TODOS LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK. ROWLING

Antes de comenzar… de nuevo. Como leerán un poco más abajo, la historia es continuación de FRENTE A TI, creada hace muchos años pero lamentablemente no pude continuar y hoy, después de casi siete años, retomó el hilo. Siempre he querido cerrar las historias de este sitio y con el contexto actual pues aquí estoy.

No, jamás estaría aquí para "pasar el rato o por aburrimiento" les tengo demasiado aprecio a mis historias y por ello creo merecen un digno final.

Ahora sí, les dejo con la historia resubida para los antiguos y nuevos lectores decir que son 22 capítulos, a partir de ahí pues haré la continuación y cierre pensado en uno capítulos más epílogo.

A disfrutar!

¡Hola a todos/as! Dicen que lo prometido es deuda, y lo prometido lo cumplo. Aquí regreso con la continuación de "Frente a Ti" ubicado a cinco años después de la boda de Harry y Hermione, y centrado en la nueva vida de todos nuestros personajes.

Para quienes se topan por primera vez con la historia, y posiblemente estén perdidos, iré aclarando algunos "conceptos claves" del pasado. Ahora bien, si desean echar un vistazo a la historia anterior sólo es cuestión de revisar mis historias.

A grueso modo:

Después de la muerte de Ginny Potter, esposa de Harry y madre de dos hijos: James y Natalie Potter, la situación de la familia cambia radicalmente con Harry enfrascado en la depresión. Con la ayuda de Hermione y la compresión de sus hijos logra salir adelante retomando parcialmente su trabajo como auror junto a Ronald.

Por desgracia la cercanía con Harry le trae a Hermione serios problemas con su esposo, Ronald Weasley, lo que finalmente desemboca en la separación y la desazón de su única hija: Rose Weasley. Ésta última logra apoyarse en su primo James, lo cual conllevaría problemas en el futuro.

Por otra parte, Harry descubre la infidelidad de su esposa y la complicidad con el pelirrojo, lo cual trae consigo problemas entre los amigos y agudizándose por los celos de Ron por Hermione.

Con el tiempo y el transcurso de los capítulos observamos el desenvolvimiento de la relación de amistad entre Harry y Hermione, el apoyo de los primos transformado en otro tipo de amor, la relación de Natalie con el mejor amigo de su hermano, la infiltración de Ronald en terreno enemigo, la aparición del amante de la pelirroja, la verdad sobre el accidente de Ginny y finalmente sobre el verdadero responsable del que la vida de los distintos personaje haya girado en 360°.

Dudas, consultas o comentarios no duden en escribirme.

Espero leer sus comentarios y saber lo que piensan de ésta continuación prometida.

Un abrazo enorme a todos.

BUENA LECTURA.

Frente a ti: Recuérdame

1° TEMPORADA

Capítulo Uno

"Cinco años después"

¿Cómo la muerte puede presentarse a tus ojos? Con impotencia la muerte le arrebataba a la mujer que amaba; yacía inmóvil después de haber recibido la maldición imperdonable. Sus oídos estaban colmados por los gritos de su esposa y los suyos propios, la única razón por la cual luchar ya no existía y la punzante herida sobre el brazo le decía, dolorosa y cruelmente, que seguía con vida. Intento ponerse de pie y colocarse junto a la castaña pero un hechizo le hizo golpearse contra la pared, tosió escupiendo sangre y con la visión nublada producto del golpe.

-Obsérvala por última vez, Harry – Dijo el líder del grupo – Recuérdala, si puedes.

-¿Quién eres? – Susurró sin despegar la mirada de la figura de su esposa

-Soy el hermano menor de Henry Lyon, Rafael – Soltó el hombre ganándose la mirada del moreno, sonrió – Soy quien asesinó a tus esposas.

-Su hermano…

-Sí – Suspiró ladeando la cabeza con pesar – Supongo que Ronald jamás te lo dijo pero así es.

