¡Aquí me presento con un nuevo capítulo!
Antes de comenzar, me gustaría contestar algunas reviews:
Natsu00: Hace un tiempo que no leía una de tus reviews, es bueno verte de nuevo. Primero que nada, muchas gracias por tus palabras, me alegra mucho que te haya gustado el capítulo. Respecto a tus preguntas, para ser sincero, no entiendo del todo bien a lo que te refieres. Según lo que entendí, estás preguntando cual sería la primera que se declarará a Issei, y es más que obvio que será Rossweisse por todo lo que expliqué de ella, solo falta saber cuando y porqué. Después haces una pregunta sobre algo de los padres de Issei, si es que tienen algo que ver en lo sobrenatural (o eso creo, está bastante confuso), evidentemente ellos no tienen nada que ver con esto. Solo tienen muchos viajes de negocios porque son empresarios famosos (tampoco me gustaría indagar mucho más en sus vidas, sabemos que son completamente irrelevantes).
Diamants: Me alegra mucho que aun sigas prendido a la historia después de esos meses de ausencia. Espero que este capítulo también logre gustarte.
Camilo Navas: Pude ver que a absolutamente todos les gustó como es esta Ophis. Me alegra que sea así, y espero que aun continúen opinando lo mismo con el pasar de los capítulos.
Sin nada más que decir, es momento de comenzar.
¡Disfruta!
"¡OYE ISE, ISEEEE!" Matsuda corrió rápidamente hacia el castaño quien se encontraba hablando con las tres nuevas profesoras.
"¿Qué sucede?" Issei no pudo evitar mirarlo con gran desconcierto, ya que solo presentaban esas carreras de maratón cuando habían descubierto algo realmente interesante.
"¡Hace poco pusieron esto en nuestro salón!" Motohama le mostraría su celular, el cual tenía una foto de un papel que se encontraba pegada en la puerta del aula.
"¿Un viaje escolar?" Issei no pudo evitar mirar la imagen con gran incredulidad. "¡¿UN VIAJE A TOKYO?!" Su reacción incrementó a niveles desmedidos tras leer a la hermosa ciudad que visitarían.
"Uh, eso suena interesante." Rossweisse se posó al lado del castaño, leyendo la nota con detenimiento. "Será dentro de dos semanas, e irán un total de tres profesores…" Tras escuchar eso, Penemue y Tiamat se acercaron con mucha curiosidad.
"Será justo después de los Rating Games contra Sona…" Pensaría Issei mientras archivaba esa información. "Como estará mejor regulado que el anterior, dudo que ocurra algún tipo de problemas."
"Yo estoy allí." Penemue señaló la imagen en la parte que estaba su nombre, y Rossweisse la siguió poco después.
La Valquiria le entregó una gran sonrisa, algo que Penemue pareció responder a su manera.
Pero…
"El tercer profesor es Azazel…" Una mirada sin expresión había decorado a Tiamat, quien no podía creer que la habían excluido de un viaje el cual involucrada a Issei y sus dos mejores amigas.
Esa mirada sin expresión no tardaría mucho tiempo en transformarse en un aura depresiva, algo que alarmó a Matsuda y Motohama.
"¿Acaso ella quería ir a Tokyo?" Motohama le susurró al oído, logrando que Issei dibujara una sonrisa incomoda.
"Eh…diría que sí." Él respondió, viendo como Tiamat era consolada por Penemue y Rossweisse.
CAPÍTULO 49: ¡EL PRECIO DEL PODER!
"¿Qué dices?" Preguntaría Tiamat, retirando una bandeja de la heladera que contenía una gran cantidad de chocolates.
"Yo diría que ya pueden comerse." Declaró la Cadre, posando un dedo sobre algunos de los postres.
Ambas mujeres se encontraban en la residencia Hyoudou. A diferencia del ambiente relajado y alegre de ayer, ambas lucían bastante serias. En especial Tiamat, quien más que seria, parecía estar preocupada.
"Antes de ir a la sala, tengo que hablar algo contigo." Comentó la dragona, llamando la atención de Penemue.
"Es sobre el viaje escolar, ¿no es así?" Las sospechas de la Cadre fueron aprobadas cuando Tiamat asintió.
