¡Hola!
Esto es el capítulo n23. ¿Qué como puedo hacer algo tan largo? Mejor pregunten como alguien puede leer algo tan largo, que hay gente que lo hace...
Segunda parte del final, no se preocupen no creo que llegue a 30 capítulos. Ni siquiera a 27.
Si el capítulo anterior les pareció... dramático... este les va parecer... digamos... Angst.
¡Cierto! Hoy tenemos partido de Quidditch. Lo lamento si hay algún fan de Cho por aquí. A mí no me cae nada bien.
¡Espero que les guste el capítulo!
El regalo
El Partido
¿¿Por qué demonios siempre tenían que pelear??
Los ojos azulinos mostraban rabia y odio.
Sí, pero no contra ella. (Eso jamás) Sino contra él mismo.
La había lastimado, la había hecho llorar. Él era su mejor amiga ¿No? Más allá de que la amará, más allá de que fuera su principal preocupación, ante todo ella era su mejor amiga ("Sí, solo eso, Weasley idiota. Deberías estar saltando en una pierna porque ni siquiera mereces que te hable.") Y él tendría que haberla escuchado, contenido, comprendido... apoyado.
Miro los nubarrones negros por la ventana, que parecían reflejar su corazón y suspiro. Se odiaba por todo el mal que había estado provocando en ambos.
¡Ron!- lo llamo su mejor amigo, sacándolo de sus pensamientos. - Vuelve a Hogwarts. Te necesitamos. Estas en el vestuario. En unos minutos vamos a jugar contra Ravenclaw.-
Si, ya lo sé. Lo vienes diciendo desde... mayo más o menos. No molestes.-
Mirá.- dijo muy serio el moreno, parandosé frente a él y bajando la voz.- Sé que hay cosas muy preocupantes y no es que confíe en ti menos que Angelina, pero haz un esfuerzo y concéntrate en los jugadores de Ravenclaw, especialmente los cazadores ¿De acuerdo?-
De acuerdo.-
El griterío se intensifico y sintieron los pasos rápidos, seguros y despreocupados de gente cuyo único interés es ver un buen partido de Quidditch. Pronto el ruido subió a niveles superiores y sintieron unos leves golpes en la puerta del vestuario.
Bueno.- dijo Harry, mirando su reloj y sorprendiendosé de la hora.- Ya tenemos que salir, así que no hay discurso de final. ¡Buena suerte! ¡Ganaremos!- sonrió nerviosamente y lo más seguro que pudo se encamino a la puerta y la abrió de un tirón.
¡Aquí estamos en la final de Quidditch!- la voz mágicamente amplificada de Terry Abott los sobresalto un poco.- ¡Uno de los mejores equipos de Gryffindor nunca vistos! ¡En su capitanía tenemos a Harry Potter, el mejor buscador que hemos visto, bueno en realidad yo no vi a Charles Weasley! ¡Los hermanos Weasley, Ginny y Ron!- la tribuna roja y dorada, negra y amarilla, agito enormes banderas y pancartas de "Apoyo a los leones".- ¡Los golpeadores Jack Sloper y Andrew Kirke! ¡Y los cazadores Katie Bell y Byron Wilde! ¡Uno de los mejores equipos, sin duda!-
Los gryffindors ya estaban formados, esperando el inicio. Entre los abucheos provenientes de la tribuna verdiplata, los aplausos de los Gryffindors y Huffluppufs, se oían las quejas de los Ravenclaw por los halagos de Terry (de esa casa) Al equipo contrario.
El chico los ignoro olímpicamente y no oculto su mueca de desagrado cuando presento el equipo vestido con túnica azul.
Este año Roger Davies ya no esta en Hogwarts.- Muchas chicas suspiraron, decepcionadas. Ginny y Harry se miraron y sonrieron disimuladamente.- Por lo tanto, la capitanía pasa a ser de Cho Chang, la buscadora del equipo.- Ella sonrió y sacudió su cabello negro, mientras miraba con ojos fulminantes a Ginny y luego a Harry. Ron pensó que era un gesto muy... de Fleur.
