Aqui esta otro cap, logre acabarlo. Espero les guste.
Sekiryuutei Supremo Ascension
Arco 10: Divinus X Death
Capítulo 133: Planes Oscuros
-¿¡Qué!? – Weil miró a Lilith, quien tenía la mirada baja. - ¿¡Las secuestró!?
-Lo siento… Intenté…
Weil estaba asimilando lo que sea que Lilith le dijo, lo que sea… pero el daño estaba hecho. Maldijo a todo lo que existía, que esto pasara. Maldijo a toda deidad que existiera. Porque esto iba contra el plan. Contra lo que tenía en mente desde el momento uno. No solo ello, estaban yendo por algo más… Tanto, que…
-¿Qué hizo exactamente?
-Me… me pidió que mande a Cinder y a ese Níðhöggr a la casa de Ise, donde estaba… Ophis. No sé como supo de la existencia de esa mujer. No lo sé.
Weil golpeó su escritorio con el puño. Genial… Es genial. ¡El plan se fue al traste! Todo se estaba yendo al demonio, solo por los deseos de venganza de un idiota que no puede dejar de lado lo que… no importa.
Lilith vio al hombre sentarse, a ponerse a pensar varios segundos, hasta que logró al fin calmarse y… tomar de su mano, lo que era como un comunicador.
-Ilia. Ven aquí. Ahora. – Weil se puso de pie. – Iré a hablar con esa mujer. Lilith, espera aquí a la llegada de Ilia. No quiero que hagas algo más. ¿Ok?
-Ok…
La niña vio al hombre irse a paso lento, a donde debe estar apresada esa mujer y la niña. Lilith, se sentó a esperar. Pero el saber que le estaba haciendo un daño a Ise, la hacía sentirse mal. Apretó sus puños, al pensar en Rizevim… al pensar en que… No quiere tener que ver con él, de nuevo.
En su lado, Elise estaba sentada en la habitación donde las habían metido. Era una buena fortuna que su hija este dormida. Pero…
El recuerdo de lo que pasó, solo la hizo soltar un suspiro.
Flashback
Ya era casi la hora donde, estaban por llegar todas ellas. Las mujeres que iban a tener los hijos de Rean. Elise estaba feliz, sabía que esta era una de las razones, por la que vino también. Ayudarlas, hacerlas entender que Rean quisiera que ellas sigan con sus vidas. Además de que tiene seres de que preocuparse aparte de ellas.
-Mamá… ¿Dónde pongo estas cosas?
Pasó a ver a su hija, quien tenía en sus manos lo que ella sabía, era una bandeja con varios bocadillos. Bueno, tampoco es que pueda decirle a su hija como hacer las cosas bien. Lo está intentando al menos.
En fin, estuvo por tomar la bandeja, cuando sintió que algo no andaba bien… Miró a todos lados, sintiendo que… La energía que estaba en el lugar no era… buena. Ella lo sabe. Alzó la vista como sabiendo que todo estaba ahí, solo para ver un par de ojos que la miraban con maldad. De ahí, todo se apagó.
Fin Flashback
Era el dragón Níðhöggr, lo sabe porque leyó el reporte de Azazel. Además de que… ¿Qué ha pasado con Ophis? No, ¿Cómo es que llegaron a la casa? ¿Acaso…?
Oyó la puerta abrirse, alguien entraba. Alzó la mirada, para ver a alguien quien no esperó ver…
-¿Doctor Maruki?
Conocía a este hombre. Fue su profesor en su secundaria años atrás, donde aprendió su pasión que era la psicología. El hombre sonrió al verla, se notaba que…
-Elise. Los años han sido generosos contigo.
-¿Usted es…? ¿Cómo…?
Ella recordaba la última vez que lo vio. Un año antes de que Rean desapareciera. Lo vio triste el día que se despidió de ellos. Era un profesor querido por todos. ¿Acaso él…?
-Supongo que lo entiendes. Soy parte de Qlippoth. – Elise lo vio con horror, no pudiendo creerlo. – Dije que lo que estaba haciendo, era grande.
-¿¡Grande!? – su grito hizo que Fleur se mueva un poco. - ¿¡Esto…!?
-Sé que no es lo que esperabas oír Elise. Sé que nadie lo esperaba. Pero es lo que se debe de hacer, si quiero que las cosas que tengo en mente, pasen.
No lo quería creer. Ella siempre había oído de la pasión del hombre por querer ayudar a la gente, a ayudar a que sean más capaces de afrontar las cosas. Pero esto… El ayudar a una organización criminal. No cuadraba en su casilla de pensamiento. Para nada. Es más, le daba rabia el pensar que lo respeto una vez.
-Si me dejas explicarte…
-Trate. – Elise se cruzó de brazos. – Porque estoy aquí contra mi voluntad. ¿Fue este su plan?
-Me ofendes que pienses así…
-¡Porque ya no sé que pensar! – Elise miró al hombre a los ojos. – Usted… ¡Era a quien respetaba más! ¡Su pasión por ayudar a la gente, crear cosas o medios para poder hacer de este un mundo mejor! ¿¡Era mentira!?
-No… No lo fue. – El hombre se puso de pie. Caminó un poco por el lugar, viendo a la niña que dormía aun. – Sabes, siempre supe que eras especial. Tienes eso que no muchos poseen, el poder ver algo en uno, eso oculto y poder sacarlo. Entiendo el porque tu hermano te confió al muchacho.
-Usted… ¡Es responsable de que él…!
-Apophis peleó con él. Y según me dijo, tu hermano peleó como nadie… Un humano que no solo superó a un Evil Dragon del nivel de Apophis, sino que superó la barrera de un Dios. – Weil sonrió complacido. – Fue un gran hombre, pero en parte, es el mundo como es lo que lo mató.
-¿¡Qué!?
-Recuérdalo Elise. Es el estilo de vida de otros, lo que a veces nos moldea. Fueron las creencias y leyes del Vaticano, que tildaron a tu hermano como un traidor. Como alguien que estaba yendo contra lo que le enseñaron, cuando estaba haciendo más que eso. Estaba tratando de cambiar las cosas. Cambiar el mundo. Pero ellos no lo vieron así… Pagó el precio. Perdió a su amigo y vivió una vida que ya estaba contada. ¿Es eso justo?
