Capítulo 12. Sueños y desapariciones
Disclaimer: si esto os suena de algo, me parece que es porque lo habéis leído en los libros de Harry Potter y porque nada de esto es mío.
Ay, parece que fue ayer cuando se me ocurrió escribir este fic y ya vamos por el capítulo 12. ¡Qué tiempos aquellos! ¿Y por qué coño me he puesto tan nostálgica? No sé, supongo que los exámenes me dejan peor de lo que estaba. Vamos a contestar a los reviews, como siempre (8, vamos mejorando).
kgs: no me extraña que el capi 11 te hubiera parecido corto, porque los dos anteriores habían sido larguísimos. Pero bueno por lo menos te gustó y eso es lo más importante, ¿no? Un beso, cielo.
Anahi1176: que bien que te gustara el fic. Pues aquí tienes el nuevo capi, espero que te guste. Un abrazo.
Iratí Rowling: bueno, tú tranquila y vete leyendo el fic poco a poco. A medida que vayas leyendo el fic, te vas a dar cuenta de que las protas tienen muuuuuuucho carácter, en ocasiones demasiado. Claro que me voy a esmerar con la venganza de Williams, va a sufrir de lo lindo ¬¬ Un besote.
alguien q habla cn la brdad: aunque te parezca mentira, me alegro que hayas dejado una crítica, diciéndome lo que te parece en realidad. Aún así, te agradecería que me dijeras que te ha parecido el fic en general, no sé. Espero tu respuesta. Chao.
Elizabeth Black: en serio, no me puedo creer que el fic te anime el día. Supongo que al menos unas risas sí que te echarás o Aaaaaah, lo de Donna en este capi todavía no se sabe, tendrás que esperar al siguiente. No, hombre, a Dumblidu no le cambió la personalidad por nada del mundo, con lo que me gusta a mí. Besitos y disfruta con el capi.
annatb: en fanautores intento actualizar lo más rápido que puedo, pero es que la página tarda mucho en subir los capis y no puedo seguir el ritmo que llevo aquí. De todas formas, hoy mismo subí dos capis, el 9 y el 10, y si la página los sube pronto, el viernes o así actualizaré. En fin, que me alegra saber que hay una lectora más a la que le gusta el fic. Besos.
Mary93: Bien, el objetivo es que te rías con el fic y veo que lo voy consiguiendo. Un besito y disfruta con el capi.
Ginny84: te agradezco mucho, mucho que me hayas dejado un review. Así ya sé que tengo una lectora más. Bueno cielo, me alegro que el fic te guste y a ver que te parece este capi. Besos.
Sin más palabrería, os dejo con el nuevo capítulo de "Una pelirroja muy legal". Que lo disfrutéis.
Capítulo 12. Sueños y desapariciones
"Lily corría felizmente por el campo, aunque ni ella misma entendía el porqué de aquella felicidad. Odiaba correr y estar en el campo le producía alergia. De repente miró hacia atrás y pudo ver a James persiguiéndola. Pero… ¿qué coño hacía James persiguiéndola con cara de ciervo feliz? Y lo que es más importante… ¿por qué le estaba llamando James?
La pelirroja siguió corriendo hasta que se tropezó y cayó al suelo (N.A. torpe ). James en seguida se acercó y se arrodilló junto a ella, haciéndola cosquillas.
¡James! XD ¡James! – le llamaba la chica mientras no paraba de reírse – Para, por favor.
No, no – negaba el moreno con una resplandeciente sonrisa en su cara – No pienso parar.
Lily continuó riéndose hasta que ya no pudo más. Entonces decidió tomar medidas más drásticas: le hizo una llave de judo a James de esas que le había enseñado Mary e hizo que el chico también cayera al suelo junto a ella y dejara de hacerla cosquillas de una vez.
¡Qué bestia eres! – murmuró el chico desde el suelo.
No soy… - la pelirroja dejó la frase a medio camino al toparse con los ojos castaños de su acompañante.
¿No eres qué? – susurró él acercándose peligrosamente.
Nada – contestó Lily, acortando distancias y haciendo que sus labios estuvieran a punto de tocarse…"
¡LILY! – al ver que la chica no se despertaba, Mary decidió emplear una terapia de choque - ¡LILY! McGonagall acaba de decirnos que los exámenes se adelantan 3 meses.
¡QUÉ! – gritó Lily abriendo los ojos de repente e incorporándose - ¡No puede ser! Ahora mismo me voy a poner con Pociones ¡Madre mía! Como suspenda me cortan el cuello.
La pelirroja había pasado en cuestión de segundos de un estado de sueño profundo gracias al cual todo el mundo conservaba la tranquilidad, a un estado de "estoy histérica, vamos a morir todos" que no había quien la aguantara.
