Capítulo 13 .- En King's Cross.

Sirius se despertó pronto esa mañana, y en cuanto lo hizo esbozó una sonrisa. Era su habitación en Londres lo que sus ojos grises observaban en ese preciso instante. ¡Estaba de vuelta!

Se estiró bajo las sábanas al tiempo que escuchaba los sonidos provinentes de los miembros de la Orden que ya habían despertado. Agudizando el oído adivinó que se trataba de Remus y Tonks en la cocina. Sonrió. Pero cuando oyó también la voz de Molly Weasley dejó de hacerlo. Vaya... No había manera que se quedaran solos...

Se rascó la cabeza y dejó escapar un bostezo. Venciendo la tentación de dar media vuelta y seguir durmiendo se levantó; tenía un montón de cosas por hacer. Empezaba el curso en Hogwarts y tenían que estar en el andén 9 y ¾ antes de las 12.

Salió de la habitación cogiendo antes una toalla del armario y se dirigió al baño. Cuando iba a girar el pomo de la puerta, ésta se abrió, y como consecuencia chocó con la persona que intentaba salir.

Sirius y Lucy se miraron con sorpresa por unos instantes, un poco cohibidos, él en calzoncillos, ella con una simple toalla.

- Molly me dijo que podía utilizar este baño... – dijo la mujer en tono de disculpa, tirando del borde inferior de la toalla en un intento de que le cubriera un poco más los muslos.

- Ha sido mi culpa por ir a entrar sin llamar – contestó Sirius.

- Tranquilo, no pasa nada.

Ambos se quedaron unos momentos mirándose, un tanto sonrojados pero sonriendo. Ella fue la primera en reaccionar :

- Nos vemos durante el desayuno – y rápidamente se marchó, procurando mantener la toalla en su sitio.

Él la siguió con la mirada hasta que desapareció tras la puerta de su habitación. Luego entró en el baño, soltando el aire que había estado reteniendo todo ese rato.

Lucy por su parte se había quedado apoyada contra la puerta que acababa de cerrar, intentando controlar los latidos de su corazón.

- Merlín... ¿Porque tiene que seguir siendo tan guapo? – murmuró para si.

Veinte minutos más tarde entraba en la cocina.

- ¿¡Como te atreves siquiera a insinuar que ronco!? ¡Más bien serás tu principito de tres al cuarto!

- Oh... ¿Se ha enfadado usted? ¡Mil disculpas! Aunque claro, ya dicen que las verdades ofenden.

- No sufras, me quedaré durmiendo aquí si hace falta esta noche, pedazo de imbecil.

- ¡Más sitio para mi!

- ¡No te soporto!

- ¿¡Entonces para que balrogs has venido hasta este mundo con nosotros!?

Lucy esquivó la acalorada discusión que estaban manteniendo Legolas y Simberminë y se sentó entre Remus y los hobbits.

- Que energías de buena mañana ¿no? – comentó en voz alta.

- Ah no, tranquila – contestó Pippin a su lado – Es así siempre. Es que los han metido a dormir en la misma habitación y ha sido demasiado para ellos.

- Lo malo es que nosotros también estamos en esa habitación, y cuando decidan sacarse los ojos vamos a salir malparados – añadió Merry.

- Esperemos no tener que llegar a estos extremos – comentó Tonks al tiempo que miraba a los dos elfos que estaban a punto de llegar a las manos.

- Ahora no creáis que somos así todos los elfos... – dijo Elrohir – Es más, Legolas tampoco suele comportarse así, esta elfa le afecta bastante...

- ¿Que esperabas? ¡Al fin y al cabo es una mujer! Todas son iguales... – comentó Bill desde el otro extremo de la mesa.

El comentario provocó que Tonks le arrojara un panecillo desde su sitio.

La conversación fue interrumpida por un par de chasquidos. Los gemelos Weasley acababan de aparecerse en medio de la cocina.

- ¡Buenos días! – saludaron al unísono.

- Venimos para ver si necesitáis que os echemos una mano para ir hasta King's Cross – explicó George quitándose el abrigo.

- Y de paso a desayunar gratis – añadió Fred sentándose en la mesa.

- ¿Y la tienda? Tendríais que haber abierto ya – dijo Molly arrugando la frente.

- El mundo de las bromas podrá sobrevivir una mañana sin nosotros, mamá – le respondió George.

