Capítulo 7 .- Acontecimientos oscuros

- Esto no eran nazgûl – susurró Sirius - Eran dementores.

Merry, Pippin, Gimli y Legolas miraban con ojos sorprendidos a Sirius, que parecía inquieto y no paraba de mirar de un lado para otro.

- ¿Qué eran que? – volvió a preguntar Pippin

- Dementores

- Tenían el mismo aspecto que los nazgûl – sentenció el enano

- No eran nazgûl – Legolas habló por primera vez – Estas criaturas que nos acaban de atacar tenían una presencia y una energía muy diferentes a los nazgûl, que además desaparecieron con Sauron.

- Y esos… de… dementores… ¿de donde han salido? – preguntó Merry

- No lo sé – Sirius sacudió la cabeza – Son de los seres más despreciables que vagan por mi mundo. Se alimentan de la felicidad de la gente. Son los guardianes de Azkaban. Por eso la gente enloquece en ese sitio, porque los dementores se quedan con todas sus alegrías. Te dejan solo con la tristeza más profunda y tus peores recuerdos, cosa que hace que poco a poco todos los que estan en su presencia enloquezcan.

La voz del hombre se había ido oscureciendo por momentos, recordando los momentos más duros de toda su vida.

- ¿Y como aguantaste tu? - preguntó Pippin

- No lo sé... Supongo que sabía que no era culpable, sabía que estaba allí injustamente, y eso no es precisamente un pensamiento feliz. Los dementores no me lo pudieron quitar... Y así conservé mi cabeza.

Entre los cinco se formó un pesado silencio. Después de un rato fue Merry quien lo rompió.

- Pero entonces… Si han venido de tu mundo hasta aquí… Tú podrías volver por el mismo camino ¿no? – dijo Merry.

- Vaya, vaya… Entonces es cierto eso que mala hierba nunca muere - dijo una voz femenina que en un principio no supieron de donde salía.

Los cinco compañeros se giraron al mismo tiempo al oír una voz desconocida que sonaba a sus espaldas. Sirius lanzó una mirada del más profundo odio a quien acababa de hablar.

- Bellatrix…

La mujer rió. Iba acompañada de cuatro mortífagos más. Todos empuñaban sus varitas.

- Fue demasiado fácil matarte Sirius, en el fondo sabía que no podías haber muerto… Lo que no esperaba encontrarte tan cómodo en un mundo que no es el tuyo. Menudo hallazgo hizo mi señor : el de la existencia de otros mundos

- ¿Cómo lo sabía? – preguntó el hombre

Bellatrix volvió a reír. En ese instante Sirius notó que algo se calentaba en su bolsillo. Era el espejo. Harry intentaba comunicarse con él, pero no podía responder. El chico tendría que esperar.

- Creo que tu ahijado debería aprender oclumancia... o mejor no, así nos lo deja todo más fácil. Su mente es como un libro abierto para mi señor - la mujer acompañó estas palabras con una sonora carcajada de desdén.

Sirius sacó la varita y apuntó amenazadoramente a su prima. Ella hizo lo mismo. Pero antes que ninguno de los dos pudiera hacer nada algo pasó rozando la oreja de Sirius tan rápidamente que se oía claramente cómo cortaba el aire. Una flecha se había clavado con fuerza y profundamente en el hombro de Bellatrix. Ella se la arrancó con fuerza, queriendo aparentar que no había sentido nada, pero una ligera mueca de dolor en su cara la delató.

El hombre se giró un poco para mirar de reojo a Legolas, pero para su sorpresa vio que el elfo no tenía el arco en la mano. Aunque sin pararse a pensar demasiado en eso Sirius aprovechó el momento de distracción de los mortífagos para desarmarlos con varios Expelliarmus. Luego se le unieron Legolas y Gimli, arco y hacha respectivamente en mano.

- Esta vez te ha salido bien… Pero no saldrás tan bien parado de nuestro próximo encuentro – dijo Bellatrix con rabia al tiempo que hilillos de sangre se le escapaban entre los dedos de la mano que sostenía el hombro herido. Miró a los otros cuatro mortífagos y les hizo una leve inclinación de cabeza para que se fueran.

