Rurouni Kenshin y todos sus personajes no son míos son de Nobuhiro Watsuki, por si alguien no se había enterado todavía ¿pero realmente alguien lee los disclaimer?

Ummm, la cosa se va calentando ¿verdad? Pero os debo una disculpa. Veréis, en la última escena del capitulo anterior, si esa del beso que todos esperabais y que nunca sucedió, os tengo que decir que no sucedió porque tenia planificado el beso de otra forma, pero es que al ir escribiendo la pelea el último párrafo se escribió solo, y luego me gustó tanto que no lo quise quitar, por eso lo reestructuré un poco para que no se cargara el hilo argumental. Os diré que yo escribo mis fic por escenas (eso es evidente varng, especifica un poco más) me imagino ciertas escenas clave que hacen avanzar la historia y luego voy rellanando el espacio entre ellas. Así que, si ponía el beso en el capitulo anterior, me cargaba una de las escenas clave y por consiguiente tendría que rectificar las siguientes, así que por eso quité el beso (por eso y porque soy mala malísima) y ahora las dudas y sugerencias:

misao-chan: tranquila que ya queda poco, pero como dije no puedo poner el lemon así sin más, no pegaría con la historia que a las primeras de cambio, Kenshin saltara sobre Kaoru, ha tenido un impulso, pero se ha dominado, veremos cuánto más se puede dominar

Kaoru-dono18: si casi gritaste con lo del beso, con este capítulo y el siguiente sobre todo, te vas a quedar ronca ^_^

Kimmy Angy: vamos a ver sangre y sexo .... puedo poner una escenita de Shissio y Yumi si te hace ilusión (sin herir la sensibilidad de nadie) para K/K va a haber un poco de sangre (de Enishi si sigue así) y el sexo pronto

ella-shin: no van lentos.... van a paso de galápago, pero hay que reconocer que Kenshin nunca fue muy rápido que digamos en estas cosas y ella sigue esperando a qué él dé el primer paso. Para que llegue Shissio todavía falta: primero tienen que liarse, que ella descubra lo que hace para Katsura y un largo etc, pero va a ver suficiente acción sin Shissio no te preocupes

naoko lizi kinomoto: si soy mala ^_^ me encanta haceros sufrir y dejaros en suspense esperando qué va a pasar o más bien cómo va a pasar, pero prometo que el lemon va en el siguiente capitulo

Maki-san: Jo, yo no llamaría nada a lo que ha pasado hasta ahora, pero de verdad, no puedo acelerar más las cosas sin que quede forzado. Ya dije que quiero que mis historias sean lo más creíbles posible y está claro que un trauma como el de Kenshin no se cura de la noche a la mañana y que después de lo que le hizo Shissio Kaoru tiene que recuperar su confianza en ella misma antes de poder confiar en un hombre, así que paciencia que queda poco

13. Te tengo bajo mi piel

Estaba sumido en la oscuridad. Todo era un frío vacío a su alrededor y él permanecía quieto, sin ninguna razón para moverse de aquel lugar. Aunque fuera poco agradable, se había acostumbrado a él. Pero de pronto, delante de él pudo ver un lugar mejor, un lugar con luz y calor tan distinto al que se encontraba ahora, que su cuerpo comenzó a moverse hacia allí. Ahora estaba más cerca y podía verla. Kaoru estaba en aquel lugar de luz, ella misma era la luz –"Kaoru"- trató de llamarla, pero ella parecía no poder escucharle. Se había acercado un poco más y podía ver sus rasgos. Esta triste. Había trazos de lágrimas en sus mejillas, y sus ojos estaban acuosos. Kenshin empezó a angustiarse ¿por qué estaba llorando?¿quién le había hecho daño?

Entonces se dio cuenta de un extraño detalle: llevaba mucho rato caminando y todavía no la había alcanzado. Estaba más cerca sí, pero no lo suficiente. Apretó aún más el paso, pero ella, aún sin moverse de donde estaba, seguía fuera de su alcance. –"Kaoru"- volvió a llamarla, esta vez más fuerte y ahora sí consiguió una respuesta. Ella se había girado hacia dónde él estaba, tenía la cabeza girada y un gesto de confusión en el rostro como si hubiera escuchado su voz pero no estaba segura de que fuera él ¿Kami, por qué no podía alcanzarla?

