Hola de nuevo, ya os traigo el capítulo 12 de la saga. ¡Uf! Parece increíble. Tengo que entonar un "Mea Culpa" porque fui muy sutil en el capítulo anterior con el amante misterioso. Para los que ya lo sabéis porque valéis para espías, y para los que os pillé despistados os diré que un par de líneas después de que lo nombre Severus, su hijo (por eso puse su apellido) habla con Harry. Así que a repasar el capítulo anterior. Intentaré corregir ese defecto y dejar las cosas más claras.

Este fin de semana me traslado (de nuevo) de casa, así que tardaré en subir el próximo capítulo. Creo que ya he dedicado un capítulo a todos aquellos que me enviáis comentarios a menudo. Si me he olvidado de alguien que me envíe una recordadora, porque no me gustaría dejar a nadie fuera. Solo me queda dedicarlo a XD por su apoyo a los "apoyadores" (jajajajaja) como Blaise, en este capítulo hay más. Y repitiendo a SARHALIENE porque en este capítulo, hago que les pase...el lemon es un poco atípico. ).

Como siempre, los pensamientos están entre "comillas" y las respuestas a vuestros comentarios en su lugar.

Los personajes no son míos, ojalá, y no gano nada......

Descubrimientos

Se despertó sobresaltado. Instantáneamente miró sus muñecas y se las frotó. Estaba libre, a salvo y estaba en su habitación. Se dejó caer de nuevo en la cama y miró hacia su derecha. Hoy también había dormido solo. Siempre que lo hacía tenía pesadillas. Había decidido superar sus temores y no encontró mejor manera que enfrentarse a ellos todas las noches, pero llevaba ya un mes y no veía ningún resultado.

Harry tenía razón, y lo peor es que su decisión les había costado una buena bronca que había hecho que el moreno decidiese que si le echaba de su cama, no habría sexo en ningún otro lugar, así que esto se había convertido en una cuestión de orgullo, a ver cual de los dos cedía antes. "Harry... - Suspiró - ¡Cómo te echo de menos!" Ahora ya no podría dormir lo que le quedaba de noche.

Decidió evocar en su mente el cuerpo de su amante, su sonrisa, como entrecerraba los ojos cuando lo besaba... Suspiró y cerró los ojos mientras empezaba a acariciarse... "Su pelo negro, su pecho..." Con su mano derecha empezó a masturbarse, mientras con la izquierda se acariciaba. No tardó mucho en llegar al climax humedeciendo las sábanas de su cama. Abrió despacio los ojos, estaba pegajoso, tumbado en la cama boca arriba, y más frustrado que al principio. "No hay solución, estoy irremediablemente atado a él. Mañana tenemos que hablar y...Un momento, si lo voy a hacer, voy a hacerlo bien". Se incorporó de un salto en la cama y cogió la ropa que tenía más cerca. Un vaquero y una sudadera con las palabras "Resident Evil" y una chica que le parecía un verdadero cañón. Por lo visto, se la habían regalado al primo de Harry con un DVD o algo así, y como le estaba pequeña se la había dado al Gryffindor, y éste se la regaló a él porque desde que le contó la historia estaba empeñado en ver esa película. "Todo me lleva a él", volvió a suspirar. Se limpió con un hechizo y se vistió deprisa. Salió despacio de su sala común, dispuesto a solucionar las cosas lo antes posible.

A medio camino escuchó una pareja en una de las aulas... por los gritos ella era Cho "la muy... fue el polvo más caro de mi vida, casi le pierdo" pero a él no lo identificaba. La curiosidad pudo con el rubio, que discretamente se acercó a la puerta, la abrió despacio y esperó unos segundos. Ambos amantes estaban ya descansando e intentando controlar la respiración.

-Esto hay que repetirlo, más a menudo.

-Eso depende de ti Justin. Quedamos en que ...

-Lo sé, solo que se está resistiendo. Ese Gryffindor es duro.

-Me prometiste que mordería el polvo.

-Tranquila, preciosa, Ernie nunca ha fallado, Harry caerá en su red tarde o temprano.

-Más os vale que sea temprano. Cuando Ernie le abandone yo estaré ahí para consolarlo.

-Potter está muerto, 'el que no debe ser nombrado' se ocupará pronto de él.

-Entonces, seré una viuda rica, y si... él gana seré la esposa de un héroe

-Creo que vas muy deprisa... Anda vamos a vestirnos que estoy cogiendo una pulmonía.

