Hola, que hay de nuevo!? Bueno, siento la tardanza, pero aquí está la
continuación. Espero que les guste y gracias a todos por leer la historia.
PD: para los que quieran saber, el título del capítulo está en latín.
Capítulo 7: "Morte An?ma"
(DRACO)
Debo haber despertado como 5 veces esa noche, en cada ocasión con ese mismo maldito sueño. En la quinta me di cuenta de que ya era de día y decidí ponerle fin a esa odisea. Después de darme una ducha rápida, bajé a desayunar algo. Debo haberme recorrido toda mi casa tratando de encontrarle sentido a ese estúpido sueño. Después de estar al menos 3 horas deambulando, llegué nuevamente al punto de partida: la sala. Me dejé caer en uno de los sillones. Resoplé, quitándome un mechón de cabello aún húmedo de mis ojos. Recorrí vagamente la sala con la mirada, hasta que esta finalmente fue a dar a la pequeña mesa junto al sillón en el cual estaba. Sobre ella, una pequeña agenda negra. La tomé y la hojeé. En ella, obviamente, había muchos números telefónicos, muchos de los cuales ni siquiera sabía de quienes eran, pero la mayoría eran de chicas con las que había salido. No es por alardear, pero tuve muchas chicas; todas ellas huecas, superfluas, y sobre todo, ninguna de las cuales pudo hacerme olvidar a Hermione. De pronto, me di cuenta de que no podía pasarme la vida esperándola. Echaría raíces en la sala. Era sábado y estas chicas estarían solas y aburridas, igual que yo.
-Ta, te, ti suerte para ...ti -dije, moviendo el dedo índice y dejándolo caer al azar sobre el número de Kylie Chase. Bien, no era tan mala elección. Tomé el teléfono y la invité a salir. Tal como pensaba, aceptó de inmediato. Pronto cayó la noche para mí y tuve que cambiarme para salir a buscar a mi pareja.
-Draco, no sabes lo feliz que me hace que me hayas vuelto a llamar... Pensé que ya te habías olvidado de mí -dijo, Kylie, con una voz melosa y haciendo posees mi auto, luego de pasar a buscarla.
-Sabes que nunca me olvidé de ti -dije, tratando de sonar creíble, algo que no me era muy difícil.
Luego de varios comentarios insípidos, risas fingidas y una que otra caricia interesada por parte de Kylie, llegamos a destino. Era un pub que no muchos conocían, puesto que además de ser nuevo, estaba atendido por magos. Bajamos del auto y, como era de esperarse, se aferró a mi brazo con tanta fuerza que podía sentirlo latir.
-¡Oh, Draco este lugar es genial! -exclamó ella, extasiada.
-Sí, bueno, ¿qué demo... ? -dije, al ver a la última persona que hubiera querido encontrar.
-¿Qué sucede Draqui?
-¿Eh? -Exclamé, al reaccionar - no, no me pasa nada; y no me llames así, ¿quieres?
-Oh, está bien. ¿Vamos a entrar?
-Nno... mejor vámonos, conozco otro lugar mejor. Vámonos -dije, tras desviar mi mirada de la de Hermione.
-Como tú quieras, Draco -dijo ella, con voz algo temblorosa.
Caminamos por la oscura calle y sentí como cada vez Kylie se aferraba más a mi brazo. No sabía muy bien adónde iba, sólo necesitaba caminar y necesitaba hacerlo solo, pero tenía compañía y ésta estaba aterrada hasta los huesos. Seguimos un poco más adelante y se oyó un crujido.
-Draco, ¿qué fue eso?
-Nada, no te aterres -dije, aunque tenía curiosidad por saber quién nos acompañaba.
-Oye... cálmate, ¿sí? Y suelta mi brazo un poco.
Soltó mi brazo y me adelante un poco. Antes de que pudiera argumentar palabra, tres hombres con túnicas y encapuchados, se me colocaron enfrente. Otros 3 rodearon a Kylie.
-¿Qué es lo que quieren? -inquirí con dureza.
-Lo sabes muy bien -contestó uno de ellos. Su voz me pareció extrañamente familiar.
-¿¡Draco, qué sucede!? -gritó Kylie desesperada.
