Hola de nuevo, estoy intentando recuperar el tiempo perdido, así que aquí tenéis un nuevo capítulo. Quería haber resuelto hoy la batalla final, pero se me ha liado la cosa, me estoy dando cuenta que no tengo capacidad de resumir, en fin… supongo que no os moleste que os deje con la miel en los labios de nuevo. Jajajajajajaja. Me estoy volviendo mala.
Este capítulo, va dedicado a…. LIGH ANGEL por mantener intacta su capacidad de sorprenderse con las reacciones ajenas y a VAMPYWEASLEY porque más vale tarde que nunca, jajajaja.
Esto… ¿Sabíais que los personajes no son míos, y que no gano nada económico con esto?, jajajaja. Esto es un Disclamer ¿no?, ¿se escribe así?...
Como siempre, os dejo las respuestas a vuestros comentarios en el lugar que corresponde y… Bueno, no recuerdo que más os digo siempre, pero supongo que ya os lo sabéis de memoria ¿verdad?
Besitos. S.
Nunca
Harry se había levantado hacía rato, pero seguía muy atontado por los efectos de las poción. Hermione y Ron estaban con él en la habitación de la torre Gryffindor.
-¿Te encuentras bien? – Preguntó la chica preocupada – Pareces algo mareado.
-Debe de ser la poción… creo. – Se toco instintivamente la cicatriz. - ¿Dónde están todos? ¿Qué está pasando? – Preguntó apresuradamente mientras se ponía en pie y Ron hacía lo propio para impedírselo.
-Tranquilízate, nos dijeron que te quedases aquí, mientras ellos pensaban una solución. – Dijo soltándole el pelirrojo.
-Pero mientras ellos piensan, Draco…
-¡Harry! Piensa un poco. ¿De qué iba a servir que fueras a su encuentro? ¿Sabes acaso como salvarle? Si no te tranquilizas y piensas algo, lo más probables es que muráis los dos.
-Hermione tiene razón, no se puede uno presentar delante de… de… 'quien tú sabes' así por las buenas, sin un plan… sin nada… ¡maldita sea!
El Gryffindor no dijo nada. Suspiró y cerró los ojos intentando relajarse. Sus amigos tenían razón, se trataba de volver a tener a Draco entre sus brazos vivo, no muerto. Además sabía que Voldemort le esperaba, lo había visto claramente "¿Amor?... Gran estupidez, gran error… ¿Él te ama? Entonces creo que… pronto volveréis a estar juntos… solo que bajo tierra."
Abrió los ojos de nuevo.
-¿Qué sabéis vosotros? ¿Dónde está Lucius Malfoy?
-¿Lucius? ¿No está con… "El que no debe ser nombrado"?
-No, por lo visto es el encargado de matar a Draco, pero no está.
-Voldemort, Ron, se llama Voldemort. Entonces Harry – Dijo la chica volviéndose hacia él - ¿Dices que Lucius no está allí?... Ummm, creo que tenemos que investigar. ¿Ron?
-Iré para decir que Harry se ha despertado e intentaré averiguar lo que pueda. Esperad un poco.
Draco despertó, al principio le costó recordar donde estaba, pero las cadenas que le ataban a una cama se lo recordaron enseguida. Suspiró y lloró en silencio, rogando porque todo acabase pronto. Cuando se calmó, se incorporó lentamente, estaba solo, así que se vistió despacio y se acercó a la puerta, lo más lejos que podía. Abrió y vio que le guardaba un mortífago cubierto por la típica careta.
-No puedes salir
-Lo sé, estoy atado… solo… quería saber que tal estaba Justin.
-Está en la enfermería.
-¿No puedo ir a verlo?
-No tengo permiso para soltarte.
-Podrías preguntarlo… - Dijo en un susurro
-¿Y qué gano yo a cambio?
-Lo que quieras de lo que ves – Comenzó a desabrocharse la camisa.