Elise no dijo nada… Si, recuerda cuando les informaron de lo que Rean hizo. Ella jamás creyó en lo dicho, que su hermano era un traidor. Pero a su vez, podía ver lo corrupto de ese lugar. Del Vaticano. Por eso hizo varios cambios en su vida. Por ello…
-¿Recuerdas lo que Rosseau decía? ¿De que el hombre es bueno por naturaleza, pero es la sociedad lo que lo corrompe?
-… Siempre lo decía. Era lo que usted… nos hacía entender. Que hay bien en todos.
-Correcto. Y lo cito: "El principio fundamental de toda moral, sobre el cual he razonado en todos mis escritos y que he desarrollado en este último con toda la claridad de que yo era capaz, es que el hombre es un ser naturalmente bueno, amante de la justicia y del orden; que no hay de ningún modo nada de perversidad original en el corazón humano, y que los primeros movimientos de la naturaleza son siempre rectos." Eso es lo que él decía… Pero con el tiempo, aprendí que no es así. – Weil miró a la mujer, quien no entendía nada. – Si, el hombre es bueno… Pero es la sociedad, el mundo que se vive… lo que lo hace cruel. Malo. Lo que hace que cometa cosas que no deben de ser. Porque eso crea desigualdad y esta a su vez, crea discordias y remordimientos. Y yo lo sé muy bien.
-Trata de justificar las acciones de otros… de estos seres que…
-Je. No. He aprendido que hay seres que son malos por naturaleza, Rizevim lo es. Es una basura en vida. Pero… estoy seguro que sin el Rey Supremo en la ecuación, no sería este loco. Sería un desquiciado, pero no tanto. ¿No lo ves? Son las acciones de otros, que a veces nos moldean. Y no siempre para bien. Tu hermano moldeó al Sekiryuutei en lo que es ahora. Un héroe. Un guerrero. Cuando pudo ser un adolescente común, si hubiera tenido una vida común. Pero no fue así… Rizevim, Azazel, tu hermano… esos factores lo moldearon como nadie.
-Ise ama a mi hermano… respeta a Azazel. No es malo lo que ha pasado. Si, admito que su vida inició mal… esa tragedia, pero no por ello… él decidió este camino. Bien pudo abocarse a la venganza o a la maldad, yendo contra el mundo por lo que le quitaron de modo injusto.
Weil sonrió… y Elise lo vio. Respeto. Admiración. Hasta puede decir, algo de cariño, en esos ojos. ¿Cómo…?
-Es un buen muchacho… Creo que tiene ese algo que todos perdemos en nuestras vidas. Honestidad. Una que nos puede llevar lejos, pero es el mundo lo que hace que la perdamos. De niños, podemos ser honestos con nuestros sueños. Decir lo que queremos, pero con el tiempo, dejamos de hacerlo, porque oímos opiniones, vemos cosas, que en este mundo nos hacen pensar, ¿Vale luchar por este sueño?
Elise fue incapaz de decir algo. No podía. Porque era cierto… Todos perdemos al final, la honestidad que nos da la inocencia. De una manera u otra. Por moral, por ley… por opiniones. ¿Era eso malo? No… pero como limita a los que tienen sueños buenos y que van más allá de lo que uno cree.
-El Sekiryuutei no es así. En lo que vi… es honesto en lo que hace. En sus luchas… en sus sentimientos. Duda, porque es algo que se cree. Expresa su dolor y lo que piensa, a pesar de que tiene miedo. ¿Sabes que lo más gracioso? Que ese chico es tan fuerte, que me hace pensar que si Rizevim hubiera sido más listo, pudo haberlo vuelto en un monstruo que nadie puede parar. El que destruya el mundo.
-Eso es… - Elise sintió alivio… porque era verdad. Eso pudo pasar. Dios, pudo ser algo horrible. Tanto, que…
-Las cosas no salieron así. Y el muy idiota, creo el camino del mayor héroe, luego del Rey Supremo. Y a su vez, de una generación que está yendo en camino a superar a seres Divinos. Ya debes de saber todo eso. Pero, ¿deseas saber por qué estoy diciendo todo esto? – Weil se sentó al lado de ella. – Porque es así, como el mundo opera. Este elige sus piezas. Las que no le sirven, simplemente no logran nada. Sus caminos son destruidos por fuerzas que no están en su control.
-No… No es cierto. – Elise negó con la cabeza. – Sabe que yo le ofrecí ayuda Doctor. Lo que usted vivió…
-Lo de mi familia es algo que pensé… podía ser pasable. Pero ver como el daño se repitió una y otra vez en otros lados. Como lo que yo quería dar, era desechado por los seres en el poder, porque no querían perder su posición, me hizo ver algo más Elise. Que para lograr las cosas, debes de ser… radical en ocasiones. Tanto, que debes jugar el papel del villano. Y yo pienso hacerlo. Se lo debo a todos los que falle…
-¡No es su culpa! ¡No lo es! – Elise trató de no llorar. – Es… de ellos… no de usted… trato de hacerlo. Darles algo mejor…
-Pero no pude… por falta de poder. Y no será así más. – Weil se puso de pie. – Espero que entiendas lo que hago Elise. Y para lo que tengo en mente, necesito del poder de tu sobrino. No… del poder del ser que tiene dentro. Porque él es la llave… la llave para que los otros despierten a su poder real. Y aunque no quiero esto, necesito que estes aquí. Aunque odie lo que Rizevim hizo.
-… Ise los detendrá. Ellos… Todos lo harán. – las lágrimas en los ojos de Elise mostraban que…
-Eso es lo que esperó Elise. Que luchen hasta el final. – Weil caminó a la entrada, solo para… - Y no te preocupes… No serán heridas, me haré cargo de ello.
Dicho eso, se fue. Dejando a la mujer con sentimientos encontrados… no pudiendo creer, que el hombre que respeto, su profesor más querido de la escuela, este en esto. Pero si lo ve por su lado y con lo que sabe, puede entender el dolor que tiene. Pero no significa que le guste.