De pronto una figura alcanzó el círculo de luz, por detrás de Kaoru, y su grito de alerta la puso en guardia. Se giró para ver a su atacante y su rostro se suavizó al instante, Kenshin podía verlo ahora: era Enishi. Enishi estaba con ella y él no. Enishi estaba con ella secándole las lágrimas, acariciando sus mejillas, tomándola de la cintura. Kenshin gritó de nuevo cuando los labios de Enishi rozaron los de ella y ella devolvió el beso.

Ahora Kenshin no gritaba, rugía de dolor y de ira. No andaba hacia ellos, corría. Pero a cada paso que daba, el circulo de luz se alejaba de él con mayor velocidad, más y más rápido hasta que se perdió en la oscuridad. De nuevo estaba sólo en el vacío y supo que ya no podría soportar estar allí. Había visto la luz, sabía que había un lugar mejor y ya no soportaba la certeza de que estaría allí solo para siempre. Dejó de correr y gritar para caer jadeante de rodillas y susurrar su nombre de nuevo –"Kaoru". Y de pronto se vió rodeado de luz y calor. Sintió los brazos de ella sobre sus hombros y su aliento en el cuello, reconfortándolo. Sólo ella podía sacarle de ese lugar y había vuelto por él. Lentamente se incorporó y giró para verla de frente. No había ningún rastro de lágrimas en su cara, sólo alegría. Alegría por haber podido encontrarlo –"Kenshin, te alejaste de mí y no podía encontrarte de nuevo en esta oscuridad" – El sonrió y la abrazó, sintiendo cómo su fuerza y su alegría pasaban a su propio cuerpo –"Kaoru"- parecía que esa era la única palabra que podía pronunciar.

Levantó las manos y con sus dedos recorrió las líneas de su bello rostro. Pero sus dedos dejaban una senda roja y espesa allí donde pasaban. Sorprendido, se miró las manos mientras ella gritaba y daba un paso atrás apartándose de él. Sus manos estaban llenas de sangre y a sus pies un cuerpo muerto. Enishi. -"Kaoru"- levantó de nuevo las manos ensangrentadas hacia ella pero sólo consiguió que le mirara aterrorizada y echara a correr –"KAORU, KAORU POR FAVOR NO ME DEJES"- le gritó, pero ya se estaba alejando. A sus pies, la sangre de Enishi formaba un enorme charco. Un enorme charco de sangre que, poco a poco empezaba a tragarle. El seguía suplicándole que volviera, mientras cada vez se alejaba más y más. El charco de sangre le llegaba al pecho y pronto le tragaría por completo, pero no le importaba. Esta vez ella no lo buscaría

Los días pasaron rápidamente y el temido sábado llegó. Durante ese tiempo, Kaoru sintió cómo Kenshin se iba alejando aún más de ella. Ahora casi no hablaba, se limitaba a mirarla con aquellos ojos violeta tan tristes y dolidos que lograba que se le hiciera un nudo en la garganta, quería cogerle del cuello y zarandearle con fuerza para que entrara algo de sentido común en su roja cabeza dura o que al menos le explicara qué le estaba pasando ¿Por qué le había contado lo de Tomoe y ahora se negaba a hablar con ella? No podía ser peor que eso. Kenshin la hacia sentirse frustrada y eso no hacía más que avivar aún más su enfado con él.

En un principio había decidido no ir a aquella maldita fiesta cuando vio por primera vez el dolor que le causaría, pero conforme fueron pasando los días sin ningún tipo de explicación, su enfado pudo con ella y decidió ir. No solo eso, sino que a la menor oportunidad comentaba una y otra vez lo maravilloso que sería, que llevaba meses haciendo vida de monja de clausura y que estaba deseando salir a divertirse por una vez . Kenshin escuchaba cada palabra mientras sentía como golpeaban una tras otra en su corazón, pero también sabía a qué juego estaba jugando Kaoru. Estaba tratando de volver a hacerle saltar como la otra noche y eso era un lujo que no podía permitirse. Había conseguido dominarse en aquella ocasión pero no estaba seguro de lograrlo de nuevo, así que escuchaba en silencio y guardaba su dolor, después de todo el dolor era algo a lo que estaba acostumbrado. Pero de nuevo, lo peor eran las pesadillas. Había empezado a tenerlas casi desde conoció la existencia de Enishi y desde lo de la fiesta eran cada vez más frecuentes y dolorosas

