****Hola!!**** Sí, soy yo despues de un billón de años!! Espero que no
hayan pensado que abandoné la historia, faltando tan poco para que llegue a
su fin!! NO claro, que no... Tendrán que seguir soportándome hasta el
final! Bueno, quería disculparme, ya que he comenzado las clases y casi no
tengo tiempo para nada, ya que ahora voy a la tarde. Bueno, antes de que
comiencen a leer el capi, lo he dividido en dos partes para que no se haga
tan pesado y para dejarlos con intriga extra! Aquí contesto algunos
reviews:
Artemisa2: Hola !! Tanto tiempo verdad? Bueno, muchas gracias por tu review, me alegra muchyo que te haya gustado la parte de la rosa, pense que sería algo bueno para ponerle un poco más de peligro a la situación!! Muchas gracias por leer mi fic y espero que este capi tb te guste! Besos!
J@ina: Hola amigaa!! Por fin vuelvo, y con un nuevo capi además!! A mi también me gustó mucho hablar contigo por msn, tú tb eres una de mis autoras favoritas, y eso no es bromaa!! Espero que no te hayas cansado d eesperar, espero que este capi vakga la pena y la espera, ya que a mi me costó mucho darle vida! Espero que te guste y nos vemosss!!! Saludos!!
Ange: Muchísimas gracias por tus elogios, la verdad, no creo que sea tan buena escribiendo, pero me alegra mucho que a alguien le agrade! Espero que este te guste tb y perdon por la espera! Saludos!
luna_wood: Holaa!! Muchas gracias por tu review! Angel es un personaje que a mi tb me gusta mucho, aunque sufrira un poquitin por nuestra amiga Hermione... En fin, la rosa sí que será algo de que preocuparse, pero ya veremos como Hermione se libra de ella... No puedo decir más!! Muchas gracias por leer y hasta pronto!
Erika Azakura Malfoy : Buenas! Me alegra muchio que te haya gustado el último capitulo, a mi me pareció que le faltó algo, pero parece que estuvo bien! Sí, Hermione de verás se armó de valor para confesar su amor por Draco, a pesar de que luego él le enviarala rosa y oscureciera todo el panorama... Bueno, espero que este capi tb te guste !! Besos y hasta luego!
MUCHAS GRACIAS A TOD@S!! De verdad que han hecho uno de mis sueños realidad nunca crei que pasaría los 20 reviews y ahora gracias a uds tengo 113!! Les agradezco que hayan apoyado mi fic, ha sido algo muy importante para mi. Este capi es algo corto, pero es que al dividirlo, la segunda parte me quedó más grande que esta, así que el prox (que estará en dos o tres días, no desesperen!) será más largo. Nos vemos y... que lo disfruten!
*********************
************
******
Capítulo 24, primera parte: "Enmiendas"
Gris. Gris, como las primeras nubes plomizas del otoño. Gris, como las paredes marchitas de una habitación despojada de toda pasión. Gris, como la vida de alguien que no conoce el amor. Gris, como los ojos de un joven sin calor alguno en el corazón. Un joven que, en un tiempo no muy lejano, descubrió la felicidad de las manos de una muchacha que no eran las que ahora recorrían su pecho con deseo.
-¿En qué piensas? –preguntó, con voz trémula. El muchacho no contestó. –Yo sé lo que te pasa. Estás furioso por no haber matado a esa sangre sucia. Pero créeme, no estás más molesto que yo. –terminó duramente, deslizando con rencor sus finos y pálidos falanges hasta quitarlos del fuerte y esbelto torso del rubio. –No sé por qué no lo haces y ya. Me estoy empezando a cansar de tu actitud, amor...
-¿Quieres callarte? –masculló él cortante.
-Ellos no tardarán en encontrarte. Y si tú caes, todos lo haremos –le recordó ella, tratando en vano de hacerlo recapacitar. –Pero en vez de preocuparte por ello, la visitas por las noches y le dejas rosas negras de regalo, en lugar de asesinarla de una buena vez. Creo que te has olvidado de lo que esas rosas significan...
