¡Hola !

Capítulo "XL" número 20.

Aunque pretendía fuera más bien de humor, soy consiente que parece de cualquier otro género.

En realidad este capítulo contenía algunas cosas más, de las que solo puse un par y me quedaron ocho hojas de Word casi sin doble espacio. Tuve que cortarlo en dos porque sino se iba a hacer [más] pesado.

Solo una última aclaración antes del capítulo. Discúlpenme si los personajes parecen salidos de sí mismos. [Sobre todo Hermione... en cualquier caso, ya verán.] Pero desgraciadamente no soy Rowling.

¡Espero que les guste el capítulo!

El regalo

Problemas mágicos

La luz se filtraba débilmente en la oscura y polvorienta biblioteca. Una chica de cabello castaño y ensortijado se encontraba inclinada sobre un enorme y viejo libro. Parte de su perfil se escondía detrás de una tambaleante pila de libros.

"Los collares de protección datan de los Días Antiguos. Solo se salvaron cinco de la destrucción de los Años Oscuros. Antiguamente había multitud de joyas encantadas. Ahora quedan aproximadamente veinte objetos, entre los que se encuentran los cinco collares protectores más poderosos, los cuales están posesión de magos. En 1889 se encontró un brazalete de control en un viejo anticuario Muggle. Pero no se tienen noticias de las catorce joyas restantes.

El collar protector africano esta hecho íntegramente de diamantes. La última vez que se tuvo noticias de él estaba en Bloemfontein y bajo custodia de la familia Tulker. Una orden de índole maligna declaro que un integrante de los Tulker era la encarnación del enemigo de su jefe supremo e intento matarlo. Luego de sobrevivir 10 años bajo la protección del Diamantino la orden fue desbaratada y ya no se tienen noticias del collar.

En América se encuentra el Argentum, hecho íntegramente en plata. Se supone que llego allí con las expediciones que buscan las míticas ciudades (Nunca encontradas) Se perdió en el Amazonas, donde fue encontrada en el año 1623 por un explorador (mago) español y una joven indígena, quienes huían de los furiosas autoridades por su casamiento mestizo. La joven se quedo con él y sobrevivió milagrosamente a una lluvia de proyectiles que les arrojaron cuando cruzaban un turbulento río selvático. El explorador murió después de tres horas, con una herida de flecha envenenada en su muñeca.

Su par asiático, el Kanttapi, fue reconocido por última vez durante la Época de las Guerras civiles en Japón. Una mujer quedo viuda por estas y al negarse a hacer algo con lo que no concordaba fue condenada a muerte por el terrateniente de su región. El Kanttapi le fue dado a su hijo Takeshi, hijo de bruja y Muggle, quién sin embargo había heredado sus poderes. Cuando se pretendió matarlo a él también todo fallo, haciendo que se convirtiera en un mito viviente. Del collar, de trozos de bambú enhebrados, no sé sabe nada luego después de la muerte de Takeshi, en una forma muy confusa. Aunque se supone a manos de un mago poderoso.

En Australia esta el Foldtera. Fue llevado por uno de los primeros pobladores magos de la Isla- Continente. Este era un arqueólogo que estaba sumamente intrigado por la extraña sustancia, cristalina, rojiza y quebradiza del que estaba hecho. Más tarde se descubrió que el material era coral como el del Gran Arrecife. Jonas, tal era el nombre del mago, lo había heredado de su abuelo. En el año 1886 se profetizo un conflicto diplomático- político entre Irlanda y Australia y el collar cambió de dueño. Se desconoce quién lo tenga ahora.

En Europa se encuentra el llamado Mithseril. Forjado íntegramente en oro, es el único del que se tienen datos precisos.

Data de los Días Antiguos, estuvo muchos años oculto e inactivo hasta que los celtas insulares lo hallaron.

En la época de la Inquisición el Mithseril fue entregado a una joven bruja por su enamorado, el cual partió a estudiar en la recientemente formada universidad de Oxford. Sin embargo una celosa rival de la joven, también bruja, pero sin muchas luces y poderes, pero en cambio si mezquindad y contactos con los demonios, adquirió más fuerza y con diversos trucos indujo a la inocente mujercita a que se lo quitara y se despreocupará de él. Mientras tanto, el lejano amante cayo enfermo y estuvo tres días al borde de morir, tiempo suficiente para que su amor fuera apresada y condenada a la hoguera por hereje.

