Rurouni Kenshin y todos sus personajes no son míos son de Nobuhiro Watsuki, por si alguien no se había enterado todavía.

100!!! 100!!! 100!!!!! 100 reviews!!!!!!!! No me lo creo. Gracias, gracias, gracias, gracias hasta el infinito.

Esta vez no hay ninguna pregunta directa sobre el fic, bueno si hay pero creo que la respuesta os incumbe a todos. Por un lado, los próximos capítulos van a ir básicamente sobre la relación k/k pero habrá algún encarguito de Katsura para que no os aburráis demasiado. Por el otro lado, los lemons. Por si alguien lo dudaba, esta historia se va a ir calentando poco a poco. Pero estoy en una encrucijada, os explico las dos opciones:

- ir contando la historia  hasta un último lemon final y apoteósico (para ver a qué me refiero leed el capitulo 22 de "rayos de primavera", y si alguien no lo ha leído todavía mi primer fic ya puede ir haciéndolo ^_^ )

- o alargar un poco más la historia algo tipo pelea/reconciliación con lo que no sería un único lemon, sino varios, según vaya evolucionando la historia

en principio tenía en mente la primera opción, pero últimamente me está atrayendo más la segunda, con esto de que el fic es del siglo 21, los dos son mayores de edad y ya casi nadie llega virgen al matrimonio (y no estoy defendiendo el sexo antes del matrimonio). Así que he decidido que vosotros tengáis la última palabra, podéis ir dándome vuestra opinión en los reviews, y sin prisa que para uno u otro caso todavía hay que avanzar un par de capítulos más en la historia, así que idlo pensando.

10. La exhibición

Aquella mañana se sintió extraño al despertar. Casi sin poder creer que por una vez no había soñado. La noche anterior tanto su alma como su mente habían conseguido encontrar paz y descanso y todo se lo debía a ella. A ella, que lo había sostenido entre sus brazos ahogando su llanto, que había compartido su dolor y sus lágrimas voluntariamente. A ella, que se había convertido en todo lo que una vez deseó encontrar. Podía sentir sus cuerpos entrelazados, su piel contra la suya propia como una caricia de seda. Con mucho cuidado para no despertarla, aflojó su abrazo a la estrecha cintura de Kaoru, poniendo de mala gana algo de distancia entre ellos. Kaoru dormía apoyada en su hombro y podía sentir su respiración en el cuello. No debía estar allí. Cuando la encontró despierta la noche anterior tenía que haberse ido, en vez de meterse en su cama. No era la primera vez que dormía con ella pero Kami ¡aquella noche fue muy distinto!. Antes él se había dedicado simplemente a velar su sueño, durmiendo las pocas horas que necesitaba y soñando que no estaban a centímetros de distancia, sino a milímetros, piel sobre piel, boca sobre boca,.... Pero anoche fue distinto, anoche habían dormido juntos, ambos muy conscientes de ello y, para colmo habían dormido abrazados. Su mirada se posó en el rostro dormido de Kaoru. Tenía los labios entreabiertos y Kenshin una vez más los imaginó mojados por su saliva, enrojecidos por la presión de sus labios al besarla y un poco hinchados por haberlos mordido suavemente, sólo para poder oírla gemir una vez más. Mía. Así tal como estaban, abrazados el uno al otro en la cama, por una vez se dejó llevar por sus sentimientos en vez de por su razón y lentamente bajó la cabeza para apenas rozar sus labios con los suyos. La respuesta que ese simple roce provocó en su cuerpo fue demoledora. Sintió como su sangre ardía en sus venas, como si fuera gasolina y el roce de sus labios la chispa para prender el fuego. Su respiración se hizo más pesada, casi jadeante cuando probó de nuevo, pero esta vez se permitió acariciar con la punta de la lengua el labio inferior de Kaoru. Ella gimió débilmente al sentir la suave caricia, entre sueños, mientras él sentía cómo su cuerpo ardía más aún, casi dolorosamente, gritando que la despertara, que arrancara aquellas ropas que se interponían entre ellos y que tomara lo que era suyo.

Reuniendo toda su fuerza de voluntad, Kenshin luchó contra su propio deseo, contra su propio cuerpo, y rápidamente se separó de ella y de su cama, poniendo el máximo espacio posible entre sus cuerpos. Cerró los ojos para no mirarla, jadeante, mientras en sus labios aún cosquilleaba aquel roce prohibido y tan deseado. Poco a poco la sensación fue desapareciendo, su respiración se normalizó y volvió a recuperar el control de su cuerpo. Abrió los ojos para mirarla. Seguía dormida, tan inocente en su sueño, ajena a la tempestad que había desatado en el pelirrojo. Aquello no podía volver a ocurrir. Sabía que la próxima vez perdería la batalla contra sus emociones y eso era un riesgo que no podría afrontar. Aquello había ido demasiado lejos, él lo había llevado demasiado lejos, amparado en la oscuridad y en inocentes vigilias a su lado. No volvería a ocurrir.