- ¿Quién ha lanzado esa flecha? – preguntó Sirius cuando los mortífagos se hubieron desaparecido – Creía que habías sido tu Legolas

- Siempre ha sido lento de reflejos – una voz sonó entre los árboles que tenían a la derecha.

Pronto pudieron ver quien había hablado : Era una elfa, pero no llevaba la habitual melena larga al igual que las demás, sino que su pelo negro lucía corto, en su cara de rasgos finos destacaban vivamente unos ojos que a Sirius le parecieron violetas. Llegó a pensar que podía cambiar de aspecto con tanta facilidad como Tonks. Cuando se acercó más pudo ver que en realidad eran azules. Llevaba el arco aún en la mano y una sonrisa se había formado en sus labios.

Sirius oyó que Legolas soltaba un casi inaudible gruñido.

- Yo también me alegro de verte principito – dijo ella ampliando su sonrisa

El hombre levantó interrogativamente una de sus cejas. ¿Qué estaba pasando allí?

- ¿Te importaría no llamarme así? – dijo Legolas intentando que le saliera una voz calmada, pero fracasó estrepitosamente en el intento.

La elfa como toda respuesta amplió su sonrisa.

- ¿Alguien entiende algo de lo que está pasando aquí?, porque yo estoy totalmente perdido – la voz de Pippin los interrumpió a todos.

- Os vi y creí que necesitabais una mano, nada más – dijo la elfa como toda explicación

- De todos los malditos sitios de la Tierra Media tenías que estar aquí ¿verdad? – gruñó Legolas

Sirius recordó mentalmente que luego debía interrogar al elfo para investigar qué problema tenía exactamente con ella.

- Por cierto, soy Simberminë – dijo la elfa sonriendo una vez más

Los demás se presentaron a su vez. Menos Legolas que murmuró algo así como "Intenta hacerte la educada ahora, pero no engañas a nadie".

- Disculpadme unos minutos – dijo Sirius apartándose un poco de los demás y sacándose su espejo del bolsillo. Tal vez Harry le pudiera aclarar algo acerca de los dementores y de los mortífagos.

La imagen de su ahijado no tardó en aparecer, tenía una expresión de pura preocupación en el rostro.

- ¡Sirius! ¿Por qué no has contestado antes?

- Me fue imposible – empezó a decir el hombre

Pero antes que tuviera tiempo a decir nada más Harry lo cortó. El chico empezó a balbucear muchas cosas, tan deprisa que Sirius no entendió ni la mitad.

- ¡Para, para, para! – dijo el hombre al fin – Poco a poco Harry

- Voldemort se ha enterado de la existencia de otros mundos y ha enviado mortífagos y otros seres a intentar anclar su poder por allí a donde lleguen. No creo que sepa que tú estás vivo pero ve con mucho cuidado

- Si no lo sabe lo sabrá muy pronto, he tenido unos encuentros desafortunados, primero con unos dementores y luego con mi querida prima

- ¿¡Con Bellatrix!? ¿¡Dementores!?

- Tranquilo Harry, ya ves que he salido ileso. Una cosa importante. ¿Cómo consigue Voldemort enviar a sus siervos a otros mundos? Supongo que es Snape quien os ha facilitado la información ¿no?

Harry asintió : - Snape no sabe muy bien como lo hace Voldemort, pero una cosa está clara, es magia negra de la más poderosa, y Dumbledore ha dicho que en ningún caso puedes usar tu la misma vía para volver.

- Algo es seguro – murmuró Sirius, más para si mismo que para Harry – Si Voldemort consigue lo que quiere, aunque solo reclute a más gente para su causa, su poder aumentará increíblemente.

- Los de la Orden hace horas que están reunidos – le explicó Harry

- Harry, a partir de ahora no dudo que las cosas puedan ir a peor, no quiero que vayas a ningún sitio solo ¿me has entendido? No hagas ninguna locura y sobretodo no te separes de Remus, él sabrá que hacer si acontece lo peor

El chico asintió muy a su pesar, clavando sus ojos verdes en los grises de su padrino.

- Ten mucho cuidado tú también Sirius… - murmuró Harry – Mortífagos y dementores…

- Hace falta mucho más que eso para asustarme – dijo Sirius con un deje de arrogancia, una de las pocas cosas que había heredado del linaje Black. – Otra cosa Harry, debes volver con la oclumencia.