Sin embargo, el dije no se quemo con la chica y por ese motivo fue sacado de las brasas por unos sacerdotes y enviado al Vaticano, donde estuvo por algunos cientos de años hasta que desapareció de forma misteriosa.

Todos los dijes constan de un conjuro protector escrito en latín al reverso de la medalla. El hechizo solo se activa pronunciando el conjuro completo, al tiempo que se sostiene la joya, y llamando por el nombre que se emplea para con quién nos lo regalo."

Hermione parpadeo una, dos veces. Las ideas iban velozmente hacia su cerebro, se levanto, marco la hoja y apenas le dio tiempo a Madame Pince a sellar el libro. Salió corriendo de la biblioteca.

Bueno, creo que no encontraré nada más en los libros... Ahora es trabajo de campo.- se dijo en voz alta, mientras doblaba una esquina a toda velocidad.- Tengo que preguntarle a Dumbledore... él lo reconoció... por eso me aconsejo que no me lo quitará.- Se detuvo un momento, con un pie en la escalera al piso del despacho del director. Guardo rápidamente el libro en la mochila. - O quizás... Ron... - Su rostro se ilumino momentáneamente.- ¡Eso quiere decir que me quiere! ¡Por Dios, Hermione! ¿Qué demonios importa eso ahora? Primero tengo que averiguar si él sabe lo que me dio y porque... -

Detuvo su monólogo abruptamente. Había chocado con alguien.

Hermione.- saludo alegremente Ginny.- Te fui a buscar a la biblioteca.-

Qué bien. ¿No has v...?-

Mi madre nos envió esto.- la interrumpió su amiga, levantando una bolsa con caramelos dentro.- ¿Quieres uno?-

Sí, dame. ¿Viste a Ron?- pregunto preocupada la chica, agarrando uno al descuido y mirando fijamente a la pelirroja.

Sí, estaba en la lechuzería con Harry.- contestó la otra.- Aunque no sé si aún estén allí... -

¡Gracias!- alcanzo a gritarle Hermione, mientras subía rápidamente la escalera más cercana.

¿Qué volviste a soñar con Voldermot?- repitió el ojiazul, mirando distraídamente hacia la cabaña de Hagrid. El sol comenzaba a declinar y algunas lechuzas lo golpeaban con las alas en la cabeza al salir del recinto.

Sí. Y la verdad... tengo miedo.- Ron se volteo a ver a su amigo, examinadoramente.- Todas las veces que soñé con él no parecía tan...tranquilo.-

¿Tranquilo? ¿En que sentido? Tranquilo de no tener planes ni actividad o tranquilo... de saber que todo va muy bien.-

Lo segundo, me parece.-

Ah.-

Él dijo que... dijo que ella había desbaratado su estrategia. Pero que ya tenía otra... Otra que estaba desde hacia más de un mes... -

¿Ella? ¿Quién es ella? ¿Un mes? No fue... ¿El ataque a Hogwarts?- pregunto pensativamente el pelirrojo.

¿Ginny?- dijo con un hilo de voz el moreno.

Yo no... -

¡Ron!- exclamo Hermione, abriendo violentamente la puerta y entrando a grandes zancadas. Una lechuza marrón salió volando del palo más próximo y le ululó, ofendida, desde el último y más alto travesaño.

¿Qué?- pregunto sorprendido el pelirrojo, tratando de normalizar su respiración.

Tenemos que... Tengo que hablar contigo.- dijo a media voz.

Eh... Yo le prometí a Ginny ayudarla con un trabajo de Transformaciones.- se excuso Harry, pasando junto a la castaña y saliendo rápidamente de la Lechuzería.

¿Y?- apremió el pelirrojo, sentandosé en el alféizar de la ventana y mirándola con curiosidad.

Yo... eh... - Hermione bajo la mirada al piso y dudo un momento. No podía simplemente preguntarle: "Sobre el regalo que me hiciste ¿Sabías que me estas protegiendo con tu amor?" Miro sus manos y vio el caramelo de la Sra. Weasley. Por hacer algo lo desenvolvió y se lo llevó a la boca.