"En un principio, creí que podría exigir a Sirzechs que me incluyera, pero creo que ya sería demasiado y no quiero mostrarme tan irrespetuosa y demandante. Aunque odio admitirlo, incluso estoy un poco agradecida con él por darme un cargo dentro de la academia…" Tiamat dio su punto, logrando que Penemue cerrara sus ojos.
"No te preocupes, nosotras lo cuidaremos." Penemue colocó una mano sobre el hombro de la dragona para que se relajara. "Incluso Azazel hará bien su trabajo. Puede ser un vago impertinente, pero no cabe duda de que se preocupa bastante por él, aunque su actitud a veces puede demostrar lo contrario." Penemue le entregó una sonrisa tranquilizadora, apretando un poco el hombro de Tiamat. "Mientras tanto, disfruta estas dos semanas que vamos a estar juntos."
"Tienes razón." Tiamat le devolvería la sonrisa, indicando que sus preocupaciones finalmente se habían disipado. "Y gracias."
"No tienes que agradecerlo." Le respondió Penemue, esbozando una diminuta sonrisa. "Para eso son los amigos." Tiamat amplió aún más su sonrisa, haciendo que sus pequeños colmillos se hagan visibles.
"¡Eres la mejor!"
Issei se encontraba en la sala, ajeno a toda la conversación que había sucedido a sus espaldas. El castaño se encontraba con los ojos cerrados mientras permanecía con una seriedad absoluta, como si estuviera pensando algo con mucha intensidad.
"El viaje escolar será en Tokyo, y no solo eso, sino que iremos a las posadas que están bajo la custodia de los Yokais." Una sonrisa apareció en el rostro del castaño. "Esta experiencia podría ser buena para convivir con una Facción diferente." Esa sonrisa se iría apagando lentamente, hasta que al final parecía tener un rostro completamente tenso. "Por otro lado…"
Issei abriría sus ojos de golpe.
"¿Por qué viniste de nuevo?" Los ojos de Issei se pusieron en blanco tras presenciar a la mujer que se encontraba flotando de cabeza frente a él durante todo este tiempo.
"Porque fue agradable." Fue la simple respuesta de Ophis, quien seguía mirándolo sin expresión. "Quiero sentirme rara otra vez." Issei comenzaría a sudar tras sus últimas palabras, ya que ella acercó excesivamente su rostro al suyo.
"¿No sabes que es de mala educación invadir el espacio personal de otro sin permiso?" Ophis tan solo pudo inclinar su cabeza hacia un lado.
"¿Mala educación?" Ophis no pudo evitar pestañear con gran confusión mientras se alejaba un poco.
"Espera, ¿acaso nunca has recibido una educación?" Issei indagó, mostrando una gran curiosidad que Ophis pareció captar.
"Solo recibí dos educaciones." Comentó Ophis, alzando dos de sus dedos, o más bien, bajándolos, ya que aun se encontraba de cabeza. "La primera fue la educación de sentimientos. Soy completamente carente de ellos a causa de los problemas que podría causar siendo que soy la Diosa Dragona del Infinito."
"¿Ella no tiene emociones?" Pensó Issei para sus adentros, recordando todas las interacciones que había tenido con la Diosa. "Ahora que lo recuerdo, todas sus palabras y expresiones siempre se han sentido vacías."
"¡Esto es increíble!"
El recuerdo de ella con los audífonos insonorizados hizo que una pequeña sonrisa se formara en el rostro del castaño.
"Excepto esa vez…" Issei volvió a la realidad para hacer su siguiente pregunta. "Por cierto, ¿Cuál es la segunda educación que recibiste?"
"Además de ayudarme con mis problemas de Diosa del Infinito, Trihexa también me dio una educación sexual." Ophis comenzó a bajarse las medias junto con sus bragas. "¿Quieres ver?"
"¡No, no!" Issei agitó sus manos desesperadamente. "¡Hacer eso frente a otros es de…!"
"¿Mala educación?" Ophis le quitó las palabras de la boca, viendo como el castaño asentía sin parar.
La Diosa no pudo evitar mirarlo con ligera confusión, aunque finalmente le restó importancia y volvió a recolocarse sus bragas y medias.
"Las reglas civilizadas son muy extrañas." Declaró la dragona, quien no pudo evitar esbozar una mirada muy confundida.
