialogar... Simplemente dialogar. También eso le llenaba de nostalgia. No había más que un intercambio de palabras y sentimientos. Pero no había tacto, no había sensaciones, ni fragancias ni gustos... La impotencia que le invadía era inmensa. Y todo era a causa de la retorcida idea que el Bando de la Luz mantenía respecto a él... el Arma que definiría el ganador de la guerra. Sólo por aquella idiotez que contenía la profecía y esa cicatriz que decoraba su frente.
¿Por qué no lo dejaban en paz, no le dejaban ser feliz de una vez por todas? ¿¡Qué le importaba a él si gente inocente, sin rostro, moría?! Solos tenían que encontrar una solución, ¡ése no era su problema!
Estuvo tentado a acceder a las lágrimas inhábiles que querían derramarse, a la furia que recorría sus venas en ese preciso instante. Pero no. Tenía que mantenerse sereno y controlado. No podía mostrar debilidad en terreno enemigo. No podía quebrarse, sólo conseguiría otorgarle a Dumbledore una razón para satisfacerse.
Ahora, volviendo a la pregunta clave... Seguramente Dumbledore estaba planeando algo Grande para derrotar a Voldemort, utilizándole como en el pasado. Sin embargo, el profesor había tenido que cambiar de táctica, ya que no sería Harry quien asesinaría al Dark Lord. Tal vez le estaba usando de señuelo o por ese camino debería andar el plan... Capaz quería pedirle una tregua temporal al Dark Lord a cambio del bienestar del Niño que Vivió...
Harry se estremeció ante la idea de ser empleado de esa forma. Estorbaba en las ambiciones de Tom, quien no dejaría que Dumbledore le torturara y aceptaría... Aunque probablemente Tom estaría preparado para un caso así, por algo era un mago tan poderoso y astuto, ¿no?
¿Por qué Dumbledore se molestaba en mantenerle con vida, cuando muerto le sería de más utilidad? Porque Harry de ninguna manera iba a ir en contra del ser que amaba, por más que eso implicara dejar sus amistades y pasado atrás. Ya lo había hecho una vez, podría volver a intentarlo. No retornaría a las filas de Dumbledore, donde sólo había conseguido mentiras y agonías. Tom le hablaba con la verdad que podía entregarle, prometiéndole nuevos cielos... Y hasta el momento no le había decepcionado.
Fue en ese momento de meditación cuando el sonido de voces comenzó a escucharse, a pocos metros de la puerta principal. Al principio las ignoró, ya que tenía la seguridad de que sería el vejete con algún otro miembro fiel de la Orden, que venían a asegurarse de que siguiera vivo. Pronto verificó que su teoría era parcialmente errónea.
Empezó a prestarle atención a las voces. Le eran familiares. Una era la del vejete, como no, y las otras dos... ¿Sería posible...? No, sus oídos debían de estarle jugando una mala pasada. Su propio cuerpo se había aliado a la estrategia de Dumbledore, ¡seguro! Pero... ¿y si...? ¿Y si en verdad eran ellos?
Se descubrió a si mismo entrando en un ligero ataque de pánico. Era demasiado temprano para verlos, no podía... No estaba listo. De repente vino a su memoria aquel último día que los había visto en la Fortaleza, en el cual Ron... Suspiró, criticándose a sí mismo por su cobardía. Había hecho sus decisiones a voluntad, era hora de afrontar las consecuencias. De superar esa maldita culpa, ese inconsciente odio a sí mismo...
La puerta se abrió, indicándole que su tiempo de preparación para lo que iba a venir había concluido. Las tres personas que ingresaron estaban sumergidas en un silencio tenso, tal vez ansioso. Una permaneció en el marco de la puerta, un lugar perfecto para admirar toda la situación. Otra avanzó algunos pasos, contemplándole con ímpetu y finalmente la tercera se abalanzó hacia él, sin importarle las miradas de los demás, y le abrazó con toda su energía que poseía para proseguir a sollozar en su hombro.
Dumbledore, Ron y Hermione respectivamente.
- ¡Hermione! – Exclamó Harry, pasmado al ver a la muchacha llorar de aquella forma.
- ¡OH, Harry! ¡No sabes...! – Las palabras fueron ahogadas por las lágrimas.
- Los dejaré solos. – Informó Dumbledore con una ligera sonrisa en sus labios. Falso. Posteriormente cerró la puerta detrás de él.