-No, déjalo. Tú ya estás muerto, pero a mí me quedan cosas por vivir.
-No puedo darte nada más. – "Es listo, lo tendré en cuenta"
-¿Tanto interés tienes en ver a ese chico?
-Sí.
-Está bien, preguntaré. Tápate y espera dentro quietecito. Ahora vuelvo.
El mortífago volvió al rato y soltó a Draco.
-Puedes ir a donde quieras, pero tendré que seguirte.
-Como quieras.
-Y a las doce, el gran Lord tiene una reunión. – El rubio le miró, sabía de sobra lo que eso significaba, a él le tocaba escucharla desde debajo de la mesa.
-Vale – Dijo casi en un susurro. El mortífago le miró unas milésimas de segundo con un poco de lástima, pero sabía que los traidores debían de recibir su merecido, tuvieran la edad que tuvieran.
Los dos días siguientes fueron una tortura para todos. Harry y Lucius intercambiaban correspondencia a escondidas buscando planes alternativos a los de la Orden, que se basaban en ataques masivos, buscando algo más refinado y eficaz. Draco intentaba pasar con Justin todo el tiempo que podía, contándole tonterías, hablándole de Harry, o simplemente leyéndole libros de aventuras que encontró en la biblioteca del castillo, siempre bajo la atenta mirada de James que seguía al rubio a todas partes. Draco había deducido que su cuidador era joven, de unos 25 años más o menos, que acababa de ser padre hacía poco, y que no descendía de una familia adinerada pero sí de sangre limpia, aunque le costó mucho averiguar ciertos detalles ya que James hablaba poco y medía mucho sus palabras.
Lucius estaba detenido en la frontera entre Alemania y Francia, acusado de trasporte de sustancias ilegales. Por lo visto, Voldemort, quería tener a su juguete unos días más, pero él y Harry calcularon que estaría libre en un día más. Ya lo tenían todo planeado, hasta como el Gryffindor tendría que escaparse y llegar al castillo de verano de los Goyle burlando a toda la Orden, usaría el traslator de Severus, el problema era conseguirlo. Así que decidió pedir ayuda.
Hedwing había entregado el mensaje hacía una hora, así que calculaba que Blaise y Pansy habrían reunido ya a los de su casa y les habrían leído su petición. Pronto le llegaría su respuesta, así que pacientemente, esperaba asomado a la ventana. Vio llegar a su lechuza con una nota en la pata, que desató con impaciencia.
"A las 10.00 PM en nuestra sala común. B.Z."
Pero… "¿Cómo demonios voy a entrar yo en su sala común?" Miró el reloj y vio que faltaban apenas 5 minutos, así que sin pensar mucho bajó corriendo hacia las mazmorras, había dejado su varita sobre la cama, no quería ofenderlos. Sabía cual era la 'puerta' desde segundo, pero no sabía como entrar sin la contraseña. Sonaron las campanadas y la entrada se abrió, dejando ver a todos los miembros de Slytherin esperando al otro lado.
-Pasa y siéntate. – Le invitó Pansy.
-Tenemos ya una decisión tomada – Le informó Crabe mientras Harry se acomodaba en una silla frente a las serpientes – Pero antes queremos cierta información.
-Preguntad, os contestaré a lo que pueda.
-¿Por qué nos pides ayuda a nosotros y no a los de tu casa?
-Porque… es difícil de explicar. Confío en ellos, creo que darían la vida por mi sin dudarlo, pero… estamos hablando de Draco y… están más de acuerdo con el director en la estrategia de rescate que yo, y supongo que me ayudarían, pero les sacarían la información con facilidad. Vosotros tenéis un código diferente, sé que no se lo contaríais ni a Snape en este caso.
-Eso nos lleva a la siguiente pregunta… - Dijo Blaise - ¿Por qué no estás de acuerdo con el viejo?