"Si quieres venir más seguido, tendrás que aprender esas cosas." Issei palmeó al lado del sillón para que ella se sentara.
"Entonces, ¿no te molesta que yo esté aquí? ¿No es de mala educación?" Le consultaría Ophis, optando por una pose mucho más normal, ya que había dejado de estar de cabeza.
"Bueno, entrar en casas ajenas sin permiso sin duda alguna es un problema…" Pensaría el castaño en voz alta mientras se frotaba el cabello con una sonrisa tensa. "Pero, creo que sería muy divertido tenerte por aquí cerca." Concluyó, entregándole una sonrisa dentuda que hizo brillar los ojos vacíos de la dragona.
"Gracias por ser bueno conmigo." Ella comentó, para luego sentarse sobre el regazo de Issei, quien la miraría con ligera sorpresa.
"Supongo que debería acostumbrarme a esto…" Pensó el castaño con una pequeña sonrisa.
"Hum, ¿debería haber preguntado antes de hacer esto? ¿También es de mala educación?" La pregunta de Ophis haría que Issei le entregara una sonrisa.
"No te preocupes. No es de mala educación si a la otra persona le gusta estar cerca, pero lo ideal sería preguntar siempre." Le contestó, recibiendo un asentimiento por parte de la Diosa.
La atención de Ophis se desvió hacia el aparato extraño y molesto que estaba haciendo un montón de ruido.
"¿Ella está mirando el televisor?" Se preguntó Issei para sus adentros, viendo como la mujer inexpresiva no le quitaba la mirada de encima.
"¿También existen personas tan pequeñas que son capaces de entrar en esas cajas extrañas?" La pregunta que salió de sus labios hizo que Issei pusiera sus ojos en blanco.
¿Cuántas veces llevaba ya?
"No hay nadie allí dentro, solo es una retrasmisión." Declaró el castaño de la forma más simple posible como para que ella pudiera entenderlo.
"¿Retrasmisión?" Ophis levantó su cabeza para mirarlo, sus hermosos ojos violetas vacíos brillaban con gran curiosidad.
"Para ponerlo en palabras que entiendas, es algo así como una proyección. Ellos realmente no están allí." La curiosidad de Ophis pareció ser saciada cuando ella asintió.
La mirada de la Diosa se posó nuevamente en el televisor ante la mirada curiosa de Issei, ya que ella parecía estar muy concentrada.
En ese momento, un recuerdo de la reunión llegó a su mente.
Aunque él no quisiera admitirlo, lo que ella había dicho sobre Rías ayer lo había estado atormentado durante este día.
Justo cuando iba a discutir sobre ese tema, pudo ver como ella alzó su mano hacia el televisor.
"¿Qué haces?" Issei no pudo evitar mirarla con gran confusión.
"Bajo tu explicación, he llegado a la conclusión de que esa caja solo es un aparato mágico sin vida." Los ojos de la Diosa se entrecerraron ligeramente mientras un orbe aparecía sobre su dedo. "Eso significa que podré destruirlo sin repercusiones."
"¡Espera!" Issei intentó abajarle la mano, pero era en vano, ya que ella no se movía ni un centímetro.
Justo en ese momento, el olor a chocolate inundó las fauces de la dragona, quien no pudo evitar olfatear de una manera un tanto graciosa. Esa distracción hizo que sus intenciones asesinas desaparecieran, logrando que el castaño suspirara de alivio.
"¡Trajimos chocolates!" Exclamó la dragona, siendo acompañada por Penemue.
"¿Qué es ese olor?" Ophis no tardaría ni un segundo en aparecer frente a ellas. "Me gusta."
"Estamos preparando más." Penemue señaló hacia la cocina, logrando que Ophis mirara hacia atrás con cierta intriga. Una intriga que rápidamente se desvió al notar lo que las mujeres llevaban en sus manos.
"Quiero uno de esos en mi boca, ahora." Ophis le arrebató un chocolate sin previo aviso, logrando sacar una pequeña risita por parte de Tiamat, ya que su actitud le parecía bastante infantil.
"Ahora están fríos, así que podrás disfrutarlos mucho más." Declaró Tiamat mientras hacia todo lo posible para aguantar su risa.
