Título: Lágrimas impermeables.
Declaimer: Black Clover no me pertenece sino a su respectivo autor. Únicamente creo la historia para el disfrute de fans.
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Luego de un año de la guerra contra los demonios el Reino del Trébol al fin empezaba a recuperarse de los daños. Fueron tiempos complicados debido a que la inseguridad y pobreza en el Reino aumentaron considerablemente debido a los daños en infraestructura sufridos. Julius, luego de una ardua intervención por parte de los capitanes e incluso del propio Damnatio, a duras penas logró conservar su título de Rey Mago, puesto que la clase económica del Reino pedía su cabeza alegando que fue el principal causante de los daños en el Trébol.
La situación entre la clase gobernante, quienes ostentaban el poder económico y las órdenes de Caballeros Mágicos no podía ser más tensa. Sin embargo, los principales afectados en la actual disputa habían sido las familias Silva y Vermillion por el lado de Fuegoleon.
Fuegoleon y Nozel sufrían constantemente ataques y recriminaciones por parte de la nobleza quienes los presionaban de sobremanera e incluso intentaban manipularlos con tal de sacar a Julius del puesto y, aunque la fidelidad de ambos caballeros estaba a favor del actual Rey Mago no podían evitar sentirse estresados por la situación.
Durante los últimos meses se habían estado realizando reuniones entre los capitanes, Julius y representantes de la nobleza cuyo fin principal era negociar en miras a alcanzar un consenso y que la situación menguara. A criterio de Julius, el Reino debía centrar sus esfuerzos en ayudar a la población quienes eran los verdaderos afectados.
-Bien, empezaremos la reunión. – habló el ahora adolescente. Debido a que la magia de Damnatio no sirvió y quedó expuesto ante las personas Julius dejó de ocultar el hecho de ser un niño. Por fortuna, el pueblo lo apoyó y defendió, por lo que logró cosolidar su puesto.
En el gran salón se encontraban, por un lado los capitanes y por el otro, varios miembros de la nobleza, comerciantes de alto abolengo y representantes de familias adineradas.
-Señor Julius – un hombre regordete y mayor tomó la palabra. Era Víctor Vermillion, representante de la familia por el lado de Mimosa. – La clase alta está exhausta de no llegar a un consenso con ustedes los Caballeros Mágicos.
-El sentimiento es mutuo. – murmuró Yami con pereza soltando el humo de su cigarro. Últimamente las cosas estaban más estresantes de lo normal, sin mencionar que le parecía absurdo que el Brillitos y el Hermano león se estuvieran viendo sacrificados.
-Yami.- reprendió Vangeance por lo bajo. No era el mejor momento para discutir con la clase alta.
-¿Tienen en mente alguna propuesta de solución? – preguntó desesperanzado Julius. Ya habían hecho muchas sugerencias descabelladas por lo que era probable que esta fuera una de ellas.
-En efecto. Consideramos que, para lograr la armonía en el Reino, así como un beneficio entre las partes, lo mejor es unirnos. Dado que ustedes tienen a representantes tanto de la nobleza como de los caballeros mágicos, lo mejor es que ellos sean quienes unan a los bandos.
-¿Y cómo se supone que haremos eso? – intervino Nozel desconfiado. No le agradaba para nada por donde iba el asunto.
-Matrimonios. Unir a las familias Vermillion y Silva con la familia Storm. La familia Storm tiene importantes conexiones económicas con otros reinos, lo cual beneficiaría al Trébol en su totalidad. La nobleza se daría por satisfecha si aceptan. – Finalizó Víctor.
Los capitanes miraron a los involucrados con evidente preocupación. Si bien el capitán de las Mantis Verdes no solía meterse en problemas ajenos, esta vez se sentía molesto y con ganas de rebanar a esos cerdos de mierda. Estaba hastiado de la posición desventajosa que tenían las órdenes y de tener que ceder a caprichos de viejos depravados.
-Con todo respeto…- Damnatio tomó la palabra. – considero que a pesar de ser la opción más pacífica hasta el momento, no es conveniente. En este caso tanto las órdenes como el parlamento estaremos en desventaja ante un poder económico de tal magnitud.
- Es cierto. Sería muy diferente si al menos nuestras posiciones fuesen equilibradas. – secundó Julius. – Sin mencionar que están dejando de lado la opinión de Nozel y Fuegoleon.
