Disclaimer: Todos los personajes de Inuyasha son propiedad de Rumiko Takahashi, yo sólo los he tomado prestados para entretenerme un rato. En cuanto a Yoko, Rioko, el Señor de ambos: Hiroki, y Nishido (que ya aparecerá...), son una invención mía, así que si alguien quiere que se los preste me avisa primero.^^

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Extraña obsesión

Capítulo IV

El enorme retrato pendía apoyado en el frío muro de piedra. La sonrisa indeleble y encantadora de la joven que miraba con ojos vivaces, invitantes, surtía una suerte de hechizo sobre el sujeto que, embelesado se perdía en la profundidad de aquellos ojos, en el rosado tentador de sus labios, que se percibían tan reales...

Casi sentía que de un momento a otro, saltaría del cuadro para buscar el abrigo de sus fuertes brazos. Casi podía sentir la seda de sus cabellos, oscuros como la misma noche, entre sus dedos, y oler su esencia, fresca, juvenil... Imaginaba que podía escuchar los latidos de su corazón confundiéndose con los del suyo propio, y su respiración agitada junto a su pecho.

Todo se percibía tan real...

Sólo que cuando por fin quiso estrechar el menudo cuerpo de la muchacha en un cálido abrazo... ella se desvaneció.

Se maldijo a sí mismo por permitir que sus instintos y su anhelo tomaran el control sobre su conciencia. Ella se había marchado hacía años, tantos que ya había perdido la cuenta. Sin embargo le parecía que todo había acontecido apenas el día anterior.

En cada rincón, aún podía percibir su aroma, tan embriagante como el primer día. Sus sentidos le engañaban con frecuencia, y a veces creía que de un momento a otro la encontraría vagando por los oscuros pasillos.

Frunció el ceño y dio media vuelta en su lugar, en parte enfadado, en parte fatigado, agobiado... Anduvo como sin rumbo, envuelto en la penumbra que le era tan indiferente como la luz más brillante. Su paso era pausado y elegante. Llevaba las manos entrelazadas a las espaldas y la mirada perdida, como si mirara hacia el pasado.

Luego comenzó a liar en su mente, los sucesos de los últimos días. En parte sentía que ella estaba de regreso al fin, pero no era tan iluso como para pensar que era ella realmente. Al ojo físico, era su viva imagen, pero ante los demás sentidos, era evidente que se trataba de una persona distinta. Pero eso no le desagradaba realmente, porque si bien no eran idénticas más que en el aspecto físico, su esencia se percibía tanto o más agradable que la de la primera.

El extraño sujeto que la trajo hasta él, no quiso soltar ni media palabra cuando se le preguntó acerca de las circunstancias en que la encontrara. "¡Débil, cobarde, maldito!" Pensó. Era menos que un sucio insecto, pero tenía la lengua más dura que había conocido en toda su vida. No importó que tanto se le torturara, no soltó siquiera un monosílabo, el muy condenado.

Hacía tan sólo unas horas, yacía inconsciente en el interior de uno de los fríos y húmedos calabozos del castillo. Estaba tan golpeado que no habría podido mover uno sólo de sus dedos, sin embargo no emitió el menor quejido, y en cambio esbozó una sonrisa burlona para cerrar luego los encendidos ojos rojos, justo antes de desvanecerse en el pesado aire de esas profundidades. Como si nunca hubiera existido...

Un leve gemido lo jaló de regreso a la realidad. Era casi imperceptible, pero su oído superior le permitió reconocerlo. Con paso firme al principio, y casi a la carrera después, siguió el lastimero sonido hasta que finalmente dio con la temerosa criatura que, acurrucada entre las sombras, alzó la mirada al percibir su presencia, para luego abalanzarse contra él... buscando refugio...

El corazón le dio un vuelco ante el contacto tibio de aquella pequeña y frágil anatomía.

Los sollozos le desgarraban el alma, y de repente sintió miedo de que algo le hubiera pasado. La apartó un poco apenas para poder verle la cara bañada en lágrimas: - ¿Qué te ha sucedido? - Inquirió con preocupación. - ¿Estás bien?