Hermione continuó aferrada a él unos instantes más mientras que Ron se fue aproximando a ellos poco a poco. En su mirada celestina Harry podía ver reflejados sentimientos como la culpa, la preocupación, pero también la alegría de volver a verlo. Lo mismo sucedía con Hermione. Estar allí con ellos de nuevo le traía alegres y tristes recuerdos, pero por primera vez en bastante tiempo percibió la amistad que compartían los tres. De esas amistades que ya no habían en el presente. Los estudiantes de ahora se profesaban una inmensa desconfianza y si había alguno que fuera confidente con otro, seguramente era porque sus familias habían sido amigas en el pasado. Nada más.
La muchacha se separó de él lentamente y le miró con una brillante sonrisa en su rostro. Harry se dio cuenta entonces cuánto extrañaba verla. La última vez que habían estado en Hogwarts juntos de aquella forma sencillamente había sido la noche en la que todo había empezado.
.::Flash back::.
- Ya han repasado para Transformaciones, ¿verdad? – Preguntó Hermione mientras se sentaban para comer la cena luego de un día lleno de exámenes. Y faltaban...
- ¿Otra vez? – Se quejó Ron con aburrimiento.
- Cuantas veces sea necesario para que puedas rendir el EXTASIS el año que viene, Ron. ¿Verdad que tengo razón, Harry?
- ¿Qué? – Cuestionó el susodicho, perdido en sus pensamientos. Su mirada se desvió momentáneamente hacia la mesa de profesores.
- Que Ron haría bien en revisar sus conocimientos antes del examen. – Repitió Hermione calmadamente, acostumbrada a la reciente falta de atención de Harry.
- ¿Qué has estado pensando, compañero? Últimamente andas más callado... – Dijo Ron, mirándole con el entrecejo fruncido.
- Impresión tuya. – Contestó Harry, fijando ahora su atención en su plato de comida. La verdad que el apetito no le invadía en ese momento...
- Nos tienes preocupados, Harry. ¿Seguro que no ha pasado nada con la Orden? – Hermione le lanzó una calculada mirada, examinándolo.
- Nada, Mione. Únicamente que Snape sospecha que pronto el Dark Lord hará un gran movimiento. No sabemos a dónde ni cuándo. – Murmuró el Niño que Vivió.
- La verdad que Snape no sirve de espía. – Susurró Ron confidentemente a sus dos amigos. – A penas trae información, ¿no?
- Para mí que Voldemort ya sabe que es espía. – Opinó Hermione. – Igualmente, es el único espía de la Orden. No creo que al profesor Dumbledore le gustaría perderlo, por más poca información que traiga... Es algo.
- Supongo. – Dijo Harry encogiéndose de hombros.
- ¿Cómo les fue en el examen de Defensa? – Preguntó Neville que en ese preciso instante se sentaba al lado de Harry.
- Bien. – Dijo Ron sin demasiado entusiasmo.
- Excelente. – Sonrió Hermione. – Es uno de los exámenes más fáciles que hemos tenido hoy, ¿no te parece?
- Seguro. Además, con todo el entrenamiento que nos dio Harry en el ED, ha sido facilísimo.
- No tienes nada que agradecer, Neville. – Interrumpió Harry a su amigo, antes que empezara con ello.
- ¡Por supuesto que sí! Hemos mejorado mucho en pocos meses.
- Dejen eso. Dumbledore quiere hablar. – Informó Hermione.
- ¿Desde cuándo nos interesa? – Preguntó Ron, sin quitar su vista de la comida. Pero fue la palidez en el rostro de Harry que les alertó que algo malo pasaba.
Harry había estado todo ese tiempo mirando a Dumbledore de reojo, ya que tenía el presentimiento que algo fuera de lo normal sucedería esa noche. Algo que no era bueno. Cuando el profesor se levantó de su asiento tras producir un salto, el Gryffindor supo que había tenido razón y al contrario del resto de sus amigos, él sabía qué había desatado ese sobresalto en el profesor.
Las barreras de Hogwarts estaban siendo atacadas.
¿Cómo lo sabía? Los repentinos y dolorosos pinchazos de su cicatriz eran una clara señal. Sólo tuvo que unir las pistas que tenía. La respuesta era demasiado obvia para cualquiera.
- Por favor, los alumnos menores de quinto año diríjanse rápidamente a sus salas comunes. Sexto y séptimo año, ya saben que hacer.
Simultáneamente el cuarteto de Gryffindor se puso de pie. Habían practicado a lo largo del año diferentes situaciones de emergencia. En caso de ataque, los dos años superiores se encaminarían a las entradas, formando una barrera, para que los estudiantes de grados inferiores pudieran refugiarse. Ciertos profesores mandarían la alarma al Ministerio, para que los aurores de refuerzo fueran enviados inmediatamente. El resto de ellos irían a defender al colegio al frente de los alumnos.