-Rafael… - Susurró intentando grabar ese nombre. Si debía perder la memoria entonces intentaría recuperarla, no podía olvidar el nombre del hombre que asesinó a su esposa.

Sintió la varita incrustarse en las sienes y la respiración acelerarse mientras clavaba la mirada sobre el cuerpo inerte de su esposa; no importaba cómo ni cuándo se juró recuperar la memoria y salir tras el hombre junto a él, lo perseguiría y asesinaría. Apretó los puños para luego sencillamente sumergirse en la oscuridad.

Nada sería igual.

*Dos Meses Después*

Se apareció a tres cuadras de la casa donde vivía hace cinco años y no le importaba caminar hacia el lugar, el aire nocturno le hacía olvidarse de la carga emocional que cargaba consigo, y sólo por breves minutos, se permitía caminar como un muggle más. El trabajo le hacía olvidar el significado de la palabra descanso y ocio, y hace dos meses, no había parado de trabajar en la operación más importante de su vida: la búsqueda de su ex esposa Hermione Potter.

El ataque a Hogwarts remeció y revivió el pasado de todos; los escombros, los lamentos y los muertos volvieron a reposicionar el fantasma de la guerra y los mortifagos, en especial, la vieja zona sur. De esto último, sólo un viejo pedazo de terreno abandonado y sigilosamente vigilado por el cuartel general de aurores pero hoy recordado a raíz del ataque y del saldo por detrás, estudiantes y profesores heridos o muertos, la comunidad mágica aterrada por el ataque y la continua especulación de la prensa. Elementos que poco ayudaban a controlar la situación y sólo traía consigo un escenario de desconcierto y confusión.

Y sobre todo temor.

Sin duda la situación de Harry y Hermione Potter intrigaba a todo el mundo, y estos meses no ayudaba mucho, por el destino del matrimonio: el primero, hospitalizado con pérdida de consciencia y la segunda, sin rastro alguno. El profesor de defensa había sufrido varias heridas y perdido gran cantidad de sangre pero luego de algunos días logro estabilizarse, sin embargo, nadie comprendía porque no despertaba, porque seguía en ese estado.

El pelirrojo jugó distraídamente con las llaves de la casa mientras repensaba la situación de su amigo, ya se cumplían dos meses y su condición no presentaba mejoras sustantivas, y con la experiencia de su mejor amiga, sabía que estaba en las mejores manos. No comprendía porque seguía dormido y mucho menos porque no presentaba ningún tipo de reflejo.

Apenas abrió la puerta escuchó pasos al interior del inmueble y no demoro en desenfundar la varita para colocarse en alerta. Había cambiado la seguridad del transporte red flú y hasta el momento no la había compartido con nadie.

Casi nadie.

-¿Qué haces aquí? – Preguntó el pelirrojo bajando la varita. Su hija hacía exactamente lo mismo – Pensé que estabas con James.

-Te seguí – Soltó la muchacha esbozando una ligera sonrisa. Ronald elevó las cejas con sorpresa, y es que hace minutos, estaban discutiendo – Quería pedirte disculpas.

-Descuida – Musito sacándose la túnica para luego trasladarse hacia la pequeña cocina de la casa – Tienes todo el derecho a recriminarme, les oculte información vital, y gracias a eso, Rafael ha regresado.

-No podemos seguir lamentándonos – Acusó tras su padre. Sí, le había enrostrado el error de ocultarles la verdad pero no podían continuar así – Si queremos remediar el asunto, hay que capturarle y rescatar a mamá. No voy a darme por vencido, nunca – Soltó observando un ligero atisbo del pelirrojo por interrumpirle

-Rose…

-Necesito liderar la operación… - Sentenció por enésima vez.

La búsqueda de Hermione Potter.