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Kaoru llegó al local y tuvo que admitir que para ser habitualmente un almacén de frigoríficos se había hecho un buen trabajo arreglándolo. Había globos y pancartas por todas partes y la mayoría de las paredes estaban decorados con posters de grupos musicales. En la pared del fondo se había instalado una barra inmensa y reconoció a varios de los chicos que la atendían. En otra pared pudo ver lo que sería la cabina del discjockey : Enishi y un par de chicos con una cadena de música prestada y dos torres de CDs a su lado y sobre todo altavoces a todo volumen por todas partes. Kaoru sonrió cuando vio a Tae avanzar hacia ellas. Al final había convencido a Megumi para que fuera con ella a la fiesta, lo cual no fue un gran problema dada la baja moral de la doctora en los últimos días.

-"Podemos ir a pedir a la barra y cuanto antes mejor. Al paso que van, pronto se quedarán sin bebidas y estoy deseando ver cómo trataran con toda esta marabunta cuando estén medio borrachos y sedientos" – anunció Tae con una sonrisita – "Es tan gratificante no tener que hacer de camarera por una vez en la vida"

Riendo, las tres se dirigieron a la barra siguiendo el consejo de Tae, para encontrarse con la aglomeración propia de este tipo de fiestas. Pero Megumi no se dejó impresionar, utilizando todos los trucos aprendidos en su larga experiencia de bares atestados, consiguió llegar hasta la barra, pedir y regresar ilesa minutos después, con tres martinis con lima en las manos.

-"Hey yo no quería esto Megumi"- protestó Kaoru

-"La próxima vez pides tú y nosotras aceptaremos lo que traigas. No protestes tanto y pruébalo"

-"Sí Kaoru, pruébalo está bueno" – dijo Tae dando un sorbo al combinado

-"Así que Enishi se encarga de la música"- dijo Kaoru tras probar la bebida y decidir que sobreviviría

-"Enishi no se encarga de nada, nadie sería tan tonto como para ponerle encargado de algo. Pero ya lo conoces, tiene que meter la narices y dar su opinión en todas partes"

- "Una actitud muy común en los hombres por cierto, siempre pensando que el resto de la humanidad es estúpida o incapaz y que sólo ellos están en posesión de la verdad absoluta" – Kaoru y Tae pestañearon ante el comentario de Megumi

-" Así que sigues igual con Sanosuke"- concluyó Kaoru

-"Igual no, peor. Ha decidido que él no hizo nada por lo que tenga que seguir pidiendo perdón y ahora dice que soy yo la que tiene que arrepentirse de su actitud con él"

-"Por Kami Megumi, ¿por qué no os dejáis de tantas tonterías y os ponéis a aclarar vuestra relación de una buena vez?"

-"Y eso lo dice la señorita 'Kenshin-no-es-mi-novio' ¿a quién pretendes engañar?"

-"Entonces ¿no te gusta Enishi?" – preguntó Tae esperanzada

-"¿Es qué a ti si?" – dijo Megumi tras captar el tono de voz de Tae

-"Bueno....tal vez...Antes de que llegara Kaoru estuvimos un par de veces a punto de salir, pero se quedó en eso. Y luego Enishi no hacía más que hablar de ti. Creo que si Enishi no ha hecho nada todavía es por Kenshin"

-"Pero entre Kenshin y yo no hay nada de ese tipo. Solo amistad"

-"Será amistad, pero se comporta como si fuera tu novio"

-"No hace nada de eso Megumi, cree que soy como su hermana menor"

-"Vamos a ver .... te protege como si fueras de cristal"- empezó Megumi contando con los dedos

-"...prácticamente vivís juntos..." – continuó Tae

-"...cocina para ti..."

-"...tiene celos de Enishi..."

-"...cumple todos tus caprichos..."

-"...tienes la libreta llena de corazoncitos rodeando una K ..."