-No es que no esté de acuerdo, pero Lucius Malfoy y yo pensamos que es… sangriento y lento. Es lo que Voldemort espera. Además algunos de vuestros padres están ahora ahí… supongo que lo de la batalla no os apetezca demasiado.
-¿Lucius Malfoy sabe tus planes? – Dijo Goyle - ¿Y está de acuerdo?
-Totalmente – Dijo con firmeza.
-Nos pides que traicionemos al jefe de nuestra casa. ¿Qué nos das a cambio? – Harry se sorprendió ante la pregunta de Blaise, no se había acordado de ese detalle tan Slytherin.
-Pues… no sé. ¿Qué queréis? Seguro que ya habéis pensado algo.
-Sí. Queremos que en cuanto traigas de vuelta a Draco, cortes con vuestra relación.
-¡¿Qué?! No podéis pedirme eso. – Dijo levantándose de golpe.
-Si que podemos, lo estamos haciendo. Tú decides, Draco muerto o vivo. – Harry se volvió a sentar mareado. No podía creer lo que estaba oyendo.
-¡Vosotros sois sus amigos!
-Por eso mismo. Antes vivía muy tranquilo, pero desde que empezó vuestra… relación todo para él ha sido sufrimiento. Decídete ya, ¿muerto o vivo?
-Vivo. Si es lo que queréis, así será. Le dejaré en cuanto esté a salvo en Hogwarts – Dijo con tristeza.
-No hace falta – Aclaró Pansy – Hacéis muy buena pareja.
-¿Me estabais poniendo a prueba?
-Algo así. Si no entendimos mal, quieres que saquemos a Severus y a su 'dulce perro' – Esto último, Blaise lo dijo con rintintín - de sus habitaciones privadas, para mientras tanto, tú entrar a robar algo.
-Si – Harry empezó a respirar con normalidad, le habían dado un susto de muerte.
-Y luego quieres que no sepamos nada de nada.
-Ciegos, sordos y mudos.
-Esta noche… claro.
-Cuanto antes mejor. Necesito estar… lo necesito para mañana.
-Está bien, te ayudaremos, pero a cambio… queremos que nos invitéis a vuestra boda. Esto sí que es en serio.
-Eso… sí que lo haré con gusto.
-Vale pues… Si no te importa, escóndete en el aula de pociones, cerca de la puerta. El resto es cosa nuestra.
Harry salió de Slytherin y se metió en el aula. Hubiera estado más tranquilo con su capa invisible, pero Remus la requisó en cuanto sospechó que tramaba algo. Cuando a penas llevaba dos minutos esperando, unos Slytherin de primero entraron apresuradamente llamando a su tutor.
-¡Profesor Snape! ¡Profesor Snape!
-¿Qué os pasa? No son horas…
-Se ha montado una pelea en la Sala Común.
-¿Qué?
-Chicos contra chicas. Goyle está cubierto de algo azul y a Zambini no deja de sangrarle la nariz.
-Si, profesor, y Bulstrode tiene la cabeza llena de cráteres que echan pus y…
-¡Basta! – Ordenó cogiendo su abrigo y saliendo apresuradamente seguido de Sirius, trasformado en Padfood, que por nada del mundo se perdería una batalla entre Slytherin.
Sonrió ante la peculiar idea, y cuando se cerró la puerta del aula, entró en las habitaciones de Snape. No tenía ni idea de por donde buscar, solo sabía que el traslator tenía forma de "Serpiente". Nada más tocarlo notó como todo se movía.
Aterrizó en medio del salón, rodeado de mortífagos que lo miraban asombrados y un sonriente Voldemort en medio de ellos.
-Vaya, vaya, vaya… 'el niño que vivió' en persona – Harry tragó saliva. No había contado con que estuviese activado las veinticuatro horas al día. Se suponía que no tenía que estar allí hasta el día siguiente. Ni tan siquiera llevaba su varita.
