Capítulo 3 .- El inicio del viaje.
Sirius miró con incredulidad otra vez el que tenía que ser su medio de transporte : un par de poneys y un caballo.
- No pensaréis en serio viajar tantos días como me habéis dicho con estos animales ¿verdad? – dijo el hombre negando repetidamente con la cabeza
Estaban delante de la posada del Dragón Verde, a punto de emprender la marcha.
Merry y Pippin lo miraron con incomprensión.
- Pues si – acabó diciendo Merry - ¿Hay algún problema?
- Montaría lo que fuera menos a un caballo. Traedme un león, un hipogrifo, un unicornio ¡lo que queráis!
- ¿No pretenderás viajar a pie verdad? – dijo Pippin sin tomarse en serio las palabras de Sirius
- ¿No sabes montar a caballo? – preguntó Merry
- No es ese precisamente el problema… Aprendí hace años para conquistar a una chica cuya pasión eran estos bichos pero… - Sirius dejó la frase a medias, incapaz de continuar
- ¿Entonces cual es el problema? – preguntó Merry de nuevo
- Es que… los caballos y yo tenemos pequeñas diferencias insalvables… - dijo el hombre, que ante las miradas inquisitivas de los hobbits se apresuró a añadir – Algún día os lo contaré.
Sirius se quedó unos instantes pasando la vista del caballo a los hobbits y de los hobbits al caballo sucesivamente, y al final dio un suspiro de resignación : - Está bien, viajemos en los malditos caballos.
En ese instante, el caballo se adelantó unos pasos y empezó a mordisquear distraídamente un mechón del oscuro pelo del hombre. Sirius volteó hasta quedarse cara a cara con el animal, y lo señaló amenazadoramente con un dedo, iba a decir algo también, pero desistió, y sólo murmuró un : - Es igual
De un salto montó el caballo negro. Los hobbits, que lo habían estado observando con una sonrisa creciente en sus labios, soltaron una leve carcajada y montaron sus respectivos poneys también.
Y así fue como se pusieron en marcha, alejándose de la posada en una hermosa mañana poco antes del mes de julio, montados en dos poneys y un caballo, cargados con los bultos del equipaje.
Cruzaron primero las tierras de los hobbits, un extenso país habitado por gente simpática, con buenos caminos, una posada o dos, y aquí y allá algún granjero que trabajaba en paz.
Sirius pronto se olvidó del mal humor que le provocaba el ir montado sobre un caballo, y se dejó envolver por la alegría y la tranquilidad de esas tierras habitadas por esas curiosas criaturas, y por la divertida charla de Merry y Pippin, contándole algo acerca de una memorable fiesta que dio un tal Bilbo Bolsón al cumplir 111 años.
- Pues yo hace como… - Sirius calculó mentalmente – 15 años que no voy a ninguna fiesta. Desde la celebración del nacimiento de Harry…
- Pues si que sois aburridos en vuestro mundo – bufó Pippin
- Las cosas han sido un poco complicadas para mí los últimos 15 años en mi mundo, no es que seamos unos aburridos – se defendió Sirius. Nadie jamás le había llamado aburrido a él, y no permitiría que dos hombrezuelos que no levantaban un palmo del suelo se lo empezaran a llamar.
- Creo que ya es hora que nos empieces a contar cosas de tu mundo y tu vida ¿no? – dijo Merry
- Y lo puedes hacer tranquilamente mientras comemos – exclamó Pippin feliz, desmontando de su poney
- Pero si acabamos de desayunar – dijo Sirius sorprendido
- Ya, pero justo es la hora del segundo desayuno – explicó Pippin al tiempo que sacaba la comida
Los dos hobbits se instalaron a comer bajo la sombra de un sauce, y Sirius se dispuso a contarles lo que había sido toda su vida. Intentó no dejarse ningún detalle : Como era su familia, como entró en Hogwarts, les habló de James, Remus, Peter, Lily… Les habló de Voldemort y también de Harry, hasta llegó a mencionar a Severus Snape en un par de ocasiones. Dejó por las nubes a Dumbledore. Les explicó la traición de Peter, la muerte de James y Lily, cómo le habían metido en la cárcel (tras explicarles largo y tendido que era exactamente una cárcel), y como se había escapado tras 14 años de estar encerrado, y por último, como había caído tras la cortina.
Merry y Pippin hacía rato que habían dejado de comer, y lo escuchaban todo con creciente interés. A cada instante lo miraban más y más sorprendidos.
