CAPÍTULO 3: JUEGOS, ALCOHOL, Y LLEGADA AL WIZARD BEACH CLUB

- ¿La botella?- preguntó extrañado Vince- ¿qué es eso?

- Si, ¿cómo se juega?- Pansy estaba cerca y había escuchado la conversación.

- Bueno, es fácil- se echó hacia atrás en la silla- Nos ponemos todos en círculo, y se coloca una botella, vacía, a ser posible, en el centro del círculo- cogió una botella de cerveza de mantequilla del suelo, le sopló el polvo y la colocó acostada en el centro de la mesa, para hacerla girar con dos dedos- se hace girar así, y cuando pare- la botella paró- las dos personas a las que apunte la botella, con el culo y el cuello- sonrió mirándonos a todos- tienen que besarse.

Vaya con Potter, le iba la marcha. Yo pensaba apuntarme, ¿y si tocaba? Blaise me miró con una sonrisa medio malévola, medio burlona y preguntó, pícaramente:

- Y, jugamos chicos y chicas, ¿no?- Potter asintió- Pongamos por caso, que te toca con un chico- se rieron todos, ¿qué diría él? También sonrió, ¿y si decía que que asco, o algo así? Blaise estaba tanteando el terreno por mi- ¿tendrías que besarlo?- algunos hicieron ¡puajj!, otros se rieron y yo lo miré a los ojos, depende de lo que contestara, mi noche podría llegar ser fabulosa, o acabarse en ese instante.

- Mmm, difícil cuestión, Zabini- se rascó la barbilla, pensativo- El que no bese a quien le toque, sea lo que sea, paga prenda- nos miró con una sonrisa traviesa- yo no me he inventado el juego, son las normas, quien no quiera arriesgarse, ya lo sabe…- ¡ufff! Todavía no sabía si era gay o qué, pero al menos no era homófobo, y le gustaba jugar, tenía una mínima oportunidad- ¿jugamos, entonces? ¡Chicas!- llamó- ¿os unís?- su voz era increíble- Acabamos de abrir la barra de los besos, vamos a jugar a la botella- el resto de gente de la fiesta se acercó, repitió las normas del juego, haciendo especial hincapié en que daba igual que fuera un chico o una chica lo que te tocara. Nos sentamos alternos, chico, chica, quedé justo enfrente de él, con Morag a un lado y Sally-Anne Perks, maldita niñata, al otro.

- Oye, una cosa- saltó Brianna Moon, sentada junto a Potter- cuando te toca, ¿tiene que ser un beso beso, o un pico?

- Yo he jugado a que la primera vez que te toca, es un pico, la segunda, que toca con la misma persona, un pico de veinte segundos, y la tercera vez es un morreo en toda regla, ¿os parece bien?- paseó la mirada por todos nosotros, la gente hacía ¡uh! Y cosas por el estilo, la verdad es que el jueguecito prometía, y no se si fue mi imaginación, pero podría haber jurado que sus ojos se clavaron en mi más tiempo que en los demás, hasta que asentí, con una sonrisa. Se acercó a la mesa, e hizo girar de nuevo la botella. Dio unas cuantas vueltas rápidas antes de ir ralentizándose, dos vueltas, tres, cuatro, cinco, y seis, casi siete. Un extremo apuntó a Blaise y a Daphne Greengrass. Se levantaron y se dieron un pico tímido, entre las risas de todos. Lo repetimos varias veces, Anthony Goldstein con Pansy, Morag con Potter, Vince con Brianna, Theodore con Millicent, Greg con Pansy, Potter con Sally-Anne Perks, ella con Brianna, Brianna con Blaise, Padma Patil con Michael Corner, Pansy conmigo, Michael Corner con Blaise, se quedaron bastante callados, pero con el alcohol corriendo por sus venas, y puedo jurar que Blaise lo hizo como un favor a mi, entre los silbidos y gritos de ánimo de algunos, se acercaron despacio y se dieron un pico fugaz, todos rompimos a reír y a aplaudir. De nuevo giraba la botella, el cuello me señaló justo a mi, la otra parte…levanté la vista despacio, el corazón se me iba a salir del pecho, y mis ojos dieron con los suyos, divertidos y expectantes.

