Rurouni Kenshin y todos sus personajes no son míos son de Nobuhiro Watsuki, por si alguien no se había enterado todavía
Desde luego os he tenido esperando más tiempo del que yo misma pensé para este capitulo pero lo importante es que por fin queda terminada esta historia. Quiero daros las gracias a tods por haber esperado pacientemente y por darme ánimos todo este tiempo, es muy agradable saber que alguien espera con ilusión por ti y necesitaba cosas bonitas y esperanzadoras en mi vida.
Cambiando de tema, tengo en mente una nueva historia, probablemente el primer capitulo salga la próxima semana, será de Inuyasha pero un Sessoumaru/Kagome y no sólo porque me guste poner a los personajes fríos e inaccesibles su corazoncito enamorado sino porque ahora mismo necesito escribir una historia en el que la protagonista deje a alguien que la trata mal por alguien que realmente la valora, bueno casi os he hecho un resumen, ya veremos como sale, pero ahora a terminar esto antes de pensar en la siguiente.
Gracias gracias y gracias por todo una vez más.
34. Familia
Ella vió la cuchilla en la suela de la bota de Kenshin, y por acto reflejo cerró los ojos. Casi al mismo instante, los brazos que la apretaban como garras se aflojaron a su alrededor dejándola libre. Todo había acabado. No pudo evitar sonreír mientras ese pensamiento se instalaba por fin en su cabeza y se sintió inmensamente aliviada, el peso que durante tanto tiempo había cargado sobre sus hombros por fin desaparecía. Ahora estaba cansada, muy cansada, y le pesaba todo el cuerpo. Quería dormir..... quería Kenshin.
Kaoru despertó sintiéndose muchísimo mejor. Totalmente descansada y en forma. Siguió con los ojos cerrados un momento más disfrutando de la cálida sensación de aquella cama tan familiar y las mantas tan calentitas. Sin embargo, fallaba algo. Old Spice. ¡Kenshin! No encontraba el más mínimo rastro de Old Spice en la habitación. Abrió los ojos un poco asustada y su inquietud se convirtió en terror.
Estaba en su habitación, pero esa ya no era su habitación. Su habitación era la habitación de Kenshin, en su casa aquella......Oh Kami! Gimió aterrorizada paseando la vista por su antigua habitación: sus libros del colegio sobre la mesa, sus muñecas colocadas sobre el arcón a los pies de la cama, los posters que colgaban de las paredes sujetos con chinchetas y sus viejas fotos sobre el espejo. ¿Qué era todo aquello? ¿por qué había vuelto a allí? Y sobre todo ¿dónde estaba Kenshin? Trató de incorporarse pero unas manos la mantuvieron suavemente pero con firmeza, acostada. No estaba sola. Se volvió para ver la cara de su acompañante y su desesperación creció. Misao, su amiga de toda la vida, la miraba dulcemente
-"Si no te quedas quieta, los puntos se abrirán" – la regañó como una madre
-"¿puntos?.....¿qué?.......¡Misao!"
-"Sssssshhhhh tranquila, todo se acabó. La policía ya nos ha explicado que ese loco te acosaba y que por eso te escapaste, pero ya no tienes de que preocuparte. Está muerto y tú has vuelto a casa. Ahora todo volverá a ser como antes" – dijo con una sonrisa. ¿Cómo antes? Pero ella no quería que todo volviera a ser como antes, tenía una nueva vida. Una vida con Kenshin.
-"Misao, por favor ¿dónde está Kenshin? ¿por qué no está aquí? ¿es que está herido?"
-"¿Kenshin? No sabemos nada de ningún Kenshin, pero llevas días susurrando ese nombre en sueños"
-"¿Días?"
-"Hai, estuviste dos días en el hospital y llevas cinco aquí. Nos tienes muy preocupados porque casi todo el tiempo no estás consciente, pero los médicos dijeron que eso era normal, que tu cuerpo todavía necesitaba tiempo para recuperarse, pero como estabas fuera de peligro nos dejaron traerte a casa. Es la primera vez que estás totalmente consciente en toda la semana, estábamos empezando a desesperarnos"
Los días fueron pasando y pronto pudo levantarse y sostenerse en pie, pero seguía sin noticias de Kenshin. Había telefoneado a Tokyo, preguntando por el señor Katsura y los Chosu pero siempre terminaba con alguna secretaria diciéndole que no sabia nada de una organización con ese nombre y que para hablar con alguien tan importante como Katsura se necesitaba una cita. Tampoco había rastro de Megumi, Sanosuke o incluso Tae, y Kaoru empezaba a creer que todo había sido un extraño sueño, y lo hubiera creído de no ser por las marcas en su cuerpo. Estaba casi al borde de la desesperación, cuando un día sus padres la llamaron al salón. Tenían visita.
Kaoru casi se desmaya cuando al entrar, Seijuro Hiko le sonrió desde el sofá y más aún cuando vislumbró una cabeza gacha y pelirroja a su lado
-"Sí, es ella, sin duda" – después de sonreírle, Hiko la ignoró y siguió hablando con su padre –"Sigo sin ver qué ve mi baka deshi en ella, pero bueno, las cosas son como son.... ¿por dónde íbamos? Ah sí la dote"
-"¿Dote?" – dijo dejándose caer en el sofá al lado de sus padres, que miraban a los dos hombres con cara de incredulidad. Aquel hombre había entrado sin ningún miramiento ni educación, diciendo tonterías sobre "mi baka deshi" tardaron un rato un comprender que el "baka deshi" era el avergonzado y callado joven pelirrojo que estaba a su lado, y un rato más hasta que mencionó a Kaoru, por eso la habían llamado, pero seguían sin comprender qué relación había entre el pelirrojo, su hija y aquel charlatán
-"Por supuesto que tendrá que haber una dote." – continuó Hiko –"No sabe hacer nada bien, mi baka deshi les está haciendo un favor, librándoles de ella"
-"Pero ¿qué?"
