Rurouni Kenshin y todos sus personajes no son míos son de Nobuhiro Watsuki, por si alguien no se había enterado todavía.
Vamos a contestar reviews:
kaoru_sanz: Sano y Megumi tendrán algo, pero como has visto, lo contaré de pasada, para no quitar protagonismo a la historia principal. En cuanto a la otra pregunta, según mis cálculos vamos por la mitad más o menos, así que queda fic para rato.
Kaoru-dono18: no eres el 115 sino el 113 según mis cálculos, casi aciertas ^_^
Justary: por ahora Kenshin no ha tenido que recurrir a Battousai cuando está con Kaoru, pero pronto aparecerá (varng con risita diabólica mientras escribe esta respuesta)
the-darkgirl-revolution: ya se irá volviendo más sangriento, no te preocupes, te aseguro que Shissio tendrá una muerte violenta y muy dolorosa. En cuanto a lo de registrarte, tu review viene como persona registrada en ff, si se trata de entrar en tu cuenta es pulsando en Log In.
Maki-san: empezaba a preocuparme que no te gustara el fic, pero ya sé la razón de tu desaparición. No te preocupes, escribe siempre que puedas que estaré esperándo
naoko lizi kinomoto: la opción de los lemons va ganando, y en cuanto a la historia espera a lo que viene en un par de capítulos, te va a encantar
Cherry-dono: No creo que sea un insulto para nada. Como dije al principio del fic, intento que la historia sea todo lo real posible, y en la vida hay cosas buenas y malas, por eso pasan por situaciones terribles y luego por otras graciosas. Porque incluso cuando estás con de fiebre en la cama y convirtiendote en la peor de las personas viene alguien y te dice que estás preciosa incluso con la nariz goteante y como un pimiento, y entonces la vida te parece maravillosa (creo que se me ido un poco la olla, no te preocupes)
Rosalynn: en cuanto a "Rayos de Primavera" tenía pensado en todo caso hacer una precuela, un Saito/Tokio/Okita porque dejé muchos cabos sueltos sobre su relación y creo que saldría un buen fic, pero eso será cuando termine éste. Y debido a muchas peticiones como la tuya, creo que a lo mejor hago un one-shot titulado "Soujiro, Misao y el enigma de la vaina de la espada" ¿tú qué opinas?
La segunda opción va ganando por goleada y cada vez me gusta más, ya veréis que se le va ocurriendo a mi loca cabecita. Pero eso será en el futuro que ahora vamos con el capítulo
11. Viejos y nuevos amigos
La noche anterior había sido una verdadera tortura. Cuando regresó a casa, después de dejar a Hiko en el aeropuerto para que volviera a Kyoto de una buena vez y tener un poco de tranquilidad, había encontrado a Kaoru en el sofá. Se había quedado dormida viendo la tele, esperándole. Con la seguridad que da un hábito muy repetido, Kenshin consiguió levantarla del sofá y dejarla en su cama sin despertarla, y casi por inercia, empezó a desvestirse para ocupar su lugar a su lado. Pero pudo detenerse antes de que fuera demasiado tarde y salió de aquella habitación para regresar a la suya, que le pareció fría y vacía, extraña, como si no le perteneciera, como si no debiera estar allí. Justo enfrente. Estaba cansado pero no quería dormir. No podía dormir. Lacónicamente buscó su espada y el ordenador portátil y salió al patio. Tenía que volver a su antigua vida, a las noches en vela practicando, a la protección que únicamente la soledad podía ofrecerle. Una vez más las familiares posiciones de la kata se dejaron ver a la luz de la luna. Pero esta vez, la mirada de Kenshin se posaba una y otra vez en la pantalla del ordenador, donde Kaoru aparecía dormida en su cama, sola. 45 grados a la derecha. A lo largo de la noche se había descubierto a sí mismo una y otra vez frente a la puerta de su habitación, con la mano en el pomo, a punto de girarlo. Sentía como si el cuerpo de Kaoru lo estuviera llamando una y otra vez, para que regresara donde pertenecía: a su lado, en su cama . Un poco más hacia arriba. Y cada vez se daba la vuelta sin entrar, recordando por qué no podía entrar, por qué no podía cumplir sus deseos y, por una vez, tomar la felicidad que estaba a metros de distancia. El de la gabardina.
