Capitulo 5. Vamos a cambiar de Portador para saber que paso.
Capítulo 5 - ¿Una Ciudad Muerta?
Dicen qué la única forma de saber cómo se siente otra persona es ponerse en su piel o en sus zapatos. Pero ¿Y si es mediante otro método? Bueno, existe o existió un mundo donde las creencias más antiguas para llegar a los Dioses es mediante una "Sangre Antigua", pero no todo es fácil, está sangre está maldita por una infección mediante un castigo.
Angela abrió los ojos y vio lo qué hay ante ella, una playa al borde de una cueva cerca de unos acantilados, mira en todas direcciones hasta ver algo grande y blanco en la arena, camina hasta llegar y ve algo qué no entendía, una criatura extraña de un blanco puro tenía rasgos marinos pero también rasgos "humanos", algo la hizo detenerse, el que, ni ella lo sabía. Siguió mirando a esa criatura hasta qué una voz en su cabeza le dijo.
"Rompe la maldición"
Intento buscar el origen pero antes de ni siquiera dar un paso, ocurrió algo, el mar retrocede formando un tsunami en su dirección sin dar un grito o moverse.
Dolor, dolor de cabeza, músculos. Todo lo qué pase por tu cabeza era todo lo qué podía pensar Roronoa Zoro, pero cuando quería moverse no podía. Abrió el ojo y miró en todos lados, estaba atado a una mesa de cirugía antigua al igual qué Nico Robin y Sanji. También un extraño hombre qué le dijo.
– Has despertado, qué bien el contrato está firmado y recibirás lo qué has pedido. –
– Yo no firme, ni pedí nada. Suéltame. –
– No digas sandeces, has venido buscando la "Sangre Pálida". Esto te ayudará a salvarte de tu miseria. –
Saco de un estante una bolsa intravenosa con una sustancia parecida a la sangre, pero algo le decía qué no lo era. Por mucho qué se retorciera no podía soltarse. El hombre le clavó la aguja en el brazo y poco a poco la sustancia bajaba por el tubo. Este empezó a gritar, el mayor dolor del mundo lo estaba atravesando, Sanji y Robin despertaron de la inconsciencia y miraron con asombro lo qué estaba pasando. El hombre retrocedió mirando con orgullo lo qué le pasaba, pero un grito procedente del mismo hombre resonó en la habitación, un extraño hombre bestia lo estaba destrozando, este lo mató y se estaba comiendo el cuerpo de su víctima. Todos se quedaron impactados por lo qué estaba pasando hasta qué Robin usó su poder y dijo susurrando cuando no logró soltarse.
– No puedo soltarme, tiene una cerradura. Necesitamos la llave. –
– Si rompo la mesa, llamaré la atención de esa cosa y no creo ser tan rápido. –
– Y tampoco podemos pedirle ayuda, está a punto de perder el conocimiento. –
Zoro había dejado de gritar, pero sentía tanto dolor en su cuerpo qué no sabía si estaba vivo aún o ya se encontraba a las puertas de la Muerte. Sin qué nadie de la habitación se diera cuenta, la puerta se estaba abriendo, dejando pasar a una persona. Esta se ocultó en las sombras hasta colocarse casi detrás de la bestia, tan cerca qué podía ver el pelaje oscuro salpicado de sangre. Sanji vio a está persona realizar un movimientoarriesgado, levantó un brazo con el puño listo para golpearlo, al hacerlo la bestia no reaccionó por descubrirlo sino por el tremendo dolor qué obtuvo, el brazo lo había atravesado, cuando lo recuperó la bestia cayó sin vida. Está persona corrió hasta Zoro y le quitó la intravenosa y soltandolo diciendo.
– Aguanta, por favor. No te conviertas en uno de ellos. Doctora Iosefka. –
Entró una mujer vestida de blanco, pero en vez de ir a la persona, fue al cadáver del hombre y le cogió una llave, soltando a Robin y Sanji. Al terminar le dijo.
– Ya está, ahora lárgate con los extranjeros Cazadora, debo proteger a mis pacientes. –
La susodicha "Cazadora" la miró después de ayudar a sentarlo. lo dejó y fue a ella y a pesar de la diferencia de tamaño le dijo enfadada.