Los aludidos permanecían en silencio. Contrario a lo que los presentes pensaban, ambos capitanes se habían reunido en ocasiones anteriores y discutieron exhaustivamente la situación. Acordaron que, con tal de brindar al Reino algo de paz y proteger a sus respectivas órdenes, aceptaría la solución más diplomática que se ventilara.
Y no era para menos. Analizando la propuesta, Nozel tenía claro que de no aceptar él la propuesta, su hermana Nebra o incluso Noelle serían los siguientes objetivos y, él no estaba dispuesto a dejar a sus hermanas a merced de tales parásitos. Su deber como cabeza de la familia Silva, pero más importante aún como hijo de su amada madre, era proteger la libertad de su familia. Actualmente los cuatro hermanos estaban dirigiendo sus esfuerzos en reconstruir los lazos familiares sin las presiones propias de la nobleza; fue por esa razón que no se opuso a que Noelle continuara con los Toros Negros e incluso apoyó los sentimientos de ésta por Asta.
Fuegoleon entendía que, si bien no estaba en una posición tan desventajosa como Nozel, lo más probable era que el próximo objetivo fuera Leo, ya que era el menor. De Mereoleona se preocupaba, pero no tanto porque sufriera de alguna forma, sino porque estaba seguro que su hermana primero decapitaría a quienes tenía al frente ante de casarse y, eso solo aumentaría la tensión y problemas. Leo aún era joven y, si mal no recordaba se encontraba saliendo con una jovencita de cabellos rojos llamada Rebecca.
Ambos varones se levantaron y, para sorpresa de los presentes manifestaron:
-Acepto. – dijeron ambos al mismo tiempo.
El resto solo los miró como si estuvieran cometiendo una estupidez y, aunque no estaban del todo equivocados, comprendían que esos dos solo pensaban en lo mejor para el Reino.
-A pesar de esto, no aceptaremos que las órdenes de caballería queden en desventaja. – aclaró Nozel con seriedad.
-Así es. Deben tomar en cuenta que las órdenes cobijan a muchas personas, muchas de ellas no tienen un hogar más que las bases, por lo que no podemos desentendernos. – Afirmó Fuegoleon decidido.
Julius sonrió orgulloso por la actitud de sus subordinados. Ambos, especialmente Nozel, habían demostrado un gran cambio para con la clase media y pobre del Reino y, aunque aún les faltaba, él perfectamente notaba lo mucho que se esforzaban.
Luego de unos minutos, el representante de la casa Storm tomó la palabra.
-Estamos de acuerdo. Sin embargo, queremos contar con su discreción. El compromiso no se hará público hasta dentro de seis meses. A nivel interno debemos organizar y preparar a las mujeres.
Charlotte arrugó la cara en un gesto de profundo desagrado. Esas familias eran famosas no solo por su dinero, sino también por tratar a las mujeres como meros objetos.
-Está bien, si hay mayor oposición, este será el acuerdo al que llegaremos. Los demás términos y condiciones los discutiremos más adelante. – Julius dio por finalizada la reunión.
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Cuando estuvo a solas con los capitanes, no dudó en consultar a Nozel y Fuegoleon por la decisión tomada.
-¿Están realmente seguros? – ambos asintieron con la cabeza. Julius suspiró – Es una importante decisión, pero confío en su bien juicio. A pesar de todo, quiero que sepan que, si desean retractarse cuentan con mi apoyo.
-Y el nuestro. – intervino Yami para sorpresa de los involucrados. – Detesto que la gente sea sacrificada por darle gusto a unos bastardos.
-Opino lo mismo. – habló Charlotte. – Tendrán el apoyo de las rosas azules para todo lo que necesiten.
- Creo que todos estamos de acuerdo. – habló Dorothy con emoción.
-Agradecemos su apoyo. – dijo Nozel un poco más tranquilo.
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Matra.
Matra es una región ubicada más allá del mar. Al ser un reino muy pequeño estuvo durante muchos años habitada principalmente por pescadores y familias que vivían de ello. Sin embargo, hacía treinta años un hombre de extremo poder vio en el lugar potencial sobre el cual ejercer su poderío y empezar a adquirir mayores tierras invadiendo reinos o poblados cercanos.
Al borde un acantilado se vislumbraba un enorme castillo de tonalidades grisáceas y que daba un aspecto lúgubre. Era la morada del nuevo señor de Matra, quien justo ahora se encontraba observando tranquilamente por la enorme ventana las olas del mar romper contra las rocas. Morris esperaba tranquilamente en su habitación la llegada de una de sus más fieles y eficientes subordinadas.