-"¡Hey! eso no cuenta, estamos hablando de Kenshin no de mí"- protestó Kaoru

-"y habéis dormido juntos" – terminó Megumi

-"¡¿Qué habéis dormido juntos?!" – exclamó Tae abriendo mucho los ojos

-"Oh gracias Megumi ¿por qué no coges el micrófono y lo repites para que se entere todo el mundo?"

-"Bueno, el caso es que dejando a un lado lo que haga Kenshin, ¿tú a quién prefieres?"- Kaoru suspiró y tomó un largo trago del combinado antes de responder a Tae

-"No quiero a Enishi.  Quiero decir, es un buen amigo y todo eso pero ya no creo que pueda verle de otra forma"

-"¡Bien!" – Tae casi salta de alegría al ver el camino libre

-"¿Y Kenshin?" – Megumi quería llegar al fondo de la cuestión

-"Yo ya no podría vivir sin él Megumi, aunque él me vea como una hermana. No me importa, esperaré hasta que esté listo, pero quiero estar con él" – Kaoru había empezado a llorar y Megumi la abraz

-"¿Y por qué tienes que esperarle?"- interrumpió Tae –"¿Por qué no das tú el primer paso? Ya sabes algunas personas no saben ver lo que tienen delante"

-"Creo que Tae tiene razón, Kaoru. Conozco a Kenshin lo suficiente para decirte que sólo ve las cosas a su modo. Por alguna razón que no entiendo no se atreve a tocarte, pero por otro lado tampoco permite que lo haga otro. Quizás necesite que tú misma le digas que no hay otro"

-"Oh, sí, los hombres y sus inseguridades" – dijo Tae tomando el último trago –"Vaya se me ha acabado ¿vamos por más?"

-"No, mejor vamos a bailar. Quiero desahogarme un poco" – dijo Kaoru

-"Secundo la moción" – y así las tres amigas se dirigieron a la zona de baile

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Hoji Sodojima corrió por el corredor llamando a sus guardaespaldas con voz insegura, pero nadie vino en su ayuda. La mansión estaba en completo silencio. Demasiado silencio. Ese mismo silencio era el que le había alertado. Generalmente tenía que mandar callar a los guardias, pero esa noche no había rastro de ellos en ninguna parte. Por primera vez en su vida estaba asustado. Se sentía acechado en su propia casa, como si un animal salvaje se hubiera colado y lo estuviera persiguiendo. Podía sentir una inmensa cólera dirigida a él pero no sabía de dónde ni de quién. Trató de serenarse y buscar una explicación lógica. Si sus guardias no habían dado aún señales de vida era que muy probablemente ya la habían perdido, así que dedujo que quién o quiénes habían entrado allí tenían que ser muy buenos para conseguirlo sin que ninguna de las alarmas se disparara. Ni un sonido, ningún roce, ni siquiera lentos pasos sobre la alfombra. Este silencio podía con sus nervios, empezó a sudar copiosamente. Estaba perdido. Tenía que jugar su última carta.

Aparentemente era un hombre de negocios, pero todo el mundo sabía que era uno de los cabezas de la yakuzza de Tokyo, por ese mismo motivo un ataque semejante contra su persona era inconcebible ¿es que no sabían las represalias que se tomarían por su muerte? Pero entonces el sombrío pensamiento de que no habría nada que delatara al asesino cruzó por su mente, al igual que un nombre: Battousai. En los últimos años se habían producido muchas muertes en los bajos fondos por arma blanca como para tomarlos como meros ajustes de cuentas. Asesinatos demasiado limpios, obra de un verdadero profesional, sin ninguna relación entre las víctimas. Ninguna salvo el hecho de ser conocidos asesinos y, desgraciadamente para él, Sodojima permanecía a ese grupo. Había matado con sus propias manos a mucha gente y había ordenado matar a muchas más. Seguro de su destino, regresó por los oscuros pasillos a su habitación.

–"Tengo dinero...Puedo pagarte... Pon tú la cifra.......Te daré lo que pidas.....Lo que sea" – suplicó una y otra vez a la casa vacía, mientras avanzaba con la espalda pegada a la pared. De repente, sintió cómo la pared desaparecía a su espalda y un afilado wakizaki apoyado en su garganta.