Su ex esposa había desaparecido durante el ataque en Hogwarts y todo parecía ser un señuelo de Rafael Lyon, la búsqueda había resultado infructuosa y el cuartel general se quedaba sin muchas opciones; James y Rose habían iniciado una investigación por su cuenta pero no eran apoyados por Ronald, el temor de que fuese una trampa le aterraba, no quería perder a su hija. A pesar de las dificultades, pronto iniciarían una búsqueda de mayor envergadura y para ello necesitaba a los mejores, por desgracia para el pelirrojo, el mejor equipo a su disposición resultaba ser la pareja.

-Somos capaces…

-Sé perfectamente sus capacidades – Suspiró el jefe de aurores apoyándose en el fregadero – Sois el mejor equipo que tengo pero… - Se interrumpió evitando la mirada de su hija – No soportaría si… ustedes… tú…

-Papá… - Dijo sujetándole cariñosamente las manos – No puedo quedarme de brazos cruzados mientras pasan otros dos meses, voy a encontrarla.

-Debes prometer que se cuidarán, por favor – Susurró mirándole fijamente. Rose asintió en silencio – Promételo.

-Te lo prometo – Habló en apenas un susurro – Todo saldrá bien.

-Les espero en mi oficina – Sonrió Ronald siendo imitado por su hija – Asignaré a otra persona al equipo.

-Papá… - Musito entrecerrando los ojos. Su padre y su sobreprotección - ¿Quién es?

-El hijo de Luna – Resolvió él dirigiéndose hacia la nevera - ¿Quieres cenar? – Preguntó, su hija negó haciendo una seña que cenaría en casa – Su traslado estaba programado hace un mes – Contó recorriendo la cocina – No sólo por la llegada de Luna sino porque lo ordene.

-Hablas de Joshua – Dijo la mujer ladeando la cabeza. – Se habían mudado a Australia.

-Sí, por algunos años – Musito pensativo evitando rememorar el pasado, por ahora –Los últimos siete u ocho años vivieron en Italia y Joshua trabajó para nosotros.

-¿En qué? – Inquirió interesada por la vida de su amigo de la infancia

-España… - Soltó enviándole una significativa mirada a su hija – Estuvo tras la pista de Rafael por casi un año

-En serio

-Sí, lo hizo bastante bien… - Dijo pensativo – Aquel día del ataque les tendieron una trampa, salió muy maltrecho del lugar. Por un segundo, pensé que lo habíamos perdido – Susurró recordando la angustia extra al saber la noticia y más cuando tuvo que darle la noticia a Luna – Imaginarás el día que tuve

-No lo sabía…

-Era secreto – Acusó volviendo a la tarea de cocinar – Les ayudará bastante.

-De acuerdo – Asintió la mujer observando el reloj de pared, ya era tarde – Debo irme.

-Les esperaré mañana – Dijo esbozando una pequeña sonrisa – Rose… - Acusó cuando estuvo bajo el umbral de la puerta – Si la situación se agrava entonces ocuparé tu lugar

-¿A qué te refieres? – Inquirió la muchacha frunciendo el ceño. Su padre le envió una indescifrable mirada – Papá…

-Buenas noches – Cortó para seguir en lo suyo

-Hasta mañana.

Un extraño sentimiento se apoderó de la mujer apenas salió de la casa de su padre, no comprendía la enigmática mirada y el trasfondo de sus palabras, después de todo, estos cinco años había cambiado mucho: prudente, correcto y firme en cada decisión que tomaba, muy distinto al pelirrojo risueño y divertido que recordaba de niña.

La muerte nos cambia, él lo hizo

Su hermana había sido asesinada por Rafael y la infiltración al campo enemigo hizo templar su personalidad, ya no había tiempo para sonrisas ni bromas cuando la vida de todos estuvo en peligro, incluso ella. El castillo había sido atacado con el único fin de capturarle y servirle de señuelo a Henry Lyon para atraer a su padre, por suerte éste logro refugiarle junto a James.

