Rurouni Kenshin y todos sus personajes no son míos son de Nobuhiro Watsuki, por si alguien no se había enterado todavía
Ya se que estáis deseando ir al capítulo pero antes como siempre la ronda de dudas y preguntas:
gaby (hyatt: la pelea épica contra Shissio es uno de mis mayores quebraderos de cabeza. Te adelanto en primicia que va a haber un asalto de los Chosu a la SCorp, así que voy a tener a muchos personajes dando tiros por el edificio abriéndose camino hasta el sótano dónde vive Shissio, algo parecido a la serie, pero hasta ahí llego. No soy muy buena en las escenas de acción porque lo mío no son las descripciones, así que le tengo un poco de miedo al final. También tengo un poco de miedo por pasarme de espectacular y cosas así.
Syrenbattou: la reconciliación será más rápida de lo que parece, Kaoru sólo necesita ver que Battousai también la quiere y un pequeño empujoncito. Lo de que fueran a la casa de Saitou fue idea de Katsura: es una forma de decirle a la SCorp que Kaoru está bajo su protección y, por tanto ya tienen el testigo que necesitan para el juicio, pero sobretodo es por tranquilidad, ¡a ver quién es el listo que trata de entrar! Pero por si acaso Battousai vigila a Kaoru
naoko LK y misao-chan: sorry, pero para el lemon todavía falta, primero Kaoru tiene que tomar su decisión de aceptarle o no. Si te sirve de consuelo me está rodando por la cabeza un one-shot de Hellsing con un lemon y en cuanto acabe este capítulo empezaré con él. No se si conoces la serie pero va de vampiros así que por lo menos alguien si saltará a la yugular
Y-Yukiko-Y: no sabia nada que te habías quedado sin internet, yo me moriría sin él (y no sólo por ff sino porque soy informática y lo necesito como el aire para todo) pero volvamos al fic. Me tenía guardada la carta de que Sano lo sabía todo, tenía pensado hacer que se pelearan como siempre y entonces que se lo dijera pero luego se me ocurrió que eso sería un comportamiento un poco inmaduro, y ahora se trataba de que Sanosuke había madurado así que metiendo a Katsura de por medio y esa conversación tan formal (aunque se le fuera la olla por lo de los guantes) quedaba mejor. Lo de Shissio tenía que ser algo así de fuerte, porque ya me han comentado que Battousai se parecía a Shissio por lo del beso sangriento, así que tenía que perfilar mejor la locura de Shissio. Ahora no sólo está loco sino enfadado porque Kaoru se le ha vuelto a escapar por eso piensa hacerle cosas peores que las que tenía pensadas para ella al principio. Siempre me da cosa decir directamente lo que hará Shissio así que haré como siempre: insinuaré algo y dejaré que vuestra imaginación haga el resto. Lo de la conversación Saitou/Battousai creo que quedó bastante bien, cada uno en su línea. Saitou sabía por lo que estaba pasando Batt así que trató de animarle a su manera, y Batt lo escuchó porque sabía que era el único que podía comprender su situación de verdad. Lo de 'bastardo hijo de perra' va a dar para mucho también en este capítulo ya verás.
KaOrA-FGV-16: lo que me estás preguntando es si todo esto tendrá o no un final feliz, pues sí lo va a tener aunque van a tener que sufrir todos un poco para conseguirlo pero esto acabará bien.
Julia: wow, me has dejado impresionada, aunque tengo que reconocer que a mí me pasa igual cuando empiezo un libro no puedo dejar de leer hasta terminarlo, así que me siento halagada porque significa que te está gustando mi historia de verdad. Por las actualizaciones no te preocupes, intento poner un capítulo por semana, así que no te haré esperar demasiado
Serenity: bueno, están peleados porque los dos son muy cabezotas, pero poco a poco mejorarán las cosas sólo hace falta que Kaoru se aclare de una vez, porque Battousai no tiene ningún problema en hacer las paces
Justary: tengo debilidad por los Saitou, sobre todo por Tokio tan misteriosa y esas cosas. Que Kaoru sea fuerte es por ser fiel con el personaje, quiero decir que en el anime ella es muy temperamental y en este fic la he puesto demasiado débil y llorona al principio. Poco a poco ha vuelto a recuperar su confianza y su fuerza por eso creo que ahora realmente es la verdadera Kaoru que todos conocemos. Además necesita esa fuerza para tratar con Battousai y con Shissio
Y gracias a todos los que me siguen dando ánimos capítulo tras capítulo y me recuerdan que tengo que actualizar pronto: Sailor Bea, Arline, sakura, tatsuki shinomori, Amaterasu Mizuhame
A petición general estoy tratando de hacer los capítulos más largos y actualizar a tiempo, y aunque eso signifique menos horas de sueño lo intentaré. Mañana ingresan a mi tía (por eso he actualizado un poco antes de lo normal) así que tendré mucho tiempo mientras le hago compañía en el hospital para que se me vayan ocurriendo más escenas. Lo malo es que como siempre, a la hora de ponerlas por escrito muchos detalles se me olvidarán. Para tods aquellos que estén esperando el LEMON paciencia que ya falta menos y también avisaros que tengo en mente algo sobre Hellsing por si también os gusta ese anime. Ya os avisaré cuando lo ponga.
