Capitulo 3 :

¡¿Vacaciones?!

- ¿Harry? ¿Puedo pasar ahora?

- ¿Eh? ¡Oh! Si, claro, Neville, por supuesto...

- ¿Estás solo? Ibas a hablar con Ginny de algo, ¿no?

- Si, ya hemos terminado, ha ido al lavabo... Siento que... te hallamos echado de tu compartimento, teníamos que resolver... un malentendido.

- Ya, eso me ha parecido. No te preocupes, no tiene importancia.

- ¿Qué tal el verano?

- Bien, bastante bien, si...

Neville le miraba con cautela, como si no supiera a lo que atenerse.

- ¿Y tú?

- Bien, como siempre.- Le seguía mirando fijamente. Le estaba empezando a poner nervioso - ¿Has salido de viaje?

- Si...

¡¡¡SORPRESA!!!

- ¿Qué? ¿Cómo? Pero qué...

- Pero Harry, ¿qué tipo de recibimiento es ese? – dijo Hermione haciéndose la enfadada.

- Cualquiera diría que no te alegras... – siguió Ron.

- ¡No!, no es eso, es que nunca hubiera imaginado...

- ¡Ja!, vaya cara de pasmado que has puesto, Harry.- remató Ginny mientras intentaba contener la risa.

Estaba absolutamente perplejo. Hace un momento estaba tumbado en la cama deseando ver a sus amigos y de repente, allí estaban.

- La próxima vez pediré un millón de galeones, puede que tambien aparezca de la nada... - murmuró.

- ¿Cómo?

- Nada, nada...bueno, ¿qué haceís aquí?

- Venimos a buscarte. Os vais de viaje.- dijo el señor Weasley.

- Si, Harry. Necesitas un descanso.- Continuó Lupin.

Harry miró a todos como si no entiendiera exactamente lo que querían decir.

- ¿Irme? ¿A dónde? Yo no puedo irme de aquí hasta que no empiece el curso.

Volvió un poco la cabeza para ver lo que hacía su tía. No paraba de frotarse las manos de manera compulsiva y dar botecitos nerviosos mientras su mirada pasaba de los visitantes a la ventana.

- Por favor, pasen al salón, estarán más cómodos.

"Vaya, cuanta educación", pensó Harry

- Tranquila, no tardaremos mucho, Sra. Dursley.

- Eso dijo Dumbledore, espero que sea cierto...- contestó su tía saliendo del salón hacia la cocina y dando por concluida la conversación.

El hecho de que su tía mantuviera contacto con el director de Hogwarts no dejaba de resultarle sorprendente.

Y aún más que su tío parecía no saberlo.

Su tía no parecía una mujer capaz de ocultarle algo a su marido. Y sin embargo lo había hecho. Por él.

Por el hijo de su hermana, a la que odiaba.

Quizás después de todo tuviera un corazón dentro del pecho y no una piedra.

Pero, francamente, lo había disimulado de maravilla todos estos años.

- Harry, despierta. Tienes que hacer la maleta, date prisa.

- ¿Qué maleta? Quereis explicarme de una vez que estais haciendo aquí.

- ¿Estás sordo?, nos vamos de vacaciones - dijo Ron - Ginny, Hermione, tú y yo.

- Sé que parece raro...- continuó Hermione, pero Lupin la detuvo.

- Harry, todo está en orden. No te habíamos dicho nada de lo que estábamos planeando, porque no queremos que nadie sepa donde vamos. Si, yo también os acompaño. Trataremos de descansar, relajarnos y pasarlo bien. Creo que lo hemos ganado, ¿de acuerdo? No hay nada más que explicar de momento

- Así que venga, acompañad a Harry a recoger sus cosas, que nos vamos - sentenció el señor Weasley.

Aún perplejo, se quedó mirando a todos sin saber que hacer.

- ¡Oh!, ¿será posible?, Ginny, Ron, subamos arriba. Ya que Harry parece haber sufrido un colapso, haremos el equipaje por él - ordenó Hermione.

- Vale. Yo quiero ver la habitación de Harry- dijo Ginny alegremente mientras subian las escaleras.

- ¿Qué te crees que puede haber en su habitación, Ginny? - dijo Ron.

- No sé, ¿algo que no deba ver una joven inocente como yo? Como esas revistas muggles donde salen chicas ligeras de ropa...

- Tranquila, no hay nada de eso en mi habitación. ¿Por qué piensas que yo tengo algo así? Es la segunda a la derecha, está abierta...

Los tres dieron un salto, no le habían oído seguirles.

- Porque eres un chico. Y a los chicos os gustan esas cosas.- dijo mientras miraba burlonamente a Ron. Se había puesto tan rojo que parecía a punto de reventar.

Le oyó murmurar por lo bajo lo que parecía una cuenta atrás mientras se dirigía a la ventana.

"Aquí hay algo que no me han contado" pensó Harry.

- Ginny, no seas tan cotilla, déjalo ya – dijo Hermione mientras recorría la habitación con la mirada - ¿qué hay que llevarse Harry?

- No sabeis lo que detesto que me oculteis cosas.

Todos se quedaron parados y en silencio. Ron se dio la vuelta y empezó a explicar:

- Harry, no lo hacemos porque queramos, es por una buena razón...

- Venga, ¿no te irás a enfadar otra vez? – dijo Hermione preocupada y un poco exasperada a la vez – sabes que todo lo hacemos por tu bien.

Sus amigos se quedaron callados esperando la reacción de Harry.

- Ni hablar. Os he echado tanto de menos, que parecía que fuera a ahogarme.- dijo en voz muy baja mientras se sentaba en la cama.

Se le había hecho un nudo en la garganta. Escondió su cara entre las manos y empezó a sollozar.

Se encontraba verdaderamente mal. Pero no se había dado cuenta hasta este momento.

Ron y Hermione se quedaron petrificados sin saber que hacer. Ginny se acercó a la ventana y soltó como el que no quiere la cosa.

- ¿Ves? Estás demasiado tenso. Seguro que no te pasaría si tuvieras esas revistas muggles.

- ¡¡GINNY!!- Gritaron Ron y Hermione a la vez.

- ¿Qué?

- ¿Cómo puedes decir algo así?

Pero Ginny no tuvo tiempo de contestar. Harry había sustituido los sollozos por una especie de risa que iba convirtiéndose en carcajadas.

Ginny también se reía a la vez que se vislumbraba en su cara un deje de satisfacción. La burrada que había soltado funcionó a la perfección.

Tanto, que hasta Hermione y Ron no pudieron evitar reírse a carcajadas también.


Siento haber tardado tanto. Pero es que he estado muy poco inspirada.

Será por el calor. XD

Gracias, gracias, gracias, mil veces gracias por los reviews.

Me hace muchísima ilusión.

Hasta pronto, espero.