Capítulo 3. Yo te odio.
En algún lugar de la Selva Negra.
El equipo del Bayern Munich tendría un retiro en un grupo de cabañas cercanas a un lago localizado en algún punto de la Selva Negra. Supuestamente, el verdadero motivo del retiro era que los jugadores se relajaran antes del comienzo de la Champions League, aunque todos sabían que únicamente iban para ver quien terminaba enredado con quien, pues muy cerca de las cabañas del equipo había una pequeña residencia de descanso para señoritas.
Wakabayashi, sin embargo, lo único que quería era olvidarse del mundo por un rato, sobre todo, quería olvidarse de la existencia de Lily Del Valle. Cada vez que pensaba en ella la exasperación lo invadía, al principio porque, según él, la detestaba con todas sus fuerzas, y después porque por más que lo intentaba no conseguía sacársela de la cabeza.
Lo que Genzo no sabía era que Lily había tomado la misma decisión que él, o sea, irse a un lugar apartado para olvidarse del planeta. Una conocida le había hablado de la residencia para señoritas que tenía una tía en la Selva Negra, y le dijo que era un lugar tranquilo y apartado, perfecto para relajarse y practicar sus clases de canto sin interrupciones, cosa que a Lily le encantó. Sin embargo, ella tampoco sabía que la situación de la cual venía huyendo la alcanzaría allá.
Lily salió a caminar a las orillas del lago, con el fin de tomar un poco de ese aire tan puro y fresco. Estaba algo distraída, de manera que no se fijó que se estaba acercando a alguien que estaba haciendo ejercicio, alguien que estaba tan distraído como ella...
Wakabayashi practicaba una rutina de entrenamiento, aunque su mente estaba ausente; tan era así que no se fijó en que Lily se acercaba por detrás. De pronto, durante un ejercicio de movimientos bruscos con los brazos, Genzo golpeó a Lily en un hombro, derribándola al suelo.
¡Oh, perdóneme señorita! Yo... .- comenzó a decir Genzo, pero se detuvo al ver de quién se trataba.
¡Idiota, lo hiciste a propósito!.- gritó Lily, indignada, al tiempo que se levantaba.
¡Fíjate por donde caminas!.- gritó Genzo.
¡Fíjate en lo que haces!
¡Yo no hice nada! ¡Fue tu culpa! ¿Qué no te fijas por donde andas o qué?
¡Eres un estúpido! ¿Y qué demonios estás haciendo tú aquí?
¡Eso mismo debería de preguntarte yo! ¿Qué no deberías estar practicando tus lecciones de canto en Munich?
¿Y qué tú no deberías estar en tu entrenamiento de fútbol?
¡Estoy en un retiro!
¡Pues igual yo!
No tengo por qué aguantarte. Nuestros albergues están divididos por una cerca muy grande.
Así es. No tenemos por qué vernos, además de que este sitio es enorme.
Exactamente, así no tendré que toparme contigo a cada rato. Estaré entrenando solo, en este sitio del lago.
Y yo practicaré en el lado opuesto.
Perfecto.- dijo Genzo.
Perfecto.- dijo Lily.
Ambos se miraron con rabia por unos instantes, antes de que el recuerdo del beso que se habían dado los invadiera. Lily, sin decir nada más, se alejó bruscamente por donde venía. Wakabayashi la miró irse, un tanto exasperado.
¡No es posible, no es posible!.- gritó Lily, cuando regresó a su albergue.- ¿Qué hace ese tarado aquí?
¿Qué ocurre?.- preguntó Rory, su compañera de habitación.
¡Pues que me vine a este sitio para no toparme con el idiota de Genzo Wakabayashi y resulta que él también está aquí!
¿Qué? ¿Genzo Wakabayashi está aquí? ¿Y se vino solo o con todo el Bayern Munich?.- preguntó Rory, al tiempo que se asomaba por la ventana, muy emocionada.
Lily solo la vio con cara de: Hello con tu hello.
Mientras tanto, Wakabayashi descargaba su frustración contra Schneider.
¿Qué es lo que te pasa, Wakabayashi? Andas muy agresivo.- dijo el alemán.
¿Sabías acaso que esa niña mimada Del Valle anda por aquí?.- Genzo seguía muy enojado.
¿Lily está aquí? ¡Vaya que tienes mala suerte, amigo! Aunque a mí no me disgusta para nada su presencia...
Me lo imaginaba, pero mejor para mí. Entretenla todo el tiempo y así no tendré que aguantarla...
Varios días pasaron; Genzo rara vez veía a Lily, pues en verdad que ambos se tomaron muy en serio su meta de entrenar duro y no pasar cerca del territorio del otro. Sin embargo, el encuentro era inevitable en ocasiones, y cada vez que se veían ambos se lanzaban miradas furibundas, aunque rara vez cruzaron palabra.
Una mañana, Lily practicaba con ahínco sus lecciones de canto; toda la semana le había puesto mucho entusiasmo y estaba segura de que estaba haciendo grandes progresos. Su instructora de canto, por el contrario, no pensaba igual que ella.
No das bien esa nota, Del Valle. Canta la canción desde el principio.- le decía a cada rato. Y a pesar de lo mucho que amaba el canto, Lily comenzaba a frustrarse.
