Capítulo 7: Ser o no ser, mejor dicho, ¿Quién soy?, Segunda Parte
Y es que Severus nunca había sentido lo mismo que con Hermione, la amaba, y se sorprendía de que ese sentimiento le hubiera cautivado en la madurez, pero no por eso iba a dejarlo escapar, desde luego.
Al principio ambos se mostraron algo tímidos y reacios a continuar lo que había empezado de manera apasionada o casual.
Por que al pasar los días no se habían atrevido a acercarse, a coincidir... y las clases suponían verdaderas torturas para sus cuerpos.
Aquella mañana Hermione se encontraba con la mirada perdida en los profundos ojos azules de su profesor, Sirius Black, quien clavaba sus ojos en el suelo, intentando ocultar su sonrojo.
Severus no podía evitar el sentirse tentado de saltar sobre ella y arrebatarle toda la inocencia que rebosaba, pero sabía que debía contenerse.. aunque era tan difícil...
Señorita Granger, no me gusta que se distraiga en mis clases, se quedará castigada después de clase. – Severus se alegró de que la chica no se mostrara disconforme, y se reprochó mentalmente que esa no era la manera de actuar de Black, pero no podía olvidarse completamente de quien era...
La campana sonó anunciando el final de la clase y la hora de la comida, pero Hermione se acercó a la mesa del profesor, esperando su sentencia.
Profesor, yo... no estaba distraída-
No me mientas Hermione, te conozco... – Improviso Severus, ligeramente alterado ante la cercanía de su alumna. – Cumplirás tu castigo esta noche conmigo... en mi despacho, ya pensaré en que consiste el castigo, no te preocupes, no seré muy severo. – Dijo con un tono de voz muy dulce y posando su mano en el hombro de la muchacha, que se tensó ante el contacto, pero asintió lentamente con una gran sonrisa en su rostro y salió de la sala, dejando a un apuesto hombre de ojos azules suspirando por ella.
El día acabó dando paso a una noche tibia con un poco de viento, y a las diez en punto Hermione tomaba fuerzas en frente de la puerta del despacho de Severus, quien había estado ensayando la forma de hablar delante del espejo, hasta su reflejo se había reído de él mientras se peinaba nervioso, pero como le había dicho:
No puedes estar mas atractivo de lo que eres, tienes que reconocer que tu "enemigo" esta muy bien.
Tal vez lo es demasiado. – Se encontraba respondiendo Severus cuando una dulce voz femenina lo interrumpió.
¿Qué es demasiado, Sirius?. – Severus se volvió y una conocida sensación de vértigo lo invadió al ver a la chica en la puerta sonriéndole, vestida con una vaporosa túnica que a su opinión le sentaba de maravilla.
¡Oh!, nada, cosas mías no te preocupes, pasa, pasa. – La invitó el.
De acuerdo, ¿En que va a consistir mi castigo pues?. – Preguntó ligeramente preocupada.
Pues, en aguantarme durante unas horas. – Rió pero al ver que la chica fruncía levemente el entrecejo añadió. – Tengo que ir al bosque prohibido a hacer una ronda nocturna, he pensado que podrías acompañarme, como castigo.
Pues no me parece tan... vale, de acuerdo, si no queda remedio. – Dijo, fingiendo que estaba arrepentida por lo que, supuestamente, había hecho, pero la sonrisa en sus labios la delataba.
Bien, pues vamos ya si no te importa. – Pidió Severus y la dejó pasar por delante de el y cerró la puerta.
Salieron del castillo y se encaminaron hacia el bosque, andaban bastante separados el uno del otro, en un silencio bastante incómodo que ninguno de los dos tenía impresión de querer romper, se notaba claramente que ambos solo deseaban disfrutar de la presencia del otro cerca.
Un sonido parecido al de un grito irrumpió en la noche y Hermione automáticamente se acercó a Severus.
Este como si hubiera sido una señal que estaba esperando le pasó un brazo alrededor de los hombros y la acercó contra él suavemente, para no dañarla, mientras le susurraba.
Tranquila pequeña, ese sonido es el de alguna criatura no peligrosa, aún así creo que es hora de volver ya, ha pasado una hora. – Hermione asintió ligeramente, reprimiendo el estremecimiento que le provocaba estar con Sirius de esa manera.