- ¿Bromas? – los dos hobbits levantaron instantáneamente la cabeza de sus desayunos para mirar a los dos pelirrojos recién llegados. - ¿Que sabéis vosotros de bromas?

- ¡Somos los gemelos Weasley! Pregúntale a cualquiera y verás lo que te dice. Sabemos de bromas más que nadie. – contestó Fred hinchando el pecho con orgullo.

- ¿Que te apuestas a que no? – dijo Pippin sacando la vena competitiva.

- ¿Pretendéis ganarnos pequeñajos con pelo? – se burló George.

- ¡Esto es la guerra! – sentenció Merry.

- ¿Y esas ganas de lucha de buena mañana? – preguntó Sirius, que en ese momento se sentaba en la mesa para desayunar.

- Creo que se han apostado algo a quien gasta la mejor broma – le contó Remus sonriendo.

- ¿Los hobbits y los gemelos? Va a ser nuestra fin – dramatizó Black mientras se servía una buena cantidad de comida – Molly, esto tiene una pinta estupenda.

- Gracias Sirius – contestó la mujer sonriendo, luego se dirigió a sus hijos – Creí que al menos habríais traído a Ron y a Ginny con vosotros.

- En seguida estarán aquí. Charlie los va a acompañar – explicó Fred – Se han quedado esperando a Hermione.

- ¿Y Harry? ¿Aún no se ha levantado? – preguntó Sirius.

- Parece que no. Ahora lo iré a llamar – contestó la señora Weasley.

- No hace falta, ya iré yo – contestó el animago, levantándose – Así mientras se enfría el café, que está hirviendo.

Y en efecto, cuando Sirius llegó a la habitación de Harry este todavía estaba durmiendo profundamente. Se acercó y lo sacudió un poco.

El chico tardó un poco en despertarse, se frotó los ojos y miró a Sirius. Alargó una mano para coger sus gafas de la mesita de noche al tiempo que una amplia sonrisa se le formaba en los labios.

- Buenos días Sirius – le saludó.

- Buenos días – le saludó él de vuelta, al tiempo que le revolvía el pelo, dejándoselo muy despeinado – Siento despertarte, pero Ron y Hermione están a punto de llegar y tendrías que preparar el baúl y las demás cosas.

Harry soltó un bostezo y asintió. Se levantó después de desperezarse y se dirigió al baño.

- ¿Me lo vas a contar ahora? – le preguntó a su padrino, desde el baño que comunicaba con la habitación.

- ¿El que?

- Quien era la mujer de ayer por la noche.

Sirius se sentó en la cama : - No hay gran cosa que contar. Es una antigua amiga. De Hogwarts. – dijo intentando quitarle importancia.

- Ya... ¿Y esa cara que ponías? Era idéntica a la de Ron cuando está cerca de Hermione.

- No sé de que me hablas – mintió el animago. No quería explicarle a Harry toda la historia; al menos de momento – Y date prisa o no vamos a llegar a tiempo a King's Cross.

El timbre sonó poco tiempo después de que Sirius y Harry bajaran a la cocina. Eran Ron, Ginny, Hermione y Charlie.

Los problemas empezaron en cuanto les presentaron Elladan, Elrohir y Legolas a las chicas.

- ¿Eres el del espejo, verdad? – Hermione se sentó al lado de Legolas y empezó a hablar con un tono sospechosamente más agudo de lo habitual, y a pestañear repetidamente – Yo hablé contigo ¿te acuerdas? – hizo una pausa y le susurró a Ginny – Te dejo a los otros dos morenos para ti, tu déjame al rubio.

La pelirroja, no hay que decirlo, estuvo más que de acuerdo con el trato, y se fue a sentar directamente en medio de los dos gemelos.

- Mis hermanos también son gemelos, pero claro, no son ni la mitad de guapos que vosotros.

Ron, por su parte, se había quedado plantado justo en medio de la cocina, con la boca abierta y las puntas de las orejas ligeramente sonrojadas.

- Que éxito tienen los condenados aquí... – murmuró Sirius con buen humor.

- No sólo aquí. En la Tierra Media es igual. – refunfuñó Merry – No solo tienen a todas las elfas que quieren, sino que las mortales y las hobbits también se deshacen por ellos. Y las enanas porque saben que no tienen ninguna posibilidad, que si no...