Draco se apartó de la puerta y se apoyó en la pared de enfrente. Matarlos no los iba a matar... no al menos sin que se tragaran sus palabras... Como se notaba que no eran Slytherin...no habían vigilado a su presa ya que no sabían que estaba con él, lo comentaban sin tomar precauciones... lo único que había hecho bien la zorra esa era el asegurarse la fidelidad de sus compinches a base de polvos... pero no había sabido elegir a sus compañeros de aventura. Sonrió y siguió su camino hacia las cocinas. "Además, jamás debes de dejarte guiar por los sentimientos en estas cuestiones... te precipitan... Preciosa, vas a aprender como trabaja un autentico maestro", y sonrió como solo un Malfoy sabe sonreír.

Rascó la pera del cuadro y pronto tuvo el acceso libre. Unos dormidos elfos salieron para atenderle.

-Quiero ver a Dobby – Dijo sentándose en una de las sillas y empezando a probar unos pasteles.

-Enseguida señor.

Dobby apareció enseguida, su antiguo amo le seguía dando miedo, pero había aprendido a no mostrarlo y así dar ejemplo.

-Ya no estoy a su servicio, trabajo para...

-Ya, ya, ya... quiero que lleves un mensaje a Potter.

-¿Harry Potter? El señor no planeará hacer daño a Harry Potter, Dobby no le dejará.

-No, daño no, todo lo contrario. Llévale esta esponja, y dile 'ut nasga, et ropees ne le toarcu ed ñoba ed sol tosfecpre' ¿Podrás recordarlo? (Nota de la autora 'tu ganas, te espero en el cuarto de baño de los prefectos'. A Draco le gusta cambiar el orden de las sílabas, como en Ryhar y Codra.)

-Un sero posi desol umga...

-No, no, no... Uf, espera, ¿papel y lápiz?

Un elfo que estaba detrás de Dobby al instante hizo aparecer papel y lápiz, Draco lo escribió en letras grandes. Y se lo dio.

-Apréndetelo, nadie debe de saber lo que ahí pone. Correría peligro la vida de tu amado Potter. – Lo dijo con su habitual tono de prepotencia que Dobby recordaba a la perfección. El elfo, abrió los ojos, y en un minuto se aprendió el mensaje. Luego quemó el papel.

-Moriré antes de traicionar a Harry Potter. Le daré su recado ahora mismo. – Y desapareció.

Draco sonrió y salió de las cocinas rumbo a su destino final. Engañar a Dobby era fácil, y debía hacerlo porque aún no quería que nadie se enterase de lo que había entre ellos y los elfos de los demás no tenían porqué guardar sus secretos.

Entró en el baño y comenzó a llenar la bañera, cuando estaba a punto de elegir el aroma a limón notó que llamaban a la puerta. "Se me olvidó darle la contraseña". Abrió y se encontró a Harry en pijama doblando lo que debía ser la capa invisible con toda tranquilidad. Lo metió a toda prisa.

-¿Estás loco? ¿Quieres que te vea alguien?

-No hay nadie por aquí cerca, te lo aseguro – Dijo mientras lo abrazaba acercándolo a él. Se inclinó y le mordió suavemente el labio, dejando a rubio con ganas de más – Dime, ¿a qué viene ese cambio y estas prisas? Dobby estaba tan nervioso que a penas pude entender el mensaje. ¿No le amenazarías?

-Por supuesto que no. Solo usé el 'encanto Malfoy'. Tenía que asegurarme...

-El encanto Malfoy... - Ahora depositó un suave beso en los labios del rubio

-Te echo mucho de menos – Dijo intentando profundizar en el beso

-Espera, espera un momento – Harry se separó de Draco – Tu me ocultas algo, lo noto.

-No, anda, ven quítate el pijama. Iba a poner gel con aroma a limón.

-Draco, o me cuentas que pasa o me largo por donde he venido. – Vio al rubio agacharse para comprobar el agua y dar al grifo con el gel.

-No he avanzado nada en este último mes. – Le respondió sin mirarlo - Tu tenías razón y yo estaba equivocado. He salido a dar una vuelta y a parte del frío, el castillo está lleno de parejitas haciéndose arrumacos, que me recordaban mi estupidez y que te echo terriblemente de menos. – Se volvió hacia él a la vez que su voz se tornaba más disgustada. Aun no estaba acostumbrado a pedir disculpas - Al principio me consolaba solito, pero estoy hasta el gorro de hacerlo, no soy de madera como parece que eres tú. ¡Mierda, Harry! ¿Es que vamos a discutir de nuevo?