¿En qué pensaría su padre? Su postura rígida durante las últimas semanas le hacía imposible descifrar sus intenciones, con el tiempo se había convertido en un hombre extremadamente reservado, incluso con quienes compartía a diario. Su mirada se había oscurecido y la mayor parte del tiempo mostraba tristeza pero intentaba ocultarlo a los ojos del resto, salvo ella; podría apreciar cuanto estaba sufriendo por lo sucedido y cuán culpable se sentía.

Su padre prácticamente les oculto la existencia de Rafael Lyon y quiso resolver el asunto por sus propios medios; viajando en operaciones secretas, colaborando con aurores de confianza como Joshua y siguiéndole la pista por todo el mundo con tal de asegurar el bienestar de todos, sin embargo, todo había fracasado. Habían atacado el castillo para secuestrar a su madre y dejar gravemente herido a Harry Potter, y por si fuese poco, casi mataron al hijo de Luna.

-Te encuentras bien – Acusaron de pronto. Rose se vio parada en medio de la casa – Te ves pálida.

-Estoy bien, Natalie – Sonrió a la pelirroja quien bajo la mirada hacia sus libros – Sólo algo cansada.

-Todavía queda cena – Dijo sin levantar la mirada – Mi hermano ya comió.

-Se encuentra arriba…

-No – Negó dando un suspiro – Fue al hospital.

-Ya veo – Murmuró la castaña fijando la mirada en el suelo.

-¿Por qué no reacciona? – Susurró Natalie con rabia sin comprender el estado de su padre – Se ha recuperado según lo planeado, no es justo.

-Nat..

-Quisiera saber lo que sucede – Continuó cerrando el libro que leía – No puedo ayudarle, ni siquiera Mike…

Observo a la pelirroja incorporarse de la silla y subir las escaleras hacia el segundo piso; comprendía la impotencia que sentía, estudiaba en la academia de medimagia y se encontraba en tercer año. Sin duda la poca experiencia le generaba una enorme frustración pero ni siquiera personas tan experimentadas como Luna conocían el estado real de Harry Potter.

Con impotencia habían encontrado al moreno tirado junto al cuerpo inerte de una estudiante de séptimo año, no reaccionaba y le llevaron inmediatamente al hospital donde la rubia mujer se hizo cargo. Si bien la situación había sido controlada y las heridas sanaban auspiciosamente, y no presentaba heridas sobre la cabeza, Harry no reaccionaba. Seguía profundamente dormido y sin signos de querer despertar, no importaba cuántos exámenes y hechizos le practicaron, no reaccionaba.

-Rose… - Susurraron desde la escalera. Natalie había regresado – Encontrarás al responsable del estado de nuestros padres.

Nuestros padres.

No importaba la relación que sostuviese con James y el apellido familiar con el resto, simplemente Harry y Hermione se habían convertido en los padres de los tres y nada más importaba. Porque lo único que importaba era la familia que habían formado; y desde el primer segundo de aquella tragedia sabía que haría lo imposible por recuperar a su familia, no importaba el riesgo ni cuán poderoso resultará el enemigo, lo vencerían.

-Lo encontraré – Sostuvo la mujer esbozando una sincera sonrisa – Volveremos a estar juntos.

-Gracias.

-Esperaré a James – Musito observando el reloj de pared, pasaban de las diez de la noche – Ve a descansar.

-Buenas noches – Dijo Natalie volviendo a subir las escaleras.

Sus padres.

Saber a su padre inconsciente y sin reacción alguna les inquietaba enormemente pero no tener pistas sobre la castaña, la mujer que había llenado el vacío que dejo su madre, le suponía un dolor mayor. Una incertidumbre que crecía día tras día, incrementando las especulaciones y disminuyendo las esperanzas, porque cada día suponía un paso más hacia la muerte.

