Hola!!!, espero que les hayan gustado los dos capítulos anteriores, y aquí
está el tercero...
PERO ANTES...
Hay un signo que las (os) puede confundir y estos son las comillas ( "" ) las estoy utilizando para los pensamientos y recuerdos de Sirius, bueno y también algunas"visiones" que le dan una que otra vez...
Ya sin más preámbulos aquí esta el tercer capítulo:
3. Una sentencia de muerte en vida
-BLACK!!!, SIRIUS BLACK!!!
Desperté sobresaltado, tenía frío de nuevo, pero esta vez no había ningún dementor cerca, seguía en el agujero donde me había metido desde el día anterior.
-SIRIUS BLACK!!!- gritaba un hombre desde afuera.
"Tengo que salir, vamos Sirius concéntrate, tienes que reunir fuerzas para levantarte"
Al cabo de unos minutos empecé a moverme hacia la salida, me arrastré hacia fuera, cuando al fin salí por el agujero las pocas energías que había acumulado durante el agitado sueño ya habían casi desaparecido, tuve que luchar conmigo mismo para poder ponerme en pie, ayudado de la pared que me había salvado del dementor la noche anterior, cuando estuve completamente erguido logré contemplar todo el panorama completo...
Frente a mí, como a quince metros, estaba un mago bajito y corpulento, con un pergamino en la mano, tras él habían cinco magos más, todos con varita en mano, llevaban, todos, una capa blanca sobre las túnicas del mismo color, sus caras iban cubiertas por un gorro que sobresalía del cuello de la toga, lo único que se les notaba de los rostros eran sus labios, ninguno de ellos tenía rasgos particulares, aquello me dio una repulsión inimaginable, me asqueaban su poca identidad, como si fueran solamente una masa de algo...
-Es usted Sirius Lee Black- dijo el hombrecito del pergamino, con cierta cara de asco al verme.
-¿Usted qué cree? – dije conteniendo la risa que, de nuevo, me brotaba inexplicablemente.
Uno de los aurores que estaban tras el pequeño hombre levantó un poco la vista, era una chica, le cayeron unos mechones de cabello negro lacio y me hizo divisar instantáneamente sus labios rojos que contrastaban con su cabello oscuro y con una piel mas blanca que lo común, me encontré mirándola directamente a los ojos, ella también me miraba, y no con aquella repulsión con la que me miraban todos los demás, o como me debían estar mirando, pues no podía verles los rostros al resto, pero con el del frente me bastaba con imaginármelos a ellos, su mirada en cambio, era cálida, amistosa, yo ya no la miraba, yo la contemplaba...
-Señor Black- dijo el "enanito", sacándome del ensimismamiento- le leeré el veredicto del jurado...
Para:
El Señor Sirius Lee Black
De:
Ministerio de Magia
y
Orden de Merlín Primera Clase
Señor Sirius Black, se le acusa del asesinato del Señor Petter Tomas Petigrew, de doce muggles, de violar el estatuto del secreto por utilizar un hechizo masivo en una calle muggle transitada, una presunta fidelidad a El-que-no-debe-ser-nombrado y de una presunta traición a los Potter con el
Seños Tenebroso que ocasiono su muerte, de todos estos crímenes, se le
encuentra.. Culpable, y se le condena a llevar cadena perpetua en la prisión mágica de
Azkaban, cualquier violación a esta pena será castigada con el beso del
dementor.
"Fantástico"
-Habiendo finalizado la labor de dictarle el veredicto del jurado nos corresponde a nosotros marcharnos – dijo el pequeño personaje y con un "bum" desaparecieron todos.
En ese instante me dio tiempo de inspeccionar mi nuevo entorno, lo que en un principio había sido una gran cárcel de muros y barrotes, ahora se había deteriorado a tal punto de que sólo quedaban escombros y agujeros, no había señal de casi ningún reo y los dementores podían andar, como guardias que eran, por donde se les antojara, el cielo estaba un poco nublado y amenazaba con una tormenta y el frío era tremendo, un Dementor se me estaba acercando, traía algo entre las manos, volvía a tener aquel doloroso frío, y aquella punzada en el pecho, sentía que me estaba ahogando, caí al piso, apunto de desmayarme, de nuevo , vi el agujero que me había servido de escondite, con una de mis manos me agarré de uno de los lados del hueco y con la otra intentaba arrastrarme hacia allí, logré entrar a tiempo, el ser se detuvo en el agujero...
