Harry Potter: Una lectura distinta, vol. 6

Por edwinguerrave

Copyright © J.K. Rowling, 1999-2008

El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como de todos los símbolos y elementos relacionados, para su adaptación cinematográfica, son propiedad de Warner Bros, 2000.


Prefacio del autor: Luego de retomar el "noble arte" de convertir mis versiones electrónicas de "Harry Potter" en versiones ilustradas, y de retomar la lectura tanto de estas versiones como de algunos "fan-fics" relacionados a las lecturas de los libros por la generación original, sea como medio de conocimiento del futuro tanto como de correcciones del pasado, y a partir de las variopintas formas en que la saga llega a las manos de un grupo seleccionado (como en "Cambiando el futuro: leyendo Las Reliquias de la Muerte"), o de la escuela en pleno (como en "Hogwarts lee la saga de Harry Potter"), generalmente en un momento "bisagra" de la saga, como fue el quinto año; se me ocurrió un ejercicio mental que quiere retomar ese concepto: algunos personajes leen los libros (espero que puedan ser los ocho libros… sí, los siete originales y el que escribí como "continuidad" del canon original1 y que reposa publicado en ).

Pero (porque todo en la vida tiene un "pero"), quiero darle una "vuelta de tuerca", un enfoque distinto. Por eso se llama "Una lectura distinta": no será alguno o todos los integrantes de la "tercera generación" quienes envíen al pasado los libros y reúnan (en un alarde de magia digno de los más grandes magos del universo) de "golpe y porrazo" a los lectores o los obliguen a permanecer en la lectura, sino que éstos se reunirán mediante otra magia… Esperemos que el ejercicio que voy a llevar a cabo rinda sus frutos y permita homenajear a una saga que, 20 años después, sigue impulsando a soñar, a leer, a imaginar y a escribir…

Para ti, anónimo lector, si llegas a leer esta descabellada idea…


Interludio

Un año con muchas revelaciones

—Me alegra que todos hayan apoyado tanto a Harry —comentó Lily mientras colocaba el pergamino en el atril—, especialmente después de lo que pasó con Sirius.

—Lily —indicó Arthur—, sabes cómo somos, seríamos pobres, pero siempre teníamos espacio para alguien más, sobre todo si ese alguien era Harry.

—Con este capítulo termina el quinto año en la vida de Harry Potter —anunció la voz de la Sala—, les invitamos a disfrutar del almuerzo y del resto de la tarde, para que el día de mañana inicien la lectura del sexto año, un año con muchas revelaciones.

—Vaya que sí vamos a tener muchas revelaciones —dijo Harry justo en el momento en que Kreacher avisó que el almuerzo estaba listo. Inmediatamente los tres hijos de Harry voltearon a verlo con interés, pero él sólo les hizo señas de esperar.

El almuerzo fue relativamente silencioso, sólo matizado por comentarios sobre lo delicioso de la comida. Al terminar, James sugirió:

—Ya que vamos a tener el resto de la tarde libre, ¿qué tal si salimos a caminar hacia el lago? Creo que nos hace falta estirar las piernas un rato.

—Tienen total libertad de pasear por los terrenos de Hogwarts —se escuchó decir a la voz de la Sala—, mientras no traspasen las verjas del castillo.

—Imagino que no será una muy buena idea hacerlo —comentó Frank, a lo que los Longbottom en pleno asintieron.

Se materializó la puerta de la Sala, y los Potter, Sirius, los Lupin, los Dursley y los Weasley-Granger fueron los primeros en salir al pasillo de Barnabás el Chiflado, recorrerlo y bajar las escaleras hacia el Vestíbulo. Harry notó que el castillo se sentía extraño, como vacío.

—Qué raro —dijo en el momento en que volteó hacia el Gran Comedor y lo vió totalmente vacío—, nunca había estado en Hogwarts y no oir el bullicio de los estudiantes. Ni siquiera en vacaciones de Navidad estaba tan silencioso.

—Sus razones tendrá, papá —reflexionó Lilu, mirando también al Comedor.

—Imagino que eso estará relacionado con lo que nos pidió la Sala, que no saliéramos de los límites de Hogwarts —indicó Al.

—Seguramente porque estamos haciendo un viaje astral y la magia de Hogwarts quiere mantenernos dentro de su control —comentó Hugo, a lo que los mayores asintieron.