¿Hermione? ¿Qué pasa?- insistió Ron.

El dulce se le deshizo en la boca y ya no pudo evitar hablar por más tiempo. Levanto la vista y abrió a boca.

Pero no le dijo nada sobre lo que iba a hablarle.

¡Hola! ¡Yo soy Hermione! ¿Y tú?- dijo con una voz muy dulce y muy infantil.

¿Qué?- murmuró Ron, poniendosé de pie y acercandosé a ella.- Soy Ron, Hermione. ¿Qué clase de broma es esta?- frunció el entrecejo.

¿Ron? ¿Te conozco?- pregunto con la misma voz infantil Hermione, acercandosé más a él y mirándolo fijamente.

Cla... Claro.- tartamudeo ya un poco nervioso.- Soy tu amigo.-

¿Mi amigo? ¡Pero si yo no tengo amigos! ¡Eres mi primer amigo!- grito dando saltitos y aplaudiendo.- ¡Entonces podrás jugar conmigo!-

¿Jugar... Contigo?- repitió anonadado el pelirrojo, dando un paso hacia atrás.

¡Wua! ¿Qué es esto?- pregunto divertida la chica, extendiendo su mano y frotando una peca del rostro del Weasley.- Oye, esa mancha no sé te quita.- comentó, frotando con más fuerza la cara del chico.

¡Deja de hacer eso!- exclamo, apartando la mano de la joven.

La castaña hizo ademán de llorar.

No, no llores.- rogó desesperando Ron, sin saber demasiado que hacer.- Mira, si no lloras, jugaremos a lo que quieras.-

¿A lo que quiera?- pregunto inmediatamente la de ojos marrones, cambiando su rostro a otro de felicidad.

Sí.- contestó él, empezando a arrepentirse.

Bueno... entonces... - La chica se giro y abrió la puerta.- ¡Atrápame!- grito entre risas, mientras salía corriendo de la pajarera.

¡No! ¡Hermione!- Ron salió corriendo también y llamándola a grito pelado.

¡Ja, ja! ¡Atrápame!- se burlo la chica, subió por una escalera y el pelirrojo pudo verla correr por el pasillo superior.

¡Óyeme!- grito, mientras subía por la misma escalera, pero en ese momento esta rotó y lo dejo un piso más abajo y del lado contrario.

¿Y ahora qué?- dijo desesperando, pero de manera asombrosa Hermione emergió de un tapiz añil y tardo un momento en verlo. Cuando lo hizo se cubrió la boca con las manos y salió corriendo a toda velocidad hacia la esquina más próxima.

¡Hermione detente!- grito Ron, antes de llegar siquiera a la esquina. Oyó un estruendo grandioso y se apresuro a darle la vuelta.

Debajo de una volteada armadura se veía a una Hermione un poco aturdida y sorprendida. Peeves ya se alejaba riendo. Ron se apresuro a llegar a ella y le quito la armadura de encima.

Me venciste.- protestó Hermione, apretando los labios.

¿La pesadilla continua?- murmuro el pelirrojo, deseando despertar de una vez.

¿Qué pesadilla? ¿Verdad que son muy feas? Yo una vez soñé que un enorme vampiro... - empezó la chica.

¿Hermione? ¿Ron?- los llamo Harry, desde detrás de la joven.

¡Hola!- chillo la chica, volteando a verlo y sonriéndole.

¿Estás bien?- pregunto con precaución el ojiverde.- ¿Por qué me haces esas muecas, Ron?-

Más o menos.- la castaña hizo un pucherito.- Ron me atrapo.- masculló.

¿Qué Ron...?- repitió Harry, sin entender y mirándolos incrédulamente.

¡Me gano! ¡Sí! ¡Pero no importa porque ahora vamos a jugar a las escondidas ¿verdad?!- se volteo a mirar a Ron.- Me lo prometiste. Si yo no lloraba jugarías conmigo a lo que quisiera... -

Supongo.- musitó cansinamente el pelirrojo.

¿Saben que es una buena idea?- exclamo Harry. Hermione volteó a verlo, encantada de haber encontrado otro compañero de juegos. Ron puso la misma cara que hubiera puesto si Harry le hubiera dicho que se llevaría a vivir a Aragog y toda su prole al dormitorio comunitario.