-¿Harry? – Draco salía de detrás del sofá.
-¡A mis habitaciones!… levadlos a los dos.
En un abrir y cerrar de ojos, ambos, junto con James, estaban en el recibidor privado en los aposentos del Lord Oscuro.
Draco se abalanzó sobre los brazos de Harry que lo abrazó con fuerza, mientras lo besaba.
-¿Qué haces aquí? – Lloraba el rubio – Tú no deberías estar aquí.
-Vine por ti, no podía estar un minuto más sin tus… - Pero James tiró de las cadenas de Draco alejándolo bruscamente, justo unos segundos antes de que se apareciera el dueño de los aposentos.
-Que grata visita. Hacía mucho que no nos veíamos ¿Verdad Potter? – De la nada salieron unas correas que agarraron al moreno por los tobillos, muñecas y cuello. – Veo que has crecido.
-Suéltame maldito hijo de… - El tortazo resonó en toda la habitación. Draco intentó soltarse gritando.
-No le toques, ya me tienes a mí, para tus juegos.
-Que lindo el amor, ¿verdad James?... Aquí los tienes… uno me traicionó y el otro… el otro comete la tontería de presentarse así ante mí… ¿con qué intención? Con la de salvar a su amante. – Harry se limpió la sangre del labio con la manga. - Patetico
-Sabía que me esperabas… vengo a proponerte un trato.
-¡Estás loco! No Harry. Yo ya estoy muerto. Te matará.
-¿Te vas a intercambiar por él? ¡Que detalle! Pero… se lo prometí a su padre. Lo siento.
-No. No es eso. Perdónale la vida y…
-¿Y…? No seas estúpido Potter, no estás en posición de negociar… Pero… ya que estás aquí… y antes de matarte… mañana probablemente… - Voldemort paseaba despacio a su alrededor – Voy a comprobar… quiero saber… - Le desabrochó un poco la camisa, tocándole la piel del cuello – Suave... – Se acercó a un cajón de su escritorio y sacó una botella con un líquido rojo - ¡Bebe!
-No.
-Bebe u oirás gritar a tu amorcito – Apuntó con su varita a Draco.
-¡No!, no, no le hagas nada – Había visto lo de Justin, por nada del mundo dejaría que hiciesen algo así a Draco. Bebió la poción de un trago.
Todo parecía moverse, como cambiando de aspecto. Los muebles… había dos Draco ¿dos? No solo había uno, y estaban en la Polvera, en su adorada Polvera, de nuevo juntos.
-Draco… estamos…esto es…
-Harry, cariño, esto es real, yo soy real. Bésame, bésame como solo tú sabes.
-¿Qué pasa? ¿qué está pasando aquí, James? – Draco se agitaba en sus ataduras – Harry, estoy aquí ¡estoy aquí!
-Tranquilo Draco, tranquilo.
-¿Tranquilo? ¿qué le ha hecho?
-Draco amor mío – Harry abrazó a su amante y le besó en los labios, comenzando a acariciar su espalda.
-¡Harry! Él no soy yo, no soy yo. Es Voldemort. ¿Qué le ha hecho? – Lloraba.
-No puede oírte, Draco. La poción que tomó cambia su realidad. Ni tan siquiera te ve. Cree que eres tú al que abraza, está en un sueño, por así decirlo. – Le explicó James, que le abrazó dulcemente para consolarlo.
-No, no, no, no… ¡Harry! Él no soy yo. No soy yo – Se derrumbó en los brazos de su guardián que lo acunó el resto de la noche.
Mientras, Harry seguía en su sueño, en la Polvera, y Voldemort intentaba averiguar qué es lo que había retenido a su juguete en otros brazos.
-Te he echado tanto de menos – Decía mientras le comenzaba a desabrochar la camisa y le besaba el cuello - ¿Dónde has estado tanto tiempo?