De regreso a su laboratorio… Weil vio que Ilia estaba al lado de Lilith, jugando con ella. El hombre soltó una tos, indicando que…
-¿Ocurrió algo doc?
-Hay que avanzar con el plan. El imbécil de Rizevim hizo lo que no debía. – Ilia lo miró con duda. – Secuestró a la hermana del Ogro Carmesí, la tía del Sekiryuutei.
-¿En serio? Wow… pensé que usted dijo que…
-¡Y así era! ¡No quería meterla en esto Ilia! – la chica se asustó un poco. - ¿Cómo supieron de ella? Solo tus hombres saben de esto…
-… Quizás… uno abrió la boca. Hay muchos que odian al Sekiryuutei. Yo incluida. Pero sabe que jamás iré contra usted. – lo sabe. Es una buena chica. - ¿Quiere que haga algo?
-Mata al que abrió la boca. – Ella asintió. – Ahora, quiero que me digas una sola cosa. ¿Qué tanto te tomará llevar un mensaje?
-Depende… ¿A quién? – él le dio un trozo de papel y ella lo leyó. - ¿En serio?
-Si. Quiero a todos los aliados que he hecho, para este momento. Él metió la pata en Kyoto, pero ha ayudado en la recolección de datos para esto. Se merece esto.
-OK… No soy nadie para decir con quien andar doc. – Ilia guardó el mensaje. - ¿Algo más?
-… Dile a Salem que tenga eso listo. Lo vamos a necesitar. – la chica asintió, para darse la vuelta y… - Ilia. – la chica se detuvo para mirarlo. – Gracias… por todo el apoyo.
-No doc… gracias a usted por darme una razón por cual luchar. Puede que no este de acuerdo en su plan. Pero soy leal a usted… - y eso bastaba para el anciano, quien sonrió.
Ella hizo lo mismo, solo para darse vuelta y continuar su camino. Lo que hizo que el hombre mire a Lilith, quien estaba viendo el techo. Si, debe de sentirse mal. No solo ello, quiere estar seguro de lo que ella siente, es algo que…
-Dime Lilith, ¿Cómo supo de esto Rizevim?
-… Lo dedujo… que como yo estoy ligada a Ophis, debo poder ir con ella. O mandar cosas con ella. Así es como lo hizo. – Claro… ese demonio no era tonto. Lo que lo hizo ir al siguiente paso. - ¿Está molesto?
-No contigo pequeña. Conmigo. Por no ver lo que era más que claro. Debí ser más precavido. Pero él ya no piensa claro…
-Es malo… Muy malo… No quiero estar cerca de él. No más.
Eso si lo sorprendió. Vio como Lilith estaba expresando más. Estaba mostrando sus emociones más… como si… ¿Acaso que haya sido para lastimar al Sekiryuutei, hizo ese cambio? Si es así, el chico tiene un don nato para acercarse a la gente. Era curioso de ver, pero muy interesante a la vez. Asintió a las palabras de la niña, para pensar…
Tiene todo lo que necesita. No hay más que hacer… no hay más que dudar. Solo era esperar el momento para hacerlo. Weil no era tonto. Había estudiado a esa bestia por meses, sabía de lo que era capaz… de sus habilidades. Pero si quiere que esto sirva. Necesita del poder de ese chico… de los 8. Y el Sekiryuutei tiene trozos de los otros 7 en él. Si logra liberar esa forma, puede lograrlo… puede usar el residuo y…
Si, su plan es perfecto. Es más, necesita que… todo funcione. Que todo… caiga en su lugar. Si el Emperador Belial está aquí, es porque… tiene su modo de ver las cosas. Sus actos son personales, no se va a meter. Eso si, ayudó en algo que no esperó… que…
-Lilith, llama a esos dos. – La niña se mostró confundida. ¿De que estaba hablando?
Apophis estaba viendo a los Grimms y Dragones creados para el ejercito. Para la batalla que se acercaba. Es más, estaba más que seguro que aun con esto, las cosas no bastan.
-Oye, ¿Qué tanto miras? - Aži Dahāka apareció al lado de él, con su sonrisa igual de molesta. – Oye, no te pongas de ese modo… Son solo marionetas para nosotros.
-Lo sé… pero no quiero que nos centremos en estas cosas. Nosotros bastamos…
-Si… Pero contra un ejercito, sabes que no podemos. – Y tenía razón. Aži Dahāka tenia razón en eso. – Vamos, el buen doc es listo. Sabrá que hacer para que el plan sirva. Es más, he oído que nos llama… bueno, Lilith lo hace, pero tú me entiendes.
Apophis rodó los ojos. Sabía que era así. En fin, se dio media vuelta para seguir a su amigo, quien estaba diciendo varias cosas que en verdad no prestaba atención. En medio del camino, pensó en varias cosas. Pensó en lo que estaban por hacer y también, en lo que habían hecho.
La batalla con ese humano, era lo que más lo había marcado. Pelear con alguien de ese calibre… con ese honor, era lo que deseaba para… su gran batalla. Y esperaba que el Sekiryuutei este a la altura de su maestro. Si, estaba seguro que lo estaría. Había oído sus proezas y demás.
Aži Dahāka notó como su amigo estaba, pensativo como siempre. Si… de seguro pensando en lo que desea al final. Sonrió al saber que… así son ellos. Que esto… es por lo que viven. Puede sonar tonto, pero las metas que tienen, son algo que otros no pueden entender. Que ellos no desean acabar muertos a manos de divinidades ni nada de eso, sino a manos de…
Se detuvieron al ver que Weil estaba esperando por ellos en el pasillo al laboratorio.
-¿Para que nos llamó buen doc? - Aži Dahāka tenía un respeto por el humano, uno que no era común en los Evil Dragons. Pero a su vez, era uno que demostraba lo mucho que el hombre había hecho por ellos estos meses.
-Se puede decir, que debo informar un cambio de planes… no muy grato.
Ambos dragones se vieron las caras, para oír lo que Rizevim hizo… eso bastó para que ambos sientan su sangre arder ante tal… deshonestidad. Tal bajeza.. Tal… vileza. Aži Dahāka soltó una maldición y Apophis…
-Niðhöggr se puede dar por muerto. – Se era bien sabido que esos actos iban contra lo que el dragón creía. - ¿Cómo pudo…?