- Entonces… Si eres mago y todo eso… ¿Por qué no haces magia y vuelves a tu mundo? – aventuró Pippin, pensando que quizá al hombre no se le había ocurrido esa posibilidad
- Lo intenté, pero al parecer no puedo hacer magia aquí – dijo Sirius bajando la cabeza.
- Vaya…
- Pero tú no te preocupes, seguro que Gandalf te podrá ayudar. – dijo Merry feliz – Y antes de terminar el viaje te llevaremos a alguna fiesta. Tenlo por seguro.
Sirius sonrió con amargura. Una fiesta no le vendría mal… Pero ¿Qué era una fiesta sin James y sin Remus?
- ¿Y lo de tu problema con los caballos nos lo contarás? – preguntó Pippin para cambiar de tema
- Eso es una tontería… - dijo Sirius, animándose por primera vez en un buen rato – Había una chica llamada Mary que me gustaba mucho, y la chica era una fanática de los caballos, tenía dos o tres en su casa, así que me apunté a clases de equitación, seguro que si veía que sabía montar como nadie a caballo se enamoraría perdidamente de mí… El caso es que había otro tío que me estaba haciendo la competencia, yo le quise gastar una broma para que quedara mal delante de Mary… Pero tuve un pequeño error de cálculo, y lo que tenía que ser una broma para el idiota ese, fue para Mary…
- ¿Qué broma era? – preguntó Pippin claramente interesado
- Nada del otro mundo. Sólo estaba haciendo levitar un cubo con harina y huevos, y luego dejarlo caer…
- ¡La chica se debió poner furiosa! – exclamó Merry
- No lo sabes bien… - dijo Sirius – Total, que me echó un conjuro para que los caballos se sintieran atraídos por mi, diciendo que al menos con ellos podría hacerles todas las bromas que quisiera…
En ese instante el caballo de Sirius empezó a olerle la cabeza y a fregar su hocico contra la espalda del hombre. Él suspiró con resignación, al tiempo que Merry y Pippin se revolcaban por el suelo de la risa.
Privet drive número 4. Tonks se aseguró bien de la dirección. No quería equivocarse. Alzó unos instantes la mirada al cielo, donde la luna llena empezaba a decaer. Tenía que haber sido Remus el que esa noche estuviese delante de esa casa muggle, pero por razones obvias y ajenas a su voluntad no había podido. Estaba débil, pues justo había pasado su transformación.
- "Pobre Remus…" – suspiró mentalmente la joven maga
Al final, sin más dilación, tocó el timbre. Un hombre de enormes proporciones le abrió la puerta.
- Buenas noches – saludó sonriente Tonks. Quería causar buena impresión.
- ¿Qué desea usted? – preguntó más con un gruñido que con voz normal el hombre
- Soy Nymphadora Tonks, ¿es usted el tío de Harry Potter?
Vernon Dursley se puso tenso al relacionar a esa risueña joven, que de buen principio le había parecido normal con alguien del horrendo mundo de su sobrino.
- Soy yo – dijo con los dientes fuertemente aferrados unos contra otros.
- Bien, Albus Dumbledore, el director del colegio Hog…
- Sé quien es – se apresuró a cortarla Vernon - ¿Qué quiere esta vez?
- Considera que ya es hora que Harry venga a pasar lo que queda de verano con nosotros.
- ¡Pues lléveselo de una vez! Y deprisa, no tenemos tiempo que perder – dijo el hombre prácticamente arrastrando a la mujer dentro de la casa y cerrando de un portazo. No quería que los vecinos le vieran con gente rara. - ¡Chico!
Harry asomó por la escalera, desde el piso de arriba, más pálido y delgado de lo que Tonks recordaba.
- Hola Harry – dijo con una sonrisa cautelosa
- ¡Tonks! – el chico sonrió por primera vez en todo el verano al tiempo que bajaba de tres en tres los escalones. Tenía ganas de volver a ver alguien relacionado con el mundo mágico. - ¿Qué haces aquí?
al chico, al no verse recluido todo el verano en esa casa, con sus tíos y
- Vaya pregunta – dijo ella sin dejar de sonreír - ¿No te lo imaginas?
- ¿Me llevarás contigo? – la esperanza volvió su primo
- Exacto, te vienes conmigo – Tonks le guiñó un ojo a Harry antes de conjurar su baúl para que se llenara de las cosas que necesitara y bajara
- ¿A Grimmauld Place? – dijo Harry, con un deje de indecisión por primera vez en su voz. Sabía que esa casa le recordaría demasiado a su padrino.