Solo hasta que sintió la presencia de la misma volteó. Notó que esta portaba la máscara que ocultaba su rostro y sus ropajes manchados de sangre. Sonrió. Aquello solo evidenciaba que su querida pupila había cumplido con su tarea.
-Puedo notar que como siempre has hecho un trabajo impecable, Almiria.
La máscara de color rojo brillante asintió en silencio. A través de ella había una hermosa joven de cabellos negros atados en una trenza, ojos de un claro color verde oliva y de tez blanca. Su figura estilizada, producto de los años de entrenamiento, se levantó y retiró el artefacto que cubría su rostro.
-Como siempre sus deseos han sido cumplidos, Lord Morris. – contestó la joven respetuosamente.
Morris se acercó y con delicadeza retiró los restos de sangre en el rostro femenino.
-Mi querida Almiria…Tu has sido mi más fiel súbdita. Es gracias a ti que mi poder crece cada día más. – Dicho esto, hizo amago de besar los puros labios rojos, pero la joven solo desvió la mirada por lo que se detuvo. Al notar el rechazo, se acercó a una mesa cerca de la ventana y tomó un libro el cual le mostró. – Esto es un grimorio.
Almiria lo reconoció de inmediato. Ese libro rojo perteneció a un hombre que había llegado a Matra. Había causado mucho revuelo en la población por lo que, Lord Morris le había ordenado asesinarlo. De eso había pasado dos años ya y, cuando el gobernante notó que las habilidades de Almiria y ese libro congeniaron no dudó en hacerla entrenar con él. La joven adquirió muchas habilidades que solo lo beneficiaron.
-Desconocía que se llamara así. – confesó la pelinegra.
-Bueno…Eso es porque no es algo nativo de esta región. Hice que Jask investigara un poco sobre él y aparentemente proviene de un reino llamado El Trébol.
-Entonces…en ese Reino hay muchos grimorios. – Almiria miró a su amo. Lastimosamente, por los años que tenía bajo su mando aprendió a leerlo a la perfección. – Desea adquirir más grimorios, ¿cierto?
-¡Así es! Tan acertada como siempre. Solo imagina el poder que tendré si logro adquirir más como estos Almiria. – con la ambición rugiendo en su mirada, Morris miraba el libro rojo. – Escucha, te daré una misión muy importante. Quiero que vayas a ese Reino. Averigua todo lo que puedas y lo más importante, Almiria, prepara el terreno para poder invadirlo. Con suerte, ahí podré encontrar la supuesta "magia blanca".
La pelinegra solo se inclinó en señal de aceptar su nueva misión.
-Lord Morris, si me permite…Estoy dispuesta a aceptar la misión, pero este deseo suyo me temo que no podré cumplirlo tan fácilmente. Ganarme la confianza del Reino para evitar sospechas no será fácil. – explicó. Almiria en ocasiones se hastiaba por los pedidos caprichosos de su líder.
-Te daré seis meses. – dijo el hombre de cabellos grisáceos con seriedad. – Y llévate a tu hermana. Será más fácil para ti poder engañarlos si inventas una trágica historia.
-¡Sí señor! – respondió la joven antes de retirarse con el libro.
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Reino del Trébol
Luego de la tediosa reunión, Nozel volvió a la casa Silva. Reunió a sus hermanos y les dio la noticia, pidiéndoles de paso guardar toda la discreción posible.
-¡Me rehúso a aceptar algo como eso! – Nebra se levantó furiosa del fino sillón. – Sé que los matrimonios arreglados son comunes, pero Nozel-niisama tú no tienes por qué aceptarlo. ¡Eres la cabeza de la familia Silva!
-Nebra tiene razón, hermano. – intervino Noelle igual de furiosa.
-Ambas deben calmarse. – habló el ojivioleta con autoridad. – Aunque no sea de su agrado, ser cabeza de familia y capitán de orden significa hacer todo lo que esté a mi alcance para proteger al Reino y a ustedes.
-Aún así…Unirte con alguien a quien no amas es terrible. – murmuró Noelle con pesar.
Nozel ablando la mirada y sonrió. Esas dos eran tan parecidas a su madre. Tocó con suavidad la cabeza de ambas féminas para luego abrazarlas.
-Estaré bien.
-Nozel…Promete que si encuentras a alguien a quien ames renunciarás a ese compromiso. O de lo contrario, haré un escándalo en tu boda con la familia Storm. – amenazó Nebra con determinación para sorpresa del mayor.
-Claro.