-Creo que deberías empezar a usar la otra mitad de tu cerebro para variar, Pansy –replicó. –¿Crees que si no supiera lo que esas flores implican le hubiera dejado una? YO no soy como tú ni como ninguna de las inmundas ratas a las que te gusta manipular. A mi no me gusta matar sin una buena batalla. Quiero ver en sus aterrados ojos el dolor de morir por mis propias manos. Quiero verlos desangrase y caer ante mi, y completar con honor la tarea que mis padres y el Señor Oscuro me encomendaron. Quiero que sufran y quiero verlo con mis propios ojos –sentenció, en tono soñador aunque impregnando de odio cada palabra –Y quiero que estén listos para ello; por eso dejé la rosa. Porque sé que defenderán a esa jodida sangre impura con sus vidas, y porque sé que ella se sacrificará por sus amigos. Quiero que ella sea la primera.
Una sonrisa macabra aunque satisfecha se dibujó en el rostro de Pansy. Draco siguió sin desviar su mirada del horizonte, el cual comenzaba a brillar con los primeros destellos del alba.
-No puedo esperar... –susurró ansiosa.
-No habrá que esperar demasiado –corrigió. –Pero ya es hora de que hagas algo además de manosearme. Prepáralos. Porque esta será la batalla que nos colocará de nuevo junto a Lord Voldemort.
-Tú eres quien debería prepararnos. A todos.
-Yo tengo cosas más importantes que hacer. Y debo empezar cuanto antes.
Sus ojos brillaron intensamente al vaticinar lo que sería para él la caída del muchacho que arruinó los planes de su maestro y sus padres. Sí, esta sería la venganza más dulce que alguna vez saborearía; y los haría sufrir de a poco, tal y como a él le gustaba.
**************
***********
*******
****
**
Las ventanas de la habitación estaban abiertas de par en par, aunque el lugar estaba solamente iluminado por los débiles y escasos destellos de sol que lograban con mucha dificultad a través del cielo completamente cubierto de nubes que, aunque no amenazaba tormenta, no parecía querer dejar que el astro rey mostrara su rostro sobre el Ministerio. Un colchón de bucles color caramelo se extendía a lo largo de un escritorio que se mostraba vacío, excepto por un velador y una hermosa aunque mortal rosa negra que desacansaba a un lado de la cascada de rizos.
Hermione alzó su rostro, que yacía oculto bajo su castaña cabellera y ladeado sobre sus brazos entrecruzados. Sus ojos abatidos habían perdido el brillo y el calor que día a día irradiaban, y los párpados cansados apagaban aún más aquella dulce mirada. Se hallaba hundida y atrapada en las penumbras de su mente y corazón, y nada parecía poder sacarla de aquella incertidumbre. Por fin había confesado todo acerca del amor que sentía por Draco y que él... solía sentir por ella. Toda la verdad había sido dicha, aunque el dolor que la Gryffindor sufría no provenía de ello como lo había presentido; sino del hecho de que todos sus seres amados estaban en peligro y sus vidas pendían de cada uno de los ya escasos pétalos que aún poseía la delicada flor.
Debería de preocuparle muho más la ínfima cantidad remanente, ya que con el último se iría su propia vida, pero ella siempre la habí arriesgado por, para y junto a sus dos mejores amigos, sus hermanos. Siempre había sido así y no abandonaría la costumbre. Por eso, no iba dejarse matar tan fácilmente, porque si de esa manera fuese, entonces Harry y Ron la habían protegido y salvado en vano todo este tiempo. No, ella iba a dar batalla; la mejor de toda su vida.
Justo cuando se levantaba de su asiento, un toquido resonó en la puerta de su despacho.
-Pase –exclamó ella, acomodándose el cabello detrás de su oreja.
-Permiso... –susurró un muchacho de ojos pardos.
-Angel –sonrió ella saludándolo –ven, pasa.
-¿Estabas ocupada?
-No, para nada... ¿Qué te trae por aquí?
-Bueno... Hermione yo... no pude evitar oir lo que Harry, Ron y tú hablaron hace unos momentos... pasaba por la oficina...