-"¡¡Cómo se atreve!!" – gritó el padre de Kaoru perdiendo al fin los nervios. Aquella era toda la vergüenza que Kenshin podía soportar, con un suspiro de resignación, golpeó a su maestro en el cuello, dejándolo inconsciente por un buen rato.
-"Kami-sama Kenshin ¿cómo le has dejado hablar durante tanto rato?" – preguntó Kaoru, en cuanto Hiko quedó fuera de combate
-"Se empeñó en hacer las cosas de forma tradicional Kaoru-dono" – respondió levantando por fin la cabeza y sonriéndole. Kaoru fue feliz al ver de nuevo aquellos ojos violetas –"por eso tampoco me dejó venir a verte antes"
-"Me estaba volviendo loca, Kenshin, ¡No podía contactar con nadie!" – todo aquello era demasiado para ella. Semanas sin saber siquiera si todavía estaba vivo para encontrárselo de golpe sentado con sus padres. ¡Y con Hiko! Kaoru estaba a punto de echarse a llorar. Su madre a su lado lo notó, pero antes de que pudiera poner un brazo sobre los hombros de su hija, el pelirrojo estaba arrodillado ante ella con las manos de Kaoru entre las suyas.
-"Seguridad" – dijo simplemente mirándola a los ojos. Se quedaron así por largo rato, perdido uno en los ojos del otro, hasta que los padres de Kaoru se revolvieron un poco incómodos porque al fin estaban adivinando de qué iba aquella extraña visita
-"Ejem, disculpe, pero quisiéramos algunas respuestas joven" – dijo al fin el señor Kamiya
–"Y a poder ser, antes de que él despierte" – terminó la señora Kamiya señalando a Hiko.
-"Mamá, papá. Este es Kenshin Himura" – dijo enjugándose las lágrimas que no estaba muy segura de haber derramado –"él me ha salvado"
-"¿Y todo este numerito es.....?"
-"Para pedirle la mano de su hija" – dijo seriamente Kenshin, sus ojos brillaron dorados un instante, pero afortunadamente nadie lo notó. El padre de Kaoru suspiró y la madre comenzó a llorar
-"¿Le quieres hija mía?"
-"Sí papá"
-"Y tú ¿estás dispuesto a cuidar de ella y hacerla feliz?" – Battousai sonrió ante la pregunta
-"Esa señor, es la única razón de mi existencia"
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Yahiko caminaba por la calle con la versión en miniatura de su sensei dormida sobre su hombro. No se extrañó, había sido una tarde agotadora para un niño de cinco años, ¿qué diablos? había sido una tarde agotadora hasta para él, ¡todo un hombre de 16 años! Los trillizos de Tae y Owaki no habían dejado de llorar en toda la tarde y Kenji no dejaba de tirarle del pelo a Hime, la hija de Megumi y Sanosuke, es decir que se había pasado toda la tarde poniendo a prueba su paciencia haciendo de canguro de 5 pequeños monstruitos hiperactivos que no paraban de incordiar de una forma o de otra
¿Por qué había hecho semejante estupidez? Por Tsubame claro, aquella chica sólo necesitaba un parpadeo de ojos para que él se convirtiera en gelatina entre sus dedos, cosa que a él no le importaba lo más mínimo, y ¿qué mas da si le dolía la garganta de tanto llamar al orden si a cambio había pasado un tiempo con ella?.
-"Ups, disculpe" – dijo al darse cuenta de que había tropezado con una mujer y que casi le había tirado una bolsa al suelo –"déjeme ayudarla por favor" – La mujer torció el gesto y Yahiko suspiró preparado para lo peor, aquel no era su día de suerte, se había tropezado con la señora Futwoka
-"Desde luego, no tienes la más mínima educación" – comenzó ella, mientras arrugaba la nariz de forma desaprobadora –"pero claro, siendo como eres un huérfano recogido ¿qué otra cosa se podía esperar de ti?" – antes de que Yahiko pudiera abrir la boca, una vocecita respondió por él
"Bruja fea, no digas cosas malas a mi hermano" – la señora Futwoka palideció y corrió hacia su casa. Yahiko siguió a la mujer con la vista y luego alzó al niño para mirar cómo el dorado de sus ojos se desvanecía poco a poco
-"No hagas esas cosas Kenji, sabes que a mamá no le gusta"
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Battousai regresó a casa de madrugada, había sido un trabajo sencillo y rápido. Dejó con cuidado la katana en su soporte junto a la sakabatou de Yahiko y tras conectar la alarma de seguridad de la casa, subió al piso de arriba. Abrió el cuarto de los chicos y sonrió cuando Yahiko murmuró un – "Tsubame" - en sueños antes de girarse hacia el otro lado. En la cama de al lado, Kenji dormía despatarrado con una pierna colgando y la almohada por los suelos. Con su destreza habitual, Battousai consiguió que el niño volviera a la cama sin despertarle y cerró la puerta de la habitación silenciosamente.
Abrió otra puerta, la puerta de su dormitorio. Rápidamente se desnudó y se reunió con ella en la cama, abrazándola. El conocido olor y cálido abrazo espabilaron un poco a Kaoru, indicándole que su marido había regresado.
-"¿Todo bien?" – preguntó mientras se acomodaba sobre su pecho. Battousai notó los latidos del corazón de su mujer sobre su piel y cerró los ojos dejando que el sueño reparador se apoderara de él
-"Sí, todo bien"
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FIN
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Sorry si esperabais un lemon pero preferí terminarlo así, de forma tranquila después de tanta violencia, pero ya sabéis las criticas y amenazas en los reviews por favor.