Los golpeadores: Paul Verny y Gordon Drell, quienes ya estaban el año pasado, por cierto, recuerdo que cometieron unas cuantas infracciones, 20 diría yo... -
El profesor Flitwick, lejos de amonestar al comentarista, asintió airado con la cabeza.
Los cazadores desde hace tres años Linda Freeman, y Jack Mellon.- hizo una pausa y miro, entrecerrando los ojos.- Y las dos últimas incorporaciones al equipo, el cazador Michael Corner y el guardián Axel Blaise.-
Ron giro la cabeza con rapidez y lo miro, él le sonrió inocente y francamente, como siempre.
¿Ese? ¿De guardián? ¿Era una broma, no?
De pronto pensó en Hermione. Giro la cabeza una vez más y busco en las gradas. En un rápido paneo no la vio, así que busco más detalladamente.
Capitanes densé la mano.- ordeno Madam Hooch.
Harry la extendió y miró seriamente a la chica frente a él. Ella sonrió con malicia, mirando a la pelirroja y luego le sonrió "dulcemente" al chico de lentes.
Monten sus escobas.-
Feliz de verse libre de la garra de esa... chica. Harry la soltó rápidamente y aferro su escoba, esta vibro y se quedo suspendida a la altura justa. Paso una pierna por encima y le sonrió a Ginny, levantándole el pulgar. Ella sonrió a su vez y le envió un beso con la mano.
Me harán vomitar.- dijo Ron, quién había vuelto en sí con la orden de Madam Hooch.
Se ven lindos.- opino Katie.
El silbato sonó y las escobas se elevaron, despejando la mente de los catorce y recordándole a Ron el partido.
Ravenclaw tiene la Quaffle, Michael la llevaba y es interceptado por Katie. La pelota regresa y la atrapa Linda, se dirige a los postes de Gryffindor. Va sola. ¿De dónde salió Ginny? La escoba de Linda se detiene con una brusca sacudida y la pelota a pasa a Byron, quién esquiva a Jack (M) y ¡Ay, que doloroso!-
Una bludger había golpeado a Byron en la rodilla, haciendo que se aflojara y quedara precariamente agarrado de su escoba por un solo lado.
El silbato de Madam Hooch sonó y la enfermera se acerco a toda velocidad al jugador. Examino la herida y suspiro aliviada, le dio un golpe en la rodilla con la varita y se oyó un crujido, antes de que la rótula quedará totalmente saldada.
¡Se vuelve al juego! Ginny tiene la pelota y se dirige a marcar a los aros de Ravenclaw, en el camino es marcada por dos de los tres cazadores y se la pasa a Katie... Katie tira y... -
¡¡Uhh!- grito la mitad de la tribuna.
Axel agarró más firmemente la pelota y se la paso a Michael.
El nuevo guardián ha parado un tiro difícil... Ahora Ravenclaw tiene la pelota... Michael se la pasa a Linda... Linda en interceptada por Byron y... ¿¿Otra vez??-
Una bludger había pasado muy cerca de Byron, haciéndole tener que hacer un complicado movimiento, con el que dejo caer la Quaffle.
Jack la atrapa... -
Harry estaba muy atento. Ya llevaban 10 minutos de juego y ni rastros de a Snitch. Cho se mantenía varios metros más debajo de él, siguiendolo como su sombra.
En un momento pasaron varias cosas.
Ron volvió de su ocular inspección a las tribunas y paro milagrosamente el tiro. Andrew persiguió una de las bludgers y la arrojo al campo de Ravenclaw, sin ningún objetivo más que alejarla de su equipo.
La pesada pelota le dio en la espalda a Cho y la precipito contra el palo de su escoba. Se golpeo la frente contra la dura madera y cuando se levanto tenía una gran marca roja y los ojos bañados en lágrimas.
No crean que la odio... ¡Estén seguros!
Penal a favor de Ravenclaw.- grazno Madam Hooch.
