¡Hola !
Ya sé que hoy es sábado. (Preocupense, no sé me va a hacer costumbre actualizar en el mismo.)
Pero mi maldita PC, no por nada se llama Kykio. [Si tiene nombre ¬¬u] (Si alguien conoce "Inuyasha" sabra porque le puse ese nombre.) No me dejaba entrar en para actualizar.
Hoy presentamos el capítulo n° 15 de este símil fic.
Se me alargo un poco. Aunque desde ya les digo que no hay de RW/HG. [Ni ninguna pareja alternativa a esta, tranquilos.]
Si agregue algo que tuviera más que ver con Harry. [Al fin y al cabo los libros tratan sobre él, supuestamente.] Y los merodeadores. Si algunas explicaciones que doy no coinciden con la verdad, háganmelo saber. Aprovecho para agradecer le a Climenestra el dato del verdadero nombre de Ginny, Ginevra. [Aunque me gusta más Virginia.]
Ya los dejo con el capítulo.
¡Espero que les guste!
El regalo
Visita a la Sala de la Memorias Privadas
Tonks.- dijo la Sra. Weasley, revolviendo una salsa de aspecto cremoso.- ¿Te importaría ir a llamar a las chicas? Ya va estar la cena.-
El aire tibio, a pesar de ser la última noche del invierno, entraba por alguna ventana que permanecía oculta. El Sr. Weasley aún estaba en el ministerio; Elliot también, por alguna razón aún más insondable que las muchas que había en esa casa. Los gemelos no debían de tardar en volver de Diagon Alley. Lupin y Diggle habían salido a hacer un par de cosas. (Nadie les quiso decir exactamente que)
¡No, Tonks!- la detuvo Ron.- Nosotros podemos ir ¿Cierto, Harry?-
El moreno, quién estaba maldiciendo su suerte en el ajedrez, asintió, sin oírlo realmente.
Bueno... - la pelirroja dudo.- Esta bien, vayan ustedes. Pero no quiero una sola queja... -
No la tendrás.- respondió secamente su hijo.- Vamos, Harry.- Asió a su mejor amigo del brazo y tironeo de él, llevándolo a la rastra hasta salir de la cocina, donde el ojiverde comenzó a caminar siguiendo el ritmo.
Subieron la escalera hacia los pisos superiores, hasta llegar al corredor donde estaba el dormitorio de las chicas y el de los Sres. Weasley.
Shh, callaté.- pidió el pelirrojo, abriendo la puerta de la habitación donde se había escondido unos pocos días antes.- Quiero mostrarte algo.-
Empujo a su amigo y entro él también. Desde la habitación siguiente llegaban las voces de Ginny y Hermione.
El chico cerro la puerta. (Esta hizo un ruido bastante audible) y las voces llegaron más entrecortadas y espaciadas.
¿Qué querías mostrarme?- pregunto el de lentes, acercandosé a la puerta que comunicaba el viejo vestidor con la habitación principal, la cual dejaba entrar franjas de luz que se proyectaba horizontalmente sobre el polvoriento suelo.- Si esperabas que se estuvieran vistiendo y poder... ejem... contemplar a Hermione... y yo... ver a mi... novia, o sea Ginny... en la misma situación... Lamento desilucionarte, pero están mirando unas revistas y hablando... -
¡No seas idiota!- le soltó el otro.- ¡Yo no quiero ver a Hermione cambiandosé!- se había sonrojado un poco al decirlo.- Y espero que tú no veas a mi hermana en esa situación por bastante tiempo aún.- agregó luego, con un tono que Harry conocía muy bien. Eso en cierta forma lo alivió, no le gustaba como estaba su amigo últimamente y Ron parecía haber vuelto a hacer lo que era días atrás.- Lo que yo quería mostrarte era otra cosa... Pero todo esta muy oscuro... Necesitamos luz... -
Al minuto la lampara de bronce se encendió.
La habitación mostraba un panorama muy distinto al del día anterior. Estaba llena de muebles viejos, trastos y baúles polvorientos, algunos cubiertos de sábanas y lienzos blancos. Pero ningún cuadro o adorno en las paredes.
Harry levanto una ceja.
¡No puede ser!- exclamo Ron, girando en redondo, observando todas las paredes.- ¡NO está!-
Las chicas interrumpieron su conversación. Las sintieron detenerse delante de la puerta que los separaba.
