Hola amigas y amigos!!!! Y bien, como prometí, aquí está el capítulo 17. Es
algo corto, pero es que ni se imaginan lo ocupada que estoy: me llegó la
época de los cumpleaños de 15, y son fiestas increíbles. Estoy super
parrandera!! Pero no se preocupen, escribir es mi prioridad, ya que me
encanta. Y bien, aquí contesto algunos reviews:
J@ina: Aquí estoy amiga!!!! Sí, sé que me tomo todo el tiempo del mundo, y les pido perdón por ello, pero es que estoy a full con las fiestas!! NO te imaginas, estoy re cansada, me duermo como a las 7 u ocho de la mañana, pero son increíbles. Espero que me sepas disculpar, y espero que te guste el capi. Besos !!!
Sakura Malfoy: Holas!! Muchas gracias por leer mi fic, y me alegro muchisisísimo que te guste. Suelo tardarme en subir los capitulos, asi que seguro te darás cuenta... Pero espero que sepas disculparme. Muchas gracias y besos!!
Artemisa: Hola chia!! Ya no sé como disculparme, siento que algún día (no muy lejano) tú y todos los demás que se molestan y leen mi fic, se van a cansar de veras... Pero mientras tanto te agradezco por leerlo y por demostrarme que te gusta, y por bancarme, ya que me sube mucho el autoestima y de veras me hace muy bien para seguir. Y tú cómo estás?? Me gustaría que me contasen, para saber algo más de uds!!! Besos y hasta la prox!!
Dana_Felton: Muchas gracias por el review, amiga!! Los giros de Draco y Herm son increíbles, y ambos son muy obstinados, no? Son perfectos el uno para el otro... Te agradezco muchísimo por leer mi fic y sobre todo que te guste!! Es increíble, en mi vida pensé escribir algo y que a tantos les gustase.. Es un sueño!! Muchísimas gracias y espero que te guste el capi!!
Shiro: Hola!! Muchas gracias por el review!! Me alegro que te guste el fic, y descuida que ese momento esta más cerca de lo que te imaginas!!! Besos y cariños!! Y gracias por tus porras!
Y bien, ahora sí. El capítulo 17!!! Nunca pensé que llegaría a tanto.... MUCHAS GRACIAS!!! Y FELIZ PRIMAVERAA!!!! GRACIAS A TODOS POR SU APOYO!!!!
Capítulo 17: "Un dulce dolor"
Al fin el día había terminado. Además de haber tenido que aguantar la histeria desagradecida de Hermione, esa reunión de Aurors me había tenido atrapado toda la mañana y tarde en la oficina de Richard. Tanto apresuramiento, tantas medidas de precaución y de protección. Parece como si fuesen a atacarnos dentro de una hora. Bajé del auto, le coloqué la alarma y busqué las llaves de casa. Inmerso en todos los pensamientos generados por todo lo que me había ocurrido hoy, entré a mi casa inconscientemente; tan despistado estaba que casi olvidé cerrar la puerta. Arrojé una mirada cansada sobre la sala y sobre los cuadros de mi familia. Quise quitarme todo lo que había acumulado durante el día, así que fui a darme un baño. Permanecí bajo la ducha un buen rato y justo cuando salía, oí sonar el timbre. Rayos. ¿Quién demonios podía ser a esta hora? Rapidamente, tomé unos jeans y una remera y, con la cabeza mojada y despeinada, bajé las escaleras, al tiempo que oía sonar el timbre por segunda vez. Llegué a la entrada por fin y al girar el picaporte y abrir la puerta, no pudo creer lo que ví. Ahí estaba Hermione, parada y sosteniendo la que parecía ser mi chaqueta negra de cuero.
-Buenas... noches -dijo ella débilmente al verme.
-Hola -saludé -¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así? -inquirí al ver como me observaba algo sorprendida.
-Es que no acostumbro verte así de... sencillo.
-Bueno, es lo único que me diste tiempo a ponerme. Me estaba duchando.