- Pues no, vas a estar con Remus en su casa – dijo Tonks sin quitar su sonrisa tranquilizadora
Harry sonrió. No sonaba tan mal. Siempre le había tenido aprecio a Remus. Asintió mirando a Tonks.
Sirius miró su reflejo en un pequeño lago que encontraron al tiempo que arrugaba la nariz.
- Mi aspecto es peor cada día – gruñó – A este paso me quedo soltero toda la vida
- ¿Qué hay de malo? Mírame a mí – dijo Merry con una ancha sonrisa – Soltero y sin ganas de comprometerme
Sirius miró unos instantes al hobbit, y luego dio un suspiro : - Estoy acabado
- ¡Oye! – fingió ofenderse Merry, pero Pippin lo cogió por la espalda riendo
- Vamos Merry, no es ningún consuelo que le digas a Sirius que va a acabar como tu
El hombre rió, y luego se terminó de lavar la cara en las claras aguas del río. Llevaban ya una semana de camino, sin llegar a ninguna parte.
Merry se desperezó, estirando los brazos por detrás de su cabeza. El sol apenas había despuntado y se preparaban para continuar su viaje.
- ¿Crees que llegaremos hoy a Rivendel Pip? – preguntó Merry mirando a su mejor amigo
- Tal vez… Con ese atajo hemos cortado mucho camino. – dijo Pippin pensativamente
- La última vez pasando por Bree dimos mucha vuelta. Este debió ser el camino que Bilbo y los enanos tomaron según las historias que he oído
Sirius, como no entendía nada de la charla de los dos hobbits, se dedicó a revolverse los bolsillos, para ver si encontraba algo de utilidad. Sacó su varita, una bolsa de caramelos que le había traído Fred Weasley en una ocasión de la nueva tienda que tenía con su gemelo y… sus manos se quedaron congeladas al chocar con el espejo… La pareja del que le había dado a Harry. Acarició lentamente la superficie. No tenía sentido probarlo, estaba seguro que no funcionaria…
- ¡Ey! Parece que hayas visto un fantasma – comentó Merry
- No es nada – susurró Sirius al tiempo que volvía a guardar el espejo en el bolsillo, junto con su varita. Necesitaba volver a su mundo. Claro que era más cómodo quedarse allí donde estaba, lejos de la guerra que se había empezado a desencadenar, lejos de las persecuciones a las que era sometido, alejarse de todos y olvidarse de todos, pero no podía, simplemente no podía, no mientras Remus y Harry estuvieran allí… Estarían sufriendo, de eso estaba seguro. Se reprimió a si mismo el haber podido olvidar, ni que fuera por un instante, a su mundo, y haber deseado pertenecer a ese al que justo acababa de llegar. Tenía que hacerles saber que estaba bien, aún no sabía como exactamente, pero les haría saber que estaba bien y que estaba intentando volver.
Montaron en silencio de nuevo, queriendo llegar ese mismo día al valle de Imladris.
Harry contempló el pequeño apartamento de Remus. Le pareció sumamente acogedor, a parte de muy ordenado.
- Gracias por dejarme quedar aquí señor… - dijo con extremada educación
- No hay nada que agradecer, Harry – respondió Remus con una amable sonrisa, aunque aún tenía un aspecto muy pálido y ojeroso – Y no es necesario que me trates de usted, simplemente llámame Remus – hizo una pausa para luego agregar – Al fin y al cabo ya no soy tu profesor
- Para mi siempre lo serás… - dijo Harry esbozando una triste sonrisa – Aprendí más contigo que con ninguno.
Remus perfiló en sus labios una sonrisa de agradecimiento al tiempo que hacía pasar al chico : - No es muy grande, pero nos las apañaremos
Una vez tuvieron todas las cosas instaladas en la que a partir de ese día sería la habitación de Harry, Lupin lo hizo sentarse en uno de los sillones de piel del comedor.
- Bueno Harry, hay algo que debo contarte – dijo al fin
El chico soltó un suspiro. Llevaba demasiadas charlas con personas mayores para saber que este tipo de frases no precedían, precisamente, conversaciones agradables, sino todo lo contrario.
- Verás… No me han dado permiso para contártelo, pero personalmente creo que es injusto que no lo sepas… - dijo Remus con cautela – El echo es que… Sirius no está muerto
Harry dio un bote en su asiento : - ¿¡Como!?