¿Cómo enfrentar la muerte? Se preguntaba la pelirroja mientras cerraba la puerta de su habitación. Hace años la muerte de Ginny trajo consigo demasiado dolor; el estado de Harry llegó a limites críticos siendo precisamente la castaña quien le salvó de ese estado tan deplorable. Sólo la castaña había unido los pedazos del corazón de su padre y le había regresado la sonrisa, la esperanza y el amor, y no sólo a él, sino a ellos.

Ninguno quería admitirlo pero si Hermione estaba muerta…

-No puede estarlo – Susurró la mujer sujetando un retrato de su familia; la boda de Harry y Hermione – No puedes estar muerta, mamá.

Apretó el retrato contra su pecho intentando bloquear ese pensamiento; todos lo suponían pero mencionarlo suponía vivir por el aquel calvario otra vez y ser capaz de sujetar a su familia al borde de la oscuridad, en especial a su padre, el moreno no podría soportar tal golpe. No, la castaña no podía estar muerta porque eso significaba deshacer la familia que habían construido, suponía sumergirse en la oscuridad y dejar un profundo vacío entre ellos.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

-Matrimonio – Acusó el ojiverde sorprendido ante la confesión de su hijo – Es un importante paso, lo sabes.

-Sí lo sé – Asintió ligeramente sonrojado. Había tomado la decisión hace algunos meses y sólo hasta hoy decidió contarle a su padre – Es la mujer que amo y quiero formar una familia junto a ella.

-Entonces… - Susurró acercándose hacia él para luego sujetarle por los hombros – Sólo puedo felicitarte hijo. Sé que serás muy feliz.

-Gracias papá.

Hace dos meses y su vida estaba resuelta.

Su vida pronto giraría en trecientos sesenta grados y formaría una familia junto a la mujer que amaba, el largo camino que habían recorrido juntos les había servido para madurar y hacerle frente a todos los comentarios, prejuicios y malas miradas, después de todo, eran primos y vivían juntos producto del matrimonio de sus respectivos padres, antes casados con los hermanos Weasley, pero hoy sobrellevando una relación familiar armoniosa y sin contratiempos. Su padre le había entregado la pequeña cajita verde esmeralda de la familia Black, la misma que prometió hace cinco años, y que hoy traía consigo con más energía que nunca.

Porque tenía la esperanza que su padre despertaría de ese sueño profundo y le preguntaría la fecha de compromiso, y le regañaría con creces, porque había postergado el asunto por su propio estado. Seguía esperando su despertar con ansías y con temor; esto último porque no podría mirarle a los ojos y decirle que Hermione no vendría, porque sencillamente no sabía donde estaba, y lo peor de todo, no sabía si estaba con vida.

Sí, todos los pensaban. Aquella simple posibilidad les atormentaba y les hacía estremecerse cada día, la muerte de Hermione suponía un escenario cruel y oscuro del cual sería casi imposible salir, la imagen de su padre completamente desecho por la muerte de su madre, le inquietaba. El joven Potter no podía imaginar un hogar sin la castaña; sin sonrisas, risas y regaños. Sin el amor de ambos recorriendo cada rincón de su casa y que alegraba a todos.

-Pensé que no vendrías – Dijeron a espaldas del auror. El aludido simplemente mantuvo la mirada sobre la cama.

-Tenía una reunión – Soltó el muchacho observando de reojo a su amigo – No quiero molestar – Susurró al observarle revisar los signos de su padre.

-Descuida – Musito sin distraerse de su trabajo – Estoy de turno, estaré toda la noche.

-Comprendo.

-Si algo llegase a cambiar… sabes que…

-No dejaré de visitarle – Interrumpió él frunciendo el ceño – No voy a dejarlo solo.

-No quise decir eso. – Negó el muchacho cruzando miradas con su amigo – Venir todos los días… sólo te hará daño.

-Mike…

-No eres único sufriendo, James – Suspiro el castaño dejando sobre la mesa de noche las observaciones – Natalie no duerme buscando solución, Luna rebusca en antiguos libros y Rosie te necesita, amigo. – Mascullo desviando la mirada – Cada día que pasa, Hermione podría…

-No Mike – Acusó levantando una mano – No lo digas.