La caminata por los terrenos, comandada por Harry y James, los llevó a la vieja haya que había sido testigo silencioso del desplante que el merodeador había hecho a Snape.

—Creo que conozco este lugar —comentó Frank, provocando algunas risas—, no sólo por la lectura. Varias veces vinimos a cobijarnos bajo la sombra de esta haya.

—Sí, cuando éstos —dijo Alice, señalando sucesivamente a James, Sirius y Remus— no lo tenían reservado, que era casi todo el tiempo.

—Es que esta haya está en un lugar estratégico —comentó James, quien ya se había sentado al pie del árbol, apoyando su espalda en el tronco—. Por este lado —señaló hacia el lago— llega una brisa suave y refrescante en verano, y por este lado —señaló al contrario—, tenemos una vista perfecta del castillo y de los alrededores. No hay mejor lugar en los terrenos de Hogwarts.

—Así es, abuelo —comentó JS, quien se había sentado en una raíz que sobresalía ligeramente—, un lugar perfecto, mientras no sea el campo de quidditch.

—Esas son palabras mayores —reconoció James, sonriendo—, ese es el paraíso en la tierra.

—Eso no era lo que me decías —replicó Lily, provocando risas. Sin embargo, Lilu reflexionaba muy seria, lo que notó Rose:

—Prima, ¿pasa algo?

—Es que todavía no entiendo por qué el profesor Dumbledore no quiso darle en persona las clases de oclumancia a papá.

—Verdad que habíamos dejado esa conversación pendiente —reconoció Harry, para luego sentarse a un lado—. Recuerda que el profesor ya había entendido que mi cicatriz no era sólo una marca por una maldición, sino que había comprendido que a través de ella Voldemort podía llegar a influir en mí…

—Cosa que logró, lamentablemente —intervino Sirius, haciendo bufar a Harry.

—Exacto.

—Recuerdo —dijo Rose— que el profesor le dijo a tío Harry que creía que Voldemort no podía tardar mucho en intentar entrar en tu mente para manipular y dirigir tus pensamientos, y no quería ofrecerle más alicientes para hacerlo. Estaba convencido de que si se daba cuenta de que nuestra relación era, o había sido alguna vez, algo más que la mera relación entre alumno y director, aprovecharía esa oportunidad para utilizarte como un medio para espiarme. Me asustaba pensar en cómo podría manejarte, o en la posibilidad de que intentara poseerte. Harry, creo que tenía razón cuando suponía que Voldemort se habría servido de ti de ese modo. En las pocas ocasiones en que tú y yo tuvimos contacto directo, me pareció ver una sombra de él en tus ojos.

—Exactamente —admitió Harry, ante la mirada sorprendida de los más jóvenes—, esos momentos en los que veía al profesor Dumbledore sentía como que alguien me impulsaba a querer causarle daño. Y como sabemos, ese alguien era el propio Voldemort.

—Pero —insistió Lilu—, papá, ¿nunca pudiste evitarlo?

—No… —reconoció Harry, suspirando fuertemente—. Entre lo que nos estaba pasando con Umbridge, mis propios conflictos personales con Cho, la pésima idea de que Snape me diera lecciones de oclumancia y mi necesidad de saber qué rayos quería Voldemort, estaba totalmente indefenso. Por eso, cada vez que mental y emocionalmente estaba débil, podía sentir e incluso ver lo que hacía.

—Pobrecito —soltó Alisu sin querer, lo que la hizo sonrojarse.

—Esta bien, Alisu —le dijo Harry sonriendo—, fue un año muy complicado.

—Desde los primeros días, por lo que recuerdo —mencionó Dudley, quien estaba algo alejado, aunque atento a la conversación—, y nosotros tampoco te lo facilitábamos, al menos yo.

—Los abuelos tampoco, papá —intervino Daisy—, y no lo niegues.

Violet asintió, secundando a su melliza. Dudley sólo le quedó extender las manos en señal de reconocimiento a sus hijas.

Lilu volvió a fruncir el seño, aún con preocupación.

—Pregunta, Lilu —le dijo Al, viendo a su hermana.

—¿Por qué papá y no el tío Neville? No entiendo.

—Como leímos —intervino Alice—, aunque ambas parejas tuvimos tres encuentros con Voldemort y sus seguidores, el hecho que escogiera a los Potter antes que a los Longbottom fue una decisión personal del propio Voldemort.

