Just be yourself

Capítulo 7

Corrió, corrió y no dejó de correr. La bronca, la frustración y la gran decepción que sentía en ese momento le daban más fuerzas para seguir escapándose. No entendía exactamente a dónde estaba yendo, pero sí sabía que no quería volver a verlos nunca más. Ron no comprendía por qué sus mejores amigos le habían hecho algo así: Ginny, su hermana preferida; Harry, la persona en la que más confiaba; y Hermione... su mejor amiga, la única persona que lograba hacerlo sentir tan bien y tan mal al mismo tiempo, la chica de la cual estaba enamorado hacía varios años...

-¡No! – habló para sí mismo - ¡No la amo!

Se secó las lágrimas de ira y de tristeza que escapaban de sus ojos y siguió corriendo, sin frenar ni mirar atrás.


Las calles del pueblo estaban cada vez más vacías a medida que la noche se avecinaba. Ya habían pasado casi dos horas desde que Ron descubrió la relación que mantenían en secreto Harry y Ginny, y Hermione seguía buscándolo, entrando a cada local y mirando hacia todos lados, pero sin encontrar rastro alguno del pelirrojo.

-¡Hermione! ¿Qué haces todavía aquí? – se encontró con Seamus en la puerta de una heladería.

-Seamus, tienes... que... ayudarme...

-¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan agitada?

-Estoy... – tomó aire y siguió hablando – ... buscando a Ron... ¿lo has visto?

-No, no lo vi – respondió - y ahora que lo pienso, desde la mañana que no lo veo. ¿Le pasó algo?

-Discutimos, y él salió corr...

-¿Quiénes discutieron? – interrumpió Lavander, saliendo del local con un helado en la mano.

-Hermione y Ron, quiénes sino... – sonrió Seamus.

-¡Ah! – dijo la rubia - ¿Por eso es que se subió corriendo a uno de los carruajes?

Los dos chicos se quedaron sin respuesta ya que Hermione, al oír estas palabras, salió disparada hacia donde estaban las carrozas que los llevaban devuelta al colegio. Se subió a la primera que encontró vacía y le ordenó al mago que dirigía los caballos que partiera en ese instante hacia el colegio, lo más rápido posible. Estaba preocupada, triste, con miedo. Preocupada por cómo estaría su pelirrojo en ese momento; triste por haberse vuelto a pelear con él; y con miedo de que esta vez Ron no la perdonara jamás...

Miró por la ventana. Ya era de noche y el cielo se había nublado majestuosamente, amenazando con llover en cualquier momento. Las calles del pueblo desfilaban ante a ella: casas, locales de ropa, heladerías, restaurantes, plazas... Familias canadienses paseando felices, alumnos del colegio disfrutando de su tiempo libre, parejas enamoradas caminando de la mano... Todo pasaba tan rápido.

"Todo pasó tan rápido" pensó Hermione. Repasó los hechos sucedidos últimamente: la discusión sobre su supuesta visita a Bulgaria, el viaje de intercambio a Canadá, la magnífica noche del baile de disfraces, el tan deseado beso con Ron, la inesperada aparición de Vick, la salida al pueblo, el incidente en la heladería, el momento en el arenero... ¡y pensar que el pelirrojo estuvo a punto de besarla! Hermione no sabía qué fue lo que hizo que Ron se detuviese antes de tocar sus labios. ¿Se habría arrepentido? ¿Habrá pensado que ella no quería besarlo? ¿O simplemente estaba preocupado por Harry y por Ginny?. Por más que se quemara el cerebro tratando de entender qué había pasado, Hermione no encontraba respuestas para sus preguntas.

"¡¿Y si en ese instante se acordó de la morocha?!" se llevó las manos a la cara "Oh Dios, si tan sólo supiera...". Hermione llegó a la conclusión de que el viaje de intercambio a Canadá se estaba convirtiendo en una pesadilla.

Un repentino movimiento del carruaje le indicó que ya habían llegado al colegio. Bajó bruscamente del mismo, no sin antes agradecerle al chofer por el traslado, y luego comenzó a caminar lo más rápido que pudo hacia la entrada del castillo. Mientras atravesaba los grandes terrenos del bosque, un súbito resplandor seguido de una fría ráfaga de viento le indicó que la tormenta se avecinaba. Sintió un escalofrío. Quiso aumentar su velocidad, pero sus ajustados jeans no se lo permitieron.

Al llegar al cálido salón principal se encontró con varios alumnos preparados para cenar. Trató de divisar a alguien conocido en medio de la multitud, pero todas las personas que se hallaban allí llevaban puesto el uniforme del colegio, lo que le indicaba que ninguno de sus compañeros de Hogwarts andaba por ahí. Se dirigió hacia las escaleras de mármol y comenzó a subir los escalones de dos en dos, sin parar hasta llegar al segundo piso. Caminó por todo el pasillo buscando la puerta que del dormitorio de sus compañeros y cuando finalmente la encontró, no se atrevió a entrar. ¿Qué hacía ella, Hermione Granger, rompiendo una de las reglas más importantes de cualquier colegio?

-¿Hermione? – la voz de un chico parado detrás de ella la sobresaltó.

-¿Paul? – al girar sobre sus talones se encontró con la mirada interrogante del rubio - ¿Qué haces aquí?

-Mejor dicho, qué haces t aquí; - sonrió – este es mi dormitorio, ¿no lo sabías?

-¡Ay, gracias al cielo Paul! – la chica suspiró aliviada - Necesito que te metas ahí y me digas si Ron se encuentra dentro.

-Bueno, déjame que entre y te digo.

Hermione se hizo a un lado rápidamente y dejó que el chico ingrese al dormitorio. Oyó la voz de Paul hablando con alguien y luego otra voz muy lejana diciendo "¿Quién es?". Luego comenzó a escuchar pasos acercándose. La manija de la puerta giró y al abrirse Hermione se encontró cara a cara con...

-¿¿¿¿¿¿Harry??????

-Hola Herms – el chico de cabellos castaños le sonrió débilmente.

-Pero... ¿cómo?... ¿cuándo...? – Hermione no entendía nada – Digo... ¿Qué haces aquí?

-No te asustes, no soy un fantasma. – rió – Es sólo que apenas te fuiste a buscar a Ron, Ginny y yo decidimos que lo mejor era que volviésemos al colegio. Es decir, no íbamos a quedarnos juntos en la hamaca... – se sonrojó levemente - ya sabes... después de todo lo que había pasado. En fin... ¿Pudiste encontrarlo?

-No, no apareció por ninguna parte.

-¿Lo buscaste en toda la plaza?

-Sí.

-¿En la heladería a la que fuimos a la tarde?