-Tengo entendido que solo Ophis salió mal. Pero eso no es lo que me molesta. Sino que Rizevim hizo algo indebido.
-Bah… ese viejo esta cada día más loco. - Aži Dahāka hizo el gesto con su dedo en la cabeza, demostrando la demencia del sujeto. - ¿Qué haremos? Con esto, no podemos movernos como estaba en el plan.
-Simple… adelantamos un paso. Y eliminamos a la basura. – Ambos dragones sonrieron al oír ello. - Aži Dahāka, ¿Puedes mandar un mensaje al Hakuryuukou?
-Claro que puedo. Tengo marcado al poseedor de Albion desde que pelee con él.
-Eso sonó tan raro… - Apophis esquivó el golpe de su amigo, sabiendo que jugaba. - ¿Para que desea eso?
-Simple… quiero que digas el lugar donde está la base. – ambos lo vieron con rareza. – Ellos dirán a los demás y…
-Atacaran. Lo que forzara una gran batalla. Brillante. – Apophis sonrió complacido por el plan.
-Lo sé. ¿Qué dices Aži Dahāka?
-Puedo hacerlo. Dame algo de tiempo… puedo mandar a un tonto que tenga, por casualidad, la información. – El dragón frotó sus manos, ya haciéndose ideas. – Pero… ¿Y luego?
-Ya lo sabrán. Solo les adelanto, que el plan… esta en marcha.
Aži Dahāka asintió, dándose vuelta para iniciar su trabajo, mientras que Apophis…
-Hazme un favor Apophis… vigila a la prisionera y su hija.
-… ¿La hermana de Rean Schawzer? – El humano asintió. – Ok. Lo haré… solo por el respeto que le tengo al hombre.
-Si es posible… dile lo que pasó. No espero que te entienda, pero debe saber la verdad de la pelea…
-No es que piense que me entienda. Soy un Evil Dragon.
Weil vio al dragón caminar en dirección a… donde estaba ella. Soltó un suspiro, sabiendo que pronto… pronto, todo valdrá la pena.
Elise estaba sentada con su hija, quien estaba llorando del miedo. Y no la culpa. Todo esto, le daría miedo a cualquiera, hasta ella. Estaba molesta, tanto… que no vio u oyó el momento que se abrió la puerta.
Alzó la vista, viendo al hombre… de cabello negro. Sus ojos le daban cosas. Pero sentía el poder en estos… tanto que… sintió miedo. Abrazó a su hija para protegerla.
-Eres la hermana de ese hombre.
Elise no entendió. Lo vio acercarse a ella y la niña… miró a Fleur, notando sus lágrimas… alzó la mano y acarició la cabeza de esta. Como tratando de calmarla. Elise notó algo en los ojos de este hombre… calma, pero fiereza… ¿Quién era?
-Nunca me gustó oír los llantos de los niños. Puede que creyeran que era así, pero ya eran exageraciones. – el hombre sonrió. – No te haré nada niña. Estoy aquí para evitar que alguien venga a hacerlo. – Miró a Elise, quien… - Muchos de aquí, odian al Sekiryuutei. Esos animales de White Fang no dudarían en atacarte.
-… ¿Quién eres…? – Elise hizo la pregunta al hombre, quien sonrió.
-Tengo varios nombres… Eclipse Dragon, Primal Eclipse Dragon, Némesis de Ra, Archienemigo de los Egipcios o Dios del sol… Pero todos me llaman Apophis.
A esas palabras, Elise se quedó en shock… aquí estaba, frente a ella… el que…. Mató a su hermano. Quiso decir algo, gritarle… atacarlo. Lo que sea… pero no pudo. Ya que sabía que no era rival para ese ser. Es más, no puede arriesgarse a…
-Veo que eres una mujer lista. Que puede tener sus emociones en orden.
-… No sabes cuanto siento contra ti.
-Me lo imagino. Pero al menos, no soy un cobarde que ataca por las espaldas o usa rehenes para pelear con alguien más poderoso. – Elise lo vio con duda. – Fueron usadas de rehenes para que Ophis no pueda hacer nada. Eso es lo que sé. Y tranquila… - alzó la mano, como pidiendo que no se exalte. – Ophis es fuerte. No morirá por esto. Eso sí… quisiera que no hagas nada que complique tu situación.
-¿Mi situación…?
Apophis miró a la mujer. Notando que era… fuerte. Firme. A pesar de su miedo. Puede ver algo de ese hombre en ella…
-Si. Rizevim te va a usar para algo. No lo sé. El Doctor… tiene algo en mente. Eres vital… el Sekiryuutei debe de despertar un nuevo poder. Y ustedes son la llave. – Apophis miró a la niña, quien… - ¿Que?
-¿Eres un dragón como mi primo? – pudo ver algo de curiosidad, así como emoción en esos ojos. - ¿Puedes mostrarme?
-… SI deseas que el lugar se caiga abajo, puedo…
-No es necesario. – Elise alzó la mano. - … El doctor, confía en ti…
-Si. Somos de los que saben de su gran plan.
-¿Y lo apoyas…?
-Soy un Evil Dragon. No hay gran ciencia. – Apophis sonrió. – Pero si, en algo. Si con ello, puedo lograr mi meta.
-¿Qué es…?
-… Solo la diré. Cuando la haya cumplido. – Apophis soltó un suspiro. – He esperado por esto años. El morir y regresar, puede ser cansado.
Si… El ciclo eterno entre este dragón y Ra. Se notaba que estaba cansado de eso. De esa larga rutina. Elise no supo porque, pero sentía que no era capaz de odiar a este sujeto. A pesar de que es responsable de la muerte de su hermano… no podía. Había… honor en sus acciones.
-… Dime una cosa… ¿Murió con honor…? – Elise no supo porque preguntó. Pero el ver la sonrisa de Apophis, que mostraba solo respeto…
-Lo hizo… mejor que nadie. Y espero que el Sekiryuutei sea capaz de seguir ese legado, cuando lo enfrente.