Luego de esa charla se fue directo a su habitación. Se quitó sus ropajes de Capitán algo ofuscado. Cuando se cambió por algo más ligero, se sentó frente a una foto de su madre. La miraba con seriedad apoyando sus brazos sobre sus rodillas y descansando su cabeza sobre la palma de sus manos. Suspiraba pesadamente de vez en cuando en un intento por aminorar la tensión en su cuerpo.
Flashback.
Un adolescente Nozel ayudaba a su madre a llegar a una preciosa banca donde ésta tomaría el té en conjunto con sus hijos. La sugerente barriga empezaba a notarse cada vez más; su hermanita Noelle nacería pronto.
Una vez que Accier se sentó, invitó a sus retoños a seguirla.
-Solid, ten cuidado. Si lo haces de forma descuidada podrías caerte. – la hermosa capitana vigilaba porque su hijo menor no brincara sobre la silla.
Al notar esto, Nozel tomó al pequeño y lo sentó. Accier notó que su hijo mayor estaba inusualmente más serio ese día.
-Nozel…¿hay algo que quieras decirle a tu madre? – preguntó la Lady tomando un sorbo de su té con tranquilidad.
-Padre nuevamente se fue. Desde que supo de tu embarazo se alejó. – respondió serio. Siempre odió que su ausente padre solo llegara a la casa Silva en contadas ocasiones, pero lo que más le molestaba era el hecho de que parecía venir únicamente a dejar a su madre embarazada para luego desaparecer sin dejar rastro.
-Él está ocupado, Nozel. Pero descuida, tú serás la cabeza de la familia mi príncipe y cuidarás de todos nosotros. – la bella mujer sonrió maternalmente. A pesar de eso, el gesto de su hijo no cambió ni un poco. Accier suspiró y tomó al adolescente para atraerlo en un abrazo. Nebra y Solid, un poco celosos se unieron también al abrazo familiar. – Mi príncipe…- se refirió a Nozel. – Tan serio como siempre, tan correcto…No caigas ante las presiones de la nobleza como lo hicimos tu padre y yo. Espero que algún día conozcas un amor verdadero.
-Mi único interés y prioridad son ustedes. Solo los amaré a ustedes cuatro – respondió de inmediato el albino.
Accier solo rió.
-Entonces, aunque no quieras te conseguiré una chica especial. – su hijo mayor arrugó el ceño, mientras los menores se divertían por el aprieto en que su madre había puesto a su hermano. – Te prometo que será alguien que te haga vibrar.
End flashback.
-Con que, "alguien que me haga vibrar". – murmuró el capitán viendo hacia el cielo nocturno.
Se encontraba en conflicto consigo mismo. Claro que cumpliría con sus obligaciones, pero…Una parte de sí mismo quería algo diferente. Asumió la cabeza Silva con tal solo diecisiete años y la capitanía de orden a los veinte. Ahora, a sus casi treinta años, admitía que quería algo diferente en su vida. Algo que lo hiciera "vibrar".
Se levantó despacio. D irse a descansar ya que debía prepararse para el examen de caballería que se llevaría a cabo la próxima semana y además, asistir a un festival que organizaría una región del Trébol como supervisor en conjunto con Fuegoleon y Yami.
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En la base de los Leones Carmesí, Fuegoleon terminaba de dar la noticia a sus hermanos. Al contrario que la casa Silva, los diferentes adornos volaban en llamadas de un lado a otro.
-¡Decapitaré a esos malditos bastados! – gritaba eufórica Mereoleona lanzando contra la pared todo lo que estuviera a su alcance.
Leo solo miraba con temor la acalorada reacción de su hermana mayor.
-Justamente fue por eso que acepté. Si te lo pedían a ti los matarías. – se excusó el pelirojo esquivando la mesa del comedor que fue lanzada por la mayor.
-¡Eso es porque te faltan pantalones Fuegoleon! – se quejó la Vermillion mayor. – A esos vejestorios hay que eliminarlos. No aportan nada al reino.
-M-Mi hermana tiene razón, hermano. – intervino Leo tratando de esquivar los vidrios rotos. - ¡No pueden obligarte a casar!
-¿Tanto quieres tener hijos? – preguntó Mereoleona con igual furia - ¿No te bastó con criar a este mocoso? – dijo señalando a Leo.
-Sí, ¿no te bastó conmigo? ¡Espera! ¡Hey! – se quejó al menor al procesar la ofensa de su temible hermana.
-Ya tomé mi decisión. No se metan en esto. – respondió con firmeza el Capitán. Acto seguido se retiró dejando a ambos hermanos solos.