La bala salió sin hacer ruido del cañón del rifle, inadvertido por todos. Cruzó la calle y con letal precisión se incrustó en la frente del hombre de la gabardina. Cayó hacia atrás sin que ningún sonido saliera de su garganta. Antes de que sus guardaespaldas pudieran reaccionar, un hombre pelirrojo de ojos dorados seguido de otro más bajo y de pelo oscuro salían de un edificio de oficinas muy transitado, entre la multitud que llenaba la calle, y sin prisa entraban en una concurrida cafetería. A pesar de las muchas personas que abarrotaban la calle en hora punta, ninguna se percató de que a su lado, un hombre acababa de morir.
-"Gracias por venir, y por no decirle nada al jefe" – Apenas unas horas antes, Owaki le había llamado al borde de un ataque de pánico, diciendo que era incapaz de acabar con su objetivo, y que ésta era la última oportunidad de cogerle antes de que abandonara el país. Sin contestarle, Kenshin siguió bebiendo su café, mientras a través de la ventana veía cómo la policía levantaba el cadáver y acordonaba la zona. Estaban a salvo. Aunque apresurado, todo había salido bien. Volvió su atención al hombre que tenía ante él y notó cómo empezaba a temblar al afrontar su mirada. Se sorprendió un poco al ver que, aunque sabía que Owaki ya había pasado los 35, parecía mucho más joven que él. Joven y frágil. Después de fallar contra Gohei no había vuelto a ser el mismo. Nadie puede seguir siendo el mismo después de afrontar la muerte tan de cerca. A unos lo vuelve más fuertes, a otros los destruye, y a Owaki no le permitía volver a matar. Aún seguía creyendo en lo que hacía, en hacer justicia allí donde la ley no alcanza, pero ahora no podía matar.
-"Has hecho un buen trabajo de investigación y análisis de la situación. Siempre fuiste muy bueno planificando acciones" – su voz era fría, como siempre –"Dile a Katsura que te cambie el destino. Podrías hacer un buen equipo con alguien. Él entenderá"
-"Seguro que piensas que soy un cobarde. En cobarde estúpido e inútil" – dijo Owaki escondiendo la cara entre las manos, mientras su cuerpo empezaba a temblar descontrolado
-"En absoluto" – la mano de Kenshin se posó firmemente en su hombro y el temblor de cesó. Acercó la cara a su oído y susurró –" A veces me gustaría volver a ser incapaz de matar. Te envidio Owaki"
- "Gracias Battousai"- dijo con un hilo de voz. Kenshin se levantó y salió del local, dejando a Owaki solo, pero inmensamente aliviado.
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Kaoru se sintió un poco desilusionada cuando se percató de que había dormido sola. No había rastro de Kenshin en su cuarto, no había pasado la noche con ella, y ese hecho no sabía si la alegraba o la entristecía. Sabía que ahora que el peligro de ser encontrada por Shissio había pasado, y que por fin Kenshin se había abierto a ella, ambos habían conseguido superar su dolor de alguna forma y ya no necesitaban un soporte tan directo el uno del otro. Seguir durmiendo juntos habría sido 'inapropiado', ya que su relación seguía siendo de amistad. Una amistad muy fuerte y profunda, pero amistad al fin y al cabo. Sin embargo, a pesar de que su cerebro aprobaba totalmente la decisión de Kenshin, una parte de ella se había sentido sola.
Por otra parte, el resto había ido sobre ruedas. Kenshin estaba en la cocina preparando el desayuno como siempre y asegurándole que Hiko había desaparecido de sus vidas por el momento, porque nunca se sabía qué pasaba por la cabeza de su maestro. Cuando acabaron de desayunar, salieron esta vez juntos de la casa, ignorando la cara de desaprobación que la señora Futwoka ofrecía desde la seguridad de su propia casa. Ambos montaron en la moto y salieron a toda velocidad hacia la Universidad. Una vez allí, Kaoru le aseguró por enésima vez que estaría bien, hasta que la dejó marchar, no sin antes prometerle que esperaría a Yahiko después de las clases y que los dos regresarían al Wellington para que Kenshin volviera a tenerla bajo su protección hasta que él terminara su trabajo y volvieran de nuevo a casa juntos.