-También.

-¿En algún banco de la calle?

-Harry, te estoy diciendo que lo busqué por todas partes.

-¿Pero cómo puede ser que ni siquiera te lo hayas cruzado por la calle? ¡Estuviste casi dos horas buscándolo! – se llevó una mano a la cabeza – Oh Herms, ¿por qué me hace esto? Tú sabes que yo no quise lastimarlo, es que... ¡¡si se lo decía me asesinaba!! ¿No viste que casi me pega? Si tú no te interponías estoy seguro que no hubiese parado hasta dejarme sangrando. – terminó la frase con voz temblorosa.

-Ya lo sé, Harry, a mí también me angustia toda esta situación. – puso una de sus manos en la mejilla de su amigo – Tienes que tranquilizarte, ya va a aparecer. Me encontré con Seamus y Lavander hace media hora y me dijeron que lo vieron subirse a uno de los carruajes del colegio, así que no debe estar muy lejos.

-Por favor Hermione, encuéntralo y hazlo entrar en razón. No sé qué haría si Ron, mi mejor amigo, mi hermano, me odiase para toda la vida.

La chica abrazó a su amigo y lo besó en la mejilla. "Todo va a estar bien" le dijo, tratando de disimular el miedo y la inseguridad que la dominaban en ese momento; ni siquiera ella misma se creía sus propias palabras. Una luz proveniente de afuera iluminó el pasillo y en cuestión de segundos un ruidoso trueno se oyó en todo el castillo.

-Me voy a buscarlo afuera antes de que empiece a llover – dijo separándose de Harry.

-Suerte... y muchas gracias por todo, Herms.

Le sonrió y salió disparada hacia las escaleras otra vez. Bajó lo más rápido que pudo y sin dudarlo se dirigió hacia la salida principal.

En el instante en el que cruzó la puerta, se reprimió a sí misma por no haberse buscado algún abrigo; ahora el hombro que llevaba al descubierto se estaba congelando. Observó el cielo: las nubes grises no dejaban ver ninguna estrella. Estaba muy oscuro; de vez en cuando un relámpago iluminaba el terreno por unos segundos. Sacó su varita y pronunció "¡Lumus!"; aunque no fuera una gran luz, era de mucha ayuda en ese momento.

Siguió caminando. Cuanto más se internaba en el bosque, menos era la luz que la rodeaba; los árboles eran tan altos y grandes que hasta frenaban el ruido del viento en sus oídos. Buscaba a Ron en cada rincón; necesitaba alguna señal de él, algún movimiento cerca, alguna huella en el pasto que le indicara dónde encontrarlo.

Nada. Los minutos seguían pasando y el miedo y la preocupación en Hermione seguían creciendo. Ron había desaparecido hacía más de dos horas y media y estaba en algún lugar, enojado, solo, triste y decepcionado. Lo peor de todo: ella no estaba con él para consolarlo.

Sentía mucha tristeza al pensar en todo lo que había pasado. Aunque entre Ron y ella siempre pasaba lo mismo, esta vez las cosas cambiaban bastante. La mayoría de las veces se peleaban y la mayoría de las veces se arreglaban en una situación más que hermosa; pero esto era diferente. Estaba segura que era inmenso el dolor que él sintió al enterarse de todo, y sabía perfectamente que una herida así no se curaba fácilmente. Les iba a costar mucho que Ron los perdonara. Le iba a costar muchísimo que Ron la perdonara. No quiso imaginarse qué pasaría si él se enterara de la verdad sobre la morocha...

Un estruendoso trueno la sacó de sus pensamientos; luego, una gota le cayó sobre el brazo que sostenía la varita: la tormenta estaba a punto de comenzar. Desanimada, trató de salir de allí lo más rápido que pudo, esquivando los árboles y saltando los troncos caídos en el suelo. A medida que se iba acercando a la salida del bosque, el frío y el fuerte viento se hacían presentes. Finalmente, cuando logró salir, se dio cuenta que estaba bastante lejos de la entrada al castillo. Giró para ver cuánto terreno le quedaba sin recorrer: alrededor de 500 metros.

"A esta altura de la noche, Ron ya debe haber vuelto hacia el castillo." pensó. "Pero... ¿Y si todavía sigue por aquí, solo y enojado? No puedo dejarlo." Y diciendo esto comenzó a caminar por el límite del bosque, sin internarse en él, y odiándose a sí misma por dejar que el pelirrojo tenga tanto efecto en ella.


¡¡BUM!!

-Otro trueno, Harry, y mira: ya está lloviznando.

Ginny, acurrucada entre los brazos de su novio, no paraba de sollozar. Estaban sentados en un sillón de la sala común esperando por alguna noticia de sus dos mejores amigos.

-Tranquila mi amor, - le dijo Harry acariciando su brazo – todo va a estar bien; Herms me lo prometió.

-No sé Harry, no sé. ¡Yo no quería que pase esto! Ahora por mi culpa, tú y Hermione se han quedado sin mejor amigo, y yo he perdido a mi hermano.

-¡No digas tonterías, Ginny! Si alguien tiene la culpa, ese soy yo. Tendría que haber escuchado a Hermione cuando nos dijo que lo mejor era que Ron se enterase por nosotros, y no de otra manera...

-En ese caso, yo también tuve la culpa. – los ojos de Ginny comenzaron a aguarse otra vez.

-Mira, los dos fuimos unos tontos al no contarle a Ron sobre nuestra relación. Ahora ya está, no se puede hacer más nada. Sólo nos queda esperar a que se tranquilice para ir y hablar con él.

-¡Lo dices tan tranquilo como si no conocieras a mi hermano! – la pelirroja se separó de su novio para poder mirarlo directamente a los ojos – ¡Tú bien sabes lo terco y sensible que es! Nos va a costar mil galeones que nos perdone...

-Si mil galeones es el precio que tengo que pagar para estar contigo, – le dijo seriamente – entonces eso es lo que haré.

-¡¡Oh, Harry!! – Ginny se abalanzó sobre el ojiverde y lloró desconsoladamente sobre su pecho.


El viento hacía que la llovizna pegara fuertemente sobre los brazos de Hermione. Tenía la remera y el jean casi empapados, y cada vez le costaba más caminar. Había guardado la varita dentro de un bolsillo del pantalón, porque tenía miedo de que una violenta ráfaga de viento se la arrebatara de las manos imprevistamente, y ahora avanzaba abrazándose a sí misma para protegerse del frío y del agua helada. Todavía no había rastro de Ron. Ni una huella, ni un sonido. Nada. Miró el cielo: estaba negro, si eso era posible, sólo iluminado por los repentinos relámpagos que surgían. La lluvia comenzó a caer más fuerte. La oscuridad era mayor y los truenos resonaban más seguido. Comenzó a sentir miedo.