25. Trazos de tinta
Desde su posición bajo la ventana, Battousai velaba el sueño de Kaoru con una leve sonrisa en los labios. Ella había protestado y pataleado cada una de las noches que llevaban en casa de Saitou para que él no durmiera en la misma habitación que ella. Las primeras noches había intentado razonar con ella alegando que era por seguridad, que eran órdenes de Katsura, para terminar con una discusión a gritos bruscamente interrumpida por la aparición de un Hajime Saitou muy molesto por tanto escándalo. Las noches siguientes simplemente se había limitado a dejar que ella protestara mientras él se acomodaba en el suelo, bajo la ventana, sin dignarse a dirigirle la palabra hasta que ella se cansaba y apagaba la luz.
Battousai se decía una y otra vez que todo esto no era más que una prueba para avivar el espíritu de lucha de Kaoru, una forma de prepararla para la inevitable confrontación con Shissio en el juicio, pero en el fondo sabía que no era más que una excusa. Se había hecho la promesa de que sólo la protegería, que se mantendría al margen de su vida tal y como ella quería. Por eso había vuelto como Battousai todo el tiempo, podía haber vuelto como Kenshin y ser sólo Battousai cuando fuera necesario, después de todo así es cómo había vivido todos estos años, pero era demasiado peligroso para él, y para ella. Demasiados sentimientos, demasiados recuerdos. Por eso se había decidido por Battousai, el frío asesino que no siente nada, lo que ella más despreciaba de él, lo que ella nunca aceptaría a su lado. Era la única manera de que pudieran sobrevivir a esto. Cuando todo hubiera acabado, cuando Shissio estuviese encerrado de por vida o muerto, preferiblemente muerto, entonces como Battousai podría separarse de ella fácilmente y así serían los dos libres. Ella sería libre para vivir y él para morir.
Pero su plan tenía un grave defecto, uno en el que no había pensado. Su amor por Kaoru era tan grande, tan fuerte y poderoso que incluso siendo Battousai la amaba por encima de todo. Se maldijo a sí mismo, apenas unos minutos con ella y no había podido evitar besarla. Se lamió los labios recordando el adictivo sabor de su sangre. Ella había respondido a su beso.¡Ella había respondido al beso! Por un instante ambos se dejaron llevar por su pasión salvaje, justo antes de que la realidad volviera a recordarles cuál era el lugar de cada uno. Pero ella había respondido al beso y eso significaba que una parte de ella era capaz de amarle. Quizá aún hubiera esperanza para ellos, si ella tan sólo lo aceptara. Cerró los ojos un momento y los volvió a abrir, con la mente de nuevo libre de románticos sueños imposibles. Ella se había dejado llevar por un instante de pasión y locura nada más. Jamás le aceptaría.
Kaoru empezó a retorcerse y gemir suavemente en su sueño y Battousai se acercó sigilosamente a ella, con expresión preocupada. Kaoru tenía pesadillas. Las había tenido cada noche desde el regreso de Shissio, esa era otra de las razones por la que no quería dejarla dormir sola. Era irónico que ahora tuviera pesadillas cuando gracias a ella, él había dejado de tenerlas.
Estaba en un lago, a la luz de la luna llena. Estaba sola y disfrutaba del contacto del agua fría sobre su piel. Nadaba y chapoteaba en el agua como una niña. Se sentía en paz, se sentía fuerte. Le gustaba aquella soledad, aquel lago desierto para ella sóla. Nadando entre los rayos de la luna era libre. Era ella misma. Se sumergió para explorar el fondo del lago y salió a la superficie para examinar una concha de purísimo nácar. La concha resplandecía en su mano pero no podía verla bien. Miró a la orilla donde su ropa la esperaba junto a una hoguera. Nadó hasta que sus piel tocaron el fondo y pudo ponerse de pie.
