Bueno, creo que hay que poner esto en todas las historias de fanfiction, pero antes no lo sabia... Bueno, que Draco Malfoy, Vicent Crabbe, Gregory Goyle, Harry Potter, Hermione Granger yRon Weasley (y si me he olvidado de mencionar a alguien mas de mi historia, pos tmb) son de Johanne KRowling, aunque Jolteon Malfoy, Selena Schaphiro, Sahar Bryant, Ilusoe, demás son mios... (Bueno, Ilusoe no es realmente mia, es una amiga mia...)
En fin, me toy enrollando demasiado... Si alguien tiene alguna duda acerca de quien es algun personaje, pos m lo decis... Pero van a ser ms o menos 50 Johanne - 50 Jolteon...
¡¡¡Asias por escoger mi historia!!!
Capítulo 1: El Principio
Todo empezó en el andén 9y¾, cuando iba a subir al tren para ir a mi penúltimo curso en Hogwarts. Mi padre estaba en Azkaban y mi madre estaba enferma. Mientras buscaba a Crabbe y Goyle, y trataba de localizar al grupo Potter para poderlos molestar cuando se me antojara, vi a una chica guapísima.
Tenía el pelo negro, muy largo y liso, de manera que parecía una cascada de tinta. La observé atentamente y vi que le prestaba mucha atención a los detalles, llevaba una camiseta verde lima atada al cuello y una falda rosa pastel que le llegaba hasta la rodilla, una combinación perfecta. Además, llevaba varias pulseras y unos pendientes que le hacían parecer una diosa. Tenía la piel morena de ir a la playa y un tatuaje de un dragón negro en el hombro derecho, que la hacía parecer aún más atractiva. Irradiaba una seguridad y un poder semejantes que no hay palabras capaces de describirlo. Cuando me acerqué un poco mas me di cuenta de que tenía los ojos... ¡Amarillos!
Debido a mi estupefacción no me fijé en mi prima Jolteon. La pobre se acababa de cambiar desde Durmstrang hasta Hogwarts debido a las órdenes del mago tenebroso, y no conocía a nadie. Cuando me recuperé de mi estupefacción fui a buscarla, pero no apareció por ninguna parte. Lástima, le quería presentar a los compañeros de Slytherin antes de llegar al colegio.
Entré en el tren y busqué un vagón vacío. Suelo sentarme en el segundo empezando desde el vagón del maquinista, de esa manera puedo tener a los profesores controlados y no me pillarán mientras monto la gorda con el grupo Potter y los niños pequeños, pero para mi mala suerte, el único vagón vacío era el último. Tras esperar un rato entraron Crabbe y Goyle, y nos pusimos a hablar de cómo vengarnos del trío de oro y su club de fans por encerrar a nuestros padres. Yo les hablé de mi prima, y dijeron que tenían muchas ganas de conocerla, aunque yo pensé que sus intenciones no eran buenas, con lo que les dejé las cosas bien claras.
-Hola chicos
-Hola Draco
-Hola Draco
-Tengo algo importante que deciros. Mi prima se acaba de mudar aquí desde Durmstrang por órdenes del señor oscuro, y no conoce a nadie.
-¿A nadie?
-A nadie. Y quisiera que la tratéis como a una reina, pues se lo merece.
-¿Y cómo es?
-Es el ser más perfecto y oscuro de este mundo. Crabbe, quiero conseguirle guardaespaldas, consígueme a dos Slytherins de confianza. Goyle, tu encárgate de que todo el mundo la trate como tratarían a cualquier descendiente del señor oscuro.
-¿Y cómo estás tan seguro de que entrará en Slytherin? Si es tan perfecta como tu dices, tendrá cualidades de cada casa, ¿No?
-Irá a Slytherin, ¡puedes estar seguro!-Dije bastante enojado. Nadie tenía derecho a insultar así a Jolteon. ¿Tener cualidades de Griffindor? ¡Nadie puede decir eso de una Malfoy!