A lo lejos escuchó ruido de agua, mucho agua. Siguió caminando y llegó a una zona desértica, sin árboles ni plantas, sólo arena. Avanzó unos pasos hacia delante tratando de divisar algo, y de un momento a otro sintió mucho frío en los pies. Fue en ese momento en el que se dio cuenta dónde estaba parada: sobre la orilla de un río. Era un lugar extraño, la arena y el curso de agua le daban la apariencia de una playa Muggle, con la única diferencia que no había nadie. O por lo menos eso era lo que creía Hermione.

Se alejó del río y se disponía a abandonar el lugar cuando inesperadamente vio algo que provocó que su estómago diera un vuelco de 360 grados. Los ojos se le llenaron de lágrimas y las piernas comenzaron a temblarle. A pocos metros de allí, observando el horizonte, sentado en la arena y con la cabeza y brazos apoyados sobre las rodillas flexionadas, se encontraba...

-¡¡¡¡¡Ron!!!!!

Aunque el chico se sobresaltó al escuchar el grito de su amiga, no se molestó en pararse; es más, ni siquiera levantó la cabeza para mirarla. Hermione se acercó lentamente, sus zapatillas enterrándose en la arena y haciendo más dificultoso el paso, y al llegar a donde él estaba no supo qué hacer. No dijo nada, simplemente se limitó a observarlo desde atrás. Tenía todo el pelo mojado y despeinado, y llevaba puesta una campera impermeable que Hermione reconoció al instante: ella se la había regalado la navidad pasada.

-Vete, Hermione. – sin moverse, Ron habló con voz alta y fuerte, pero dejando a la vista un toque de abatimiento en ella.

-¿Pretendes que me vaya y te deje solo aquí?

-Sí.

-Entonces pretendes mal. - respondió la castaña acercándose y sentándose al lado de Ron - No me iré hasta que tú no te vayas.

-No quiero estar contigo.

Las frías palabras del pelirrojo hicieron que una pequeña lágrima recorriera la mejilla de Hermione y luego se escurriese entre las gotas de lluvia que no paraban de caer.

-Pues si eso es lo que quieres – respondió luego de un instante – tendrás que irte t de aquí. Yo por mi parte me quedo.

Silencio. Más lluvia. Los minutos pasaban y ninguno de los dos hacía algo. Hermione sabía que pasarían allí toda la noche, si eso significaba que su orgullo se mantendría intacto. Se llevo las rodillas al pecho, exactamente igual que Ron, y se abrazó a si misma con más fuerza, tratando en vano, de no sentir más frío.

Se sentía mal, muy mal. Sabía que le iba a costar hablar con Ron, pero nunca se imaginó que iba a ser un golpe tan duro. El tono frío y seco de la voz de su amigo todavía resonaban en su cabeza. Podría haberse enojado con él por tratarla así, podría haberse ido y dejarlo solo por ser tan terco y cabezota, incluso podría haberle gritado hasta que él reaccionara, comenzando así una nueva discusión, pero no lo hizo. Se sentía debilitada, frágil, cansada. Desde hacía horas que lo estaba buscando, recorriendo cielo y tierra para encontrarlo, y ahora que lo tenía frente a sus ojos no hallaba las fuerzas ni el coraje suficientes para enfrentarlo. Comenzó a llorar silenciosamente. Agradeció que estuviese lloviendo, pues sus lágrimas se perdían entre las gotas que empapaban su rostro. De repente, un trueno atravesó el lugar e hizo que a Hermione se le escapara un gritito de terror.

En ese preciso instante, Ron levantó su cabeza por primera vez. Sabía que Hermione le temía a las tormentas; desde que se lo confesó una noche en la Madriguera, nunca lo había olvidado. Observó cómo miraba hacia el río con nostalgia y sintió su corazón partirse en dos. Las gotas en su cara, el pelo mojado recogido detrás de su oreja; tan bella, tan dulce, tan desprotegida como siempre. No entendía por qué todavía la veía de esa forma; se odiaba a sí mismo por hacerlo. "No la amo" pensó, queriendo convencerse a sí mismo una y otra vez. ¿Cómo se puede amar a alguien que no confía en ti? ¿Qué se debe hacer cuando la persona que puede hacer que dejes de llorar es la misma que causó el llanto? ¿Pero cómo olvidarse de esa persona después de compartir tantas cosas juntos?. Por más que haya estado toda la tarde reflexionando, Ron no podía encontrar una respuesta a sus dudas.

Hermione debió haber sentido que la estaban observando, ya que luego de unos minutos levantó su mirada y se encontró con los ojos azules de Ron, enrojecidos de tanto llorar. Los admiraba tanto que con el pasar del tiempo aprendió a leer sus sentimientos a través de ellos. Ahora sólo emitían tristeza, furia, decepción, dolor.

-Estás desabrigada. – Las palabras de Ron expresaban una mezcla de preocupación y de dolor - Si sigues sentada aquí te vas a enfermar. Lo mejor va a ser que te vayas.

-Ya te lo he dicho Ron, hasta que tú no...

-¡¿¡¿¡¿PERO ES QUE NO ENTIENDES QUE QUIERO ESTAR SOLO?!?!?! – la interrumpió bruscamente, levantándose de un salto y alejándose unos pasos, de espaldas a la chica. Ya no sabía qué hacer para que lo dejara en paz.

-¡¿¡¿¡¿Y tú no entiendes que quiero explicarte qué fue lo que pasó?!?!?! – imitando a su amigo, Hermione se puso de pie, pero sin acercarse a él.

-¿¿¿¿QUÉ ME QUIERES EXPLICAR???? – gritó dándose vuelta - ¿¿C"MO TU Y LOS OTROS DOS SE RIERON DE MI?? – la ira que fue acumulándose en su interior durante horas ahora estaba siendo descargada a los gritos sobre Hermione.

-¿¿Por qué no te calmas y me permites que te cuente todo?? ¡No seas tan terco como siempre!

-¿¿Terco?? – sus oídos no daban crédito a las palabras de la chica. Se acercó a ella simulando que no había escuchado bien. - Seré terco, - le espetó - ¡¡¡¡PERO NO TRAICIONO A MIS AMIGOS!!!!

-¡¡Ron, deja de gritarme así!! – Asustada, Hermione retrocedió dos pasos sin dejar de mirarlo directamente a los ojos.

-¡¡¡¡Vi todo muy clarito, sabes!!!! – la furia que Ron sentía dentro era cada vez mayor. - ¿¿O acaso vas a decirme que los que estaban besándose en la hamaca eran dos personas muuuuuuy parecidas a mi hermana y al estúpido de Harry??

