Acto Uno: ¡No vere una porno!
Por la noche, Paris, Francia
-Aunque estuviera borracho, mis reflejos serían mil veces más fiables que los de un humano común, te consta -fanfarroneo el gato negro con su acostumbrada coquetería alzando las cejas, moviendo la lata de soda que tenía en la mano.
-Te estas pasando Chat -se quejó ella molesta -últimamente eres un bufón, te la pasas fanfarroneando, no dejas de intentar apostar conmigo a cada momento… Y coqueteas con todo lo que se mueve -ella lo fulmino con la mirada, acentuando la última frase.
-¿Eso que escuche fueron celos? -sonrió acercando su mano a la oreja picuda de gato -Cierto, cierto y cierto, pero en mi defensa diré que tú no sabes lo que es vivir, ni relajarte, ni tampoco sabes pasártelo bien.
-¡Sí sé pasármelo bien! -se defendió ella parándose molesta.
-No sabrías lo que es ni aunque te mordiera en el culo -Si, con los años se había vuelto mucho mas lengua floja.
-¿Crees que soy una mojigata? -replicó ella levantando la barbilla bufando. Lo señalo retándolo a que se atreviera a contradecirla a lo que él alzo los hombros a modo de rendición.
-Solo un poquito -entre cerro los ojos haciendo con el dedo pulgar e índice la cantidad.
Chat comía rosetas de maíz acostado en el sofá para dos.
Como cada jueves después de patrullar, los superhéroes de París terminaban en cierto balcón de un ático, enfrente de un lof con ventanales en donde el chico que lo habitaba veía películas con su novia, quedando exactamente enfrente y sin temor a que se sintieran invadido ya que, sin estar seguros pero tomando en cuenta q parte del tejado estaba por desplomarse, el ático estaba abandonado desde hacía años, aunque para ellos era su autocinema privado en las alturas de Paris.
Todo ello había resultado de una propuesta hecha por ella cuando él la había invitado al cine y por obvias razones no habían podido ir, a la semana siguiente ella lo había llevado a ese lugar y habían visto Amélie. Un par de semanas después un alegre Chat le había dado la bienvenida con un exagerado "tarraaaaann" señalando el sofa, que, aunque era viejo y un poco roído, era bastante cómodo.
Esa semana a Chat le había tocado llevar la bolsa de frituras y latas de soda, pero su "discusión" había comenzado porque también había una de cerveza.
-¿Estas segura que quieres ver la película esta semana? -quiso saber él regresándola al presente.
-Si ¿Por qué? ¿Crees que tus boberías me arruinaran la noche de película? -ella giro la cabeza poniendo atención y se quedo helada con la boca abierta.
Él chico tenía buenos gustos, cada semana se lo había demostrado al escoger cine de arte, extranjero o en dado caso las películas comerciales que escogía no eran nada malas, tenían argumentos y estaban bien desarrolladas, incluso ella había admirado la fotografía y vestuario de algunas… pero esa era una película de otro nivel.
-¡Obviamente no veremos eso! -dijo ella mirándolo con las mejillas rojas y escandalizada señalando al otro lado de la calle.
-¿Por qué no? -cuestiono él como si ella le hubiera negado pedir postre -dijiste que nada te arruinaría la noche de película -se llevo otra roseta a los labios con una sonrisa burlona.
-Es porno -afirmo.
-¿Y? ¿No me digas que nunca has visto una?
Ella no respondió.
-El sexo está por todas partes, es casi imposible que no hayas visto una -se inclinó alzando una ceja, mirándola con verdadera curiosidad.
-No completa -afirmo sentándose junto a Chat -No le veo el caso… es decir, no una explicita como esa -explico señalando de nuevo -puedo ver una escena de sexo pero no una explicita, no soy una pervertida.
Obviamente mentía. De algún modo, conseguía evitar cualquier cosa que tuviera relación con ese tema sobre todo desde que a los 15 años había besado a Chat en su forma de civil y había tenido seños eróticos con él. Todo aquello que pudiera ser tórrido, apasionado, emocionante, sensual, todo lo hacía a un lado porque la hacía sentir incomoda por algún motivo. ¿Una escena erótica en la televisión? Inmediatamente cambiaba de canal. ¿Ver una escena de sexo en el cine? Se limitada a cerrar los ojos mientras durara. ¿Alya y Nino besándose en medio del colegio? Ella daba media vuelta esquivándolos. Incluso evitaba autosatisfacerse porque los ojos de ese maldito gato coqueto siempre terminaban apareciendo e interrumpiendo, dejándola confundida, irritada e insatisfecha. Estaba por cumplir diecinueve y era una mojigata. No, no lo era, solamente era precavida, no, tampoco era eso… solo era demasiado complicado.