¿Sabes, Hermione? Yo tengo el escondite perfecto para nosotros ¿Vamos?-

¡Sí, vamos!- contestó entusiasmada la chica, agarrando a uno de cada mano y comenzando a caminar a los saltos.

Hermione... - protestó Harry.

¿Sí?- se detuvo a verlo.

No sabes a donde debemos ir.- le recordó el ojiverde.

Cierto. Ve tú adelante.- decidió rápidamente, agarrando firmemente el brazo de Ron.

Aquí estamos.- anunció Harry, cuando llegaron al séptimo piso.

Pero yo no veo nada.- manifestó decepcionada la chica.

Lo que tienes que hacer.- explico el de lentes.- Es pasarte tres veces por aquí y pensar en todo lo que quieres que haya en nuestro "escondite"-

¡Sí!- asintió alegremente la castaña y comenzó a pasearse.

Luego te explico.- comentó desesperado Ron.

Unos minutos después una lustrada puerta apareció en la pared y Ron la abrió.

Se encontró con una bonita habitación en verde agua. Una cama simple con un mullido acolchado violeta y fucsia se encontraba al final de la habitación. En las paredes había estanterías con muñecas de peponas [De esas gordas y suavecitas.] Un reloj de escritorio rojo que cada hora tocaba una melodía diferente. Una casa de muñecas de madera de pino y una mesa ¿Con un juego de té? Había además varios almohadones de muchos colores por el alfombrado suelo.

Hermione corrió junto a la casita, se arrodillo e ignoro por completo a los dos chicos.

¿Y qué paso?- pregunto Harry, mientras veía el entusiasmo de su amiga pro las muñecas que recargaban los estantes.

Me gustaría saberlo.- contesto abrumado el pelirrojo.- Solo dijo que quería hablar conmigo y luego... comió un caramelo de envoltorio rojo y cuando volvió a hablarme... era esto.-

Hermione.- dijo el moreno, agachandosé junto a ella. - Me das lo que tienes en la mano.-

Ten.- contestó distraída, dándole el papel del caramelo.

Gracias.-

La chica lo ignoro y agarro un juego de ladrillitos de encastre. Harry suspiro y volvió a sentarse en la cama, al lado de su amigo.

El envoltorio rojo tenía una S y una W en dorado, entrelazadas. Más abajo se veía el grabado F&G en dorado, también.

¡Los gemelos!- gimió Ron.

¡Sortilegios Weasley!- agrego Harry.- ¿Cómo llego esto a la bolsa de tu madre? Tenemos que averiguar como recuperar a la Hermione adulta (Recordó a los centauros) o casi, que conocemos. Hay que decirle al Prof... -

¡No!- negó frenéticamente el Weasley, horrorizado ante la sola idea.- ¡Meteríamos en un lío terrible a mis hermanos! Hay que hablar con ellos y que nos digan que hacer.- opino Ron.

Supongo que tienes razón.- concedió Harry.- Pero no podemos dejarla sola.-

Ginny.- apunto de inmediato el pelirrojo.- De todos modos no creo que esta noche pueda ir al dormitorio de sexto. Necesitaremos a alguien que se pueda quedar con ella.-

Yo voy por ella.- dijo rápidamente el otro.

Espera.- lo detuvo su amigo.- Deberíamos hechizar la puerta... ponerle una contraseña o algo... -

Sí-

Ambos se acercaron a la puerta y levantaron sus varitas. La joven los miro con curiosidad.

¡Contreseñus Infanto!- murmuró Harry, Ron lo miro un momento y agregó.

¡Restringidus salida Nosferatu!-

La puerta emitió una luz violeta y se estremeció. Harry la toco y la madera vibró.

¡Wua! ¡Increíble!- exclamo Hermione. Ambos se voltearon a verla, por un momento olvidaron que ella estaba allí.

¿Hacen magia con esas varillas?- pregunto divertida.- Yo también tengo una.- saco su varita de la mochila y apunto distraídamente para cualquier lado. Harry recordó el seguro para varitas y maldijo no saber activar uno: aprendería en cuanto tuviera oportunidad.