- Las hobbits porque no saben los que se pierden – dijo Pippin pasándose una mano por el pelo.

- Me parece que habéis pasado demasiado tiempo con Sirius – rió Lupin – Ya os comportáis como él en sus años de colegio.

O o o O

Un hombre bajo y calvo, de aspecto poco saludable, dando la impresión de haber adelgazado mucho en poco tiempo, esperaba en una sala oscura. Se hubiera retorcido las manos nerviosamente de no haber sido porque una de ellas era de plata reluciente.

Wormtail esperaba una reunión con su señor, y éste no tardó en llamarlo.

- ¿Tienes noticias para mi, Wormtail?

- S..Ssi mi se..señor – tartamudeó este – Las armaduras para los orcos están listas, pero tal y como Bellatrix le dijo, solo servirán de escudo para los hechizos más básicos.

- Bien... bien – Voldemort deformó su rostro en lo que quería ser una sonrisa.

- ¿Puedo decir algo más? – preguntó Pettigrew temblando.

- Habla.

- Usted... Usted, mi señor, prometió que si cumplía mi cometido, usted...

- Mataría al animago Black y al hombre-lobo. Lo haré Wormtail, pero no creas que por ti... Me apetece matar, hace tiempo que no lo hago.

El otro sintió como un escalofrío le recorría la espalda ante las palabras de Voldemort.

- Y ahora acércate, llamaré a los demás mortífagos. Hoy empieza el curso en Hogwarts, y no estará de más ir a hacerles una visita de cortesía en la estación.

O o o O

- ¡Venga, venga! ¡Que llegaremos tarde! – apresuró Molly poniéndose el abrigo.

Remus y Tonks también se preparaban, y de paso intentaban que los elfos, que habían decidido acompañarlos no llamaran demasiado la atención. Merry y Pippin no les acompañaban, pues acababan de irse con Fred y George al Callejón Diagon, a hacer una visita a la tienda de los gemelos.

Cuando tuvieron todos los baúles listos y todo preparado se encontraron con otro inconveniente : un enorme perro negro les esperaba delante de la puerta meneando la cola.

- Oh no, esta vez si que no vas a venir Sirius. Ya sabes lo que pasó la última vez – le regañó la señora Weasley.

El animago, volviendo a su forma humana se cruzó de brazos y miró a la mujer con mala cara : - El Ministerio cree que estoy muerto, los mortífagos saben que no lo estoy. ¿Qué mal hay en que venga como perro?

- Yo creo que tiene razón Molly, puede venir perfectamente – opinó Tonks.

- No lo llevaré si no viene otra persona exclusivamente a vigilarlo – dijo tajantemente Molly.

- Un segundo – Tonks desapareció al interior de la casa y los demás suspiraron con paciencia; parecía que no podrían salir hacía la estación nunca.

Por suerte la metamorfomaga no tardó en regresar, y con ella traía a Lucy, con un brazo dentro del abrigo y intentando peinarse un poco.

- ¿Pero a donde vamos?

- Vas a acompañarnos a King's Cross ¿de acuerdo? – dijo Tonks con una sonrisa – No hay tiempo para negarse ¡Llegamos tarde!

Lucy no tuvo más remedio que aceptar. Notó el gran perro negro que los seguía. Sabía que era Sirius, y eso la hizo estar en permanente estado de nerviosismo hasta que llegaron a la estación.

- Hacía muchísimos años que no estaba aquí – comentó Lucy con una sonrisa nostálgica, mirando todos los rincones de la estación.

- Démonos prisa en atravesar el andén, falta muy poco rato para que salga el tren – recordó Remus.

Y cuando justo habían acabado de atravesar el muro que separaba los andenes 9 y 10, y se disponían a subir los baúles al tren, un hechizo hizo levantar a todas las personas que se encontraban en el andén 9 y ¾ la cabeza. Un susurro de temor salió de la boca de todos al ver que se trataba de la Marca Tenebrosa.

- Subid al tren – les ordenó inmediatamente Remus a los chicos.

- Pero... – intentó protestar Harry.

- ¡Nada de peros, Harry! Ahora mismo – le contestó Lupin frunciendo el ceño.