– ¿¡Y tú te consideras un doctor!? ¿No te ayude para negarla a quienes deben recibirla? ¿¡Prefieres dejar morir a la gente!? No se lo qué ocurre en está ciudad muerta, pero cuando lo descubra y sea algo qué acarrea sacrificar a los demás. Tu y tu estupida organización o lo qué sea, está más qué erradicada. No soy de aquí y no soy una Cazadora. Soy algo mucho más peligroso si me descontrolo y creeme, soy mil veces más peligrosa qué esa bestia o lo qué sea. No mereces el título de doctora. –
Mientras ellas "hablaban" los piratas descubrieron qué no llevaban sus ropas habituales. Los tres llevan pantalones y botas marrones oscuros casi negros al igual qué unos guantes de cuero, Robin una camisa blanca, una especie de abrigo blanco enganchada a la cintura por un cinturón y haciendo efecto de chal cubriendo su pecho y cabeza. Sanji lleva una camisa azul con un chaleco marrón y un abrigo gris con sombrero de copa. Y Zoro una camisa negra con un abrigo cerrado marrón, sombrero de ala atada marrón oscuro. La "Cazadora" volvió a acercarse a Zoro, lo ayudó a levantarse y dijo mirando a Sanji y Robin.
– Síganme por favor, conozco un lugar seguro. Lejos de estos "inhumanos". –
Consiguieron salir pero por alguna razón la "Cazadora" no estaba tranquila y al salir del edificio del cual descubrieron qué es una clínica, Sanji dijo ayudando a Zoro.
– Ya me tardaba en ayudar a una dama. Antes de nada, ¿Cual es tu nombre? –
– Angela, Angela Sparda. Se que tenéis respuestas, al igual qué yo. Pero este no es un lugar seguro. Vamos, hay una lámpara cerca de aquí. Espero qué vuestro amigo aguante. –
– Estoy bien. –
Su voz sonaba tan apagada, y su cara estaba cada vez más pálida, Angela vio su brazo, la sangre caía del guante de cuero. No perdieron el tiempo y los llevó a una lámpara encima de una larga escalera de pared, costó bastante pero gracias a Robin no tuvieron problemas, la lámpara era una antigua y pequeña, Angela se arrodillo y dijo mientras chasqueo los dedos encendiéndola.
– Solo toquenla, rápido, vi uno de ellos. –
– ¿Quienes? –
Se oyó un ruido en la escalera, Angela corrió a ella y dijo con horror a los piratas.
– Toquenla ya, ya, ya, ya. –
Nada más decir eso, no perdieron el tiempo y tocaron la lámpara. Una niebla blanca los envolvió, cada vez más brillante, tanto qué les obligó a cerrar los ojos. Al abrir los ojos se encontraban en otro sitio, uno mucho más "vivo" qué aquella ciudad tan oscura y "muerta", parecía un terreno no muy grande, lo qué llamaba mucho la atención era la luna, tan grande y tan cercana. El camino empedrado qué lleva a una gran casa en la colina estaba decorado por flores blancas. Todo impresionó mucho a los piratas. Un poco de niebla llamó su atención y vieron a Angela, por fin podían verla bien sin tanta presión. Botas largas hasta los muslos y pantalón corto negro, camisa blanca, guantes de cuero negros, sombrero de ala ancha negro y una capa abrigo marrón oscuro. Se acercó a Sanji y dijo ayudando a Zoro.
– Vamos, aquí hay alguien qué lo puede ayudar. –
Caminaron hasta llegar a la entrada, mientras subían las escaleras de piedra, miles de seres blancos y diminutos aparecen del suelo. Sorprendiendo a los piratas, pero Angela dijo al notarlo.
– No se preocupen, son aliados. La muñeca los llama "Canijos", aquí en el "Sueño del Cazador" estamos a salvo de lo qué está pasando. –
– Yo soy Nico Robin, ellos son Sanji y Roronoa Zoro. Gracias por salvarnos. ¿Cuánto tiempo llevas aquí? –
– Unas horas, desperté aquí cuando… Eso no importa. Salvar a vuestro amigo… Es más importante. –
Abrió la puerta, a pesar de lo grande qué es la casa, por dentro es más pequeña. Un hombre mayor en silla de ruedas los recibe, pero al ver el estado de Zoro, se alteró y dijo.
– ¿Qué ha pasado? –
– Llegué tarde, ¿qué hacemos? –
– Solo la "Sangre Pálida" lo puede sanar. A menos que hagamos una transfusión, pero quien lo haga lo sufrirá y… –
Sin que lo supieran llegó una mujer con ropas elegantes a los demás. Llegó con un tubo de intravenosa y dijo.
– Solo la sangre puede ayudar. ¿Quién lo hará? –
Angela se quitó la capa y el sombrero, y se arremangó la manga. Se colocó un extremo y dijo.