-De acuerdo. Yo sé de dos chicos que podrían ser sus guardaespaldas, se llaman...-Le interrumpí.
-No quiero chicos, ¡Quiero chicas! Busca a las más duras, a las más fuertes, a las mejores...
-¿Por qué chicas si los chicos somos más fuertes?
-Cuidado con lo que dices, ¡Jolteon es mucho más fuerte e inteligente que todo Hogwarts junto!
-¿Entonces para qué necesita guardaespaldas?
-Tengo mis motivos. Sé que tienes a dos chicas en mente, ¿Quiénes son?
-Selena Schafiro y Sahar Bryant.
-Buena elección. Llámalas ahora mismo, quiero hablar con ellas.
-De acuerdo, señor.
-Espera un momento, Crabbe. Quiero dejaros algo muy claro a las dos. Mi prima no se toca.-Dije con una expresión muy seria en mi rostro y reasaltando la última frase.
-Si señor.
-Si señor.
Cuando llegamos al castillo tampoco vi a Jolteon, y se me quitó un peso de encima al ver que estaba con los de primer año para ser seleccionada. Claro que también me indigné: ¡Cómo osan poner a mi prima, de 14 años (Le habían subido varios cursos debido a su gran habilidad con las artes oscuras, que según tengo entendido, es lo que más valoran en Durmstrang) con niñatos de 11 años!
Me di cuenta de que todos los ojos estaban puestos en ella. Tampoco era extraño; tenía el pelo corto a media melena, muy liso y bien peinado, con la raya hecha en un lado de la cabeza, de manera que parecía tener flequillo cuando no lo tenía. Tenía mechas verdes, que quedaban de maravilla con su pelo rojo y sus ojos verdes. Llevaba una minifalda verde pistacho, un top rojo y unos pendientes del color de su falda. Además, tenía esa mirada Slytherin que solo ella era capaz de invocar. Solía pensar que era una lástima que fuéramos primos, pues además de ser tan guapa, sabía mas hechizos de artes oscuras que el propio director de Durmstrang. Conocía magia milenaria, pociones mortales, las plantas más letales y los animales más extraños y peligrosos. Tenía la belleza de una viuda negra. Quizás el sombrero seleccionador se dio cuenta de lo valiente que era, pues le tomó casi tanto tiempo seleccionarla a ella como le tomó seleccionar a Potter. Al final se vino a Slytherin, como ella me dijo después que le pidió al sombrero.
Cuando se vino a la mesa, vio que yo le hacía señas, pues le tenía un asiento reservado. Se acercó a mi y se sentó a mi lado, y comenzamos a hablar mis compañeros, Jolteon y yo.
-Hola Draco, ¿Por qué no me buscaste en el viaje?
-Te busqué, pero no te encontré. Te quería presentar a mis amigos, mira.
-Hola, soy Goyle.
-Y yo Crabbe. Tu eres Jolteon, ¿no?
-Eso dicen-Contestó Jolteon. En ese momento me recordó a mi, pues consiguió invocar una máscara fría y calculadora aunque, y esto solo lo sabía yo, en verdad era tierna y dulce.
-Dime Jolteon, ¿en qué colegio estabas antes?
-En Durmstrang.
-Pareces muy joven para ir a 5º curso
-De hecho estoy en 6º. Me han adelantado varios cursos en el colegio.
-Si, mi prima sabe con 14 años más de lo que sabe el director de Durmstrang.
-¿Ah, si?
-La verdad es que hay un hechizo que no sé, uno que deseo realizar con toda mi alma.
-¿Y cual es?
En ese momento, una sonrisa Slytherin floreció en los labios de Jolteon.
-Secreto.