- Simplemente… Está en otro mundo. De momento no puede volver, pero Dumbledore está haciendo todos los posibles…
- ¡Y porque nadie se había dignado a contarme esto! ¡Es mi padrino! ¡Es la única familia que me queda! – exclamó Harry, poniéndose rojo de enfado
- Tranquilo Harry, sé como te sientes… Además, aún no era seguro que Sirius estuviera vivo… Pero en cuanto he estado seguro, ya ves que te lo he contado, aún si el permiso de Dumbledore
- ¡A veces pienso que Dumbledore siempre quiere perjudicarme! ¡Primero me deja con los Dursley! ¡Me esconde que Sirius está vivo!
- Sería bueno que te tranquilizaras Harry… Sabes que no es bueno que pierdas la calma… - dijo Remus con tono calmado todavía
- ¡No me importa que Voldemort sepa que estoy enfadado! ¡No me importa nada! Es más, ¡que venga! ¡Ha sido él quien me lo ha arrebatado todo! ¡Ha sido él! Y me las va a pagar… – las lágrimas empezaron a brotar de los ojos verdes del chico
- Sé que es duro, pero no podemos perder la esperanza... Sirius era mi mejor amigo, el único que me quedaba. No tengo ni familia ni amigos, sin embargo, tu aún tienes a Ron y a Hermione ¿cierto?
Harry se tranquilizó un poco con estas palabras. Miró a Remus. Nunca había pensado en eso… Claro.. Su padrino era el amigo de Lupin… Además no tenía familia… Se secó los ojos con la manga de su camisa, que le iba excesivamente ancha
- Lo siento… A veces no… no puedo controlarme…
- No pasa nada Harry, por desgracia te entiendo bien, pero Dumbledore está buscando, para empezar, la manera de comunicarnos con Sirius. ¿Conservas el espejo, cierto?
Harry asintió, y se sacó el pequeño espejo del bolsillo. No se había separado de él ni por un instante. Era el único recuerdo que le quedaba de Sirius.
- Bien – Remus sonrió – Esperemos que Sirius tenga el suyo también. No sufras, Dumbledore encontrará la forma de que puedas hablar con tu padrino.
Remus le revolvió el pelo a Harry, desordenándoselo más que de costumbre. El chico sonrió. Por primera vez en muchas semanas una luz de esperanza brillaba en su oscuro futuro.
- Una última cosa solo – dijo Remus – Debes guardar el secreto. Nadie debe saber que te lo he contado.
- Tranquilo – le respondió Harry sonriendo aún – No se lo diré a nadie.
Sirius contempló embobado la magnificencia del valle de Rivendel. Era impresionante esa elegante construcción rodeada de pequeñas colinas desde donde caían cascadas de agua cristalina.
- Que bonito… - dijo en un susurro el hombre
- Hogar de elfos. – dijo Merry, como si eso ya lo explicara todo.
- Pues no se ve demasiado habitado… O eso, o los elfos estos son más vagos que los de mi mundo y se pasan el día durmiendo – dijo Sirius con una sonrisa burlona
- La mayoría partieron al otro lado de las aguas – explicó Merry – Ahora debe quedar bien poca gente aquí. Vamos
Bajaron con los caballos por un caminillo de piedras que seguía uno de los acantilados que rodeaban el valle.
En la entrada les esperaban dos personajes, tan iguales como dos gotas de agua.
- Bienvenidos a Rivendel queridos medianos – dijo uno de ellos – Hace días que esperamos vuestra llegada
- Dais como rabia ¿eh? Siempre lo sabéis todo – comentó Pippin con una sonrisa
Los dos hermanos, porque estaba claro que eran gemelos, se miraron entre si unos instantes antes de sonreír también.
- Sirius Black ¿verdad? – dijo el otro mirando al hombre que acompañaba a los dos hobbits
- En efecto. Gracias por recibirme en vuestra casa…. – dijo él distraídamente. Había encontrado una cosa que le llamaba mucho la atención. Sus anfitriones tenían unas curiosas orejas terminadas en punta que le resultaban altamente curiosas, y hasta se le antojaban divertidas.
- Yo soy Elrohir, y este es mi hermano Elladan – dijo uno de ellos, pero al notar que su interlocutor ponía más atención en sus orejas que en sus propias palabras se apresuró a preguntar - ¿Ocurre algo?
- Mmmm… No… Sólo que… vuestras orejas son en verdad muy curiosas
Elrohir se tocó el puntiagudo extremo de una de sus orejas para luego sonreír : - No sé a que se refiere, todos los elfos las tenemos as
- ¿¡Elfos!? – Sirius creía que su sorpresa no podía alcanzar tales niveles. ¿Eran elfos esas criaturas que sólo se diferenciaban de él mismo por las orejas? Estaba preparado para encontrar toda una ciudad llena de criaturas semejantes a Kreacher.