—Además de que sólo conocía parte de lo que Trelanwey había anunciado en su profecía —recordó James—, de que aquel con capacidad para derrotarlo nacería al final del séptimo mes, de padres que lo habían enfrentado tres veces, pero hasta ahí.

Lilu vio a su abuelo con curiosidad, aunque aún con duda en la mirada.

—No sabía de la parte en la que la profecía aclara que "lo marcará como su igual" —indicó Harry—, y que "le dará un poder que el Señor Tenebroso no conoce". Por eso su desesperación por obtener la profecía y escucharla.

—¿Y ese poder era el de ver lo que Voldemort veía o sentir lo que él sentía? —preguntó Lilu, aún confundida.

—No sólo eso —respondió Harry—, sino el de ser el único que podría acabar con él, como leeremos más adelante.

—Además del poder protector infundido por el sacrificio de Lily —indicó James, tomando la mano de su amada.

—Exacto —admitió Harry—, como lo explicó el profesor Dumbledore, al decidir ir en contra de los Potter, decidió marcarme como su igual, y muy errado no estaba al hacerlo, dado que ambos somos "mestizos". No creo que fuera por desprecio a los "sangre puras" Longbottom —aclaró al ver cómo Paula cruzaba sus brazos con gesto de molestia—, sino más por sugerencia de alguien.

—¿Adivinamos? —preguntó JS.

—No creo que haya sido Snape —dijo Lily—, aunque no tengo como probarlo.

—Sí, es muy complicado —reconoció Frank—, sobre todo porque ambas familias habíamos puesto mucho esfuerzo en combatirlo, fueron tres encuentros realmente intensos.

—Sobre todo el último —reconoció Alice—, en Surrey. Ya ahí estábamos embarazadas.

—Claro, claro —recordó James—, una célula de mortífagos que eran tan efusivos como peligrosos. Menos mal que eran unos novatos.

—Claro —dijo Lilu, con poco convencimiento.

—Tío Harry —preguntó Hugo—, ¿en qué momento te diste cuenta que tu vida ahora iba a estar relacionada a la de Voldemort?

—Creo que en el momento en que entendí lo que la profecía quería decir —respondió Harry después de unos segundos de reflexión—. En el momento que entendí que "ninguno de los dos podría vivir mientras el otro siga con vida".

—¡Qué horrible! —exclamó Alisu.

—No lo dudo —reconoció Lily, mirando a su hijo con orgullo, tal como lo miraban JS, Al y Lilu.

Siguieron conversando por un rato largo, especialmente recordando las anécdotas relacionadas a lo vivido en el colegio por los Merodeadores y sus contemporáneos, hasta que comenzó a declinar la tarde, cuando regresaron al castillo y a la Sala de los Menesteres, donde los más jóvenes comenzaron un "mini torneo" de snap explosivo y los mayores se reunieron a conversar sobre lo leído hasta ahora.

Luego de una cena algo más alegre que el almuerzo, Harry y su familia visitaron las habitaciones de James y Lily, que recordaban la casa de Godric's Hollow. Cuando entraron, tomaron asiento como normalmente hacían, aunque JS se mantuvo caminando delante de la chimenea.

—¿Qué pasó, Jamie? —preguntó Ginny, extrañada.

—Papá, ¿tú nunca regresaste a esta casa?

—Sí —admitió Harry—, e imagino que se hablará de eso en su momento. Después no he vuelto a verla.

—¿Y los llevarás en algún momento? —preguntó James.

—Creo que sí —reflexionó Harry luego de ver a sus tres hijos—, la podríamos visitar en vacaciones de Navidad. Aunque no creo que la reconstruya, porque fue declarada por el Ministerio de Magia como "lugar histórico", y muchos van a visitarla y presentarles respetos a ustedes —le indicó a James y Lily.

—Cada vez que entro a esta casa me ataca la tristeza —reconoció Sirius con mucha seriedad—, son tantos recuerdos vividos, y ver la casa casi destruida fue horrible. Por suerte, Hagrid no me dejó pasar a verlos, hubiera sido peor.

Sirius suspiró sonoramente, mientras Lily lo veía con interés.

—Ahí fue cuando le entregaste la "niña"—comentó James—, ¿no?

—Exactamente —confirmó Sirius—, en ese momento se la presté porque sabía que no la necesitaba si iba a comenzar la cacería del traidor.

—Me imagino —comentó Al con calma—, una máquina como esa, tan grande, ruidosa y muggle iba a ser casi que una señal de dónde estaba.