-Sí, puedo verlo -dijo, con una mirada sarcástica y notando mi cabello aún húmedo.
-Bueno... ¿Vas a pasar? No sé tú, pero con este clima y como estoy me voy a agarrar una neumonía.
-Eres tan delicado... -dijo en un tono exagerado -Pero... Creo que esta vez tienes razón. Gracias.
-Siempre la tengo -añadí sonriéndome y cerrando la puerta cuando ella hubo entrado.
-Disculpa si te interrumpí, es que...
-¿Perdón? ¿Oí a Hermione Granger disculparse?
-No fastidies, Draco. Vine porque pensé que la necesitarías -dijo, levantando la chaqueta -pero seguro que no. Tú debes tener como 7 de éstas, una para cada día de la semana.
-Bueno, ya es suficiente. ¿Por qué no nos dejamos de sarcasmos e ironías y hablamos bien por una vez? Tuve un día terrible y tú no lo aligeraste si es que quieres saber.
-¿Qué tú tuviste un día terrible? Ah, entonces para mí fue fantástico despertarme y verte justo a mi lado en la cama.
-Oye, yo no estaba precisamente a tu lado. Sólo estaba en el sillón del otro extremo de tu habitación.
-Es igual -exclamó molesta.
-NO, no es igual. Ni siquiera sabes agradecerme por haberte salvado de morir congelada.
-Pero luego podrías haberte marchado.
-No sabía que te había gustado tanto. Podría hacerlo todos los noches si quieres... -dije, sin saber lo devastadora que sería su reacción.
Me miró llena de disgusto y con las mejillas coloradas de rabia. Sus ojos parecían arder.
-Diablos, ni siquiera sé que rayos hago aquí -exclamó resoplando molesta -. Ya me voy.
-No, espera Hermione -la detuve tomándola del brazo.
-Déjame ir.
-Escucha, te propongo una tregüa. Sólo por esta vez, ¿de acuerdo? Sin hostilidades.
Apacigüó su mirada y sus mejillas bajaron el tono de color. Soltándole suavemente el brazo, me alejé uno centímetros, al tiempo que ella asentía con la cabeza. Me senté en el sillón frente al que ella estaba ahora sentada, y fijé mi mirada en aquellos ojos café que lucían algo decepcionados.
-Parece que nunca nos vamos a llevar bien... -murmuró.
-Parecemos dos niños en la piel de dos personas de 22 años.
Ambos permanecimos en silencio. Parecíamos estar completamente en blanco, sin poder acotar palabra por miedo a que comenzara toda una revuelta.
-Con todo esto... había olvidado el verdadero motivo por el cual vine -dijo ella al fin.
Levanté la mirada mientras que ella tomaba nuevamente mi chaqueta y sacaba un pequeño papel del interior de uno de los bolsillos.
-Esto... se cayó de uno de los bolsillos. Creí que debías saberlo. Yo... no entendí bien lo que significa, pero pensé que tú lo entenderías mejor que yo -dijo entregándome el papel.
Lo tomé y aún más confundido que ella, lo leí. No lograba hallarle sentido, hasta que todos esos sueños e incidentes que había sufrido volvieron a mi mente. De pronto, comencé a atar cabos muy lentamente, aun sin poder comprender completamente lo que la nota decía.
-¿Estás bien? -susurró Hermione.
-Eh? -dije, volviendo al presente -sí, estoy bien. Es la primera vez que veo esto, aunque comienza a aclarar muchas cosas en mi cabeza.
-Espero que no sea nada que temer de todas formas.
-No... debe haber sido alguno en el Ministerio que no tenía nada que hacer e inventó esto. No es nada -terminé, sorpendido y extrañamente reconfortado al oir su voz que, lejos de ser como era todos los días, era calamada y casi dulce.
-Bueno... entonces creo que ya no tengo nada que hacer aquí. No te quitaré más tiempo... -dijo, poniéndose de pie.
-Tú... ¿Estás bien? -inquirí.