-Me ha dicho que eres muy inocente, y no sólo físicamente. Yo ya había deducido que eras virgen, pero...
-¿Qué acabas de decir? -lo interrumpió ella prestando atención a lo que decía Chat. No mantenía en secreto su virginidad, pero tampoco creía que fuera tan obvia.
-Lo llevas escrito en la cara My Lady. Es como un imán para los hombres como yo -sonrió sínico alzando las cejas sugerentes. Estaba molestándola mucho mas que de costumbre, arrinconándola.
-¿Qué es lo que tengo escrito en la cara? -cuestión sin entender bien.
-«Me muero de ganas.»
-¡Chat!
-Oh vamos Bugaboo sabes que bromeo.
Ella puso los ojos en blanco e hizo acopio de paciencia, porque, que Dios la ayudara, tal vez Chat tuviera razón. Pero solo un poco de razón. Y no era porque ella realmente lo quisiera así.
-¿Quién te dijo eso de todos modos? -Ladybug estaba segura que esa había sido Rena.
-Ese no era el punto. Así que retomando, ya sabía que eras inocente, me lo imagino -aclaro inmediatamente por como ella lo miro -físicamente hablando, pero que además lo seas mentalmente ¿Es en serio?
-No lo soy -afirmo con las mejillas rojas del mismo tono que su traje, y no lo era, en verdad que no lo era, pero era complicado maldita sea -Y si lo fuera ¿Por qué no? ¿Tendría algo de malo?
-¿Me estás diciendo que nunca has visto a una pareja mantener relaciones sexuales en una película porno?
-Parece ser que por desgracia mi selección de películas no es tan extensa, ni tiene temas TAN variados como la tuya.
-No voy a disculparme por eso -contestó él sin sentir pena alzando las manos a la defensiva -Soy un hombre de veinte años, muy sano, con gustos sanos, sin pareja y las películas me ayudan a... pasar el rato de vez en cuando.
La ojiazul no podía creer que ya no solo estaba hablando de películas porno, ahora habla de masturbación con su compañero de batallas con el que intentaba por todos los medios ser distante para poder llevar una sana relación de amistad y no interfiriera con su labor de superhéroes. Ella no era una ingenua ni puritana, le gustaba Chat, no podía negar para siempre que mucho del chico gato le gustaba… un poco... mas de lo que se permitía aceptarlo… Es que no era conveniente, si ella volvía aceptar todo lo que sentía seria aun mas difícil.
-¿No responderás a la pregunta? -insistió Chat.
-Ya te dije que NO, sólo lo he visto de pasada. No me interesa ver esas cosas. -Se moría de ganas de ver esas cosas -y no deberíamos hablar de esto.
-¿Por qué no? Que sepamos de esto no hará que te reconozca por la calle. Es uno de los temas que podemos hablar con mayor libertad.
Claro que no podían, porque eso solo haría aún más difícil de lo que ya era cuando Chat se presentaba en el balcón de Marinette y entre ellos se echaban "esas" miradas -Me iré… -afirmo ella poniéndose de pie.
Chat la tomo de la muñeca -Hagamos una apuesta: Si tú te quedas a ver la película yo prometo dejar de molestarte y todo eso que dijiste por un mes- se toco el corazón con la derecha y, soltándola, alzo la izquierda. Eso no parecía convencerla mucho -¿Tres meses?
-No me puedo creer que vayas a obligarme a ver...
-¿Obligarte? Yo jamás haría eso, podemos irnos y tu perder esta fantástica oportunidad.
-¿Y perder ante ti? ¡Jamás! -a excepción de aquellas apuestas en las que el premio era contacto físico, ella no había dejado pasar ninguna apuesta, demostrándole al chico gato que no le gustaba perder -Solo es una tonta película, eso te demostrara que puedo soportarla porque no soy una mojigata.
Chat dio unas palmaditas en sofá invitándola a que se sentara nuevamente.
-Vamos, es porno suave.