- ¿Qué? ¿Por qué? – dijo el chico con una desagradable mueca en el rostro. No era precisamente la cosa que más le apetecía hacer, y menos con Snape.

- ¡Hazme caso! Pero no se lo pidas tú directamente a Snape, Remus lo hará por ti. Pero debes prometerme que volverás a hacer clases de oclumencia. Es muy importante Harry, no podemos permitir que todo lo que sepas tú, lo sepa Voldemort.

Harry asintió resignado : - Te lo prometo.

Cuando Sirius se volvió a guardar el espejo en el bolsillo y regresó con sus compañeros se encontró a Legolas y Simberminë enfrascados en una acalorada discusión. Hablaban muy deprisa en una lengua extraña de la que el hombre no comprendía ni palabra.

- ¿Qué es lo que pasa? – le preguntó a Merry

- Han empezado a discutir porqué ella dice que quiere acompañarnos porque no se fía de la protección que pueda darnos Legolas, y él se ha negado rotundamente a que viajara con nosotros. Pero me he perdido en cuanto han empezado a hablar en sindarín, lengua de elfos. – explicó el hobbit

- Una cosa he aprendido en mi convivencia con elfos, son los seres más testarudos del planeta, se pueden pasar así horas – dijo Gimli sentándose bajo un árbol.

o o o

Harry miraba nervioso como Remus hablaba con Snape. Tan pronto como la reunión de la Orden había terminado el chico había ido a hablar con el hombre lobo y le había contado todo lo que Sirius le había dicho. El licántropo no había tardado ni dos minutos en ir a hablar con el profesor de pociones.

Muy poco rato después Snape se acercó a Harry.

- Muy bien Potter, te quiero aquí mismo cada lunes, miércoles y viernes a las cinco en punto de la tarde para retomar nuestras lecciones de oclumencia. Sé puntual, no tengo mucha paciencia para esperar – dicho esto, el hombre se giró y se fue.

Harry, que no había tenido tiempo ni ocasión de articular palabra se quedó con la boca abierta a punto de decir "de acuerdo", pero el hombre ya estaba demasiado lejos.

- Yo te acompañaré cuando tengas clase – sonó la voz de Remus a su lado.

- Gracias – le sonrió agradecido.

- Oye Harry… Sirius estaba bien ¿verdad? – una nota de inseguridad acompañó esas palabras del hombre

- Estaba perfectamente, tranquilo – dijo Harry

- ¡Vamos Remus! ¡No te preocupes tanto por tu amigo! Es lo suficientemente grande para cuidarse solito – una figura se abalanzó sobre el licántropo, dándole un fugaz abrazo por la espalda.

Era Tonks, a la que ni siquiera los tiempos más oscuros conseguían apagarle el optimismo y el buen humor.

El hombre notó una pequeña sacudida en el estómago al notar tan cerca la presencia de la joven maga, y Harry observó claramente divertido como una sombra de rubor aparecía en las mejillas de su antiguo profesor. Miró interrogativamente a Charlie, que estaba a su lado y este le devolvió la mirada encogiéndose de hombros.

Harry se apuntó mentalmente que debía hablar de esa reacción de Remus con Hermione, al fin y al cabo ella era una chica, y las chicas esos indicios los interpretaban mejor que nadie.

Poco rato después, tras haberse despedido de todos, Harry y Remus tomaron el camino de regreso a casa. Molly le había insistido mucho al chico que podía quedarse si quería, que no era ningún problema, pero el chico había preferido no permanecer en la casa de Grimmauld Place, y menos ahora que las cosas se ponían más feas.

- Oye Remus… - dijo Harry cuando ya subían por su calle – Habéis estado mucho rato ahí dentro… ¿De que habéis hablado?

- Estábamos trazando un primer esbozo de plan de acción. Nunca había visto a Dumbledore tan alterado. Planteó la posibilidad de repartirnos por grupos y seguir los pasos de los mortífagos por los distintos mundos… Pero no sabemos muy bien como controlar la magia para conseguir viajar a voluntad. Aunque de hecho Severus dijo que solo tenía constancia que mortífagos y dementores habían sido enviados a un solo mundo.