-¡No, no te lo voy a negar! ¡¡Y no llames así a Harry!!

-¿¡Ahora lo vas a defender a ese traidor!? – el pelirrojo pareció meditar algo y luego dijo sarcásticamente - . . . AAAHHHH CLAAAAAROOO . . . debí imaginármelo: traidor y traidora se defienden mutuamente.

Una luz iluminó todo el lugar y Ron sonrió con satisfacción al notar cómo los ojos de Hermione estaban llenos de lágrimas. Al cabo de unos segundos, el ya anunciado trueno se hizo presente, trayendo consigo el aumento de la tormenta y el viento.

-¿Te hace feliz verme llorar, no? – Hermione habló despacio y con voz temblorosa - ¿Se siente bien humillarme? ¿Llamarme 'traidora', 'sabelotodo', o 'ratón de biblioteca', como lo has hecho desde siempre?

El pelirrojo bajó la mirada avergonzado. Ya no sonreía; sabía que la estaba haciendo sufrir con cada palabra, pensó que quizá tratándola de esa manera iba a lograr olvidarla. Se dio cuenta que no funcionaba: cada lágrima que recorría su mejilla, cada mueca de dolor en su cara seguía haciéndole el mismo efecto que antes. Pero no podía pedirle perdón. Ella fue la que lo lastimó primero y de una forma más dura. Ella no tenía idea de cómo le había dolido su actitud. Ella no se imaginaba que él la seguía amando, a pesar de todo.

Cuando volvió a mirar a Hermione, sintió una punzada en el corazón. Estaba con la mirada perdida en el río, los brazos cruzados sobre el pecho, las piernas le temblaban despacito y de vez en cuando levantaba una mano para limpiarse el agua de la cara. Sonó un trueno. La escuchó sollozar.

-Sabes muy bien que eso no es cierto. – se acercó a ella para que lo pueda escuchar.

-Sabes muy bien que sí lo es. – le respondió secamente, sin darse vuelta.

-¡¡Por Merlín Hermione, no te hagas la víctima!! – la ira comenzó a encenderse nuevamente dentro de Ron y con bronca, la tomó por los brazos para que lo mirara a los ojos directamente.

-¡Suéltame Ron! ¡Me estas lastimando!

-¡No me importa! – gritó - ¡¡Tú me has estado lastimando estos últimos meses!! – No iba a quedarse callado, no iba a ser él el que tenga que rebajarse y pedir perdón. No otra vez - Ahora tú me vas a escuchar a mí, ¿entiendes? ¡Y no quiero interrupciones!

Hermione, asustada y nerviosa, asintió levemente.

-Desde antes que viniésemos a Canadá has estado tratándome mal: con lo del hechizo metamórfico, con lo de la visita ficticia a tu querido y adorado "Vicky"... – hizo una mueca de asco al pronunciar el nombre del búlgaro – En fin, llegamos aquí y me ignoras todo el tiempo, incluso ni siquiera me saludaste en el baile. Luego, te vuelves a enojar porque conozco a Vick y paso más tiempo con ella que con ustedes. ¿¡Cómo querías que estuviese contigo si ni siquiera me hablabas!?. Igual no te preocupaste mucho, encontraste rápido otro amiguito para reemplazarme: Paul. – otra mueca de desprecio – Seguramente a él sí le contaste acerca de Harry y Ginny.

Las gotas seguían cayendo sobre ellos fuertemente, empapándolos de pies a cabeza. Otro resplandor. Otro trueno. Hermione se sobresaltó bajo las manos de Ron.

-¡¡Desde que llegamos a este maldito viaje que me ignoras como si fuese un desconocido!! – estalló - Dime una cosa, Hermione, ¿Cuántas veces has venido a hablarme durante este viaje? ¿Cuántas charlas hemos tenido? ¿Eh? ¡¡¡¡Contéstame!!!! - los ojos enrojecidos de Ron destellaban furia por doquier - ¿Has sido tú la que ha querido arreglar las cosas entre nosotros todo este tiempo? ¿Has sido tú la que tuvo que dejar su orgullo de lado y aceptar sus errores para que podamos volver a hablarnos? Pues, ¿¿¿¿adivina qué???? ¡¡¡¡¡¡FUI YO!!!!!! ¡¡Fui yo el que te quiso defender hoy en la tarde cuando el estúpido de Paul te hizo eso!! – señaló con la cabeza la mancha de helado en el pantalón - ¡¡Fui yo el que estuvo persiguiéndote para que vuelvas a dirigirme la palabra!! ¿¿Acaso hemos pasado demasiado tiempo sin hablarnos que ya no confías en mí?? ¿¿He sido tan mal amigo durante todo este tiempo?? ¿¿Tan poca cosa soy que no me quieres?? – Hermione sollozó - Sé que cometí errores, muchos errores, y que varias veces te he hecho daño con mis actitudes, pero tú bien sabes que nunca lo he hecho a propósito. Sabes que no me hace feliz verte mal, que me preocupo mucho por ti, que te defiendo cada vez que puedo porque no soporto que te humillen, que te traten mal... - la voz de Ron pareció estar volviendo a su tono normal - ...Y sabes mejor que nadie, Hermione, que no me gusta verte llorar. Lo sabes y sin embargo me lo reprochas.

Hermione no paraba de llorar. Sentía culpa, mucha culpa. Aunque era verdad que el pelirrojo le había hecho daño repetidas veces, también era verdad que él era el único que la hacía sentir tan querida y protegida.

-Y pensar que hoy en el arenero... – susurró Ron más para sí mismo que para Hermione - ... qué tonto fui al pensar que tú...

Un nuevo trueno sonó y no lo dejó terminar. Abatido, Ron dejó caer su frente sobre la de Hermione. Le soltó los brazos y la tomó suavemente por los hombros, quedando así demasiado cerca de la cara de su amiga.

-¿Por qué? – una lágrima se escapó de los ojos de Ron – ¿Por qué, Herms?

Hermione se sintió desfallecer al oír la forma en que Ron había pronunciado su nombre; era tan diferente a cuando otra persona la llamaba así... Un suspiro se escapó de sus labios al notar la poca distancia que la separaba de su amigo. Sintió unas terribles ganas de besarlo.

-Ron, mírame. – le dijo con voz temblorosa, tomándole dulcemente la cara con sus manos y levantándola muy suavemente hasta que sus ojos se encontrasen con los de ella. – Tienes que entender la reacción de Harry y Ginny... ¡Piensa todas las veces en que tú le has hecho una escena de hermano sobreprotector a Ginny! Primero fue con Michael, luego fue con Dean... ¿Recuerdas cuando casi matas a golpes a un niño de 4to año que quiso invitarla al baile de navidad?