Hubo un murmullo de protesta por la falta de intencionalidad. Ella los ignoro y espero a que Michael tomará su lugar para tocar (de nuevo el silbato)
Esta vez, la rapidez de Ron no fue suficiente, volvió a tiempo de las gradas, sí. Pero la complicada figura lo supero y la pelota se le escapo por unos centímetros, llego a rozarla con la punta de los dedos.
Las tribunas del lado izquierdo bramaron y agitaron aún más fuerte las banderas. Un águila color bronce planeo brevemente sobre sus cabezas y volvió a la hinchada.
Ginny miro desalentada a Harry. Él ladeó la cabeza, un poco apesadumbrado, pero luego miro a los otros jugadores y les hizo gestos de animo.
Los nubarrones se iban cerrando más y más. La oscuridad empezaba a cubrir el campo de Quidditch, amenazando una tormenta de verano en cualquier momento.
El tiempo amenazante, más ya media hora de juego y tres tantos de Gryffindor y dos de Ravenclaw, daban como resultado que Harry buscara desesperado la Snitch, con la buscadora de Ravenclaw siguiendolo como su sombra.
Ginny tiene la pelota... - decía Terry.- Pasa al campo de Ravenclaw, tira y ¡Axel la paro!-
Harry se mordió el labio, pero no dijo nada, bueno, ya habría otra oportunidad.
Realmente ha sido una atajada espectacular.- decía en ese momento el comentarista.
El chico de lentes volvió a concentrarse en el juego. Para aflojar la tensión recorrió el perímetro del campo. Cuando paso por sobre la hinchada verde y plata la tormenta de abucheos y burlas le impidió escuchar a Terry. Sin embargo, Draco Malfoy estaba mirando insistentemente a la tribuna de Gryffindor, sin siquiera volver la cabeza al ojiverde.
¡Qué gran atajada de Ron!-
Harry se tranquilizo al oír eso, aunque se pregunto en que momento Ravenclaw tomo posesión de la Quaffle.
Minutos después los leones marcaron otro tanto. Se escucharon enormes y prologados rugidos y cánticos.
¡Dios, que aparezca ya!- se dijo desesperado Harry.
Pero unos segundos después todo el partido se borro de su mente.
Terry Abott seguía relatando el partido, que actualmente solo consistía (prácticamente) en que guardián hacía la jugada más espectacular. Axel paraba pelotas difícilisimas, sonriendo nerviosamente después a jugador al que se la pasaba. Ron no tenía tantas oportunidades de lucirse, pero cuando un cazador vestido de azul llegaba a lanzarle, parecía complacerle especialmente hacer movimientos complicadisimos y parar las pelotas justo antes de que entrarán a los aros tras él. Después se la pasaba al jugador más cercano y miraba la tribuna roja y dorada, buscando alguien.
Harry estaba pensando unos cuantos regaños para su guardián cuando la otra Weasley le grito.
¡La Snitch!-
El moreno volvió abruptamente a la realidad y vio la pequeña pelota dorada zumbando justo al lado del bate de Paul.
Se precipito rápidamente hacia él. Aumento la velocidad al máximo.
La pelota dorada se dio cuenta de que estaba encerrada y se elevo rápidamente. Harry subió tras ella en forma vertical y la persiguió varios metros a los postes de Ron.
Mientras tanto Paul había bateado y le dio de lleno en la coronilla a Cho, quién en ese momento ascendía tras Harry.
La Snitch cambió de rumbo velozmente y paso zumbado junto a la oreja de Harry. El chico dio un giro de 180 y la atrapo al vuelo.
Sonó el silbato.
¡Ganamos! ¡Chicos!- grito eufórico, mientras buscaba a Madam Hooch, quién había detenido el partido tan pronto.
¡Es maravilloso!- grito Katie, yendo con rapidez hacia él.- ¡Pero no la sueltes, que Madam Hooch no te vio!-
¿Cómo que no me vio?- se extraño Harry, mientras aterrizaba en el césped.