La muchacha, asintió con la cabeza ante la imposibilidad para proferir palabra. El ritmo de su respiración, poco a poco comenzó a normalizarse, y Hiroki sintió que le volvía el alma al cuerpo al comprobar que tan sólo estaba asustada.

- ¿Te perdiste?

- Sí... De repente todo se oscureció y ya no supe como regresar...

- Ya veo. - Dijo con voz que transmitía confianza y consuelo a la vez. Pasó suavemente su palma por la espalda de ella y luego la miró con gesto que rayaba en lo paternal. - Hay algunas cosas que deberás saber para que esto no te vuelva a suceder. Pero antes, debemos irnos de estos pasillos, son demasiado fríos a estas horas, y un humano podría morir congelado de permanecer aquí por mucho tiempo. Tienes suerte de que te haya encontrado...

Hiroki, rodeó con su brazo los hombros de la joven, protector, y con un ademán le indicó que comenzaran a andar.

La más cerrada oscuridad los rodeaba, pero Hiroki no aparentaba tener el menor inconveniente para desplazarse en ese medio, lo hacía con la mayor naturalidad. Caminaron en silencio, cada uno absorto en los propios pensamientos.

Kagome apenas podía oír el sonido de sus propios pasos, los de él eran mudos. Luego percibió los latidos de su propio corazón, y se sobresaltó al comprobar que su ritmo se había acelerado un tanto. Entonces dio gracias por estar envueltos en las sombras, porque sintió también cierto ardor en las mejillas... seguramente estaría más roja que un tomate maduro. No sabía por qué, pero de repente no le molestó demasiado el hecho de no saber quien era, sino que más bien, le interesó mucho más saber acerca de su anfitrión...

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Miroku llegó al punto de reunión, con el ceño fruncido y llevándose la mano al mentón en actitud pensativa. Sango, Shippo y Kirara, estaban bastante impacientes, ya que el monje se había tardado mucho más de lo que habían estimado.

- ¡Al fin llega, excelencia! - Exclamó Sango. - ¿Ha logrado averiguar algo?

Miroku seguía tan metido en sus pensamientos, que sin querer, pasó por alto la pregunta de la cazadora, actitud que despertó la impaciencia del pequeño, que le miraba con tanta expectación y hasta diríase que suplicando. - ¡Miroku! ¡Di lo que sabes de una vez! - Berreó.

- Ya, ya... cálmate, pequeño... que no me dejas pensar. - guardó silencio por algunos segundos, luego dio media vuelta en su lugar y dirigió a Sango una mirada escrutadora. - Dígame, señorita Sango... ¿Ha oído hablar de un yukai llamado Nishido?

- ¿Nishido?... Nunca... ¿porqué lo pregunta?

- Es que parece ser muy popular, y desde hace bastante tiempo. He oído comentarios acerca de que tenía sus dominios hacia el Sur, y aparentemente, sus tierras le fueron arrebatadas por otro yukai, cuyo nombre no he podido averiguar aún... Luego, parece que el tal Nishido no quiso aceptar la derrota y le echó una extraña maldición a sus tierras antes de partir hacia el exilio...

- ¡Y que tiene eso que ver con la desaparición de Kagome - chan?

- Espero que nada...

- ¡Eres un inútil, Miriku! - Le interrumpió el kitsune.

- Shhh... déjame acabar de hablar... No sé muy bien cual sea la relación con Kagome, pero también oí que un cierto terrateniente del Sur estaba ofreciendo una recompensa a quien diera con una muchacha de características muy similares a las de Kagome - sama.

Sango se quedó pensativa por unos momentos, tratando de asimilar lo que Miroku les acababa de contar. - ¿Entonces, iremos hacia el Sur, excelencia?

- Así es. Al menos de ese modo podremos recaudar más información, ya que por el momento no hay indicios de que alguno de nuestros enemigos declarados se la halla llevado. De ser así ya habríamos tenido noticias de ella. ¿No lo cree así?

- Pero... ¿Qué hay de Inuyasha?