-No sabía que había categorías -soltó irónica ocultando que realmente no tenía ni idea de que hubiera categorías ¿Habría subcategorías? Se sentó un poco mas lejos que de costumbre
-Claro que las hay, podría mostrarte si quisieras.
-¡Chat!
-Me refería a la teoría My Lady -él capto un ligero sonrojo en las mejillas de su compañera -No me refería a enseñarte en la practica, pero si quieres…
-¡Chat! -ella desvió la mirada de la película, girando parte de su cuerpo para enfrentarlo, descubriendo que le devolvía la mirada -¡Ni siquiera la estás mirando!
-Soy un muchacho, hombre, macho... -Con la vista fija el uno en el otro -Miro lo que más me excita... -susurro molestándola mientras ambos pudieron escuchar los gemidos de la película debido al aumento de sus sentidos por la transformación -Hace mucho que hablamos sin tapujos entre nosotros y sabes que siempre sabrás lo que pienso.
-Lo se… -las palabras, aunque seguras, salieron en un tono bajo -Pon atención.
Ladybug puso su dedo índice en la quijada de el para girar su rostro y siguieran viendo.
La escena de lo más inocente de una atractiva pareja que se estaba besando había pasado a una mucho más intensa en la que se estaban arrancando la ropa entre besos. Como Ladybug sabia que podía "aguantarlo sin problemas" pero como Marinette seguramente ya se habría desmayado.
Cuando el hombre quedo desnudo, Ladybug contuvo el aliento espantada.
-Harás que me ponga celoso -afirmo Chat alzando una ceja presionándola un poco más.
Ella le ignoro deliberadamente. Su Marinette interna estaba saliendo a la luz, ni el antifaz podría ayudarle.
-Ah-ah, Ladybug.
Se volvió al instante hacia Chat, que nuevamente, no estaba mirando la película. Tenía los ojos clavados en ella con una intensidad que solo siendo Marinette había percibido.
-¡Estas haciendo trampa! No la estás viendo, solo me estas molestando -sabía que no tenían fundamentos sus palabras -Perdiste la apuesta, no tengo que terminar de verla
-Por supuesto que no My Lady, la apuesta era que tú la vieras, no yo.
Ladybug no se movió ni un milímetro girándose y mirando nuevamente prestando atención.
Cuando en la película estuvieron desnudos y empezaron a acariciarse respectivamente entre las piernas… La superheroína comenzó a sonrojarse de nuevo. Parecía un maldito semáforo. Frunció el ceño al ver que las caricias iban en aumento. Seguro que aquello que el chico le estaba haciendo tenía que doler y cuando la penetró estuvo segura de que eso si o si debía doler, el tamaño de ese hombre no parecía normal, no tenía con que compararlo, pero le parecía realmente incomodo, exagerado.
Los minutos comenzaron a pasar y crearon un efecto espejo en su respiración agitada sin que ella fuera plenamente consciente… Un gemido distinto y externo al de la película llamo la atención de la peli azul girándose con los ojos entrecerrados para reprocharle a Char.
-Soy inocente -acepto alzando las manos, y con la diestra señalo a un punto especifico del departamento -parece que nuestro anfitrión se está divirtiendo.
Ladybug siguió la dirección del dedo de Chat y se le hizo agua la boca, cerro los puños y parecía que le faltase el aire al mismo tiempo que la película terminaba después de una escandalosa corrida de parte del actor, dos segundos después se cortaba la imagen quedando la pantalla en negro, hecho que Ladybug no vio. La aturdida mente de Marinette le gritaba: «¡No mires! ¡Deja de mirar ahora mismo!» pero ella veía sexo de verdad, no una misógina y mal actuada película en la que solo se buscaba mostrar los pechos de una chica y como era penetrada como un…
-Bueno, ha sido muy educativo - ella salto de la nada, fingiendo un bostezo -y ya se acabó, así que debo irme -se puso en pie sintiendo entre sus piernas una molestia, haciéndola audible.
Chat se mordió la lengua para no gruñir cuando ella ahogo un gemido al ponerse de pie. Ella lo estaba pasando mal por culpa de él, y realmente parecía necesitada de algo que en algún momento hubiera matado por poder darle. Se le acercó y, pasando su brazo por la delicada espalda, la sostuvo con suma delicadeza casi sin tocarla.