Entonces desde lo más profundo de las sombras apareció EL, con sus ojos rojos ardiendo, rivalizando en intensidad con el fuego de la hoguera. Llevaba un látigo en la mano y aquella sonrisa maníaca asegurándole un sufrimiento sin fin. Pero aquel era su mundo, su lago y su paz. Kaoru le miró orgullosa, desafiante, con las olas muriendo a sus pies, sin importarle que la estaba viendo desnuda. EL se enfureció por esa actitud tan poco sumisa así que agitando el brazo descargó el látigo una y otra vez sobre ella. Kaoru gritó. Estuvieron muchos minutos así, hasta que por fin él bajó el brazo, agotado por el esfuerzo, para poder admirar su obra.
Kaoru estaba de pie, asombrada. Había visto cómo el látigo se abatía una y otra vez sobre ella, pero no había sentido dolor en ningún momento. Se atrevió por primera vez a mirarlo directamente a los ojos, a devolver aquella mirada demoníaca que regía sus más horrendas pesadillas
-"Ya no puedes hacerme daño"
-"¿Estás segura?" – se rió. Se rió a carcajadas de ella, de su valor, de su esperanza, antes de volver a disolverse en las sombras que lo habian creado.
Kaoru suspiró, orgullosa de sí misma, de cómo había superado sus temores y le había hecho frente. Se arrodilló para buscar la concha que había dejado caer, tanteó la arena y se dio cuenta que estaba roja. La arena estaba llena de sangre. Pero ella no había sangrado, EL no le había hecho daño. Intrigada escudriñó la playa. No lejos de el círculo de luz de la hoguera le pareció ver un bulto, un cuerpo quizá. Se acercó y lo arrastró hacia la luz. Era un hombre. Era.....Kenshin. Estaba muerto. Sintió cómo su corazón se rompía en mil pedazos. Cubrió su rostro de besos mientras sus lágrimas caían sobre el cuerpo muerto. Entonces las vio. Miles de líneas trazaban extraños dibujos sobre su cuerpo, cicatrices y marcas. Marcas de un látigo. Kenshin había recibido todos los golpes del látigo de Shissio, había muerto para que ella no sintiera ningún dolor. Había muerto para protegerla. Y sólo ese conocimiento le causó más dolor que todo el que Shissio jamás pudiera inflingirle.
Battousai había llegado junto a ella, no se atrevía a tocarla por miedo a despertarla pero no podía soportar verla sufrir de aquel modo. Así que cómo cada noche, suavemente apoyó su frente contra la de ella, esperando a que ella respirara profundamente y volviera a calmarse antes de poder volver a su lugar de vigilancia bajo la ventana
Kaoru seguía llorando mientras acunaba el cuerpo sin vida de Kenshin entre sus brazos. Sintió una presencia a su espalda pero no le importó. El estaba muerto. Kenshin estaba muerto. Lo que ocurriera con ella ya no importaba.
-"Podía haber sido distinto. Era débil, sin mí era débil. Pero tú no puedes soportar mi presencia" – eran palabras de reproche pero no contenían odio, sólo pena –"si tan sólo pudieras aceptarme ....." – Kaoru sintió cómo se arrodillaba lentamente a su espalda, sus brazos sujetándola delicadamente por la cintura y su pelirroja cabeza apoyada sobre su hombro –"si tan sólo pudieras aceptarme....." – repitió, implorante
Ella se quedó quieta, sabiéndose segura entre aquellos brazos fuertes, perdiéndose en el masculino aroma que la había acompañado tantas noches, dejando que su fuerza la sostuviera, dejando que su calor alejara el frío que se había apoderado de su cuerpo al verle muerto.
-"Yo.........te....... acepto......"
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El videoteléfono se hizo añicos contra la pared, y Shissio se dejó caer de nuevo en la cama con un gemido de dolor. Su cuerpo todavía no se había recuperado del viaje y esos arrebatos de cólera no contribuían a su recuperación. Soujiro a su lado mantenía la compostura y decidió por una vez seguir su ejemplo. De modo que Katsura se había atrevido a mandarle de nuevo una citación judicial. Necesitaba desesperadamente tiempo. Tiempo para preparar su defensa, y su ataque. Podía alegar que todavía estaba demasiado débil para acudir al tribunal, eso cualquier médico lo podría constatar, incluyendo uno mandado por Katsura..Los abogados ya estaban trabajando en el caso para retrasar el juicio lo más posible, tal y como habían hecho en las otras ocasiones en que Katsura le había mandado una citación. Sin duda esta vez se creía victorioso porque tenía a la chica en su poder, pero no la retendría por mucho más.