La mirada de la Gryffindor se tornó melancólica al recordar la conversación. Se obligó a alzarla nuevamente hacia los pardos ojos del morocho.
-Entonces... ya sabes qué era lo que me atromentaba en mi interior...
-Yo no tenía idea... lo siento.
-No te disculpes, tú... me ayudaste a ver que ya no podía seguir ocultándolo.
-Creo... que lo que te obligó a hacerlo fue otra cosa –alegó, dirigiendo su mirada a la siniestra rosa en el escritorio.
-No puedo dejar que mis seres queridos mueran por un viejo dolor que no me deja en paz. Ya era hora de decirlo.
-¿Tienen alguna idea acerca de dónde pueda estar Malfoy? –inquirió.
-No... Pero no tardará en aparecer.. Ya quedan muy pocos... –murmuró, observando los pétalos que aún sostenía la rosa.
-¿Estás bien? Quiero decir, sé por lo que estás pasando, pero...
-Estoy bien –lo interrumpió, sin despegar la mirada de la flor –sí, creo... que estaré bien.
-Tú... ¿Lo amabas? –susurró cuidando sus palabras.
Ella no dijo nada. Alzó la vista y Angel no necesitó oir una respuesta. Calló por unos momentos. Vio el modo en el que Hermione observaba la rosa y supo que aquello no era lo único que la molestaba.
-Eres fuerte, Hermione –acotó. –Puedo verlo. Pero hay algo más que te incomoda, ¿verdad?
Oyó las palabras del joven y en su mente su sueño comenzaba a repetirse. Nada había mencionado acerca de ello a sus amigos, pues estaba segura de que no tenía la más mínima importancia, pero no había recordado la última parte de él. El libro, el libro azabache al final del sendero y la inscripción en latín. No creía que aquel sueño pudiera tener alguna relación con lo que ocurría, pero tal vez Angel supiera algo.
-Bueno yo... –comenzó. –Tuve un sueño. Suena tonto, pero fue tan real...
-Cuéntame –pidió él gentilmente, tomando asiento frente a ella, quien había vuelto a sentarse en su sillón, quedando así ambas miradas conectadas.
-Fue realmente extraño, aún no puedo encontrarle un sentido... –parpadeó confundida. –Había un paisaje, el cielo... fue lo más parecido al infierno que vi en toda mi vida...
-¿Sólo había cielo? –inquirió Angel con curiosidad.
-No –corrigió ella –también había un sendero. Un sendero interminable y cubierto de pétalos de rosa.
-¿Negras?
-No, rojas. Yo... soñé que lo recorría descalza y al cabo de unos pasos, Harry y Ron aparecían, pero no en el camino, sino fuera de él. ellos no me notaban, pero cuando me salí del sendero... Todo el paisaje desapareció y ellos me vieron... Descubrí que había retrocedido en el tiempo y había viajado hasta un lejano día hacía al menos cinco años atrás. Un día que quedó grabado en mi mente por siempre debido a lo que en él viví... –miró en sus ojos pardos, los cuales le devolvían una mirada atenta y algo curiosa. –Luego... el sendero volvió a aparecer bajo mis pies y después de dar algunos pasos, aquello volvió a repetirse... Sólo que esa vez era un día diferente y no se trataba de Harry ni de Ron... era Malfoy.
Angel oyó cada palabra de la castaña y meditó aquel enigma. Le pareció haber escuchado o vivido aquel sueño antes; alguna vez, alguien le había explicado su significado, pero ahora su mente parecía estar jugándole una mala pasada y se esforzaba por recordar.
-Es una tontería, no te preocupes –dijo ella, moviendo la cabeza hacia los lados. –Tal vez tenga demasiadas cosas en la mente...
-No, espera... –pidió él, concentrándose –dijiste que volviste a vivir hechos de tu vida que no fueron para nada habituales, verdad?
-Sí...
-Tú... ¿Rehiciste decisiones que deseabas pode repetir y corregir?
Ella lo miró desconcertada.
-Sí, así fue, pero...
-El sendero del recuerdo latente.