-Eso no importa, ahora estoy contigo – Le sorprendió la voz con la que le ronroneaba, el cariño con el que lo tocaba, la entrega en sus ojos. Nunca había tenido una experiencia así.
-¿Me harás el amor? ¿Seremos uno otra vez? – Volvía a besarlo con suavidad, en la parte baja del cuello, cerca de la clavícula, acariciando con su lengua toda la zona.
-Si, claro. Toda la noche. – Empezaba a estremecerse, las manos de Harry le habían quitado la camisa y se posicionaban encima de los pezones.
-Sabes diferente… has estado con otro – Dijo apartándose, pero los fuertes brazos de Voldemort no lo dejaron alejarse.
-No, no es eso… es que… - "Maldita sea, me está volviendo loco y aún no ha empezado" – Cambié de gel. Cogí el de… Goyle.
-Ah – Comenzó a besarlo de nuevo, y sus manos volvieron a sus pezones – pues vuelve al tuyo, me gusta más.
-Haré lo que me pidas, pero no vuelvas a parar en toda la noche.
Harry sonrió en lo que creía eran los labios de su amado. Lentamente empujó a Voldemort hacia la cama, y cuando estuvo tumbado, atacó con su lengua los pezones. Les acariciaba y los mordisqueaba con suavidad, mientras le empezaba a desnudar a él.
El cuerpo del Gryffindor le sorprendió más de lo que esperaba, no solo por su aspecto, sino por su tacto, era fino y terriblemente sensible, reaccionaba con facilidad a las caricias que le proporcionaba, y lo agradecía. Era intoxicante y adictivo tener ese cuerpo entre sus brazos. Y lo mejor era ver como el dueño lo entregaba sin reservas, con los ojos oscurecidos por el placer. Por unos instantes soñó que era a él a quien se entregaba, pero llamaba al rubio constantemente, era al pequeño de los Malfoy a quien hacía el amor, no a él. Harry comenzó a acariciar con su lengua la punta de la erección de Draco (Voldemort) y notó como su amante empezaba a relajarse en sus brazos, hasta el momento le había notado tenso, pero ya había conseguido relajarlo. Poco a poco la introdujo en su boca, con pequeños movimientos de la lengua, y al final de la garganta, arrancando gritos de placer. Cuando notó que estaba ya a punto, se apartó y comenzó a besar el abdomen y el pecho, para llegar a la boca del Slytherin.
-¿No me vas a preparar hoy, o es que quieres que cambiemos los papeles?
-No, no. Claro, estaba… disfrutando.
-Luego me cuentas que te pasa hoy, te noto raro – Le besó largamente. Voldemort hizo aparecer un bote de vaselina. Él nunca preparaba a nadie ¿para qué?
-Harry, cariño… - Dijo mostrándole el bote.
-Ah no, por ahí no paso. Quedamos que el que entra es el que prepara… Si cojo la vaselina, tú te darás la vuelta.
Draco sonrió en el hombro de James que se había girado hacia la pared. Este le miró, hacía rato que el rubio no lloraba dejándose consolar.
Voldemort giró sobre sí mismo para ponerse encima del moreno. Le besó con ansias y se quitó, dejando que se colocase a cuatro patas. Entonces, con toda la suavidad que pudo, comenzó a preparar al chico. Cuando estuvo suficientemente dilatado, retiró los dedos y entró. Comenzó por empujar con fuerza, como era su costumbre, pero Harry se quejó y le obligó a bajar el ritmo. Poco a poco él empezó a dirigir, exigiendo más con el ritmo de sus caderas, Voldemort se dejó llevar perdiendo por completo el control de la situación. Había tenido innumerables experiencia sexuales pero nunca con una entrega como esta, nunca nadie le había dicho como quería y como no. Comprendía la traición de Draco, él mismo se estaba traicionando en ese preciso momento.