- Al mismo que está Sirius – sentenció Harry

Remus asintió con la cabeza : - Aunque todo son teorías por el momento, y claro, no podemos pedir a Severus que arriesgue más de lo que está haciendo para averiguar más. Aunque de momento tenemos una pequeña tregua, Voldemort aún no sabe como trasladar grupos grandes de gente de un mundo a otro, o sea que por muchos siervos nuevos que se procure poco pueden hacer por él desde otro mundo.

Los dos entraron en el apartamento silenciosamente.

o o o

Sirius se despertó en medio de la noche. Aún no estaba acostumbrado a dormir bajo la luz de las estrellas y echado sobre la suave hierba. Vio que Legolas estaba aún de guardia.

Había sido idea de Simberminë, que tras horas de discusión con Legolas había conseguido lo que quería, viajar con ellos hasta Minas Tirith y que montaran turnos de guardia durante la noche, pues dijo que aunque no les volvieran a atacar los mismos de la tarde aún había orcos pululando por esas tierras.

El hombre se levantó y se fue a sentar junto al elfo.

- ¿No duermes? – le preguntó Legolas extrañado alzando una ceja

- No tengo demasiado sueño – mintió Sirius. – Además he creído que te vendría bien un poco de compañía.

- Cierto – el elfo esbozó una débil sonrisa – No hay nada más aburrido que estar de guardia cuando no acecha ningún peligro

- Pero nunca se sabe ¿no? O al menos esto es lo que ha dicho Simberminë – dijo Sirius intentando desviar la conversación hacía donde a él le interesaba

- Ella cree saberlo todo – gruñó Legolas.

- Me ha parecido que os conocíais de antes – dijo el hombre con voz cautelosa.

- Ella vivía en el Bosque Negro, como yo. – el elfo parecía reacio a explicar más cosas.

- ¿Y eso de llamarte principito? – inquirió Sirius levantando interrogativamente una ceja.

- Según ella un apodo cariñoso… Yo creo que solo me lo dice para hacerme rabiar. Le encanta

- Pero es que eres… ¿acaso eres príncipe?

- Pues si – dijo Legolas como si fuera la cosa más normal del mundo – Del Bosque Negro. ¡Pero no empieces como todo el mundo a tratarme diferente ahora que lo sabes!

Sirius negó con la cabeza y sonrió : - No sufras, te seguiré maltratando igual

Pero de pronto la sonrisa se congeló en los labios del elfo, que se quedó quieto con la mirada fija en un punto de la oscuridad.

- ¿Qué ocurre? – preguntó Sirius

Legolas le hizo una señal para que se mantuviera en silencio, se levantó y instó a Sirius a seguirle.

Las hojas secas que había en el suelo parecían no crujir bajo los pies del elfo, en cambio el hombre se sentía un bruto haciendo tanto ruido.

Se agachó junto a Legolas detrás de un arbusto y entonces lo pudo ver : Bellatrix y los mortífagos de nuevo, aunque esta vez estaban acompañados de alguien; eran unos horribles seres encorvados, con las piernas torcidas. Tenían los brazos largos y fuertes, y una piel tan oscura como la madera que ha sido carbonizada por el fuego. Poseían una gran boca con colmillos irregulares de color amarillento, lengua roja y gruesa, nariz y rostro chatos y anchos. Los ojos eran rajas carmesíes, como algo que se consumía en parrillas de hierro negro, tras las que ardieran brasas encendidas.

- ¿Qué son? – preguntó Sirius con un susurr

- Yrch – murmuró Legolas, primero en sindarin, y después tradució para que Sirius le pudiera entender – En la Primera Edad, Melkor, un poderoso valar oscuro y maligno capturó a muchos elfos y los llevó a sus mazmorras, y con horribles actos de tortura concibió estas formas de vida. Crió una raza esclava de trasgos. Fueron orcos, una muchedumbre creada con formas desfiguradas por el dolor y el odio. La única alegría de estas criaturas es el sufrimiento de los demás, porque la sangre que corre por sus venas es negra y fría.

Entonces vieron con claridad como Bellatrix le alargaba al orco que estaba más cerca de ella una bolsa de piel. La horrible criatura la abrió y sacó de ella algunas monedas de oro.

- Dile a tu señor que le serviremos donde y cuando él quiera – dijo el orco con voz ronca

Sirius cerró los puños con rabia. Primero fueron los dementores, luego los gigantes que Hagrid no pudo convencer y ahora los orcos.