Chris, que acababa de salir del baño, observó atónita la escena, pero por suerte actuó con rapidez. Se acercó a su compañera, le propinó una colleja y gritó:
¡Tranquila! Los exámenes son en junio. McGonagall está en su despacho, con su cara de amargada de siempre y quejándose de su escasa vida sexual – y dirigiéndose a Mary, dijo – Y tú guapa, podías haber empleado otro método para despertarla. ¿No ves que a estas horas de la mañana y con el estómago vacío, Lily está más hiperactiva que nunca?
Tienes razón – musitó Mary, bajando la cabeza como dando a entender que aceptaba su culpabilidad – Pero es que estaba durmiendo y gritando: "¡James! ¡Para, James!" – se disculpó.
¿Qué? – se asombró Chris mirando a Lily – Cuenta, cuenta.
La chica les contó a sus amigas con pelos y señales el sueño que acababa de tener. Al escuchar el relato, Mary dijo que lo mejor sería consultarlo con Donna.
Pocos minutos antes, en otro dormitorio situado también en la torre de Gryffindor…
"James corría por el campo como si fuera lo que más le gustaba en este mundo, aunque lo que más le gustaba en este mundo era jugar al Quidditch y meterse con Snape. De repente se dio cuenta de que estaba persiguiendo a Lily. Pero… ¿qué coño hacía persiguiendo a Lily con cara de gilipollas enamorado? Y lo más importante de todo… ¿por qué la estaba llamando Lily?
Vio como Lily se tropezaba y se caía al suelo (N.A. repito, torpe) Entonces él se acercó y se arrodilló junto a la chica, a la vez que le hacía cosquillas.
¡James! XD ¡James! – gritaba Lily, riéndose sin poder evitarlo – Para, por favor.
No, no – decía James sonriendo felizmente – No pienso parar.
Ella siguió riéndose hasta que se hartó y entonces le hizo una llave de judo, que según pensó el chico lo más seguro era que se la hubiera enseñado Carter, e hizo que James cayera al suelo junto a ella.
¡Qué bestia eres! – se quejó él, dolorido por el golpe que se acababa de dar al caer.
No soy… – Lily dejó la frase sin terminar y James se sumergió en los ojos verdes de la chica.
¿No eres qué? – susurró acercándose a ella, cautivado por la belleza de la pelirroja.
Nada – contestó Lily, mientras hacía que sus labios estuvieran a punto de rozarse…"
¡JAMES! – al ver que su amigo seguía dormitando sin ni siquiera inmutarse, Sirius decidió ser más drástico - ¡JAMES! McGonagall ha dicho que el partido contra Slytherin se adelanta a mañana.
¡QUÉ! – James por fin se despertó, y con este grito de guerra se lanzó sobre su amigo – Pero… pero, ¡no es posible! Casi no hemos entrenado, y uno de mis cazadores todavía está lesionado. Vamos a perder.
Remus le dirigió una mirada de reproche a Sirius e intentó tranquilizar a su amigo, que en esos momentos estaba insoportable. En cuanto se mencionaba el tema "Quidditch", James se ponía en un plan tan histérico que no tenía nada que envidiar al de Lily.
¿Qué? – dijo Sirius al ver como el licántropo le miraba severamente – No tuve más remedio que despertarle. Estaba gritando: "¡Lily! ¡Lily!" Tú hubieras hecho lo mismo en mi lugar.
¿Es verdad eso? – quiso saber Remus mirando esta vez a su otro amigo.
James afirmó con la cabeza y les contó a los dos jóvenes el extraño sueño que acababa de tener.
¿Qué pasa? – preguntó la voz de Peter. Al parecer se acababa de despertar, el muy vago (N.A. ¡joder! Yo que pensaba que se había quedado "dormido para siempre" ¬¬) - ¿Qué James ha tenido una noche de lujuria y pasión con Evans? ¿Y no saliste malherido?
Cállate, ladrón de calzoncillos – le espetó Sirius, dándole una colleja. Todavía seguía molesto con Peter por el incidente con los calzoncillos.
Que guapo estás dormido, Peter – afirmó James con desdén (N.A. ¡qué gran verdad!).
Durante el desayuno, Lily decidió contarle todo a Donna.
¿Es la primera vez que tienes sueños de ese tipo? – se interesó Donna.
Sí, bueno… no – confesó Lily, y luego en voz baja añadió – Alguna vez he soñado con Brad Pitt, pero eran sueños para adultos.
¿Y quién no ha soñado con Brad Pitt? – preguntó Fiona, apareciendo por detrás de las chicas. Además, iba acompañada de otra joven – Os presento a Sydney Fox.
Encantada – saludó la aludida. Era morena, alta y de rasgos orientales.
Dice que estará encantada de ayudarnos – informó Fiona.
Hola, yo soy Donna – se presentó la Gryffi - ¡Uy! Que tarde es. Me tengo que ir. Lily, ya hablaremos de lo de los sueños. ¡Chao!
Si no quería hablar conmigo, solo tenía que decírmelo – dijo Sydney, contrariada.
No es eso – la tranquilizó Michael – Es que mi hermana últimamente ha tomado como hobby el dejarte con la palabra en la boca. Desparece sin más.