-Si vuelvo a cruzarme a ese miserable una vez más...

-¿Ves? – Hermione sonrió débilmente al notar la expresión de celos en la cara de su amigo - ¿Ves lo que te digo? ¡Deberías cambiar esa actitud! Además, cada vez que Harry se acercó a tu hermana, tú lo has alejado a los gritos como hiciste con los demás. ¡Y eso que él es tu mejor amigo! Igualmente, seguiste con esa actitud brusca, de cabezota; no entendías lo que pasaba entre ellos dos, no te diste cuenta... Era de esperarse que Ginny no quisiera contarte y que Harry se sintiese asustado.

En ese momento un relámpago iluminó el lugar y Hermione pudo notar cómo otra lágrima se escapaba de los ojos de Ron. Con toda la ternura del mundo, acercó su mano a la mejilla del pelirrojo y, aunque sabía que sus intentos iban a ser en vano, limpió suave y dulcemente las gotas de agua que por ella corrían.

-Oh Ron, no llores... – el chico bajó la mirada; no le gustaba que lo vean llorar – Ellos querían contártelo, de verdad te lo digo, solamente estaban esperando encontrar el momento adecuado para que tú los puedas entender. Ron, por favor... – Hermione soltó al pelirrojo, pero no se alejo de su lado - No puedes estar enojado con ellos toda tu vida; es tu hermana y tu mejor amigo de quien estamos hablando, no son cualquier persona. Vamos, tienes que perdonarlos...

-¿Y a ti? – Ron levantó la mirada y se enfrentó a los ojos castaños que tanto lo volvían loco - ¿Qué tengo que hacer contigo?

La cara de Hermione demostraba lo asombrada, triste y confundida que estaba en ese momento. Las lágrimas seguían recorriendo su cara y tenía los labios apenas separados, demostrando sorpresa. Bajó la vista al suelo; evidentemente no se esperaba esa pregunta y le dolió mucho saber que su amigo dudaba si perdonarla o no. Una nueva luz apareció entre ellos y fue seguida por un ruido ensordecedor que hizo a Hermione temblar de pies a cabeza.

Fue en ese momento en el que Ron se dio cuenta que no podría resistir un día más sin ella.

-¿Sabes qué es lo que nunca podré entender? – dijo con voz suave, tratando de luchar con el deseo de tomar a su amiga por la cintura y besarla intensamente bajo la lluvia – ¿Cómo es posible que la bruja más inteligente de todos los tiempos le tenga tanto temor a las tormentas?

Hermione alzó la mirada y descubrió a través de los ojos amistosos de Ron que finalmente la había perdonado. No pudo evitar sonreír con ganas.

-Ten, - dijo el pelirrojo, sacándose la campera y colocándola con cuidado sobre los hombros de Hermione – cúbrete con esto hasta que lleguemos al castillo. Estás muy desabrigada y te puedes enfermar.

-¿Y qué hay contigo? ¡No puedes caminar bajo la lluvia en remerita! – respondió la chica, sin poder evitar darse cuenta cómo a medida que la lluvia lo mojaba, la chomba de Ron se ajustaba perfectamente a su físico.

-¡Tú acabas de hacerlo! Y vale recalcar que TU remerita es mucho más diminuta que la mía. No deberías andar mostrando tanto, ¿sabes? – terminó la frase con tono protector, mientras que con la campera trataba de taparle el escote y el hombro que llevaba al descubierto.

-¡¡Ron no seas anticuado!! – Hermione habló ofendida y a su vez divertida, dejando que su amigo la siga tapando toda – ¡Estas remeras son la última moda en el Mundo Muggle!

-¡Pues entonces todas las mujeres muggles son unas... unas... zaparrastrosas! ¡Unas degeneradas!

-¡No tienes remedio, Ron! – rió, comenzando a caminar hacia el castillo con su amigo a su lado.


-Psss, Harry...... Harry...... Harryyyy...... Hey, Harry...... ¡Anda, despierta!

-¿Eh? – Harry se acomodó los anteojos - ¡¡Paul!!

-¡Sshh! No querrás despertarla... – murmuró el rubio, señalando a la chica pelirroja que estaba recostada encima del ojiverde.

-¿Qué es lo que pasa, Paul?

-Yo... eh... yo sólo... – el chico parecía nervioso - ... quería saber si Hermione había llegado.

-No todavía... y eso es raro. ¿Qué hora es?

-Ese es el problema Harry, ¡ya casi es medianoche!

-¿¿Qué?? – sin querer, Harry elevó la voz y su novia se movió intranquila sobre su pecho. Aguantó la respiración por unos segundos hasta comprobar que Ginny siguiese dormida y luego habló en un susurro casi inaudible - ¿Cómo puede ser que aún no hayan llegado? Esto es preocupante.

-Sí, lo sé... ¿No crees que deberíamos ir a buscarlos?

-Definitivamente. Ve a buscar tu varita y espérame aquí; yo voy a acostar a Ginny a su cama. Ha estado muy nerviosa y le ha costado mucho dormirse, no sería conveniente que se despierte y descubra que Ron y Hermione no han vuelto todavía.

-Está bien, pero hay un pequeño problema: ¿Cómo haremos para no ser vistos?

Harry sonrió.

-Cuando llegues a nuestra habitación, ve hacia mi baúl y busca bien en el fondo. Vas a encontrar un pequeño bulto oscuro, doblado en 4 partes. Tráelo. Nos será de mucha utilidad esta noche...


La tormenta continuaba cayendo estrepitosamente y a ellos no les importaba demasiado. Iban caminando tranquilos, charlando, aunque a un paso bastante acelerado para las piernas cortitas que ella tenía. Además, habría que agregarle el cansancio que acumuló durante el día: estuvo toda la tarde corriendo a través del pueblo, buscándolo; luego se internó en el gran bosque del colegio, también buscándolo a él; finalmente, caminó lo que le quedaba de terreno bajo la lluvia, hasta llegar a una pequeña playa donde por fin logró encontrarlo. Digamos que las piernas de Hermione ya casi no le respondían.

Ron se dio cuenta del agotamiento de su amiga y, sin siquiera preguntarle, la tomó por las piernas y la alzó con fuerza sosteniéndola por la espalda, como si fuesen una feliz pareja de recién casados.

-¡¡¡¡Ron!!!! – la voz de Hermione denotaba cansancio, pero seguía teniendo el mismo volumen de siempre - ¡¡Bájame, yo puedo sola!!