Tan sólo tendría que atrapar a Kaoru y todo esta locura terminaría. Sí, con ella en su poder Katsura no tendría nada en su contra. Sólo una declaración que ella ya no podría ratificar. Tenía planeado tantas cosas para su pequeño pajarillo, cuando terminara con ella no quedarían ni los huesos. Ni a Katsura le serviría. Pero ahora tenía que calmarse y dejar que las cosas siguieran su curso. Katsura había sido muy inteligente ocultándola en casa de Saitou, además nunca estaba sola en ninguna parte más de un minuto. Tendría que planificar con mucho cuidado dónde y cómo atraparla. Pero por ahora tenía que relajarse, cuando estaba relajado su cuerpo se recuperaba más rápidamente y su mente funcionaba mucho mejor. Sólo tenía que relajarse y él sabía cómo. Su maligna sonrisa se perfiló en su rostro mientras volcaba toda su atención en la mujer arrodillada a los pies de la cama
-"Soujiro, átala, quiero tener buena vista"
-"Por supuesto señor" – dijo ayudando a levantarse a la semi-consciente mujer
-" y le harás exactamente todo lo que yo diga" – el estremecimiento que recorrió la espalda de Soujiro fue un diabólico placer para su jefe. Ahora él también pagaría por sus errores.
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Kaoru terminó su examen, soltó el bolígrafo y miró el reloj: todavía quedaban 10 minutos. Echó un vistazo a su alrededor, satisfecha con sus respuestas y por haber terminado a tiempo. Enishi parecía aburrido y no era de extrañar, siempre terminaba cualquier examen con media hora de adelanto, pero las normas de la universidad impedían que ningún alumno abandonara el aula hasta que no expirara el tiempo del examen, así que Enishi ya estaba acostumbrado a entretenerse sólo en esa media hora. Kaoru giró la cabeza buscando a Tae, ella todavía escribía en el folio muy rápido y tenía un gesto de sufrimiento, como si con la súbita inspiración que había tenido para contestar la pregunta 8 no fuera bastante. Kaoru dejó de mirar a su amiga tras el carraspeo del profesor, no fuera a creer que estaba tratando de copiar o algo así, de modo que decidió seguir el ejemplo de Enishi y pensar en sus cosas hasta que fuera la hora de salida.
Pensar en sus cosas, eso era algo que trataba de evitar últimamente. Aquellos sueños que tenía la ponían nerviosa. No eran iguales pero siempre seguían el mismo patrón: Shissio, dolor y Battousai rogando que le aceptara. Pero el último sueño había sido distinto. En el último, Kenshin aparecía muerto y Battousai le decía que si le aceptaba las cosas serían distintas, y ella lo había hecho para poder recuperar a Kenshin.
Sentía que algo en su interior estaba cambiando lentamente, incrementado por la angustia de que en cualquier momento alguien aparecería y la llevaría con Shissio. Estaba empezando a comprender y respetar a los Chosu. Pero era el mismo caso de siempre. Considerando las cosas objetivamente podía incluso en algunos momentos apoyarlos pero una cosa es caridad y otra llevarte el pobre a casa. Podía comprender las motivaciones de Chosu, pero todavía no estaba preparada para meter a Battousai en su cama, por muy placentero que fuera. Sacudió la cabeza tratando por todos los medios de sacar esas ideas de su cabeza pero sin éxito. Había conocido la parte tierna y cálida de Kenshin y ahora se sorprendía a sí misma tratando de averiguar cómo sería su lado salvaje.
-"Kaoru, ¿Kaoru? Ya han recogido los exámenes nos podemos ir" – Enishi chasqueaba los dedos frente a sus ojos para traerla de nuevo a la dura realidad
-"Desde que Himura ha reaparecido parece que estás en otro mundo" – comentó Tae
-"No es la única que lo est"- dijo Enishi un poco molesto saliendo de la clase
-"¿Y a ese qué mosca le ha picado ahora?" – preguntó Kaoru intrigada, y deseando tener un tema de conversación que no tuviera nada que ver con ella
-"El monstruo de ojos verdes, los celos" – dijo Tae recogiendo sus libros y siguiendo a Enishi
-"No me digas que tienes un pretendiente y has puesto celoso a Enishi"
-"Bueno, un pretendiente si que tengo, pero no es por eso que está celoso. Al menos no ese tipo de celos"
-"Creo que no te entiendo Tae"
-"Ja ja, verás Enishi se ha dado cuenta de que mi vida ya no gira en torno a él, de que no me tendrá para contarme sus tonterías siempre que a él se le ocurra. Es cómo cuando tienes hijos y el mayor se enfada porque prestas demasiada atención al pequeño"
-"Un comportamiento infantil muy propio de Enishi"- comento Kaoru con su mejor imitación del tono psicólogo que utilizaba el propio Enishi –" y ahora cuéntame sobre ese pretendiente"
-"¿Sobre Aki? Verás..."