-Sí, claro. Aunque...
-¿Qué sucede?
-Bueno, sólo quería hacerte una última pregunta.
-Claro -dije algo temeroso.
-Disculpa si te suena grosero, pero es que hace tiempo que quiero saberlo y me ayudaría a sentirme mejor.
-Hermione, no estás bien. ¿Qué es lo que te molesta?
-Sólo... sólo quiero saber por qué te apareciste la otra noche en el pub, por qué siempre estás ahí, vigilándome, acechando a quien me invita siquiera a tomar un trago.
Sus palabras me dejaron sin aliento. Ella me había calado, mejor de lo que ni siquiera yo podría haberlo hecho. ¿Qué podía hacer? ¿Qué debía hacer? Ya no podía seguir mintiéndole. Tenía que decírselo, decirle la verdad que desde hace 5 años me carcomía por dentro. Junté todas mis fuerzas para mirarla a los ojos, esos ojos que deseaba tanto desde hace tanto tiempo. Esto era lo que debía hacer.
-Bien, voy a decírtelo.
Ella volvió a sentarse frente a mí y posó su mirada en la mía, mientras yo luchaba en mi interior por reunir valor.
-Yo... -balbuceé -. Qué rayos... no puedo caerme ahora. Tampoco puedo seguir mintiéndote. La razón por la que te hago esto, te vigilo, te fastidio, es porque... -Sus ojos parecían atravesarme. Pero no iba a rendirme ahora. No podía. -Todo esto lo hago porque... cada vez que te veo con alguien que no soy yo me acuerdo de ese día... ese día en que te lo dije todo, pero aún así permaneciste impasible. Porque cada vez que te veo en los pasillos del Ministerio, me acuerdo de cómo me sentí cuando sin pronunciar palabra sentí tu rechazo. Porque cada vez que oigo tu voz o veo tu sonrisa, recuerdo lo mucho que me costó reunir todo ese odio y ese rencor que habitaban en mí para cambiar, sólo porque sabía que era lo que tú querías. Porque cada vez que veo tus labios recuerdo cuanto los deseo míos. Porque cada vez que veo tus ojos, no puedo aguantar las ganas de decirte lo mucho que... te amo.
J@ina: Aquí estoy amiga!!!! Sí, sé que me tomo todo el tiempo del mundo, y les pido perdón por ello, pero es que estoy a full con las fiestas!! NO te imaginas, estoy re cansada, me duermo como a las 7 u ocho de la mañana, pero son increíbles. Espero que me sepas disculpar, y espero que te guste el capi. Besos !!!
Sakura Malfoy: Holas!! Muchas gracias por leer mi fic, y me alegro muchisisísimo que te guste. Suelo tardarme en subir los capitulos, asi que seguro te darás cuenta... Pero espero que sepas disculparme. Muchas gracias y besos!!
Artemisa: Hola chia!! Ya no sé como disculparme, siento que algún día (no muy lejano) tú y todos los demás que se molestan y leen mi fic, se van a cansar de veras... Pero mientras tanto te agradezco por leerlo y por demostrarme que te gusta, y por bancarme, ya que me sube mucho el autoestima y de veras me hace muy bien para seguir. Y tú cómo estás?? Me gustaría que me contasen, para saber algo más de uds!!! Besos y hasta la prox!!
Dana_Felton: Muchas gracias por el review, amiga!! Los giros de Draco y Herm son increíbles, y ambos son muy obstinados, no? Son perfectos el uno para el otro... Te agradezco muchísimo por leer mi fic y sobre todo que te guste!! Es increíble, en mi vida pensé escribir algo y que a tantos les gustase.. Es un sueño!! Muchísimas gracias y espero que te guste el capi!!
Shiro: Hola!! Muchas gracias por el review!! Me alegro que te guste el fic, y descuida que ese momento esta más cerca de lo que te imaginas!!! Besos y cariños!! Y gracias por tus porras!