"Sonaban muchas voces, abrí los ojos, estaba en una fiesta, una fiesta en la casa de mis padres, estaban muchos magos que había conocido en mi infancia, muchos magos de "sangre pura", como ellos se autonombraban, estaba sentado en un asiento en alguna parte de la sala, voltee, está Bellaxtris hablando con Narcisa, más a la derecha veo a Andrómeda sentada e una silla apartada de todos, con los ojos clavados en sus pies, con aspecto de estar muy aburrida, me iba a levantar para hablar con ella, con ella era con la única persona que podía hablar de lo que realmente pensaba, de lo poco importante que era para mí casarme, la sangre o la familia, me estaba levantando y encaminándome hacia ella cuando...
- Sirius, Sirius, ven para acá, tengo que presentarte a alguien – gritaba mi madre mientras me tomaba del brazo y me hacía arrastrado hacia otra estancia – mira, ella es Aliza – dijo señalando a una chica de ojos grises y cabello rubio.
-Aliza Refor – dijo esta estirando la mano – de los Refor de Venecia.
Los Refor de Venecia era una familia hermana de los Delancur de Francia, y las dos familias tenía descendencia de Veela, y a las mujeres se les notaba más esto, la mayoría de las familias de magos casados con magos hijos de magos estaban entrelazadas por matrimonio, y la mayoría tenía entre sus venas sangre de algún animal mágico, a nosotros, los Black ingleses, nos correspondía la sangre de hipogrifo, de hecho sabía cuales eran todas las familias de "sangre limpia" y sus lasos con las otras familias y animales mágicos, además de las historias de todas y cada una de ellas, prácticamente esta era la única información que mi madre se había empeñado en enseñarnos a mi hermano y a mí, "para que no nos estafaran" según decía esta.
Pero el gesto de Aliza al nombrar a su ascendencia antes que todo me disgustó tanto que lo único que pude hacer fue reírme en su cara y decir en voz baja..
-Y qué?, de hecho no me importa nada referente a ti ni a tu maldita familia.
Ella se puso roja de furia y sus ojos estaban inyectados en sangre, acababa de cometer un grave error, lo sabía, y estaba dispuesto a pagar por ello.
-Sirius Lee Black, acabas de manchar por primera y última vez la el nombre de la gran familia Black – mi madre me susurraba al oído mientras me apretaba el hombro causándome un agudo dolor mientras me obligaba a subir las escaleras hacia mi habitación- No se que te a pasado últimamente Sirius, espero que este año en Slytherin te reformen de una vez por todas, qué te has creído, si vuelves a hablarle así a alguien de alguna familia importante bajo mi techo o en mi presencia – abrió la puerta de mi alcoba y me empujó tan fuerte que la crucé toda la habitación y caí en la cama por aquel impulso..."
"La casa de Pettigrew vacía, la casa de los Potter en ruinas, la puerta abierta, James tirado en el suelo, muerto..."
Desperté sobresaltado y pegué mi cabeza contra la parte superior del agujero de entrada y un gran dolor se propagó por todo mi cráneo y cara, mientras hilos de sangre salían del punto de colisión y gotas de lluvia caían sobre mí, miré, sin moverme, la salida y vi dos dementores postrados a cada lado del hoyo...
"La casa de Pettigrew vacía, la casa de los Potter en ruinas, la puerta abierta, James tirado en el suelo, muerto..."
Estas imágenes pasaron por mi cabeza y me causaron un dolor de cabeza agudísimo al que se le sumaba el golpe que acababa de recibir en la frente.
-James – susurré y me di cuenta de que volvía a llorar y las lágrimas se mezclaban con la sangre, me volví lentamente hasta quedar bocabajo, volvía a llorar como un bebe, y me cubría la cara, escondiéndome de no sé quien.
Cuando alcé la mirada vi un paquete verde depositado a la entrada, lo tomé con dificultad entre mis sollozos, lo tomé con una mano, lo arrastré hacia mí y luego, concentrando todas mis fuerzas, me senté apoyado en la pared, lo abrí, era comida, no podía comerla, no podía llevármela a la boca, me daba repulsión aquella comida...