-Si fuese cierto… - Susurró desviando la mirada hacia el moreno - ¿Cómo se sentirá él? Si llegase a despertar mañana, qué le diremos.

-No está muerta.

-Él piensa lo mismo – Dijo llamando la atención de su amigo. Añadió – El hijo de Luna, Joshua. – Aclaró esbozando una sonrisa – Estuvo aquí.

-Pensé que estaba en Italia – Susurró pensativo – Sufrió un grave ataque en España.

-Sí, vino a chequearse – Asintió – Se encuentra recuperado y será asignado a la búsqueda de Hermione.

-Comprendo….

-Se conocían… - Inquirió curioso

-De niños – Soltó fijando la mirada sobre el rostro de su padre. – No éramos amigos pero si eran amigos con Rose. Su padre desapareció y se mudaron a Australia, perdieron contacto.

-Trabajarán juntos…

-No lo sé – Suspiró recordando la aprehensión del pelirrojo – Ronald no quiere involucrarnos. Hoy volvió a discutir con Rose.

-Estás comprometidos

-De igual forma lo estaremos – Musito apretando los puños – No pienso quedarme de brazos cruzados.

-Ya es tarde – Susurró Mike como casi todos los días repetía. – Hasta mañana.

-Hasta mañana.

Observo por última vez el semblante de su padre para luego salir de la habitación sin emitir comentario alguno; otro día más. Con pesar los días continuaban pasando y el estado de su padre seguía igual, y aunque la idea sonará retorcida, se alegraba que así fuese, porque no sería capaz de mirarle a los ojos y decirle que su esposa estaba desaparecida hace dos meses y que posiblemente estaba muerta.

Apenas llegó a la casa y pudo sentarse sobre el sillón, lloró. Como cada noche después de llegar del hospital, y ésta vez, con la realidad pesando sobre sus hombros y corazón; con la amargura de reconocer que tal vez la castaña estaba muerta y que su padre quedaría destrozado tal y como ocurrió hace siete años. Cada noche ese pensamiento carcomía su corazón y ahogaba la esperanza de recuperar por un instante la familia que habían construído

Con sorpresa sintió los brazos de su novia cobijándole con cariño y amor; solía desahogarse solo y no permitir que alguien le viese, suficiente preocupaciones tenían para cargar con la suya propia, sin embargo, ésta vez no pudo deshacer el abrazo y fingir que todo estaría bien. Se refugió en sus brazos intentando buscar el consuelo que su corazón necesitaba, las semanas habían sido duras e incluso habían discutido producto de la frustración y el desespero por recuperar a las personas que amaban.

Y entonces recordó… El día que murió Ginny Weasley y la mujer junto a él, le cobijo y susurró palabras de aliento con el mismo dolor y tristeza por tal noticia, y tembló de pies a cabeza porque la escena fuese un atisbo de lo que podía suceder en el futuro, porque aunque la situación sonará extraña y pocos lo pudieran comprender; él consideraba a Hermione Potter como una madre y estaba seguro que Rose pensaba lo mismo con respecto a Harry Potter.

-No quiero… preocuparte – Susurró limpiándose las lágrimas estando en el regazo de su novia.

-Nos asignaron la operación – Musito la mujer contra el oído de James. El aludido se incorporó hasta cruzar miradas – Ésta noche podemos permitirnos llorar.

-Vamos a encontrarla – Habló con el corazón apretado por las lágrimas de su novia – Te lo prometo – Dijo besando las manos de la chica

-Lo haremos – Sonrió limpiando las lágrimas de James – Estará con nosotros, igual que Harry.

-Te amo – Susurró

-Y yo a ti.