Dieron media vuelta y emprendieron el camino de vuelta, se encontraban ya cerca del lago cuando se volvió a oír el chillido del animal.
Pero esta vez el sorprendido fue Severus, que se encontraba pensando cual sería la mejor forma de decirle a la chica cuanto la amaba, y al pegar un pequeño bote no miró hacia delante y se golpeó la frente contra un árbol que había a la orilla del lago, el mismo debajo del cual se había dado su primer besos con una chica, hacia ya bastantes años.
Tras el choque Severus cayó al suelo, llevándose consigo a Hermione, y ambos rodaron por la hierba, mientras él se llevaba las manos a la cabeza, intentando esconder su sonrojo al escuchar a la chica reírse descontroladamente de él en el suelo.
A mi no me hace gracia. – Dijo apoyándose sobre un codo en la fresca superficie y desabotonándose la camisa, manchándola de sangre cuando se cubrió con ella la cabeza.
Vaya, parece mas bueno de lo que parecía. – Murmuró Hermione acercándose a Sirius y ayudándole a contener la hemorragia, aunque sus palabras no se referían precisamente al golpe.
Si. – Dijo Severus sin notar el sarcasmo en la voz de su acompañante. – No es la primera vez que me pasa. – Dijo, aprovechando para dejar mal parado a su querido Black ya que podía.
¿No me digas?. – Se extrañó la chica quedando aún mas cerca de él, que tenía el torso completamente al descubierto, dejando ver el cuerpo que ya había admirado en otra ocasión, pero que cuantas mas veces viera mejor.
Hermione... – Dijo Severus al verla tan cerca de él, sus labios ya casi se rozaban y sus alientos se fusionaban con el aire en uno solo.
Sirius, yo... cantamé algo, por favor. – Pidió mientras juntaban sus cuerpos, cerrando los ojos a la vez.
Voy a pensar en ti, únicamente en ti.
Guardarte en la caja fuerte de mi memoria...
Su voz desprendía leves susurros que se perdían en el abismo de sus bocas, que tras encontrarse ligeramente se separaron unos centimetros.
Voy a pensar en ti, básicamente en ti.
Es todo lo que necesito para sobrevivir...
Y con un renovado impulso por fin sus labios se juntaron, en un tímido beso, pero sus salivas reclamaban vía libre a la boca vecina, por lo que los movimientos se tormaron mas lentos y apasionados, profundos, deseados.
Las lenguas se abrieron paso, despertando en sus cuerpos renovadas sensaciones, y sus pieles al buscar mayor cercanía si eso era posible se hicieron una sola.
Las caricias surgieron casi incoscientes de sus manos, sus piernas se entrelazaron y, así tumbados en el suelo su primer encuentro verdadero furtificó su amor..
Todo iba bien, y la ropa comenzaba a estorbar, las manos dejaron de proporcionarse placer mutuamente y comenzaron a despojar los estorbos propios y del otro, pronto solo sus pieles eran testigos de la pasión y el pudor no hizo mella entre todo el amor que se respiraba.
Los gemidos, cosquillas y suspiros inundaron el aire, y el placer estaba llegando a un extremo que veían llegado el momento donde todo cambiaría, todo dejaría de ser un juego.
Sirius notando la ligera tensión se separó un poco de Hermione y le susurró levemente al oído.
¿Tu... quieres?. – Le preguntó él, serio.
Sirius yo... estoy preparada, ya es hora y me alegro de poder sentirme mujer con el hombre que amo, y en el que confío plenamente.
Severus sonrió, limpiando las lágrimas de los ojos de la chica y le susurró al oído.
Tranquila, puedes estar segura de que jamás te dejaré, si tu así no lo deseas. – Y giró lentamente para adquirir una posición cómoda, pero tal vez el ensimismamiento del momentos les hizo olvidar cerca de donde estaba y un giro un poco brusco provocó que....
¡PLAF!
Sus cuerpos habían rodado hasta el borde de la orilla en un lugar ligeramente profundo y cayeron al lago, el cual tenía el agua de una temperatura ligeramente baja...
Su itención era la de salir de el lago helado en segundos, pero un vistazo a la orilla les bastó para decidir quedarse allí, no estaban solos...