¿Todo bien?- preguntó Hermione.
¡No puede creerlo! ¡Harry te juro que...!- seguía gritando el pelirrojo, ignorando maravillosamente los gestos desesperados de su amigo.- Parecería que todo aquí debes necesitarlo... - Había dejado repentinamente de gritar, y reflexionaba.
Si quieren podemos hablar más fuerte.- les dijo Ginny.- Así pueden escuchar bien.- agregó.
¡Maldita sea, Ginevra Weasley!- aulló su hermano.- ¡No estoy escuchando tus estúpidas conversaciones! ¡No me interesan! ¡Además la cena ya está lista, bajen de una vez!- grito finalmente el chico, antes de volverse a la pared contraria y ordenar en voz alta, firme y clara:
Necesito mostrarle ese cuadro a mi amigo Harry.-
Nada. La pared permaneció tan despojada como siempre.
Vaya. La llegada de Percy acabo por trastornarte, Ronnie.- sugirió la castaña, desde el otro lado de la puerta.
¡Callaté Granger! ¡Y ya bajen a comer de una vez!-
El pelirrojo se dirigió a paso firme a la puerta y ordeno:
Necesito bajar a cenar.- la hoja se abrió y él se paro en el vano.- ¿No vienes, Harry?-
De acuerdo, vamos.-
Cuando empezaban a bajar, escucharon las risas y burlas de las chicas, quiénes ya estaban entrando a la cocina.
Elliot.- dijo con precaución Hermione, sentandosé más junto a él.
Dime, Mione.-
En la cocina solo estaban Molly, Arthur y Diggle. Ron discutía con Ginny unas tácticas de Quidditch, en una sala de estar que habían armado en planta baja. [Si mal no recuerdo la cocina esta en una especie de sótano.] Harry había dicho que iba a buscar un par de cosas arriba. Así que en aquella punta de la mesa solo estaban los hermanos Granger.
Pero apresuraté.- replico su hermano.- Tengo que ir a casa. Me están... -
Seré breve, entonces. Quiero saber cual es tu relación con Percy.-
Cuando él entro a trabajar en el Ministerio, yo ya hacia un par de años estaba allí. Al principio hubo un roce; ya sabes esas cosas de piel, no sabes porque, pero sin embargo te llevas de los pelos. Luego hubo un pequeño problema... - Hermione lo miro acusatoriamente.- Pero no te preocupes, Mione. Cosas... - La chica giro los ojos, sabía perfectamente lo que eso significaba.- Pero luego llegó lo importante. Durante todo el año pasado el Ministerio estuvo dividido entre los que le creían a Dumbledore y los que no. Arthur nos reunió a los que creíamos en Dumbledore y nos propuso formar parte de la Orden. La mayoría aceptamos. Y así nos fue también, a casi todos los despidieron. A mí y a Tonks no. Somos aurors y magos metamórficos. No se iban a arriesgar a perdernos, con lo que solo quedaría uno. Ese no es el caso. Percy era uno de los más firmes opositores a Dumbledore. Y luego me entere de lo que hizo a los Sres. Weasley... -
Harry empujo la puerta y entro.
Había algo en aquella habitación que le llamaba poderosamente la atención. Que lo atraía hacia ella.
Necesito luz.- pidió.
La gigantesca lampara se encendió, revelando (una vez más) un panorama diferente que las veces anteriores.
Había varias estanterías llenas de libros. Varios pequeños cuadros que mostraban personas y lugares vagamente familiares para Harry. El centro de la sala estaba ocupado por una mesa de roble baja y maciza y un sillón verde y mullido.
Enfrente de la mesa se encontraba un antiguo espejo. Se parecía un poco al de Erised. Aunque el muchacho no hubiera podido precisar en que. Se acercó a él y rozo la pulida superficie con las yemas de sus dedos.
De la nada aparecieron flamígeras letras, de un azul brillante. Parecían llamas alimentadas a gas. Se arremolinaron y formaron unas palabras que Harry leyó con creciente asombro y curiosidad.
"Sala de las memorias privadas"
De inmediato las letras se dispersaron, huyendo en todas direcciones. Unos segundos después volvieron a juntarse.
