¡Hola !

¡Perdonen el enorme retraso! Es que andaba muy falta de inspiración. Es más, esto es lo más que se me ocurrió y yo sé que no es suficiente.

El capítulo de hoy es muy largo.

¡Espero que les guste!

El regalo

Giros del destino

Cuando a la mañana siguiente Harry fue a ver a Hermione a la enfermería, Ron ya estaba allí.

Los tres se miraron un momento en silencio y luego se sonrieron, tranquilizadoramente.

Ahora ya nada es igual.- dijo repentinamente el moreno.

Pero aún estamos juntos.- sentenció el ojiazul y abrazo a sus dos amigos. Se entiende, al mismo tiempo.

Es raro ¿No?- noto Hermione, sacando la vista de una revista que Ginny le había alcanzado.

Sí, todos estos años me sentí solo, a veces. Aún cuando ustedes querían demostrarme que los tenía siempre para ayudarme. Gracias.- dijo finalmente Harry.

Oigan... ¿Nunca se preguntaron lo que es tener una vida común?- pregunto sorpresivamente Ron.

Nunca.- contestó inmediatamente el de lentes.

Muchas veces.- replico la castaña.

Los dos se sorprendieron, ¡Qué poco se conocían! Habían sido mejores amigos por seis años... y un tema así nunca había salido... siempre había preocupaciones más altruistas... no recordaba una charla como otra cualquier de jóvenes de su edad... entre los tres.

Pero ahora ya no había tiempo de detenerse a hablar de música o de Quidditch o de cine... o de cualquier tontería. (Aunque siempre se podía hacer un tiempo, sobre todo con la perspectiva de un largo y tedioso verano con los Dursleys hasta poder reunirse con los Weasley.) Ahora el mundo como lo conocían, mejor dicho lo que quedaba de ese mundo, amenazaba con derrumbarse aún más. Quién sabe cuanto tiempo faltaba hasta un nuevo encuentro con Voldermot... hasta que él realmente apareciera... quién sabe cuantas cosas pasaran en el medio...

Se hizo un incomodo silencio que vino a romper Madame Pomfrey.

Sr. Potter, el director va a recibirlo.-

Adelante, Harry.- invito Dumbledore, desde dentro de su despacho.

El chico abandono la escalera móvil de piedra y entro al familiar despacho de Albus: cada cosa seguía en su sitio preciso, los instrumentos de plata echando bocanadas de humo y haciendo un melódico sonido, el muchacho se sorprendió de reconocer muchas cosas que había roto el año pasado en un ataque de nervios.

Se repararon con un hechizo muy simple.- explico el hombre, como si le hubiera leído la mente.

Ah.- acotó el moreno, sin saber muy bien que decir, como comenzar. Extrañamente esta vez no era Dumbledore quién lo había llamado. Esta vez la necesidad de hablar con el director había nacido de Harry. Aunque estaban pasando muchas cosas raras últimamente. Más de las comunes y mucho más de las imaginables por el joven Potter.

Me entere que querías verme... y como también quería... preguntarte algunas cosas, no me opuse.-

Empiece usted.- ofreció el muchacho.

¿Cómo te sientes? ¿Estás bien?- pregunto paternalmente el anciano.

¿Qué sabe..., señor?- inquirió rápidamente el chico.

Volviste a ver a Tom... - noto Dumbledore.

El ojiverde asintió con la cabeza.

Lo supuse. ¿Y qué te dijo?-

Me dijo, señor,... - Harry dudo un momento.- Que no estoy solo.-

Eso ya lo sabía.- comento el director.

El joven vacilo. ¿Dumbledore habría entendido? Es decir, el hombre era muy sabio... pero... ¿Habría realmente entendido? ¿Sí sabía de la otra profecía por qué no le había dicho nada el año pasado?

Si no te dije esto antes.- interrumpió sus pensamientos Albus.- Fue porque no estaba seguro de nada. Es más, aún ahora no lo estoy.-

El ojiverde dejo de divagar y fijo su atención en lo que fuera decirle el anciano frente a él.

En marzo del' 79 vino a verme la Sra. Preweet. Como debes saber, los Preweet son de las más tradicionales familias de magos... -

Eran. Fabián y Gideon Preweet murieron, Dolohov los mato, señor.-

Cierto. Precisamente, su madre vino a verme; Ella estaba muy afligida. A pesar de que la muerte era aún muy reciente, lo que realmente la traía mal era un sueño que había tenido.-

¿Un sueño?- frunció el entrecejo el moreno.

En él aparecía su hijo menor, Fabián. Él le dijo que no se preocupara por su hermano y él mismo, que estaban muy bien. Y también le dejo una profecía.-

¿Una profecía?- repitió el joven Potter.

Antes de que tú nacieras se hicieron dos profecías. La de la Prof. Trelawney, que te incluye a ti y a Tom. Y esta.- Y aunque no estaba seguro, continuó.- El único, el que estaba por nacer, no iba a estar solo. Si bien ese ser tenía mucho poder, quizás el suficiente para acabar con el Señor Oscuro, necesitaría ayuda. Le dijo que la última y la primera esperanza... Sí, así se lo dijo, acababa de nacer. Qué quizás no sería tan poderosa como sería posible desear, pero era mejor que nada.-

Eso me lo dijo Voldermot... bueno, que había alguien más.- explico el chico.

