Capítulo 11 .- Cuando el pasado acecha
Charlie Weasley llegó puntual al Caldero Chorreante. Dumbledore le había pedido si podía ir a recoger allí a la más nueva adquisición de la Orden del Fénix, el mejor experto en Crianza de Criaturas Mágicas que el director de Hogwarts había podido encontrar.
El pelirrojo paseó la mirada por las diferentes mesas, dándose cuenta por primera vez que no tenía ni la más remota idea de cómo era, o se llamaba el hombre que estaba buscando. Empezó a fijarse en los hombres mayores y de aspecto respetable que había en el pub.
- Perdone – habló una voz femenina a sus espaldas. - ¿Es usted Charlie Weasley?
El muchacho se giró para encontrarse cara a cara con una mujer algo mayor que él, de lacia melena de color castaño claro que le enmarcaba un rostro común, desde donde un par de ojos color miel le miraban con curiosidad tras los cristales de unas gafas.
- Si – asintió al final él – Soy yo.
- Soy Lucy Barns. El profesor Dumbledore me dijo que vendría usted a recogerme – explicó la mujer con una sonrisa.
- Entonces... Usted es...
- No me trate de usted, me hace sentir mayor.
- Si yo no te trato de usted, tu tampoco a mi, al fin y al cabo creo que soy más joven que tu – le sonrió de vuelta Charlie.
- Seguro que eres más joven.
- ¿Entonces tu eres la experta en Criaturas Mágicas que ha escogido Dumbledore?
- Yo no diría experta, pero si, me ha escogido Dumbledore.
El pelirrojo la valoró unos instantes más, en silencio. Supuso que debía tener aproximadamente la misma edad que Lupin. Pero la mujer sabía vestir con un aire muy juvenil : Llevaba una blusa de color azul y una falda ligera de color claro que le llegaba a las rodillas. Detrás de ella se veían una serie de bolsas de viaje, y una maleta.
- Gracias por seguir las indicaciones de Dumbledore y venir con ropa muggle – dijo Charlie al tiempo que cogía algunas de las bolsas de Lucy y le indicaba que le siguiera – Nuestro cuartel general está rodeado de casas muggles, y sus habitantes empezaban a sospechar al ver a tanta gente con túnicas.
- No hay problema – contestó ella, tirando de la pequeña maletita con ruedas – Vengo de familia muggle, así que se podría decir que me siento más cómoda así que con túnica.
- Ojalá pudiera decir yo lo mismo – suspiró el chico dando una ojeada a los vaqueros gastados y la camiseta blanca que llevaba. Se sentía casi como un payaso con esa ropa.
Caminaron hasta Grimmauld Place, el silencio entre ellos sólo interrumpido por el incesante taconeo de los zapatos de ella. Una vez llegaron a su destinación, la mujer vio con asombro como la casa aparecía entre la 11 y la 13.
- ¿Es este vuestro cuartel? – preguntó ella al final.
Charlie solo asintió al tiempo que llamaba al timbre. Unos gritos insistentes de mujer se dejaron oír desde el interior. Una joven de larga melena violeta les abrió la puerta.
- ¡Hola Charlie! – saludó con simpatía, y luego clavó su mirada verde en Lucy, y al instante le dedicó una sonrisa radiante - ¿Eres la nueva?
Lucy asintió, no muy convencida de a lo que se refería esa chica con "la nueva".
- ¡Ya era hora! Alguien joven por aquí con quien hablar
Ella se sintió halagada de que le hubieran llamado "joven". Con 36 años tenía que recoger los cumplidos de donde se podía.
- Yo soy Nymphadora Tonks, pero llámame Tonks – se presentó la chica.
- Lucy Barns – dijo la otra, devolviendo la sonrisa a la impulsiva Tonks.
- Vamos, te presentaré al resto – anunció el pelirrojo.
Lucy siguió a Charlie y a Tonks hasta la cocina, donde había seis personas más.