-"¿Aki? ¿Ahora lo llamas Aki?" – ya lo habían alcanzado y seguía molesto
-"¿Cómo quieres que lo llame sino? Es su nombre: Aki Okawa"
-"Aki Okawa. No me suena de nada"- comentó Kaoru ignorando las miradas de Enishi
-"Y sin embargo lo conoces"
-"¿Lo conozco?"
-"Hai, es amigo de Himura. Mira ahí lo tienes" – dijo ella echando a correr para abrazar a un hombre que esperaba junto a Yahiko. A Kaoru le resultaba vagamente familiar hasta que de pronto lo recordó: era el mismo hombre que había estado en la terraza del hotel, el que la había acompañado de regreso a Tokyo. Pero eso significaba que....¿también era un Chosu?
-"....... no te ha ido tan mal como creías, ya te lo dije. Podrás sacar este curso sin problemas, así que ya puedes ir pensando dónde quieres que os lleve esta vez....Oh, hola Yukishiro y hola Kamiya" – Owaki había dejado de hablar con Tae para saludar a su amigos, y se había quedado inquieto al ver la expresión de Kaoru –"Disculpa pero no hemos sido debidamente presentados, soy Owaki"
-"Hace un momento Tae nos decía que te llamabas Aki ¿o acaso ese no es tu verdadero nombre?" – comentó Enishi tratando de molestarle de la misma forma que molestaba a Kenshin. Pero con Owaki era una causa perdida
-"Oh sí, Aki Okawa, Owaki" – explicó con una sonrisa inocente
-"Pareces un poco mayor para Tae"
-"Bueno sí tengo 34 y ella 24, hay diferencia pero no tanta como para ser su padre"
-"Eres casi un pervertidor de menores ¿lo sabías?"
-"Ya basta Enishi"- interrumpió de pronto Kaoru muy enfadada –"¿por qué te molesta tanto que la gente trate de ser feliz? ¿te crees que estás por encima de todos nosotros porque tú no eres un esclavo de tus sentimientos? El corazón manda, no obedece y si tú no comprendes eso quizá sea porque no tienes corazón. Y en cuanto a ti" –dijo volviéndose hacia Owaki –"más te vale ser sincero desde el principio con ella. No quiero que mi amiga pase por el mismo infierno que yo" – Kaoru se giró sin esperar una respuesta de ninguno de los dos y tomando a un sorprendido Yahiko de la mano, echó a andar hacia el Wellington
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El pasillo era más largo de lo que parecía a simple vista y Kaoru se alegró de no tener los zapatos puestos porque de lo contrario sus pasos habrían retumbado como un redoble de tambor por todo el corredor. Tenía que tener mucho cuidado. Había visto perfectamente cómo aquella noche Katsura y algunos hombres más, habían aparecido en casa de Saitou y ahora todos ellos, incluido Battousai, estaban encerrados en aquella habitación fortificada. Kaoru estaba segura de que estaban discutiendo sobre ella o sobre Shissio y le fastidiaba muchísimo no estar presente en aquella reunión. Después de todo era un tema que le incumbía a ella más que a nadie. Con la excusa de protegerla los Chosu la habían convertido en una prisionera, siempre bajo la mirada de Battousai o de las cámaras de seguridad de aquella casa. Aquella casa era muy fría y rígida y tenía la sensación de estar viviendo en otro tiempo. Un tiempo en el que las mujeres esperaban y los hombres luchaban ¿cómo podía alguien vivir allí? No escuchaba nada, así que pegó la oreja a la puerta
-"No es de buena educación espiar a través de las puertas cerradas, Kaoru Kamiya" – Kaoru dio un respingo al escuchar su nombre y casi se cae al suelo del susto. Desde las columnas del porche y a la luz de las velas, Tokio Saitou la observaba con una sonrisa benevolente. Kaoru sintió vergüenza y se acercó a ella. Estaba sentada en el suelo frente a una mesita y practicaba lo que parecía caligrafía antigua con un tintero y un pincel. Tokio pareció leer su pensamiento y se explicó – "A tus jóvenes ojos seguro que parecerá anticuado, pero recibí una educación de geisha además de una universitaria. Con el tiempo descubrí que es más útil de lo que parece. Una mujer ha de saber utilizar todas sus armas, desde su cuerpo hasta su cerebro" – dijo mientras con un elegante ademán la invitaba a sentarse a su lado.