Cuando llegamos a la sala común, Jolteon se sentó en el asiento de Flint, y yo en el mío, con lo cual teníamos ocupados los dos asientos frente al fuego. Entonces, para mi asombro, vi que una serpiente se acercaba a Jolteon y se enroscaba en su brazo, mientras me miraba con sus grandes ojos amarillos. No me paré a pensar en la serpiente, o en cómo Jolteon la había amaestrado, sino que entré en trance preguntándome acerca de los ojos de la chica del andén 9y¾. Salí del trance cuando mi prima me empezó a mover de un lado a otro, preguntándome por qué no la escuchaba.
Me disculpé y me fui a la cama, pero Jolteon me siguió a mi habitación, preguntándome que me pasaba.
-Draco, primis, ¿que te pasa?
-Nada, de verdad.
-Te pasa algo, lo sé. Estás muy ausente.
-Es que estoy algo cansado.
-Mira Draco, me lo vas a decir tanto si quieres como si no.
-No es nada, es que los ojos de tu serpiente son muy penetrantes...
-Espera un momento, Draco... ¿Qué serpiente?
Al día siguiente me levanté temprano, y fui al lago pues todavía no se podía desayunar. Mientras caminaba por la orilla, divisé una ninfa al otro lado del lago. No estaba seguro de que fuera una ninfa, pero, ¿Qué más podía ser? Pelo largo moviéndose al viento, ropa en tonos pastel, esos aires de suficiencia, fragilidad e inocencia solo podían ser de una ninfa...Dicen que ver a una ninfa da buena suerte, con lo que supuse que mi día sería afortunado. Después de pasarme un rato junto al lago fui hacia el bosque. Hay un árbol en las orlillas del Bosque Prohibido al que voy siempre que quiero pensar, es mi sitio favorito de todo Hogwarts, nadie va nunca allí porque está prohibido, pero no está oscuro como el resto del bosque, sino que hay suficiente luz como para leer. Me fui a sentar detrás del árbol, preguntándome acerca de lo que había visto. Un rato después, pensé que ya estarían sirviendo el desayuno y entré al gran comedor. En eso llegó Jolteon y se sentó a mi lado.
-Toma el horario Draco.
-Gracias Jolteon. ¿Que clases tenemos hoy?
-Veamos... Tenemos transformaciones, encantamientos, herbología, defensa contra las artes oscuras, cuidado de las criaturas mágicas y doble de pociones... Todo parece demasiado fácil, me dormiré durante las clases...-Bostezó- Aunque creo que me lo pasaré bien en la clase de pociones... La compartimos con Griffindor, y Snape es jefe de nuestra casa.
-Si, pero para ti todo debe ser demasiado fácil... Hasta artimomancia, que nunca has aprendido, será un juego de niños para ti.
-Entonces despiértame cuando ocurra algo interesante...-Dijo con carita de ángel y se acurrucó en mis brazos. Le retiré el pelo de la cara, y sentí que podría contemplar su rostro para siempre, pero algo le sucedió. Abrió los ojos de golpe y su expresión cambió.
-¿Qué pasa?
-Nada Draco, no es nada.
-Dímelo.
-Juraría que alguien... No, no es nada.
-¿Qué?¿Alguien qué?
-Juraría haber oído la voz de alguien en mi cabeza.
-Pero, ¿Quién?
-Esa es la gran pregunta... ¡Espera! ¡Creo que lo tengo! ¡Ven conmigo a la sala común, corre!
Mientras corríamos por los pasillos, traté de preguntarle otra vez.
-¿Qué ocurre?
-¡No entiendo como se me pudo olvidar! ¡Mira que me lo apunté en el brazo para no olvidarme!
-¿Qué?
-Bueno, ya sé que no debo... Que si no es elegante y demás, pero es muy cómodo... Ya hemos llegado.
-Pero si es la sala común... ¿Qué hay de especial en ello?
-Mira atentamente el escudo de la pared.
-¿Qué ocurre con...-Algo ahogó mis palabras. Una sorpresa tan grande que no pude ni hablar. La serpiente que vi por la noche estaba enroscada alrededor del escudo, mirándome a los ojos.-¿Qué hace esa serpiente ahí?¿No es la tuya?