Mientras, el resto de miembros de la Orden intentaban que todo el mundo se pusiera a cubierto, y de paso que Sirius no hiciera ninguna tontería y se quedara escondido en su forma de perro; pero el animago estaba poco dispuesto a colaborar, así que tomando otra vez su forma humana se reunió con los demás.

- ¿Nos puedes explicar lo que ocurre? – le preguntó Legolas, que no comprendía nada.

- Voldemort va a atacar. ¡Era previsible! No sé porque no nos preparamos mejor... – exclamó Sirius.

Los mortífagos no tardaron en aparecer, junto a una lluvia de hechizos de múltiples colores.

- No te alejes demasiado, yo te protegeré. – le susurró Black a Lucy. Ella frunció el ceño, pero no dijo nada.

Legolas, Elladan y Elrohir colaboraron en gran medida con la Orden encargándose de los orcos que acompañaban a los mortífagos, ya que las armaduras que les había proporcionado Wormtail repelían los hechizos, pero tenían algunos puntos débiles por donde las flechas podían colarse.

Los hechizos se sucedían interminablemente. Algunos de los hombres que habían ido hasta el andén 9 y ¾ a acompañar a sus hijos, se unieron a los magos de la Orden del Fénix, y la ayuda fue bien recibida.

Sirius se batía furioso, hacía tiempo que tenía ganas de pasar cuentas con los mortífagos.

- Volvemos a encontrarnos, primo – oyó una voz femenina cerca de su oreja.

Aunque la máscara no le dejara ver la cara, Black no tuvo ninguna duda de quien era.

- Bellatrix... – dijo con rabia, pero no movió ni un músculo, pues notaba como una varita le apuntaba directamente al medio de la espalda.

- ¿Te importa que acabe lo que dejamos a medias en el Departamento de Misterios? – volvió a decir la mujer, riéndose macabramente.

Sirius no contestó. No suplicaría por su vida, no le daría ese gusto a Bellatrix. Cerró los ojos y esperó la Imperdonable que sin duda su prima estaba a punto de pronunciar.

- ¡Animo linqui!

El animago oyó el hechizo. No era la voz de Bellatrix quien lo había pronunciado... Abrió un ojo y vio a Lucy a pocos pasos de él, y a su prima en el suelo; con la caída la máscara le había saltado.

Lucy se le acercó unos pasos y sonriendo le susurró : - No te alejes demasiado, yo te protegeré.

Sirius no pudo más que reírse.

- "Sigue siendo fantástica" – pensó.

Un rato más tarde, cuando todos los orcos ya habían caído, y los mortífagos vieron que estaban en minoría de fuerzas, la batalla se dio por terminada, con una clara derrota de los siervos de Voldemort.

- ¿Todos bien? – preguntó Charlie guardando la varita.

Las respuestas fueron afirmativas; a parte de Tonks, que tenía un pequeño corte en el brazo, todos los demás habían resultado ilesos.

Y así, sin ningún otro contratiempo, el Hogwarts Express pudo partir hacía la escuela.

O o o O

- ¡SOIS UNOS COMPLETOS INÚTILES! – bramó Voldemort cuando los mortífagos volvieron sin resultados satisfactorios – Teníais que impedir que el tren saliera hacía Hogwarts ¡Solo eso! ¿Era muy complicado?

Aplicó maldiciones sobre algunos de sus mortífagos, para desahogarse; las prolongó un rato para luego retirarlas.

- Mi señor... Muchos de los magos de Dumbledore estaban allí. Eran demasiados – explicó Bellatrix, haciendo una reverencia.

- Dumbledore... Siempre él – gruñó Voldemort – Voy a acabar con todos y cada uno de los magos que le son fieles, y acabaré con él. ¡Lucius, Bellatrix, Severus! Quiero que busquéis y encontréis los puntos débiles de todos y cada uno de los miembros de eso a lo que llaman Orden del Fénix.

Los tres aludidos hicieron una reverencia, y así la reunión se dio por terminada.

O o o O

- ¡Estoy bien! De verdad Remus, no me pasa nada – repitió Tonks por tercera vez desde que habían regresado a Grimmauld Place. Ella, el hombre-lobo, Sirius y Molly estaban en la cocina.

- Y yo te digo que nunca te puedes fiar de un corte producido por un hechizo, te lo voy a curar tanto si te gusta como si no.

Lupin sacó los utensilios necesarios y acercó su silla a la que la metamorfomaga ocupaba.