– Mi sangre es diferente, soy inmune a lo qué sea. –
– Está bien. Sentadlo allí, si lo que dice es cierto. Despertará. –
Tanto Angela como Zoro se sentaron y se produjo la transfusión. Poco a poco Zoro recuperaba algo de color, pero Angela parecía tensa, Robin se aseguro de qué no se desmayara, hasta qué el hombre de la silla de ruedas les quito el tubo y dijo.
– Es suficiente, ¿Como estais los dos? –
– Ya no me duele nada, pero me siento raro. –
– Es normal ¿y tú… Portadora? –
Angela se puso en pie, cuando los miró, sus ojos plateados pasaron por un momento a verde, ella reaccionó cerrando los ojos, porque sabía qué estaba un poco débil y no mintió.
– Débil, pero bien. ¿Sabes quien soy? –
– Si, gracias a un muchacho llamado Eraqus, dijo qué si volvía o enviaba a otro me ayudaría a salir de aquí. Veo qué cumplió su palabra. Dejemos ese tema para más tarde, dejen qué me presente, soy Gehrman, amigo de los cazadores, déjenme contarles una historia antigua, ya he perdido muchos cazadores, se la verdad gracias a quienes "mate", no permitiré que esa "Presencia Lunar" se quedé con más vidas. –
– ¿Presencia Lunar? –
– Ponganse comodos por favor, está historia es bastante "vieja", pero solo recuerdo un poco antes de llegar aquí. –
La mujer de antes, coloca cojines y alfombras, donde los piratas y Angela se sentaron cerca del fuego de la chimenea.
– Recuerdo qué el Maestro Willem, Laurence y yo nos encontrábamos en la iglesia, allí nos preparamos para llamar un Grande, un dios. No funcionó y acabé aquí bajo las cadenas de Presencia Lunar qué desea la muerte de sus semejantes los otros Grandes, para ser el único. Me usó para encontrar otros cazadores, crear este "santuario" y así lograr su cometido, algunos cazadores buscaron el motivo de todo, el origen. No recuerdo mucho pero si algo de mi aprendiz, Maria, ella sabrá qué hacer. –
– ¿Dónde está? –
– En… Oh, ¿Dónde está ella? No… No lo recuerdo… Hace tanto tiempo. –
– Tranquilo Gehrman, ya lo recordarás cuando sea el momento. –
– ¿No puedes escapar? –
– No, me es imposible. No tengo forma de hacerlo. ¿Puedes usar esas tres espadas? –
– Así es. –
– Entonces matar no te supondrá un problema y más con lo qué te infectaron, ojala la sangre de Angela te mantenga cuerdo. –
– ¿¡Cuerdo!? ¿El marimo? Lo dudo. –
Antes de qué se pusieran a pelear Robin les tiró de una oreja al hacer aparecer un brazo en la espalda, Angela la miró alucinada.
– ¿¡Co…co…como!? –
– Te lo explicaré luego, continúe. –
– Si, lo qué ahora corre por tu cuerpo y por todos los cazadores de aquí es la Infección de las Bestias, cuanta más sangre tomes más te alejas de tu humanidad hasta el punto de volverte una bestia, la mayoría de cazadores ya no vuelven por estar "borrachos" de sangre. Perderás humanidad con cada sed de sangre. Todas las bestias qué hay en Yharnam son humanos, pero perdieron todo, no hay cura para está enfermedad, salvo la "Sangre Pálida". –
– ¿Qué es la Sangre Pálida? –
– La cura de todo, no sé qué es o quién es, pero cura todo mal. –
– ¿Por dónde empezamos? –
– La Capilla de Oedon, desde allí debéis llegar a… –
– Gerhman, tenemos problemas. –
Entró corriendo un cazador, el aliento casi lo pierde al llegar Gerhman dice.
– ¿Qué ha pasado? –
– En la entrada de la Capilla Oedon, unas criaturas negras aparecieron. Nuestras armas no funcionan con ellas. –
Angela se levantó y salió corriendo fuera del edificio. Los demás la siguieron justo para verla desaparecer al tocar una lápida diciendo.
– Capilla de Oedon. –
Angela desapareció en una neblina de humo blanco, el cazador dijo.