-Mi primo es fuerte. Él ganará. – Fleur hizo un puchero, uno que mostraba que… no le temía. – Ya verás.
-Si… eso espero niña. Eso espero…
Elise no supo que hacer… ¿Cómo puede ser que no lo odie? No tiene sentido. Pero al parecer, los dragones son así. Los de verdad… no importa que sientas miedo, ira y odio contra ellos… al final, siempre hay respeto a sus seres. Un dragón de verdad es así.
Los miembros de [DxD] se reunieron en la sala VIP en el último piso de la casa Hyoudou. Todos ya estaban viendo a los múltiples monitores que estaban dentro de la sala VIP, comprobando una determinada grabación de video. Fue la grabación en video de lo que sucedió en ese espacio.
Debido a que era el preciado huevo que el ex Rey Dragón Tannin les confió, siempre era monitoreado en preparación para cualquier circunstancia imprevista. También era de una raza rara, por lo que también existía el deseo de registrar el momento en que nacía. Esa fue la razón por la que se instalaron cámaras de vigilancia en el espacio subterráneo. El metraje que había sido grabado por estas numerosas cámaras estaba siendo observado por todos los presentes.
Lo que mostraba la grabación era un Dragón Maligno que había aparecido repentinamente en el espacio subterráneo con Ophis, quien luego lo enfrentó. Pero ese ser no estaba solo, estaba acompañado de alguien quien conocen muy bien. Era Cinder Fall, la actual Fall Maiden… Se notaba que la mujer estaba disfrutando lo que estaba por suceder…
Ya que después de eso... Ophis fue sometida a una violencia brutal inimaginable. …Fue una escena de extrema crueldad. La gente no pudo evitar apartar la mirada ante lo que estaban viendo, las más sensibles, sobre todo.
Las acciones tiránicas del Dragón Maligno fueron excesivamente brutales. …Con escamas negras y un vientre de color caqui, era un Dragón Maligno delgado parecido a una serpiente. Según la imagen del video, tenía un cuerpo grande de unos veinte metros de largo. Aunque tenía una apariencia de serpiente, tenía cuatro extremidades y también cuatro alas. No estaba claro si el fluido que salía misteriosamente de su boca gigante era saliva o veneno. Junto con su sonrisa petrificante, era un espectáculo horriblemente feo.
Más de un pensó en que lo vio, pero eran los que lo había visto en el pasado, mientras ocurrió lo de la Iglesia, que estaban horrorizados. Pero fue Rossweisse quien…
-[Abyss Rage Dragon] Níðhöggr es un dragón malvado legendario que ha estado viviendo en el norte de Europa. Incluso después de ser castigado, es un Dragón Maligno muy problemático que eventualmente revive. Debido a que su venganza es tan profunda, incluso cuando llegue el Ragnarök, en el fin del mundo, sobrevivirá y permanecerá. …Según los registros, la última vez que fue derrotado fue hace varios cientos de años. Se desconoce si resucitó por sí solo o a través del Santo Grial.
Con que era eso… La leyenda era conocida para los que eran más cultos o leído sobre el tema. En la helada región de Niflheim en el mundo nórdico, ahí era donde vivía Níðhöggr. Era un dragón lleno de codicia. Como a menudo sentía hambre, se tragaba todo lo que veía. Que Níðhöggr atacó continuamente a Ophis violentamente mientras ella no mostraba resistencia. Usó sus patas delanteras para patear a Ophis varias veces, pisotear a Ophis varias veces e incluso usó su boca gigantesca para morder a Ophis.
Y la pregunta real era, ¿Por qué Ophis no se defendía? Y la respuesta era más que simple, ya que en la pata izquierda de Níðhöggr, estaban Elise y Fleur, ambas inconscientes. No solo ello, Cinder parecía decirle algo a Ophis, como recordándole lo que estaba en riesgo en verdad. Y ella parecía disfrutarlo…
-Ese bastardo… - Azazel sonaba furioso… asqueado. - Secuestró a las dos de antemano, y luego fue a donde estaba Ophis. Aunque no sabemos lo que dijo, ciertamente trató a las dos como rehenes… y Cinder se lo hacía ver cada vez que Ophis se ponía de pie…
De hecho, mirando esa grabación de video, cuando el Dragón Maligno apareció repentinamente en el espacio subterráneo y se enfrentó a Ophis, le había dicho algo, además de que Cinder le dio como una explicación mientras caminaba alrededor de ella… como diciendo que… ahí estaba todo lo que necesita. Que un paso en falso, y ellas estaban muertas… esa era la verdad. Ophis no pudo hacer nada, bajó la guardia y cerró los ojos, sabiendo lo que se le venía… Se rindió a la violencia despiadada del Dragón Maligno.
-Estaba viendo el huevo también… ¡Malditos! – Sunset soltó una maldición, tratando de calmarse, pero no era posible con lo que estaba viendo.
En el video, Níðhöggr finta ataques contra el huevo varias veces, y Ophis se paraba frente al huevo para protegerlo. En ese momento, ese Dragón Maligno atacaría feroz y repetidamente a Ophis. No solo ello, cuando parecía que la dejaba en paz, era Cinder quien lanzaba llamas hacia el huevo… y Ophis repitió la acción, solo que Cinder fue más… despiadada. Como si aprovechando que Ophis era incapaz de pelear, la pisoteó, la golpeó… Claro, para una mujer como ella, que solo desea poder, el ser capaz de hacerle eso al Dragon God, era algo único. De seguro sintió el poder de la situación… y eso era enfermizo.
El ver ello, solo hizo que muchos lloren de la rabia… Ver a Ophis tan determinada, solo hacía ver lo mucho que ella… Esas dos personas, eran familia… Elise era la hermana de Rean, quien fue amigo de Ophis. Y sabiendo eso, ella haría lo que sea para protegerlas. No solo ello, también eran familia de Ise. ¿Cómo no habría hecho esto? De seguro… no quería darle más dolor a su amigo. Prefirió sufrirlo ella… Además, se hallaba su interés en el huevo [Dragón Espectro] que ella cuidaba y al que se había apegado. Sin embargo, todo esto fue usado en su contra en este preciso momento. El ver como era golpeada y humillada por esos dos seres, solo daba a ver lo mucho que ella se había apegado al resto. Incluso para Ophis, a pesar de que alguna vez poseyó un poder inmenso, actualmente estaba limitada; sin la fuerza para resistir esos ataques, era inevitable que fuera derrotada como cualquier ser mortal.