Sirius miró la escena por unos instantes antes de coger a Molly por los hombros.

- Acompáñame un momento Molly, me gustaría enseñarte una cosa.

Tonks y Remus ni siquiera se dieron cuenta de que abandonaban la habitación, estaban demasiado ocupados : Lupin con el suave tacto de la piel de la chica, y ella con las caricias que el licántropo le proporcionaba al esparcir una especie de pomada especial para estos casos.

Los dos sabían que era el momento perfecto para mantener esa conversación que llevaban ya demasiado tiempo posponiendo. Remus fue el primero a reunir el valor necesario para empezar a hablar del tema :

- Tonks yo... Yo quería hablarte de algo...

- Dime – asintió ella.

- La otra noche cuando... Cuando salimos...

- Fue una noche genial – interrumpió ella sonriendo.

- Si, lo fue – Lupin estaba de acuerdo, pero no era eso lo que quería decir – Aunque yo quería hablarte del beso que te di sin querer. Siento mucho si pudo molestarte de algún modo... Pero la verdad sea dicha... Me moría de ganas de hacerlo, por eso fue una casualidad muy afortunada. La verdad es que me gustas, Tonks.

La chica se había quedado sin palabras. Miraba a Remus en silencio. No era posible que eso le estuviera pasando a ella. Siempre había tenido muy mala suerte con los hombres...

- No... – consiguió decir – No... No me molestó en absoluto. Tu a mi también me gustas Remus.

El licántropo tampoco daba crédito a sus oídos; y antes de que pudiera asimilar todo lo que Tonks había dicho, notó como unos labios cálidos se posaban sobre los suyos. Dejando todos los miedos y preocupaciones a un lado correspondió al beso.

O o o O

Harry se dejó caer sobre el asiento de uno de los vagones del Hogwarts Express, soltando un bufido de resignación.

- Odio que los mayores no nos dejen hacer nunca nada – gruñó.

- Pero Harry... ¿no pretendías luchar contra los mortífagos, verdad? – dijo Ron poniendo cara de espanto.

- Hay algunos a los que debo darles su merecido... – respondió el ojiverde.

- Esta manía de hacerte el héroe va a traerte muchos problemas – objetó Hermione.

- Bueno, a ella si que no tienes que hacerle caso, aún está babeando por el rubiales ese de las orejas puntiagudas – el pelirrojo se cruzó de brazos y se puso de espaldas a su amiga.

- ¡Vamos Ron! Cualquiera diría que estás celoso – rió la castaña.

La única respuesta del pelirrojo consistió en sonrojar la punta de sus orejas. La discusión se vio interrumpida por la puerta del compartimiento, que se abrió de golpe.

- ¡Hola! ¿Podemos sentarnos aquí? No hay sitio – preguntó Ginny desde la puerta.

- Claro, pasad – asintió Hermione.

Detrás de la pelirroja, entró Luna, con el mismo aire ausente de siempre.

- ¿Qué tal las vacaciones, Luna? – preguntó Harry.

La chica pareció salir de una especie de trance, y se miró al niño que vivió como si fuera la primera vez que lo veía.

- Aburridas – contestó - ¿Y las tuyas?

- Pues bastante entretenidas – contestó Harry distraídamente, se acababa de dar cuenta de lo azules que eran los ojos de Luna.

- Pues ojalá pudiera decir lo mismo de las mías – interrumpió Ginny.

- Oh, que maravilla – sonó una voz fría desde la puerta del compartimiento – Hemos dado con el vagón de los perdedores.

- ¡Malfoy! Que desastre, otro verano sin que desaparezcas de este mundo, que lástima – le respondió Harry con buen humor.

- No, esto ya lo ha hecho tu padrino por mi. El desastre es que haya podido volver. – dijo Draco con toda la mala intención del mundo.

Harry se iba a levantar, dispuesto a lanzarle toda clase de maldiciones al rubio, que ya se alejaba sonriendo engreídamente, pero Ron y Hermione se lo impidieron.

- No vale la pena buscarse problemas en primer día, Harry... – le recordó la castaña.

- Que lástima que con lo guapo que es tenga ese carácter endiablado...

- ¡Ginny! – exclamó Hermione ante las palabras de la pelirroja.

- ¿Qué? Me limito a decir en voz alta lo que todas las chicas de Hogwarts piensan.