"Mucha gente opina que tu pasado y el de muchos otros forma tu ser, tu vida. Así lo creas o no, aquí puedes encontrar tu propio pasado y parte del de otros, que influye en tu vida."
Los caracteres se desbandaron como palomas ahuyentadas. El reflejo le devolvió una mirada aturdida a Harry.
Cierto.
¿Qué veía allí?
Un muchacho de 16 años. Cabello renegrido y ojos verde brillantes. El mismo que había pasado 10 de los peores años de su vida viviendo con sus odiosos tíos muggles. El mismo que había visto morir a Cedric Diggory. Que había perdido a sus padres cuando solo tenía un año de edad. El que había perdido a su padrino. El que se había enfrentado a Voldermot en seis ocasiones. Había sobrevivido a todas ellas.
Pero lo peor era que estaba mirando a una víctima... o a un asesino.
Dios sabía cuanto pesaba en su conciencia aquella.
No tanto por él mismo. (Cuando eres el enemigo n°1 de Voldermot aprendes a no preocuparte demasiado por ti y tu vida.) Si no por ellos. Lo poco que le quedaba. Lo poco que tenía.
Cuando se le había declarado a Ginny, había dicho que sabía que la quería desde segundo. Y eso no era del todo una mentira. Desde segundo sentía algo por la pelirroja. Pero una parte de él no lo aceptaba (Y al año siguiente había aparecido Cho. Era tanta su desesperación por mentirse que se había aferrado a la Ravenclaw como si fuera la única chica del mundo...)Y la otra parte se repetía constantemente que si Voldermot había sido capaz de hacerle eso a Ginny solo por lograr que Harry fuera a su encuentro, no quería imaginar lo que era capaz de hacer si se enteraba que...
Pero no era solo Ginny. Eran también Ron, Hermione, los Sres. Weasley...
Sabía mucho, hasta demasiado, de su presente y hasta de su posible futuro. Pero ignoraba completamente su primer año de vida. Y la vida de sus padres. ¿Y si sus abuelos paternos estuvieran vivos aún? ¿Y si tenía tíos? ¿Primos?
Miro sobre la mesa y descubrió un libro, polvoriento y como desubicado.
Lo tomo y se sentó en el sillón.
Lo abrió y miro la portada.
"Todo lo que querrás (y necesitarás) saber"
Dio vuelta la hoja y descubrió una especie de carta. Escrita con letra mediana, en tinta negra. Una letra que conocía muy bien.
"6 de agosto del 1995
Harry:
Ante todo, quiero que sepas que estoy muy feliz de haberte conocido. Te pareces increíblemente a tu padre. (Quizás ahora no sepas como sentirte ante ese parecido extraordinario.) Y no me importa decirte que me siento muy orgulloso de ver en que te has convertido. En ver que has superado todo lo que la vida se empecino en ponerte en el camino. Y el poco tiempo que estuvimos juntos me basto para darme cuenta que en cierta manera fue como volver a estar con tu padre, aunque sé que no debo ponerte en ese lugar.
Si estás leyendo esto, de seguro ya no estoy contigo. Cuando uno entra en estas cosas, sabe que se arriesga a dejar todo lo que uno quiere, y siente como propio, de un día para el otro. Pero no lo lamento por mí. Lo lamento por los que se quedan aquí, creyendo que todo ha terminado. Y no es así, Harry. Te lo prometo. Y debes saber que lo que yo prometo, lo cumplo. Una sola cosa no logre cumplir, y fue mi promesa de cuidarte pasará lo que pasará.
De cualquier modo quiero que sepas que en este libro escribí unas cuantas cosas que pudieran interesarte de tu padre y sus años en Hogwarts; de la relación con tu madre. De su casamiento, del día que naciste, de tu bautismo y algunos momentos de tu primer año de vida. Todo lo que pude recordar. No pude dejarte información de la vida de tu padre hasta los once años y de su familia, porque James jamás me dijo nada. Lo único que puedo decirte a ciencia cierta fue que James perdió contacto con tus abuelos cuando se caso con Lily.
Lamento que no puedas sacar este libro de la habitación. Funciona de forma parecida a un diario que encontraste hace unos años en Hogwarts, y que te hizo pasar un mal rato.
Cuídate.
Te quiere...
Tu padrino, Sirius Black."
Harry giro las hojas y vio que todas las demás estaban en blanco.
