Capítulo 5. Me perteneces.
Lily no había podido dormir en toda la noche. No podía creer lo que había hecho. ¡Se había entregado al hombre al que más odiaba! "¿Pero en qué demonios pensabas?", se reclamaba a sí misma. "¡Solo a ti se te ocurre meterte a la cueva del lobo! Seguramente ha de estar regocijándose con sus amigos por haber conseguido que cayeras en sus redes...". Sin embargo, lo que más le dolía no era eso, sino el hecho de que nunca en su vida había experimentado lo vivido la noche anterior. Nunca se había sentido así en los brazos de ningún hombre. Mientras más la acariciaba Genzo más deseos tenía de que siguiera haciéndolo, sus manos le reinventaron la piel y sus besos le incendiaron el cuerpo. Y no podía dejar de pensar en la sensación de paz que experimentó cuando se quedó dormida entre sus brazos. "Nunca, jamás, me habían hecho el amor de esa manera... ¿Por qué tuvo que ser con él?".
Para tratar de aliviar la pesadez que sentía, se metió a la regadera y abrió el grifo del agua caliente. Dejó que el agua la recorriera por completo y comenzó a relajarse. Tanto así fue que no escuchó que alguien abría la puerta del baño...
Así que ya vino tu dueño a reclamar lo que supuestamente le pertenece, ¿no?.- dijo de pronto Genzo, quien había corrido el cancel de la regadera y la observaba con furia. ¿Qué demonios haces aquí?.- gritó ella, al tiempo que trataba de cubrir su desnudez.- ¿Qué no respetas la intimidad de los demás? ¡Lárgate!
Lily trató de tomar una toalla pero Genzo la tomó del brazo.
Supongo que ahora te le vas a entregar a él, ¿no?.- le dijo.- Ahí está lo que tanto querías, tu experiencia de sentirte viva.
¡Suéltame!.- Lily forcejeaba pero el muchacho era extremadamente fuerte.- ¡Voy a gritar si no te vas en este instante!
Genzo le soltó el brazo y le tomó el rostro con ambas manos, obligándola a verlo a los ojos.
¿Por qué, Lily? ¿Por qué con él... y no conmigo?.- le preguntó en voz baja.
¿Qué...?.- tartamudeó ella, pero no pudo continuar porque él la besó.
Una vez más, ambos se olvidaron de todo; solo eran dos cuerpos jóvenes con el deseo de fundirse en uno solo...
Lily desnudaba a Genzo mientras que él la acariciaba. Comenzaron a hacerse el amor mientras que el agua caliente caía sobre sus cuerpos desnudos... Las manos de Genzo exploraban nuevamente toda la piel de Lily, sus labios rozaban su cuello, sus hombros desnudos, su boca... Lily acariciaba con sus manos la espalda de Genzo, clavó sus uñas cuando él comenzó a hacerle el amor... Y así, entre beso y beso, entre caricia y caricia, ambos cayeron en el umbral a donde llevan los placeres del deseo...
Cuando terminaron, el agua caliente se había acabado. Genzo salió de la regadera y se vistió sin secarse, sin mirar a Lily siquiera. Ésta se recargó contra la pared al tiempo que trataba de evitar que su corazón se enamorara del hombre que acababa de hacerla suya por segunda ocasión...
Wakabayashi se dirigió a su cabaña pensando que era un completo estúpido, se había dejado llevar nuevamente por sus emociones, algo que casi nunca le pasaba. Después de comprobar que, efectivamente, Salvatore Gentile estaba allí, se había dirigido rumbo al albergue de Lily, pero no tenía ni la más mínima idea de por qué o para qué. Había estado espiándola desde la ventana, vio cuando se desnudó y cuando entró a la regadera. Fue en ese momento cuando volvió a dejarse llevar por sus impulsos y entró a la habitación de Lily a través de la ventana. El resto, es historia...
"No estás manejando esto con calma", reclamó una voz en su interior. "Lo que tienes que hacer es alejarte de ella, para sacártela de la cabeza". "¿Y crees que eso baste?", gritó otra voz". "¡Mientras menos la vez más piensas en ella!
Por eso digo que el amor solo te distrae.- murmuró Genzo, para sí.
De pronto, se detuvo abruptamente al darse cuenta de lo que había dicho.
"¿Cómo?", gritó la primera vocecilla interior. "¿Acaso dijiste amor?"
No. ¡De ninguna manera!.- gritó Genzo, al llegar a su cabaña.- No quise decir amor. ¡Yo no estoy enamorándome de Lily!
"Y si eso es cierto, ¿por qué no consigues sacarla de tus pensamientos?"
De pronto, llamaron a la puerta. Wakabayashi abrió y se encontró con Berenice, la nueva asistente del equipo.
¡Hola! Solo venía a ver si se te ofrece algo.- dijo la muchacha.
No, muchas gracias.- respondió Genzo, un tanto alterado.
¿Te sientes bien?
En realidad, no del todo...
¿Qué te ocurre? ¿Te puedo ayudar en algo?
Pues...
Genzo vaciló unos instantes antes de dejar pasar a Berenice al interior. Ambos se sentaron en un sofá-cama que estaba por allí.
¿Qué es lo que te inquieta?.- preguntó Berenice.
La verdad... No me gustaría hablar de eso... .- respondió Genzo, un tanto más calmado.
Entonces, ¿de qué te gustaría hablar?
Pues sinceramente, de nada. Solo quiero disfrutar de tu compañía un rato.