-Pero, ¿cómo se infiltró el Dragón Maligno en ese lugar? – Griselda hizo la pregunta de modo claro, pero se sentía su frustración ante las imágenes.
Instaladas alrededor de toda la ciudad de Kuoh había barreras poderosas. Ese espacio subterráneo estaba dentro de esas barreras, por lo que no sería muy fácil simplemente irrumpir en él. …Dicho esto, en el pasado, ha habido casos de barreras que se rompieron a la fuerza, o personas hostiles que esperaron en el exterior de la barrera. Aun así, de haber sido de ese modo, debieron de haberse dado cuenta. Alguien debió de verlo… de sentirlo.
Es decir, ¿Qué es lo que hicieron? ¿Cómo es que llegaron a este lugar? Elise y Fleur estaban en la zona más protegida de todo Kuoh, que era esta casa. No solo ello, estaban siendo vigilados las 24 horas. Azazel soltó un suspiro…
-… Lilith. Podría estar usando algún tipo de vínculo o conexión entre ella y Ophis, ya que ella es un engendro de Ophis. De todos modos, ese lado tiene el engendro de Ophis... cuando llegue el momento, la incitarán a hacer lo que necesiten. En este momento, estamos analizando cómo rompieron la barrera ... de verdad, aunque no debería decir esto como diseñador, ¡realmente es una barrera tan inútil!
-¡Debieron de obligarla! ¡Lilith no es mala! – Blake alzó la voz, mostrando que no cree que Lilith hizo esto por cuenta propia.
Y no era algo difícil de creer tras lo que se vio en el Cielo, ya que Lilith parecía estar incomoda con Rizevim. Azazel parecía creer ello también, porque no estaba culpando al pequeño ser, pero de todos modos, la situación era tal que se estaba agarrando el cabello. Y era entendible… esas dos eran familia del hombre que fue su mejor amigo.
-En medio de eso, sintieron la presencia de Crom Cruach que se había transportado allí, e inmediatamente huyeron. Quizás Crom Cruach teniendo contacto con Ophis, y Crom Cruach apareciendo, fueron ambas cosas que no había esperado.
Y era como lo estaba diciendo. En la grabación de video, después de que Crom Cruach apareció allí, la situación cambió de inmediato. Níðhöggr y Cinder se asombraron en el instante en que vieron a Crom Cruach. Al ver sus expresiones de pánico, parecía que no esperaban que Crom Cruach apareciera allí en absoluto. Podían ser muy fuertes, peor eran conscientes del enorme poder del dragón. Ya que se notaba que, Crom Cruach había notado el cambio en Ophis, pero cuando miró hacia ellos, ambos ya estaban yéndose en un círculo de transporte.
La última escena de la grabación mostraba a Crom Cruach acercándose a Ophis y Dulio apareciendo. Posteriormente, Dulio llevó a la herida Ophis a esta habitación en la casa Hyoudou. Y es justo como pasó… algo que la red de inteligencia de Ajuka ya sabía, pero en verdad… ¿Cómo es que llegaron a esto?
Habían varias reacciones en el área, desde los que estaban tristes por lo visto, los que estaban incapaces de entender la gravedad de la situación. Y los que estaban molestos… furiosos. En este grupo, estaban Ruby, Yang, Sunset y Blake. Las dos hermanas, porque quienes se vieron afectadas, eran familia, la familia de Rean a quienes ellas querían. Sunset y Blake por Ophis, por lo que le hicieron… como la trataron como un simple muñeco que pueden destrozar solo por placer.
Pero ninguna de ellas, se iguala a Ise, quien estaba silenciosamente rebosante de un aura roja. Continuamente estaba liberando una presión que era diferente a la de siempre. La increíble fuerza de la presión hizo que todos tuvieran miedo de pronunciar una sola palabra; solo podían mirar mientras tragaban saliva. Porque podían notar en esos ojos rojos, que el Sekiryuutei estaba lleno de ira. Deseando liberarla de alguna manera.
Elise era una mujer que había llegado sin previo aviso, pero supo ganarse no solo el cariño de todos, sino que ayudó a Ise a poder ir aceptando la muerte de Rean. Fleur, había logrado que pueda sonreír como antes, porque la niña sabía ganarse a las personas, como lo hizo con todos. No solo ello… ellas eran lo único que en cierta manera, era un recordatorio de Rean para él.
No porque Venelana, Celestia, Luna, Fie, Emma y los otros no lo fueran, además de los niños… Sino porque, Elise era alguien quien conocía a Rean de toda la vida, alguien quien pudo darle a Ise ese algo que siempre quiso, pero no pudo por varios factores. Saber de la vida de su maestro antes que lo conociera… su vida como alguien normal. Y ellos al saber más, pudieron entender que tras ese hombre, fuerte, sabio y valiente, hubo un adolescente como ellos en el pasado. Aprendieron que se equivocó como nadie, por eso era tan sabio. Porque había vivido lo que ellos… las dudas, los miedos, todo… Pero no tuvo la suerte de ellos, de la facilidad de personas en el poder que apoyaran esos cambios… Y aprendió lo que ellos, en años y de una manera difícil.
Pero lo que más enfurecía a Ise, es que su hogar… su casa, había sido atacada de nuevo. Como en el pasado hace años. El recuerdo de lo que cambió su vida, se hizo tan vivido, que parecía que estaba ahí de nuevo. Sus padres muertos, su casa destrozada… Y ahora eran Elise y Fleur.
Habían tocado algo sagrado para él… Qlippoth, no ... Rizevim Livan Lucifer había pisoteado lo que él consideraba intocable. Su casa… su hogar. Su familia. Había desencadenado la ira de un dragón. La de un Dragón Celestial, que a su vez era The Terror of Death… Un ser que estaba fuera de lo común. Un ser que en sí, es una masa de ira que la toma para destrozar lo que se gana su ira eterna. Una ira que puede destruir el mundo… que puede hacer sangrar hasta los Dioses. Una que… era tal, que ¿Sería correcto dejarla libre?