Los ojos de la Diosa se iluminaron nuevamente, logrando que Penemue e Issei sonrieran un poco al notar que parecía estar disfrutándolo demasiado.
El tiempo pasó, y la tranquilidad de Ophis parecía haber llegado en forma de comida, ya que el sonido y las conversaciones que tenían Issei y sus dos futuras amantes no le estaba molestando. Era natural, ya que la Diosa se encontraba muy centrada degustando ese delicioso postre mientras se regocijaba en el regazo del castaño.
Todo parecía ser tranquilidad, hasta que…
"¡Chicos, no creerán lo que conseguí!" Una Rossweisse muy sonriente atravesó la sala de estar con una energía sin igual, deteniéndose a pocos metros del sillón. "¡Miren esto!" Ella agitó cuatro boletos por encima del rostro de Issei, haciendo que este los mirara con ligera intriga. "¡Son boletos para la feria!"
"Eso suena interesante…" Declaró Tiamat.
"¿En qué lugar y en qué día?" La que preguntaría fue Penemue, quien se mostró interesada en asistir.
"En Estados Unidos, será mañana." Declaró la Valquiria con gran energía. "¿Qué dices, Issei?" Rossweisse fijó su mirada en el castaño con gran esperanza.
"Por supuesto que iré." Issei le entregaría una gran sonrisa. "Estoy seguro que será incluso más divertido que las últimas veces ahora que seremos más." Esas últimas palabras pusieron un tanto nerviosa a Rossweisse, quien le hacia señales un tanto graciosas a Issei para que no siguiera hablando.
"Pobre de ella, no tiene idea que estamos enteradas de esas salidas nocturnas que tuvieron hace un tiempo." Pensó Tiamat con bastante gracia.
"Tengo que trabajar. El papeleo de Grigori no se hará solo." Comentó la Cadre, levantándose del sillón. "Nos veremos más tarde." Ella concluiría, agitando su mano como gesto de despedida antes de desaparecer mediante un círculo mágico.
"¿Ella vendrá más tarde?" Le consultaría Rossweisse, sentándose al lado del castaño.
"Si, es que tengo un problema." El comentario hizo que Ross e incluso Ophis le prestara atención, ya que ella había estado en su propio mundo todo este tiempo. "Cuando hoy fui a la Academia, apenas pude escribir." Issei alzó su mano, y Rossweisse pudo notar que tenía un color algo particular, parecía estar al rojo vivo. "No me dolió durante todo el día, solo temblaba como si tuviera alguna especie de párkinson con un grado preocupante. Además de eso, cuando hoy intenté entrenar con Tannin, en el momento que intenté activar mi Sacred Gear es cuando mi brazo comenzó a arder como el infierno."
"Así que por eso faltaste ayer a mis clases…" Issei no pudo evitar sudar, ya que en realidad no había sido por esa razón. "¿Ahora te encuentras bien?" Ella le preguntó, ganándose un asentimiento por parte del castaño.
"El dolor no duró mucho tiempo." Issei apretó fuertemente su puño, haciendo que todo su brazo temblara con gran intensidad.
"Como dije en nuestro primer encuentro, eso te sucedió por culpa de tu cuerpo inconsistente." El comentario de Ophis harían que todos la vieran con gran atención, debido a que ella se había mantenido en silencio hasta ahora. "Es el precio de usar un brazo de dragón para hacerte más fuerte. Supongo que ella ya te lo habrá explicado." Concluyó, fijando su mirada en Tiamat.
"Ella lo había dicho, pero es la primera vez que me pasa algo como esto." Issei volvió a fijar su mirada en su mano, frunciendo el ceño. "Siento como si no fuera parte de mi cuerpo…"
"Ahora que lo pienso, creo que Issei fue una de las pocas personas en lograr tener una parte de un dragón sin morir en el intento." Comentó Rossweisse, quien para este momento tenía sus instintos de curiosidad a niveles máximos. "Esto es solo una especulación, pero teniendo al Dragón Gales dentro de él, ¿no crees que pueda transformar su cuerpo por completo al de un dragón?"
"Eso es imposible." Tiamat contestó sin una pizca de duda. "Es cierto que tiene una buena afinidad con los dragones y que la Lagartija Subdesarrollada está atado a su cuerpo, pero eso no garantiza nada."