Y no sé el porqué de esas extrañas desapariciones – dijo Gladys, apareciendo de improviso.
La que faltaba – murmuró Mary, mientras Chris y Adalbert trataban de tranquilizarla.
¿Os lleváis con esta pedante? – preguntó Sydney, extrañada, mientras que Gladys le enseñaba a Mary su nueva manicura francesa.
Nos está ayudando con el asunto de Donna – aclaró Fiona.
Cuando Gladys había terminado de enseñarle su nuevo modelito a Mary y la Gryffi había acabado hasta las narices de la chica, Gladys se dignó a contarles los detalles de su particular investigación.
Al principio pensé que se escaparía para ver la semana de la moda de Hogsmeade – explicó – Si yo pudiera, también lo hubiera hecho. Pero luego me di cuenta de que Donna no es tan simple y previsible. Así que, después de descartar distintas posibilidades, he llegado a la conclusión de que Donna está creando a escondidas su nueva colección primavera-verano.
Donna no tiene vocación de diseñadora – sentenció su hermano.
¿Y qué? – preguntó Gladys como si eso no fuera importante, mientras que Sydney observaba la escena completamente atónita.
Durante la mañana, James y Lily no pararon de lanzarse disimuladas miradas mutuamente. La chica ni siquiera le gritó por haberla pisado y él ni siquiera se atrevió a hablarla. Pero durante la clase de DCAO, no tuvieron más remedio que trabajar mano a mano.
Bueno, chicos – dijo el profesor Crápula a la clase compartida por los Gryffis y los Ravens – Hoy vamos a hacer un pequeño proyecto. Como sabéis, durante este primer trimestre hemos estado estudiando a fondo los vampiros – en este punto, sus alumnos pusieron caras como queriendo decir: "y tanto" -, así que ya es hora de que pongáis en práctica los conocimientos que habéis adquirido conmigo.
El profesor Crápula sacó una especie de máquina para proyectar diapositivas, oscureció el aula y comenzó con su exposición.
La primera fotografía muestra la casa de un vampiro amigo mío – explicó el hombre – En ella se pueden apreciar las cortinas rojas características de los hogares de los vampiros, el mobiliario también rojo, los objetos decorativos rojos, por supuesto…
Los alumnos, después de ver esta fotografía, acabaron por desarrollar un odio irracional hacia el color rojo.
En esta segunda diapositiva – el profesor hizo aparecer una fotografía similar a la anterior – podemos observar la misma casa pero con un ligero cambio, el color rojo ha sido sustituido por el amarillo.
En este punto, más de un joven tuvo que sacar las gafas de sol para poder mirar a la pantalla.
El problema es – comenzó el profesor Crápula, haciendo que la luz volviera al aula y guardando su proyector de diapositivas – que mi amigo el vampiro quiere redecorar su casa de amarillo, y como yo le digo: "no hay hortera sin amarillo". Así que os voy a colocar por parejas para que elaboréis una lista con las ventajas del color rojo y convenzáis a mi amigo para que deje su casa como está.
Los demás se miraron entre sí como diciendo "vaya desquiciado mental que nos ha tocado este año como profesor":
Este está peor que Dumbledore – susurró Sirius haciendo que los demás merodeadores y las otras tres Gryffis, que por casualidades de la vida estaban sentadas delante de ellos, se rieran.
¿Qué decía señor Black?
Nada, nada – contestó el aludido.
Bien, pues os voy a colocar con parejas. A ver, el señor Potter – James estaba murmurando para sí mismo "con Williams no, con Williams no…" – con la señorita Evans.
¡Jo! – se oyó quejarse a Williams desde el otro lado del aula.
¡Mierda! – exclamó James a su vez.
Pero si tú lo que no querías era que no te tocara con Evans – le recordó Peter, que como no sabía nada de los sueños pues estaba más perdido que Chuck Norris en la casa de Heidi.
Ya, pero tampoco quería que me tocara con Evans – explicó el otro chico – Últimamente está muy… rara.
¿Rara yo? – repitió la aludida a sus espaldas - ¿Entonces tú qué eres? ¿Una especie sin identificar? ¡Rara yo! – murmuraba la chica mientras se dirigía a la mesa en la que les había tocado sentarse.
Al final, toda la clase se encontraba sentada por parejas. La cosa había quedado más o menos así.
James – Lily
Remus – Natalie Posh (la mejor amiga de Karen Fisher, que es la todavía prometida de Williams, quien es a su vez el ex - novio de Lily. ¿Lo pilláis?)