En ese momento sonó de nuevo el silbato y se oyó la voz mágica de Terry.
¡Harry atrapo la Snitch! ¡Gana Gryffindor 190 a 30! ¡Los leones son los campeones por tercer año consecutivo!-
Las tribunas hicieron un ruido similar a un maremoto. Los siete figuras escarlatas fueron cubiertas por muchas otras con enormes banderas y pancartas de apoyo. El griterío general hacía imposible oír nada.
¡Ganamos! ¡Lo logramos!- grito histéricamente Ginny, saltando abrazada a Katie, luego la soltó y se abalanzo hacia el capitán.- ¡Ganamos!-
¡Si, lo sé!- respondió entusiasmado él, a continuación la beso con ganas.
¡Ya paren y vamos a recibir la copa!- les recrimino el Weasley, muy emocionado, y nervioso.
Ya vamos.- dijo como al desgano Ginny. Tomo a su novio de la mano y le sonrió.
¿Qué paso la primera vez que toco el silbato?- pregunto él.
Ginny vacilo un momento y su sonrisa menguó.
Bueno ¿Recuerdas que Paul iba a batear la Snitch? En ese momento ustedes pasaron de largo. Pero Cho quiso marcarte y... -
¿Y qué paso?- pregunto el ojiverde, caminando hacia el podio.
Le dio en la coronilla.- finalizo la pelirrojo, suspirando y entornando los ojos castaños.- Mira allí es... tan... -
En ese momento Cho se libro de los cuidados de Madam Pomfrey y se encamino casi corriendo adónde se encontraba el estático Harry observando. Pero un chico la intercepto y la abrazo.
Michael Corner.
Ron ya estaba en el podio, junto con Byron. Madam Hooch hablaba con Flitwick y señalaba a Paul y luego a Cho.
¡Habían ganado! Se giro para mirar entre la marea roja y dorada y no distinguió ninguna cabellera castaña particularmente crispada. Se pregunto si estaría bien. Quizás ella aún estaba muy enfadada (No la culpaba) y estaba aún en las gradas o saludando a Harry o... ¡Qué feliz estaba por haber ganado! En cuanto pudiera librarse de todo aquello la buscaría para disculparse y ofrecerle todo su apoyo y...
¡Aquí llega el resto del equipo! ¡Harry Potter, Kate Bell, Byron Wilde, Ginny Weasley, Jack Sloper y Andrew Kirke!- la enorme Copa de Plata había pasado de mano en mano.- ¡Y el mejor guardián de la temporada... Ron Weasley!-
Una gran lluvia de victores y aclamaciones lo ensordeció. Tomo la Copa y la alzo. Inmediatamente sintió el podio temblando y que la firmeza desaparecía.
¡Los leones son los campeones!- bramaba una multitud, la cual había alzando a Harry y Ron en andas, junto con la Copa.
¡Señores!- grito la Prof. McGonagall. Estaba más pálida que un sudario y lo miraba con los ojos desorbitados.
La multitud los bajo y se abrió.
¡Pero profesora!- protestó Harry.- ¡Nosotros no hicimos nada malo! ¡Siempre festejamos a...!-
No tiene nada que ver con el partido.- corto ella abruptamente.
Entonces... no sabemos que paso... pero no fuimos nosotros.- se apresuro a agregar Ron.
Era la primera vez que veían a McGonagall tan temblorosa y pálida. Era una mujer extraordinariamente fuerte y enérgica, aún teniendo en cuenta sus ya copiosos años.
¿Qué paso?- dijo con temor el pelirrojo.
Entonces se adelanto una mujer que venía con ella. Era la profesora Sinastra, de Astronomía.
Me quede haciendo la ronda de inspección en el colegio durante el partido.- dijo.- Y... -
¿Qué paso?- pregunto Ginny, quién llego corriendo en ese momento. Su rojizo rostro mostraba preocupación y temor.
Vengan.- dijo McGonagall, recuperando abruptamente sus facultades.