Miro sobre la mesa y descubrió una pluma.
Se detuvo, dudando, el corazón le latía con fuerza. Finalmente dibujo en la parte superior de la primer hoja.
"Quiero saber como fue que mis padres acabaron juntos."
La tinta lila brillo en la hoja apergaminada y fue absorbida rápidamente.
"Hola, Harry"
Las palabras aparecieron y se quedaron allí. Luego un cuadrado comenzó a expandirse desde el centro de la hoja, hasta ocupar la superficie del libro abierto. Harry se inclino sobre él hasta rozar con su nariz la página.
Otra vez sintió que un enchufe gigante lo succionaba. Todo dejo de girar y cayo de pie, perdiendo el equilibrio.
Estaba en el Gran Hall. La luz fuerte y clara que se filtraba por los ventanales y el sol resplandeciente que se dibujaba en el alto cielorraso le indicaron que era una mañana, posiblemente de otoño.
¡Pero Lily!- protestaba un chico de 17 años, muy parecido a Harry, mientras seguía a una chica de cabello rojo oscuro, una insignia de Gryffindor y otra de prefecto.
¡Dejamé en paz, Potter!- le respondió ella, esquivando alumnos y tratando de escapar del muchacho.
¡Oyemé! ¡Solo quiero hablar contigo!- finalmente la alcanzo y la aferro del brazo, obligándola a que lo viera.
Sueltamé, James. O tendré que bajarle puntos a Gryffindor. ¡Sí, a mi propia casa!-
De acuerdo, de acuerdo.- accedió de mala gana James.- Yo solo quería preguntarte algo... -
Si es si puedo estar presente la próxima vez que humilles a Snape para salvarlo. Desde ya te digo que no. Hay gente que tiene responsabilidades y vidas propias... -
Ya, Evans. Lo que te iba a decir es que si querías venir conmigo al baile de Hallowen.- El chico se estaba pasando la mano por el cabello, de tan nervioso que estaba, no para simular el efecto del viento (Como era su costumbre)- Claro que si no quieres. Tengo una enorme fila de chicas que... -
Me encantaría.- sonrió sarcásticamente Lily, deseando bajarle sus humos de gran jugador de Quidditch.
¿Ah? ¿Sí?- se sorprendió James, logrando a duras penas contener su cara de asombro y alegría.
Sí. Pero ya me invitó Frederick Borgins. Lo siento.-
¿Borgins? ¿El de Ravenclaw?- pregunto incrédulo el chico.
Sí, uno de los organizadores del club de transformaciones.- le sonrió la pelirroja.- Bueno, si eso era todo, James, no te quito más tiempo. Yo tengo cosas que hacer. Y tu tienes chicas a las que invitar al baile ¿O no? Deben de estar esperandoté ansiosas... -
La chica se dio media vuelta y subió la escalera de mármol.
¿Y cómo te fue?- pregunto un Sirius muy joven, acercandosé a su amigo.
Pésimo. Ya la invito el idiota de Borgins.-
¿Qué? ¿El sabelotodo Borgins? Por favor, si antes Lily iría con Lunático.-
James esbozo una leve sonrisa. Remus Lupin y Lily Evans se conocían desde los cinco años. (La abuela de la chica era vecina de Remus.) Se habían criado casi como hermanos. (Los padres de Lily siempre la enviaban en las vacaciones con su abuela. Ella y Petunia en casa eran demasiado.) Nadie se enfadaba tanto con James como Lupin, cuando le había hecho algo a Lily.
Animo, amigo. Ya habrá otra oportunidad.- le palmeo el hombro Sirius.
[Biblioteca.]
¡Hola, Lily!- la saludo Remus, sentadosé en la misma mesa.- ¿Qué haces?-
Nada. Termino el trabajo para Binns. ¿Podrías prestarme tus apuntes? La última clase me distraje y no pude tomarlos luego.-
Sí, claro. Ten.- respondió el joven, sacando unos pergaminos de su mochila y dándoselos. Luego de un momento agregó: - Lily.-
Dime.- respondió la chica, copiando las anotaciones.
¿Por qué te distrajiste en clase?-
Humm... - dudo la chica, mirando distraídamente por la ventana y volviendo a su trabajo.- ¿Por qué lo dices?-
El joven Lupin suspiro. Harry (Había adivinado que debía ir a la biblioteca de forma casi mágica) pudo notar la impaciencia el muchacho.