Todas las conversaciones alegres concluyeron tras el discurso de Dumbledore. Los Prefectos se estaban encargando ahora que el caos no se profundizara y mandaban a sus alumnos a cumplir la orden del director. "Todo estará bien", prometían. Harry no creía en esas palabras. Estaban viviendo una guerra y en las guerras gente moría... Nada estaría bien de nuevo. No si Lord Voldemort y todo aquello que le sostenía seguía con vida.
La palidez de los rostros de los estudiantes que formaban la barrera era completamente visible. Todos estaban desconcertados, nerviosos y aterrorizados. ¿Sería realmente un ataque de mortífagos? Los alumnos mejor preparados (véase los miembros del ED) estaban al frente. Las grandes puertas del castillo estaban firmemente cerradas, con hechizos de toda clase aplicados en ella para protección. Ninguna varita estaba en alto todavía, demasiados shockeados para reaccionar.
Y capaz fue eso lo que provocó que el elemento sorpresa fuera un éxito. Justo cuando todos estaban preocupados en que ningún alumno inexperimentado quedara por la zona principal, las puertas cayeron con un único golpe. Era maravilloso lo que la Magia Negra podía lograr.
Harry ya no escuchó más. Demasiados gritos para aturdirle el pensamiento. Estaba preparado para lo que viniera. Lamentablemente ni Ron ni Hermione estaban a su lado, las corridas habían provocado que se distribuyeran. Sin embargo, sí vio a Neville y a Luna, uno a cada lado de él, sosteniendo la varita con toda la firmeza posible. La única arma que podría mantenerlos con vida. No se detuvo a preguntarle a Lovegood porqué estaba allí, si ella formaba parte del grupo de "alumnos a evacuar." No había tiempo para conversaciones.
Los mortífagos atacaron. Harry nunca se había imaginado que su magnitud de ataque fuera tan colosal. Al unísono, enviaron diversos hechizos de magia negra hacia las defensas. Los profesores se abrieron para esquivarlos y allí se les permitió el paso.
Caos. De repente todos se vieron divididos en varios conjuntos. Harry, junto con Neville y Luna, pertenecían al grupo de Vestíbulo, donde la batalla era mucho más reñida. Sin embargo, otros estaban en el Gran Comedor y el resto parecía estar defendiendo los pasillos, ya que los mortífagos parecían estar dirigidos a torturar a los alumnos evacuados, fundar el mayor daño posible en los débiles... O los que llegaron a estarlo. La gran mayoría no pudo protegerse en sus Salas Comunes. No hubo tiempo. ¡Había pasado tan rápido!
Cada vez su cicatriz ardía más, lo que era una gran molestia porque desviaba su concentración. En un duelo contra dos mortífagos que parecían estar bastante bien entrenados por su Señor, resultaba una gran desventaja. Además anticipaba la peor noticia de todas: Lord Voldemort estaba presente. En algún lugar del colegio (no en el Vestíbulo, el dolor no era tan profundo) estaba.
- ¡Harry! – Escuchó que gritaba una voz familiar a sus espaldas. Se volteó justo a tiempo para eludir un encantamiento de un mortífago. Maldito cobarde, atacando por la espalda como un sucio traidor...
- Gracias, Ron. – Gritó. Por un microsegundo sus miradas se alinearon y mensajes incomprensibles viajaron en ambos sentidos. Luego Harry tuvo que girarse para continuar el duelo con aquellos mortífagos.
Parecía que aquella noche sería interminable y lo peor era que sabía que cambiarían muchas cosas. Tal vez no estaba al tanto de cuánta verdad poseía su predicción o qué elementos implicaba, pero sabía que corría un grave peligro. Tanto él como sus amigos. ¿Qué le aseguraba que volvería a ver a Hermione, a Ron... vivos?
Sacó esos pensamientos de su cabeza al instante de pensarlo. No había porqué preocuparse. Todo estaría bien. "No te engañes a ti mismo, Harry. Voldemort está en Hogwarts, ¿crees que muchas personas podrán sobrevivir?" Intentaba que sus pensamientos no fueran pesimistas, pero ser optimista cuando veía a sus compañeros caer en batalla era... demasiado ficticio.
Los aurores de refuerzo no llegaron hasta veinte minutos después de comenzado el ataque, cuando más de un tercio del alumnado mayor había caído (desmayado o muerto, véase.)
- Esto es una masacre. – Murmuró Neville a su lado, mientras apretaba con fuerza su brazo izquierdo. No tenía un buen aspecto. Harry asintió, sus ojos viajando por el vestíbulo. Cuerpos y más cuerpos decoraban el suelo.
- Será mejor que vayamos a ayudar al Gran Comedor, ni con Dumbledore pueden controlar a los mortífagos... – Dijo Luna, acercándose a ellos. Fue en ese momento que la cicatriz de Harry produjo en el muchacho un infinito sufrimiento.