-… Con que eso es lo que decía… lo que pensaba… Himmel… Creo que tendré que ir contra lo que el Dios Bíblico te pidió…
-… No debes de pedirme permiso Ise. Solo haz lo que quieras. – Hasta el Rey Supremo estaba furioso… ¿Por qué dejo a esa basura viva? Los problemas que se pudo ahorrar con ese demonio hecho polvo. Al diablo lo demás…
De repente, Ise tornó su mirada hacia Crom Cruach.
-Crom Cruach, ¿por qué no llegaste antes? – el tono en que lo dijo, solo demostraba que trataba de no explotar.
-Solo fui a ese lugar por el simple hecho de observar a Ophis. – y fue esa respuesta sucinta, pero a la vez tan desinteresada, que colmó lo último de su paciencia.
Todos vieron como el Sekiryuutei tomó al dragón del saco y lo miró de tal manera, que el Evil Dragon sintió algo diferente en el chico. Como una bestia que estaba tratando de liberarse de las cadenas del autocontrol que Ise estaba teniendo, pero que estaba perdiendo en esos segundos.
-Tú, ¿no estabas siempre pendiente de Ophis? ¿¡No querías saber qué era un dragón de Ophis!? Bueno, ¡por qué, por qué sucedió tal cosa...! ¿¡Por qué diablos dejaste que esto pase si dijiste que la estabas vigilando!?
El gritó final fue más casi un rugido, uno que sacudió la medula de varios…. Porque era ese grito… el mismo del modo Ruina. Rias caminó rápido para separarlos, notando que Crom estaba en silencio… como aceptando que…
-Por favor, detente, Ise. Incluso si intentas recriminarle por eso ahora, no cambiará nada.
-¡Lo sé! – Rias se asustó al ver los ojos de su novio, el hombre que amaba. Habían perdido la forma humana y eran los de un reptil, unos que trataban de hallar una presa, lo que sea… para saciar su ira. - ¡Sé que no es culpa de nadie! ¡Aun así…! ¡Aún así…! – El Sekiryuutei quería destrozar algo. Lo que sea… - Elise… Fleur… ¡Son lo último que nos dejó mi maestro! ¡La familia que nunca supe que tenía! Y ese bastardo de Rizevim… ¡Lo mataré! ¡LO MATARÉ!
Kiba, quien estaba al lado de Rarity, veía todo con un gran dolor. Notaba lo mismo en los ojos de su novia. Ella apreciaba a Ise como su hermano menor. Y él, miraba a Ise como su amigo, su mejor amigo, su hermano en todo menos sangre. Habían pasado tanto juntos, que… el verlo así, estarse dejando llevar por su ira, solo hará que tome el camino que no debe. El de la venganza, el de la Ruina. Ese donde cayó una vez… y no puede permitir eso. Por lo que caminó hacia él y ante sorpresa de todos, le dio un golpe en la cara, uno que hizo que el Sekiryuutei retroceda…
Este alzó la vista, a pesar de la sangre que salía del labio… Notó como Kiba lo golpeó y antes de poder decirle algo, este habló.
-Cálmate Ise-kun…
-¿Qué me calme…? ¡Ese sujeto…!
-Eso es exactamente por lo que necesitas estar tranquilo. Obviamente, esta es la trampa del enemigo. No solo a los rehenes, sino también a Ophis, es para hacerte perder la calma. Si sigues así, solo permitirás que el enemigo tenga éxito. – Ise apretó los puños… Pero en ello, Kiba lo tomó de la casaca y lo miró con fiereza. – Piensa… ¿Es esto lo que Rean-san ten enseño? ¿Dejar que la ira te domine? No, dijo que tú seas quien la dirija. Que la concentres para llevarla contra los que la merecen. ¿No es eso lo que él siempre te dijo? – Ise bajó la mirada. – No puedo reemplazarte. Soy el Knight de Rias Gremory. Pero tú eres el Sekiryuutei Supremo. El líder de DxD, nuestro líder. ¿No eso es lo que me dijiste? Que sea un Knight hasta el final y tú ser lo que debes ser.
Al oír eso, Ise dio una sonrisa algo complicada…
-Usando mis palabras contra mí.
-Recuerda lo que has entrenado Ise-kun. Por algo, eres el actual maestro de las 8 Hojas. Es momento de que captes eso también. Que eres alguien quien siempre supera todo no solo con poder, sino con determinación… con la mente fría.
Y eso era cierto… todos lo sabían. Hyoudou Issei siempre se enfrenta a sus oponentes de frente, y siempre persigue las debilidades de su oponente con el ataque y la defensa definitivos.
Kiba soltó al Sekiryuutei, quien estaba razonando lo que le dijo… que… Sacudió la cabeza, el rugido sigue ahí. Pero no es momento de dejarlo salir, no aun. Era Rizevim quien merece ser destruido. Quien merece ser el receptor de esta ira. No ellos.
-Es más… no eres el único triste.
Ise vio como Ruby se le acercó. La chica estaba furiosa, pero se notaba que estaba tratando de no llorar.
-… Ellas también son familia Ise… Elise conocía a mi mamá. Ella…. Sé que perdimos a Rean. Pero no por eso… - Ver a la chica llorar, hizo que algo del rojo de los ojos de Ise, se vaya…
-Sabemos que sientes guapo. – Yang se puso a su lado y le dio una palmada en el hombro. – Pero no olvides que solo tú eres el afectado. Todos lo somos. Uno más que otro. Es más, si tú pierdes la cabeza, ¿Qué diría Rean?
Ise miró a los demás… notaba que todos estaban preocupados. No había nadie quien… no trate de comprender lo que pasa. Si… es cierto. No estaba solo para pasar por esto. No es el único afectado.
-Lo siento… perdí el control. – Acarició la cabeza de Ruby y le sonrió a Yang. Ambas sonrieron, sabiendo que era cierto. – Gracias Kiba… Pero debo admitir que pegas duro animal.