¡Wingardium Leviosa!- dijo antes de que ninguno intentara desarmarla.

Una de las muñecas se elevo en al aire y golpeo en la cabeza a Ron. La chica comenzó a reírse y el pelirrojo aprovecho para quitarle la varita mediante un hechizo convocador. Ella protestó, pero la risa le quitaba fuerza para pelear.

Iré por Ginny.- murmuro Harry, mientras veía la poca paciencia que le quedaba al ojiazul.

Ron... - dijo Hermione, después de un rato, tirando de la camisa del chico.

¿Qué pasa, Hermione?-

Estoy aburrida.- manifestó.

Ron rodó los ojos.

Mira.- dijo señalando la habitación que los rodeaba.- ¡Tienes todos los juguetes que puedes querer!-

Pero no tengo con quién jugar.- Observo tristemente la castaña.

Esta bien.- suspiro el pelirrojo.- Pero no me mires así. ¿A qué quieres jugar?-

¡Bien!- la chica sonrió y sus ojos castaños se iluminaron.- ¡Tomemos té!- propuso alegremente, señalando la mesa.

¿Q... Qué? ¿El té?- repitió el muchacho.

¡Sí! ¡Mira!- lo agarro de la mano y tiro de él, conduciéndolo hacia una de las sillitas.- Tu te sientas allí y yo aquí.- Hermione señalo otra silla en el lado contrario de la mesa.

Esta bien.- susurró el pelirrojo, apretujandosé en el pequeño asiento.

¿Quiere té, Sra. Marge?- pregunto Hermione, agarrando la tetera y ofreciéndole a su amigo.

Sí, gr... ¿Cómo qué Sra. Marge?-

¡Oh, vamos! ¡Solo es un juego! Sé que eres Ron... -

Weasley.-

Ron Weasley.- repitió la castaña, mientras le servía té en una tacita color rosa. Miro la mesa, desconsolada.- ¡Pero si no hay dulces!- De la nada apareció un gran trozo de pastel de chocolate, y unas cuantas confituras más. - ¡Ahora sí!- Se sirvió una parte de pastel y continuo.- ¿Ha visto, Sra. Marge, la nueva ropa de Harrod's?- [No pregunten. UUu] [Gracias.]

Ron, quién ese momento estaba masticando un pastelito de vainilla, se ahogo con las migas y tardo un poco en contestarle. Tosió estruendosamente y bebió el té, apresurado.

¿Le ocurre algo, Sra. Marge?- pregunto Hermione.

No, querida. ¡Oh, por supuesto que las vi! Son muy bonitas. Especialmente unas de seda y broderie. [Aclaro que yo (y creo que Ron) no sé nada de costura y de telas.]Estoy pensando comprarme una para... -

Ejem, ejem.-

La taza que Ron tenía en las manos se le resbalo, haciendosé añicos y manchando la alfombra verde esmeralda.

Bueno, señoras.- dijo Ginny, tan sonriente como si fuera su cumpleaños.- Creo que es hora de cenar, no del té. Aquí te traje algo, Hermione. Y en cuanto a ti Sra. Marge, creo que tiene un asunto que resolver con Harry y dos gemelos conocidos nuestros.-

¿Y tú eres?- pregunto Hermione, mirando con curiosidad a la pelirroja.

Yo soy Ginny Weasley.-

¿Weasley? ¿Te apellidas como él?- Hermione señalo a Ron, quién estaba tan rojo que parecía que estallaría.

La otra se volteó a mirarlo, levantando una ceja.

Yo se lo dije recién.- aclaro, molesto.

¡Ah! Eso lo explica todo.- comento irónicamente su hermana, sacando comida de una bolsa y poniéndola en la mesa. (Claro que antes había sacado las tazas de encima.)

¡No importa!- exclamo Hermione, mirando vivazmente a la pelirroja.- ¡Tendré alguien más para jugar!-

Ginny se giro a mirar a Harry, con gesto interrogativo.

El ojiverde se encogió de hombros y se sentó en la cama.

Aquí tienes.- dijo Ginny, dándole un plato con un buen trozo de carne y bastante ensalada.

No quiere.- protesto la chica, arrugando la cara.