El siguiente desencadenamiento de sucesos que originó aquello simplemente fue velocísimo. Harry se giró, sabiendo con quién se enfrentaría al hacerlo y en ese preciso instante una luz verdosa le rozó por pocos centímetros, y el destino hizo que chocara con Luna, que se había adelantado un paso hacia él... El Avada Kedavra resultó igual de efectivo que siempre. La Ravenclaw cayó inerte al suelo, con sus ojos nulos de vida.
Harry escuchó a su lado una exclamación ahogada de Neville y un instante después otra luz verde apareció ante sus ojos. Su amigo cayó de igual forma que Luna, sin posibilidad de defenderse y no siendo realmente partícipe de toda la situación. Harry permaneció de pie, contemplando los dos cuerpos, no aceptando... no queriendo aceptar la realidad que se le presentaba. Algo en su interior se quebró al ver la muerte en los ojos de sus amigos. Había podido salvarlos, aunque sea advertirles del peligro y en cambio...
Estaban muertos.
Elevó sus ojos verdes del suelo para encontrarse con aquellos ojos escarlatas que tanto aborrecía. La varita de su enemigo ahora estaba señalando el piso, cosa que le extrañó de sobremanera. No obstante, ya no importaba. Nada importaba.
Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro y se dejó caer de rodillas.
- Llorar es de cobardes e inútiles, Harry, de débiles, y tú no eres débil. – Dijo el asesino de sus amigos con una sonrisa despiadada.
Ya nada volvería a hacer como antes.
.::Fin del Flash Back::.
- Te extrañamos mucho, Harry. – Dijo Hermione lentamente, mirándolo fijamente a los ojos y expresando completa sinceridad.
- Y yo a ustedes. – El joven Potter se animó a sonreír ligeramente, aunque fue una sonrisa vaga y melancólica.
Ron se adelantó titubeante hacia ellos, no pudiendo conectar miradas con su anterior mejor amigo. Harry se dio cuenta que Ron estaba incómodo por los remordimientos que poseía en su interior. Era evidente en el brillo de sus ojos. Y también sabía que el pelirrojo poseía un orgullo interminable, lo que no le permitía disculparse. Pero Harry actuó como sino se hubiera dado cuenta; necesitaba escuchar lo que tenía para decir por mucho que le costase.
- Harry, nosotros... – Empezó Hermione, al ver que Ron permanecía en silencio. – Nosotros queremos agradecerte lo que hiciste por nosotros... Sabemos que te entregaste en mayor parte por nosotros, que de no haber estado nosotros encarcelados no hubieras cedido...
- Reaccioné como un idiota. – Dijo Ron, aunque se notaba como le costaba hacerlo. Huía de los ojos verdes de Harry, que estaban centrados en él.
- Era entendible. – Opinó Harry.
- ¿A qué te refieres? – Harry suspiró ante la pregunta de Hermione.
- No todos los días se ve al que se espera que sea el futuro salvador del mundo mágico, besándose con su enemigo, ¿verdad? – La muchacha le miró profundamente indignada.
- ¡Puede que Dumbledore y los demás lo vean así, pero para nosotros no eres el salvador del mundo mágico, Harry! ¡Eres nuestro amigo!
- Hermione...
- Escúchanos, Harry. No eres una herramienta. No eres influenciable, ¿entiendes? – Chilló Ron. A Harry le dio la impresión que no lo decía para convencerle a él, sino también a sí mismo.
- Soy una herramienta y soy influenciable. Si fuera de otra forma, no estaría pasando de mano en mano como un trapo, ¿no les parece? Sencillamente porque fui marcado como el igual del Dark Lord...
- A nosotros no nos importa eso. – Le cortó Ron.
- ¿Ah, no? – Harry levantó una ceja. - ¿No te importaría tener que luchar contra mí en una batalla?
- ¿No estarás queriendo decir que...?
Harry le sonrió a la nada, mirando el techo de la habitación como si de repente hubiera encontrado algo fascinante en él. Sin embargo, estaba tratando de decidir las palabras correctas con las cuales les informaría a sus amigos que se acabó el héroe de Harry Potter. Por más que necesitara su confianza y silencio, no podría mentirles diciendo que había vuelto o que estaba meditando.
Estaba harto de las mentiras. Si engañaba a sus amigos, estaría jugando la misma partida que Dumbledore y eso le desagradaba extremadamente. Solamente podía ofrecerles la verdad, por más dura e irreal que pareciera. Se había enamorado de Voldemort y asumiría las consecuencias. Demostraría porqué había pertenecido a Gryffindor, no se acobardaría. No quería seguir siendo influenciable y una patética herramientas en manos de alguien.
