Los personajes de Pokémon no me pertenecen, son propiedad de Satoshi Tajiri, etc.
Nota: Universo Alterno.
Eran pasadas las 3:00 am cuando Paul despertó producto de un ligero sobresalto a sus espaldas.
—Paul, Paul, Paul, cariño, despierta.
El mencionado logró hacerlo luego de darse cuenta de que no se trataba de un sobresalto común, sino de su esposa, quien le movía del hombro y lo llamaba a susurros, con voz baja y quedita.
—¿Qué ocurre, Dawn? —adormilado, pero alerta, el hombre se sentó de golpe en la cama. Sabía que su mujer no solía despertarlo por cualquier minuncia, dada su larga jornada como médico con doble base de trabajo y en hospitales diferentes.
—¿Puedes bajar y calentar otro biberón?
Fue cuando Paul se dio cuenta de la situación y del pequeño bulto que Dawn cargaba entre brazos: su preciada bebé de un mes de nacida.
—Supongo que puedo.
No es que la haya olvidado, simplemente ese día su mente se hallaba tan agotada que se desconectó apenas su cabeza tocó el colchón. Se levantó perezoso de la mullida cama a cumplir su deber como padre. Con pasos lentos, pero sin objeciones, se dirigió a la cocina. Sabía que no podía dejarla sola, no después de una larga y complicada cesárea, que era muchísimo más difícil de sobrellevar que cualquier parto normal. Dawn aún no podía caminar ni levantarse por largos periodos de tiempo a causa de esta, o la herida podría re abrirse y provocarle dolor o infecciones indeseadas.
Por más cansado, agotado, devastado y acabado que anduviera por culpa de sus dos turnos en el hospital, él siempre estaría dispuesto a apoyar a su esposa en todo lo que su bebé y ella misma necesitaran.
Era su misión en la vida, su propósito fundamental de estar aquí, a su lado.
El orgulloso padre, experto, cabe destacar (o como se denominaba él mismo frente a sus patéticos compañeros de trabajo), dado que se trataba de su tercer hijo, cuando hubo llegado a la cocina, sacó el esterilizador —habían decidido que era mejor poseer uno de esos aparatos por practicidad, en vez de utilizar la estufa—, lo proveyó de agua, conectó a la corriente y ajustó la temperatura en la pantalla táctil, para posteriormente introducir tres biberones, de una vez, por si se llegara a necesitar por la mañana.
Mientras realizaba estas acciones rápidamente, el hombre bostezaba constantemente, casi sin parar, el sueño quería vencerlo pero él era más fuerte. Tenía que serlo.
Como el hábil doctor-médico-papá sabihondo que era, sabía que esa estúpida cosa tardaría un rato en calentar, por lo que se le hizo fácil dirigirse sin pena a una habitación cercana a dormitar.
—Solo serán cinco minutos —se murmuró a sí mismo con gruesa voz pesarosa.
Paul se recostó contra un sofá pequeño que tenían en el rincón de ese espacio, se cubrió a medias con una manta que encontró, sin importarle si estaba limpia o para qué se haya utilizado antes. Él solo necesitaba cerrar sus ojos con urgencia por un rato.
«Cinco minutos, solo cinco minutos, después a preparar la fórmula con la porción que ya dejé en la mesa, luego a subir de regreso con Dawn y mi pequeña Lizzie». Hasta medio dormido, Paul era tan meticuloso en su accionar como siempre.
Mas esto que pensó nunca ocurrió.
Paul se quedó profundamente dormido en aquel incómodo, reducido, pero atractivo sofá.
.
Más tarde, Paul despertó ahora sí con una fuerte exaltación.
—¡Paul —lo sacudía Dawn—, Paul, Paul!
—¡Todo tiene una explicación!
Para cuando se dio cuenta, ya estaba de pie con los ojos bien abiertos, la manta en el suelo y una Dawn en pijamas parada frente a él cruzada de brazos. Parecía molesta, mas no furiosa. Entonces lo recordó: ¡el biberón!
Gruñendo, se reprendió interiormente por haber rezagado tan simple tarea.
—¿Qué pasó? ¿Por qué dormiste aquí? Lizzie tenía tanta hambre que tuve que bajar yo hasta acá.
Paul se rascó sus largos cabellos violetas, frustrado, parpadeó repetidas ocasiones para desperezarse, aclarar su cabeza y enfrentar a su esposa.
—Escucha, lo siento, no fue mi intención, de verdad, solo… quería una siesta de cinco minutos que se transformó en… —observó el reloj de pared— tres horas.
«Mierda»
Ella refunfuñó un irónico «¿en serio? No te lo puedo creer». Él la observó detenidamente entonces. Frunció el ceño.
—¿Qué haces levantada? Deberías estar recostada.
—Pues lo estuviera, si alguien no se hubiese quedado dormido en el sofá —tocó su estómago, donde su faja post parto la envolvía.
—No seas problemática, ya te dije que lo sentía —por más macho que fuera, su error le daba un tanto de vergüenza.
Dawn rodó los ojos por su apodo, se giró caminando con pasos cuidadosos y lentos, en dirección a la cocina, y procediendo a preparar otro biberón para su bebé. Paul la siguió.
—¿Tiene hambre tan pronto de nuevo?
—Sip, no sé de quién heredaría ese vigoroso apetito.
—Oye, de mí no fue.
—Seguro. —Habló de espaldas, enfocada en su faena.
Paul dudó uno segundos, entornando los ojos hacia la figura definida de su esposa.
—Espera, aún estoy medio dormido, ¿estamos hablando de lo mismo?
—Ajá. Vamos arriba, no me gusta dejar a Lizzie sola por tanto tiempo, y no quiero que Kei ni Kari se despierten antes de que la alimente de nuevo.
—Vamos, te ayudo a subir las escaleras.
Por suerte era sábado, y Paul no tenía que preocuparse por llegar tarde al trabajo.
—No sé cómo pudiste atreverte a bajarlas tú sola sin supervisión, fue peligroso, Dawn—la amonestó severamente Paul, pero interiormente preocupado.
—Hmp, nunca subestimes a una madre en el momento en que tiene que alimentar a sus crías.
El hombre la miró sonriéndole un poco, comprendiendo su posición, y ambos esposos subieron con cuidado las escaleras hacia su dormitorio.
N/A: ¡holis! Cer reportándose otra vez en este bello, aunque abandonado fandom. Bueno bueno bueno, aparentemente, este es el inicio de algo nuevo. Para quien también lea mis ff rivamika, notará que esta historia ya había sido publicado antes, pues, me la copié a mi misma jajaja, en mejores palabras, adapté mi otra mini historia a Ikarishipping. No es que sea floja (bueno sí) pero tenía ganas de publicar algo nuevo para reavivar los ánimos en este fandom tan apagado, sepan que tengo pensado adaptar otras historias mías, aun no decido cuáles dado que las rivamika que escribí son MUY específicas, sin embargo ya analicé un par. Por otro lado, tengo en mente OTRAS nuevas ideas que escribir para mis preciosos Dawn y Paul. Hasta el momento, las mas cercanas a la publicación son tres: un OneShot largo (bueno no tanto) que casi termino, y cuya trama le tenía muchas ganas (1313) jsjs, estén atentos a esa, se publicará a parte; más otras dos más sencillas que las pondré aquí, así como en el resumen dice, son ideas rápidas y al azar, por lo que pretendo que salgan en un día como mínimo.
En fin,
Gracias por leer.