Vaya, lo siento, no esperaba encontrarles... aquí, y así, claro. – Sonreía Albus Dumbledore desde la orilla, sujetando sus ropas, llevaba una túnica tan roja como las mejillas de los dos nombrados, que se habían quedado estáticos, temblando.
Bueno, yo me marcho pero les aconsejo que vayan a la enfermería y dejen para mañana lo que Dios sabe que estaban haciendo. - Y se marchó dejándolos allá...
Fin del flash Back
Severus todavía se sonrojaba al acordase de ese hecho, y del resfriado que ni la Señora Ponfrey había podido curarle, pero Dumbledore tenía razón, al día siguiente habían acabado lo comenzado, con resultados muy gratificantes...
Vió que se acercaba la hora y un gesto de Black se lo confirmó, suspiró, había llegado ya el momento de dejarla, y tenía que comenzar a pensar que hacer, no pensaba dejar a Black con su Hermione, la muchacha que ahora estaba en sus brazos.
A un mismo tiempo se levantaron y besaron a sus respectivas parejas, como si fuera la última vez que los fueran a ver... y tal vez fuera cierto.
Salieron por la puerta y se dirigieron a la sala donde habían estado preparando la poción que les devolvería su cuerpo, cuando llegaron cerraron la puerta mediante un hechizo y se quedaron mirando, mientras esperaban que la poción terminase de prepararse, y cuando lo hizo, Severus la cogió con manos temblorosas y se la acerco a ambos.
No estoy seguro de hacer esto. – Dijo Severus, indeciso.
Yo tampoco, pero yo al menos me asegure de que Remus seguirá conmigo, el me ama a mí, es decir a ti, es decir, al cuerpo que llevas ahora, y le dije que te darías cuenta de que lo amabas, y yo solo estaría para darte celos, así que cuando tome la poción podré estar con él, pero Hermione...
Si tu ahora vas con Remus ella acabaría muy dolida, yo creo que la mejor solución sería confundirla con un filtro amoroso extremadamente fuerte, y como ella espero que se haya enamorado de mi persona, y no de tu cuerpo, me aseguré que confesara el que me quería como era, me querrá cuando se termine el efecto, el verdadero peligro será Dumbledore.
Si, pero creo que si lo hemos logrado engañar hasta ahora, lo haremos por siempre, a lo mejor no entiende el cambio de parejas, pero lo denominará cosas de jóvenes. – Dijo Sirius.
Si, bueno, ya es la hora. – Interrumpió Severus, algo incómodo, su relación con Black era distante, como siempre, pero todo iba a cambiar..
Esto Snape. – Dijo Sirius, sujetando con fuerza la poción. – Ha sido un verdadero placer poseer tu cuerpo durante un mes, aunque me cueste admitirlo.
Si, lo mismo digo Black, hecharé de menos verme con tus ojos azules, sientan realmente bien. – Reconoció Severus, y ambos se tendieron la mano mientras con la otra sujetaban la copa.
1. – Contó Sirius.
2...- Dijo Severus.
Por cierto, funcionabas bien el lo que hacía falta, 3. – Añadió Sirius, y se llevaron la copa a la boca y tragaron: Tenía un sabor muy desagradable.
Ambos cayeron al suelo y la cabeza les dio vueltas y se desmayaron.
Recuperarían sus cuerpos, pero ya nada volvería a ser como antes...`
Hola a todos!!!
Bueno, pues ya he acabado, por fin actualizo pero es que últimamente no he tenido tiempo, y como a esta historia se le está acabando ya la trama... aunque creo que alcanzaré los 9 capítulos, ¿no creéis?
Los reviews: (aunque las contestaciones quizás no sean tan largas como esperéis).
Annita69 Lupin-Black: Hola guapísima!!! Después de tanto tiempo ya estoy yo aquí actualizando mis patéticas historias. En cuanto a lo que dices, si, la guerra es mejor superarla unidos, y a los hombres yo tampoco los entiendo, mira, a algunos se les va la cabeza y entran en coma sin motivo aparente... ¿De verdad te parece que este fict es comentable? A mi me parece mas bien lo contrario, es tan malo que sobran las palabras, jejeje. Pues la verdad es que Severus como ves no quería tomar su cuerpo nuevamente, y en cierta manera no me extraña por que Sirius está muy bueno, pero es justo y devuelve lo que no es suyo, además Sirius tampoco estaba muy disgustado, ¿No te parece?. Desde luego que sois las mejores escritoras catalanas de fan fiction, y no me cansaré de decirlo (lean sus ficts y juzguen) jejeje, yo con la propaganda. Pues aquí esta, mucho mucho Severus, o Sirius, bueno, quien sea, que vivas tu, vivan tus historias, y a mi tomatazos, que es lo que me merezco, jajajaja. Besos guapísima.