Sería por primera vez él mismo el que elegiría qué hacer y cómo hacerlo, con razones o sin ellas.
- Dumbledore ha hecho de mi vida un suplicio. Abandonándome por largos diez años en Privet Drive, engañándome y ocultándome cosas en Hogwarts... He sufrido muchísimo, pero en aquel momento pensaba que era el precio de mi felicidad en Hogwarts. – Se detuvo un instante. – Ahora ya no pienso así. Simplemente me estaba usando para lo que sería luego su jaque contra Voldemort. Pero no esperaba que el Dark Lord consiguiera secuestrarme, ¿verdad? No protegió bien a su arma dorada y la perdió... – Emitió una mueca burlona, aunque por dentro sentía un infinito vacío. – Decidí darle una oportunidad a Voldemort. Una única oportunidad. Y por el momento no la ha desperdiciado...
- ¿Le amas? – Preguntó Hermione en un murmullo. Harry intentó leer sus emociones, pero el rostro de su amiga era neutral. Lo mismo sucedía con Ron. Habían madurado mucho...
- Sí. De alguna forma retorcida, le amo. – Su voz sonó seca.
- Harry... Sabes que no nos importa con quién estés... Eres nuestro amigo. Te apoyaremos. – Dijo Ron. Los ojos verdes se engrandecieron, sorprendidos.
- ¿Ustedes...?
- Pero cuéntanos, Harry. ¿Qué has hecho estos meses? Tenemos curiosidad... – Le interrumpió Hermione, cambiando descaradamente el tópico de la conversación.
Harry supo entonces cuánto les costaba a ellos aceptar que se hubiera enamorado de un asesino. No obstante, les agradeció mentalmente por el apoyo que le estaban brindando. Ellos no le estaban mintiendo, sólo les costaba hablar sobre el tema. Era como sino quisieran recordar, pero lo tuvieran presente.
Así que comenzó a contarles sobre las clases de Artes Oscuras y la magia sin varita. Ellos le escucharon con atención, ambos interesados en lo que su amigo era capaz de hacer con su poder. Luego les tocó a ellos contarle todo lo que había sucedido en Hogwarts y los cambios que se habían dado a lo largo de las semanas.
Las barreras de Hogwarts se habían duplicado y el colegio estaba muchísimo más seguro de lo que había llegado a estar en años. Estaban totalmente restringidas las salidas nocturnas; quien fuera encontrado vagando en los pasillos a horas indeseadas sería expulsado sin más. Las rutinas diarias se reducían a acudir a clases, comer y dormir, no había actividades extra escolares (eliminándose así el Quidditch y las visitas a Hogsmeade...) Aurores habitaban en las zonas no empleadas del castillo, por si llegaban a necesitarse. Muchas veces servían de escoltas cuando se creía que una situación podía ser peligrosa, aunque no había habido ningún asesinato dentro de los muros de Hogwarts desde el ataque del curso anterior.
- A propósito... ¿Dónde está Ginny? – Preguntó Harry luego de media hora de charla.
- Hubo un accidente en la clase de pociones y se encuentra en la enfermería. – Ron suspiró con cierto pesar. - Lleva días allí, inconsciente.
- ¿Qué sucedió? – Harry frunció el entrecejo.
- No sabemos, ya que no estábamos en la clase obviamente. – Respondió Hermione. – Pero según una compañera de Gryffindor, uno de los Slytherin agregó un ingrediente exótico a su pócima y ésta estalló segundos después, sin darle tiempo a cubrirse... Creemos que los efectos son similares a los de una poción somnífera.
- ¿Los Slytherin siguen tan molestos como siempre? – Preguntó Harry, sonriendo con sorna.
- Peor. – Dijo Ron. – Tú no sabes la tortura que se ha vuelto soportarlos en las clases. Aunque Malfoy anda silencioso y circunspecto, no sabemos qué le está pasando...
Harry estuvo a punto de preguntar si se estaba refiriendo al mismo Draco Malfoy que él había visto en la Fortaleza días atrás, cuando se percató que esa sería una pregunta idiota. Era obvio que el rubio no abandonaría sus estudios en Hogwarts; después de todo, Voldemort necesitaba un espía interno en el lugar. Sólo que se las debía de ingeniar de alguna forma para acudir a las reuniones que planeaba el Dark Lord... Ya fuera para que los demás no se dieran cuenta de su ausencia o tal vez la realización de clones inexorables... Eso podría explicar lo extraño que le habían notado Ron y Hermione.
- Sé que no debería preguntar y que tal vez no puedan responderme... Pero, ¿qué está sucediendo allá afuera?
- ¿Qué? – Preguntó Ron, no comprendiendo su pregunta.