- Mmmm... Me temo que tendremos que irnos sin él. - Caminaba en círculos, algo inquieto, como si hubiera algo más, que no estaba dispuesto a decir. Luego se detuvo repentinamente, como si el problema que lo aquejara hasta el momento, ya hubiera hallado solución en sus pensamientos. - Seguramente nos encontrará durante el camino, él siempre nos encuentra con relativa facilidad.

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Muy pronto oscurecería.

Había estado buscando con desenfreno durante todo el día, sin resultados. Era realmente frustrante... Pero aún así no se detendría por nada. Tenía que encontrarla a como diera lugar, así se le fuera la vida en ello.

De repente, un olor desagradable le llegó a las narices, y se paró en seco, a la espera de alguien que seguramente no se proponía saludarle amablemente.

Se hizo un breve silencio y entonces percibió el sonido del crujir de hojas secas a sus espaldas. - ¡Sal de ahí, quien quiera que seas! - Reclamó el hanyou con tono amenazador y la mirada encendida, al tiempo que enseñaba sus afiladas garras.

Luego, algo, o alguien se lanzó sobre él. Todo fue tan rápido que apenas sí pudo esquivar el golpe que le habían dedicado con tanto fervor.

Volvió a tomar una posición defensiva... y agudizó los sentidos más aún que la vez anterior... Sólo que en esta oportunidad, su atacante fue mucho más rápido...

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Continuará...

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Notas de la autora:

¡Hola a todos! Estoy muy contenta porque sigue habiendo gente que se interesa en las pobres cosas que escribo... "snif..snif" estoy emocionada hasta las lágrimas...

No me cansaré de dar gracias a todos los lectores que me piden que continúe con este fic... Me dan muchos ánimos ^_____^

Sakura Kinomoto: Me alegro de que te haya gustado el cap. anterior. ¿Si Hiroki es apuesto? Pues yo creo que sí, aunque en mi mente no lo he acabado de confeccionar... aún ^^ Espero que te guste la actualización, y gracias por tu review. ^__^

d'malta: ¿Te parece curiosa la historia? A mí también se me hace curiosa... no sé cómo es que se me ocurre ¡¡Muchas gracias por el review!! ^^

Bell: Muchas gracias por leer mi fic, y por decir que te gusta. Y en cuanto a terminar la historia, te digo que no tengo intención de dejarla a la mitad. (Es muy feo eso, ¿no? Pues yo no sería capaz de hacer tal cosa. Así que no te preocupes.) Muchas gracias por dejar tu review. ^_^

Cess007: ¡PERDOOÓN! (Leyla de rodillas, y suplicando) No sé como fue que se me escapó semejante error... (Leyla escribiendo cien veces "Cess" con "C") ^^ Gracias por ser tan considerado, y por favor no te comas las uñas, que sin suspenso este fic no tendría ningún atractivo, ¿no crees? Gracias por seguir leyendo y por seguir dejando review. ^___^

Kaoru - ken: Sí... Inu está preocupado, pero me gusta que sufra... (jejeje, soy muy mala) ¬¬ Y supones bien, porque mi intención es que esta historia tenga un final feliz, sólo que antes planeo hacer sufrir a varios... Muchisisísimas gracias por decir que escribo bien, qué buena eres... Y gracias también por dejar tu comment. ^^

xia: ¡Qué comentario más lindo y alentador, el que has dejado! ^___^ Trato de mantener el suspenso para que la historia tenga algo de entretenido... en fin, hago lo que puedo... ¿Y te has vuelto adicta a mis caps? (Leyla, profundamente avergonzada... roja como tomate) Otra lectora que es muuuy buena conmigo ^^ Mil gracias por todo lo que dices, espero no defraudarte con los caps venideros.

Esto ha sido todo por el momento.

Gracias por leer hasta aquí.

Leyla^^

PD.: Este cap. estaba listo para ser subido el día jueves 12/06 por la mañana, sólo que ff.net, no me ha dejado hacerlo hasta ahora... tal parece que no está funcionando como debería... ¬¬