—Por eso —dijo Sirius—, todos sabían que yo tenía una moto con esas señas, así que seguir con ella no era opción.

—Lo bueno es que papá la cuida más que a nosotros —intervino Lilu, provocando risas—. Desde que tengo memoria, cada vez que visitábamos a los abuelos a La Madriguera era ver a papá tratando de armarla junto al abuelo Arthur, hasta que por fin la pusieron a funcionar.

—A mí no me gusta que la use —reconoció Ginny—, pero no seré quien le prohíba que la use, sabiendo de quién era.

Sirius sólo asintió en silencio, mientras sonreía y una lágrima bajaba por su mejilla.

—Hijos —dijo Harry—, la conversación está muy buena, pero creo que es hora de ir a descansar, que mañana comienza un nuevo libro, y hay mucho que reflexionar.

Se levantaron de sus asientos, y luego de intercambiar abrazos, los cinco Potter salieron hacia sus habitaciones. Cuando Harry y Ginny estaban preparándose para acostarse, ella le preguntó:

—¿Cómo te sientes para mañana?

—No sé —respondió Harry con sinceridad—, ese año pasó de todo, vamos a ver que pasa.

—Eso es verdad, pasó de todo —reconoció Giny, ya en la cama, abrazando a Harry—, Lo que más me alegra que haya pasado es que nos hayamos sincerado.

—Sí, eso fue lo mejor —admitió Harry, besando a Ginny en la frente antes de agitar su varita y apagar la lámpara.

La mañana siguiente amaneció tranquila. Cuando Harry y Ginny bajaron a la sala-recibidor, ya JS, Al y Lilu estaban conversando:

—¿Qué creen que haya pasado este año? —preguntó Al.

—Interesante pregunta —filosofó JS, provocando risas en Lilu—, es el sexto año, ¿verdad? Ya tienen que tener los resultados de los TIMOs —asintieron en silencio, sin darse cuenta que Harry y Ginny los veían desde la puerta—. Tiene que pasar algo grande, como un descubrimiento importante.

—Que a papá le gusta mamá —intervino Lilu.

—Puede ser —comentó Al—, pero yo pienso en algo más bien relacionado con Voldemort.

—Puede ser —repitió JS, reflexivo—, pienso en algo que permita a papá pelearse con Voldemort y poderlo derrotar.

—Pues ya veremos —comentó Harry, sorprendiendo a sus hijos—, Por lo pronto vamos a desayunar.

Los cinco salieron a la Sala, uniéndose al resto de los asistentes en un desayuno que presagiaba un día muy activo. Cuando terminaron, se ubicaron en sus asientos, y la voz de la Sala volvió a escucharse:

—Hoy damos inicio a la lectura del sexto año en la vida de Harry James Potter en Hogwarts, un año de muchas revelaciones, por lo que se les recuerda que lo que se leerá es parte del pasado, y como tal debe ser considerado y reflexionado.

Al terminar el saludo de la Sala, el atril con el nuevo pergamino se ubicó delante de Percy, quien miró extrañado el título del libro antes de anunciar:

Harry Potter y el Príncipe Mestizo…


Nota al pie:

(1) Se trata de "Harry Potter y la Frontera Final".

Buenas noches desde San Diego, Venezuela! Un nuevo libro se abre, el esperadísimo sexto libro, en esta "aventura astral de tres generaciones y ocho libros", y para ello, como ha sido usual en los libros anteriores, la clásica introducción y el interludio que va preparando lo que se viene, además de hacer un leve repaso a lo que dejamos en el volumen anterior. Como lo anunció la misma Sala, se viene un "año con muchas revelaciones" y espero que me acompañen a develarlas como hemos hecho en los cinco volúmenes anteriores, con sus visitas, sus alertas activadas, sus marcas de favoritos y sus comentarios, como hicieron Estrella21, Grachi Castillo, lola, sara y un invitado anónimo (sus plegarias han sido escuchadas, y ya acá se les da una pequeña introducción), además de creativo (Sí, Harry tiende a ser predecible, tanto como Voldie, ¿qué puedo decir que no esté dicho? Y los recuerdos tienen que ver con Voldie, no provienen de él en persona). Nos encontraremos la semana que viene con el primer capítulo de este sexto volumen, no se lo pierdan! Se les quiere tres millones (aunque sea de otro multiverso)! Saludos y bendiciones!