- Sé que Fudge está muerto. – Declaró Harry. – Y hasta allí llegué a enterarme. ¿Ha sucedido algo más?
Ron y Hermione se observaron, evaluando si debían contarle o no la verdad que sabían. Después de todo, Dumbledore les había prohibido informar a Harry de los acontecimientos. Ya le habían desobedecido comunicándole a su amigo sobre los cambios de Hogwarts... ¿qué más podían llegar a perder?
- Se ha colocado a un ministro temporal. – Dijo Hermione. – Dentro de un par de semanas se harán las elecciones justamente... Todavía no están los candidatos definitivos, pero la Orden piensa colocar algún representante... y supongo que Voldemort hará lo mismo. – Harry asintió.
Tom le había hablado sobre ello. Formaba parte de las consecuencias que conllevaba el fallecimiento del ministro Fudge: la elección de uno nuevo. Por supuesto que no dejaría que Dumbledore pusiera a alguien de los suyos al mando... Si un mortífago conseguía el puesto, el ministerio de la magia estaría a sus pies y eso aceleraría todo el proceso. Habían estado evaluando a las diferentes personalidades políticas en los rangos del Dark Lord, pero no habían hallado alguien que contara con todas las características... Por lo menos, hasta allí había llegado a enterarse Harry antes de que lo raptaran de la Fortaleza. Y la verdad que tenía otras cosas en las cuales pensar y consultar a Tom a la noche como para que el ministerio de la magia fuera una prioridad en una próxima conversación.
Luego Ron y Hermione comentaron el shock de la Comunidad Mágica ante el asesinato de Fudge y la aparición de la marca tenebrosa junto a otra de la Orden. Obviamente, muy pocos sabían que el último sello le pertenecía a él... Y esos pocos eran los miembros de la Orden que lo habían visto participar en las reuniones el año anterior. Suponía que Dumbledore no quería que nadie descubriera el verdadero significado que tenía la escena de las dos marcas, pero la gente no tardaría en adivinarlo. No era muy difícil... O en el caso contrario, había otras deducciones menos placenteras que podían idearse: como la corrupción de la Orden del Fénix.
Harry sonrió interiormente. Tom había pensado en ello detalladamente. Si bien la idea en sí no le había agradado al Gryffindor, tenía que admitir que el Dark Lord tenía estrategias nocivas y efectivas bajo la manga. Siempre tenía.
O eso esperaba. No creía poder soportar demasiado tiempo en Hogwarts, encerrado en aquella torre... Sin posibilidad de defenderse. No estaba en su viejo hogar, sino en una mera cárcel. Deseaba tanto volver a estar a salvo en la Fortaleza, sentir los brazos de Tom envolviéndole y saber que nadie más le separaría de ellos. Aunque actualmente la realidad fuera muy distinta.
Le había asegurado que sería pronto. Pero sabía también que si era demasiado pronto, la estrategia sería planeada precipitadamente y habría muchos más errores de los que Tom al presente se podía permitir. No quería ser una carga para el ataque de Hogwarts: todo tenía que ser meticulosamente calculado. No obstante, sabía que Tom sentía la misma desesperación que él y eso tal vez le dificultara pensar fríamente.
Contrariamente... le aterraba pasar demasiado tiempo en Hogwarts. No tenía ganas de saber qué estaba proyectado Dumbledore para él, porque estaba seguro que si Voldemort no se apuraba en rescatarlo, el vejete tenía otros planes en mente. No iba a matarle porque sería mal juzgado. Demostraría quién era en realidad. Pero seguro canalizaría su magia bloqueada de alguna forma especial para aprovecharla. Tal vez Harry se convirtiera en la fuente de una nueva barrera de Hogwarts. No era desconocimiento para Dumbledore el poder que el muchacho manejaba... Utilizando la plenitud de ellos, haría que la misma magia de Harry se convirtiera en su propia prisión.
Estrategias como esas u otras podían ser elaboradas por la Orden del Fénix. Pero de algo estaba seguro: una herramienta como él no era desperdiciable. Sobre todo, en situaciones como esas...
Sonrió al contemplar la joven figura, sentada sobre la superficie de su cama y observando absortadamente al vacío, sin haberse percatado de su presencia. Los ojos esmeraldas, que usualmente se mostraban inexpresivos y fríos cuando iban dirigidos a él, brillaban ahora con sentimiento y añoranza. Sus labios estaban curvados en una sonrisa amarga mientras que sus cabellos azabaches permanecían desordenados... más de lo común. Era la imagen perfecta de un ser cautivo y reprimido, y de una vida vulnerable e ingenua, aunque sus facciones tuvieran una madurez inusitada para su edad y su mente estuviera realizando viajes rápidos por los complicados problemas que le asaltaban, buscándoles solución.