-¿Qué?
-El sendero del recuerdo latente –repitió, más claramente. –Es como una segunda oportunidad. Si no me equivoco, reviviste momentos que yacían guardados en lo más profundo de tu corazón y tu mente, y tuviste la oportunidad de rehacer tus acciones.
-Sí, así es... –replicó ella entendiendo –lo hice, pero aún no entiendo las rosas y el cielo tan extraño y siniestro...
-El cielo que viste representa algo así como el infierno que cada uno de nosostros contruimos en nuestro interior. Todas las culpas, los reproches, los miedos y el dolor que llevas adentro, materializados en aquel cielo cambiante y horrible. Por eso, tú lo viste como lo que es: tu propio infierno, el cual trataba de vencerte, amilanarte, pero al parecer, lo superaste –sonrió ampliamente, como felicitándola. –En cuanto a las rosas, no estoy muy seguro. El sendero cambia con cada uno. Suelen ser espinas...
-Bueno... por lo menos ahora comprendo el por qué de ello... –esbozó una pequeña sonrisa.
-Es extraño... si sorteas tus propios miedos y rehaces tus acciones a lo largo del camino, se supone que debería concederte alguna especie de premio.
-¿Cómo qué?
-No lo sé... algo relacionado con tu más fuerte anhelo.
-Aguarda... Sí hay algo más –recapacitó –Un libro.
-¿Un libro? –iteró confundido.
-Sí. En un sector del sendero un libro color azabache y muy antiguo apareció. Cuando lo abrí la primera vez, estaba completamente en blanco, pero luego una leyenda comenzo a brillar en la mitad del volumen. "De ille interioris devorare".
-"De ille interioris devorare" –repitió él, perplejo.
-"Desde el interior te devora" –tradujo ella al mismo tiempo. –Es latín.
-Vaya... –exclamó él desconcertado -¿Tienes idea de lo que pueda significar?
-Ni la más pálida –aclaró, mordiéndose el labio. –Pero pienso averigüarlo –Terminó, poniéndose de pie con decisión y dirigiéndose hacia el umbral de la habitación.
-¿A dónde vas? –preguntó Angel sorprendido.
-A buscar ese libro –se le oyó decir antes de que despareciera por la puerta.
* ******************** * * *********** *
//**************************//
*******// RoSe 2004 //*******
//*************************//
Artemisa2: Hola !! Tanto tiempo verdad? Bueno, muchas gracias por tu review, me alegra muchyo que te haya gustado la parte de la rosa, pense que sería algo bueno para ponerle un poco más de peligro a la situación!! Muchas gracias por leer mi fic y espero que este capi tb te guste! Besos!
J@ina: Hola amigaa!! Por fin vuelvo, y con un nuevo capi además!! A mi también me gustó mucho hablar contigo por msn, tú tb eres una de mis autoras favoritas, y eso no es bromaa!! Espero que no te hayas cansado d eesperar, espero que este capi vakga la pena y la espera, ya que a mi me costó mucho darle vida! Espero que te guste y nos vemosss!!! Saludos!!
Ange: Muchísimas gracias por tus elogios, la verdad, no creo que sea tan buena escribiendo, pero me alegra mucho que a alguien le agrade! Espero que este te guste tb y perdon por la espera! Saludos!
luna_wood: Holaa!! Muchas gracias por tu review! Angel es un personaje que a mi tb me gusta mucho, aunque sufrira un poquitin por nuestra amiga Hermione... En fin, la rosa sí que será algo de que preocuparse, pero ya veremos como Hermione se libra de ella... No puedo decir más!! Muchas gracias por leer y hasta pronto!
Erika Azakura Malfoy : Buenas! Me alegra muchio que te haya gustado el último capitulo, a mi me pareció que le faltó algo, pero parece que estuvo bien! Sí, Hermione de verás se armó de valor para confesar su amor por Draco, a pesar de que luego él le enviarala rosa y oscureciera todo el panorama... Bueno, espero que este capi tb te guste !! Besos y hasta luego!