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El claxon en la calle la hizo apresurarse. Y como una exhalación, recogió la bolsa con las entradas y corrió hacia la calle. Sanosuke la estaba esperando al volante de una cochambrosa furgoneta que una vez fue magenta y ahora afortunadamente cubría una enorme capa de barro y suciedad, a ambos lados podía entreverse el dragón y las letras doradas de 'Centro Wellington para Jóvenes'. Kaoru abrió la puerta y se sentó en la parte delantera junto Megumi y echó un vistazo a la parte trasera, donde una docena de pre-adolescentes gritaban y alborotaban. Entre la algarabía Kaoru pudo distinguir a Yahiko, que hacía todo lo posible por mantener una lata de coca-cola en posición vertical en medio de la refriega y fallar estrepitosamente.

-"Muy bien Jo-chan, estaremos en el pabellón en una media hora, si no nos detiene la policía antes"- dijo Sanosuke, arrancando el motor y poniendo el marcha de nuevo la furgoneta

-"¿Policía?¿por qué habría de pararnos la policía?"

-"Porque aquí el cabeza de gallo no sabe conducir derecho"

-"Conducir recto por una calle recta no tiene emoción, Megumi"

-"Oh es cierto, es muy emocionante verte balbucear incoherencias mientras el agente te pone una multa y tenemos que conseguir otro medio de transporte"

-"Vamos Megumi, no creo que le vayan a quitar el carné sólo por eso, ni que fuera bebido o drogado" – intercedió Kaoru

-"No pueden quitarte el carné y si todavía no lo tienes" – apostilló Megumi

-"¿QUÉ? ¡No tienes carné de conducir Sanosuke!"

-"Tranquilízate Jo-chan sé conducir perfectamente, mi único fallo son las señales"

-"Sí, el cabeza de gallo es incapaz de aprobar el examen teórico porque se niega a estudiar las normas de circulación"

-"Cuando se trata de algo innato, no necesitas estudiar"

-"Seguro que no opinarías lo mismo si yo no tuviera el título de médico cuando te atiendo. Y ¡quieres hacer el favor de mirar hacia la carretera cuando conduces! no quiero morir tan pronto"

Afortunadamente no hubo ningún tropiezo y llegaron sanos y salvos al pabellón. Después fue un verdadero reto controlar a los sobreexcitados alumnos hasta llegar a sus asientos. Una vez conseguido, Sanosuke se fue con algunos chicos a comprar bebidas y chocolatinas, para mantenerlos callados hasta que empezara la exhibición. Kaoru estaba un poco nerviosa, contagiada por los chicos. Aquella mañana había sido un poco extraña, tenía la sensación de que Kenshin había tratado de evitarla, pero lo achacó al hecho de que Hiko se había despertado con una resaca terrible y en un estado lamentable, y que el pobre Kenshin había sido el encargado de volver a traerlo al reino de los vivos a base de mucho café muy cargado y agua muy fría. Era lógico que no hubiera estado pendiente de ella. Después de desayunar, y con Hiko en un estado más aceptable y civilizado, los dos se habían marchado al pabellón de deportes de Tokyo donde se llevaría a cabo la exhibición. Unas horas después había recibido una llamada de Kenshin comunicándole que Sanosuke iría a recogerla con algunos chicos del Wellington, que le mandaba las entradas a ella con un mensajero, porque no se fiaba de que Sano se acordara de traerlas, que por favor llamara a las familias de los chicos para tener la autorización de los padres y que Hiko ya estaba despejado del todo. Kaoru no supo si alegrarse o no por esta noticia, ya que un Hiko lastimoso y con resaca era mucho más agradable que en condiciones normales.

-"Hueles a Old Spice"

-"¿Nani?"

-"Hueles a Old Spice, Himura huele así. ¿Es que habéis pasado la noche juntos acaso?" – Kaoru enrojeció al darse cuenta de que con tanto ajetreo no había tenido tiempo para arreglarse mucho y que Megumi estaba disfrutando de verla mortificada –"Las chicas como tú sois las peores, yendo de virginales por la vida y haciéndonos quedar mal a las demás"

-"¿Qué es lo que te molesta Megumi, que yo no sea lo que aparento o que sea yo la que haya dormido con él?"