-No, no, no. – el pelirrojo negó con la cabeza - De ninguna manera.

-¡¡Vas a cansarte demasiado!! – Hermione rodeó el cuello de Ron para poder sostenerse.

-Estás empapada, te tiemblan las piernas y ese jean es tan ajustado que no te deja moverte libremente. – Ron la miró por un instante, y a continuación le susurró: - Déjame que te lleve este último tramo.

Hermione lo miró embobada y asintió, sonriendo tímidamente. Ron volvió la vista hacia delante y Hermione apoyó su cabeza en el pecho mojado del chico, cerró los ojos lentamente y estuvo todo lo que quedó del viaje sintiendo las frías gotas de lluvia caer sobre su piel.

Luego de varios minutos de caminata bajo la tormenta llegaron al castillo congelados y empapados. Ron caminó silenciosamente por todo el salón principal y al llegar a las escaleras comenzó a subirlas lentamente. Hermione estaba dormida en sus brazos y esa era la sensación más reconfortante que había sentido en toda su vida. Cuando llegó al primer piso, una luz iluminó el lugar y un poderoso trueno se escuchó a lo largo del pasillo. La chica se estremeció en sus brazos despertándose súbitamente, y al levantar la vista se encontró con los ojos azules de su amigo mirándola interrogativamente.

-No q-quise d-despertarte. – los nervios por tener a la persona que amaba en sus brazos traicionaron a Ron y lo hicieron tartamudear – Es que... c-como e-estabas tan cansada... eh... supuse que sería mejor si te llevaba... emm... directamente a tu dormitorio... así no tenías que caminar, ni tamp...

-¿Ron? – lo interrumpió.

-¿S-si?

-Gracias – le susurró, mientras se acercaba a su mejilla y depositaba allí un tierno y corto beso.

El pelirrojo se sonrojó a sobremanera; el beso de su amiga lo había tomado por sorpresa. Era tan extraño; los labios de Hermione estaban fríos, pero no dejaban de ser suaves... Le recordaron a una personita morocha muy especial...

-Eh... ¿Ron?

-¿Mmm?

-Ya puedes bajarme.

-¡Oh, sí, sí! – las orejas del chico volvieron a mostrarse coloradas.

Cuando Ron bajó a Hermione de sus brazos, ésta quedó parada a pocos centímetros del chico. Se quedaron en silencio observándose mutuamente. Ron contemplaba los ojos cautivantes de Hermione, mientras que ella no encontraba palabras para describir lo bello que se veía el pelirrojo con todo el pelo mojado y despeinado. Sin darse cuenta, Ron empezó a acercarse peligrosamente, muy despacio, en dirección a Hermione, quien no hacía nada por impedirlo, sólo se limitaba a mirarlo dulcemente a los ojos. Cada vez era menor la distancia que los separaba y Ron, inseguro, llevó una de sus manos hacia la cintura de la chica.

Hermione estaba por rodear a su amigo por el cuello, cuando un grito fugaz de mujer se escuchó desde el fondo del pasillo. Los dos miraron hacia el lugar y luego, para desgracia de la castaña, Ron dijo:

-Es Vick.

Sin pensarlo, tomó de la mano a Hermione y comenzó a correr en dirección hacia donde había surgido el sonido.

-¡¡No me toques!!

Los gritos se hacían más audibles a medida que se iban acercando al final del pasillo. Los dos chicos desaceleraron el paso y caminaron pegados contra la pared hasta llegar al último aula del corredor.

-¿Sabes que eres más linda cuando te enojas? – se escuchó decir a una voz que arrastraba las palabras.

-¡Es el cretino de Malfoy! – susurró Hermione.

Ron asomó con cuidado la cabeza por la puerta y divisó al Slytherin de espaldas, varita en mano, tratando de arrinconar a Vick contra la pared.

-¡¡Déjame tranquila, pedazo de basura!! – Vick parecía furiosa y muy asustada a la vez - ¡¡No sé quién mierda eres y tampoco me interesa!! ¡¡¡¡Suéltame!!!! (n/a: sorry, pero tenía que ponerlo; yo soy así!)

-Escúchame bien: – el pelirrojo murmuró a Hermione en voz baja – quiero que apenas entremos al aula, te escondas detrás de algún banco y te quedes ahí sin hacer nada.

-Estás completamente loco si piensas que yo…

-¡¡Ya tiene acorralada a Vick!! – Ron estaba desesperado - ¡De ninguna manera voy a darle el placer de que te tenga a ti también! Entras ahí y no te mueves del lugar donde estás, ¿entendido?

La castaña lo miró a los ojos y luego asintió levemente.

-Tienes que prestarme esto. – el chico tomó del bolsillo del jean la varita de Hermione - ¿Lista? – Volvió a asomarse para comprobar que Malfoy siguiese dado vuelta - ¡Ahora!

Hermione entró silenciosamente sin mirar hacia delante y, con paso firme y rápido, se agachó detrás de unos grandes bancos ubicados a la derecha del salón. Ron esperó a que su amiga estuviese escondida y cuando ésta le levantó el dedo pulgar en señal de aviso, entró al aula con la varita en alto gritando:

-¡¡¡¡Sácale tus mugrosas manos de encima, pequeño hurón infeliz!!!!

Draco Malfoy, sin soltar a la chica morocha con la que estaba, giró su cabeza para ver quién era el entrometido que se atrevía a interrumpirlo en ese momento.

-Oh, mira... – dijo arrastrando las palabras – Si es nada menos que el estúpido de Weasley...

-¡¡Suéltala ya mismo!!

-¿Por qué tanto apuro? – Draco pensó que podría divertirse un rato más - ¿Acaso es esta inútil la famosa "morocha" de la que tanto hablas con el cara rajada de Potter? – dijo, arrastrando a Vick y colocándola delante de él para que Ron la viera de frente.

Hermione alzó las cejas al escuchar a Malfoy nombrar a la morocha. "¿Cómo es posible que sepa sobre ella?" se preguntó. "Quizás los anduvo escuchando en la habitación... O simplemente nos vio bailando el día de la fiesta...". No dejaba de observar la escena con mucha atención; a pesar de haberle prometido a Ron que no iba a hacer nada, sabía que si él se encontraba en problemas ella no dudaría en salir a ayudarlo.

-Eso a ti no te importa – murmuró Ron entre dientes.

-Cuando yo hago una pregunta, Weasley... – dijo el rubio, mientras sacaba su varita y apuntaba a Vick con ella - ... me gusta que me la respondan. Vamos, dime de dónde la conoces.

Ron meditó su respuesta. Si le decía a Malfoy que conocía a Vick, de seguro iba a hacerle cualquier cosa sólo por el hecho de ser su amiga. Finalmente, pasados unos escasos minutos, respondió no muy convincente:

-No la conozco.