"Ella tiene razón." Ophis le siguió rápidamente. "Issei logró reencarnarse en un Demonio gracias a las Evil Pieces. Eso significa que su alma también cambió para adaptarse a su nuevo cuerpo." La Diosa se explicó, para luego colocarse un chocolate en su boca. "Para explicarlo de una manera más sencilla y rápida, el alma de Issei tendría que cambiar y adaptarse a su nuevo cuerpo. Dicho cambio no puedo efectuarse si no hay ningún detonante que lo ayude." Ophis miraría a Issei, entregándole una mirada un tanto sospechosa. "La única opción sería que su alma sea la de un dragón desde el inicio."
"Bueno, eso es imposible ya que Issei antes era un humano…" Comentó Rossweisse para si misma mientras se frotaba el mentón. "Pero, en tal caso de que se diera…"
"Entonces su alma estaría retenida, principalmente se debería a que su cuerpo no podría soportar toda la energía y poder mágico que él mismo contiene." Ophis le respondió sin que terminara de formular su pregunta. "Si sucede una liberación gracias a su cambio de cuerpo, las Evil Pieces abandonarían su cuerpo porque ya dejaría de ser un Demonio para pasar a ser un Dragón completo, como siempre debería haber sido."
"Así que es así…" Ross parecía estar muy interesada en la conversación tan casual y extraña que había tenido con la Diosa del Infinito. "Aunque eso es imposible…" La Valquiria cerró sus pensamientos con una pequeña risita al final al darse cuenta que su conversación se había ido por las ramas. "Siento haberte aburrido con esto, Ophis." Ella se disculpó, inclinando un poco su cabeza.
"De hecho, fue una conversación entretenida." Ese comentario hizo que Ross alzara su mirada con ligera sorpresa. "La chica valquiria también me agrada. "En esta ocasión, Ophis miraría a Issei mientras alzaba un pulgar, logrando que este sudara una gota estilo anime.
"Ahora que lo pienso, es una pena…" Rossweisse susurró por lo bajo, aunque fue escuchada por todos.
"¿Ha que te refieres?" La pregunta la hizo Tiamat, quien no pudo evitar mirar a su amiga con gran confusión.
"Si hubiera sabido que la señorita Ophis era tan agradable, también la hubiera invitado a la feria…" La valquiria declaró con remordimiento.
"¿Es un lugar ruidoso?" La pregunta inesperada de la Diosa hizo que Rossweisse la mirara con gran confusión.
"Eh, supongo que bastante…"
"Entonces, no me importa." Declaró Ophis como si nada, para luego tomar uno de sus tan preciados alimentos. "No me gusta que pongas esa mirada triste. Ten, come un chocolate." Ophis colocó el chocolate sobre la cabeza de Rossweisse.
"Hum, gracias…" Ella no pudo evitar sudar una gota al estilo anime tras la manera de ser bastante excéntrica de la Diosa.
Issei tenía una reacción bastante similar a la de Rossweisse por lo presenciado, aunque esa expresión no duró mucho tiempo en su rostro ya que Ophis jaló su manga con ternura para llamar su atención.
"Issei, ¿podrías prestarme ese artilugio sagrado?" Ella preguntó, logrando que tanto Tiamat como Ross se vieran intrigadas por lo escuchado.
"¿Artilugio sagrado?" Issei no pudo evitar mirarla con gran confusión mientras ella asentía con gran energía. "Espera, ¿te refieres a los auriculares insonorizados?" Ella volvió a asentir con la misma energía.
Issei alzó una de sus manos, invocando los auriculares a través de un circulo mágico.
"Espero que esto pueda brindarte esa paz que buscas, aunque sea solo por un par de horas." Él declararía con una sonrisa, colocando los auriculares en la Diosa, quien cerró sus ojos con gran calma al sentir como todos los sonidos volvían a desaparecer.
Todos pudieron notar como su cuerpo se relajó en el regazo de Issei.
"Siempre se describió como una especie de monstruo, pero en realidad se ve tan linda e indefensa…" Comentó Rossweisse con mucho cariño.
"Eso mismo pensé cuando la vi interactuando con Issei." Agregó Tiamat, mirando a Ophis con ternura. "¿Crees que ella va a venir más seguido?" Su pregunta fue dirigida al castaño, quien asintió.