-"¡¡Has dormido con él!! ¿Y todavía dices que no eres su novia?" – Sanosuke acaba de regresar con las bebidas y pudo escuchar la respuesta de Kaoru

-"No soy su novia" –dijo Kaoru un poco apenada –"Y para tu información, anoche dormimos juntos porque Hiko se quedó en la cama de Kenshin. Y sólo hicimos eso DORMIR"

-"Para eso podía haberse quedado en el sofá" – se metió de nuevo Megumi

-"¿Por qué quedarse en el sofá si puede dormir con ella?, desde luego yo no lo haría" – dijo Sanosuke. Kaoru enrojeció de nuevo y Megumi lo miró amenazante –"Además zorrita, de qué te quejas, anoche tú tampoco dormiste sola"- terminó con una gran sonrisa de autosuficiencia

-"Quita esa estúpida sonrisita de tu cara cabeza de gallo. Además no sé de qué estás tan orgulloso, he tenido noches mejores"

-"Vosotros...¿dormisteis juntos?"

-"Juntos sí desde luego, pero lo que menos hicimos fue dormir" – a Sanosuke no parecían afectarle las palabras de Megumi

-"Creí que no os llevabais bien, y que no te gustaba Sanosuke"

-"Y no me gusta"- se defendió Megumi –"Ni aunque fuera el último hombre sobre la faz de la tierra yo.."

-"Un poco tarde para eso ¿no crees?"

-"Fue un momento de debilidad, y estaba borracha. ¿Es que no te da vergüenza tener que recurrir a esas tácticas para meterme en tu cama?"

-"No fue en la mía"- rió Sanosuke mientras Megumi parecía a punto de explotar

-"Sanosuke Sagarra eres.."- pero no pudo decir más porque las luces se apagaron y la megafonía empezó a anunciar el espectáculo

Como se trataba de la ceremonia de clausura, en seguida aparecieron los organizadores para la entrega de premios y medallas. Mientras obsequiaban al ganador, en la pantalla gigante del pabellón aparecían imágenes de cómo habia conseguido ganar en su categoría. De esta forma, las 16 categorías del campeonato fueron recibiciendo sus premios una tras otra, hasta llegar al momento final de la gala.

Desde las gradas Kaoru reconoció enseguida la cabeza pelirroja de Kenshin, inconfundible pese a estar a mucha distancia. Tanto él como Hiko estaban vestidos con un kimono blanco, y avanzaron al unísono hasta el centro del tatami mientras el locutor presentaba al único maestro del Hitten Mysurugi Ryu y a su único alumno

-"Señoras y señores, como broche de oro a estos campeonatos, la organización tiene el orgullo de presentarles al maestro de maestros Seijuro Hiko, y a su alumno Kenshin Himura" – gritaba el altavoz, mientras en la inmensa pantalla aparecían ambos hombres saludando al público con una reverencia. Kaoru y los demás irrumpieron en aplausos coreando el nombre de Kenshin y él sonrió un momento en la pantalla, hasta que sus ojos se volvieron dorados, preparados para la actuación. –"El Hitten Mysurugi es una antigua técnica de combate, que se remonta a los tiempos de los samuráis. Se trata del mayor secreto de la familia Hiko que ha ido pasando de padres a hijos, generación tras generación hasta nuestros días. Sólo pueden existir un maestro y un alumno, que hereda el título a la muerte de éste...."- el altavoz continuó nombrando las maravillas del Hitten mientras en el tatami, Hiko y Kenshin realizaban a la vez la kata de entrenamiento que tantas veces había visto Kaoru hacer a Kenshin. Los movimientos parecían aún más letales y rápidos mientras los dos hombres, ejecutaban la kata a idéntico ritmo, como si se tratara de un solo hombre y su reflejo en el espejo.