Y bien, ahora sí. El capítulo 17!!! Nunca pensé que llegaría a tanto.... MUCHAS GRACIAS!!! Y FELIZ PRIMAVERAA!!!! GRACIAS A TODOS POR SU APOYO!!!!
Capítulo 17: "Un dulce dolor"
Al fin el día había terminado. Además de haber tenido que aguantar la histeria desagradecida de Hermione, esa reunión de Aurors me había tenido atrapado toda la mañana y tarde en la oficina de Richard. Tanto apresuramiento, tantas medidas de precaución y de protección. Parece como si fuesen a atacarnos dentro de una hora. Bajé del auto, le coloqué la alarma y busqué las llaves de casa. Inmerso en todos los pensamientos generados por todo lo que me había ocurrido hoy, entré a mi casa inconscientemente; tan despistado estaba que casi olvidé cerrar la puerta. Arrojé una mirada cansada sobre la sala y sobre los cuadros de mi familia. Quise quitarme todo lo que había acumulado durante el día, así que fui a darme un baño. Permanecí bajo la ducha un buen rato y justo cuando salía, oí sonar el timbre. Rayos. ¿Quién demonios podía ser a esta hora? Rapidamente, tomé unos jeans y una remera y, con la cabeza mojada y despeinada, bajé las escaleras, al tiempo que oía sonar el timbre por segunda vez. Llegué a la entrada por fin y al girar el picaporte y abrir la puerta, no pudo creer lo que ví. Ahí estaba Hermione, parada y sosteniendo la que parecía ser mi chaqueta negra de cuero.
-Buenas... noches -dijo ella débilmente al verme.
-Hola -saludé -¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así? -inquirí al ver como me observaba algo sorprendida.
-Es que no acostumbro verte así de... sencillo.
-Bueno, es lo único que me diste tiempo a ponerme. Me estaba duchando.
-Sí, puedo verlo -dijo, con una mirada sarcástica y notando mi cabello aún húmedo.
-Bueno... ¿Vas a pasar? No sé tú, pero con este clima y como estoy me voy a agarrar una neumonía.
-Eres tan delicado... -dijo en un tono exagerado -Pero... Creo que esta vez tienes razón. Gracias.
-Siempre la tengo -añadí sonriéndome y cerrando la puerta cuando ella hubo entrado.
-Disculpa si te interrumpí, es que...
-¿Perdón? ¿Oí a Hermione Granger disculparse?
-No fastidies, Draco. Vine porque pensé que la necesitarías -dijo, levantando la chaqueta -pero seguro que no. Tú debes tener como 7 de éstas, una para cada día de la semana.
-Bueno, ya es suficiente. ¿Por qué no nos dejamos de sarcasmos e ironías y hablamos bien por una vez? Tuve un día terrible y tú no lo aligeraste si es que quieres saber.
-¿Qué tú tuviste un día terrible? Ah, entonces para mí fue fantástico despertarme y verte justo a mi lado en la cama.
-Oye, yo no estaba precisamente a tu lado. Sólo estaba en el sillón del otro extremo de tu habitación.
-Es igual -exclamó molesta.
-NO, no es igual. Ni siquiera sabes agradecerme por haberte salvado de morir congelada.
-Pero luego podrías haberte marchado.
-No sabía que te había gustado tanto. Podría hacerlo todos los noches si quieres... -dije, sin saber lo devastadora que sería su reacción.
Me miró llena de disgusto y con las mejillas coloradas de rabia. Sus ojos parecían arder.
-Diablos, ni siquiera sé que rayos hago aquí -exclamó resoplando molesta -. Ya me voy.
-No, espera Hermione -la detuve tomándola del brazo.
-Déjame ir.
-Escucha, te propongo una tregüa. Sólo por esta vez, ¿de acuerdo? Sin hostilidades.
Apacigüó su mirada y sus mejillas bajaron el tono de color. Soltándole suavemente el brazo, me alejé uno centímetros, al tiempo que ella asentía con la cabeza. Me senté en el sillón frente al que ella estaba ahora sentada, y fijé mi mirada en aquellos ojos café que lucían algo decepcionados.