Sirius – Li Chang (una llorona empedernida y aficionada a telenovelas tipo "Betty la fea". También pertenece al grupo de Fisher.) (N.A. sí, habéis acertado, es la futura madre de Cho Chang)
Chris – Sydney
Mary – Bob Dury (el hermano gemelo del Robert Dury, Huppie de profesión. Los dos son igual de fanáticos y éste, al igual que su hermano, también practica más de una religión a la vez)
Williams – (¿hace falta describir a esta versión devolucionada de Boris Izaguirre?) – Karen Fisher (la eterna prometida)
Peter (una rata traidora sin remedio. Aunque… creo que esto ya lo he dicho en más de una ocasión, ¿no?) – Nigel Fatone (el inseparable compañero de Sydney)
Como esa perra de Posh se atreva a mirar a Remus, la arranco los ojos – murmuró Chris, mientras veía como la Raven no hacía más que coquetear con el merodeador. El problema es que él pasaba olímpicamente de la chica.
No conocía esa faceta tuya tan agresiva – se asustó Sydney.
Tan solo estoy marcando mi territorio.
¿Tu territorio? – repitió la oriental - ¿Desde cuándo Lupin forma parte de tu territorio?
Es una larga historia – se zafó la Gryffi.
¿Qué mejor momento para contar una larga historia que una clase de DCAO? – razonó Sydney.
Una clase de HM.
Sí, en eso tienes razón – y luego añadió – Anda, cuéntamelo.
Vale…
¡Será zorrón! – exclamó Mary al ver como Chang le miraba el culo "disimuladamente" a Sirius.
¿Qué decías? – preguntó su compañero de trabajo distraído.
Nada, nada, decía que calorón hace – mintió la chica. (N.A. y eso que estaban en febrero)
¡Ah! – dijo Dury, lanzándole una mirada pícara – Si quieres yo te enfrío.
Bob – le nombró Mary seriamente – a los mojigatos como tú no les está permitido demostrar en público sus conductas sexuales.
¡Es verdad! – exclamó él, y acto seguido comenzó a santiguarse y a pedir perdón a cinco dioses diferentes.
¡Buaaaaaaaaaa! – rompió a llorar desconsoladamente Chang (N.A. de tal astilla tal palo. Un momento… era al revés. Bueno, da igual)
Y ahora – dijo Sirius desesperado -, ¿por qué lloras?
Porque no me dejas esa pluma tan bonita que tienes para escribir.
Essss mía… – saltó Sirius de manera protectora, tapando la pluma con su cuerpo – Sssssolo mía… mi tessssssoro…
¡Buaaaaaaa! – siguió llorando la Raven.
Pero no me puedes hacer esto, Josh – se quejó Fisher, adoptando su estudiada pose de niña pija ofendida.
¿Eh? – contestó Williams distraído y mirando a James - ¿Hacer el qué?
Me estás haciendo quedar en ridículo delante de todo Hogwarts – le recordó su todavía prometida.
Ya.
Todas mis amigas se ríen de mí.
Ya.
Mi cutis se está agrietando porque me produce mucho estrés esta situación – siguió la Raven con su particular monólogo.
Ya.
Además Flitwick me ha propuesto mantener relaciones sexuales con él – mintió la chica para ver si el otro reaccionaba – y creo que es una propuesta muy interesante.
Ya.
¡Josh! – exclamó – No me haces caso.
Ya.
¡Por dios! – suplicó ella desesperada.
El color amarillo no es bueno porque… - comenzó Peter a escribir – Sigue tú.
¡Pero que morro tienes! – le reprochó Nigel.
Es que mi cabeza no da para más. (N.A. no hace falta que lo jures)
No hace falta que lo jures – aseguró Nigel (N.A. ¿habéis visto que compenetrados estamos? .)
El amarillo con el rojo queda fatal – comentó el Gryffi.
¿Te crees que me importa? – dijo el otro de mal humor.
¡Pues claro! – exclamó la rata completamente sorprendida – A todo el mundo le importa lo que yo digo. (N.A. mejor omito mis comentarios)
Sí, claro ¬¬.
Corren rumores de que estás saliendo con Denver – dejó caer Posh como quien no quiere la cosa.
…
Remus – le llamó la Raven más pija de todos los tiempos - ¿Me estás escuchando
Mmm… ¿no? – se burló él. Nunca le habían gustado ese tipo de chicas.
Entonces – contraatacó su compañera -, ¿estás saliendo con Denver o no?
¿De verdad crees que si estuviera con Chris yo te lo diría? – preguntó él a su vez con sorna.
Li… Evans – se corrigió James justo a tiempo -, ¿podrías hacerme algo de caso?
Claro que sí – contestó ella con una amabilidad inusual en ella.
Yo creo que el rojo es mejor que el amarillo. Además, el profesor ha dicho que tenemos que hacer una lista con los motivos por los cuales el rojo es mejor que el amarillo – señaló James, dándose cuenta de que la pelirroja estaba haciendo justo lo contrario a lo que el profesor Crápula les había mandado.
¿Qué?... ¡Ah! Sí, sí – exclamó ella completamente distraída – Tienes razón.
Evans – le llamó él por segunda vez - ¿Te encuentras bien?
S.. sí, claro – contestó Lily, quedando atrapada por los ojos del moreno - ¿Sabes una cosa? Tienes unos ojos muy bonitos.