-¿Ah no? – en la cara de Draco se dibujó una sonrisa – Entonces me imagino que no te molestará en absoluto que le haga esto... – comenzó a pasar su mano por el abdomen de la chica.

Hermione se llevó la manos a la boca al ver la escena. ¿Cómo podía ser tan desgraciado?

-¡¡¡Accio varita!!! – de la mano del Slytherin salió despedida su propia varita y fue a parar directamente a la mano libre de Ron.

-¡Eres un pobretón detestable! – rugió.

-¡¡Y tú un asqueroso pervertido!!

Se miraron con odio durante unos segundos.

-Suéltala ya Malfoy, no tienes escapatoria.

Expresando cualquier cantidad de furia y de disgusto en su cara, Draco aflojó los brazos y dejó libre a la chica. Instantáneamente, Vick corrió hacia donde estaba Ron y se escondió detrás de él, tomándolo por los hombros.

-¿Estás bien? – le preguntó el pelirrojo, sin dejar de apuntar a Malfoy con las dos varitas.

-S-sí, sí – la chica estaba temblando y tenía la voz quebrada.

-¿Te hizo algo? Dime la verdad, porque juro que lo mat...

-¿A quién vas a matar, Weasley? – interrumpió Draco – Por favor, ¡deja de hacerte el héroe que no te queda bien! – rió - ¿No te das cuenta que un desdichado como tú nunca podría ser un héroe?

La cara de Ron estaba roja de ira. Una palabra más y se arrojaría arriba de Malfoy para pegarle sin parar con todas sus fuerzas.

-Ahora dime... – continuó el Slytherin - ...¿Desde cuándo te dedicas a salvar a las ignorantes como ésta? – señaló a Vick con el dedo índice - ¿Tan desesperado estás por conseguir una pareja? – pasaron unos pocos segundos antes de que Draco siguiera hablando - Claro, ¿quién va a querer salir con alguien que ni siquiera tiene dinero para comprarse una rana de chocolate? Y de seguro tampoco sabes cómo complacer a las mujeres, ¿no es cierto? Ya entiendo por qué la estúpida de Granger no quiere estar contigo: eres muy poco hasta para una sangre sucia como ella.

-¡¿¡¿¡¿¡¿COMO TE ATREVES?!?!?!?!

Ron dejó caer las dos varitas al suelo y sin siquiera pensarlo, se lanzó sobre Malfoy bruscamente. Comenzó a pegarle con todas sus fuerzas, mientras el rubio trataba de esquivar las piñas del pelirrojo. Por supuesto, Ron era mucho más alto y fuerte, y muy pronto logró que el labio de Malfoy comenzara a sangrar.

-¡¡¡¡NO, RON!!!! - Hermione, horrorizada, saltó de su escondite y se dispuso a separar a los dos chicos antes de que alguno quedase herido gravemente.

-¡¡Cuidado Hermione!! - Vick estaba asustada, de pie, a pocos metros del lugar de la pelea.

La castaña no le hizo caso y se interpuso entre los dos tratando, en vano, de separarlos. En un descuido del pelirrojo, Draco se separó de él y se abalanzó sobre Hermione, tomándola fuertemente por el cuello y dando varios pasos hacia atrás.

Ron se quedó inmóvil. Lo había atacado en su punto débil y eso dolía más que cuatromil patadas en el estómago.

-¡¡¡¡¡¡¡¡DÉJALA MALFOY, O TE ARREPENTIRÁS!!!!!!!!

-No me digas lo que tengo que hacer. – espetó el rubio – Ahora el que da las órdenes soy yo.

El pecho de Ron subía y bajaba velozmente. Estaba agitado, nervioso, furioso.

-Te la haré fácil, Weasley. – dijo – Voy a dejar que salves a una. – una sonrisa de satisfacción se dibujó en la cara de Draco – Es simple, solamente tienes que elegir: o salvas a aquella inútil, o me la entregas y yo te devuelvo a la sangre sucia...


¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡1000 PERDONES!!!!!!!!!! Perdón, perdón y más perdón! En serio, discúlpenme por atrasarme tanto, es que pasaron varias cosas este último tiempo... En recompensa escribí este capítulo con mucho amor y cariño, y por eso salió de 13 HOJAS en Word! Es el más largo de toda la historia! Quiero que sepan que yo NO VOY A DEJAR DE ACTUALIZAR, así que espérenme con paciencia y tiempo, porque siempre voy a subir el capítulo. Si me llega a surgir una dificultad , subiré un aviso para que sepan que no voy a seguir con el fic, pero por ahora eso no está en mis planes!

He aquí mis dificultades: primero y principal, el colegio. Muchísimas cosas para hacer, y no sólo tareas, sino leer libros, estudiar, hacer composiciones (porque acuérdense que yo hago inglés particular y este año rindo el examen, o sea, estoy hasta las manos!!), etc, etc, etc. Además, agreguémosle el hecho de que durante estos meses escribí mi otro fic, el cual invito a que lo lean y me dejen reviews opinando. Sólo tienen que hacer clic en mi nombre y ahí, debajo de todo, les aparecerán todos mis fics (que por ahora son sólo dos): "Just be yourself", y "Mi Caramelo". Trata sobre Ron y Herms también, así que pueden pasar a leerlo! xD xD Y lo otro que sucedió fue que mi primito de 7 años se enfermó gravemente: está internado en terapia intensiva con meningitis meningocosa, neumonía y otra enfermedad más sobre la piel. La cuestión es que ahora está mucho mejor, pero sigue en terapia por precaución. Pareciera que ya no tiene neumonía, pero la infección de la meningitis sigue ahí. (meningitis: inflamación de las capas que cubren el cerebro y la médula espinal).

Espero que les haya gustado el capítulo, que no les haya parecido muy aburrido, pesado, o lo que fuese. ¡No saben lo que me costó escribirlo! Fue el capítulo más difícil hasta ahora... AH! Casi me olvido de contarles: ya tengo el final del fic!!!! Sí! O sea, no lo escribí todavía, pero ya tengo tooooodas las ideas escritas en mi cuadernito de siempre, para que no las olvide y puedo armar los siguientes capítulos tranquila. Así que prepárense, porque no falta mucho para que esto se termine... quedarán unos 2 o 3 capítulos. ¡¡Qué triste!! ¿Se enterará Ron la verdad acerca de la morocha? Mmmm... con este lío que se armó ahora, lo dudo! (ni yo lo sé)

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡REVIEWWWWWSSSSSS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

¿Qué les pareció el chapter? ¿A quién creen que elegirá Ron: Hermione o Vick? ¿Cómo harán Harry y Ginny para que Ron los escuche? Quejas, consejos, halagos, suplicas... lo que quieran, pero escríbanme! No molesto más, paso a contestar reviews...