-Parece que nunca nos vamos a llevar bien... -murmuró.
-Parecemos dos niños en la piel de dos personas de 22 años.
Ambos permanecimos en silencio. Parecíamos estar completamente en blanco, sin poder acotar palabra por miedo a que comenzara toda una revuelta.
-Con todo esto... había olvidado el verdadero motivo por el cual vine -dijo ella al fin.
Levanté la mirada mientras que ella tomaba nuevamente mi chaqueta y sacaba un pequeño papel del interior de uno de los bolsillos.
-Esto... se cayó de uno de los bolsillos. Creí que debías saberlo. Yo... no entendí bien lo que significa, pero pensé que tú lo entenderías mejor que yo -dijo entregándome el papel.
Lo tomé y aún más confundido que ella, lo leí. No lograba hallarle sentido, hasta que todos esos sueños e incidentes que había sufrido volvieron a mi mente. De pronto, comencé a atar cabos muy lentamente, aun sin poder comprender completamente lo que la nota decía.
-¿Estás bien? -susurró Hermione.
-Eh? -dije, volviendo al presente -sí, estoy bien. Es la primera vez que veo esto, aunque comienza a aclarar muchas cosas en mi cabeza.
-Espero que no sea nada que temer de todas formas.
-No... debe haber sido alguno en el Ministerio que no tenía nada que hacer e inventó esto. No es nada -terminé, sorpendido y extrañamente reconfortado al oir su voz que, lejos de ser como era todos los días, era calamada y casi dulce.
-Bueno... entonces creo que ya no tengo nada que hacer aquí. No te quitaré más tiempo... -dijo, poniéndose de pie.
-Tú... ¿Estás bien? -inquirí.
-Sí, claro. Aunque...
-¿Qué sucede?
-Bueno, sólo quería hacerte una última pregunta.
-Claro -dije algo temeroso.
-Disculpa si te suena grosero, pero es que hace tiempo que quiero saberlo y me ayudaría a sentirme mejor.
-Hermione, no estás bien. ¿Qué es lo que te molesta?
-Sólo... sólo quiero saber por qué te apareciste la otra noche en el pub, por qué siempre estás ahí, vigilándome, acechando a quien me invita siquiera a tomar un trago.
Sus palabras me dejaron sin aliento. Ella me había calado, mejor de lo que ni siquiera yo podría haberlo hecho. ¿Qué podía hacer? ¿Qué debía hacer? Ya no podía seguir mintiéndole. Tenía que decírselo, decirle la verdad que desde hace 5 años me carcomía por dentro. Junté todas mis fuerzas para mirarla a los ojos, esos ojos que deseaba tanto desde hace tanto tiempo. Esto era lo que debía hacer.
-Bien, voy a decírtelo.
Ella volvió a sentarse frente a mí y posó su mirada en la mía, mientras yo luchaba en mi interior por reunir valor.
-Yo... -balbuceé -. Qué rayos... no puedo caerme ahora. Tampoco puedo seguir mintiéndote. La razón por la que te hago esto, te vigilo, te fastidio, es porque... -Sus ojos parecían atravesarme. Pero no iba a rendirme ahora. No podía. -Todo esto lo hago porque... cada vez que te veo con alguien que no soy yo me acuerdo de ese día... ese día en que te lo dije todo, pero aún así permaneciste impasible. Porque cada vez que te veo en los pasillos del Ministerio, me acuerdo de cómo me sentí cuando sin pronunciar palabra sentí tu rechazo. Porque cada vez que oigo tu voz o veo tu sonrisa, recuerdo lo mucho que me costó reunir todo ese odio y ese rencor que habitaban en mí para cambiar, sólo porque sabía que era lo que tú querías. Porque cada vez que veo tus labios recuerdo cuanto los deseo míos. Porque cada vez que veo tus ojos, no puedo aguantar las ganas de decirte lo mucho que... te amo.