¿Ya te invito...? Digo... mi futuro cuñado... -
Lily sonrió. Recordaba perfectamente que cuando eran niños, Remus le había dicho que, cuando ella se enamorara, él debía aprobar al chico primero.
Sí.-
¡Qué bien! Supongo que lo voy a conocer en el baile, entonces.-
En primer lugar: No. Le dije que no iría con él. En segundo lugar, ya lo conoces.-
¿Qué le dijiste que no irías con él? ¿¿Estás loca?? Se supone que deberías estar feliz de la vida... -
Pero es que no, Remus. Él se la pasa haciéndome la vida imposible. Discutimos. No, no iría con él ni aunque no lo volviera a ver luego. Le dije que me había invitado Frederick Borgins.-
¿Le dijiste a James Daniel Potter que Frederick Borgins te había invitado?-
Realmente Frederick me... ¿Cómo sabes que fue James él que me invito?-
Es obvio que te gusta, Lily. Además, se la pasan peleando. ¿Pero no te pusiste a pensar lo que puede hacer James? Es mi mejor amigo, sé lo que te estoy diciendo.-
Si van a continuar hablando.- interrumpió Madame Pince, quién llego en ese momento.- Continúen fuera de mi biblioteca.-
Los saco y hechizo a las cosas de ambos para que se metieran en las respectivas mochilas y los siguieran.
De verdad creo que cometiste un gran error al... -
Pero en ese momento Remus, dejo de hablar. James, Sirius y Peter avanzaban hacia ellos.
Te veo en la reunión de prefectos.- le murmuró Lily, alejandosé aprisa.
¿Así que va con Borgins, eh?- pregunto Peter.
James asintió con la cabeza y cambio de tema.
¿Realmente va con él?- le pregunto a Lupin, por lo bajo el joven Black.
Eso me temo.- Remus hizo un gesto de desagrado.- Te prefiero a ti mil veces.- añadió dirigiendosé a James.- Antes que ese Ravenclaw idiota.-
De pronto Harry sintió que todo giraba de nuevo a su alrededor y se volvió a encontrar en el Gran Comedor, con la única diferencia que ya era de noche y estaba en pleno baile de Hallowen. Peter bailaba (desastrosamente) con una chica rubia y bajita. De Sirius digamos que estaba "ocupado" con una Hufflupuff de cabello negro y corto. Sentados en la misma mesa en la cual había aparecido, estaban Lupin y su padre.
Si no piensas bailar, Lunático.- comentó James.- ¿Para qué viniste?-
Para vigilar que tú no hagas alguna estupidez.- le respondió el castaño claro, observando atentamente a Frederick y Lily.
Humm... ¿A mí o a Frederick?- respondió sarcásticamente su amigo.
A ti. Para cuidar que él no se pase con Lily, estás tú, amigo.- Remus se volvió a mirarlo.- Iré a dar una vuelta. No hagas una locura, Cornamenta.-
No haré nada de lo que pueda arrepentirme.- le aseguro James.
El muchacho asintió, no muy convencido, y se levantó.
Harry vio como su padre se acababa una tercer botella de cerveza de manteca y se tomaba dos jarros de hidromiel. James se levanto, tambaleante, y su hijo lo siguió.
Se adentraron en la zona de baile. Hasta que vieron algo que los sorprendió a los dos. Lily y Frederick, muy abrazados, y acaramelados.
James había llegado cerca de ellos, cuando Frederick retrocedió y lo empujo.
¿Qué demonios te sucede?- le espetó de mal talante el Griffyndor.
¡Tranquilízate, que no fue a propósito, James!- intervino la chica.
No te metas, Lily.- le respondió el moreno.
¡No le hables así!- la defendió su acompañante.
Disculpe, San Frederick.- respondió burlonamente James, haciendo una reverencia.
En cuanto se levantó, sintió un puñetazo en su mandíbula.
En unos segundos ambos se habían trenzado en una feroz pelea. Sirius dejo en el aire a su acompañante y fue a ver que ocurría. Peter ya le estaba echando porras a su amigo. Lupin llegó antes de que algún profesor se enterará y quiso separarlos.