Paulina Potter: hijita mía! Gracias por hacerme llegar a los 90 reviews! Jejeje! A mí también me gustó mucho la parte del arenero en el cap pasado, es muy tierna y pienso que las reacciones de c/u se asemejan bastante a la realidad (a lo que escribiría Rowling). Espero que te haya gustado este chapter, cuál fue la mejor parte en este? Yo opino que es cuando Ron le dice a Herms todo lo que siente sobre lo que pasó... Muchos besotes y espero tu review!

ophelia dakker: jajaja, sí, he tenido esa sensación de alerta cuando viene el peligro! Es horrible!! Jejeje... en la facultad leyendo mi fic???? Que no te distraiga, que me sentiría mal si desaprobaras por mi culpa! No te me mueras! Espera hasta el final así por lo menos te enteras de lo que pasa! Besos, y gracias por seguir leyendo y escribiéndome!

Luz: tiene algo de interesantismo este capitulo? Jajaja, vos y tus palabras... I love you, darling!

lewelinehechicera: gracias por escribirme! Espero que el fic te siga gustando... Saludos!

Claudix Black: jajaja, muchas gracias! Me alegro de que te haya gustado el cap 6! Más te vale dejarme un review, porque sino TÚ sufrirás las consecuencias ahora, MUAHAHAHAHA! xD xD

yalimie: si te dio cosita leer sobre Ron con los ojitos llorosos, no me quiero imaginar que te pasó cuando leíste este cap!! No es re triste cómo se pone Ron?? Pobrecito, mi vida... lo hacen sufrir siempre! Gracias por tu review! Espero que este chapter también te guste! Besos...

HermyBlack: Gracias por seguir leyéndome! Y tus peticiones... no sé si podré cumplirlas!

HG: Muchísimas gracias por tus palabras y por tu review! La verdad que me alegra saber que "mi Ron" se parece al verdadero Ron (el de la Rowling) ¡Es justamente lo que me propuse! Besotes y gracias de nuevo!

Caro: Bueno, no hice que pasara algo entre ellos, tampoco que se queden juntos, pero por lo menos lo hice aparecer a Draco!!!! ((babas)) Te gustó Ron todo mojadito???? Con el pelo despeinado y la chomba PEGADA AL CUERPO!??!?!??!?! muchiiiiisimaaaas babas OH MY GOD!!!! "…tú eres el amor que yo esperaba…" jejeje! Ron colgadito!!!! Por Dios, mejor dejémoslo ahí que no quiero que mis seguidores se den cta de lo que soy! Jajajajaja! Un centenar de Gracias por bancarme siempre y estar conmigo ayudándome cuando te lo pido! Espero que tu próximo review sea más largo, así me divierto más! Best Wishes (ni que fuera navidad... ¬¬) Besotes! Te Quiero Mucho, Carola! (suerte con natiS... jejeje!)

Camille Potter: yo también quiero un beso de Ron! jeje! Gracias por escribir! Saludos!

airhead14: No tienes que pedirme perdón por escribir mucho! Me encantan los reviews largos! Cuanto más escribas, mejor ;) jejeje! Paso a explicarte: sí, es verdad que cuando se transforman no cambian las facciones de la cara, y es por eso que reiteré tantas veces que NO SE OLVIDEN que al baile había que llevar un antifaz! Como éste les cubre la mayor parte de la cara, no se reconocen, entiendes? Espero que te siga gustando la historia. Muchas gracias por escribirme! Adío!

Umi-chan: Te quiero!!!! Muchias gracias por tu review! Me encantó, jeje! Pos, está de más decir que si yo soy Herms ni siquiera espero a que me hable, ya me le tiro encima directo! Jejejeje! Y no digas que estás loca, se nota que no me conoces del todo! Besotes!! Nos hablamos por msn...

josela: Gracias! La verdad que ni yo sé de dónde salen estas alocadas ideas! Anyway, espero que te sigan gustando! Saludos...

black mermaid: jajaja, pues ahora sabes que Hermione sí lo calma! O por lo menos eso parece, no? Que felicidad, te has hecho escritora! Espero que sigas leyendo y que te siga emocionando! Besos!!

Natu: Amiguisssss!!!! Bueno, ahora ya sabés que quedan pocos cap, pero no te preocupes que tengo varias ideas para escribir otro! Muchísimas gracias por escribirme y soportarme siempre por msn! Sé que a veces soy muy pesada, y vos siempre estás ahí pa charlar conmigo sin quejarte! Te quiero, Natu!! Espero que algún día nos podamos ver, así hablamos de toooodooo lo que nos gusta! Jejeje, no terminamos más! Mil besos y ojalá te guste el chapter!

NuRiEl-WrItEr: Gracias! Perdón que no hubo beso, es que sería muy revelador, no crees? BASTA! Me callo, me callo... Espero que te guste el chapter! Y no te olvides de escribirme, eh! Besos!

Piskix: 2 reviews! WOW! Jejejeje! Gracias por escribir, ojalá te siga gustando la historia! Saludos...

Naoki Thanatos: Cómo extraño "A pesar del tiempo"!!!! Lo sé, lo sé, siempre digo lo mismo, pero qué va? Es lo que siento! Jejeje! Muchas, muchas gracias por leer mi fic! Sabes que es muy importante para mí que tú lo leas! Espero que este cap no te decepcione y que puedas dejarme un nuevo review! A ver cuando actualizas alguno de tus fics R/Hr, eh!! Nos vemos en el msn! Besotes!!

Lud: GRAACIAASS!!!!!! Acá está el siguiente capítulo, ojalá te guste y te entretenga! Gracias por todo lo que me decís, no te olvides de dejarme un review cuando termines de leer esto! Sabías que me encantó conocerte? Sos muy buena conmigo y me caes re bien! Así que no digas que vos me molestas, porque no es así! Muchos besotes y nos vemos en el colegio!!

Lil Granger: Tas perdonada por no dejar review antes! No te me vayas a olvidar esta vez eh!! Jejeje! Aguante Cebollitas y Padre Coraje, no es cierto?? xD De verdad crees que Ron es capaz de pegarle a Hermione?? A mí me pareció que fue todo lo contrario: si Ron se frenó fue porque ella se le puso adelante! Bue, no sé, son opiniones, jeje! Espero que te guste este chapter! Besotes!!

Besotes, mil gracias, y hasta el próximo capítulo!!!! Y ya saben: Promocionen el fic!! :D :P ;)