 Los minutos pasaron lentamente en el enmudecido pabellón. Todos los espectadores seguían los ágiles movimientos de manos y pies como si se tratara de un hechizo. De pronto la kata terminó. Hiko y Kenshin saludaron de nuevo al público y se dirigieron a una mesita, mientras varios hombres también vestidos de blanco hacían su aparición en el tatami. El altavoz continuó su explicación –" Aunque el Hitten era muy poderoso, no fue hasta el Bakumatsu que se perfeccionó por completo. Se trata de una técnica especifica para salir victorioso de un combate contra varios adversarios a la vez. Como pueden observar, Hiko y Himura nos van a ofrecer una muestra de este arte peleando contra varios hombres al mismo tiempo. Las espadas que usarán son inofensivas, tan sólo están teñidas para que dejen una marca para indicar quién y dónde ha recibido un golpe. Nuestros invitados utilizarán espadas con color rojo, mientras que los atacantes utilizarán el color azul" – la voz enmudeció una vez más, mientras los atacantes se repartían en dos grupos y rodeaban a Kenshin y a Hiko respectivamente

-"Hey eso no es justo, Kenshin tiene que enfrentarse a 10 tipos mientras que Hiko sólo a 5" – protestó Yahiko

-"Por muy bueno que sea nadie puede ganar a 10 hombres a la vez"

-"Seguro que es un truco"- El público opinaba sobre la prueba hasta que el sonido de la campana que anunciaba el combate enmudeció el pabellón.

Al sonido de la campana Kenshin saltó en el aire, para trazar un amplio círculo mientras caía, eliminando a un montón de adversarios. En cuento sus pies tocaron el suelo corrió hacia la derecha, giró la espada de nuevo en horizontal, cortó el movimiento de forma brusca y con un increíble giro de cadera atacó a los quedaban en la izquierda. Apenas 15 segundos y los 10 hombres estaban tendidos en el suelo, con manchas rojas en varios puntos vitales. Nadie habia conseguido siquiera rozarle. Kenshin se irguió mientras Hiko terminaba con su último adversario. Sus movimientos habían sido tan rápidos que ningún ojo había sido capaz de seguirlos. El público esperó con la boca abierta las instrucciones del altavoz

-"Increíble....Quiero decir, señoras y señores ya saben por qué el Hitten está considerada como la técnica de espada más poderosa de todas. Trataremos de enseñarles en el monitor qué es lo que ha ocurrido a cámara lenta" – Segundos después las imágenes aparecieron en el monitor con un efecto curioso. Mientras que los atacantes se movían con una lentitud pasmosa, tanto Hiko como Kenshin se movían a velocidad normal, como si ellos estuvieran en un plano distinto de tiempo. El público estalló en aplausos mientras de nuevo saludaban y se retiraban

-"Guau, sabía que sensei Himura era bueno pero no tanto"

-"¿Crees que nos enseñará alguno de esos movimientos?"

-"Si yo fuera tan rápido, me dedicaría a ganar todas las carreras del mundo y sería millonario" – comentaban los chicos mientras se levantaban de sus asientos

-"Claro, claro, venga chicos que mañana hay que madrugar, ¿recordáis dónde está la furgoneta? Os quiero ver allí a todos en 10 minutos como máximo o mandaré a Himura a buscaros" – amenazó Sanosuke a los chicos. De camino a la salida del pabellón, Kaoru y Megumi se fueron quedando un poco alejadas de Sano y de los chicos

-"Kaoru"

-"Hai Megumi"

-"Quisiera pedirte perdón"

-"¿Perdón? ¿Por qué?"

-"Verás, he tenido que pelear mucho en mi vida. Con mis padres que no querían que estudiase, con mis compañeros de clase por ser mujer,... Estoy tan acostumbrada a pelear que ataco como defensa antes de que me hagan daño. ¿sabes a lo que me refiero?"

-"Creo que sí Megumi"

-"La he tomado contigo sin razón. Hace mucho tiempo que sé que para Himura no soy sino una amiga, nada más. Quería decirte que desde que te conoce ha cambiado, está más alegre, como si se hubiera quitado un gran peso de encima. Y eso es gracias a t

-"¿De verdad lo crees?"

-"Hai. Himura y tu debéis estar juntos"

-"Juntos sí, pero no como estás pensando. Para él soy como una hermana, alguien a quien proteger y yo no estoy segura de lo que siento por él" – Megumi la miró por un momento y abrió la boca para decir algo pero se detuvo. Cuando se trata de amor, los últimos en enterarse de lo obvio suelen ser los propios interesados

-"¿Amigas entonces?"

-"Sí" – se sonrieron al estrecharse al manos y corrieron hacia el aparcamiento, no sea que Sanosuke se marchara sin ellas

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La verdad es que este capítulo debía ir con el anterior, pero me quedaba bastante largo y todavía no lo había terminado, así que por eso es más cortito. Kimmy no estoy muerta, bueno casi. Es que en el trabajo me han estado guardando todas las tareas de cuando estuve malita y he tenido que ponerme al día. Además estamos de obras en casa y los albañiles cada dos por tres me cortan la luz y pierdo todo lo que llevo escrito, así que paciencia.