 –"Hoji Sodojima, por todos aquellos que murieron y por los que ya no morirán, tu vida debe acabar aquí" – Battousai movió su mano hacia la derecha y el filo corto el cuello del hombre que tenía ante él.

Miró su reloj, todavía le quedaba media hora para salir de allí. Media hora antes de que los guardias despertaran. Sabía que aquellos hombres no eran unos angelitos pero tampoco merecían la muerte, al menos no morir por cumplir con su trabajo. Había drogado a algunos y dejado sin sentido a la mayoría antes de que le vieran y, por supuesto, lo primero que hizo fue llevarse todos los videos de seguridad. Ahora estaba fuera de mansión de Sodojima, sentado en la moto, repasando su actuación por si había dejado algún cabo suelto. No los había. Nunca los había. Ya había terminado su misión para Katsura y aún era relativamente pronto. Pronto para un sábado por la noche. Pensó en Kaoru y en la fiesta, quizá debería ir, después de todo ella quería que fueran juntos al principio, para presentarle al resto de sus compañeros. Pero rápidamente descartó la idea. No soportaría verla con Enishi, bailando y riendo. Lo matarás. Y te gustará hacerlo. Esas fueron las palabras de Hiko, entonces no quiso creerle pero ahora no podía evitar recordarlas. Su maestro tenía razón. Hasta ahora, siempre había matado sin sentir nada, sin odio, sin ira, sin venganza,... mataba porque tenía que hacerlo, no era algo personal. Sus actos eran fríos y calculados, realizados con indiferencia, no sentía satisfacción cuando su espada atravesaba la carne, no sentía la emoción de la caza corriendo por sus venas. Simplemente no sentía. Pero con Enishi era distinto. Era cuestión de tiempo. Tarde o temprano el muy idiota trataría de llevarse a Kaoru de su lado y entonces moriría a sus manos. Las imágenes de su sueño pasaron por su mente. Si mataba a Enishi, Kaoru le odiaría. Suspiró – "Si no puedo tener tu amor, al menos tendré tu odio. Tendré algo de ti...."- susurró a la calle vacía antes de poner en marcha la moto y volver a casa.

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Sobrevivimos a la fiesta. Ese había sido el único pensamiento de Kaoru durante todo el domingo y el lunes. Kenshin seguía con la misma actitud del día anterior, pero Kaoru pudo notar cierto alivio cuando le confesó que había ido con Megumi y que le dolían muchísimo los pies de tanto bailar. Al final habían estado casi toda la noche bailando las tres solas, porque Enishi reconoció que no le gustaba bailar y ante la negativa de las chicas ha dejar de hacerlo, simplemente se dio por vencido conformándose con estar con ellas durante los breves descansos cuando paraban para beber algo y descansar. Kenshin tuvo que reconocer que Kaoru parecía habérselo pasado muy bien en aquella fiesta, y si Enishi la había dejado en paz, realmente había sido un poco paranoico y había sacado las cosas de quicio.

En su fuero interno reconocía que ella estaba en su derecho de enfadarse con él, que no tenía ninguna razón para prohibirle hacer nada y que sus celos eran infundados. Al menos esos habían sido sus pensamientos durante la mañana del lunes, cuando esperaba a la hora del almuerzo para pedirle perdón por ser un baka y jurarle que todo sería como antes. Eso, hasta que recibió la llamada en el móvil diciendo que ella, Tae y Enishi tenían que presentar un trabajo a finales de semana y que iban a prepararlo los tres juntos en casa, así que no comería con él en el Wellington, que saludase a todos y que se verían para cenar. Afortunadamente Sanosuke estaba con él cuando recibió la llamada y pudo ver a Enishi partido por la mitad en sus ojos dorados. Sano rápidamente le recordó que no estarían solos, que también estaba Tae y que estaban con un trabajo de clase, que no había nada malo en ello y que si seguía así lo iba a echar todo a perder. O sea, lo justo y necesario para mantenerle en el Wellington hasta la última clase de la tarde. Porque después Kenshin corrió hacia su moto y regresó a casa como si el diablo lo estuviera persiguiendo. Al llegar, se encontró con Tae saliendo de la casa de Kaoru

-"Buenas tardes Himura"

-"Hola Tae, ¿ya habéis acabado el trabajo?"