MUCHAS GRACIAS A TOD@S!! De verdad que han hecho uno de mis sueños realidad nunca crei que pasaría los 20 reviews y ahora gracias a uds tengo 113!! Les agradezco que hayan apoyado mi fic, ha sido algo muy importante para mi. Este capi es algo corto, pero es que al dividirlo, la segunda parte me quedó más grande que esta, así que el prox (que estará en dos o tres días, no desesperen!) será más largo. Nos vemos y... que lo disfruten!
*********************
************
******
Capítulo 24, primera parte: "Enmiendas"
Gris. Gris, como las primeras nubes plomizas del otoño. Gris, como las paredes marchitas de una habitación despojada de toda pasión. Gris, como la vida de alguien que no conoce el amor. Gris, como los ojos de un joven sin calor alguno en el corazón. Un joven que, en un tiempo no muy lejano, descubrió la felicidad de las manos de una muchacha que no eran las que ahora recorrían su pecho con deseo.
-¿En qué piensas? –preguntó, con voz trémula. El muchacho no contestó. –Yo sé lo que te pasa. Estás furioso por no haber matado a esa sangre sucia. Pero créeme, no estás más molesto que yo. –terminó duramente, deslizando con rencor sus finos y pálidos falanges hasta quitarlos del fuerte y esbelto torso del rubio. –No sé por qué no lo haces y ya. Me estoy empezando a cansar de tu actitud, amor...
-¿Quieres callarte? –masculló él cortante.
-Ellos no tardarán en encontrarte. Y si tú caes, todos lo haremos –le recordó ella, tratando en vano de hacerlo recapacitar. –Pero en vez de preocuparte por ello, la visitas por las noches y le dejas rosas negras de regalo, en lugar de asesinarla de una buena vez. Creo que te has olvidado de lo que esas rosas significan...
-Creo que deberías empezar a usar la otra mitad de tu cerebro para variar, Pansy –replicó. –¿Crees que si no supiera lo que esas flores implican le hubiera dejado una? YO no soy como tú ni como ninguna de las inmundas ratas a las que te gusta manipular. A mi no me gusta matar sin una buena batalla. Quiero ver en sus aterrados ojos el dolor de morir por mis propias manos. Quiero verlos desangrase y caer ante mi, y completar con honor la tarea que mis padres y el Señor Oscuro me encomendaron. Quiero que sufran y quiero verlo con mis propios ojos –sentenció, en tono soñador aunque impregnando de odio cada palabra –Y quiero que estén listos para ello; por eso dejé la rosa. Porque sé que defenderán a esa jodida sangre impura con sus vidas, y porque sé que ella se sacrificará por sus amigos. Quiero que ella sea la primera.
Una sonrisa macabra aunque satisfecha se dibujó en el rostro de Pansy. Draco siguió sin desviar su mirada del horizonte, el cual comenzaba a brillar con los primeros destellos del alba.
-No puedo esperar... –susurró ansiosa.
-No habrá que esperar demasiado –corrigió. –Pero ya es hora de que hagas algo además de manosearme. Prepáralos. Porque esta será la batalla que nos colocará de nuevo junto a Lord Voldemort.
-Tú eres quien debería prepararnos. A todos.
-Yo tengo cosas más importantes que hacer. Y debo empezar cuanto antes.
Sus ojos brillaron intensamente al vaticinar lo que sería para él la caída del muchacho que arruinó los planes de su maestro y sus padres. Sí, esta sería la venganza más dulce que alguna vez saborearía; y los haría sufrir de a poco, tal y como a él le gustaba.
**************
***********
*******
****
**
Las ventanas de la habitación estaban abiertas de par en par, aunque el lugar estaba solamente iluminado por los débiles y escasos destellos de sol que lograban con mucha dificultad a través del cielo completamente cubierto de nubes que, aunque no amenazaba tormenta, no parecía querer dejar que el astro rey mostrara su rostro sobre el Ministerio. Un colchón de bucles color caramelo se extendía a lo largo de un escritorio que se mostraba vacío, excepto por un velador y una hermosa aunque mortal rosa negra que desacansaba a un lado de la cascada de rizos.