- El profesor Dumbledore – empezó a enumerar Tonks - Severus Snape, Bill Weasley, Arthur y Molly Weasley y...
- ¡Remus! – interrumpió Lucy. Hubiera reconocido a ese hombre de pelo castaño algo canoso y mirada dorada en cualquier sitio.
El licántropo miró a la mujer confundido, pero poco a poco la mirada en sus ojos se fue tornando en una de sumamente sorprendida : - ¿¡Lucy!? – dijo sin poder acabárselo de creer.
- Ha pasado mucho tiempo ¿verdad? – sonrío ella. Remus por un momento se quedó serio, mirando con insistencia a la mujer, y luego asintió, levantándose con una leve sonrisa, para darle un efusivo abrazo.
- ¡Vaya! Así que ya os conocíais... – comentó Tonks, que había perdido su habitual sonrisa. La chica notaba una extraña sensación en la boca de su estómago.
- Coincidimos en Hogwarts – fue lo único que explicó el antiguo merodeador.
Tonks se cruzó de brazos y se dejó caer en una de las sillas ante la mirada divertida de Charlie y Bill, a quienes la relación entre Lupin y la joven bruja no había pasado desapercibida.
- La señorita Barns debe estar cansada. – interrumpió el director – Molly por favor, ¿serías tan amable de acompañarla a su habitación para que pueda ponerse cómoda?
Una vez las dos mujeres hubieron abandonado la cocina, Remus notó como cinco pares de ojos le miraban interrogantes. Entonces supo que no tendría más remedio que contarles la historia completa :
- Lucy iba dos cursos por debajo que nosotros en Hogwarts. Yo la conocí cuando yo hacía quinto, me estaba preparando a conciencia los TIMO's y coincidíamos muy a menudo en la biblioteca. Por aquel entonces ella, como muchas otras, se enamoró perdidamente de Sirius; la cosa quedó ahí hasta que en séptimo, Sirius se dio cuenta de que ella existía (no me acuerdo como sucedió exactamente). Él estaba acostumbrado a salir con las típicas "chicas guapas", así que cuando conoció a fondo a Lucy, supo apreciarla, y pronto a quererla.
-¿Mi primo enamorado? – preguntó Tonks, que sentía que le desaparecían los celos por momentos.
Remus asintió : - Era la primera vez que lo veía de esa forma. Empezaron a salir aproximadamente al mismo tiempo que James y Lily. Su relación tuvo bastantes baches, pero los dos estaban enamorados hasta las pestañas, así que a pesar de los problemas, continuaron juntos. Y cuando ya planeaban casarse... bueno... Encerraron a Sirius en Azkaban. Cuando se supo la noticia de todo lo que había sucedido ese día, vino a verme. Estaba tan mal como yo, o quizás más afectada si cabe... Me dijo que se iba lejos, a trabajar a América, a Nueva York creo. Y eso fue lo último que supe de ella hasta hoy.
Todo el mundo se había quedado mudo al oír la historia.
- Entonces... Ella no sabe nada de la inocencia de Sirius... – dijo Tonks, casi en un susurro.
Remus negó con la cabeza : - Lucy aún cree que estuvo a punto de casarse con un asesino fiel seguidor de Voldemort. Además supongo que se enteró de su muerte, pues el Profeta dio la noticia algunos días después.
- Propongo que seamos cautos a la hora de contarle que Sirius es inocente y está vivo... No sabemos que ha estado haciendo todos estos años, y a pesar de parecer una buena mujer no podemos confiar en nadie externo a la Orden. – habló Dumbledore, por primera vez en mucho rato.
- Profesor... Yo no creo que debamos desconfiar de...
- La habitación es perfecta, muchas gracias – dijo Lucy, que en ese momento acababa de volver, interrumpiendo las palabras que estaba pronunciando Lupin. La mujer no notó que todos la miraban con cierto aire de compasión.
O o o O
Sirius estornudó.
- Parece que haya alguien hablando de mi en alguna parte – comentó en broma.