Por suerte, a partir de ahí, el viaje hasta Hogwarts se desarrolló sin más imprevistos.

O o o O

Todo el mundo se había ido a dormir pronto. El día había sido agotador, y a todos les había parecido una idea genial ir a planchar el colchón. Pero ahora que Sirius estaba en su habitación, intentando conciliar el sueño, se dio cuenta de que no estaba cansado en absoluto, y que llevaba prácticamente una hora mirando el techo con unos ojos como platos.

Se levantó con un suspiro. Iría a ver un rato a Buckbeack, desde que había llegado no había tenido nada de tiempo para dedicar al hipogrifo. Pero al salir de su habitación vio que había luz en la cocina. Se dirigió ahí. Sólo conocía a una persona capaz de estar despierta cuando todas las demás dormían.

- Menos mal que tu tampoco puedes dormir, Remsie, me estaba muriendo de aburrim... – se quedó a media frase al descubrir que no era Lupin, tal y como había creído, sino Lucy quien estaba en la cocina, preparando chocolate desecho.

- Creo que no soy quien pensabas – sonrió ella, sin apartar los ojos de los fogones - ¿Quieres una taza de chocolate?

- Pues no me vendrá mal, gracias – contestó Sirius, sentándose en una de las sillas.

El animago observó como Lucy preparaba un par de humeantes tazas. Por unos instantes su mente voló; la escena se le antojaba tan hogareña y familiar que pensó que así habría sido su vida si no le hubieran enviado a Azkaban... Se hubieran casado y... Sacudió esos pensamientos fuera de su cabeza, probablemente Lucy ya no sentía nada por él... Después de 14 años, seguramente había otro hombre en su vida. Por alguna razón ese pensamiento le instaló un nudo en el estómago.

- Aquí tienes – la mujer le dejó la taza delante y ocupó otra silla, justo en frente del antiguo merodeador.

- Con este olor, Remus se nos presenta aquí abajo a los cinco minutos – bromeó Sirius intentando olvidar sus propios pensamientos.

- Dudo que venga – respondió ella con una sonrisa misteriosa

Black dejó de soplar su chocolate en un intento para enfriarlo y clavó sus ojos grises en Lucy : - ¿Hay algo que tu sepas y yo no?

- Digamos que he visto a Remus y a Tonks salir antes muy juntitos tomados de la mano – ella amplió la sonrisa para luego añadir – Se les veía muy felices.

- ¿Se han decidido por fin? ¡Ya era hora!

- Es la primera vez que veo a Remus con alguna chica. En la escuela era igual. James tenía éxito, Peter de vez en cuando también salía con alguien, y tu...

- Yo era el más mujeriego de todos, puedes decirlo – rió Sirius – James siempre decía que no tenía remedio, que yo era de aquellos que nunca a la vida se los imaginaría solteros... Y mira ahora.

- Hay ciertas circunstancias impredecibles en la vida. – Lucy se encogió de hombros; aunque en su cabeza se repetía insistentemente una frase "Está soltero, está soltero..."

Después de esto se quedaron en silencio unos momentos, saboreando el espeso liquido de sus tazas.

- Está muy bueno – dijo Sirius al fin.

- Gracias – sonrió Lucy.

- Gracias a ti por lo de antes. en King's Cross… Ya sabes…

- Oh… - ella amplió su sonrisa – Fue un placer salvarte la vida y de paso bajarte los humos de superhéroe.

Él no pudo más que reírse : - Me está bien merecido.

Volvieron a quedarse en silencio. Sirius la miró por el rabillo del ojo mientras ella soplaba la taza y daba un pequeño sorbo.

- Y bien – dijo él al fin – Cuéntame que ha sido de tu vida estos años. Sé que has estado en América, pero nada más.

- No hay mucho que contar. Mi llegada fue algo precipitada, por tanto durante un tiempo viví en un hotel. Luego mi madre me buscó una casita, me mudé allí y encontré un trabajo en la Reserva Mágica de Unicornios. Luego de un par de años, Sara, mi mejor amiga del colegio ¿la recuerdas? Se trasladó a vivir conmigo, y ya está... Hace aproximadamente dos semanas, recibí una lechuza de Dumbledore, pidiéndome si podía venir a hacer un trabajo, y aquí me tienes.