Kaoru estaba muy avergonzada. Llevaba casi una semana en la casa y hasta ahora no se había tropezado con Tokio. La verdad es que estaba tan ocupada con sus exámenes y tratando de ignorar la vigilancia de Battousai que apenas si había deambulado por la casa, como ahora, y había olvidado que el matrimonio Saitou vivía allí habitualmente.
-"Dado que han decidido ponerte bajo la protección de esta casa, he de suponer que conoces algunos de los secretos de los Chosu" – comentó Tokio mientras volvía a su caligrafía –" y que en estos momentos te sientes utilizada y engañada" – Kaoru guardó silencio con los ojos fijos en la caligrafía –"Bastardo asesino hijo de puta" – dijo Tokio lentamente al cabo de un momento de silencio
-"¿Nani?"
-"Eso es lo primero que le dije a mi marido tras mi 'accidente'. Supongo que Sanosuke te habrá contado algo sobre eso"
-"Sí, algo me cont"
-"El resto lo puedes adivinar tú sola" – las dos guardaron silencio de nuevo. Mientras Tokio regresaba a su caligrafía, Kaoru seguía inconscientemente los ágiles trazos del pincel mientras la extraña idea de que aquella mujer había pasado por su misma situación se instalaba en su cabeza
-"Usted no puede andar por culpa de su marido y aún así ¿lo perdonó?"
-"¿Sabes algo de caligrafía Kaoru Kamiya?" – Kaoru negó con la cabeza –"el secreto consiste en trazar el kanji sin levantar el pincel, es muy difícil conseguirlo porque muchos trazos se cruzan a distintas alturas, pero lo importante es que sea un solo trazo el que dibuje el kanji. La vida es muy parecida a la caligrafía, Kaoru Kamiya. Debes dejar que siga su curso de forma natural sin interrumpir el trazo, es muy difícil lograrlo, pero sólo así vale la pena."
-"¿Qué.. qué ocurre si el trazo se interrumpe?"
-"Entonces ya no vives lo que tú has elegido vivir, lo que has elegido sentir. Significa que has dejado que las circunstancias, que otros marquen tu destino y al final terminas viviendo una mala imitación de lo que era tu felicidad. Puede que a simple vista no se note, pero tú siempre sabrás que el kanji no es correcto" – Tokio terminó el trazo y tomó otra hoja para repetirlo –"Cuando anuncié mi boda casi toda mi familia se opuso tajantemente. Nadie entendía por qué habia elegido a un hombre como Hajime, pero hay algo en él que sólo yo podía ver. Después de tantos años y tanto dolor, todavía puedo verlo claramente cada vez que lo miro" – suspiró como para alejar a los viejos fantasmas –"Conseguí evitar una interrupción en el trazo de mi vida y ahora tengo a mi marido, y a mis hijos." – Terminó de nuevo el kanji y miró a Kaoru muy seriamente –"Tienes que mirarle otra vez y comprobar si todavía ves en él lo que nadie más ve. Si puedes soportar la idea de un futuro en el que él no sea el padre de tus hijos" – dijo solemnemente mientras ponía una hoja en blanco frente a Kaoru y le tendía el pincel. Kaoru tomó aire y dibujó el mismo kanji que repetía Tokio una y otra vez.
El trazo era inseguro y tembloroso. Era el primer kanji de un principiante, no estaba a la altura de los de Tokio. Pero estaba trazado sin ninguna interrupción
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Bueno, antes de que preguntéis me he sacado de la manga todas estas teorías de Tokio sobre la caligrafía y la vida, así que no busquéis en ningún manual de budismo. Ah, una petición más, suplico vuestra ayuda, necesito conocer cuáles son los nombres de los padres de Kaoru, he conseguido algunos mangas de RK y en uno se menciona al padre de Kaoru pero no tengo nada sobre la madre, si alguno lo sabe por favor que me lo diga, sino me lo invento. Gracias