Hermione alzó su rostro, que yacía oculto bajo su castaña cabellera y ladeado sobre sus brazos entrecruzados. Sus ojos abatidos habían perdido el brillo y el calor que día a día irradiaban, y los párpados cansados apagaban aún más aquella dulce mirada. Se hallaba hundida y atrapada en las penumbras de su mente y corazón, y nada parecía poder sacarla de aquella incertidumbre. Por fin había confesado todo acerca del amor que sentía por Draco y que él... solía sentir por ella. Toda la verdad había sido dicha, aunque el dolor que la Gryffindor sufría no provenía de ello como lo había presentido; sino del hecho de que todos sus seres amados estaban en peligro y sus vidas pendían de cada uno de los ya escasos pétalos que aún poseía la delicada flor.
Debería de preocuparle muho más la ínfima cantidad remanente, ya que con el último se iría su propia vida, pero ella siempre la habí arriesgado por, para y junto a sus dos mejores amigos, sus hermanos. Siempre había sido así y no abandonaría la costumbre. Por eso, no iba dejarse matar tan fácilmente, porque si de esa manera fuese, entonces Harry y Ron la habían protegido y salvado en vano todo este tiempo. No, ella iba a dar batalla; la mejor de toda su vida.
Justo cuando se levantaba de su asiento, un toquido resonó en la puerta de su despacho.
-Pase –exclamó ella, acomodándose el cabello detrás de su oreja.
-Permiso... –susurró un muchacho de ojos pardos.
-Angel –sonrió ella saludándolo –ven, pasa.
-¿Estabas ocupada?
-No, para nada... ¿Qué te trae por aquí?
-Bueno... Hermione yo... no pude evitar oir lo que Harry, Ron y tú hablaron hace unos momentos... pasaba por la oficina...
La mirada de la Gryffindor se tornó melancólica al recordar la conversación. Se obligó a alzarla nuevamente hacia los pardos ojos del morocho.
-Entonces... ya sabes qué era lo que me atromentaba en mi interior...
-Yo no tenía idea... lo siento.
-No te disculpes, tú... me ayudaste a ver que ya no podía seguir ocultándolo.
-Creo... que lo que te obligó a hacerlo fue otra cosa –alegó, dirigiendo su mirada a la siniestra rosa en el escritorio.
-No puedo dejar que mis seres queridos mueran por un viejo dolor que no me deja en paz. Ya era hora de decirlo.
-¿Tienen alguna idea acerca de dónde pueda estar Malfoy? –inquirió.
-No... Pero no tardará en aparecer.. Ya quedan muy pocos... –murmuró, observando los pétalos que aún sostenía la rosa.
-¿Estás bien? Quiero decir, sé por lo que estás pasando, pero...
-Estoy bien –lo interrumpió, sin despegar la mirada de la flor –sí, creo... que estaré bien.
-Tú... ¿Lo amabas? –susurró cuidando sus palabras.
Ella no dijo nada. Alzó la vista y Angel no necesitó oir una respuesta. Calló por unos momentos. Vio el modo en el que Hermione observaba la rosa y supo que aquello no era lo único que la molestaba.
-Eres fuerte, Hermione –acotó. –Puedo verlo. Pero hay algo más que te incomoda, ¿verdad?
Oyó las palabras del joven y en su mente su sueño comenzaba a repetirse. Nada había mencionado acerca de ello a sus amigos, pues estaba segura de que no tenía la más mínima importancia, pero no había recordado la última parte de él. El libro, el libro azabache al final del sendero y la inscripción en latín. No creía que aquel sueño pudiera tener alguna relación con lo que ocurría, pero tal vez Angel supiera algo.
-Bueno yo... –comenzó. –Tuve un sueño. Suena tonto, pero fue tan real...
-Cuéntame –pidió él gentilmente, tomando asiento frente a ella, quien había vuelto a sentarse en su sillón, quedando así ambas miradas conectadas.
-Fue realmente extraño, aún no puedo encontrarle un sentido... –parpadeó confundida. –Había un paisaje, el cielo... fue lo más parecido al infierno que vi en toda mi vida...