- Bueno, que no tengo toda la noche- me sonrió, y se acercó a mí por detrás del grupo. Me levanté un poco tembloroso, pero no podía notar lo histérico que estaba, debía pensar que para mí, era solo un juego. Lo tenía bastante cerca ya. Casi nos tocábamos, oía, a lo lejos los gritos de los otros, silbidos…pero me daba igual, lo tenía frente a mí, e iba a besarlo, por primera vez. Solo era un juego, pero…iba a probar sus labios, no podía creerlo, mi sueño se estaba haciendo realidad- ¿Asustado, Malfoy?

- Más quisieras- me acerqué aún más a él, con más valor aparente del que en realidad sentía, y lo cogí por la nuca, se inclinó hacia mí, y noté el aliento cálido que escapaba de sus labios jugosos entreabiertos, olía bien, a kiwi, a marihuana, a Harry, instintivamente abrí ligeramente los labios, y terminé de cerrar la distancia…

¡FUE GENIAL! Suave, cálido, dulce, embriagador, divertido, burlón. Tierno, si me apuras. No fue un simple pico, con sus labios cogió el mío inferior y estiró de él un poco, apenas fueron tres segundos, pero me dejaron temblando toda la noche, si para él, eso era un pico, ¿cómo sería cualquier otra cosa? Estaba deseando averiguarlo. Los aplausos de todos rompieron el frágil hechizo que sentí que se había creado entre nosotros. Con una sonrisa pícara, se dio media vuelta y se sentó de nuevo al lado de Brianna. Blaise me guiñó, disimuladamente un ojo. ¿No hacía mucho calor en ese sitio? Me estaba cociendo vivo. Continuamos jugando, Mandy y Zacharias, Sally-Anne y Greg, Pansy con Potter, Blaise con Lisa Turpin, ella con Theodore, Michael Corner con Millicent, y de nuevo…

La gente estalló en carcajadas, y gritos, me atraganté con mi propia saliva, y levanté la vista. Me estaba mirando. Sonreía, divertido de nuevo, con un brillo especial en los ojos. Mi corazón volvió a latir, mucho más rápido de lo normal. Me daba la impresión de que podían escucharlo en toda la habitación. Pero no era así. Blaise me sonrió. Y me dio bastante valor, recordé las palabras de Luke "manda a la mierda al mundo". Me levanté yo primero y me acerqué a él. Me miró desde la silla y le dije:

- ¿Prefieres pagar prenda, Potter?- se rieron todos, se levantó de golpe, me sobrepasaba unos diez centímetros, ¡guau!, estaba tan cerca, que temía no responder de mi mismo y abalanzarme sobre él cual loba en celo.

- Este es el segundo, ¿no?- preguntó mirando al resto de gente. La mano que ellos no veían, se movió, y me tocó el brazo, subiendo y bajando un dedo por mi antebrazo desnudo, desde luego, sabía como caldear el ambiente- ¿Qué hemos dicho que eran? ¿Veinte segundos?- me miró a los ojos, los suyos, increíbles. Creo que en una milésima de segundo, desnudé mis sentimientos, y lo vio, porque sonrió, satisfecho ¿Sentiría, él, algo hacia mí? ¿O solo eran ganas de divertirse?- ¿Los contáis?- ellos corearon un ¡Siii! divertido. Nunca dejó de tocarme el brazo. Me estaba llevando por donde él quería. Se inclinó hacia mí, y volvió a hacerlo. Me besó con suavidad, sus labios suaves acariciaban los míos, esta vez fui más atrevido, y no me quedé quieto, puse mis manos en su cintura, lo noté sonreír dentro del beso, la mano que tocaba mi antebrazo subió por el brazo, con los dedos extendidos, para cerrarse en mi hombro, su otra mano, flotó por mi espalda hasta la nuca, enredando sus dedos en mi pelo. Oíamos, o por lo menos yo, a los demás contar los segundos, pero como si estuvieran en otra dimensión, muy lejos de mi. Veinte. ¿Ya? Ojalá no hubiese terminado nunca.

Nos sentamos cada uno en nuestro sitio. Seguimos jugando un rato. Pero ya no tenía gracia. Lo dejamos. Me acerqué a la barra a pedir otro cubata. De lo mismo, no es bueno mezclar. Blaise se sentó a mi lado y pidió un vodka con limón.

-Bien, ¿no?- sonrió burlón- ¿Estás disfrutando?