-"Todavía no, pero casi tenemos lo que habíamos planificado para hoy. Yo tengo que irme, entro a trabajar en media hora, por eso Enishi y Kaoru se van a quedar a terminar, no creo que les lleve más de una hora"

-"Ya veo. ¿Quieres que te lleve?" – se ofreció tratando de olvidar que Enishi estaba a solas con SU Kaoru

-"No hace falta Himura, cogeré un autobús, pero gracias de todas formas"- dijo ella sonriendo secretamente de las ganas que tenía el pelirrojo de irrumpir como un ciclón en casa de Kaoru. –"Y hablando de autobús allí viene. Hasta mañana Himura" –dijo corriendo para alcanzarlo

Ahora Kenshin estaba plantado en la acera sin saber realmente qué hacer. No se fiaba ni un pelo de Enishi, pero estaba seguro de que si los interrumpía en el estado en que se encontraba en esos momentos, Kaoru le gritaría por el resto de la tarde por montarle una estúpida escenita de celos infundados y delante de Enishi, que era lo que realmente le molestaba. No pensaba darle esa satisfacción, sobre todo teniendo las cámaras. ¿Cómo no las había recordado antes? Rápidamente entró en su casa y fue directamente al portátil encendido. Ejecutó el programa de vigilancia y al instante apareció una ventanita en la pantalla mostrando a Enishi y Kaoru en la sala, rodeados de libros, leyendo y apuntando los datos que necesitaban. Tal y como le había dicho Kaoru que harían. Por fin pudo tranquilizarse un poco. Siguió mirando atentamente la pantalla, esperando que de un momento a otro Enishi se abalanzara sobre Kaoru pero eso no ocurrió. Inmensamente mas tranquilo recordó que Tae le había dicho que aún tendrían una hora de trabajo y que no podía pasarla mirándolos, así que recordando que había salido precipitadamente del Wellington decidió darse una ducha rápida para quitar el sudor del día y terminar de relajarse, y así poder afrontar a Kaoru como una persona civilizada y pedirle perdón.

-"Buf, Kami por fin lo encontré"- dijo Kaoru estirando la espalda desde el suelo, rodeada de libros –"Tenía que haber recordado que esa escurridiza cita estaba en las fotocopias que saqué de la biblioteca. Nos habría ahorrado bastante tiempo"

-"Lo importante es que lo has encontrado y que ya lo tenemos todo preparado para seguir mañana. Si seguimos a este ritmo, no vamos a tener problemas para terminar a tiempo"

-"Si seguimos a este ritmo nos vamos a matar. Tengo la espalda hecha pedazos" –protestó Kaoru

-"A ver quejica, ven aquí y déjame ver"- dijo Enishi sentándose en el sofá y palmeando el asiento a su lado. Kaoru dudó –"Tae siempre termina con los pies destrozados por su trabajo, así que aprendí a dar masajes"

-"¿Hay algo que tú no sepas hacer?"

-"Ummm.......no" – Kaoru rió y se dejó caer a su lado en el sofá. Pronto notó los ágiles dedos de Enishi recorrer su espalda soltando los engarrotados músculos –"¿Sabes Kaoru? Últimamente he estado pensando mucho en nosotros"

-"No hay un nosotros Enishi"- dijo ella disfrutando del masaje

-"Pero lo hubo, y donde quedan cenizas..."

-"Las cenizas no vuelven a arder Enishi" – dijo ella dándose la vuelta quedando cara a cara en el sof

-"Pero podemos intentarlo al menos"- ella abrió la boca para responder y Enishi aprovechó para cubrir rápidamente la distancia que los separaba y cerrar sus labios sobre los de ella. Sus manos fueron directamente a su cuello para mantenerle la cabeza sujeta y profundizó el beso introduciendo su lengua en su boca –"¡ay!"- gimió de dolor cuando los dientes de Kaoru mordieron su lengua. Instintivamente la soltó y Kaoru le abofeteó –"Tal como dije, al menos podía intentarlo"- dijo volviendo a su típica actitud. Kaoru por un momento dudó entre devolverle la sonrisa o golpearle de nuevo pero algo decidió por ella.