-¡Lo sabía!
-¿El qué?¿Me quieres decir de una vez qué demonios está pasando?
-Ahí no hay ninguna serpiente. Lo que tu tienes es un poder bastante extraño... Puedes ver cosas que ocurrieron hace tiempo.
-¿Y las voces en tu cabeza?
-Yo puedo oír esas cosas.
-¿Por qué nosotros?
-¿No te importa perderte el desayuno?
-No hace falta perdérselo, lo tenemos justo aquí.-Dije mientras le mostraba la mesa de Slytherin.-En esa mesa siempre habrá comida, coge lo que quieras.
-Muy interesante...-Dijo mientras la examinaba a fondo-Un hechizo ilusionador combinado con uno invocador, uno solidificador y otro de aparición... ¿Quién iba a decir que está hecha de cartón-piedra?
-¿Cómo lo sabes?
-Eso no viene al caso, vamos a sentarnos, tengo mucho que explicarte. Empecemos desde el principio... Hace muchos siglos, hubo dos muggles, un hombre y una mujer cuyos nombres nadie recuerda... El caso es que estaban perseguidos por el mundo mágico, pues aunque ellos creían que no eran magos, nuestro mundo sabía que eran el mago y la bruja más poderosos que jamás existieron existen o existirán. Tenían un poder enorme, y querían gobernar el mundo por medio de la oscuridad, pero no sabían cómo.
El caso es que aunque se amaban, nuestro mundo los separó, pues les tenían miedo. Cada uno por su parte se casó y tubo un niño y una niña de la misma edad. A partir de entonces, los niños se han querido encontrar, y de una manera u otra en todas las generaciones ha habido un niño y una niña en todas las familias, que serán los primeros en nacer de cada familia, y quienes tendrán parte de sus poderes. Nosotros somos dos de esos niños Draco... ¡Y sé que los otros dos están aquí también!
-Si tengo esos poderes que tu dices... ¿Cuáles son? Y... ¿Por qué nadie me había contado esto antes?
-Nadie te lo había contado porque nadie quiere que lo sepamos.
-¿Y eso por qué?
-Si los cuatro niños se encuentran, pueden decidir el destino del mundo, y como no saben quienes son los otros niños, no saben cuales son sus preferencias. Quizás estén en cualquiera de las otras casas y quieran acabar con la magia oscura.
-Oye, una ultima pregunta...-Dije mientras le indicaba que se diera prisa, pues las clases comenzarían en breve-¿Cómo te enteraste tú?
-Tengo mis métodos...-Dijo mientras salía de la sala común.
La seguí, aunque me di cuenta de que eso era exactamente lo que ella quería, y no era mi estilo el dejarme manejar. Me planté delante de ella, y con la cabeza bien alta le dije lo que ella menos se esperaba:
-Enséñame.
Se recompuso de la sorpresa con rapidez, y me dijo:
-A las 17:00 en el lago. No tardes o no te ayudaré.
Esta vez se fue definitivamente de mi vista. No me esforcé en encontrarla, pues sabía que si ella decía que iría, es que iría. Mientras pensaba en lo que me había dicho, sonó la campana de aviso. ¡Sólo tenía 6 minutos para llegar a transformaciones, en el segundo piso!
¡Hola! ¡Espero que os guste la historia! Empecé a escribirla como un diario escrito por Draco, pero me cansé muy pronto y lo dejé pasar... Aunque esa historia es solo una parte pequeñísima de esta... Van a pasar muchas más cosas, ¡todas muy misteriosas!
Por favor, que nadie me pregunte donde están Harry, Hermione, Ron, y el resto de los Griffindor... ¡Porque no lo sé ni yo!
¡Espero reviews! Decidme cual es vuestra parte favorita, o si quereis estar en la historia... ¡¡¡Muchas gracias!!!