Se dio vuelta y los precedió atraves de los verdes terrenos. Unas gruesas gotas comenzaron a caer y la gente corría a refugiarse en el castillo. A mitad de camino pasaron junto a un grupo que hablaba, sin preocuparse de bajar la voz.
Sí, oí que ella esta en la enfermería. La encontraron hace solo unos pocos minutos.-
Harry miro a Ron, quién tenía los ojos muy abiertos y comenzó a correr. Sin disculparse con todos los que chocaba y chapoteando en el oscuro barro. Detrás de él oyó los insultos contra su pelirrojo amigo, quién le pisaba los talones. Subieron sin descanso varios pisos y se detuvieron jadeando y patinando frente a la puerta de la enfermería.
Se quedaron mirándola, sin atreverse a entrar y confirmar sus peores presentimientos. Oyeron los pasos pesados de las otras tres al principio de la escalera. Ron empujo la puerta.
¡Hermione!- grito, mientras se precipitaba hacia una de las camas más próximas. Se dejo caer de rodillas a su lado y la observo con detenimiento, mientras apretaba sus manos, tibias, iban perdiendo calor.
El cabello de la chica lucía tan enmarañado como era normal antes del Baile. Aún estaba tibia, pero iba perdiendo temperatura poco a poco. Su piel estaba palideciendo paulatinamente.
Un tintineo intermitente y pesado salía de una caja de metal, la cual tenía un cable conectado a un anillo, en el anular derecho de la chica. La joya tenía una piedra azul que se empañaba y desempañaba constantemente. Una mascarilla cubría su boca y despedía módicas cantidades de oxígeno.
Apártese, señor Weasley.- dijo con brusquedad la enfermera, echándolo hacia atrás con un brazo.
¿Qué paso?- pregunto consternada Ginny, mientras Harry le daba palmaditas en el hombro a su amigo, quién no había soltado aún la mano de Hermione, mirándola con tristeza, rabia y dolor.
Hace unos diez minutos la Prof. Sinastra reviso los dormitorios de Gryffindor, para cerciorarse de que no quedará nadie. La encontró en los baños de sexto, apenas vestida, ni siquiera tenía el pantalón abrochado. Intento reanimarla, pero no pudo.-
¿Va a estar bien?- pregunto con voz temblorosa Harry.
La verdad... no lo sé.- contestó evasivamente Madam Pomfrey.- Hace ya casi una hora que esta así. No parece algo muy grave, no tanto como para mandarla a San Mungo, pero... - La miro con preocupación.- Salgan, tengo que revisarla.-
Yo no me voy.- contestó inmediatamente Ron, un poco sonrojado.
¿Después podemos volver a entrar?- pregunto rápidamente su hermana.
Sí, por supuesto.- contestó la mujer, si escucharla realmente.- Prof. McGonagall, sería mejor que vaya a comunicarle esto a los Sres. Granger... No sé si... -
Ya estoy aquí, Poppy.- dijo la voz tranquila de Albus Dumbledore.- Les pediré Harry, Ron y Ginny, que salgan de la enfermería. Srta. Weasley, por favor me gustaría que le avisara a Elliot.-
Lo haré.- dijo la pelirroja.
Luego podrán volver a entrar.- agrego el director, cuando la chica se fue.- Por favor, salgan.-
El oscuro pasillo estaba silencioso. Se oía el ruido del colegio comiendo en el Gran Comedor. Un relámpago surco el cielo, iluminándolo todo con una luz amarillenta. Un trueno hizo retumbar los cristales a continuación, rasgando el silencio.
Es mi culpa que este así.- dijo finalmente el pelirrojo, con voz ahogada.
Harry levanto la cabeza de sus rodillas y lo miro.
Estaban sentados en el piso, con la espalda apoyada contra la pared. Hombro con hombro.
Era ella, Harry. Era ella y yo no lo supe ver. ¿Cómo pude ser tan idiota?- dijo el ojiazul, conteniendo los sollozos.