No más que los tuyos – aseguró el merodeador, mirándola directamente a los ojos. De repente se dio cuenta de lo que estaba haciendo – Entonces, ¿empezamos con el trabajo?
Sí, claro, claro – se sorprendió ella, que al parecer también había salido de ese trance momentáneo.
Los días pasaron y los sueños de Lily y James se repetían cada noche, pero el problema es que cada vez eran más… intensos. Al principio eran simples besos, pero día tras día se iba convirtiendo en una película no apta para menores.
¡No puedo! – exclamó Lily una sábado por la tarde, cuando estaba haciendo los deberes en la sala común.
Lily, por favor – se quejó Chris.
Es que no me concentro. No hago más que pensar en esos sueños y… - una sonrisa de viciosilla apareció en la cara de la pelirroja.
Degenerada – se burlaron Adalbert y Michael al mismo tiempo.
Pues por lo visto a Potter le pasa lo mismo – comentó Mary, dándose la vuelta y viendo como James no era capaz de mantener la vista fija en su libro de Pociones ni un microsegundo.
Lily intentó concentrarse con su trabajo para HM, pero le resultó completamente imposible. Por décima vez en 15 minutos, la chica dejó escapar un suspiro de desesperación y los demás la miraron con intenciones homicidas.
Se acabó – dijo Donna tajante – Ahora mismo te vienes conmigo.
La chica cogió de la mano y la arrastró hasta la salida de la sala común, dejando a los otros cuatro mucho más aliviados.
¡Por fin! – suspiró Adalbert.
Vaya peso que nos ha quitado Donna de encima – añadió Adalbert.
Es que últimamente Lily está más insoportable de lo normal – se quejó Mary.
Los tres se volvieron a mirar a Chris para que ella comentara algo también, pero la rubia estaba a su bola. En ese momento estaba mirando a la mesa en la que estaban sentados los merodeadores. Concretamente estaba mirando a un chico. ¿Adivináis a quién?
Tierra llamando a Chris. Repito: Tierra llamando a Chris – bromeó Adalbert pasándola una mano por delante de los ojos.
Vamos Chris, ya sé que Lupin está muy bueno y todo eso… - empezó Mary.
Ni se te ocurra mirarle – siseó Chris amenazadoramente y saliendo del trance.
Chris, que a mi Lupin no me gusta – aseguró Mary sorprendida por el arrebato de su amiga.
Ya lo sabía – dijo la otra quitándole hierro al asunto – Tan solo era una broma.
Aún así, Mary, Adalbert y Michael se la quedaron mirando raro, raro, raro.
Mientras tanto…
Vamos Lily, ¡apúrate! – apremiaba Donna a la pelirroja.
Es que… – se quejó la otra casi sin poder respirar - vas demasiado… deprisa…
Y no era para menos, pues cualquiera que viera las velocidades que llevaba Donna, pensaría que se estaba entrenando para los juegos de Pekín 2008.
Después de un buen rato corriendo los 100 metros lisos, las dos chicas entraron a lo que parecía ser una antigua sala de armas en desuso. Lily nunca había estado allí, ni siquiera tenía noticia de la existencia de ese lugar, pero al parecer Donna se sabía esa sala como la palma de su mano izquierda (es que era zurda).
Este lugar es mítico en la historia de Hogwarts – explicó Donna paseando y mirando con cariño la estancia – En la época de la fundación de este castillo, esta sala fue testigo de numerosas reuniones entre los cuatro fundadores: Godric Gryffindor, Rowena Ravenc…
Me sé perfectamente los nombres de los cuatro fundadores – la cortó Lily con una mueca de profundo aburrimiento.
¡Joder, Lily! – exclamó la otra – Para un momento de misticismo que teníamos…
¿Misticismo? – rió la pelirroja – Más bien parecía una clase más de HM.
El caso es – prosiguió Donna, obviando el comentario de su amiga – que en esta sala se reúne una cantidad de magia inimaginable, y es perfecta para esa sesión de relajación que tanto necesitas.
Así que, ¿esta es la famosa sala en la que Slazar Slytherin pilló a su mujer Shelena siéndole infiel con Godric Gryffindor? – quiso saber Lily cayendo en la cuenta.
Sí, bueno, pero eso no es lo más import…
¡Qué pasada! – volvió a interrumpir la chica – Este lugar es famosísimo en todo Hogwarts. Dicen que Slytherin se marchó del castillo porque Gryffindor no hacía más que tirarse a su mujer, no por esas tonterías de la cámara secreta ni nada de eso.
Creo que mejor empezamos con la sesión de relajación.
Vale – aceptó Lily, todavía impresionada por la revelación.
Y ahora – comenzó Donna con un tono de voz más soporífero que el de Binns – cierra los ojos y haz todo lo que te diga. Vacía tu mente de todo pensamiento, no pienses absolutamente en nada. Comienza a moverte lentamente… respira hondo… siente la magia de este lugar…
Lily comenzó a hacer todo lo que su amiga le ordenaba. Poco a poco, sentía como una agradable sensación de paz y tranquilidad la invadía, una sensación que hacía mucho que no sentía. Últimamente había estado demasiado liada con las clases, Williams, James… Pero ahora no quería pensar en eso, ahora quería relajarse y no pensar en nada. Vaciar su mente de todo pensamiento.