-Je. Creo que no debes quejarte, era lo mejor para sacarte de ese estado de frenesí. No queremos que acabes como Himmel.
… Si. Como Himmel. Quien se dejó llevar por la venganza y…
-Tienes buenos amigos. Y uno que puede hacerte ver las cosas como son, para no cometer una tontería, lo vale.
Era verdad… Ise siempre considero a Kiba un gran amigo. Pero ahora puede entender que, eran familia… eran amigos, compañeros de armas y hermanos en todo menos sangre. Lo sabe ahora. Y lo aprecia.
-¿Qué podemos hacer ahora? – Twilight miró a Azazel. Ella estaba feliz de ver a su novio más calmado, pero… - No podemos permitir que esto quede así.
Y cuando Azazel estaba por decir algo, la puerta fue tocada. Al abrirla, se vieron con la sorpresa de…
-¡Hola~! – Era Rin. Estaba en el lomo de Fefnir, con Teepo sobre su cabeza.
-¡Rin-chan! – Pinkie corrió hacia la niña, quien dio una amplia sonrisa. - ¿¡Que haces aquí!?
-Vinimos para darles información importante. – Teepo habló, para luego flotar al lado de la niña. - Hemos confirmado aproximadamente la ubicación del escondite de esos tipos, Tartaga.
-¿¡Como!? – la pregunta general solo hizo que el muñeco se muestre algo apenado.
-Tuvimos suerte. Nos mandaron para decirles. Además de que Rin se pueda quedar con ustedes, si no es mucho pedir.
Azazel soltó una risa, una que demostraba que estaba listo para la acción. Para hacer que ese sujeto pague lo que hizo.
-¡Muy bien, es hora de tomar acciones nosotros!
Y era así. Era el momento de pensar en una estrategia para ir contra esos sujetos. Acabar con Rizevim y salvar a Elise y Fleur.
Por su lado, Vali no estaba seguro de que todo esto sea una coincidencia.
Habían mandado a Rin a la casa Hyoudo, una vez supieron de la información. Un estimado del lugar donde yace la base de esos sujetos, que si no recuerda mal, es una isla que formó parte de Creta, pero de alguna manera, la volvieron una base flotante. Vaya que ha sido difícil. De todos modos, le parece algo raro… estaban investigando algo y de la nada, aparece un enemigo que sabía el estimado de la ubicación.
Y si bien era algo de suerte, también era muy… conveniente. Bikou no lo veía así, pero ese mono confiaría hasta de una banana bajo una red trampa. Esdeath y Arthur eran más listos, más precavidos, gracias al cielo. Eso si, no quita que…
-Debe ser parte del plan del Doctor.
Corbenik le habló. Era raro pensar en que aparte de Albion, ahora tiene alguien más que hablar. Pero no lo ve como algo malo. Lo ve… interesante.
-¿De que hablas?
-De que es posible que esto sea parte del plan del Doctor Weil. – Corbenik sonaba seguro de su teoría. – Puede que no lo vean factible, pero no crean que él no está de acuerdo con tu abuelo, mi otro yo.
{Eso es algo que me cuesta creer. Rizevim se habría dado cuenta de que algo está pasando bajo sus narices}
-En un estado normal… Si. – Albion no entendió de que hablaba. – Rizevim está muy enfocado en su venganza contra el Rey Supremo, contra su legado, contra su reencarnación, que tras lo que pasó en el Cielo, en el que oí que lo vi de nuevo, que ha estado muy volátil. Tanto, que siento que hizo algo que el Doctor no veía conveniente.
-Hablas de ese sujeto con… interés, Corbenik.
-Podría decirse… que el Doctor juega un rol… uno muy bueno. El tipo esta siguiendo ese rol que busca. El del villano, al mismo tiempo que busca su propia meta, que no sé cual es, lamentablemente.
{Minuto. Dices que el tipo no es malo…}
-Bien y maldad, son algo que los mortales definen de cierta manera, que es… difícil saber que tan delgada es la línea que los separa. Yo pienso, que Weil, es un ser que cruza las líneas, cuando quiere. Que sabe que hacer, para no simplemente ponerse a decir, que solo toma un bando y ya. No, sabe los límites de un lado de la moneda y la voltea cada vez que lo ve conveniente.
Vali pensaba que eso era… peligroso. El ir de un lado a otro, el de ser bueno o malo dependiendo de la situación… era un juego peligroso, pero que si lo sabes jugar, puede que sea algo que le dé la ventaja… el de poder ver o hacer cosas que otros no. Le daba escalofríos el pensar que ese sujeto era capaz de eso y más. No solo ello, era listo…
-AL final, ¿Es mi abuelo solo una pieza en su juego?
-… Rizevim planeó muchas cosas, pero Weil era quien sabía aplicarlas. Lo de tu caso y el otro yo de Skeith, es algo que Rizevim hizo por maldad pura. Nada más. Ese hombre no tiene nada que ver, por lo que sé. Pero si soy consciente de lo mal que ha hecho. No… él sabe que ha hecho mal. Pero siento que él cree que es necesario para un bien mayor.
{Mayor… ¿La destrucción del mundo? No le veo lo de bien a eso…}
-Dudo que sea eso Albion. Hay algo que pude ver, mientras estaba con Crow… Weil ha estudiado bien todo lo relacionado a Trixeha. Todo. Y eso es lo que me pone a pensar, que tiene algo en mente para la bestia. Más que Rizevim, que solo desea usarla para irse de este mundo sin importar si lo destruye.
¿Usar a Trixeha para algo más? Era una locura. Vali sabía que un ser así, no era posible de usar. Era la masa viva de Destrucción. Un ser que desea solo destruir. Pero era poderoso… Eso sí. ¿Qué tanto? Lo suficiente, como para ir a la par de Great Red, quien puede cruzar las barreras de las dimensiones.
Aun así, su meta en estos momentos era clara. El de acabar con Rizevim de una vez por todas. Si es cierto lo que han oído, el tipo ha caído bajo. El de secuestrar a esas dos… Hará que pague por ello y más… que pague con su vida, todo el mal que ha hecho.
Por ahora, solo queda esperar…