-¿Sólo había cielo? –inquirió Angel con curiosidad.
-No –corrigió ella –también había un sendero. Un sendero interminable y cubierto de pétalos de rosa.
-¿Negras?
-No, rojas. Yo... soñé que lo recorría descalza y al cabo de unos pasos, Harry y Ron aparecían, pero no en el camino, sino fuera de él. ellos no me notaban, pero cuando me salí del sendero... Todo el paisaje desapareció y ellos me vieron... Descubrí que había retrocedido en el tiempo y había viajado hasta un lejano día hacía al menos cinco años atrás. Un día que quedó grabado en mi mente por siempre debido a lo que en él viví... –miró en sus ojos pardos, los cuales le devolvían una mirada atenta y algo curiosa. –Luego... el sendero volvió a aparecer bajo mis pies y después de dar algunos pasos, aquello volvió a repetirse... Sólo que esa vez era un día diferente y no se trataba de Harry ni de Ron... era Malfoy.
Angel oyó cada palabra de la castaña y meditó aquel enigma. Le pareció haber escuchado o vivido aquel sueño antes; alguna vez, alguien le había explicado su significado, pero ahora su mente parecía estar jugándole una mala pasada y se esforzaba por recordar.
-Es una tontería, no te preocupes –dijo ella, moviendo la cabeza hacia los lados. –Tal vez tenga demasiadas cosas en la mente...
-No, espera... –pidió él, concentrándose –dijiste que volviste a vivir hechos de tu vida que no fueron para nada habituales, verdad?
-Sí...
-Tú... ¿Rehiciste decisiones que deseabas pode repetir y corregir?
Ella lo miró desconcertada.
-Sí, así fue, pero...
-El sendero del recuerdo latente.
-¿Qué?
-El sendero del recuerdo latente –repitió, más claramente. –Es como una segunda oportunidad. Si no me equivoco, reviviste momentos que yacían guardados en lo más profundo de tu corazón y tu mente, y tuviste la oportunidad de rehacer tus acciones.
-Sí, así es... –replicó ella entendiendo –lo hice, pero aún no entiendo las rosas y el cielo tan extraño y siniestro...
-El cielo que viste representa algo así como el infierno que cada uno de nosostros contruimos en nuestro interior. Todas las culpas, los reproches, los miedos y el dolor que llevas adentro, materializados en aquel cielo cambiante y horrible. Por eso, tú lo viste como lo que es: tu propio infierno, el cual trataba de vencerte, amilanarte, pero al parecer, lo superaste –sonrió ampliamente, como felicitándola. –En cuanto a las rosas, no estoy muy seguro. El sendero cambia con cada uno. Suelen ser espinas...
-Bueno... por lo menos ahora comprendo el por qué de ello... –esbozó una pequeña sonrisa.
-Es extraño... si sorteas tus propios miedos y rehaces tus acciones a lo largo del camino, se supone que debería concederte alguna especie de premio.
-¿Cómo qué?
-No lo sé... algo relacionado con tu más fuerte anhelo.
-Aguarda... Sí hay algo más –recapacitó –Un libro.
-¿Un libro? –iteró confundido.
-Sí. En un sector del sendero un libro color azabache y muy antiguo apareció. Cuando lo abrí la primera vez, estaba completamente en blanco, pero luego una leyenda comenzo a brillar en la mitad del volumen. "De ille interioris devorare".
-"De ille interioris devorare" –repitió él, perplejo.
-"Desde el interior te devora" –tradujo ella al mismo tiempo. –Es latín.
-Vaya... –exclamó él desconcertado -¿Tienes idea de lo que pueda significar?
-Ni la más pálida –aclaró, mordiéndose el labio. –Pero pienso averigüarlo –Terminó, poniéndose de pie con decisión y dirigiéndose hacia el umbral de la habitación.
-¿A dónde vas? –preguntó Angel sorprendido.
-A buscar ese libro –se le oyó decir antes de que despareciera por la puerta.
* ******************** * * *********** *
//**************************//
*******// RoSe 2004 //*******
//*************************//