Agus y Moony: Bueno, aquí esta la pareja maravilla, jejeje, no, la verdad es que volví a escribir sobre Harry Potter y no se, estoy contenta con el resultado, aunque no mucho. Besos y gracias.
Moryn: Hola guapísima!!! Pues si, la verdad es que escribiendo esta historia mi ordenador esta que se funde, jejejeje, pues la verdad es que aun no se como solucionar todo el embrollo, pero ya le hecharé imaginación, que eso espero que me salve esta vez, besos.
Amanda Beicker: Hola No, si por mi podrías enviar 700 reviews sin que me cansara de leerlos ¿eh?, yo encantada. Pues si, es que al principio pensé en que estuvieran el mes entero jodiéndose todo el rato, pero como no se me ocurrían mas ideas, pues nada, los lié a unos con otros y ya esta, y prometo sorpresa final jejejeje. Me alegro de que te guste Amor cautivo, es mi favorita (es que soy una obsesa del remus/hermione, y me está empezando a gustar el sirius/harry, asi que prepararos) Que no eres buena escritora? Venga ya, ¿dónde quedó el amor propio? En fin... Muchos besos y no nos olvidemos del ¡Arriba Vicente, y que saque pronto disco, pa´que no se aburra la gente (ole, y ole que parida me he cascao).
Kiara mcgonagall: Jajajajaja, la verdad es que raro si que es, (veo que tu también tienes problemas de relación ordenador/familia así que no te molestaré mucho. Pues ese fict estará dentro de poco espero, ideas había, lo que pasa es que tendremos que juntarnos pronto.
Bueno, hasta dentro de unas dos semanas espero, si no tengo exámenes volveré a actualizar regularmente. Besos!!!.
Y es que Severus nunca había sentido lo mismo que con Hermione, la amaba, y se sorprendía de que ese sentimiento le hubiera cautivado en la madurez, pero no por eso iba a dejarlo escapar, desde luego.
Al principio ambos se mostraron algo tímidos y reacios a continuar lo que había empezado de manera apasionada o casual.
Por que al pasar los días no se habían atrevido a acercarse, a coincidir... y las clases suponían verdaderas torturas para sus cuerpos.
Aquella mañana Hermione se encontraba con la mirada perdida en los profundos ojos azules de su profesor, Sirius Black, quien clavaba sus ojos en el suelo, intentando ocultar su sonrojo.
Severus no podía evitar el sentirse tentado de saltar sobre ella y arrebatarle toda la inocencia que rebosaba, pero sabía que debía contenerse.. aunque era tan difícil...
Señorita Granger, no me gusta que se distraiga en mis clases, se quedará castigada después de clase. – Severus se alegró de que la chica no se mostrara disconforme, y se reprochó mentalmente que esa no era la manera de actuar de Black, pero no podía olvidarse completamente de quien era...
La campana sonó anunciando el final de la clase y la hora de la comida, pero Hermione se acercó a la mesa del profesor, esperando su sentencia.
Profesor, yo... no estaba distraída-
No me mientas Hermione, te conozco... – Improviso Severus, ligeramente alterado ante la cercanía de su alumna. – Cumplirás tu castigo esta noche conmigo... en mi despacho, ya pensaré en que consiste el castigo, no te preocupes, no seré muy severo. – Dijo con un tono de voz muy dulce y posando su mano en el hombro de la muchacha, que se tensó ante el contacto, pero asintió lentamente con una gran sonrisa en su rostro y salió de la sala, dejando a un apuesto hombre de ojos azules suspirando por ella.
El día acabó dando paso a una noche tibia con un poco de viento, y a las diez en punto Hermione tomaba fuerzas en frente de la puerta del despacho de Severus, quien había estado ensayando la forma de hablar delante del espejo, hasta su reflejo se había reído de él mientras se peinaba nervioso, pero como le había dicho:
No puedes estar mas atractivo de lo que eres, tienes que reconocer que tu "enemigo" esta muy bien.