No de nuevo.- gimió Ron y se tiro sobre la cama. Su estómago rugió de hambre en ese momento.

Hay suficiente comida para ti también.- agregó la pelirroja, sacando otro plato.

¿En serio? ¡Qué bien!- exclamo contento el Weasley, devorando un pan casi entero.- ¿Y ustedes no comen?- pregunto, tragando con dificultad.

No, nosotros ya cenamos.- murmuro Harry.

¿¿¿Qué???- grito Ron. Hermione se asustó y dejo caer el jugo de calabaza.- ¿Qué ya comieron?-

Sí.- repitió la chica.

¿Y me dejaron aquí solo cuidando de... ella y se fueron a cenar tan tranquilos?- "pregunto"

Bueno, ya que estabamos en el Gran Comedor... - se explico Harry.

Pero Ron no lo escuchaba. Miraba a Hermione, quién estaba encogida en su asiento, pálida y mirándolo de manera... ¿Asustada?

¿Hermione...?- la llamo, con un tono de voz mucho más suave.

La barbilla de la chica tembló y por primera vez en mucho tiempo un par de lágrimas se deslizaron por su mejilla.

¿Qué pasa?- insistió el ojiazul.

La castaña retrocedió, mirándolo de la misma inquietante forma.

¡La asustaste!- le reprocho Ginny, abrazándola.

Lo siento.- susurró el pelirrojo, acercandosé a ambas y arrodillandosé frente a Hermione.- Lo siento si te asuste ¿Me perdonas, Hermione?-

Ella levanto la cabeza y asintió, secandosé las lágrimas.

Bueno, nosotros tenemos que irnos.- interrumpió Harry. - O los gemelos...-

Sí, claro.- concordó Ron, parandosé.- Así que te acuestas ¿Eh, Hermione? Mañana vendremos a verte. Hoy se queda Ginny contigo.-

Cuando salían de la sala Multipróposito, oyeron como Hermione le rogaba por un cuento a Ginny.

¿Qué crees que haya pasado?- pregunto preocupado Ron.

No sé. Pero vamos a averiguarlo.- aseguro Harry, rebuscando una bolsita de polvos flu, en su baúl.- ¡Aquí están!-

Bajaron a la sala Común y se pararon frente a la chimenea encendida.

Callejón Diagon n°93.- indico Ron, metiendo la cabeza en las llamas esmeralda. Harry lo imitó.

Cuando las cabezas dejaron de girarle y abrieron los ojos, se encontraron con la parte de atrás de un mostrador, repleto de chascos y dulces de aspecto inocente. Lo poco que alcanzaban a ver de la vidriera mostraba una noche diáfana y las luces de los otros locales.

¡Fred! ¡George!- llamo su hermano.

En unos minutos bajo uno de los gemelos, de una escalera donde estaba empoltronada la chimenea. Miro con aire de desconcierto alrededor y Harry dijo:

Aquí, en la chimenea, Fred.-

Fred se arrodillo junto a ellos y los miro con picardía.

¿Qué paso? ¿Volvió Umbridge y están tan apurados por conseguir algo que la haga desaparecer que no pudieron enviar una lechuza, en vez de usar la Red Flu?-

Muy gracioso.- opino de mal humor el ojiazul.- Lo que conseguimos fue esto.- pincho el envoltorio de caramelo en el atiznador y se lo paso a su hermano.

Es un caramelo infantil. Esta en experimentación. ¿De dónde lo sacaron? se supone que debe volver al que lo come un niño pero... -

Felicidades.- replico su hermano.- Tenemos a Hermione encerrada en la sala Multipróposito.-

¿Y con eso?- pregunto desconcertado el gemelo.

Que esa Sala ahora esta llena de muñecas, tiene un juego de té y una armadura esta desarmada porque Peeves la tiro encima de Hermione cuando ella me reto a atraparla.-

¿Qué quieres d...?- La expresión de Fred cambió a una risueña.- ¿Hermione se lo comió?-

Exacto.- intervino Harry.

Fred se sentó en el suelo, riendo con ganas, casi llorando por el ataque de hilaridad.

¿Y... Cómo esta?- pregunto, cuando pudo calmarse.