Los días en Tirion pasaban rápidos. Mientras Gandalf buscaba una solución, el animago, Legolas, los hobbits y todos los demás se entretenían, cada uno a su manera, en la peculiar ciudad de los elfos del otro lado del mar.
- Esto es demasiado tranquilo... – masculló Sirius dándole una patada a una piedra.
- A ti lo que te pasa es que eres masoca. ¿No sabes disfrutar de la tranquilidad? – le contestó Legolas. Desde que habían llegado, ambos pasaban mucho tiempo juntos.
- ¿Dónde están Merry y Pippin? Desde que llegamos que casi no se les ve el pelo
- Deben estar otra vez con Frodo.
- Aquí todo el mundo conoce a alguien... Que fastidio... – el animago lanzó un sonoro bostezo.
- Venga va, cuéntame algo – le animó el elfo, para cambiar de tema; sabía que los reencuentros entre viejos compañeros le hacían recordar sus amigos que había dejado en el otro mundo.
- ¿Qué quieres que te cuente? – Sirius hizo una pausa y pensó en alguna anécdota que contar – ¡Si casi te he contado toda mi vida!
- Hay algo de lo que nunca me has hablado – dijo el otro con picardía – Me hablaste de tu mejor amigo y esa pelirroja, del otro amigo con tu prima... Una vez me dijiste que eras todo un rompecorazones de joven, ¿hubo alguna chica que dejara huella?
La sonrisa de Sirius cambió a una de melancólica; era la sonrisa de alguien que recuerda buenos tiempos, ya perdidos en la memoria.
- La hubo... – musitó el antiguo merodeador. – Pero no es una historia con final feliz.
- Lo siento... No quería hacerte recordar nada que...
- No. Hace mucho tiempo que no hablo de esto, y tal vez me vaya bien hacerlo... Me iría bien aceptar que ella ya no volverá.
- Entonces adelante – sonrió Legolas, para darle ánimos.
- Se llamaba Lucy... – empezó Sirius, titubeante, no muy seguro de sus propias palabras – Nos conocimos en el colegio. Ha sido la chica más maravillosa que jamás haya conocido...
Legolas sonrió; había notado como la mirada de su amigo se había iluminado súbitamente cuando había empezado a hablar de ella.
- Y bien... Justo entonces me encerraron y... No he vuelto a saber nada más de ella.
- ¿No intentaste ponerte en contacto con ella cuando te escapaste? – se sorprendió el elfo.
- ¿Realmente crees que habría leído una carta mía? No se habría molestado ni a abrirla...
Legolas no insistió en el tema, y la conversación quedó allí, pues los hobbits llegaron causando alboroto como siempre, acompañados de Frodo.
O o o O
Lucy se había ofrecido a quitar la mesa; aunque fuera la invitada no quería causar ninguna molestia a la Orden. Remus, que quería hablar a solas con ella, se retrasó deliberadamente del resto, fingiendo que estaba leyendo algo muy interesante en un pergamino.
- Hacía mucho tiempo que no te veía – dijo el hombre finalmente.
- Pues si – asintió Lucy – Hacía ya 14 años desde la última vez que estuve en Londres
- ¿Has estado en Nueva York todo este tiempo?
Lucy asintió y sonrió con pesar : - Aunque se echaba de menos todo esto. La gran ciudad está bien por un tiempo... Pero no para 14 años.
- Pues para no estar bien a ti te ha sentado genial. Me haces sentir más viejo. ¡Mírate! ¡Si aparentas diez años menos!
La mujer se echó a reír : - ¡No seas bobo! Sólo es la ropa.
Lupin negó con la cabeza : - Diría que tienes mucho mejor aspecto que la última vez que te vi, y ya es decir mucho. – Una vez hubo hablado se arrepintió al instante de haber mencionado la última vez que se vieron. Vio como a Lucy se le ensombrecía la mirada y dejaba de sonreír.
- Es que la última vez que nos vimos no estaba precisamente en mi mejor momento – murmuró ella con un hilillo de voz.