El afán de sobreprotección del pelirrojo la halagaba y encolerizaba al mismo tiempo. Desde luego Kenshin no parecía tener ningún control ello. La protegía con la misma intensidad tanto si estaba asustada ,como en aquel incidente con el violador del centro, o cuando se sentía completamente segura y a salvo, como ahora. Por poco le tira el casco a la cabeza cuando le hizo prometer que esperaría a Yahiko, como si el fuera capaz de protegerla de algo. Kaoru estaba segura de que podía defenderse sola. Estaba rumiando con estos pensamientos que apenas prestó atención a la primera clase ni a sus compañeros, hasta que en el intermedio, un rostro vagamente familiar se acercó a ella. Se trataba de un chico con extraños cabellos blancos y unas gafas pequeñas y redondas, que en contra de lo que solía ocurrir, le hacían más atractivo e intensificaban su mirada. Esa mirada que estaba justo sobre ella mientras daba la vuelta a una silla y se sentaba, apoyando los brazos en el borde del respaldo mientras una atractiva sonrisa aparecía en su rostro
-"Kaoru Kamiya....¿qué estás haciendo tan lejos de Kyoto?"
-"Hola Enishi. No sabía que tú también estabas aquí. Creí que no te interesaba la pedagogía" – respondió ella con una sonrisa
-"Y no me interesa, pero este módulo es de psicología infantil"
-"¿Entonces has terminado en Psicología como querías?"
-"¿Dónde sino mi querida Kaoru? Ya sabes el dicho, la mayoría estudia la carrera para poder analizarse a sí mismos en privado" – dijo guiñándole un ojo. Kaoru rió. Enishi siempre sería Enishi.
-"Vaya, desde luego no pierdes el tiempo, el primer día y ya estas ligando con chicas Yukishiro" – dijo una voz femenina por detrás de Enishi, mientras apoyaba sus libros en la cabeza del chico
-"Hey ¿te has creído que mi cabeza es una mesa, Tae?"
-"A ver, déjame pensar... plana y dura...sí, encaja en la descripción" – rió la chica
-"No sé cómo me las voy a arreglar con las dos juntas"- suspiró derrotado Enishi –"pero cuanto antes mejor. Kaoru ésta es Tae. Tae ésta es Kaoru."- dijo a modo de presentación –"Kaoru y yo éramos amigos cuando vivía en Kyoto, pero cuando nos mudamos aquí, apareció Tae para ocupar tu lugar. Espero que no te molestes, querida"
-"Uy, no, para nada"
-"Vaya así que soy una mera sustituta"- dijo Tae fingiendo enfado, pero el brillo de sus ojos la traicion
-"Muy bien, alumnos. Se acabó el descanso. Seguiremos con la clase" – la voz del profesor, acalló lentamente a los alumnos, que se apresuraron a regresar a sus asientos para que la clase pudiera continuar.
Kaoru esta vez si prestó más atención a las explicaciones del profesor y comenzó a tomar apuntes, como la buena estudiante que era. La jornada fue agotadora, y todos los alumnos se alegraron cuando sonó el timbre que daba por terminadas las lecciones del día. Kaoru rápidamente terminó de apuntar la lista de libros de consulta que sugería el profesor para encontrarse de nuevo con la sonriente cara de Enishi esperando a que terminase de recoger
-"Tae es camarera en el centro. Solemos comer allí los dos ¿te apuntas?"
-"Sí Kaoru, ven con nosotros. Enishi me suele hablar mucho de ti y estoy deseando saber tu versión de las cosas que me contaba"
-"Me encantaría comer con vosotros, pero no puedo, me esperan en otro sitio"
-"¿Tienes una cita para comer?¿Es guapo?" – la curiosidad de Tae pudo con ella
-"Yo no lo llamaría una cita,... es en el Centro Wellington" – respondió Kaoru evitando la última pregunta de Tae
-"El Centro Wellington es la siguiente parada de la línea 2, y esa es la línea que cogemos nosotros para el centro. Podemos ir juntos al menos una parada en el autobús" – dijo Enishi
-"Es que...tengo que esperar que vengan a buscarme" – dijo un poco avergonzada de tener que esperar como una niña a la puerta de la escuela
-"¿Te tienen que acompañar para ir a un sitio que está a dos manzanas de aquí?"- dijo Enishi levantando una ceja incrédulo
-"Me encantaría que alguien se preocupara tanto por mí como para no dejarme sola ni un momento"- Tae estaba con la manos juntas a la altura del pecho y los ojos abiertos con expresión soñadora
-"O eso o no confía lo suficiente en ti como para dejarte sin supervisión"- el comentario de Enishi echó por tierra la pose de Tae
-"Yukishiro tienes el romanticismo de un tronco hueco"
-"¿Romanticismo? ¿Qué tiene de romántico un tipo que trata de controlarte a todas horas? Eso no es romántico es más bien obsesivo"
–"Oh, ya salió el psicólogo"
Enishi y Tae seguían peleándose, mientras las palabras de Enishi hicieron mella en Kaoru ¿Estaría Kenshin obsesionándose con ella, tratando de que ella ocupara en su vida el lugar de Tomoe?