-No... ¿Sabes? Creo que sé por qué nos pasa esto últimamente. – Dijo en un bien fingido tono reflexivo.

-¿El qué?

-Esto, lo de tanta discusión. – Seguía serio

-¿A sí? ¿Por qué?

-Falta de sexo – Dijo el moreno empezando a sonreír

-¿Qué?

-Venga, tu mismo lo has dicho, hace... - Draco se había lanzado a sus labios sin dejarle acabar la frase. Tras un largo y profundo beso...

-Creo, Harry, que tienes razón. – Continuó con tono jocoso - Se te amarga el carácter cuando no me tienes cerca – Ri

-¡Eh! – Mordió suavemente el labio de abajo del rubio, en señal de protesta, pero este siguió riendo mientras comenzaba a desabrocharle la camisa del pijama.

-¿Me frotas la espalda? – Dijo sugerentemente mientras metía la mano por la goma del pantalón. Sabía que Harry no usaba slip para dormir.

El moreno le besó de nuevo, mientras dejaba que la mano de Draco hiciera su trabajo. Metió sus manos por debajo de la sudadera y comenzó a acariciarle la espalda, pero dejándole al rubio espacio para que continuara. Tras unos minutos, se separó del moreno mirándole fijamente a los ojos. Se quitó la sudadera y empezó a desabrocharse los pantalones. Harry le imitó y se terminó de quitar el pijama. Se metió en la bañera esperando que el rubio se le uniese, cosa que no tardó en suceder. Siguieron acariciándose y excitándose entre la espuma de colores, hasta que el único pensamiento de Draco era el de entrar en Harry y sentirlo nuevamente suyo. Harry no se resistió, además con tanto jabón no hizo falta mucho preámbulo, cuando notó que su amante ya no pensaba sino que solo sentía, aprovechó el sostén del agua, y el jabón, para sentarse despacio encima de Draco, dejando que poco a poco este le penetrara mas por la ley de la gravedad que por un esfuerzo físico de ambos. Cuando lo tuvo dentro, se empezó a mover lentamente ayudado de nuevo por el agua, dejando que Draco solo se mantuviera boca arriba disfrutando de la situación mientras se agarraba a los bordes de la inmensa bañera para facilitar el trabajo del moreno. Draco estaba tan excitado, que por primera vez en su vida sexual, no pudo controlarse y se fue mucho antes de lo que hubiera querido. Harry, muy tranquilo, disfrutó la sensación del orgasmo de su pareja, olvidando su media erección.

Al recobrar su respiración normal, Draco se sintió terriblemente mal. Nunca le había pasado esto, nunca involuntariamente se había corrido antes que su pareja, y jamás había dejado a una pareja suya insatisfecha. Harry leyó sus pensamientos y se abrazó al rubio con intención de tranquilizarle. Draco le besó y comenzó a acariciarlo, ahí donde sabía que al moreno le gustaba, para resarcir su fallo. Este se dejó hacer, dejó que le besara por todo el cuerpo y le hiciera chupetones en el cuello. Dejó que se entretuviera en sus pezones y en su ombligo, y dejó que casi se ahogase jugando con su lengua en su erección. Después de verterse en la boca del rubio, este le besó apasionadamente, tanto, que llegó al orgasmo sin necesidad de que Harry hiciera nada, solo abrazarle durante el beso.

Draco estaba desolado, jamás había tenido tan poco control sobre su cuerpo. Mientras, Harry le abrazaba y le besaba dulcemente los cabellos.

-No pasa nada, cariño.

-¿Cómo que no? Me estoy convirtiendo en un eyaculador precoz.

-No digas tonterías. Lo que pasa es que estabas tan ansioso que no has podido controlarte. – Dijo intentando tranquilizarle.

-Un Malf... - Draco se entristeció – Nunca pierde... Yo nunca he perdido el control.

-Tal vez ya es hora de que te des cuenta de que eres igual al resto de los mortales.

-Me pregunto cuando acabará esto. Quiero que todo vuelva a ser como antes, tu el inseguro y yo el...

-¿Chulo, pedante, engreído, niño de papá? Pues francamente, no sé que pensar.

-Harry, no bromees, esto es serio.