Un torbellino rojo proveniente de la cocina alzó en el aire a Enishi y sin ningún miramiento lo echó a la calle, donde aterrizó dolorosamente con la cara, segundos después de escuchar un tremendo portazo. En cuanto a Kaoru, antes de que pudiera descifrar el misterio de la instantánea desaparición de Enishi, se vio empujada contra la pared, con la cara contorsionada de Kenshin jadeando a milímetros de su boca y sus ojos más dorados que nunca. Estaba atrapada entre la espada y la pared, literalmente.

-"¿K..Kenshin?" –tartamudeó confundida. Por toda respuesta él inclinó un poco la cabeza para enterrarla en su cuello y respirar profundamente en su aroma de jazmines –"¿Kenshin? ¿Qué ha pasado? ¿Qué estás haciendo?" – tampoco hubo respuesta esta vez. Kenshin parecía sumido en otro mundo, como si no estuviera allí realmente. Kaoru intentó forcejear un poco para poner distancia entre ellos, pero él dejó caer un poco más su peso sobre ella, aplastándola contra la pared, y sus callosas manos la tomaron por las muñecas a cada lado de su cuerpo. Había querido poner distancia y ahora estaban todavía más cerca.

Kaoru era plenamente consciente del cuerpo que estaba sobre ella. El cuerpo de Kenshin parecía estar ardiendo y su respiración muy profunda y rápida. Notaba cuando su pecho se aplastaba contra ella al tomar aire y también ese mismo aire salir de sus pulmones sobre su cuello, ardiente, quemándole la piel. Sintió cómo su propio cuerpo empezaba lentamente a arder bajo él y cerró los ojos para perderse en la sensación.

–"No lo hiciste"- la voz de Kenshin era una caricia más sobre su cuerpo

-"¿Nani? ¿qué fue lo que no hice Kenshin?"- preguntó ella empezando a jadear. Demasiado cerca, Kami, estaban demasiado cerca

-"No dejaste que te tocara" – su voz era hipnotizante

-"No quería que me tocara" – susurró ella perdida en el hechizo de su voz. Sintió a Kenshin gemir en su oído, como si sus palabras le hubieran provocado un gran placer –"No quería que me tocara"- repitió buscando inconscientemente que él volviera a gemir. No sólo lo logró, sino que pudo sentir cómo su aliento ardiente recorría su cuello, desde su oreja a la base del cuello provocando que esta vez fuera ella quien gimiera. Alentado por su reacción, Kenshin repitió el movimiento pero esta vez no sólo en sentido contrario sino con sus labios y su lengua, saboreando por primera vez el adictivo sabor de su piel. Kaoru volvió a gemir, esta vez más fuerte

-"Lo sabías. Sabías que no podía tocarte" – volvió a jadear en su oído

-"Sí"- respondió ella con los ojos cerrados, perdida en las sensaciones que Kenshin estaba despertando en su joven cuerpo a través de ese tormentoso contacto con su cuello

-"El no podía tocarte. Sólo yo puedo hacerlo"

-"Sólo tú puedes hacerlo, sólo tú"- repitió ella como una letanía entre gemidos cuando las manos de Kenshin dejaron de sujetarla para deslizarse por su cintura y su espalda

-"¿Me necesitas, Kaoru?"- preguntó mientras sentía cómo su cuerpo temblaba bajo el suyo –"¿Me necesitas tanto como yo a ti? Dios, me duele el cuerpo por no tenerte, por no sentirte" – Kaoru abrió los ojos ante sus palabras, el placer luchando en su cuerpo con la necesidad de apartarse rápidamente de él antes de que fuera demasiado tarde. Todo esto iba demasiado rápido como para que ella pudiese entenderlo. El nunca antes había actuado así y ella no podía asimilar el súbito cambio, después de que había pasado tanto tiempo tratando de alejarse de ella.

-"K..Kenshin...yo ..."