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Después de comer todos juntos, Kaoru había decido pasar por la biblioteca del Wellington, para ver si encontraba alguno de los libros que tenía apuntados como material de apoyo y Megumi se fue con ella. Aunque el Centro se habia concedido básicamente como un lugar para hacer deporte y actividades culturas dirigidas a adolescentes, poseía una gran y poco frecuentada biblioteca, llena de libros de todo tipo. Kaoru se alegró de encontrar no sólo los libros que había sugerido su profesor sino muchos otros más sobre pedagogía, que le vendrían bien en el futuro. Los llevó a una mesa y comenzó a tomar notas. Tan ensimismada estaba que no se habia dado cuenta de que Megumi seguía sentada a su lado, en silencio y con la mirada perdida en la pared.
-"¿Megumi? ¿Te encuentras bien?" – la actitud de Megumi era muy extraña en ella y Kaoru estaba empezando a preocuparse
-"¿Nani?" – Megumi salió de su trance y cogió las manos de su amiga –"Kaoru, dime la verdad, ¿crees que soy una chica fácil?"
-"¿Lo dices por lo que pasó con Sanosuke? ¿Es por eso por lo que lo has estado ignorando durante la comida?"
-"Crei que con Sanosuke sería distinto" –dijo rompiendo a llorar
-"Megumi si no me lo explicas no puedo ayudarte"
-"Anoche, cuando me acompañó a casa, me dio las buenas noches y se fue, sin más"
-"Bueno, qué esperabas, te pasaste toda la tarde metiéndote con él y asegurando que nunca jamás volvería a ocurrir nada parecido"
-"Así es como actuamos siempre los dos. Nos peleamos, nos insultamos, y después él siempre hace oídos sordos y trata de coquetear conmigo. Pero anoche...Oh Kaoru, anoche ni siquiera intentó darme un beso en la mejilla" –explicó entre sollozos – "Siempre me pasa lo mismo, cuando los hombres con los que salgo consiguen lo que quieren me dejan tirada como un trapo. Creí que con Sanosuke, después de todo por lo que hemos pasado, sería distinto"
-"Megumi, ¿estás tratando de decirme que te peleas tanto con Sano porque en el fondo te gusta?"
-"Sí, pero me ha demostrado que no lo conozco en absoluto. No es más que un baka cabeza de pollo"
-"Yo tampoco me esperaba algo así de Sanosuke. Creí que su interés por ti era sincero"
-"HOMBRES"- dijeron las dos al mismo tiempo
Mientras tanto Kenshin y Sanosuke estaban en el dojo, esperando a los alumnos de la última clase. Después de la exhibición, se habían apuntado una avalancha de nuevos alumnos procedentes de toda la ciudad, deseosos de aprender de él, después de ver de lo que era capaz de hacer con una espada.
-"Aaaah, ya no se qué hacer con ella Kenshin" – dijo Sanosuke desde la seguridad del vacío gimnasio
-"¿Qué has hecho esta vez?"- fue la, como siempre, tranquila respuesta de Kenshin. Sanosuke tenía que admitir que desde que Kaoru habia aparecido en la vida de su amigo, éste habia cambiado poco a poco en sus relaciones con los demás, ahora era más asequible, más amigable incluso, aunque seguía habiendo momentos en que Kenshin conseguía ponerle los pelos de punta
-"Pues nada. Esta vez no he hecho nada y creo que por eso está enfadada conmigo"
-"Kaoru me comentó algo, pero quiero tener tu versión" – Sano miró a su pelirrojo amigo y sonrió recordando su gran noche con Megumi
-"La encontré en un club, parece ser que sus amigas no aparecieron y ella estaba molesta"
-"¿Qué quieres decir con molesta?"
-"Ya sabes cómo es Megumi. Se tomó dos copas de más y empezó a bailar sola en medio de la pista. Algunos tipos creyeron lo que no era y empezaron a molestarla. Yo la saqué de allí y la llevé a su casa"
-"¿Y esa es tu gran noche?" – preguntó Kenshin sarcástico
-"Creo que por una vez, nos dejamos de tonterías y nos portamos tal y como somos" – dijo Sano con una sonrisa un poco triste –"Después una cosa llevó a la otra y ..."