-¡Déjenla en paz!-ordené, al voltear y ver como la sujetaban entre los tres hechiceros.
-Lo tiene. Tú la involucraste.
-¿A qué demonios te refieres? -dije, sin poder contener mi furia.
-¿No hemos tenido ya esta conversación? -inquirió el encapuchado -nos estás cansando, Malfoy. Me parece que es tiempo de que te enteres de lo que somos capaces.
EL hechicero alzó su varita y, por el interior de mi túnica, yo también así la mía, listo para atacar.
-Ahora te darás cuenta de que nunca deberías haberlo retado.
Lo miré desafiante y le lancé:
-Y ustedes se darán cuenta de que no soy con quien deberían haber jugado.
-Morte an?ma! -exclamó el hechicero.
-Avada...! -comencé, pero antes de poder lanzar el malficio, sentí un dolor de mil cuchillos ardientes extenderse por todo mi cuerpo. -¡Draco! -oí gritar a Kylie a lo lejos. Incapaz de mantenerme de pie, caí, sin parar de estremecerme.
-Bien, ahora sólo queda callar a la testigo -oí decir al mago. Reuní toda la fuerza de la que fui capaz y me puse de pie.
-Ni se te ocurra tocarla -lo amenacé.
-Creo que te hace falta otra pequeña dosis de dolor, pero no malgastaré mis maleficios en ti.
De pronto sentí un fuerte dolor en mi costado y cómo mi sangre brotaba a borbotones de mi boca, manchando el suelo. Sin remedio, volví a caer.
-Vamonos. El hechizo se encargará. Ah! Casi me olvido... Obliviate!
Un resplandor blanco se reflejó en mis ojos: le habían lanzado un conjuro desmemorizante a Kylie. Poco después los oí alejarse, llevándose a Kylie con ellos. Pensando en quien me hallaría allí, tirado y herido como estaba, con toda la fuerza que me quedaba me puse de pie una última vez y me encaminé hacia el único lugar más cercano que conocía: el ministerio.
Bueno, voy a dejarlo hasta ahí... espero que les guste y porfa, como siempre, dejen reviews!!!! Besos y hasta prontito, Rose
Capítulo 7: "Morte An?ma"
(DRACO)
Debo haber despertado como 5 veces esa noche, en cada ocasión con ese mismo maldito sueño. En la quinta me di cuenta de que ya era de día y decidí ponerle fin a esa odisea. Después de darme una ducha rápida, bajé a desayunar algo. Debo haberme recorrido toda mi casa tratando de encontrarle sentido a ese estúpido sueño. Después de estar al menos 3 horas deambulando, llegué nuevamente al punto de partida: la sala. Me dejé caer en uno de los sillones. Resoplé, quitándome un mechón de cabello aún húmedo de mis ojos. Recorrí vagamente la sala con la mirada, hasta que esta finalmente fue a dar a la pequeña mesa junto al sillón en el cual estaba. Sobre ella, una pequeña agenda negra. La tomé y la hojeé. En ella, obviamente, había muchos números telefónicos, muchos de los cuales ni siquiera sabía de quienes eran, pero la mayoría eran de chicas con las que había salido. No es por alardear, pero tuve muchas chicas; todas ellas huecas, superfluas, y sobre todo, ninguna de las cuales pudo hacerme olvidar a Hermione. De pronto, me di cuenta de que no podía pasarme la vida esperándola. Echaría raíces en la sala. Era sábado y estas chicas estarían solas y aburridas, igual que yo.
-Ta, te, ti suerte para ...ti -dije, moviendo el dedo índice y dejándolo caer al azar sobre el número de Kylie Chase. Bien, no era tan mala elección. Tomé el teléfono y la invité a salir. Tal como pensaba, aceptó de inmediato. Pronto cayó la noche para mí y tuve que cambiarme para salir a buscar a mi pareja.
-Draco, no sabes lo feliz que me hace que me hayas vuelto a llamar... Pensé que ya te habías olvidado de mí -dijo, Kylie, con una voz melosa y haciendo posees mi auto, luego de pasar a buscarla.