Ahora - oyó que decía la voz de Donna – posa una mano sobre la pared y anda. Recorre toda la estancia y no apartes la mano de la pared, absorbe la magia que hay en el ambiente y…
¡Joder! – exclamó Lily abriendo los ojos – Una telaraña.
Lily – la riñó Donna – Así es imposible que puedas relajarte.
Ya los sé, pero…
¡Uy! Se me hace tarde – la cortó la otra mirando su reloj de pulsera – Nos vemos.
Y se marchó dejando a Lily más plantada que un geranio.
Será posible – murmuró la pelirroja contrariada – Le voy a quitar yo ese hobby que tiene de dejarte con la palabra en la boca. Bueno, será mejor que me vaya de aquí. Este lugar me da escalofríos.
¡Hola! – una voz muy conocida para Chris, la sacó de repente de su lectura de un libro de Transformaciones tremendamente aburrido y que no había quien lo entendiera.
¿Remus? – se asombró la rubia al ver quien la había hablado - ¿Qué estás haciendo aquí?
Ya sé que es raro que un merodeador entre en la biblioteca, pero yo suelo venir por aquí – bromeó el licántropo – Ahora en serio. Me preguntaba si querrías venir conmigo a dar una vuelta por el castillo.
Chris miró alternativamente a su libro de Transformaciones y a Remus. Sabía que tenía que estudiar, pero la idea de pasar un rato a solas con el chico que le gustaba era tan tentadora…
Por supuesto – aceptó ella cerrando el libro y levantándose.
Pero nada más salir de la biblioteca…
¡Remus! – gritaron cuatro o cinco chicas a la vez, y que parecían haber salido de una de esas típicas películas americanas de animadoras y jugadores de fútbol quinceañeros interpretados por actores de 30 años.
¡No! – gimió el chico con desesperación.
¡Remus! – volvió a decir una, la más pija de todas. Pero entonces, reparó en la presencia de Chris y dijo - ¿Quién es esa?
Una amiga, Cindey.
Me llamo Sue, pero puedes llamarme como tú quieras – dijo la chica, completamente extasiada porque su ídolo "casi" se había acordado de su nombre.
¿Una amiga? – dijo otra joven escéptica - ¿Qué tipo de amiga? ¿Amiga a la que le pides el trabajo de Pociones que no has hecho? ¿Amiga a la que le cuentas tus cosas? ¿Amiga con derecho a algo de roce? ¿O amiga a la que le metes la lengua hasta la campanilla?
¿De veras te importa que tipo de amiga es Chris?
La chica iba a contestar que sí, pero al ver la mirada amenazadora que le estaba lanzando Remus, decidió que lo más sensato y lo que implicaba menos peligro para su vida era no contestar.
Vamos Chris – dijo él dándose la vuelta, mientras que la rubia les dirigía miradas burlonas a las otras chicas.
Veo que te llevas muy bien con tus fans – bromeó la Gryffi al cabo de un rato.
Sí, de fábula.
Los dos chicos siguieron caminando y hablando de cosas de poca importancia para la humanidad, hasta que llegaron a una de las torres más altas y más desconocidas de todo el castillo de Hogwarts.
¡Es precioso! – se asombró Chris al asomarse a una de las ventanas de la torre y contemplar el panorama que desde allí se divisaba.
¿A qué sí? – dijo Remus por detrás de la chica.
Desde aquella torre en desuso, se podía observar todo el inmenso lago con sus aguas grisáceas, el bosque prohibido de Hogwarts llenos de árboles sin hojas debido a la época del año en la que se encontraban, unas bastísimas llanuras a lo lejos, los terrenos del colegio llenos de gente aprovechando una tarde libre… El paisaje realmente impresionaba al que lo veía.
¿Cómo sabías que existía esta torre? Yo nunca la había visto – se interesó ella.
Mmm… casualidades de la vida.
Si no quieres contármelo no pasa nada – adivinó la chica.
Remus tan solo se rió a modo de respuesta y sin decir ni una sola palabra más, la volvió a besar por segunda vez sin que ella opusiera resistencia alguna.
Cuando Chris llegó a la habitación, Lily y Mary se dieron cuenta de la cara de empanada que traía y se quedaron mirándola.
¿Qué pasa? – preguntó la recién llegada intentando aparentar enfado, pero sin poder ocultar una gran sonrisa.
Que traes una cara… - explicó Mary.
Te acabas de enrollar otra vez con Remus – dijo Lily acusadoramente.
¿Y? – preguntó Chris temiéndose lo peor: un arrebato de madre preocupada por su hija "made in Lily".