-"La mejor noche de tu vida"
-"Mas bien el mejor despertar de mi vida. ¿Tienes idea de lo bien que me sentí cuando desperté y la encontré abrazada a mí? Era como estar en el cielo, por una vez todo estaba donde tenía que estar, ¿sabes a lo que me refiero? Me sentí ...."
-"Completo" – terminó la frase Kenshin por su amigo, con un pequeño suspiro. Sanosuke lo miró y continu
-"Pero entonces Megumi despertó y empezó a gritarme y me echó de su casa." – Sano se frotó el hombro, como si estuviera recordando un golpe doloroso –"Después de la exhibición cuando dejamos a todos los chicos, la llevé a casa y no queriendo empeorar las cosas, me porté como todo un caballero. ¡No hice nada! Y ahora es peor, ayer por lo menos me hablaba" – Sanosuke se dejó caer al suelo derrotado. Kenshin se sentó a su lado, pensando en Kaoru y en que no podría soportar que ella dejara de hablarle. Sanosuke pareció adivinar sus pensamientos
-"Jo-chan comentó algo sobre que dormisteis juntos por culpa de Hiko. Así que tú también despertaste en el cielo. Bueno, no sé a qué estás esperando. Por lo menos yo pasé la noche en el paraíso, aunque ahora no me dirija la palabra. Si sigues así tarde o temprano aparecerá alguien y te la quitar
-"Sí, como ese tipo de la Universidad, estuve a punto de gritarle que era su novia sensei Himura, pero recordé que Kaoru dijo que no lo era" – Yahiko había entrado en el gimnasio y se había acercado a ellos, sin intervenir en su conversación
-"¿Un tipo de la Universidad?" – repitió Kenshin mientras sentía hervir la sangre en sus venas
-"Hai, él y una chica estaban hablando con Kaoru cuando llegué, creo que querían que fuera con ellos a comer"
-"No hay duda de que Jo-chan hace amigos muy rápidamente"- comentó Sanosuke, pero la mirada de advertencia de Kenshin le hizo callar rápidamente, aunque Yahiko no se dio cuenta de ella
-"Desde luego los trataba con bastante confianza, igual que ellos. Creí que Kaoru no conocía a nadie más en Tokyo, sólo a nosotros"
-"¿Cómo era?" – las palabras parecían haberse atascado en su garganta
-"¿El tipo? Pues bastante alto, con el pelo muy claro, casi blanco... llevaba gafas y una bufanda larga... tampoco le presté mucha atención, se fueron en cuanto llegué" – Battousai escuchaba con calma, de nuevo dueño de sus emociones. Con la misma expresión en el rostro con la miraba las fotos de sus blancos
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Por si alguien no lo sabia soy española y el pasado 11 de marzo sufrimos un atentado terrorista en varios trenes de cercanías de Madrid. Yo no vivo en Madrid sino cerca de Sevilla pero aún así utilizo los trenes de cercanías casi cada día y a la misma hora del atentado así que puedo asegurar que quienes iban en esos trenes eran estudiantes y trabajadores. No eran policías, no eran soldados, era gente normal.
Durante los días siguientes al atentado este país ha sido una auténtica locura, con manifestaciones contra el terrorismo y unas elecciones un poco caóticas porque el gobierno se negaba a reconocer que había sido el terrorismo islámico aún con todas las pruebas en la mano. No quiero entrar en política y mucho menos aquí, sólo decir que a día de hoy se han contabilizado 200 muertos y aún quedan muchos heridos en situación crítica en los hospitales, entre ellos extranjeros de 15 nacionalidades distintas, la mayoría peruanos y ecuatorianos.
Creo que la única forma posible de afrontar este atentado es tal como lo hemos hecho, tratando de salvar las vidas de los heridos y confortando a los familiares. Los centros de donación de sangre tuvieron que decir basta, por todas las personas que fuimos a donar nuestra sangre para las víctimas. Después salimos a la calle para dar al mundo el mensaje que seguimos de pie, heridos pero en pie, que estamos acostumbrados a sufrir ataques terroristas y que seguiremos plantándoles cara, ahora y siempre, sean quienes sean. Y sobre todo que seguiremos tratando de vivir nuestras vidas tal y como lo hacíamos antes, que no han conseguido nada sino causar un inmenso dolor, y hacer que estemos aún más unidos contra ellos.
Gracias