- Es que no es de este mundo… - dijo Merry a modo de explicación
Esas palabras parecieron ser suficientes para Elladan y Elrohir, que sonrieron con comprensión.
- Ya tendremos tiempo para hablar de los motivos de vuestro viaje y demás. Debéis estar cansados. Un buen baño y una buena cena quizá os ayuden.
Y con esas palabras Merry, Pippin y Sirius se adentraron en la magnífica y elegante construcción élfica, siguiendo una elfa, cuya belleza era superior a la que el hombre pudiera llegar imaginar, incluso en sus mejores sueños. Una sonrisa apareció en los labios de Sirius, pensando que ese mundo se presentaba más interesante a cada instante que pasaba en él.
Weee!! Para este ya no me he tardado tanto ¿eh? Es que mi ordenador no se ha vuelto a morir, esta vez al menos se ha esperado que terminase el capi :P Weno, ahora ya pronto empezaré los examenes, así que el deber me reclama, y kizá me tarde un poco para subir el capi 4. Yo intentaré tenerlo listo lo más pronto posible.
¿Qué os ha parecido este? ¡Dejad reviews pliiis! Me encantan!! Gracias a todos por los que ya me habéis dejado o
Mereth : Wolaaas Acias por el revi!! No, no, aburrido dsd luego el viaje no va a ser, esperate a que Siri se acostumbre a la Tierra Media y verás… (6) Y si, Merry y Pip podrían haber sido dos grandes merodeadores, tan monos ellos. ¡Me alegro que haya alguien a quien le guste la pareja de Tonks y Remsie!
BBOO : Pos ya ves, vaya tres se han ido a juntar jejejejeje He actualizado lo más pronto que he podido, espero que tb te guste este capi
Sara fénix black : ¡Gracias por tus comentarios! Eso eso, que se preparse la tierra media, que sirius ha llegado ;) Además, yo creo que con los potingues elficos puede quedar Sirius como era antes de entrar en Azkaban (igual de wapo quiero decir..). Y weno, en cuanto a Remus y Tonks… Ya lo verás :P
Yadhwiga : ¡Gracias por tu revi! Comentarios como el tuyo son los que hacen que continúe escribiendo la verdad. Y si, esos tres tienen más peligro viajando juntos que un hobbit dentro de una tienda de dulces :P ¡Espero que sigas leyendo y que te guste este capi tb!
Nura de Mithlond : Espero que este capi tb te guste! De momento aún no se encuentra con Aragorn, antes se tiene que encontrar con algunos personajillos más. Nuse, aún falta por ver como reacciona al ver un enano, o a un humano como él :P Weno, espero que continues leyendo!!
Platonic : ¡Gracias por leer el fic! Espero que te continue gustando ;) Escribo lo más rápido que me permite la universidad :P
Lily Black : Por supuesto que va a salir Legolas. Ten un poco de paciencia solo. ¡Gracias por los revis!
Nienna : Mmm… Supongo que si que devolveré a Sirius a Londres al final, aunke claro, aún le queda una buena temporadilla trotando por la Tierra Media. Y si, la idea es que Legolas tarde o temprano acabe saliendo ;) Tengo un trabajillo para él. ¡Espero que te siga gustando!
Elloith : ¡Hola Ello! EN SIRIUS NO ES LLEIG!! ¿ok? ¬¬x Es el més sexi expresidiari d'azkaban de tots. Joder, kina sort ser superdotada ¿no? ¡Continua llegint si no vos que t'amenaci de mort! Jejejeje es broma
Lars Black : Pos a ver si les puedo dar un poco de felicidad a Remus y a Harry, pq la verdad, pobrecillos, todo lo malo les pasa a ellos… Y ya intentaré que el viaje sea de lo mejor. ;)
Amsp14 : Ya verás si pasa algo entre Remus y Tonks, puede que si… o puede que no :P Ni yo misma lo sé aún. ¡Gracias por buscar mi fic! Espero que continues leyendo.
Bueno, creo que ya están todos los revis, sorry si me he dejado a alguien. Mmm… Quizá me ha quedado un poco largo el capi… Aunque si no os kejáis continuaré haciendolos así de largos (siempre y cuando la inspiración me acompañe). En fin, gracias a todos por los revis y espero que los continueis dejando!