"James muerto y yo aquí tan campante, CON COMIDA!!!"
Lloraba de nuevo, aun no podía probar bocado, de pronto, todo volvió a pasar por mi mente, las imágenes claras de lo que había pasado hace dos noches, con tanta claridad...
"- Lily!!, coge a Harry, Lily rápido!!!, recoge a Harry y vete de aquí, es él, ya viene – decía un hombre de cabello negro alborotado haciendo que una mujer pelirroja, su esposa, subiera las escaleras.
- Pero James, tu que..- balbuceaba esta sujetando de la mano a aquel hombre de gafas de montura delgada.
-Yo.., no te preocupes por mí, ve por Harry y vete- le interrumpió este.
- James, júrame..
-No.., Lily, ve por Harry..
-No sin ti...
-Yo les daré tiempo de que escapen...
-Pero..
La oración de la chica se vio interrumpida por que un repentino beso de su marido, los dos lloraban desesperadamente, James la separo de sí tan repentinamente como la había acercado, un bebe empezaba a llorar a todo pulmón en la planta superior...
-Ve por Harry...
-James..
-Tu ve, yo estaré bien, lo importante es que ustedes dos sigan bien, sube, coge a Harry y vallan a la casa de Sirius o Remus, todo estará bien- decía el hombre rápidamente, empujando suavemente a la mujer hacia la escalera, esta estaba pálida y hacía movimientos afirmativos, que parecían más movimientos involuntarios que afirmativos, James la besó una última vez – Vete ya – le susurró.
Aquella masa de pelo rojo desapareció por las escaleras y pronto el niño dejó de llorar, llegó un pequeño sonidito casi imperceptible de la puerta de entrada, justo al frente de James, este llevó la mano a la parte baja de su espalda, desenvaino su varita, pero apenas se abrió la puerta un as de luz roja cruzó la sala dándole de lleno en el pecho..., una varita calló en la sala, el cuerpo de un hombre perdía el equilibrio, caía en el suelo de madera, su cabeza rebotaba contra el piso, unos lentes salían volando hacia un lado y... una risa,..una risa fría y maliciosa resonando por toda la habitación, y el llanto de un bebe...
PERO ANTES...
Hay un signo que las (os) puede confundir y estos son las comillas ( "" ) las estoy utilizando para los pensamientos y recuerdos de Sirius, bueno y también algunas"visiones" que le dan una que otra vez...
Ya sin más preámbulos aquí esta el tercer capítulo:
3. Una sentencia de muerte en vida
-BLACK!!!, SIRIUS BLACK!!!
Desperté sobresaltado, tenía frío de nuevo, pero esta vez no había ningún dementor cerca, seguía en el agujero donde me había metido desde el día anterior.
-SIRIUS BLACK!!!- gritaba un hombre desde afuera.
"Tengo que salir, vamos Sirius concéntrate, tienes que reunir fuerzas para levantarte"
Al cabo de unos minutos empecé a moverme hacia la salida, me arrastré hacia fuera, cuando al fin salí por el agujero las pocas energías que había acumulado durante el agitado sueño ya habían casi desaparecido, tuve que luchar conmigo mismo para poder ponerme en pie, ayudado de la pared que me había salvado del dementor la noche anterior, cuando estuve completamente erguido logré contemplar todo el panorama completo...
Frente a mí, como a quince metros, estaba un mago bajito y corpulento, con un pergamino en la mano, tras él habían cinco magos más, todos con varita en mano, llevaban, todos, una capa blanca sobre las túnicas del mismo color, sus caras iban cubiertas por un gorro que sobresalía del cuello de la toga, lo único que se les notaba de los rostros eran sus labios, ninguno de ellos tenía rasgos particulares, aquello me dio una repulsión inimaginable, me asqueaban su poca identidad, como si fueran solamente una masa de algo...
-Es usted Sirius Lee Black- dijo el hombrecito del pergamino, con cierta cara de asco al verme.
-¿Usted qué cree? – dije conteniendo la risa que, de nuevo, me brotaba inexplicablemente.