Berenice le sonrió y Genzo pensó que era una chica linda y agradable. La muchacha se dedicó la siguiente media hora a hablar de cosas simples y triviales, cosas que distraían la mente de Wakabayashi. Poco a poco, ella se fue acercando más a él, y Genzo nunca hizo el intento de alejarse. Se dijo que, si Berenice intentaba algo, la dejaría hacer. Tal vez eso lo haría olvidar el recuerdo de la dulce piel de Lily...
Efectivamente, al poco rato Berenice se acercó tanto a él que Genzo pudo percibir el aroma de su perfume. Tomó el rostro de ella con sus manos y comenzó a besarla. Ella no tardó en pegar su cuerpo al de él, al tiempo que sus manos acariciaban la espalda musculosa de Genzo por debajo de la camisa aun húmeda que él llevaba...
Él comenzó a besarla en el cuello, y poco a poco sus labios comenzaron a ir más abajo... Pero de pronto, algo pasó. Al observar a la muchacha, Genzo vio como la cabellera pelirroja de Berenice se convertía en una reluciente y larga cabellera castaño oscuro, y al mirar a la chica a los ojos, no vio las pupilas grises de Berenice, sino los profundos ojos negros de Lily. Ella lo besó con pasión durante varios segundos.
Lily... .- susurró Genzo cuando Berenice concluyó el beso.
Ésta inmediatamente se hizo para atrás.
¿Qué dijiste?.- inquirió ella.
No dije nada.- contestó Genzo, incrédulo y muy sorprendido.
Sí dijiste algo.- dijo Berenice, con voz dolida, al tiempo que se levantaba del sofá-cama.- Murmuraste el nombre de otra mujer... Ahora entiendo por qué estabas tan intranquilo... Estabas pensando en ella...
Y sin decir nada más, Berenice salió llorando de la cabaña.
Wakabayashi observó el horizonte que se perfilaba por la ventana. Una y otra vez venían a su mente escenas de la noche anterior, cuando tuvo a Lily entre sus brazos...
Las horas comenzaron a pasar y la tarde cayó. Genzo no tuvo conciencia plena del paso del tiempo hasta que se empezaron a prender las primeras luces del albergue de enfrente. Se levantó y caminó hasta la ventana. A través de ella pudo observar una escena que lo invadió de... Celos. Sí, eso eran, celos, no se le podía llamar de otra forma. Lily y Gentile platicaban muy animadamente, él estaba recargado contra su automóvil y la tenía tomada a ella de la cintura. De vez en cuando, Gentile le daba a Lily un beso en la curva del cuello, mientras que ella se reía. De pronto, él le susurró algo a ella al oído, lo que hizo que súbitamente Lily dejara de reírse. Salvatore la soltó y entró a su cabaña, pero dejó la puerta abierta. Genzo comprendió qué era lo que él tramaba.
Wakabayashi salió, impulsado por sus celos. Lily no lo vio hasta que prácticamente lo tenía enfrente.
¿Ahora qué quieres?.- le preguntó ella, con cara de pocos amigos.
Vas a acostarte con él, ¿verdad?.- le recriminó Genzo, iracundo.
Eso es algo que definitivamente no te importa.
¡No puedes acostarte con él!
¿Y por qué no? Si ya somos novios no le veo el problema...
Al escuchar esta noticia, Genzo palideció.
Tú eres mía, me perteneces.- él la estrechó contra su cuerpo con fuerza.
¡Suéltame! ¡Yo no te pertenezco! ¡Lo que pasó entre nosotros fue una terrible equivocación!
¿Y por qué me pediste ayer que te hiciera mía?.- Genzo tomó la cara de Lily con una mano y la acercó a la suya.
Eso... Eso solo fue producto del momento... .- tartamudeó ella, sintiendo que estaba peligrosamente cerca de caer en sus redes nuevamente.
Pero su orgullo no la dejó flaquear, inmediatamente empujó a Genzo con todas sus fuerzas y se soltó de su abrazo.
Escúchame bien de una buena vez, Wakabayashi.- continuó Lily, mirándolo retadoramente.- Una noche de sexo casual no te convierte en mi dueño. Se necesita algo más que un par de encuentros imprevistos para que puedas decir con toda seguridad que "te pertenezco". Que eso te quede bien claro.
Lily se dio la media vuelta y entró en la cabaña, cerrando la puerta tras de sí.
Wakabayashi regresó a su estancia y se dejó caer en el sofá. Su mente no dejaba de imaginarse a Lily entre los brazos de Gentile, no podía dejar de imaginar que él la estaba haciendo suya en esos instantes. Los celos y la rabia que sentía alcanzaron un punto crítico.
Se empezaron a escuchar los primeros acordes de una canción, proveniente de algún radio localizado en alguna de las cabañas cercanas.
¿Ahora quien, si no soy yo?
Me miro solo en el espejo y me siento estúpido... Ilógico...
Y luego te imagino toda regalando el olor de tu piel...
Tus besos , tu sonrisa eterna y el alma en un beso
En un beso va el alma y en mi alma está el beso que pudo ser...
Wakabayashi salió nuevamente de la cabaña y se dirigió hacia el campo de entrenamiento que estaba cerca de allí. Se detuvo y gritó con todas sus fuerzas. Gritaba de rabia, de celos... Y de desesperación...
Notas:
¿Ahora quien?, interpretada por Marc Anthony.
¡Ouch! Sí que me dolió hacer que otra chica se le acercara a Genzo, me costó muchísimo trabajo y eso que en realidad no hicieron gran cosa.