Se levantaron en silencio con Legolas y volvieron allí donde los demás dormían.

- ¡Hay que hacer algo! ¿Qué más seres oscuros puede reclutar Voldemort para que le ayuden en su guerra?

- Los haradrim, los hombres del sur, por dinero son capaces de cualquier cosa, trasgos de las nubladas, los corsarios… Dragones quedan muy pocos y no creo que se dejen sobornar por algunas monedas… - dijo el elfo

- Nos superan en número… - susurró Sirius más para si mismo que para Legolas – Y yo aquí sin poder hacer nada…

El hombre se maldijo a si mismo. En su mundo no podía hacer nada porque el Ministerio le buscaba para condenarle a muerte, y ahora estaba encerrado en un mundo del que no podía salir…

- Solo veo una solución – anunció Legolas con su melodiosa voz – Tienes que buscar otros aliados para que os ayuden a vosotros.

- No hay nadie más… - dijo Sirius

- Muchas gracias hombre, ahora resulta que nosotros no somos nadie – dijo el elfo con una media sonrisa. Deja que me encargue yo de esto

Sirius sonrió al elfo con agradecimiento, y hizo un gesto afirmativo con la cabeza.

o o o

Mayu : Juas! La primera en dejar revi hija xD Mi beta kiskillosa :P A todos los k lean esto, ella es la responsable de la poca cantidad de fallos de mis capis, al sumirlos a una inspección rigurosa :P Ahora ya no tienes k matarme! Que este capi si lo has revisado!! :P O sea que nada de amenazas de muerte :P

amps14 : De echo eso tan grave que pasó, por lo que los de la Orden estaban con esas caras de funeral fue precisamente eso, a presencia de dementores y company en la TM. Y lo de Remus y Tonks... Aceleraré el asunto, basicamente pq cierta loka me ha amenazado en lanzarme un cruciatus si no pongo pronto romance. A ver si me paso a leer tu fic en el que Remus sufre mucho :P

jessytonks : A ver si con este capi te keda más o menos claro que hacen los dementores en la Tierra Media. Y si no, pues vuelve a preguntar, que yo no tengo ningún problema en volver a explicartelo

Mereth : Jajaja! Lo de todo el mundo en bañador fue en honor a todas las k acababamos de pasar por el trauma de los examenes finales. Era una mini recompensa xDD Ahora k caigo, ¡me faltaron los gemelos! Por akel entonces mis neuronas no estaban del todo recuperadas... Weno, a ver si soluciono el detallito sacándo a mis adorables pelirrojos en otra ocasión ;)

Nienna : Espero que hayas resucitado después de ver a Sirius y a Legolas con bañador, de lo contrario ya no sabrás pq habia dementores en la Tierra Media :P

Anabelle Bolson : ¡Muchas gracias por tus comentarios! Reviews así son los que me mantienen con ganas de seguir escribiendo! ¡Mi personaje preferido tb es Siruis! Y sin duda, Pippin es mi hobbit preferido ;) En fin... ¡Gracias por leer el fic!

sara fenix black : Tus teorias no van mal encaminadas, pero no es del todo verdad. Digamos que lo que ha pasado es que simplemente nuestro Voldie ha echo su propia conexión con la TM, al leer en la mente de Harry lo que pasó con Sirius.

Elloith : ¡Increible! ¿Pro tu no odiabes HP? xDDD Wenu suposu que havent-hi part de LOTR pots fer l'esforç de llegir el fic ¿no? xD Ainss..

Elanta : Mmmm... Pues la visita de tito Voldie no queda descartada no :P Y quedo avisada con lo del cruciatus :P ¡Me daré prisa con el romance! Aunke tu no eres la más indicada para hablar ¿eh? :P 16 capis de tu fic y solo has tirado a Lily encima de James :P xDDD

Dadaiiro : Woo! Un revi para cada capi! Muchas gracias la verdad! ¿Te leiste el fic todo seguido? O.O Eso es valor xD Espero que ahora ya sepas para que Voldemort quiere conseguir una conexion con el otro mundo... ¡Y que sigas leyendo el fic! ;)

Weno, eso es todo x ahora, ¡espero que os haya gustado el capi! La verdad, todo hay que decirlo, es el primer capi beteado que publico, y todo merito de mi beta kiskillosa xD. Anda dejad revis pliis! (a)