Uno de los aurores que estaban tras el pequeño hombre levantó un poco la vista, era una chica, le cayeron unos mechones de cabello negro lacio y me hizo divisar instantáneamente sus labios rojos que contrastaban con su cabello oscuro y con una piel mas blanca que lo común, me encontré mirándola directamente a los ojos, ella también me miraba, y no con aquella repulsión con la que me miraban todos los demás, o como me debían estar mirando, pues no podía verles los rostros al resto, pero con el del frente me bastaba con imaginármelos a ellos, su mirada en cambio, era cálida, amistosa, yo ya no la miraba, yo la contemplaba...
-Señor Black- dijo el "enanito", sacándome del ensimismamiento- le leeré el veredicto del jurado...
Para:
El Señor Sirius Lee Black
De:
Ministerio de Magia
y
Orden de Merlín Primera Clase
Señor Sirius Black, se le acusa del asesinato del Señor Petter Tomas Petigrew, de doce muggles, de violar el estatuto del secreto por utilizar un hechizo masivo en una calle muggle transitada, una presunta fidelidad a El-que-no-debe-ser-nombrado y de una presunta traición a los Potter con el
Seños Tenebroso que ocasiono su muerte, de todos estos crímenes, se le
encuentra.. Culpable, y se le condena a llevar cadena perpetua en la prisión mágica de
Azkaban, cualquier violación a esta pena será castigada con el beso del
dementor.
"Fantástico"
-Habiendo finalizado la labor de dictarle el veredicto del jurado nos corresponde a nosotros marcharnos – dijo el pequeño personaje y con un "bum" desaparecieron todos.
En ese instante me dio tiempo de inspeccionar mi nuevo entorno, lo que en un principio había sido una gran cárcel de muros y barrotes, ahora se había deteriorado a tal punto de que sólo quedaban escombros y agujeros, no había señal de casi ningún reo y los dementores podían andar, como guardias que eran, por donde se les antojara, el cielo estaba un poco nublado y amenazaba con una tormenta y el frío era tremendo, un Dementor se me estaba acercando, traía algo entre las manos, volvía a tener aquel doloroso frío, y aquella punzada en el pecho, sentía que me estaba ahogando, caí al piso, apunto de desmayarme, de nuevo , vi el agujero que me había servido de escondite, con una de mis manos me agarré de uno de los lados del hueco y con la otra intentaba arrastrarme hacia allí, logré entrar a tiempo, el ser se detuvo en el agujero...
"Sonaban muchas voces, abrí los ojos, estaba en una fiesta, una fiesta en la casa de mis padres, estaban muchos magos que había conocido en mi infancia, muchos magos de "sangre pura", como ellos se autonombraban, estaba sentado en un asiento en alguna parte de la sala, voltee, está Bellaxtris hablando con Narcisa, más a la derecha veo a Andrómeda sentada e una silla apartada de todos, con los ojos clavados en sus pies, con aspecto de estar muy aburrida, me iba a levantar para hablar con ella, con ella era con la única persona que podía hablar de lo que realmente pensaba, de lo poco importante que era para mí casarme, la sangre o la familia, me estaba levantando y encaminándome hacia ella cuando...
- Sirius, Sirius, ven para acá, tengo que presentarte a alguien – gritaba mi madre mientras me tomaba del brazo y me hacía arrastrado hacia otra estancia – mira, ella es Aliza – dijo señalando a una chica de ojos grises y cabello rubio.
-Aliza Refor – dijo esta estirando la mano – de los Refor de Venecia.
Los Refor de Venecia era una familia hermana de los Delancur de Francia, y las dos familias tenía descendencia de Veela, y a las mujeres se les notaba más esto, la mayoría de las familias de magos casados con magos hijos de magos estaban entrelazadas por matrimonio, y la mayoría tenía entre sus venas sangre de algún animal mágico, a nosotros, los Black ingleses, nos correspondía la sangre de hipogrifo, de hecho sabía cuales eran todas las familias de "sangre limpia" y sus lasos con las otras familias y animales mágicos, además de las historias de todas y cada una de ellas, prácticamente esta era la única información que mi madre se había empeñado en enseñarnos a mi hermano y a mí, "para que no nos estafaran" según decía esta.
Pero el gesto de Aliza al nombrar a su ascendencia antes que todo me disgustó tanto que lo único que pude hacer fue reírme en su cara y decir en voz baja..
-Y qué?, de hecho no me importa nada referente a ti ni a tu maldita familia.