-En realidad, eres tú que no te das cuenta de que lo importante en ti no ha cambiado. Sigues dirigiendo la mafia, siendo el niño bonito de Snape, un as en pociones... y un mal buscador.

-Nunca fui un mal buscador – Comenzó a sonreír, sabía que Harry tenía razón, pero aun así...

-Por cierto, tu padre viene a hablar con Snape mañana.

-¿Mi padre? - Un escalofrío corrió por su espalda - ¿Cómo lo sabes?

-Cierto perro negro me lo contó.

-Sirius... ¿Cómo es que tu padrino sabe tanto del mío si ...? Oye, ¿no estarán...?

-¿Quiénes, Sirius y Snape? Bromeas...no, definitivamente no. Si se odian desde críos.

-Tienes razón, que tonterías pienso.

Ambos se echaron a reír. Harry cogió una toalla grande para envolver a Draco, que dócilmente se dejó, y salieron de la bañera. Entonces abrazó al moreno y le envolvió junto a él, así que Harry volvió a besarle y a recorrer con sus manos la espalda del Slytherin, que en un principio se empezó a dejar llevar por las sensaciones, pero de repente paró y se intentó separar. Miró los ojos verdes de su amante y supo que no le dejaría escapar, así que cuando este se inclinó para darle un profundo beso, se dejó llevar de nuevo.

La toalla cayó al suelo segundos antes de que los dos cuerpos la siguieran, concentrados en darse placer mutuamente. Los roces, los besos, la lucha de ambos por llevar el control, todo terminó cuando Draco decidió que no había más excusas y volteó a Harry. Este se puso a cuatro patas y dejó que el rubio entrara primero despacio y luego más aprisa. El ritmo no fue regular, el rubio bajaba el ritmo de vez en cuando para prolongar el placer de ambos. Luego de un par de pruebas y comprobar que tenía todo el control, cogió la abandonada erección de Harry y, al mismo ritmo que sus caderas, comenzó a masturbarlo. Esta vez el moreno llegó primero, haciendo que las contracciones de su orgasmo provocaran la eyaculación de su amante, que a los pocos segundos, se dejó caer sobre él sonriente.

Salió despacio y dejó que Harry se volviera para poder abrazarlo y disfrutar, por fin, de las sensaciones que ambos cuerpos trasmitían.

Se quedaron dormidos, hasta que el frío los despertó. Eran casi las siete de la mañana, así que tuvieron que ducharse deprisa para que otros prefectos no les pillasen. Y con un rápido beso, se despidieron. Harry regresó oculto en su capa, mientras que Draco, preocupado por la cercana visita de su padre, se dirigió al despacho de su padrino.

Llamó despacio y al no recibir contestación entró, como había hecho miles de veces. Oyó a Severus en la ducha, así que decidió sentarse en un sofá que había cerca de la chimenea a esperar que terminara. Cuando se iba a sentar vio que había alguien en la cama. Si Severus estaba en la ducha, entonces... Se acercó un poco más. Esperó a que sus ojos se acostumbrasen a la penumbra. "Lo sabía" pensó cuando descubrió a Sirius placidamente dormido, y estirado en la cama. Lo observó unos minutos "Si Harry tiene un cuerpo así cuando tenga sus años... lo ataré a la cama. ¡Demonios! ¿En qué estoy pensando? Es..."

-¿Draco?

-Si – Dijo sobresaltándose y sonrojándose.

-No hables alto, no lo despiertes, hace poco que se ha dormido. Sal aquí fuera, no tienes porqué entrar en la habitación – Draco se sonrojó más mientras Severus sonreía mentalmente ante la situación.

-Yo... lo siento... perdón, no debí.

-Cierto, no debiste. Pero supongo que no pudiste evitarlo. Se me olvidó cerrar con llave para evitar esto. En fin, no voy a darte explicaciones sobre mi vida en este momento...

-Claro, claro, lo entiendo.

-¿Qué te trae por aquí a estas horas?

-¡Eh! ¡Ah, sí! Tengo dos problemas

-Tu dirás – Dijo sentándose

-¿Hoy verás a mi padre?

-¡Ese maldito Gryffindor! No pudo tener la boca cerrada. ¿Te lo dijo Harry? – Draco asintió – Sirius... en fin, nadie es perfecto. Luego arreglo eso. ¿Qué es exactamente lo que te preocupa?

-Todo, es mi padre, ya le conoces. ¿Qué le vas a contar?