-¡¡Buuuffff!!- suspiré- No lo sabes tú bien, ¡cómo besa, Blaise! Es…no se como es, ¿vale? Pero no quiero vivir en otro sitio que en sus labios- miré hacia donde estaba, apoyado en la pared, hablando con Padma Patil, que fumaba un cigarrillo, y le tiraba el humo a la cara- Por cierto, gracias.

- No ha sido nada, hombre, te estabas muriendo por preguntarlo- le dio un trago a su bebida- Me encanta Padma- dijo- A ver si mi anzuelo también pica- sonrió- porque, no es por nada, amigo, pero para mi, que el tuyo, esta noche cae.

- No se Blaise- contesté, desviando la mirada de Potter y Patil, que se reían de algo- era un juego. Nos hemos besado todos con todos. No tiene por qué significar nada. Aunque, ¿que quieres que te diga? Ojalá. Igual se ha dado cuenta de que nadie besa como yo.

- ¿Qué?- era Potter, que estaba junto a mí en la barra de repente- ¿A quién estáis poniendo verde? Otro tequila con kiwi, por favor- le dijo al camarero, apoyó los codos en la barra y me, nos, no te confundas Draco, nos, nos, miró.

- ¿Qué dices? No estamos poniendo verde a nadie- le dije, cogiendo mi vaso para pegar un trago, por favor, que no hubiese escuchado nada.

- Ja, y yo que me lo creo, te conozco muchos años ya, Malfoy, esa cara de perversa satisfacción, solo se te pone cuando machacas a alguien- Blaise se fue a no se donde, dejándonos solos.

- Ya te gustaría a ti conocerme- le espeté, mientras, el camarero le sirvió su bebida, y dio un largo sorbo. Me miró y se acercó, retirando un mechón de pelo de mi cara.

- ¿Por qué no me dejas?- su voz era burlona, grave, pero a mi casi se me paró el corazón, los pulmones se me vaciaron de aire, ¿qué me acababa de decir? ¿Había escuchado bien? ¿O solo había sido el alcohol, que me estaba jugando una mala pasada? De todos modos, no pude contestarle. Pansy se acercó a nosotros, y nos interrumpió:

- Draco, que me preguntan si nos vamos a ir ya, que allí ya debe haber ambientillo. – Miró a Potter y le dijo- Por cierto, Potter, muy divertido el juego-él sonrió y me miraron los dos.

- Si, no se, cuando digáis nos vamos, a mi me da igual, total, el Wizard es un after- mierda, mierda, mierdaaaaaaa, con lo calentita que estaba la cosa- podemos estar allí hasta pasado mañana si queremos.

- Vale, pues se lo digo a la gente y nos vamos- dio media vuelta y se fue, la miré hasta que se encontró con Greg y se lo dijo, me giré hacia donde estaba Potter, pero... ¡no estaba! ¿Dónde habría ido? Me reuní con Blaise en la puerta, y cuando iba a contarle lo que acababa de pasar con el hombre de mis sueños, salió por la puerta de los lavabos, se había mojado el pelo, y la cara, las gotas le resbalaban por las mejillas. Se secó las manos en el pantalón, y ajeno a todo, se levantó la camiseta para enjugarse la cara. No fui el único que se quedó con la boca abierta. Un abdomen de vértigo, hiper plano, con los abdominales cual tableta del mejor chocolate de Honeydukes, la goma negra de los calzoncillos asomaba por la cintura de sus vaqueros. Una hilera de vello rizado y oscuro marcaba el camino del ombligo a…se perdía en sus calzoncillos, trazando la ruta que me moría por seguir. Menos mal que Blaise estaba cerca para cerrarme la boca.

Hablamos de aparecernos allí, frente a la discoteca. Así que en grupos de tres lo fuimos haciendo. Por desgracia, él se agrupó con Sally-Anne Perks, de verdad, que tía más pesada, todo el rato detrás de él, que empalago, que angustia, niña odiosa, y Brianna Moon. Mejor dicho, ellas se agruparon con él. Yo fui con Blaise y Pansy. Cuando llegamos, ellos ya estaban allí, sentados en un banquito, en el respaldo, bajo dos palmeras. El Wizard Beach Club era la discoteca más famosa del mundo mágico, estaba en la costa, no se sabe de qué país, pero el tiempo era cálido, la arena blanca, y había gente de todas las nacionalidades. Era bastante exclusiva. Muy bonita, y siempre estaba abierta.