- Se te olvidó mencionar al americano apuesto que te tiene el corazón robado – comentó Sirius, como aquel quien no quiere la cosa.

Lucy le miró fijamente unos instantes antes de contestar, instantes durante los cuales el animago contuvo la respiración.

- No hay americano apuesto, ni americano no apuesto, ni americano del montón – la mujer se encogió de hombros – He estado evitando toda clase de relaciones afectivas con los hombres. Al menos hasta ahora.

- Ah ya... – Sirius se relajó hasta tal punto con esa declaración que hasta tuvo ánimos de volver a bromear - ¿Y en que convento me has dicho que estabas?

Lucy frunció el ceño pero sonrió : - ¡Oh perdón! ¡No me acordaba que estaba tratando con la seducción personificada! ¿Ligaste mucho en Azkaban?

- ¿Bromeas? Nena, tenía a un dementor distinto en mi cama cada noche.

Ambos rieron de buena gana durante un rato, y después de haberse terminado el chocolate se levantaron para marcharse a la cama.

- Me había olvidado de lo agradable que resulta charlar contigo, Lucy – dijo Sirius dándole un beso en la mejilla – Gracias por tu tiempo y hasta mañana.

- Buenas noches... – dijo ella con un hilillo de voz.

O o o O

En la habitación que compartían Legolas, Simberminë, Merry y Pippin, extrañamente reinaba la calma. Los dos hobbits estaban comiendo las sobras de la cena, y los dos elfos se limitaban a divagar por sus propios pensamientos.

- Un encuentro con orcos ¿eh? Me hubiera gustado poder estar – finalmente la elfa rompió el silencio.

Legolas se removió bajo sus sábanas : - Si no te hubieras cabreado hubieras venido.

- Si no me hubieras echo cabrear, no me hubiera cabreado y hubiera ido – replicó ella.

Merry soltó un suspiro, seguro que era el comienzo de otra de las famosas discusiones elficas.

Legolas se mordió el labio antes de volver a hablar : - Lo siento.

- ¿Cómo? – preguntó Simberminë incorporándose en su cama, sin poder creerse lo que acababa de oír.

- Siento haber dicho que roncas, Pippin me ha dicho antes que es él el que ronca – repitió el elfo. Le estaba costando horrores disculparse.

- ¡Cierto! – asintió sonriendo el aludido hobbit, antes de volver a comer.

- Vaya... Disculpas aceptadas – la elfa volvió a estirarse en la cama, sonriendo. Le encantaba ganar.

- Pero en el fondo es culpa tuya, cuando me sacas de quicio digo lo primero que se me pasa por la cabeza. Porque me sacas de quicio ¿lo sabías?

- Lo sabía, es un don – asintió ella sonriendo.

- Pues cuando no estás incordiando es casi agradable hablar contigo – dijo Legolas.

- Lo mismo digo.

- Te quiero Leggy, eres mi príncipe azul – interrumpió una voz falsamente femenina, proveniente de las camas de los hobbits – Cásate conmigo.

- Ohh, estaba esperando que me lo pidieras – respondió otra voz, esta más grave. – Vamos a vivir felices discutiendo toda la eternidad.

Casi al instante, Merry y Pippin explotaron en carcajadas. No tardaron demasiado en recibir el impacto de una bota de elfo tirada con mucha puntería.

- ¡Au! Eso ha dolido – se quejó Pippin.

- Jajajaja, a mi no me has dado, mejora tu puntería Legolas – se burló Merry, aunque casi al instante fue alcanzado por un zapato de elfa. - ¡Ehh! Un respeto para los más pequeños y desvalidos.

- Así aprenderéis a cerrar esas bocazas – gruñó Legolas tapándose con las sabanas y disponiéndose a dormir.

- Tenéis más don de incordiar que yo – añadió Simberminë – Hay que ver... Vaya par...

Finalmente los cuatro se quedaron en silencio, y pronto se durmieron. Había sido un día bastante agotador.