-Lo de... su antiguo amante. ¿Quieres que sepa algo más?

-Sí, pero eso es algo que debo de decírselo yo.

-Veo que empiezas a recuperar tu seguridad. ¿Se lo quieres contar hoy?

-No sé, tú vas a hablar con él, supongo que si lo ves...asequible... o necesario, me llamarías ¿no?

-Así que si no lo veo bien, esperarás a mejor momento...

-Sí, eso es.

-Está bien, según respire tu padre hoy, te mandaré llamar o no. Creo que lo mejor es que abra los ojos hoy, pero si no entra en razón, no te pondré en peligro.

-¿Lo estaría?

-Tú conoces a tu padre mejor que yo ¿Qué crees?

Draco se removió inquieto en su sitio, y buscó donde sentarse, de repente no le apetecía seguir de pie, el estómago se le estaba declarando en rebeldía y amenazaba con salir disparado por su boca.

-Tranquilo, todo va a ir bien, no te preocupes – Draco lo miró con dudas, pero asintió despacio.

-¿Cuál es tu segundo problema? – Severus quería rebajar la tensión de su ahijado.

-Pues... resulta que...¿recuerdas que no quise la poción sin sueños para enfrentarme a mis temores?

-Ajá – Dijo asintiendo

-Lo que no te conté es que dije a Harry que... - Bajó la mirada al suelo.

-Que...

-Que no durmiera conmigo porque con él no tenía pesadillas, y yo quería...

-Enfrentarte solo a tus temores. Y entonces él se enfadó y decidió que nada de sexo.

-Eso es ¿Cómo...?

-Sirius no es el único Gryffindor bocazas. Harry estaba preocupado y buscó el consejo de su padrino, y yo 'por casualidad' lo escuché. – Hizo un gesto para reforzar el hecho de que lo escuchó por casualidad.

-Ya. – Draco estaba sorprendido, ofendido, escandalizado... feliz... todo a la vez. Pero lo trató de disimular y recompuso su imagen.

-¿Cuál es el problema?

-Pues que hoy hicimos las paces... Tres veces.

-¿Eso es un problema? – Miró sorprendido y sonriente

-No, el problema, es que las dos primeras... me disparé.

-¿Te disparaste? ¿Cómo que te...? Ah, ya, comprendo... Bueno, estás sometido a mucha presión... ¿Y la tercera?

-Fue estupenda, pero... ¿Y si me estoy convirtiendo en un...?

-Draco, por favor, no pienses tonterías. Todos tenemos, alguna que otra vez, un gatillazo o un disparo antes de tiempo. Es normal. ¿Harry que dijo?

-Que no me preocupara, que eran los nervios.

-¿Ves? Hasta un... Dejémoslo. Te voy a dar una poción para que te tranquilices un poco. – Rebuscó en una estantería y cogió un frasco con unos polvos verdes que le ofreció – Una cucharadita de café por las mañanas durante una semana disuelta en la leche del desayuno ¿de acuerdo?

-Si – Dijo cogiendo el frasco.

-Dentro de una semana vemos que tal te ha ido. Y ahora... - Miró hacia la habitación donde había oído a Sirius moverse – Será mejor que te vayas. – Bajó la voz.

-Gracias... por todo.

-Vamos vete – Le empujó suavemente hacia la puerta, no tanto para echarle, como para darle confianza – No tienes nada que agradecerme.

Harry estaba teniendo una mañana tranquila, a primera hora cuidado de criaturas mágicas con Hufflepuff, pero estaba tan enfrascado hablando con Ron sobre San Valentín que no se enteró de nada de lo que pasaba a su alrededor, ni siquiera de cuando Dean y a Nevil cayeron de bruces al intentar ayudar a Hagrid con lo que fuera que estuvieran trabajando. Hermione les miraba de reojo de vez en cuando, pero no dijo nada, luego se vengaría haciéndoles sufrir cuando la pidiesen los apuntes. Además sabía que hablaban de regalos de San Valentín, y Harry era la mejor baza que ella tenía para que Ron no la regalase cualquier tontería.

Cuando el trío se estaba a punto de separar, ya que Ron y Harry tenían adivinación, aparecieron los Slytherin. Draco sonrió al verlos, hoy tendrían un bonito cruce de insultos, pero al prepararse para empezar...