Harry le cogió una mano y la llevó a su olvidad erección. Voldemort lo comprendió y comenzó a moverla al ritmo de sus embates. Al poco rato, el chico se iba en su mano, y él lo hacía segundos después.
-Te echaba tanto de menos – Susurró Harry mientras se quedaba dormido.
Voldemort quedó boca arriba en la cama, mirando al techo y pensando. "Tal vez, sirva con que le arrebate su magia, y no haga falta matarlo… claro que no siempre podré ser Draco… ¡Pero ¿qué demonios estoy pensando?! Mañana por la mediodía lo ejecutaré como tiene que ser". Se incorporó de golpe. Observó a James que abrazaba a Draco que lo miraba con odio a través de sus ojos grises.
-Le has enseñado bien, Draco. Lastima que mañana a esta hora ya no esté vivo. James, sal fuera a hacer la guardia.
No recibió ninguna respuesta., se vistió y salió de la habitación.
Por la mañana, James soltó a Draco, que se abalanzó de nuevo hacia el moreno. Le despertó con besos y lágrimas.
-Harry, Harry. No debías de haber venido. Siento tanto todo esto…
-No es culpa tuya, Draco. ¿Sabes? Anoche soñé que estábamos de nuevo juntos.
-Lo sé, lo sé. – Dijo callándole con un beso.
-Tenéis que vestiros. He recibido órdenes de que os despidáis de Justin. – Dijo James desde la puerta – Tu padre está a punto de llegar Draco, y a tu novio a penas le quedan un par de horas.
-Déjanos estar juntos, James, déjanos despedirnos. Por favor. – Draco había cogido el punto a su guardián, y sabía que no se resistiría.
-Está bien, os traeré a Justin aquí… tenéis… una media hora, tal vez menos. – Dijo cerrando la puerta.
-Tranquilo Draco… eres Draco ¿verdad? Lo de anoche… el de anoche…
-Tenemos poco tiempo, Harry, no lo pienses…
-Te equivocas… tenemos todo el tiempo del mundo – Dijo besándole con profundidad
-Harry…
-No hables… ya tendremos tiempo para hablar.
Draco se tumbó a su lado y le abrazó. Ambos se quedaron así disfrutando del tiempo que les quedaba de espera. Harry pensó que era el momento de contar a Draco lo de su plan, pero bruscamente la puerta se abrió y ambos se sobresaltaron.
-Jamás pensé ver algo tan vergonzoso en alguien de mi propia sangre. ¡Nunca!
Un furioso Lucius había entrado sin llamar, seguido por un sonriente Voldemort.
Continuará…
Respuestas a vuestros comentarios:
gabyKinomoto – Bueno, no pensaba dejar a Voldemort tocar a Harry, pero… No es exactamente el tenerlo a su merced, pero… en fin, que espero que te guste. Por cierto, al Lord parece que le ha gustado más Harry que Draco ¿no?. Gracias S.
Cerdo Volador – Gracias nia, jajajajaja. Es que ya he metido la pata alguna vez, así que ahora procuro no dar por sentado nada. En el próximo… Lucius… ¿Cuándo actuó, con Voldemort o con Draco? Jajajajaja. S.
Angel-de-Luz – Espero que te guste el capítulo dedicado. A mí también me gusta, aunque a veces alguno de ellos se subleva contra la autora y hacen cosas un poco raras. En fin, lo mejor es lograr sorprenderos, jajajaja. Gracias por tu comentario. S.
Diabolik – Sabía que me regañarías… lo siento… pero lo exigía el argumento. Lo voy a salvar, por supuesto, y adoro el personaje de Draco en serio. No te enfades ¿vale? Espera a que termine el fic para enviarme el howler. Besos. S
tomoe69 – No voy a hacer una masacre, jajajajajaja. Si es cierto que Justin no lo merecía, pero tampoco Draco ni Harry… en fin… que decirte. Y de Lucius, se sabrá si es bueno o malo en el próximo capítulo.