Lástima que no la tuvieran. No podría salir de allí. No lo permitiría.
- Buenas noches, Harry. – Saludó cortésmente, para que el muchacho despertara de su ensoñación. Él le miró notablemente sobresaltado por haber sido capturado con la guarda baja.
- Profesor Dumbledore. – Devolvió el saludo, con algo de hostilidad. El anciano sonrió internamente: sabía que esa sería la reacción del joven. No había tenido tiempo para reponerse de la sorpresa. Su máscara de amabilidad había caído.
- Espero que hayas disfrutado de la visita de tus amigos. – Dijo, intentando entablar una conversación civilizada.
- Lo he hecho. – Se limitó a responder el joven, huyendo prudentemente de los ojos azules que querían atraparlo. Dumbledore fingió suspirar.
- Harry... Piensa bien lo que has hecho. Todavía estás a tiempo para remediar tus errores.
- ¿Cuál error, Dumbledore?
Era sorprendente como la dulzura y tranquilidad que inspiraba el pálido rostro de Harry podía cambiar enteramente a su opuesto: austeridad e indocilidad. Definitivamente Voldemort le había enseñado bien a Harry como usar las diferentes máscaras en diversas situaciones. Además, era increíble como expresaba sus ideas: directa y duramente, como sino le importara las consecuencias que su desobediente acto tendría. Sumado al poder que su cuerpo emanaba, hacían de él una herramienta política que de ser explotada correctamente, tendría grandes frutos.
Pero nuevamente... tenía que descartar otro plan. Harry tenía sus ideales bien marcados y no cambiaría de parecer, sólo por un par de conversaciones con sus amigos y Remus (mucho menos con él mismo.)
- Sabes muy bien a cuál me refiero.
Ambos botaron sus máscaras de gentileza y su tacto delicado para convertirlo en la verdadera frialdad y animadversión que poseían entre sí. Ya no eran más mentor y discípulo. Eran enemigos. Tal vez no en la máxima expresión de la palabra, pero la relación era cercana. El antiguo mentor, al que antiguamente Harry había admirado tanto, se transformó en el brujo manipulador que siempre había sido, mientras que el discípulo sumiso dejó de serlo para tornarse en el amante del mago oscuro más poderoso de los últimos tiempos.
Bandos enfrentados.
- Si calificas de error el haberme enamorado del Dark Lord, no comparto tu opinión. – Los ojos verdes le miraron fijamente, haciéndole saber que no le temía a las represalias.
- Es una lástima que te hayas dejado dominar de tal forma, Harry. Una verdadera lástima.
- ¿Qué es una lástima? ¿Qué haya dejado de ser tu marioneta? – Dumbledore sonrió astutamente ante su pregunta.
- No sabes cómo pueden desarrollarse los sucesos. Tal vez vuelvas a servirle al bando de la luz, aunque no sea por tu propia voluntad. – Harry frunció el entrecejo, pero Dumbledore soltó una carcajada burlona. – No finjas, Harry. Sé que sabes a lo que me refiero. Has estado pensando en ello todo este tiempo.
- No me volverás a utilizar, Dumbledore.
- Ya veremos, Harry...
Ver al verdadero Dumbledore, hablando tan descaradamente enfrente de él, le causaba un terrible vacío a su alma; el haber sido engañado durante tantos años, por una farsa imagen de un profesor que no existía. La manera atrevida y confiada con la que platicaba le hería espantosamente. Era como si le quitara todas las esperanzas, todas las ganas por luchar... Despojándolo de su seguridad e incitando sus dudas y miedos... hasta los más ocultos y profundos.
Cerró los ojos por un instante, concentrándose en la imagen mental de Tom, para obtener fuerzas de donde no las conseguía. Al volver a mirar a Dumbledore, vio cómo éste sonreía con sorna y sabiendo de antemano qué estaba haciendo.
- Es inútil que deposites tu confianza en él, Harry. No logrará rescatarte. Sabes perfectamente que el tiempo que necesitan los preparativos para el ataque a Hogwarts es más de lo que podrás resistir.
- No puedes estar tan seguro de ello.
- Oh, sí. Lo estoy, Harry. Antes de tu secuestro, el ataque a Hogwarts había sido ligeramente planteado. Ahora es una misión fija si Voldemort quiere recuperar a su más preciada posesión. – Ojos azules le examinaron críticamente. – Si se apura demasiado, cometerá errores que no podrá tolerar y que nosotros aprovecharemos completamente. Como podrás deducir, tú eres la herramienta necesaria para obligarlo a acelerar el ritmo de la estrategia.
