Hola! Bueno aquí va otra continuación y está dedicada a todos los que leen mi historia y a los que se toman la molestia de dejarme muy lindos reviews. Ojalá les guste!!! Bye!! DEJEN REVIEWS PLEASEE

(HERMIONE)

Asentí, y salí de la oficina detrás de Harry. Lo seguí a través del vestíbulo. Sólo esperaba que no fuese hacerme ninguna pregunta sobre lo que había visto. Rompiendo un silencio que pareció durar años, inquirió:

-Herm, no quiero sonar autoritario, pero... ¿hay algo que quieras decirme?

Lo miré, tratando de mantenerme impasiva.

-No, Harry. ¿Debería?

-Es sólo que... no lo sé me pareció que Malfoy...

-Harry -lo interrumpí - sé lo que estás pensando. Lo que viste... no fue absolutamente nada. Draco y yo no tenemos nada que ver, ni siquiera sé lo que pasó. Sólo somos colegas, eso es todo. Trato de llevarme bien con todos, incluso con él. No quiero que se vuelva a transformar en racista y cruel Malfoy que hizo de nuestras vidas en Hogwarts un infierno.

-En eso creo que tienes razón -admitió Harry -pero no me gusta que confíes tanto en él, es como si estuviera tramando algo todo el tiempo.

-Voy a decirte lo mismo que le dije a Ron. No se preocupen, ya es suficiente con todo lo que hacen por mí ahora. En serio, no dejaré que nada malo me afecte -le aseguré. Un destello en sus ojos color esmeralda me hizo notar su escepticismo con respecto a mi respuesta. Pero yo conocía a Harry y a Ron demasiado bien. Ninguno de los dos se contentaría con eso. -Yo... creo que ya me voy a casa. Necesito descansar un poco.

-Claro -dijo Harry, con una sonrisa -sólo asegúrate de que si necesitas hablar, me llamarás, ¿está bien?

-Por supuesto -dije, devolviéndole la sonrisa -por cierto, ¿has visto a Ron?

-En su oficina, creo -me respondió.

-Bueno... despídeme de él, ¿si? Ya me voy

-Bien. Adiós, Herm.

-Adiós, Harry.

Me dirigí hacia mi despacho para recoger mis cosas. Al levantar mi túnica del escritorio, vi una hermosa rosa blanca. Junto a ella había una pequeña nota. La tomé y la leí:

"Para que a pesar de todo, tus ojos nunca dejen de brillar"

Ron

Una sonrisa se dibujó en mis labios. Tomé la rosa entre mis manos. La miré con dulzura, y al mismo tiempo sentí algo de culpa por hacer que Ron se preocupara tanto. Dispersé todo pensamiento de mi mente y, oliendo la rosa suavemente, salí de mi oficina.

Decidí caminar, pues necesitaba un poco de aire fresco. Después de todo, mi casa no quedaba tan lejos como parecía. Al llegar, busqué mis llaves y al colocarlas en la cerradura, rebotaron. Claro, que tonta. Había olvidado por completo que la había cerrado mágicamente mediante un hechizo.

-Alohomora -pronuncié, apuntando mi varita hacia la cerradura. La puerta se abrió, lentamente. Exhausta, entré, volví a cerrarla y dejé mis cosas sobre la mesita de mi sala. Me senté un momento en el sillón y suspiré. "Qué día" me dije a mí misma. Por más que lo alejara de mi mente, lo que había pasado con Draco inevitablemente me hacía pensar cualquier cosa. Cuando Harry apareció, sentí que hubiera deseado pasar sólo unos segundos más a solas con él. No Hermione. Así no vas a lograr olvidarlo. Decidí que lo mejor sería ir a descansar. Subí a mi cuarto y, luego de tomar un baño caliente, me fui a la cama.

Desperté con los rayos del sol reflejándose en mi rostro. Abrí poco a poco los ojos, con pereza. Después de estar unos minutos tratando en vano de volver a dormirme, decidí levantarme y cambiarme. Acomodé mi cama y mi cuarto y bajé al comedor. Todo el piso inferior estaba bañado con la luz del sol, que entraba a raudales por cada una de las ventanas. Por alguna razón, me sentía más sola que de costumbre. Desayuné algo y el resto del día me la pasé ingeniándomelas que hacer. Finalmente, opté por hacer lo que había hecho toda mi vida: leer un libro. En eso estaba cuando sonó el teléfono. Casi siempre usaba lechuzas, pero también tenía teléfono para poder hablar con mis padres y, además, por que ellos me lo inculcaron la costumbre. Me levanté y tomé la bocina.

-¿Hola?

-Hola Herm -me saludó la voz de Ron al otro lado del teléfono.

-Ron, ¿eres tú? ¿Como estás? -respondí azorada, pero alegre. Casi nunca había usado el teléfono para hablarme.

-Bien, ¿y tú?

-Bien, aunque algo sorprendida.

-Lo sé, hasta yo me siento extraño hablando por esto, pero es que pensé que sería más rápido que mandarte una lechuza. Oye, ¿estás ocupada esta noche?

-¿Esta noche? -inquirí -No mucho. ¿Por?

-Bueno, es que pensé en llamarte para invitarte a salir a tomar algo, para que te despejes un poco -agregó.

-Ron...

-Vamos -insistió con una voz de súplica pero a la vez, divertida -di que sí.

Lo pensé por un momento. No podía quedarme haciendo nada un sábado a la noche. Además, no podía seguir mortificándome por Draco.

-Sí, está bien, Ron -acepté.
Bien, voy a dejarla ahí. Pronto el Capítulo 6, lo prometo. Adelanto del cap. 6: *Draco sale y se encuentra a hermione y a ron juntos *Draco es herido gravemente y hermione decide seguirlo....

Hasta prontis!! Besosss Rose