O o o O

Uff! Por fin lo he terminado! Increible, pensaba que no acababa de escribir nunca este capi! Creo que es el más largo que he escrito jamás! 18 páginas. Consideradlo un regalo de navidad. ¿Qué tal como regalo de navidad de vuelta muchos revis? (a)

Bueno, a ver, las contestaciones a los revis dl capi anterior :

amsp14 : Holaaa!! Bueno, las cosas entre Siri y Lucy van a tener que ir evolucionando poco a poco... Al fin y al cabo 14 años son 14 años, y no se olvidan en un momento. Y en cuanto a Tonks y Remus... Bueno, ya me dirás que te ha parecido :P Un poco largo el capi ¿no? XD Es que se me engancharon los dedos al teclado U

Ralkm : U Pues si antes estabas celosa con Remus... Ahora te estarás subiendo por las paredes ya ¿no? Sorry! Es que esta si que era una de las parejas que tenía claras desde el principio, así que... We, aunke espero que por todo lo demás el capi te haya gustado. Ya me dirás.

Mereth : No te preocupes con Ginny y los gemelos, ellos tienen muy claro que hay un par de elfas que los colgaran de sus partes nobles si se pasan un pelo :P Todo controlado xD Y usar a Peter de pararrayos me parece una idea genial, aunke hay una pekeña probabilidad que sobreviva, habrá que pensar en algo más xD

Sara Fénix Black : Bueno, para este no he actualizado tan deprisa, pero realmente me salió muy largo, así que espero que la espera haya valido la pena, ya me dirás. Bue, en este capi he intentado poner algo de Leg y Simb, a ver que tal xD Y de las chicas y los elfos también xD De echo en este capi he intentado poner un poco de todo... Por eso me ha quedado tan quilometrico xD ¿A que creías que no se iba a terminar nunca? XDD

Light Angel : We, en efecto este cap ha sido muchiiiisimo más largo que el anterior. Pero como 10 hojas más al menos. ¡Luego os quejaréis! Espero no haberos echo esperar demasiado... ¡Gracias por los revis!

Herm25 : We, digamos que el capi anterior lo actualicé muy rápido pq inicialmente los dos capis anteriores eran uno solo y lo partí... Este he tardado más porque he tenido que escribirlo entero y me ha salido muy largo. De todas formas espero no haber tardado demasiado... Ya me dirás que te parece!

Paula Yemeroly : Muchas gracias por tus comentarios! La verdad es que animan a seguir escribiendo. Espero que continues dejando reviews

Lunatica Earwen : Bueno, aquí tienes más de Merry y Pippin, y we, al menos Harry se ha encontrado con Luna :P Ya es algo ¿no? :P Para saber si de ahí sale una pareja vas a tener que seguir leyendo :P Chantaje, sip. XD

Elanta : Ey! Desaparecida! XDD Tres capitulos del tiron? Deu ni do... We, me alegro de que te gustase que metiera a Lucy en este fic, la idea fue de Mereth :P Pero la verdad es que al fin de cuentas me gusta bastante como ha quedado la cosa. We, a ver si pronto te dan ordenador propio, que se te echa de menos por el msn (y tb a tu fic de los merodeadores :P).

Silver : Revi del capi 11 : Pos si, he destripat l'altre fic, es bastant possible, pero al cap i a la fi, kuan vaig publicar aixo a l'altre ya s'havien liat, o we, va ser amb molt poc temps de diferencia, a més, que ya es veia a venir el que havia de passar a l'altre :P Vaig posar la Tonks amb els ulls vermells?? OO Coi xD Se me'n devia anar la olla xDD We, possiblement la truita d patates no es un plat gaire inglés pro... ¡És l'unic que se'm va acudir que podia cuinar en Siri amb els ingredients de la TM! XDD Jajaja, sip, vaig deixar el final en el punt critic, ya saps... x enganxar a la gent xDD

Revi del capi 12 : Si ho dius x mi, que seria veure en Siri i caure desmaiada... Pos probablement, o aixo o me l'hi tiru a sobre xD depen dl moment xD

Lu d'en Rems i la xocolata es un classic, es com si, en part, li hagués regalat un tros del meu caracter xDDD

Sip, kuan la Lucy es jove sembla molt indefença, pro diguem que s'ha fet dura amb tot el que li ha passat :P

Pues lu de la vareta i el dit em va quedar mal explicat xD La idea es que es talla el dit amb un encanteri, pro en fi...

We, crec ke de moment ya está xD

Ale, pues hasta aquí el capi. Nada más por ahora! Ah si, aunke sea con un poco de retraso : Feliz Navidad! Y aunke sea con un poco de adelanto : Feliz Año Nuevo!

O o o O