Después de esa noche, la búsqueda de Hermione Potter comenzaría y no se detendría por nada del mundo, no importaría el cansancio ni las dificultades del camino cuando por delante tenían la importante misión de hallar a la persona más importante para ellos. A partir de mañana las lágrimas no tendrán cabida porque todas sus energías estarían enfocadas en hallar al culpable de todo; el hombre que asesinó a Ginny Weasley, secuestro a Hermione Potter y dejo gravemente herido a Harry Potter.

Rafael Lyon.

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Hemos vivido en la clandestinidad.

Ocultos entre las sombras por el simple hecho de repensar un mundo distinto; sin sangre impura que contamine la nuestra y de retomar nuestra posición en la sociedad como siempre debió ser. Hemos perdido a grandes magos en esta guerra sin cuartel, el peor de los golpes había sido hace más de dos décadas: Lord Voldemort amanso un poder sin igual y conquisto el mundo por un corto período de tiempo, y sólo por él, todo se vino abajo para luego refugiarnos por primera vez en las sombras, esperando su regreso.

Después de años, la oscuridad se convirtió en nuestro hogar y sin dirección alguna los intentos por regresar habían sido en vano y los nuestros poco a poco terminaban muertos por culpa de él y los suyos. Sólo por un instante alcanzamos la gloria y nuestros planes se expandían de manera auspiciosa, sin embargo, la debilidad humana es el peor de los enemigos: perdonar la vida a un ser pequeño fue nuestra sepultura y pagamos con creces aquel error, regresamos a la clandestinidad por otro período.

Hasta hoy.

Aprendí de los errores del pasado y me prometí no ceder ante nada ni nadie, convertí mi corazón en una roca y mi sangre se hizo fría. Diseñé planes y metodologías de trabajo con todo el rigor aprendido, instruí a mis hombres con la mejor de las disciplinas y sin excepciones, aprendiendo la regla rectora de nuestro accionar: Ni piedad ni clemencia. No importaba quien estuviese por delante; mago, muggle, niños o mujeres, si alguno de ellos se interponía en el objetivo final entonces debían morir.

-Señor… - Dijeron a espaldas del hombre – Se realizó el cambio de turno, todo normal.

-Perfecto – Susurró él dando la espalda – Continúen así.

-Como usted diga, permiso

-Un momento… - Acusó el hombre girándose con las manos tras la espalda. El guardia se mantuvo quieto – Hay movimiento de ella.

-No señor – Negó el hombre bajando la cabeza – Sigue el repliegue de los aurores y otros han regresado al país.

-¿Quiénes? – Interrogo frunciendo el ceño.

-Joshua

-Es fuerte – Musito Rafael recordando al auror pero no comprendía su regreso – Quiero información sobre él.

-Como desee. – Acusó el mortifago haciendo una reverencia

-Puedes retirarte

-Sí señor.

Se giró hacia la ventana sin quitar la mirada sobre la luna llena y los ligeros relieves de la inhóspita zona sur, pensando ajustar cuenta con el joven auror de España que tantos problemas le causo hace casi un año. Se preguntó sobre el motivo de la visita en Londres y si era pariente o cercano a Ronald Weasley, después de todo, el jefe de aurores debió llamar al muchacho; el pelirrojo comenzaba a mover sus piezas en la búsqueda de la castaña y estaba convencido que movería mar y tierra para lograr su objetivo, y estaba seguro, la hija de él tomaría las riendas del asunto y no esperaba menos.

Su madre estaba con ellos, y no sería por mucho tiempo.

No cometería el mismo error dos veces.

Continuará…

A modo de recuerdo… les explicó sobre Ron y su mención sobre cuán cambiado está, pues él la trama (Frente a ti) o en inicio de la misma se comporta con un personaje celoso, egoísta y vengativo hacia su mejor amigo, culpandolo de la muerte de su hermana. En la historia, el pelirrojo es tal vez el personaje con mayor evolución emocional pero también quien carga un pasado muy oscuro

Estaré actualizando tres veces por semana, dejen comentarios y si eres nuevo o antiguo lector de la historia.