-Por si no teníamos de sobra con un Malfoy en Howgarts... - Dijo Ron

Draco se quedó helado, y se giró despacio hacia donde miraban los Gryffindor. Ahí estaba su padre, dirigiéndose con paso decidido hacia las mazmorras. Aún no les había visto, y cuando Pansy iba a llamar su atención Draco la indicó que se callara. Blaise, Crabe y Goyle le miraron en silencio, mientras Harry le observaba con preocupación. Lucius Malfoy pasó de largo sin verlos, y Draco seguía quieto con la vista clavada en el pasillo por el que había desaparecido su padre.

-Malfoy – Dijo Hermione casi en un susurro – Malfoy... - Este se giró a mirarla de forma extraña.

-Ibas a insultarnos ¿recuerdas? – Los Slytherin la miraron con extrañeza primero y con una ligera aprobación después. Había estudiantes a su alrededor esperando que ocurriese algo.

-¿Tú quién te crees que eres para hablarnos? Sangre Sucia – Dijo Blaise, siguiendo el ritual.

-Alguien que al menos sabe usar la varita – Le contestó Ron

Cuatro insultos más y dieron el tema por zanjado. La verdad es que ninguna de las dos partes estuvo muy aguda, pero cubrieron expediente delante del resto de alumnos. Al separarse Harry vio que el rubio decía algo al oído de Blaise y, en vez de ir hacia su siguiente clase Aritmancia, cogía el pasillo que iba a la torre de las antiguas aulas. Ron le miró y sin decir nada se fue hacia el aula de adivinación, dejando que su amigo se fuera tras el rubio.

-Bueno Snape... ¿se puede saber que es eso tan importante que hace que me apartes de mis obligaciones? – Dijo entrando en el despacho del maestro sin tan siquiera llamar, dando a Sirius el tiempo justo para esconderse bajo la cama.

-¿Tus obligaciones? Creí que tu hijo estaría antes que nada – Dijo tirándole el gemelo. Lucius lo miró detenidamente.

-¿Qué significa esto? – Dijo conteniendo el tono de ira

-Lo encontró Draco en el suelo de la habitación después de que el Lord Oscuro se lo ofreciera como regalo a su propietario. – Ante la mirada de incredulidad del mortífago siguió - Tu chico ha sido el premio de tu ex amante ¿no te parece irónico? – Una genuina sonrisa Slytherin asomó por sus labios

-¿Cómo? ¡Mientes!

-Oh, no. No lo hago. De hecho Draco vino a mí para que le dijera a quién pertenecía. En el fondo temía que fuese tuyo.

-Mi hijo jamás pensaría que yo soy capaz de algo así.

-¿En serio? Creo que no conoces a tu hijo... y tampoco a tu amo. – Apostilló.

Continuará...

No me enviéis muchos howler, pero sí vuestras opiniones, comentarios, ideas.............

Respuestas a los comentarios

Tere Potter – Me alegro que te gustara. ¿y la dedicatoria, te gustó o no la leiste?. Además, agradezco que os acordéis de mi, por muy corto que sea el comentario me hace mucha ilusión. Gracias. S.

Pupi-chan – Hago lo que puedo, me encantaría complacerte, en serio, pero ya estoy liada con exámenes y trabajos. Lo siento. De todas formas gracias por animarme. S.

XD – Espero que te haya gustado este también, ya que te lo dediqué al principio. En él aparecen más apoyos. Gracias por tu comentario. S.

Murtilla – Si que me diste una idea, cuando escriba el capítulo que se basa en ella, te lo dedicaré, ¿vale?. A Draco sí que le persiguen, pero es que Harry no puede flojear ahora que su rubio está bajo, además es un Gryffindor, nunca demostrará si siente o no celos. Gracias por tu comentario. S.

Cerdo Volador – Tus comentarios me llegan ahora, jajajaja, así que eres reciente. Espero que te hayas puesto ya al día y que te guste como va quedando la historia. S.

Carolina Mcmanaman – De nada, supongo que ya habrás leido la pista que dejé arriba. Lo siento, no fui muy clara. Gracias por tu comentario. S.

Diabolik – Ains.... Que mal lo debí hacer... es aquel que Severus no quiere que vaya a la reunión de la Orden.

yukinajaganashi – Si, es cierto, pero es que Draco tiene que superar la traición del padre y a Harry lo estuvieron aleccionando durante la ausencia del rubio para ayudarlo. ¿Cómo va tu fic? Ahora me pasaré. Gracias por todo. S.