-Sabes que nunca me olvidé de ti -dije, tratando de sonar creíble, algo que no me era muy difícil.
Luego de varios comentarios insípidos, risas fingidas y una que otra caricia interesada por parte de Kylie, llegamos a destino. Era un pub que no muchos conocían, puesto que además de ser nuevo, estaba atendido por magos. Bajamos del auto y, como era de esperarse, se aferró a mi brazo con tanta fuerza que podía sentirlo latir.
-¡Oh, Draco este lugar es genial! -exclamó ella, extasiada.
-Sí, bueno, ¿qué demo... ? -dije, al ver a la última persona que hubiera querido encontrar.
-¿Qué sucede Draqui?
-¿Eh? -Exclamé, al reaccionar - no, no me pasa nada; y no me llames así, ¿quieres?
-Oh, está bien. ¿Vamos a entrar?
-Nno... mejor vámonos, conozco otro lugar mejor. Vámonos -dije, tras desviar mi mirada de la de Hermione.
-Como tú quieras, Draco -dijo ella, con voz algo temblorosa.
Caminamos por la oscura calle y sentí como cada vez Kylie se aferraba más a mi brazo. No sabía muy bien adónde iba, sólo necesitaba caminar y necesitaba hacerlo solo, pero tenía compañía y ésta estaba aterrada hasta los huesos. Seguimos un poco más adelante y se oyó un crujido.
-Draco, ¿qué fue eso?
-Nada, no te aterres -dije, aunque tenía curiosidad por saber quién nos acompañaba.
-Oye... cálmate, ¿sí? Y suelta mi brazo un poco.
Soltó mi brazo y me adelante un poco. Antes de que pudiera argumentar palabra, tres hombres con túnicas y encapuchados, se me colocaron enfrente. Otros 3 rodearon a Kylie.
-¿Qué es lo que quieren? -inquirí con dureza.
-Lo sabes muy bien -contestó uno de ellos. Su voz me pareció extrañamente familiar.
-¿¡Draco, qué sucede!? -gritó Kylie desesperada.
-¡Déjenla en paz!-ordené, al voltear y ver como la sujetaban entre los tres hechiceros.
-Lo tiene. Tú la involucraste.
-¿A qué demonios te refieres? -dije, sin poder contener mi furia.
-¿No hemos tenido ya esta conversación? -inquirió el encapuchado -nos estás cansando, Malfoy. Me parece que es tiempo de que te enteres de lo que somos capaces.
EL hechicero alzó su varita y, por el interior de mi túnica, yo también así la mía, listo para atacar.
-Ahora te darás cuenta de que nunca deberías haberlo retado.
Lo miré desafiante y le lancé:
-Y ustedes se darán cuenta de que no soy con quien deberían haber jugado.
-Morte an?ma! -exclamó el hechicero.
-Avada...! -comencé, pero antes de poder lanzar el malficio, sentí un dolor de mil cuchillos ardientes extenderse por todo mi cuerpo. -¡Draco! -oí gritar a Kylie a lo lejos. Incapaz de mantenerme de pie, caí, sin parar de estremecerme.
-Bien, ahora sólo queda callar a la testigo -oí decir al mago. Reuní toda la fuerza de la que fui capaz y me puse de pie.
-Ni se te ocurra tocarla -lo amenacé.
-Creo que te hace falta otra pequeña dosis de dolor, pero no malgastaré mis maleficios en ti.
De pronto sentí un fuerte dolor en mi costado y cómo mi sangre brotaba a borbotones de mi boca, manchando el suelo. Sin remedio, volví a caer.
-Vamonos. El hechizo se encargará. Ah! Casi me olvido... Obliviate!
Un resplandor blanco se reflejó en mis ojos: le habían lanzado un conjuro desmemorizante a Kylie. Poco después los oí alejarse, llevándose a Kylie con ellos. Pensando en quien me hallaría allí, tirado y herido como estaba, con toda la fuerza que me quedaba me puse de pie una última vez y me encaminé hacia el único lugar más cercano que conocía: el ministerio.
Bueno, voy a dejarlo hasta ahí... espero que les guste y porfa, como siempre, dejen reviews!!!! Besos y hasta prontito, Rose