Ella se puso roja de furia y sus ojos estaban inyectados en sangre, acababa de cometer un grave error, lo sabía, y estaba dispuesto a pagar por ello.
-Sirius Lee Black, acabas de manchar por primera y última vez la el nombre de la gran familia Black – mi madre me susurraba al oído mientras me apretaba el hombro causándome un agudo dolor mientras me obligaba a subir las escaleras hacia mi habitación- No se que te a pasado últimamente Sirius, espero que este año en Slytherin te reformen de una vez por todas, qué te has creído, si vuelves a hablarle así a alguien de alguna familia importante bajo mi techo o en mi presencia – abrió la puerta de mi alcoba y me empujó tan fuerte que la crucé toda la habitación y caí en la cama por aquel impulso..."
"La casa de Pettigrew vacía, la casa de los Potter en ruinas, la puerta abierta, James tirado en el suelo, muerto..."
Desperté sobresaltado y pegué mi cabeza contra la parte superior del agujero de entrada y un gran dolor se propagó por todo mi cráneo y cara, mientras hilos de sangre salían del punto de colisión y gotas de lluvia caían sobre mí, miré, sin moverme, la salida y vi dos dementores postrados a cada lado del hoyo...
"La casa de Pettigrew vacía, la casa de los Potter en ruinas, la puerta abierta, James tirado en el suelo, muerto..."
Estas imágenes pasaron por mi cabeza y me causaron un dolor de cabeza agudísimo al que se le sumaba el golpe que acababa de recibir en la frente.
-James – susurré y me di cuenta de que volvía a llorar y las lágrimas se mezclaban con la sangre, me volví lentamente hasta quedar bocabajo, volvía a llorar como un bebe, y me cubría la cara, escondiéndome de no sé quien.
Cuando alcé la mirada vi un paquete verde depositado a la entrada, lo tomé con dificultad entre mis sollozos, lo tomé con una mano, lo arrastré hacia mí y luego, concentrando todas mis fuerzas, me senté apoyado en la pared, lo abrí, era comida, no podía comerla, no podía llevármela a la boca, me daba repulsión aquella comida...
"James muerto y yo aquí tan campante, CON COMIDA!!!"
Lloraba de nuevo, aun no podía probar bocado, de pronto, todo volvió a pasar por mi mente, las imágenes claras de lo que había pasado hace dos noches, con tanta claridad...
"- Lily!!, coge a Harry, Lily rápido!!!, recoge a Harry y vete de aquí, es él, ya viene – decía un hombre de cabello negro alborotado haciendo que una mujer pelirroja, su esposa, subiera las escaleras.
- Pero James, tu que..- balbuceaba esta sujetando de la mano a aquel hombre de gafas de montura delgada.
-Yo.., no te preocupes por mí, ve por Harry y vete- le interrumpió este.
- James, júrame..
-No.., Lily, ve por Harry..
-No sin ti...
-Yo les daré tiempo de que escapen...
-Pero..
La oración de la chica se vio interrumpida por que un repentino beso de su marido, los dos lloraban desesperadamente, James la separo de sí tan repentinamente como la había acercado, un bebe empezaba a llorar a todo pulmón en la planta superior...
-Ve por Harry...
-James..
-Tu ve, yo estaré bien, lo importante es que ustedes dos sigan bien, sube, coge a Harry y vallan a la casa de Sirius o Remus, todo estará bien- decía el hombre rápidamente, empujando suavemente a la mujer hacia la escalera, esta estaba pálida y hacía movimientos afirmativos, que parecían más movimientos involuntarios que afirmativos, James la besó una última vez – Vete ya – le susurró.
Aquella masa de pelo rojo desapareció por las escaleras y pronto el niño dejó de llorar, llegó un pequeño sonidito casi imperceptible de la puerta de entrada, justo al frente de James, este llevó la mano a la parte baja de su espalda, desenvaino su varita, pero apenas se abrió la puerta un as de luz roja cruzó la sala dándole de lleno en el pecho..., una varita calló en la sala, el cuerpo de un hombre perdía el equilibrio, caía en el suelo de madera, su cabeza rebotaba contra el piso, unos lentes salían volando hacia un lado y... una risa,..una risa fría y maliciosa resonando por toda la habitación, y el llanto de un bebe...