-Estás temblando -Le acarició la mejilla con los nudillos, y esa caricia bastó para que a Ladybug se le acelerara todavía más la respiración mirándolo fijamente -Ah, princesa, pero si estás a punto de estallar -¿Por qué la había llamado así? Solo llamaba princesa a una chica. Una chica a la que había evitado en el último mes por que aun le daba miedo no poder controlarse estando a solas con ella, y mucho menos después de lo último que había pasado.
Ella negó con la cabeza. Con la punta de la lengua, se acarició los labios humedeciéndolos.
-My Lady
-¡Por eso necesito que dejes de molestarme Chat! ¡Entiende!
-Eso no es lo que necesitas. -Su instinto le decía que debía solucionar aquello que había provocado, no a modo de aprovechar la oportunidad, pero no quería dejarla así -Te sientes atraída por mí, y tú sabes que yo me siento atraído por ti. Así que, ¿por qué no nos ayudamos mutuamente?
-¿Qué quieres decir con ayudarnos? No pienso acostarme contig..
-No me refiero a sexo -respondió Chat -pero quizá pudiésemos echar una mano cuando el otro lo necesite, como en este momento.
-Das... das mucho por hecho… ¿Acaso no le pierdes? -pregunto ella incrédula -Ya se me pasará… solo... solo debo llegar a casa y…
-Y una mierda -afirmo el rubio sosteniéndola con firmeza posando sus manos sobre ella -Lo necesitas tanto como yo -No intento forzarte, ni convencerte, pero… ¡maldita sea! Por una vez en la vida admite lo que sucede entre nosotros.
-Pero… Está mal… -susurro sin convicción sintiendo como el calor de las manos de él atravesaba el traje y quemaba su piel.
Chat empezó a empujarla contra la única pared y ella se lo permitió. El apoyó una mano en la pared, junto a la cabeza de la joven, y se inclinó hacia ella.
-My Lady, míralo de este modo… Ambos necesitamos relajarnos un poco… o… al menos déjame ayudarte -le murmuró junto al oído -Y cuando eso pase…
-¿Y... qué sugieres exactamente? -le interrumpió ella muerta de curiosidad.
-Tú podrías tocarme si lo deseas y yo, mientras yo podría darte placer entre tus piernas con mis manos… llegaremos hasta donde tu quieras -Se apartó, dejándola sin aliento.
Ladybug se quedó sin habla al oír una explicación tan gráfica, una prueba más de que aquel maldito gato vividor y coqueto había experimentado mucho más que ella, aunque tenía años que ya no le profesaba ese amor eterno de cuando se conocieron, las cosas realmente se habían complicado cuando se entero que ChatNoir gustaba de su forma civil y aun así él entre desvaríos y palabras sin sentido la había rechazado. Si hacían lo que él sugería, Chat la vería desnuda, le acariciaría partes de ella que nadie mas había tocado y… … eso sin contar que tendría que dejar caer su transformación y tikki la regañaría... y… sabría quien era ella. Pero Chat sería el primero en hacerlo y…
¡No! No importaba las ganas que tuviera. Adrián la había besado hacia un mes y eso significaba que tenia que aclarar que había sido eso "pero desde hace un mes te evita" le recordó su conciencia "Igual que te evita Chat".
-Te comportas como si tú y yo no tuviéramos ningún auto-control -intento por ultima vez – y… y… no puedo dejarte saber quien soy…
Chat desvió la vista hasta los pechos de Ladybug y se froto ligeramente metiendo uno de sus muslos entre los de ella, ésta suspiró de placer cerrando los ojos por unos segundos.
-¿Te ha sonado eso como si tuvieras mucho control? -le dijo sínico acercándose a sus labios, rosándolos con cada movimiento -Lo necesitas tanto que podría hacer que te corrieras en 5 minutos.
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-Mil gracias si dejas un review, aunque sea pequeño, las criticas constructivas y destructivas me hacen feliz.
-La imagen es de thefalsevyper en Instagram.
-Nara hija mía, eres más inconsistente que una gelatina en un día caluroso (¿?) … Ya se que debo arreglar el OTRO fic pero… ando en eso, ando en eso. No se si tiene un efecto reflejo en mi ver los capítulos desordenados jejejeje.
-Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir, así como sus personajes le pertenecen a Thomas Astruc. Esto lo hago sin fines de lucro. Pero la historia y las guarradas esas SI que me pertenecen.