No te eches a ti solo la culpa. Yo también debí haberme dado cuenta... yo fui el que tuve los sueños... De todos modos, tú no podías saber... nadie podía... Ella no estaba en el ataque a Hogwarts... -
Te equivocas.- lo corto abruptamente Ron.- Yo... ella me dijo ayer que... estaba enferma mucho antes del ataque... luego fue a San Mungo y creyó aliviarse... pero... - se callo con rudeza, temiendo decir más de lo que debía.
Que raro venía resultando ese año. Pensó en sí mismo apenas un año antes para esas fechas. Y le sorprendió pensar que estaba preocupado por unos exámenes y una idiota Suprema Inquisidora. Ahora deseaba con todas sus fuerzas volver a ser el simplón Ron que era mucho antes de todo aquello. Ya no quería fama, gloria o peligro. Ahora quería una vida normal, ahora quería ver a Hermione bien.
Harry... - empezó.
Dudo. ¿Contarle lo del collar? ¿Le creería? ¿Lo entendería? ¿Era verdad todo aquello o se estaba volviendo loco?
Nada, olvídalo.- se retracto.- Madam Pomfrey se esta tardando mucho.-
Un nuevo trueno hizo vibrar el aire. La lluvia caía torrencialmente, perpendicular, tiñéndolo todo de gris y niebla. El frío parecía colarse hasta sus huesos. La lluvia parecía querer ganas sus ojos e inundarlos en lágrimas.
Quién sabe cuanto tiempo estuvieron así. (Quizás mucho) cuando la puerta de la enfermería se abrió y apareció la enfermera, lo invito silenciosamente a que entrarán.
Había unas pocas antorchas prendidas. Por las ventanas entraba la claridad de los relámpagos. Hermione se veía ya muy pálida. Ron acerco una silla a la cabecera y se sentó.
Discúlpame.- susurró, acariciándole el ahora enmarañado cabello. Luego apretó sus delicadas manos y se quedo viéndolo, como sin en ello estuviera la opción de salvarla.
Harry los miro y no dijo nada. El ruido de la lluvia le llenaba la mente y lo adormecía. La niebla parecía entrar en su cabeza y nublarle los sentidos. Sus años con los Durleys... El encuentro con los Weasley... El trasgo... Quirrell... Voldermot... Los Malfoy...Ginny... Riddle... Lupin... Colagusano... Sirius... Un Voldermot aún más terrible... La terrible profecía... Hermione en coma...
Cuanto podía pasar en seis años... un año...
Hasta hacía un año tenía a Sirius, hasta hacia un año no sabía nada de la maldita profecía... Hasta hacia un año Voldermot no le había quitado nada más...
Levanto la vista y se topó con la cristalina de Ron.
Definitivamente algo había cambiado.
Ladeo la cabeza levemente y distinguió los brillantes ojos marrones de Ginny.
No. Algo no había cambiado.
Todo había cambiado.
CONTINUARÁ...
Sé que quedo muy novelesco eso de "Todo había cambiado."
Aviso: Ya lo saben, no es probable que Hermione y Ron terminen como novios, pero habrá secuela. La otra mala noticia es que no voy a empezar de inmediato, porque voy a dedicarme a otro rubro. No se asusten, no historias originales. Sino Inuyasha, así que yo que ustedes tendría cuidado.
No tengo idea cuando actualice esto, porque esto tratando de entrar a Internet y no puedo. Y hoy es jueves, en teoría tengo que actualizar mañana.
(Notas al momento de subirlo)
Mi computadora no entra a Internet, por eso la demora. Estoy actualizando desde una computadora ajea y no tengo tanto tiempo de hacer las cosas como me gustaría.
Como odio soberanamente que no contesten los rewiens, voy a contestar a los que me envian, pero a su casilla. Excepto algunas excepciones, como Vale, que no tengo idea cual sea.
Sepan disculpar.
Vale: Pobre, me banca desde abril. No sé que decirte... Créeme que no los hice esperar a propósito... Luego te mando el cheque. Lo siento, chiste de mal gusto. Yo también esperaba poder subir mañana.