-"Dímelo" – reclamó ferozmente –"Dime que me necesitas, que me deseas..." – La boca de Kenshin atacaba ahora su garganta y ella creía morir por la salvaje excitación que recorría su cuerpo con sólo sentir sus labios sobre la piel, la misma excitación que le hacía sentir los pezones endurecerse y encharcarse su entrepierna –"Dímelo..."

-"Sí ...."

-"Sí ¿qué?"- preguntó, llevando sus labios hacia su oído y mordiéndolo suavemente, mientras sus manos alojadas ahora en sus nalgas la apretaban contra él, cadera contra cadera, para que ella pudiera sentir también su excitación

-"Te deseo"- dijo con en un gemido, su voz apenas audible

-"Sí"- exclamó él, cómo quien reclama un bien merecido premio antes de poner su boca sobre la de ella y presionar de forma salvaje sus labios. Al principio ella esta insegura sobre cómo reaccionar, limitándose a presionar sus labios contra los suyos, devolviendo la pasión del beso inocentemente, pero después de un momento, se fue acostumbrando a la lujuriosa sensación, y fue permitiendo que la firme presión de la lengua de Kenshin abriera sus labios. Su lengua entró como un conquistador en su boca, reclamando nuevos territorios y marcándolos como suyos. De pronto sus lenguas se encontraron y se fundieron en un húmedo y erótico abrazo, similar al de sus cuerpos.

Las manos de Kaoru recordaron que tenían vida y voluntad propia y subieron por los fuertes brazos con los que Kenshin aún la estrechaba, hasta sujetarse en su nuca, manteniéndolo cerca, atrapándole de la misma forma en que él la tenía atrapada, prisionero de su cuerpo y de su boca, de su aroma y su sabor. El beso crecía en intensidad a cada segundo, haciendo que las rodillas de Kaoru temblaran incapaces de sujetarla por más tiempo, forzándole a sostenerla firmemente de nuevo entre la pared y su cuerpo. Esta vez podía sentir a través de la ropa cómo los senos de Kaoru se aplastaban contra su pecho firme, y sus caderas apoyadas en los muslos separados de la chica, que seguía temblando entre sus brazos

-"Kenshin...¿qué te está pasando?¿por qué tienes los ojos así? Me estás dando miedo" – murmuró sin aliento, cuando él finalmente liberó su boca y echó la cabeza hacia atrás en busca de oxígeno.

A través de la bruma de la pasión, su embotado cerebro registró sus últimas palabras. Me estás dando miedo. Como por un resorte su cuerpo se apartó rápidamente del de ella y retrocedió unos pasos, sus ojos violetas de golpe y una expresión de horror al mirar sus propias manos. ¿Qué estaba haciendo? La había acorralado contra la pared y la había conquistado. Estaba obligándola a responderle ¿En qué se había convertido?¿Qué diferencia había entre esto y lo que ese maniaco de Shissio le había hecho antes?

-"¿Kenshin?"- la preocupada voz de Kaoru vino desde abajo. Al separarse de ella, sin nada que la sostuviera salvo sus temblorosas piernas, había ido resbalando con la espalda contra la pared hasta el suelo, y desde allí lo miraba, con las mejillas encendidas por la vergüenza y la pasión y los labios hinchados por la presión. Notó un sospechoso tono rojizo en sus labios y pasó la lengua por los suyos descubriendo lo que temía: sangre. Había presionado tan violentamente mientras la besaba que había hecho que sus frágiles labios sangraran. ¡La había hecho sangrar! Kenshin retrocedió aún más, apartándose de ella asustado

-"Kaoru-dono.....yo no quería......Lo siento, yo...yo.....esto jamás volverá a pasar" - y salió corriendo de allí. Segundos después Kaoru escuchó el motor de su moto arrancar y el sonido se perdió en la noche. Ella se quedó allí, tal y cómo él la había dejado, sin comprender bien qué había pasado. Después por fin murmuró las únicas palabras que habrían conseguido arreglarlo todo, si tan sólo las hubiese pronunciado antes –"Kenshin ....por favor, no te vayas.....Kenshin no me dejes sola ..... te quiero" – repitió una y otra vez mientras las lágrimas salían sin parar de sus ojos

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No es un lemon pero no me ha quedado mal del todo. Dudas, comentarios y demás al botoncito de reviews por favor