Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de los creadores del juego del Bardurs Gate.
No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.
AVISO: Este fanfic es YAOI y este se da entre los personajes de Anomen y Haer'Dalis, si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas, comprendo perfectamente esa postura.
Aclaración: Se perfectamente que los personajes de esta historia nunca actuarian así en el juego, están fuera de carácter para que cuadre con mi argumento. Me he sacado esta historia, y las situaciones que tienen lugar, de la manga.
Capítulo 5. Equilibrio
- No hagas eso.
- ...
- No hagas eso.
- ....
- ¡¡¡Que te estes quieto!!!
Keldorn apenas si pudo contener la risa. A su lado Jaheira movió la cabeza con exasperación. Aerie e Imoen no se contuvieron en absoluto y rieron libremente.
- ¡No tiene gracia!.- Exclamó Anomen, exasperado y avergonzado.
Haer'Dalis sonrió y volvió a intentar meterle mano bajo la mesa.
- ¡Que me dejes cenar en paz!
- Oh, vamos, dejate mimar.
Cualquiera que los viera hubiese jurado que no habrían durado juntos ni una semana, sin embargo allí estaban, despues de dos meses de aventuras y desventuras. Nadie había conocido a una pareja que discutiera mas a menudo, Anomen profería amenazas constantes de acabar con todo y Haer'Dalis podía desaparecer días enteros tras un desaire.
Y siempre volvían a estar juntos. Cada vez que se reunían de nuevo tras alguna acalorada discusión acababan en una reunión igualmente acalorada, pero mas íntima. Y había que admitir que las discusiones eran cada vez mas escasas.
Seguían el ritmo contrario de cualquier relación, en vez de deteriorar la relación con el tiempo esta se asentaba más.
Realmente se equilibraban, Haer'Dalis era mucho mas reposado y lógico cuando estaba con Anomen, y este se mostraba menos autoritario en compañía del bardo. Parecía mentira que pudiesen complementarse tan bien.
- Y... ejem, ¿cuándo pensais casaros?
Ante la burlona pregunta de Imoen, Anomen se atragantó bebiendo y Haer'Dalis rió a carcajadas al tiempo que abrazaba al clerigo.
Sin duda Anomen hubiese replicado si no estuviese intentando pasar la bebida por el conducto correcto y dejar de toser. Cuando por fin pudo serenarse no pudo contestar porque Haer'Dalis asaltó su boca.
Inmediatamente todos corearon con el acostumbrado "Ooooooooooh".
- ¡Basta, basta! ¿Es que quieres matarme de vergüenza?
Pero la queja sonaba mas a reproche que a enfado real.
Keldorn miró a ambos subir a la habitación que compartían y oyó un carraspeó a su derecha. Jaheira sonrió victoriosa.
- Y...¿qué discutiamos sobre el equilibrio?
Keldorn sonrió.
- No se de que me hablas.
FIN