¡Qué yo también me quiero enrollar con alguien! – se quejó la pelirroja en tono de niña mimada.
Pero si tú ya te enrollas con alguien – la consoló Mary.
¿Sí? ¿Con quién?
Con Potter – aclaró Chris.
¿Ah sí? – preguntó Lily con ironía - ¿Y cuando? Porque yo no me he enterado.
En tus sueños.
Pero eso no vale – se volvió a quejar la chica – Anda, vamos a cenar.
Cuando bajaron a cenar, Donna aún no había aparecido y Fiona, se sentó con los Gryffis.
¿Dónde estará? – preguntó Michael, preocupado por su hermana.
Déjala, ya vendrá – dijo Adalbert, que últimamente se estaba convirtiendo en un chico muy liberal. Si hasta salía con chicas (N.A. oooooooooh, que gran logro. Eso sí que es ser liberal).
No te preocupes más por ella – intervino Fiona – Seguro que está bien.
¿Le llamas estar bien a traficar con drogas? – quiso saber Lily con una cara que daba miedo.
¿O a estar metida en una secta? – objetó Mary.
¡Ay! ¡Qué exageradas sois! – calificó Chris – Lo más lógico es que se vea a escondidas con un chico.
Tú calla – espetó Lily – Que como ahora estás con Remus, crees que todo el mundo debe de tener pareja.
Pero… - intentó defenderse la otra.
¿Sigues con Lupin? – se interesó la voz de Donna detrás de las dos chicas.
¡Apareciste por fin! – exclamó su hermano - ¿Se puede saber dónde estabas?
No – contestó ella poniéndose a comer tranquilamente.
Es imposible… imposible – murmuró Michael para sí mismo, mientras los demás trataban de ocultar la risa.
La cena prosiguió como siempre, Michael intentando sonsacarle a su hermana dónde había estado y el porqué de sus extrañas desapariciones y los demás intentando sonsacarle a Chris dónde, cómo, cuándo y hasta dónde le había metido la lengua Remus las veces que se había enrollado con él.
Mientras, en otro punto de la mesa de Gryffindor, tres de los chicos más atractivos de todo Hogwarts y otro tan feo que daba pena mirarle, conversaban tranquila y maduramente.
Tú te has vuelto a enrollar con Denver – observó James suspicazmente.
¿Yo? – preguntó Remus con un tono de incredulidad más falso que un billete de 13,20 € - ¿Insinúas que esta tarde fui a buscar a Chris a la biblioteca, la invité a dar una inocente "vuelta por el castillo", la llevé a nuestra torre secreta y allí cayó rendida en mis brazos?
¿Y cómo fue? – se interesó Sirius, dando por sentado el hecho de que Remus y Chris andaban medio liados.
Estupendo – aseguró el licántropo con una sonrisa que no le cabía en la cara de lo grande que era.
¿Te liaste con Denver? – se asombró Peter, que por fin se había enterado de que iba el asunto. Aunque no me extraña, porque con la empanada que maneja…
Joder Peter – se exasperó James, dándole una colleja al chico – No las coges ni al vuelo.
¡Au! – se quejó el chico.
Prestadme atención todo el mundo.
La voz del profesor Dumbledore retumbó en todo el Gran Comedor e interrumpió la "interesante" conversación de los cuatro chicos. No, no, no. Que mal ha sonado esto. Empiezo otra vez. La voz del profesor Dumbledore retumbó en todo el Gran Comedor e interrumpió la "interesante" conversación de los tres chicos y la rata. Sí, así está mucho mejor. En seguida, todos los alumnos y profesores allí congregados prestaron atención al gran mago que en esos momentos iba a hablar.
Como me imagino que todos ya sabéis – comenzó a hablar el anciano director – dentro de dos semanas se celebra la fiesta de San Valentín. Como este año no hemos hecho nada divertido y especial, se me ha ocurrido una de mis geniales ideas – un estremecimiento recorrió a todos los allí presentes al oír como las palabras "idea" y "genial" salían de la boca del profesor Dumbledore. Otro estremecimiento volvió al recorrer a todo el Gran Comedor, cuando se dieron cuenta de que esas palabras habían sido pronunciadas juntas. Sin lugar a dudas, eso no presagiaba nada bueno -: este año vamos a celebrar un baile para celebrar esta fecha tan señalada, esta fecha clave para los enamorados, esta fecha llena de amor y… - llegados a este punto, la profesora McGonagall le dio un codazo al director para que dejara de desvariar y siguiera con lo que estaba haciendo, mientras murmuraba algo así como: "seguro que se le ha vuelto a olvidar otra vez la medicación" - En fin, que va a ser un baile en el que será obligatorio llevar pareja – los alumnos se miraron entre sí pensando que eso no era tan original – Pero, vosotros no seréis los que escojáis vuestras parejas. Ya veréis en que consiste todo esto dentro de una semana.