Remus sabía que la había fastidiado. Sin saber que decir, se levantó y la ayudó a doblar el mantel.
- ¿Supiste algo de él? – preguntó entonces Lucy, de repente.
- ¿Cómo?
- Cuando... se escapó de Azkaban... ¿intentó ponerse en contacto contigo? – las manos de la mujer se crisparon y apretó con fuerza el mantel que sostenía.
El licántropo se encontraba en una situación delicada. Dumbledore le había dicho que no le contara nada de Sirius a Lucy, al menos por el momento... Pero, sin embargo... ¿Era justo dejar que la mujer sufriera de esa forma? ¿Debía permitir que otra persona continuara pensando que su mejor amigo era la peor persona que pudiera existir?
- Lo siento, lo siento. No quiero saberlo – Lucy forzó una sonrisa, y interrumpió a Remus en sus pensamientos. – Es solo que... A veces... Me olvido que el Sirius al que yo conocí no era más que una mentira.
- Lucy, yo...
La mujer negó con la cabeza : - No hace falta que digas nada. El pasado del que he estado huyendo 14 años me ha alcanzado demasiado rápido en un solo día. Me acostumbraré – dicho esto, esbozó una triste sonrisa y subió a su habitación a dormir.
Lupin se volvió a hundir en su silla. No le gustaba ver a Lucy de esa forma...
- Se lo vas a contar ¿verdad?.
El licántropo alzó su mirada dorada un momento. Estaba tan abatido que no alcanzó ni a ponerse nervioso con la presencia de Tonks.
- Debería hacerlo.
La chica se acercó y se sentó al lado del hombre, poniéndole una mano reconfortante en el hombro : - No te tortures. No es culpa tuya. De todos modos sabrá la verdad cuando mi primo regrese.
- Pero hasta que regrese lo va a pasar muy mal. Y aún peor cuando descubra de quien es esta casa...
- Yo me encargaré de esto – Tonks le guiñó uno de sus ojos que ese día lucían rojos – La mantendré ocupada para que no se aburra y no tenga tiempo para pensar.
- Podrías llevártela esta noche a algún sitio; dudo que lo necesite alguna vez más que ahora.
La chica se quedó mirando al hombre lobo por unos instantes. Esa no había sido su intención; esa noche quería mantener con él la conversación que llevaban posponiendo hacía ya demasiado tiempo, pero no tuvo el valor para negarse a la petición de Lupin.
- De acuerdo – asintió ella – La llevaré a tomar algo.
O o o O
Lucy tenía la vista perdida en el cielo estrellado, no podía dejar de pensar en él. Pero no lloraba; los años anteriores le habían echo gastar todas las lágrimas que un ser vivo puede llegar a derramar en toda una vida.
Irremediablemente se sentía como si todos aquellos años de aislamiento no le hubieran servido para nada. Había bastado volver a Londres para que los recuerdos volvieran a atormentarla. Aún le parecía ver esos ojos grises mirándola sonrientes, su pelo negro, sus labios... En un gesto casi involuntario se sacó del bolsillo una foto; había tirado todas las demás, pero no había tenido valor para romper esa... Era del día que él le había pedido que se casaran. Ambos irradiaban felicidad. Acarició con la yema de los dedos la imagen de Sirius, que le guiñaba el ojo y le sonreía tiernamente; si no hubiese sido por los montones de testimonios que habían visto como mataba a Pettigrew nunca hubiera creído que él fuera capaz de cometer semejante atrocidad...
Unos golpes en la puerta la sacaron rápidamente del recuerdo del pasado, se guardó otra vez la foto entre la ropa y fue a abrir.
Era Tonks, con el pelo corto y extremadamente azul y vestida para salir.
- ¿Te vas a alguna parte? – preguntó Lucy forzando una sonrisa.
- ¡Por supuesto! Y tu te vienes conmigo. Tenemos que conocernos mejor, y no voy a aceptar un no por respuesta.
Al principio ella intentó negarse, pero cuando se dio cuenta que Tonks nunca desistiría, fue a vestirse y pronto ambas se perdían en la noche londinense.