"Probablemente. Ella quiere estar completamente aislada del exterior por un rato, y parece que yo tengo lo necesario para cumplirle ese capricho." Issei miró a Tiamat, entregándole una pequeña sonrisa. "Además, no me molesta su presencia. De hecho, es algo divertida y bastante intrépida, por lo que siento que tenerla cerca será una experiencia totalmente novedosa." Comentó con una sonrisa dentuda, para que luego sus ojos brillaran con una intensidad misteriosa. "Además, si la tengo cerca quizás podría decirme algo acerca de la Profecía…" Eso último lo dijo en sus pensamientos.
Las horas pasaron acompañadas de diferentes delicias, películas y deberes hasta que finalmente llegó la noche.
Ophis yacía sobre el sillón completamente dormida ante la mirada atenta de Issei y Tiamat. Rossweisse se había despedido hace poco, por lo que solo se encontraban ellos tres.
Justo en ese momento, un círculo mágico apareció en el salón que ya estaba a oscuras. De allí salió Penemue, quien alzó su mano en un gesto silencioso de saludo para no despertar a la durmiente.
La Cadre señaló hacia las escaleras, y ambos parecieron captar el mensaje.
"Entonces, ¿Qué es lo que debo hacer?" Le consultó el castaño, cerrando la puerta de su habitación.
"Primero, debes acostarte en medio de la cama." Issei pareció un tanto confundido ante esto, pero no rechistó. "Tiamat, necesitaré tu ayuda para extraer la magia corrupta que lo está dañando. Ya sabes que hacer." La dragona asintió con comprensión ante sus últimas palabras.
Issei no pudo evitar sonrojarse un poco cuando Tiamat y Penemue comenzaron a desnudarse. Ya había visto a la dragona en su ropa interior antes, pero era extraño ver a Penemue con unas bragas negras ajustadas y un camisón que dejaba todo su abdomen expuesto. Lo más loco de eso es que no llevaba ningún tipo de contenedor para sus senos, y eso era fácilmente reconocible, ya que el gran escote invertido que sobresalía parecía estar a punto de explotar por la presión que ejercían sus pechos.
"Sé que esto es algo extraño, pero necesitamos tener un roce constante sobre nuestra piel para que la liberación de la magia sea más rápida y efectiva." Ella comentó, recostándose al lado derecho del castaño, para luego tomar su mano. "Podría decirse que esto sería como tratar con un veneno que recientemente ha sido introducido en tu cuerpo."
Issei miró hacia su izquierda tras notar como alguien se desplazaba por debajo de las sabanas.
"No te preocupes, no dolerá." Tiamat asomó su cabeza sobre el pecho del castaño, entregándole una pequeña sonrisa.
Tenía una mujer hermosa encima, y otra a su costado. Era una situación bastante extraña para Issei, una situación que no tardaría en tornarse bastante bizarra cuando Penemue deslizó la mano de Issei entre sus pechos, y el hecho de que estuviera tan apretado por culpa de su camisón solo hizo que pudiera sentir con mucha más facilidad la suavidad de su piel, era casi como si estuviera abriéndose paso entre dos almohadas muy acolchadas que le brindaban calor mientras absorbían su brazo.
La mano del castaño se asomó por arriba de los pechos de la Cadre, quien rápidamente la tomó y comenzó a acariciarla con cuidado.
"Estás muy tenso." Comentó Penemue, dándole un pequeño asentimiento a Tiamat. "Relájate, esto es una terapia."
Después de decir eso, ella comenzó a chupar uno de los dedos de Issei para la gran sorpresa del mismo. No conforme con eso, Tiamat comenzó a darle pequeñas mordidas sobre su hombro y la parte del brazo que no se encontraba enterrado entre los senos de la Cadre.
"¿Qué…?" Los ojos de Issei se pusieron completamente en blanco cuando una expresión indescifrable dominó su rostro. "¡¿Qué demonios está pasando?!"
Esos pensamientos fueron cortados cuando él dio un suspiro cubierto de placer. No tardaría mucho en cubrirse la boca tras descubrir lo que había hecho.