Tal vez lo es demasiado. – Se encontraba respondiendo Severus cuando una dulce voz femenina lo interrumpió.
¿Qué es demasiado, Sirius?. – Severus se volvió y una conocida sensación de vértigo lo invadió al ver a la chica en la puerta sonriéndole, vestida con una vaporosa túnica que a su opinión le sentaba de maravilla.
¡Oh!, nada, cosas mías no te preocupes, pasa, pasa. – La invitó el.
De acuerdo, ¿En que va a consistir mi castigo pues?. – Preguntó ligeramente preocupada.
Pues, en aguantarme durante unas horas. – Rió pero al ver que la chica fruncía levemente el entrecejo añadió. – Tengo que ir al bosque prohibido a hacer una ronda nocturna, he pensado que podrías acompañarme, como castigo.
Pues no me parece tan... vale, de acuerdo, si no queda remedio. – Dijo, fingiendo que estaba arrepentida por lo que, supuestamente, había hecho, pero la sonrisa en sus labios la delataba.
Bien, pues vamos ya si no te importa. – Pidió Severus y la dejó pasar por delante de el y cerró la puerta.
Salieron del castillo y se encaminaron hacia el bosque, andaban bastante separados el uno del otro, en un silencio bastante incómodo que ninguno de los dos tenía impresión de querer romper, se notaba claramente que ambos solo deseaban disfrutar de la presencia del otro cerca.
Un sonido parecido al de un grito irrumpió en la noche y Hermione automáticamente se acercó a Severus.
Este como si hubiera sido una señal que estaba esperando le pasó un brazo alrededor de los hombros y la acercó contra él suavemente, para no dañarla, mientras le susurraba.
Tranquila pequeña, ese sonido es el de alguna criatura no peligrosa, aún así creo que es hora de volver ya, ha pasado una hora. – Hermione asintió ligeramente, reprimiendo el estremecimiento que le provocaba estar con Sirius de esa manera.
Dieron media vuelta y emprendieron el camino de vuelta, se encontraban ya cerca del lago cuando se volvió a oír el chillido del animal.
Pero esta vez el sorprendido fue Severus, que se encontraba pensando cual sería la mejor forma de decirle a la chica cuanto la amaba, y al pegar un pequeño bote no miró hacia delante y se golpeó la frente contra un árbol que había a la orilla del lago, el mismo debajo del cual se había dado su primer besos con una chica, hacia ya bastantes años.
Tras el choque Severus cayó al suelo, llevándose consigo a Hermione, y ambos rodaron por la hierba, mientras él se llevaba las manos a la cabeza, intentando esconder su sonrojo al escuchar a la chica reírse descontroladamente de él en el suelo.
A mi no me hace gracia. – Dijo apoyándose sobre un codo en la fresca superficie y desabotonándose la camisa, manchándola de sangre cuando se cubrió con ella la cabeza.
Vaya, parece mas bueno de lo que parecía. – Murmuró Hermione acercándose a Sirius y ayudándole a contener la hemorragia, aunque sus palabras no se referían precisamente al golpe.
Si. – Dijo Severus sin notar el sarcasmo en la voz de su acompañante. – No es la primera vez que me pasa. – Dijo, aprovechando para dejar mal parado a su querido Black ya que podía.
¿No me digas?. – Se extrañó la chica quedando aún mas cerca de él, que tenía el torso completamente al descubierto, dejando ver el cuerpo que ya había admirado en otra ocasión, pero que cuantas mas veces viera mejor.
Hermione... – Dijo Severus al verla tan cerca de él, sus labios ya casi se rozaban y sus alientos se fusionaban con el aire en uno solo.
Sirius, yo... cantamé algo, por favor. – Pidió mientras juntaban sus cuerpos, cerrando los ojos a la vez.
Voy a pensar en ti, únicamente en ti.
Guardarte en la caja fuerte de mi memoria...
Su voz desprendía leves susurros que se perdían en el abismo de sus bocas, que tras encontrarse ligeramente se separaron unos centimetros.
Voy a pensar en ti, básicamente en ti.
Es todo lo que necesito para sobrevivir...