O o o O
Muchos elfos miraban sorprendidos a Sirius, que se encontraba muy ocupado en una de las principales cocinas de la ciudad. Los hobbits habían tenido la genial idea de que el hombre les cocinara algún plato típico de su mundo, y tras sus insistentes peticiones, él no se había podido negar.
Aunque luego, el animago se había visto en un apuro. Por razones evidentes, hacía años que no cocinaba, y mucho menos para un número tan considerable de comensales.
- De todas formas no habréis probado lo que es realmente la buena comida de mi mundo hasta que lleguemos a Grimmauld Place y Molly Weasley os cocine algo. – dijo a modo de excusa al tiempo que servía los platos.
A causa de la falta de disponibilidad de ingredientes, y de la poca práctica de Sirius en la cocina, el plato elegido había sido una sencilla tortilla de patatas. A parte, estaba el echo de que los elfos eran un poco susceptibles a comerse algo que hubiera estado vivo alguna vez.
Justo cuando empezaban a comer, la puerta se abrió otra vez. Sirius iba a poner otro plato en la mesa, pero no era ningún elfo que quería cenar, sino Gandalf.
- ¿Interrumpo algo? – preguntó el anciano.
- ¡En absoluto! – se apresuró a asegurar Sirius – Sólo estábamos cenando. ¿Qué ocurre Gandalf?
El mago esbozó una sonrisa amable : - Te podré devolver a tu mundo cuando tu quieras.
- ¡Ahora mismo! – el animago se levantó demasiado rápido de su asiento, tirando un par de vasos con su movimiento.
- Me figuraba que querrías partir en seguida, por eso lo he dejado todo dispuesto.
En un momento se organizaron. Legolas, Elladan y Elrohir no dudaron en decidir que acompañarían a Sirius. Merry y Pippin también se apuntaron sin dudarlo. Gimli pareció más reacio a ir, y al final decidió quedarse con Frodo a esperar que los demás regresaran, y a última hora, Simberminë también se animó a ir.
A Sirius la espera se le estaba haciendo eterna. Gandalf sólo tardó unos pocos minutos a organizarlo todo, pero a él le parecieron siglos. Estaba deseando volver a estar en Londres, en su mundo. Ansiaba ver a Harry, a Remus y a todos los demás. Se le pasó por la cabeza que hasta le alegraría volver a ver a Snape.
- Relájate, hombre – le susurró Legolas al oído, que había estado observándolo todo el rato.
- Hasta que no esté allí no me voy a poder creer que puedo volver – aseguró Sirius golpeando impacientemente el suelo con un pie.
- Bien – Gandalf le tendió un pequeño colgante a Legolas – Esto será lo que os mantendrá en contacto con la Tierra Media; cuando queráis volver no tendréis que hacer nada más que desearlo fervorosamente.
Una vez todas las explicaciones hubieron concluido, el mago prosiguió con su tarea de llevarlos al tan ansiado mundo de Sirius.
Pronto, todos se vieron envueltos en una especie de neblina perfumada que les aturdió los sentidos y les llevó a un estado se semiinconsciencia. Por eso, ninguno de ellos pudo entender bien como dejaron atrás esa estancia iluminada a la luz de las velas de Tirion.
Cuando Sirius abrió los ojos, estaba preparado para ver cualquier cosa menos lo que tenía frente a si. Se frotó los ojos un par de veces para asegurarse que no estaba soñando. Ante el animago se alzaba el reloj más famoso de Inglaterra : el Big Ben. ¡Estaba de vuelta!
O o o O
- Hacía siglos que no salía, la verdad – afirmó Lucy con una sonrisa – Me lo he pasado muy bien.
- ¿Lo ves? Sabía que te vendría bien distraerte un poco. ¡Aprovecha que Dumbledore aún no te ha dado nada que hacer! – dijo Tonks.
Las dos brujas caminaban de regreso a Grimmauld Place. Era de madrugada ya, y ambas se lo habían pasado muy bien.