– No podrá con ellas. –
– Vamos. –
Corrieron hacia ella y cuando la tocaron aparecieron en una iglesia, ya había personas allí y varios cazadores heridos, algunos de ellos en la entrada, al llegar allí, vieron a Angela luchar contra esas cosas, porta dos pistolas de color negro, azul y amarillo. Ambas pistolas no disparaban balas y a la vez hacian qué unas criaturas negras del tamaño de una persona con rasgos de humanos y armas de algunos cazadores, sus ojos amarillos solo la ven a ella. Cuando le daban estos desaparecen y un un corazón sube, al verla Angela piensa en voz alta.
– ¿¡Eso significa!? –
Aún así no paró de disparar, esquivar golpe tras golpe y en un momento se colocá en el medio de todos y dijo mientras sus pistolas brillan.
– Aero… Piro… Huracán del Infierno. –
Dispara al aire y del cielo cae un viento ardiente qué envuelve todo, golpeando a las criaturas haciéndolas desaparecer y los corazones suben al cielo cuando todo acaba ella dice.
– El diablo puede llorar. –
Sus pistolas desaparecieron y mientras pasa entre los cazadores dice.
– Si aparecen más de esas cosas quiero ser la primera en saberlo, después Gehrman y quienes los encuentra qué no se acerquen a ellos, no son rivales para vosotros. ¿Entendido? –
Solo asintieron mientras ella camina hasta estar delante de una persona qué está sentado en el suelo y usa una túnica roja, su piel es como un gris oscuro, al mirarla dice.
– ¡Tu! ¿Eres la qué mencionan el resto de cazadores? ¿La que no caza bestias? Aún así, todas estas personas están a salvo gracias a ti, ninguno de los otros cazadores podían contra esas personas. Eres diferente. –
– ¿Algún herido? –
– Varios. Muchos cazadores. Los supervivientes se ocultan en la sala inferior por la orden de ellos. –
Miró a los cazadores, sacó las pistolas de nuevo y apuntó contra los cazadores, todos quedaron alerta por el gesto. Ella solo dice.
– Cura. –
Luces verdes salen de ellas y da a los heridos, estos sanaron sin problema. Miró a la persona y dijo yéndose.
– Que dos cazadores se queden, envíen a otro para que informen a Gehrman de todo. –
– Bendita seas cazadora. –
Sale por la entrada contraria del lugar y camina por un tiempo, los piratas y el cazador de antes la siguieron. Al llegar a un lugar donde un sol enfermizo se alza en un cielo pálido. Cuando llegan ella dice.
– Esas cosas, son un tipo de Sincorazón, son seres nacidos de la oscuridad. Yo soy una Portadora de la Llave Espada, un arma capaz de abrir y cerrar corazones y también enfrentarse a los Sincorazón. Pero no me puedo considerar como una tal… Aunque tampoco puedo considerarme humana… Y no se qué hacer. –
Cuando los miró, sus ojos están rojos y con lágrimas en los ojos. Cae al suelo de rodillas diciendo.
– No puedo hacer esto sin mis amigos. –
Empezó a llorar y dio la impresión de qué se lo estaba aguantando bastante. Robin va a ella y la abraza como puede. Los demás se acercan e intentan consolarla.
Se qué debería seguir con Enoch, pero se me ocurrió una idea y así no se volvió ¿monótono y predecible? No se si a todos les gusta pero así es se sabe qué pasó con los demás pero me gustaria probar con algo diferente. Además de qué no debemos olvidar dónde están los Sombreros de Paja y conocer más lo qué está pasando realmente. Ahora respondamos a los comentarios.
Neo magician 96 - Me alegra haber captado a Franky y Luffy, obviamente y sabiendo como es Franky, es como llevarlo a una juguetería o tienda de golosinas. Con Enoch siempre está el qué llega tarde o no se llegó al lugar adecuado para las explicaciones, aunque si te apuntan con blaster o no tienes mucho qué explicar. Si recuerda quien es Enoch realmente y tiene referencias con ello. Sobre la Kingdom Soul se podría decir qué estoy haciendo algo especial antes de explicarlo qué tendrá que ver con un mundo qué aparece en está historia. No es el de One Piece.
Muy bien, ahora la lista de mundos, son tres mundo ahora, si queréis participar un PM y así hablamos. Comprobemos la lista.
Tierra de Partida - Caído
Mundos de la Kingdom Hearts - Caídos
One Piece - 99% Caído /1% A salvo
Megaman X4 - 50% Caído /50% A salvo
Bloodborne - 50% Caído /50% A salvo
Gracias por leer la historia y no olvides de comentar y gracias a los qué me siguen un gran saludo y abrazo de mi parte. Nos vemos en el próximo capítulo.