- Hacer desesperar al enemigo... – Murmuró Harry, sintiendo como el horror comenzaba a tomar lugar en sus emociones principales.
- Así es. Eres una simple...
- Carnada. – Terminó el joven por él.
- No sólo eso. – Replicó Dumbledore. – Supongo que has podido imaginarte cómo funciona esta torre, ¿verdad?
Harry tenía sus sospechas, pero todavía no había encontrado la ocasión para confirmarlas, así que tuvo que negar con la cabeza humilladamente. No sabía si el director de Hogwarts iba a exponerle todos los planes que tenía pensado para su estadía en el castillo para que estuviera al tanto de la realidad o si tan sólo estaba procurando desmoralizarle para que todo el proceso fuera más rápido. Tal vez ambas opciones...
- Bien. Te lo explicaré. La torre es un bloqueo espiritual y mágico.
Los ojos de Harry se oscurecieron al darse cuenta de lo que eso significaba, sin embargo Dumbledore omitió su reacción y siguió hablando, revelándole lo que eso representaba.
Su magia estaba bloqueada en todo sentido junto con sus emociones. Por lo tanto, toda vibración mágica que su cuerpo produjera era absorbida y revotada por esa barrera invisible, lo que provocaba que todo su poder mágico estuviera concentrado en un solo lugar. En cuanto a sus emociones...
Maldita sea. ¡Dumbledore le estaba diciendo esto para atormentarlo! ¡Le estaba avisando que perdería absolutamente la comunicación con Tom a través de los sueños por la reacción de sus propias exaltaciones emocionales y mágicas!
No podía dejar que Dumbledore se saliera con la suya. Necesitaba prevenirle... Tal vez no tuviera otra oportunidad. Sin importarle los riesgos que estaba corriendo, concentró todas sus energías y sus pensamientos en contactarse con el Dark Lord; cada célula de su cuerpo estaba obsesionada con su objetivo: tenía que explicarle a Tom lo que iba a suceder y en qué dirección era preferible orientarse. Se aisló del presente en el cual se encontraba para hallarse en otro.
Pronto cayó en el nubloso sueño de siempre: sólo que esta vez se le hizo mucho más lejano e insustancial que antes... Lo que le informaba de que Dumbledore ya había puesto en marcha su plan.
Sin embargo, Esta vez la escena fue otra. No era la sala de estrategias, sino una de las bibliotecas privadas de la Fortaleza. Al tomar "forma" en el lugar, la silueta de Voldemort volteó a verlo, entre pasmado y alterado. Se puso de pie, abandonando el libro que se encontraba leyendo, y quiso encaminarse hacia él de inmediato, pero Harry llegó antes de que moviera un solo pie, sabiendo que el tiempo que le quedaba estaba contado.
Hubiera querido que ese encuentro fuera mucho más ameno, similar al de la noche anterior, pero bien sabía que eso era imposible. Una magia ajena a la suya propia y a la del Dark Lord quería llevarlo nuevamente a la conciencia... Sabía que era el vejete. Aquella no era una nueva sensación para él: de hecho, era muy común. Dumbledore jalaba de un lado de la soga mientras que Tom lo hacía del otro. Lástima que él fuera la soga... La posesión que ambos querían resguardar bajo su custodia.
- Tom, Dumbledore ha creado un bloqueo mágico y espiritual.
- ¡¿Qué ha hecho qué?!
- Por favor, no agilices el ataque por mi causa. Es lo que quiere que hagas.
Los brazos impalpables de Tom le rodearon, intentando protegerlo y mantenerlo a su lado... Sin obtenerlo. Quiso infundirle seguridad y cariño a través de sus besos... pero el contacto era cada vez más indiferente.
Sólo le hacía más daño.
- Suceda lo que suceda, Harry, no desistas. No dejes que él te venza...
- No lo haré, Tom.
- Te amo.
A penas llegó a escuchar esas dos últimas palabras antes de que brutalmente se le retirara de ese ensueño. Cayó al suelo de rodillas, jadeando entrecortadamente, sintiéndose más agotado que nunca. Al elevar su mirada, vio a un imperioso Dumbledore, señalándolo con su varita y mostrando una insana aversión hacia él.
Supo que de ahora en más, los días serían más largos y punzantes de lo que habían sido jamás en su vida, ya que tendría que aferrarse a recuerdos para no perder el control sobre la situación. Pensar en Tom como una vieja realidad. Aferrarse a ello. Tenía que manipular el bloqueo que le ofrecía la torre o... Albus tendría razón. Su magia le jugaría en contra y con ello, todo estaría perdido.
Volvería a servirle a la Orden del Fénix.
Tal vez ahora Snape estuviera feliz...
"Veo y recuerdo. Hago y comprendo."