- ¿Sabes? Antes me he puesto celosa de ti – reconoció la metamorfomaga, a quien las copas que habían tomado a lo largo de la noche le habían aflojado la lengua.
- ¿De mi? – se extrañó Lucy.
- Si, por la confianza que has demostrado con Remus.
- ¡Ohhh vayaa! – rió la otra – Así que Lupin te ha robado el corazón. Tranquila, no sufras por mi, es solo un compañero de colegio de la juventud. ¿Y que? ¡Cuéntame! ¿Estáis saliendo juntos?
- Bueno... Salimos un día y... digamos que nuestra situación actual aún no ha sido hablada... Así que no sé que decirte.
La conversación siguió girando en torno al licántropo mientras Lucy y Tonks tomaban el camino de vuelta.
O o o O
Sirius se alegró de ver su casa en Grimmauld Place. De pronto ya no le parecía horrible, sino acogedora. Se adelantó al grupo para tocar el timbre, y hasta se alegró de oír gritar a su vieja madre en el interior.
Severus Snape fue quien abrió la puerta, y Sirius también se alegró de verle, tanto que le dio un rápido abrazo, que dejó al profesor de pociones de piedra.
- Vaya... – pudo decir Snape al final – Por fin has vuelto Black... Creí que te quedarías para siempre allí. Un buen lugar para huir de todas las preocupaciones ¿verdad?
- Lo bueno de la Tierra Media es que no estabas tu – dijo despreocupadamente Sirius mientras entraba en la casa - ¿Continuas con tus insomnios? Es muy tarde para estar despierto.
Legolas, Simberminë, Elladan, Elrohir, Merry y Pippin entraron después, sin abrir boca, aún sorprendidos por todas las cosas extrañas y maravillosas de ese mundo. Snape cerró la puerta violentamente tras ellos, cosa que produjo que la señora Black empezara a chillar de nuevo desde el cuadro.
- Cállate ya, vieja estúpida – dijo al pasar junto al retrato, cerrando las cortinas con un simple movimiento de varita.
Sirius y los demás ya habían llegado a la cocina.
- Buenas noches a todos, disculpad que nos presentemos a estas horas – saludó Black con una amplia sonrisa.
Remus fue el primero de los presentes que se levantó a dar un enorme abrazo a Sirius.
- Se te ha echado de menos – le dijo al fin, clavando sus ojos dorados en él. – Has tardado una eternidad en volver.
Después, a Sirius le tocó recibir la bienvenida de los pocos miembros de la Orden que aún estaban despiertos a esa hora : Bill Weasley y Ojo-loco.
- Bien, y estos son mis amigos – dijo Black al fin, señalando a Legolas y a los demás – Son Merry, Pippin, Elladan, Elrohir, Simberminë y Legolas. Me han ayudado mucho allí, se podría decir que gracias a ellos estoy hoy aquí.
- No es para tanto... – intentó quitarle importancia Legolas.
- Es un poco tarde pero, ¿os apetece un té? Hay algunas pastas que ha hecho Molly esta tarde también – sonrió Lupin.
- ¡Por supuesto! – aceptaron Merry y Pippin al instante.
Entre charlas y té, las horas les pasaron muy rápidamente. Remus dudaba mucho que alguna otra vez hubiera habido tal tranquilidad en su interior desde hacía muchísimo tiempo. Ahora todo empezaba a ir bien. Y ese sentimiento le hubiera durado el resto de la noche de no haber sido porque de pronto todos oyeron como la puerta de la entrada se abría, y unas voces femeninas les llegaban apagadas a través de la puerta cerrada de la cocina... ¡Se había olvidado que Tonks y Lucy habían salido! No quiso ni imaginarse la escena : ¡No había tenido ni tiempo de decirle a Sirius que Lucy era de la Orden, ni de convencer a Lucy de que Sirius no era un asesino en masa fugado de la cárcel!. Cerró los ojos y esperó que de un momento al otro la puerta de la cocina se abriera dando paso a las dos chicas...
