Aburrido. Nada interesante. Me gusta escuchar música en el Spotify, pero cuando ALGUIEN ME LLAMÁ molesta porque tengo que levantarme. Igual no es tan malo, lo malo es que mis padres comiencen a discutir y yo tenga que estar en volumen bien alto para escucharlos y no dormir cuando más quiero. La lluvia me da más ganas de dormir, debí aprovechar una siesta, pero había parado de llover.

Esto es más corto porque que sí. Lo importante no es lo largo del texto, sino lo que contiene. Cuando tenga ganas de hacer otro capítulo de Ookami Shoujo o Hanyo no Yashahime lo haré, por ahora me centró en esto y otras cosas más para distraerme.


Hakuoki: Los Capitanes del Shinsengumi

Ruta de Okita Souji – Chizuru Cree Ciegamente en Okita

Hace un tanto pensé que Okita-san era mala persona, pero veo que no es así. Me veo horrorizada cada vez que pienso que seré asesinada en cuanto ya no sea útil o me vaya. Lloro silenciosamente cada noche y casi no pegaba ojo. Hasta notaron los ojos y el cansancio de no dormir mucho, o eso intente porque…

‒ Chizuru-chan. ‒ Mi nombre era repetido una y otra vez. Me levante y, al ver que era Okita-san, me aleje como si viera el diablo. ‒ ¿Porque huís de mi? ‒

‒ No me mates. ‒

Con eso él estalla de la risa. ‒ Si que eres muy boba. ‒ Eso si no lo soportaba, le quería contestar, pero ayer le di una buena bofetada en la cara. ‒ ¿Aun te duele la cara? ‒ No pude creer como me comporte. Fui irrazonable y le levante la mano a la persona más peligrosa del Shinsengumi. ‒ Esto no es nada comparado con lo que ese engreído, malagradecido, despreciable y insensible Principe de los Ogros. ‒ Toda descripción fue echa ante la imagen desde la perspectiva de Okita-san. Aun me pregunto porque me salvo. Además de ser la hija de Yukimura Koudou no tengo nada más de valor.

‒ Me impresionas que roncabas y abrazabas las sabanas tan pacíficamente en estás circunstancias. ‒ Como dicho y hecho yo me sentí demasiado aliviada. ‒ Ah…. Me dormí en la base de la que no debo de fiarme demasiado. ‒ Estaba demasiado pálida. Y no decir que temblaba. ‒ Chizuru-chan. ¿Que clase de imagen tienes de nosotros? ‒ Esa pregunta era obvia.

‒ ¿Que imagen? No importa donde lo vea. En caso de que ya no sea necesaria seré asesinada y también perseguida por unos Ogros que no toman enserio mis sentimientos. Y lo que mi padre hizo… Es inaceptable. ‒

Esto era lo que yo pensaba. ‒ Bien. Te cambiare la pregunta. ¿Que sentís cuando estás con nosotros? ‒ El había suspirado antes de preguntar. ‒ ¿Como… me siento? Estoy asustada y horrorizada, y feliz de saber que estaré bien. Pero, ¿porque siento que me siento segura en un lugar desconocido en donde no estoy ubicada? ¿O porque me preocupo por gente que me trata bien a pesar de que me asesinaran igual? ‒

Okita-san solo se limito a observarme cuando me escuchaba. Yo me acerque sin preámbulos. ‒ Puedes decirme, sin revelar información clasificada, lo que va a pasar con Kaoru o mi padre o porque me quieren protegerme si no quieren meterse en zonas que no deben pisar. ¿Exactamente que soy para todos ustedes? ‒ El dedo indice de Okita lo puso en mis labios para callarme. ‒ Deja de pensar en eso. Es molesto y siento que mareas. Pero… ‒ Agarro mi Kodachi. ‒ ¿Quieres ser una molestia en el Shinsengumi mientras te preguntas toda esa molestia que nadie le interesa saber o quieres saber como defenderte? Si de verdad confías en nosotros para quedarte dormida revelando las piernas y el culete entonces no uses la Kodachi como adorno y vendrás conmigo. ‒

Tuve mis quejas. Pero el me llevo a entrenar desde muy temprano a enseñarme. Primero en vez de mi Kodachi uso la Bokuto para no lesionarme. Por alguna extraña razón el me está enseñando el Tennen Rishin Ryu que tanto apreciaba, pero eso si, sin dejar de burlarse de mi. No se porque será. ‒ Ahora que lo pienso es diferente cuando entrena a sus hombres. Lo hace de manera estricta y bruta, pero conmigo es más… ¿suave? Me lo pensé, pero lo ignore. Me centré hasta cierto punto en el que me dijo que me detenga, pero siempre me decía "Promedio" a mi nivel de esgrima…

¡Como me enoja! No es justo. Voy hacerle decir de él mismo que soy "una gran alumna." Intente una y otra vez, pero no he llegado ni a a golpearle. ¡No usaba ni la Bokuto! Es como si me subestimara.


Cambie de plan y opte para atraparlo. Esquivaba todos mis movimientos. ‒ Leeeeeenta. ‒ No importa cuantas veces fueran, esto era como comer la misma comida una y otra vez. Sin embargo, cuando lucha contra los Ronnin o los Ogros que quieren secuestrarme es el más poderoso. Cada vez que me preguntan quien es el más fuerte yo respondo que es Okita. Es lo primero que se me viene a la mente.


Él mismo me lo pregunto. ‒ Pues… Si esto fuera un Haiku sería:

"Tus ojos esmeraldas prohibido

cabellera tierna rojiza

espada afectuosa

Refleja el otoño

en donde las Momijis bailan."

Así de confiable le dije. Por alguna razón él se parpadeo y se dio media vuelta. Sus orejas estaban rojas. Viéndolo así… ‒ ¡Aja! Okita-san. ¿Te sorprendí? ‒ No volteo a verme. Pero le hice cosquillas en las costillas. ¡Por fin logré hacerlo! Y no necesite la espada. Confió ciegamente en él, pero igual quiero estar a su lado todo el tiempo posible para que no esté solo. Y más de aquella verdad…