Y con un renovado impulso por fin sus labios se juntaron, en un tímido beso, pero sus salivas reclamaban vía libre a la boca vecina, por lo que los movimientos se tormaron mas lentos y apasionados, profundos, deseados.
Las lenguas se abrieron paso, despertando en sus cuerpos renovadas sensaciones, y sus pieles al buscar mayor cercanía si eso era posible se hicieron una sola.
Las caricias surgieron casi incoscientes de sus manos, sus piernas se entrelazaron y, así tumbados en el suelo su primer encuentro verdadero furtificó su amor..
Todo iba bien, y la ropa comenzaba a estorbar, las manos dejaron de proporcionarse placer mutuamente y comenzaron a despojar los estorbos propios y del otro, pronto solo sus pieles eran testigos de la pasión y el pudor no hizo mella entre todo el amor que se respiraba.
Los gemidos, cosquillas y suspiros inundaron el aire, y el placer estaba llegando a un extremo que veían llegado el momento donde todo cambiaría, todo dejaría de ser un juego.
Sirius notando la ligera tensión se separó un poco de Hermione y le susurró levemente al oído.
¿Tu... quieres?. – Le preguntó él, serio.
Sirius yo... estoy preparada, ya es hora y me alegro de poder sentirme mujer con el hombre que amo, y en el que confío plenamente.
Severus sonrió, limpiando las lágrimas de los ojos de la chica y le susurró al oído.
Tranquila, puedes estar segura de que jamás te dejaré, si tu así no lo deseas. – Y giró lentamente para adquirir una posición cómoda, pero tal vez el ensimismamiento del momentos les hizo olvidar cerca de donde estaba y un giro un poco brusco provocó que....
¡PLAF!
Sus cuerpos habían rodado hasta el borde de la orilla en un lugar ligeramente profundo y cayeron al lago, el cual tenía el agua de una temperatura ligeramente baja...
Su itención era la de salir de el lago helado en segundos, pero un vistazo a la orilla les bastó para decidir quedarse allí, no estaban solos...
Vaya, lo siento, no esperaba encontrarles... aquí, y así, claro. – Sonreía Albus Dumbledore desde la orilla, sujetando sus ropas, llevaba una túnica tan roja como las mejillas de los dos nombrados, que se habían quedado estáticos, temblando.
Bueno, yo me marcho pero les aconsejo que vayan a la enfermería y dejen para mañana lo que Dios sabe que estaban haciendo. - Y se marchó dejándolos allá...
Fin del flash Back
Severus todavía se sonrojaba al acordase de ese hecho, y del resfriado que ni la Señora Ponfrey había podido curarle, pero Dumbledore tenía razón, al día siguiente habían acabado lo comenzado, con resultados muy gratificantes...
Vió que se acercaba la hora y un gesto de Black se lo confirmó, suspiró, había llegado ya el momento de dejarla, y tenía que comenzar a pensar que hacer, no pensaba dejar a Black con su Hermione, la muchacha que ahora estaba en sus brazos.
A un mismo tiempo se levantaron y besaron a sus respectivas parejas, como si fuera la última vez que los fueran a ver... y tal vez fuera cierto.
Salieron por la puerta y se dirigieron a la sala donde habían estado preparando la poción que les devolvería su cuerpo, cuando llegaron cerraron la puerta mediante un hechizo y se quedaron mirando, mientras esperaban que la poción terminase de prepararse, y cuando lo hizo, Severus la cogió con manos temblorosas y se la acerco a ambos.
No estoy seguro de hacer esto. – Dijo Severus, indeciso.
Yo tampoco, pero yo al menos me asegure de que Remus seguirá conmigo, el me ama a mí, es decir a ti, es decir, al cuerpo que llevas ahora, y le dije que te darías cuenta de que lo amabas, y yo solo estaría para darte celos, así que cuando tome la poción podré estar con él, pero Hermione...
Si tu ahora vas con Remus ella acabaría muy dolida, yo creo que la mejor solución sería confundirla con un filtro amoroso extremadamente fuerte, y como ella espero que se haya enamorado de mi persona, y no de tu cuerpo, me aseguré que confesara el que me quería como era, me querrá cuando se termine el efecto, el verdadero peligro será Dumbledore.