Frederick no calculo el golpe y le pego en la mejilla, noqueando a Remus. [Bueno, nunca fue muy fuerte con eso de ser un hombre lobo.]
En un momento Gael (el antiguo profesor de DCAO.), McGonagall y Flitwick habían detenido la pelea y le habían ordenado a Peter y a Sirius que llevarán a Remus al ala del hospital. Gael había tomado de un brazo a James y al otro y ya los estaba llevando al despacho de Dumbledore, cuando Lily se le cruzo en el medio y se planto frente a James.
Con permiso, profesor.- dijo a media voz.- ¡Idiota!- le grito a James, antes de dejarle una bonita impresión de su mano en el rostro.
De pronto todo comenzó a desvanecerse. La oscuridad lo absorbía todo y el frío y el calor se mezclaban, haciendo que Harry no supiera siquiera lo que debía estar pasando
¡¡¡Harry!!!-
En algún momento había vuelto a la habitación. La voz de Ron lo llamaba desde afuera. Cerro el libro negro y se levantó; saliendo de la habitación y respondiendo al llamado de su amigo.
CONTINUARÁ...
Sé que no aclare absolutamente nada. [Pero confórmense con que no agregue otro enigma.] Al menos ahora saben que se supone es esa habitación. [Aunque si hay que hacer honor a la verdad, cuando deje encerrado a Ron, nisiquiera tenía idea de hacer este capítulo.]
Además iba a agregar una parte que [Según yo.] revelaría una de las principales incógnitas para los fanáticos de los RW/HG. Pero ya había hecho varias hojas de Word y no quería agregar más, además que el tema ya esta muy gastado [Aunque si vamos por ese lado, muchas de las cosas que use están muy gastadas. Pero bueno.] Así que el próximo capítulo lo agrego.
¡¡Respondiendo Reviews!!
Climenestra: Me parece muy bien que te haya gustado el capítulo. Tu corrección no me molesto en absoluto. No sé si debería darte pena de Percy, según mi punto de vista, se quemo por haber jugado con fuego. Ni el capítulo anterior ni este tuvieron acción. Veremos el próximo. ¡Gracias por el Reviews!
Kt!ta: ¡Muchas gracias por la felicitación! De hecho, si encuentran mi autoestima por algún lado, ruego se comuniquen al e-mail que se encuentra en mi perfil. Los Reviews no me aburren [Ni aunque sean largos.] Veré si pongo algo más de GW/HP o de Herm y Ron. ¡Muchas gracias por el comentario!
Vale: [A pesar de que todavía puedo verte molesta por lo de Percy.] ¡Muchas gracias por la felicitación! Bueno, al menos lo encontraste interesante. Vere si en el próximo capítulo pongo algo de acción.
Ophelia Dakker: Bueno, Percy no tiene nada que ver más de lo que ya dije. En el próximo capítulo pondré quién es la mujer de la pintura. [De todos modos es muy fácil.] Ya ves que se supone es la sala donde estuvo encerrado Ron. ¡Muchas gracias por el Reviews!
Amsp14: Estoy de acuerdo en que Percy se merece sufrir bastante. [Ya encontraré alguna manera.] Espero que hayas entendido un poco más la relación entre Percy y Elliot. También aclare algunas cosas sobre esa habitación. [Que no es armario. Supuestamente era un vestidor.]Pero el próximo capítulo aclarare más.
HermioneWP: Aquí esta el nuevo capítulo. Y bastante largo me salió.
Sophie Grint: [Espero que tú tampoco hayas tenido que tragarte todos los capítulos juntos.] Sobre lo que Herm estaba embarazada, la verdad mientras iba escribiendo ese capítulo me di cuenta que bien se podía interpretar eso, pero lo deje porque no sabía que iba a hacer final. [Aunque si estaba embarazada, no era hijo de Draco, seguro.] Lo del collar debe de ser algo muy retorcido, porque solo un par de personas manifestaron haberlo entendido bien. [No sé si contarme yo misma, de hecho ¬¬u] ¡Por supuesto que detesto los DM/Hg! [Como si hiciera falta aclararlo.] Los GW/HP son mi segunda pareja favorita. Aunque los DM/GW tampoco me caen mal. ¡Muchas gracias por la felicitación!
Es todo por esta semana.
¡Felices vacaciones a los argentinos y vecino que anden por aquí!
¡Hasta la próxima!