Todos se quedaron con cara de no haber entendido nada, pero la mayoría del sector femenino, y sobre todo las más pijas del colegio de Hogwarts aceptó encantado la idea de celebrar un baile por San Valentín, según ellas era una idea taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan romántica (N.A. ¡puaj!). Estaban seguras de que pescarían a alguien en aquel baile.
Me voy a poner una túnica maravillosísima – decía Karen Fisher a sus amigas.
No creo que sea más maravillosísima que la mía – aventuró Li Chang.
¿Pero qué decís? – intervino Natalie Posh, la tercera en discordia – YO voy a ser la reina del baile.
En ese momento, las tres amiguísimas se enzarzaron en una pelea al más puro estilo barriobajero sobre quien iba a ser la que triunfara en el baile. Al final, seguro que las tres pasaban desapercibidas. En fin...
Lily, Mary y Chris apartaron la mirada de aquella escena y rápidamente posaron sus ojos sobre su amigo Adalbert.
¿Estáis viendo lo mismo que yo? – preguntó Lily.
Pues claro – aseguró Chris.
A un chico de 16 años completamente desaliñado que con una buena sesión de belleza se puede convertir en la revelación del año – describió Mary perfectamente a su amigo.
¿Y estáis pensando lo mismo que yo? – volvió a interrogar Lily.
En efecto – afirmó Chris otra vez.
Que lo que Adalbert necesita es… - empezó Mary.
¡Un cambio de imagen! – exclamaron las tres amigas a la vez.
¿He oído las palabras mágicas "cambio de imagen"? – saltó Gladys apareciendo por detrás de las chicas - ¿Y quién va a ser la víctima? ¡Ah! Ya veo, ya, vuestro amigo Adalbert. Ya veréis. Le voy a convertir en todo un metrosexual. No, no, mejor aún. Le voy a convertir en un dios del sexo. Será mi obra maestra particular.
Mary y Chris se encaminaron hacia la salida, acompañadas de Gladys, mientras comentaban los cambios que iba a experimentar su pobre víctima. Por su parte, Lily se quedó rezagada en el Gran Comendor hablando con el profesor Flitwick, su profesor favorito. Al cabo de unos minutos, ella también salió del comedor dirección a la torre de Gryffindor con un libro de Encantamientos en las manos que le había prestado su profesor.
Lily iba caminando por los pasillos, completamente absorta en sus pensamientos. No hacía más que darle vueltas a aquel asunto tan extraño de los sueños. Iba tan absorta que no sabía ni por donde iba, hasta que…
¡Au! Mira por donde vas imbéc… - la pelirroja se quedó muda cuando, al levantar la vista, descubrió con quien se había chocado.
Lo siento – se disculpó James con sinceridad – Es que iba distraído, iba… pensando – al moreno le hubiera gustado añadir "en ti", pero decidió que lo mejor en aquella situación era callarse.
En ese momento, el mismo pensamiento cruzó la mente de los dos jóvenes al mismo tiempo: "¿Besará tan bien como en los sueños? ¿Qué pasaría si…?"
Y al parecer, los dos también llegaron a la misma conclusión: lo mejor era comprobarlo.
Lentamente, se fueron acercando sin dejar de mirarse a los ojos, hasta llegar a un punto en el que el espacio entre sus dos cuerpos era mínimo. James deslizó una de sus manos hasta la cintura de la chica y la otra la posó sobre su mejilla, mientras que ella apoyó sus manos en el pecho del chico. Acto seguido, los dos fueron acercándose todavía más y más…
Mmm… sí, está bien dejarlo en este punto.
Pero, antes de que me matéis y pretendáis que mi muerte parezca un accidente o algo por el estilo, quiero pediros disculpas. Ya sé que he tardado un poco más de lo normal en actualizar, pero es que en estos días he estado extremadamente liada: los exámenes de evaluación que se acercan, o más bien que ya los tengo encima, deberes, trabajos… En fin, todas esas cosas tan traumatizantes que son demasiado para una chica tan inocente como… bueno, para una chica como yo.
Lo que pasa es que aunque lo sienta, vais a tener que acostumbraros a esperar más por mis actualizaciones, que ahora tengo que sacar el tiempo de debajo de las piedras para poder escribir y eso me fastidia mucho, mucho. Lo siento, la vida es cruel y yo lo soy más .
Y ahora, los adelantos para el próximo capi…
¿Se besarán Lily y James? ¿O un terremoto sacudirá toda Escocia y lo impedirá? Quien sabe… todo es posible. Así que tendréis que esperar al próximo capi para saberlo .
El pobre Adalbert caerá en las redes de Gladys y sufrirá su particular cambio de imagen.
Por fin descubriremos que coño hace Donna y el porqué de sus desapariciones, que más o menos viene a ser lo mismo.
El baile de San Valentín, obviamente.
Así que ya sabéis, si queréis que actualice más rápido para saber lo que ocurrirá entre Lily & James, dejadme muuuuuuuuuuuchos reviews.
Muchos besos para tods
bars9
Miembro de la Legión de las Lupinas
Miembro de la Orden Siriusana