- A ver, ahora que ya estamos todos- conté a la gente, si, estaban todos- la entrada son cinco galeones por cabeza. Tenéis derecho con ella a estar todo el tiempo que queráis, a dos consumiciones, y si queréis salir, un rato y luego volver a entrar, tenéis que poneros un cuño. ¿Todo claro?

Fuimos entrando de uno en uno, estaba lo suficientemente llena, como para que hubiera bastante marcha, pero que te pudieras mover. Las luces eran flasheantes, hacían que todo se moviera como a golpes. El blanco se veía fosforescente y violáceo. Nos acercamos a la barra a pedir. La música nos obligaba a hablar a gritos, me sirvieron mi ron con cola. En eso cambió la canción, estaba en castellano, funky-hip hop.

Yo me pongo mi chándal de gala

Ay que bonito es

Con arte, con clase, las bases del ritmo rajao

Dentro de mi cabeza vive un humano tarao

Y dentro de mi pecho vive un loco enamorao

Andares de vacilón en estéreo

Empujo el play y suena la música

Que me meneo, y el deseo me hace volar

Cabalgo a pelo, con tu pelo con el down

Down do down, do down down…

Un hueco se había abierto en el centro de la pista, me acerqué a mirar. Tres tíos con pantalones enormes, por debajo de las rodillas, camisetas de colores, zapatillas de deporte y pañuelos en la cabeza, bailaban break-dance, el del centro, era negro, lo hacían realmente bien, y el caso es que me sonaban un montón, ¿de qué? Potter estaba en el borde del círculo, y sonreía, con su copa en la mano. Me había evitado desde nuestra conversación en la barra del Cabeza de Puerco. El negro se acercó a él y lo sacó a bailar.

Mira mi culo, ah! Como lo muevo ah! ah!

Elevo mi ego hasta la pista del dancing

Zapatillas magic, y ese pollo "nasty"

Máximo y en estéreo (Junior Miguez)

No lo hacía mal, de hecho, se movía genial al ritmo de la música. Y el culo, ¡cómo movía el culo! ¿Quiénes eran esos? Me sonaban un montón. No estaban mal tampoco. La música terminó. Había disfrutado mucho con el baile de Harry, casi tanto cómo él, me acerqué, para oír lo que le decían.

- ¡Tío, Harry! ¿Qué haces aquí?- preguntó uno de los blancos, que eran clavados- ¿Ha venido Ron?- ¡Era uno de los gemelos Weasley! ¿Cuándo se habían hecho así? No los recordaba así.

- Que va tío, no han querido, ni Herm ni él. Nos invitaron los Slytherin.

- ¡Ah!- dijo el negro- ¿Ya están juntos?- se rieron todos.

- No tío, pero no lo entiendo, Lee- Jordan, ese era ¿Lee Jordan? ¿Pero que le pasaba a la gente?- les está costando más de lo que me pensaba- el otro chico le puso la mano en el hombro. Le hubiera cortado la mano de haber podido- me alegro de haberos visto, tíos, hacía siglos que no sabía nada de vosotros.

- Hermano, nos vemos por ahí- chocaron los puños, y se dio media vuelta. Me vio. Nos miramos a los ojos. Se pasó las manos por el pelo. Caminé hacia él. Él caminaba hacia mí. Estábamos a dos palmos, me acerqué a él para hablarle. Un tipo que intentaba pasar entre la gente, le dio un empujón. Lo cogí para que no cayera. Me sonrió.

- ¿Por qué me has preguntado eso antes en el bar?- grité en su oreja, se inclinó en mi cuello y abrió la boca para contestarme, cuando apareció Sally-Anne, me cago en la madre que la parió, Perks y tiró de él. Sonaba otra canción, mucho más sugerente

Shut up to shut up, shut up… (Black Eyed Peas)

- Perdón- se disculpó tontamente- Harry me encanta esta canción. Prometiste bailarla conmigo- le sonrió de forma estúpida, y Harry le devolvió la sonrisa. Me miró, puso cara triste, y me dijo:

- Luego hablamos, te lo prometo- ella lo arrastró hasta el centro de la pista, y comenzaron a bailar. ¡Mierda! Ya me habían cortado el rollo otra vez. Iba a pasar, sabía que iba a pasar. Estaba pasando, ya nos habíamos besado, vale, en un juego, que él propuso, y todo lo de después…miré hacia donde estaba bailando con la pedorra esa. Él giró la cabeza y me miró. Fue como si me hubiese tocado.