Ya te lo dije. La esta cuidando Ginny. Tienen que darnos la cura, porque si algún profesor se entera que... -

¡Ay! El problema es que no la tenemos.- aquello había acabado con el ataque de risa Fred.- Como te dije este caramelo estaba en laboratorio.-

¿Y cómo fue que llego al paquete de tu madre?- pregunto Harry.

George llevo un par a Grimauld Place para que Mundungus los viera. Los dejo arriba de la mesa de la cocina y cuando se los fue a mostrar a Mung, ya no estaban. Como nadie se comporto raro, pensamos que solo los habían tirado.- dijo pensativamente Fred.

Pero mamá los envió a Hogwarts.- agrego Ron.

Eso quiere decir que aún hay uno dando vueltas.- apunto Harry.

Bueno... - Fred parecía un poco nervioso.- Busquen el otro y envíenmelo, si podemos sacar la composición de la formula final, se podrá hacer el antídoto.-

De acuerdo.- afirmo el pelirrojo, desapareció de la chimenea.

¿Y cómo va todo?- pregunto con un poco de temor Fred.

Bastante bien. Te sorprendería lo chantajista que resulto Hermione... como niña.- sonrió Harry, hasta reírse abiertamente.

¿Y quién su principal víctima?- pregunto a su vez Fred, sonriendo.

Adivina.-

Apuesto a que es Ron. Recuerdo que Ginny le decía que... -

Les diría a ustedes dos donde estaban mis cromos de magos y brujas y yo hacia lo que ella quería.- completo el pelirrojo, sumándose de nuevo a ellos.- Luego me entere que sabían desde hacia años.- Miro de manera fulminante a su hermano.- ¿A qué vino eso?-

Nada. Para amenizar la charla. Ya sabes, muy tensa.- mintió Harry.- ¿Lo tienes?-

Sí, aquí esta.- saco un caramelo rojo oscuro y se lo paso a Fred por la chimenea.

Bueno, será mejor que ya vayan a acostarse. Empezare a trabajar con esto y en lo más rápido posible George irá para allá con la solución.-

¿No tienes idea de cuánto te tardes?- pregunto desesperandosé su hermano.- ¡No podemos mantener a Hermione encerrada más allá de pasado mañana, domingo!-

Bien, te enviaría a George ahora para que puedas matarlo si quieres. Pero salió e igual necesito su ayuda.-

¿Qué salió? ¿Adónde?- repitió el otro Weasley.

Bueno... Eso no te importa.- lo cortó rápidamente Fred.- Vayansé a dormir, en serio. Empezare con esto y tardaré lo menos posible.-

De acuerdo.- dijeron los dos, y sacaron la cabeza de un tirón.

La Sala Común volvió aparecer ante sus ojos. Ya quedaban solo unos pocos alumnos de quinto y séptimo. Se sacudieron el hollín de la ropa y subieron al dormitorio comunitario.

CONTINUARÁ...

Bueno, si sacamos que fue bastante largo y que esta idea escrita por alguien que sepa hacer humor, y no fantasía y cosas retorcidas, [Yo], hubiera quedado buena. Debo decir que este capítulo ha superado a los peores. [Míos, por supuesto.]

¡¡Respondiendo Reviews!!

Vale: [Gracias por bancarme en 20 capítulos con ocasionales momentos RW/HG.] Sin falsa modestia, espero que este capítulo te guste. Porque es bastante mejor que el anterior. [¿Eso sonó a amenaza o me pareció? No lo tomes a mal, eh.] ¡Gracias por la felicitación!

Amsp14: No te preocupes que gracias si yo sé más o menos para donde va esto. Espero poder desenredarlo todo antes de llegar digamos al... capítulo 100. [Mentira, no se asustes. Ni siquiera espero hacer 10 más.] ¡Muchas gracias por lo de interesante!

HermioneWP: Tratare de no preocuparte. [No pidas imposibles.] Bueno, al fin Herm se dio cuenta de lo que tenía. [Y no lo digo precisamente por Ron. Quién fuera ella UU] ¿Además de lo que paso hoy? La verdad, verdad, no sé demasiado bien. Porque yo pensaba acabar todo en este capítulo y ahora tengo que reorganizar los siguientes. [Que no son muchos de todos modos.]

¡Hasta la próxima!