"No te avergüences." Penemue dejó de lamer su dedo, haciendo que un hilo de saliva se conectara con su mano. "Es normal sentir placer. Ten en cuenta que esto es como un masaje que está quitándote todas las contracturas." La Cadre intentó explicarse, aunque no le importó mucho si Issei lo había entendido o no, ya que ella continuaría su labor en ese mismo instante.
Issei no pudo evitar dar pequeños suspiros de placer al notar como su brazo se estaba descongestionando, la magia rojiza que comenzó a salir de los labios de ambas mujeres era prueba de que el trabajo realmente estaba funcionando.
Él lo sabía, sabía que esto era una simple terapia y que ellas solo lo hacían para ayudarlo.
Aun así, el no pudo evitar la reacción de su cuerpo…
Especialmente si…
"¿Por qué me miran de esa forma?" Issei no pudo evitar pensar, notando como las dos mujeres le miraban con unos ojos completamente hermosos e inocentes mientras mordían y chupaban.
En ese momento, el castaño dio un pequeño gruñido, algo que alertó a las dos damas, ya que pensaron que le estaban haciendo daño.
La reacción siguiente del castaño fue lo que las sorprendió.
Especialmente a Tiamat.
La dragona no pudo evitar agrandar sus ojos y morder con fuerza el brazo del castaño. Ese accionar fue seguido de un gran sonrojo y un gemido ronco que fue ahogado a causa de lo que estaba haciendo.
"Lo siento, creo que es más cómodo si lo hacemos en esta pose." Declaró el castaño, quien había tomado con gran fuerza y firmeza uno de los glúteos de la dragona para arrastrarla más hacia arriba.
Tiamat continuó mirándolo con un gran sonrojo sin decir una palabra. Lo único que hizo fue asentir de acuerdo.
El trabajo de las dos mujeres continuó con normalidad después de lo sucedido, salvo por el gran sonrojo en el rostro de Tiamat, quien sentía como Issei aun la tomaba con gran firmeza del trasero.
Fue un trabajo de una hora. Una hora en la que Issei se veía realmente incomodo a pesar del placer que estaba recibiendo, era algo sin duda extraño.
En este momento, las dos mujeres se quedaron durmiendo exactamente en la misma posición. Penemue se encontraba abrazando al castaño con una pequeña sonrisa mientras que Tiamat aun tenía ese sonrojo en su rostro.
El único que estaba despierto era el castaño.
De hecho, estaba bien despierto.
Sus ojos sin pizca de cansancio lo daban a entender.
"Bien, creo que ya se durmieron…" Issei extrajo su brazo lentamente entre los pechos de Penemue para que no se despertara. El momento fue un tanto incomodo, ya que la Cadre hacia sonidos extraños, pero finalmente logro quitar su brazo sin despertarla.
"Ahora…" Issei miraría a Tiamat con cierta precaución. "Supongo que no se dará cuenta si la suelto…"
El castaño soltó el trasero de la dragona, haciendo que esta diera un pequeño gemido cuando su entrepierna un poco mojada chocó contra una especie de palo.
Obviamente no hace falta especificar que era.
"Menos mal…" Issei dio un pequeño suspiro de alivio. "Parece ser que no se dieron cuenta."
Issei se movió como una especie de serpiente entre las dos mujeres para no despertarlas.
El castaño se desplazó hacia el baño de puntitas de pie para no despertar a nadie. Después de todo, no querían que vieran esta imagen de él.
Especialmente ellas dos…
Issei cerró lentamente la puerta del baño para hacer el menor ruido posible.
"A salvo…" Issei no pudo evitar dar un gran suspiro de alivio al estar completamente solo. "No lo puedo creer. Nunca lo había sentido tan duro como ahora." Issei se miró el montículo que sobresalía de su ropa interior, asemejándose a una especie de carpa. "Parece una maldita piedra." Este le dio un pequeño golpe con su mano, notando la firmeza de su propio miembro viril.
"*Eso es porque estuviste empalmado toda una hora.*" Ddraig hizo acto de presencia, y como era recurrente en estos días, siempre aparecía para molestar un poco al castaño. "*Me parece raro que no hayas explotado sobre ellas y que no las hayas convertido en tus hembras allí mismo.*"
"¿Estás loco?" Más que una pregunta, fue un insulto. "¡¿Cómo crees que les haría algo así a ellas?!"