-Hermana…- habló Leo con decisión. – Definitivamente le conseguiré una novia a mi hermano y haré que se olvide de ese compromiso.
Ante la determinación mostrada por el cachorro, la leona sonrío complacida.
-Pues tienes seis meses, mocoso.
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Matra.
Almiria caminaba con parsimonia hasta una pequeña cabaña ubicada cerca de la costa. Ese era el lugar donde vivía con su hermana menor. Cuando estuvo más cerca, divisó a una preciosa joven de cabellos castaños, tez algo bronceada por el sol y ojos claros jugar animadamente con su mascota; un tigre bengala de casi dos metros.
-¡Mina! ¡Regrese! – saludó la pelinegra desde la entrada.
La aludida al notar a su hermana mayor corrió con felicidad genuina.
-¡Bienvenida, Almiria! – saludó la joven con emoción. Estaba contenta por el regreso de su hermana mayor. Hacía alrededor de una semana que ésta había salido por trabajo por lo que la extrañó. Aunque su hermana mayor nunca le comentó en qué trabajaba exactamente, sabía que era algo relacionado con los viajes, ya que esta se ausentaba por varios días y cuando volvía, le traía regalos de distintas regiones.
-Te traje recuerdos de mi viaje, ¿quieres verlos?
Ambas ingresaron a la humilde cabaña y una vez dentro, Almiria le entregó una cajita con un precioso dije.
-¡Wow! ¡Es precioso! – exclamó asombrada la castaña.
-Me alegro que te guste. – sonrió. – Bueno…es un regalo que va ayudarte a controlar mejor tu magia blanca. – La menor de veintitrés años asintió permitiendo que su hermana mayor le colocara el accesorio. – Principalmente porque te tengo una noticia. Tengo un nuevo trabajo, será por seis meses.
-Pero…recién llegas, Almiria. – comentó la castaña con tristeza. El enorme tigre solo la secundó echándose a los pies de la pelinegra y mirándola con anhelo.
-Lo sé. Pero…esta vez podré llevarte. – le informó sonriendo.
El grito ensordecedor de su hermana menor se escuchó por toda la casa seguida de brincos.
-¡No lo puedo creer! ¡Iré contigo! Es como un sueño. – habló al borde de lágrimas.
-Será muy divertido. Tu también irás, Bob. – dijo acariciando al gigantesco felino. – Sin embargo, hay unas cuantas reglas que debemos seguir, ¿está bien? – Al notar que Mina le prestó atención, Almiria continuó hablando. – En primer lugar, mi jefe irá a despedirme, por lo que no quiero que le comentes nada acerca de tus poderes.
-Está bien. – aceptó extrañada Mina. Siempre le llamó la atención que su hermana, a pesar de entrenarla cada vez que venía a casa, le insistía en ocultar sus poderes cada vez que algún extraño se acercaba.
-En segundo lugar, iremos a un reino llamado Trébol. Deberemos hacer un examen para poder quedarnos los seis meses, de ahí que, únicamente en ese momento podrás mostrar tus poderes. ¿Entiendes? Luego, nos uniremos a algo llamado Orden de Caballería y desde ahí, simplemente haremos las misiones que nos encomienden.
Lord Morris le había entregado el informe detallado que su compañero recabó al torturar al habitante del Trébol que había llegado a Matra hacía dos años.
-¿Entonces eso quiere decir que podré hacer cosas como las que tú haces? ¡Eso suena más genial aún! Prometo que me esforzaré, Almiria.
-No lo dudo.
Al sentir el efusivo abrazo de su hermana, Almiria miró con tristeza hacia la ventana notando la luna llena. Claro que Mina no haría lo mismo que ella. Mina era una mujer pura, inocente, la persona más bondadosa que existía; ella por su parte solo era una mera asesina, una sicaria que ha matado a muchas personas con tal de proteger su sonrisa.
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¡Weeenas! Ladypapitasfritas se reporta con este nuevo fic del glorioso Black Clover.
Como algun notarán, eliminaré el fic anterior para dedicarme a esta nueva historia que, prometo será mejor. A su vez, me dedicaré tiempo completo al fic prácticamente, por lo que actualizaré de forma más seguida. Esta historia está llena de sorpresas, por lo que no duden en darle "Follow" y agregarlo a sus Favs. También en regalarme sus preciosos reviews que tanto alimentan jaja.
Espero que disfruten muchísimo esta versión mejorada.