Si, pero creo que si lo hemos logrado engañar hasta ahora, lo haremos por siempre, a lo mejor no entiende el cambio de parejas, pero lo denominará cosas de jóvenes. – Dijo Sirius.
Si, bueno, ya es la hora. – Interrumpió Severus, algo incómodo, su relación con Black era distante, como siempre, pero todo iba a cambiar..
Esto Snape. – Dijo Sirius, sujetando con fuerza la poción. – Ha sido un verdadero placer poseer tu cuerpo durante un mes, aunque me cueste admitirlo.
Si, lo mismo digo Black, hecharé de menos verme con tus ojos azules, sientan realmente bien. – Reconoció Severus, y ambos se tendieron la mano mientras con la otra sujetaban la copa.
1. – Contó Sirius.
2...- Dijo Severus.
Por cierto, funcionabas bien el lo que hacía falta, 3. – Añadió Sirius, y se llevaron la copa a la boca y tragaron: Tenía un sabor muy desagradable.
Ambos cayeron al suelo y la cabeza les dio vueltas y se desmayaron.
Recuperarían sus cuerpos, pero ya nada volvería a ser como antes...`
Hola a todos!!!
Bueno, pues ya he acabado, por fin actualizo pero es que últimamente no he tenido tiempo, y como a esta historia se le está acabando ya la trama... aunque creo que alcanzaré los 9 capítulos, ¿no creéis?
Los reviews: (aunque las contestaciones quizás no sean tan largas como esperéis).
Annita69 Lupin-Black: Hola guapísima!!! Después de tanto tiempo ya estoy yo aquí actualizando mis patéticas historias. En cuanto a lo que dices, si, la guerra es mejor superarla unidos, y a los hombres yo tampoco los entiendo, mira, a algunos se les va la cabeza y entran en coma sin motivo aparente... ¿De verdad te parece que este fict es comentable? A mi me parece mas bien lo contrario, es tan malo que sobran las palabras, jejeje. Pues la verdad es que Severus como ves no quería tomar su cuerpo nuevamente, y en cierta manera no me extraña por que Sirius está muy bueno, pero es justo y devuelve lo que no es suyo, además Sirius tampoco estaba muy disgustado, ¿No te parece?. Desde luego que sois las mejores escritoras catalanas de fan fiction, y no me cansaré de decirlo (lean sus ficts y juzguen) jejeje, yo con la propaganda. Pues aquí esta, mucho mucho Severus, o Sirius, bueno, quien sea, que vivas tu, vivan tus historias, y a mi tomatazos, que es lo que me merezco, jajajaja. Besos guapísima.
Agus y Moony: Bueno, aquí esta la pareja maravilla, jejeje, no, la verdad es que volví a escribir sobre Harry Potter y no se, estoy contenta con el resultado, aunque no mucho. Besos y gracias.
Moryn: Hola guapísima!!! Pues si, la verdad es que escribiendo esta historia mi ordenador esta que se funde, jejejeje, pues la verdad es que aun no se como solucionar todo el embrollo, pero ya le hecharé imaginación, que eso espero que me salve esta vez, besos.
Amanda Beicker: Hola No, si por mi podrías enviar 700 reviews sin que me cansara de leerlos ¿eh?, yo encantada. Pues si, es que al principio pensé en que estuvieran el mes entero jodiéndose todo el rato, pero como no se me ocurrían mas ideas, pues nada, los lié a unos con otros y ya esta, y prometo sorpresa final jejejeje. Me alegro de que te guste Amor cautivo, es mi favorita (es que soy una obsesa del remus/hermione, y me está empezando a gustar el sirius/harry, asi que prepararos) Que no eres buena escritora? Venga ya, ¿dónde quedó el amor propio? En fin... Muchos besos y no nos olvidemos del ¡Arriba Vicente, y que saque pronto disco, pa´que no se aburra la gente (ole, y ole que parida me he cascao).
Kiara mcgonagall: Jajajajaja, la verdad es que raro si que es, (veo que tu también tienes problemas de relación ordenador/familia así que no te molestaré mucho. Pues ese fict estará dentro de poco espero, ideas había, lo que pasa es que tendremos que juntarnos pronto.
Bueno, hasta dentro de unas dos semanas espero, si no tengo exámenes volveré a actualizar regularmente. Besos!!!.