Al poco rato Lily no tardó en cansarse; cada vez eran más comunes sus desentonaciones. La profesora se hartó cuando Lily se equivocó por cuarta vez en el mismo tramo de la canción.
¡Eres pésima!.- le gritó, exasperada.- ¡No sé quien te dijo que podías ser cantante! ¡Eres tan mala que das lástima!
En circunstancias normales, Lily no le hubiera hecho caso. Pero ya llevaban seis horas corridas de práctica, no había dormido bien la noche anterior, no había probado alimento en más de doce horas, la cabeza le dolía y la garganta le molestaba muchísimo, así que Lily no pudo aguantar más y salió corriendo del lugar. No se fijó por donde iba, simplemente corrió y corrió a orillas del lago. Llegó hasta una roca que estaba parcialmente cubierta por unos árboles y se sentó en ella. No supo cuanto tiempo estuvo allí, simplemente comenzó a oscurecer y de pronto se desató una fuerte lluvia. Lily no llevaba puesto más que unos jeans y una blusa de manga larga, pero no le importó empaparse hasta los huesos. Era pésima. Daba lástima. Nunca, jamás, podría llegar a ser cantante...
¿Quieres que te de una neumonía o pretendes ahogarte entre tanta agua?.- preguntó Wakabayashi, detrás de ella. ¿Qué andaba haciendo él allí? Quien sabe.
No me molestes, no estoy de humor, vete.- murmuró ella, entre lágrimas.
Contra todo lo que se esperaba, la actitud de Genzo cambió por completo al darse cuenta de que ella estaba llorando.
¿Qué te pasa?.- le preguntó con suavidad.
Qué te importa.
Si sigues aquí, te enfermarás y perderás tu voz...
¿Y eso te importa? No, ¿verdad? Déjame en paz.
Deberías ponerte bajo resguardo...
¡Deja de decirme lo que tengo que hacer! No te metas en donde no te llaman, lárgate y déjame en paz.- Lily agachó la cabeza para que él no la viera llorar.
Wakabayashi percibió el dolor en el tono de voz de Lily. Se paró frente a ella y con suavidad le tomó el rostro con las manos. Ella lo miró con toda la rabia y el dolor que guardaba en su interior.
¿Por qué estás llorando así? Jamás te había visto hacerlo...
Debes de estar contento, ¿no? ¿No era esto lo que querías? ¿Verme humillada y derrotada?
¿De qué hablas?
¡NO VOY A SER CANTANTE! ¡SOY PÉSIMA, COMO SIEMPRE ME LO HAS DICHO! ¡MIS SUEÑOS SE ESTÁN HACIENDO AÑICOS! ¡NO SIRVO PARA ESTO, MI PROFESORA ME LO ACABA DE DECIR! ¿YA ESTÁS FELIZ?
Lily se levantó de la roca y comenzó a golpear a Genzo con furia en el pecho; éste no hizo nada por detenerla, solo la dejo hacer. Al poco rato, Lily ya no lo golpeaba sino que lloraba a lágrima viva. Genzo se acercó y la abrazó con suavidad.
Tranquila.- le susurró al oído.- Todo saldrá bien...
Lily se abrazó a él y lloró con todas sus fuerzas; Genzo se dedicó a acariciarle el cabello con ternura. Al poco rato, ella terminó con sus lágrimas, pero no lo soltó, ni él a ella.
No dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo.- dijo Genzo, susurrando.- Ni tampoco permitas que un simple tropezón te aleje de tu sueño. Si realmente deseas ser cantante de ópera, debes seguirlo intentando, hasta que lo consigas. No hay nada que no puedas hacer si en verdad te propones conseguirlo...
Lily tomó de pronto conciencia de la situación; el pecho de Wakabayashi era tan cálido que ella ya no sentía la fría lluvia... Sus brazos musculosos le infundían una sensación de gran seguridad... Sus manos eran tan gentiles... El corazón de él latía a la par del de ella... Y su voz era tan relajante...
Lily se separó con brusquedad de Genzo y lo miró con extrañeza unos segundos. Él le devolvió la mirada, sorprendido. Acto seguido, ella murmuró un "gracias" y se alejó por entre la maleza.
"¿Ves?", susurró una vocecilla en el interior de Lily, "Tal vez Marie tenga razón y Wakabayashi no es tan desgraciado como crees". "¿Estás perdiendo la razón o qué?", gritó otra vocecilla, "¡Ese sujeto es un hipócrita! De seguro en estos momentos ha de estar burlándose de ti..." "No lo creo", dijo la primera voz, "Se portó muy amable. Además... ¿No fue algo maravilloso el estar entre sus brazos?". Al pensar esto, Lily se detuvo bruscamente.
De ninguna manera.- dijo, en voz alta.- No fue para nada maravilloso el estar con él. Es inaguantable, es odioso, es detestable, es un engreído. Yo te odio, Genzo Wakabayashi, y siempre te odiaré.
Muy en el fondo, Lily sabía que acababa de decir una gran mentira.
Notas:
Jaja, pues de seguro muchos se preguntarán que rayos quiero decir cuando escribo Hello con tu hello, pues esto significa, más o menos: ¿Qué onda con tu vida?, o sea, ¿Por qué te comportas así?