"*¿Ha no?*" El dragón le desafió. "*Entonces, te reto a que te quites esas imágenes de la cabeza y que te centres en otra mujer.*"
"¿Pero que clase de apuesta tonta es esa…?"
"*¡Solo hazlo!*" El dragón le gritó, haciendo que Issei se estremezca un poco.
"Muy bien, muy bien…" El castaño simplemente negaría con su cabeza ante las supuestas tonterías de su inquilino.
"¿Quién podría ser?" Una pequeña sonrisa apareció en el rostro del castaño. "¡Oh, ya lo tengo!" La mente de Issei se inundó con todos esos videos y revistas que vio antes de convertirse en lo que era actualmente.
Después de eso, su mente se desvió a las dos chicas más famosas de su escuela, quienes eran Rías y Akeno.
Pero…
Nada…
Eso era lo único que sentía…
"Hum, ¿Qué es esto?" Issei abrió sus ojos, notando que su miembro se había calmado de un segundo para el otro.
"*Sabía que esto resultaría así.*" Comentó el dragón, ganándose una mirada burlona del castaño.
"¿Dices eso por qué pensaste que me volvería loco o algo así verdad?" El castaño se río al final con un tono de victoria. "Pero, me extraña que no sepas que nada de eso ya me afecta. Después de todo, eres el que a presenciado toda la evolución que he tenido para abandonar esas preferencias que me llevaron a mi muerte."
"*Definitivamente has cambiado desde ese entonces, pero sigues siendo el mismo idiota de siempre.*" El comentario hizo que Issei tuviera una vena en su cien.
"¡¿Qué dijiste?!" Issei estaba a punto de devolverle el insulto, pero no pudo hacerlo ya que el dragón habló.
"*Lo que hiciste fue controlar esas fascinaciones cuestionables. Recuerda que aun sigues siendo un hombre, y sería realmente extraño si es que no te excitas por nada.*" Ese comentario de Ddraig hizo que Issei se confundiera bastante.
"Por supuesto que soy un hombre, y es normal que sienta atracción hacia el sexo opuesto. No lo entiendo, ¿Ha que viene esta conversación?" Le preguntó al dragón con gran confusión.
"*Eres alguien extraño.*" El comentario de Ddraig solo confundió más a Issei. "*Como acabas de comprobar, tus reacciones sexuales solamente se reflejan cuando piensas en ellas dos.*"
Ese comentario hizo que Issei se pusiera un poco nervioso.
"Bueno, no puedo evitarlo…" Issei comenzaría a frotarse el cabello con vergüenza. "Ellas son las mujeres más hermosas del mundo, ¿Cómo podría resistirme a algo así?"
"*Para mí, la mujer más hermosa del mundo era mi esposa.*" El comentario del dragón hizo que Issei mirara el guantelete con atención. "*Solo tenía ojos para ella. Para mí, no había otras hembras, era como si no existieran. La única que podía prenderme era ella, sé que me entiendes…*" Concluyó el dragón, viendo como Issei le entregaba una pequeña sonrisa.
"Parece ser que ustedes dos se amaban mucho…"
"No lo entendió para nada…" Ddraig no pudo evitar poner los ojos en blanco. "Es decir, si, entendió el concepto, pero es increíble que su corazón este tan cerrado como para no aceptar que está perdidamente enamorado de esas dos…"
"¿Solo querías hablarme un poco de tu esposa?" Le consultó el castaño, enarcando una ceja. "Sabes, si hubieras querido hablar de eso no tendrías que haber hecho preguntas y peticiones tan extrañas…"
"*Olvídalo, vete a dormir de una vez, maldito mocoso traumatizado.*" Issei no pudo evitar sudar una gota estilo anime al notar el tono de Ddraig.
"¿Ahora por qué se enojó?"
¡FINAL DEL CAPÍTULO!
Tenía pensado hacer lo de la feria en este, pero supongo que será para el próximo capítulo. Como quiero llegar rápido a los Rating Games, no pondré tanto relleno en la feria, solo los puntos necesarios e importantes. Principalmente porque no quiero que los capítulos queden tan largos como los dos anteriores.
Ahora sí, me voy despidiendo.
¡Espero que este capítulo les haya gustado!