O o o O
Ale xDD Aquí os quedaaaais xD Soy malísima, lo sé. Pero con el suspense me aseguro que leeis el proximo capitulo. Diré más, si no recibo reviews... ¡No publicaré el próximo! Mwahahahaha, si, es chantaje, soy consciente de ello :P
Bueno va, ¿qué os ha parecido? Sé que no ha pasado mucha cosa interesante en este capi, pero era más para introducir al nuevo personaje. A los que leéis mi otro fic Lucy os sonará mucho ¿no? :P Y como que no soy mala he puesto un resumen de su relación con Sirius para los que no lo leéis. Pero que conste que la cosa está muy bien explicada en el otro de "Amor platónico" (autopublicidad :P). En realidad mi primera idea era la de liar a Sirius con Simberminë, luego me empezó a gustar cada vez más su relación de amor-odio. Luego decidí traer a una especialista en Crianza de Criaturas Mágicas, que en principio iba a ser una francesa, pero luego Mereth me dio la idea de pq no metía a Lucy en este fic, y la verdad, la idea me gustó tanto que ya veis, le hice caso (para que luego te quejes y digas que no he explicado que la idea fue tuya :P)
We, creo que nada más por ahora, voy a contestar los reviews (han sido pocos, ¬¬ ¡que tacaños sois con los reviews! )
Sara F : Mira! Esta vez si que no he tardado mucho ¿eh? Otra vez está el capi sin betear, pero es que a mi beta definitivamente se le ha muerto el ordenador y me dijo que durante un tiempo subiera sin betear. Probablemente se note que no están tan bien los capis pero... Y si, ya ves, tenemos a Lucy aquí :P Ya me dirás que te ha parecido!
Mereth : Joer, ahora has atropellado a Pettigrew?? XD Pobrecito, creo que tienes más instintos asesinos contra él que contra cualquier otro personaje xDD Ui ¡un momento! ¿Dije pobrecito? OO ¿¡Que me está pasando!?
Ui, los gemelos fueron secuestrados en Tirion?? Pues fijate que no sé nada de nada de Elrohir (a) ¿por quien me tomas? XDD Yo no soy una secuestra-elfos, conmigo vienen por voluntad propia, yo solo les amenazo de muerte si no lo hacen xD.
Mayu : Así que definitivamente se te ha muerto el ordenador ¿eh? Sil me dijo que d momento subiera los capis sin betear. Me da a mi que la gente lo va a notar, pero bueno... Al final no terminaste de anikilarme el capi xDD
amsp14 : ¡Holaaas! Mmmm, no, definitivamente no voy a dejar a Sirius solo xDD ¡Por supuesto que no! No es hombre para quedarse solo. Supongo que te debe sonar la chica que acaba de llegar :P Y respecto a Remus y Tonks... No, no van a tardar mucho mantener una seria conversación :P ¡Espero que te haya gustado el capi!
susiblack : ¡Gracias por tus comentarios! Espero no haberte echo esperar demasiado para el nuevo capi. Lo de que tengo mucha imaginación me lo ha dicho muchísima gente :P Aunque eso no se si es bueno o malo. Mi mail es : y puedes escribirme cuando quieras, yo encantada .
Umi Natsuko : Jajaja, ya ves que no sigo con mis políticas de dejar a Sirius solo :P Le ha salido un antiguo amor. Sé que no va a gustarte, soy consciente de ello, espero que me perdones por mi futura promesa de poner un Harry/Draco :P
DValle : Me encanta el chocolate, así que tu comparación de mi fic con chocolate me ha parecido perfecta! Espero que este capi tb te haya gustado y que sigas dejando reviews!
Bueno, hasta aquí este capítulo. Va venga, dejadme muchos reviews!! O os quedais sin capítulo 12 ¿eh? (no creáis, no os dejaría sin continuación :P). Ale, ya me callo. ¡Espero que os haya gustado! ¡Hasta la próxima!
O o o O