Lo que él no te dijo (y seguramente sabe) fue que si bien esa persona tenía poderes excepcionales, también esta dicho que tiene un punto débil. Mucho. Y que es muy fácil de manejarlo por allí.-

Profesor... ¿Sabe quién es?- pregunto finalmente, tembloroso, el muchacho. - Temo que sea... Ron... o... Hermione... o... -

Yo también. Y teniendo en cuenta todo lo que han pasado juntos... Y todo lo que ha pasado últimamente... el extraño desmayo de la Srta. Granger... La forma en que Sr. Weasley la saco de allí... -

No quiero creer que... - murmuro Harry.

No creas aún.- interrumpió Dumbledore.- No hay que sacar conclusiones apresuradas. Además... dudo bastante que sean ellos dos... alguno. De serlo, me hubiera enterado ya.-

Él... Voldermot... me dijo que debía encontrarlo... al aliado... y asegurarlo de mi lado... recién entonces... nos volveríamos a ver... Que quería que su regreso fuera con la primer y única pelea limpia de su vida.-

No sé que decirte. Mejor dicho; Sí, sí sé. Y tu luego pensaras, aunque no me lo digas: Que viejo inútil ¿Para qué me dice esto, qué ya lo sé?-

Inténtelo.- susurró el de lentes.

No importa que lo busques o que lo dejes de buscar... que lo encuentres... que este de tu parte o no lo este... Él va llegar y va a estar contigo en él momento preciso. Y entonces tú ni siquiera lo notes, ni tampoco él (o ella) se dará cuenta. Y por más que te devanes los sesos buscándolo... quizás tampoco así puedas encontrarlo y él aparecerá libremente, así también llegará el momento de ver a Tom de nuevo. El futuro aún no llega, no tiene sentido preocuparse ahora.-

Muchas gracias.- contestó Harry, levantandosé.

De nada. ¿Podrías... llamar al Sr. Weasley por mí?- pregunto el director, mientras acomodaba unos papeles.

Pase.- concedió Dumbledore, al oír tímidos golpes en la puerta.

El pomo giró y entró un levemente sonrojado Ron. Hizo una leve inclinación con la cabeza y se quedo parado; con la mirada un poco baja y echando furtivas miradas alrededor.

Siéntate, Ron.- le sonrió el hombre, en un intento de tranquilizarlo. Después del todo, más tarde ya tendría motivos para estar preocupado de verdad.

Sí. Harry dijo que usted me había llamado, Señor.- expreso el prefecto.- Mire... - tomo aire.- Sé que descuide mis obligaciones de prefecto con todo esto de Hermione... Pero... Por favor, entiéndame... Haré lo posible... -

Si tiene que ver con el desmayo de la Srta. Granger, pero no tiene nada que ver con que sea prefecto.-

Ah. Bien.- se calló abruptamente el pelirrojo.- ¿Es muy grave?- luego inquirió (nuevamente) asustado.

Quizás... No deberías preocuparte por anticipado.- replico Dumbledore.

Lo siento.- se disculpo.

Yo más.-

¿Perdón?-

No estoy seguro de nada, Ron. Pero tienes el derecho de saberlo... por si las dudas... -

El Weasley se estremeció y se retorció en la silla.

Hace 18 años... - empezó Dumbledore.- Lord Voldermot estaba su apogeo- (Ron siquiera parpadeo)- Mataba, torturaba, secuestraba, hechizaba... no sabías en quién confiar... Para los de la Orden (Que no contaban con ayuda del Ministerio) aquello era una pesadilla... Sus vidas estaban en permanente peligro. Y ni siquiera se podía confiar en aquellos que creíamos confiables antes, e incluso durante, el ascenso de Voldermot. Iban de peligro en peligro y cuando se creían a salvo... Algo terrible ocurría. Quizás no a ellos, quizás a sus seres queridos... Quizás no de frente... Quizás por la espalda... -

El pelirrojo asintió débilmente, mirando las bocanadas de humo que echaba un aparatejo multicolor en una mesita bajo la ventana.

En esa época vino a verme la Sra. Preweet. Ella había perdido a sus hijos, Fabián y Gideon, hacia muy poco... -

Por eso condenaron a Dolohov... - susurró el adolescente.

Así es. Una de las familias de magos más tradicionales se estaba extinguiendo. La guerra la estaba mermando. Ellos dos eran los únicos continuadores del apellido y estaba muertos... Pero no era eso lo que inquietaba a la Sra. Preweet... Ella había tenido un sueño... Su hijo, Fabián, el menor y más mimado, se le había aparecido. Le dijo una especie de profecía... Estaba por nacer alguien que tendría mucho poder, aunque quizás no el suficiente para vencer a Señor Oscuro. Pero ese alguien no iba estar solo... Había nacido alguien más... Alguien que seguramente no tendría todo el poder deseable... pero sería una ayuda.-

¿El problema es...?- se atrevió a preguntar el chico, aunque nunca supo como.

Son dos. Esa persona tiene poderes excepcionales, que nunca llegaran a los que tiene el único que puede vencer a Voldermot... -

Es Harry.- corto Ron.

Dumbledore asintió brevemente y continuó.

Se diferencian, además, porque si bien el único es incorruptible... -

El aliado no.- interrumpió Ron.- Si, ya lo sé. Él tiene un punto débil, que es muy fácil de manipular.- termino, volviendo de la ventana y mirándolo fijamente a los ojos.- No, no hable con Harry, señor.- dijo al fin. - Siempre lo supe.-

¿Qué?-

Que era él o Hermione... Que era ayudar a mi amigo siempre... estar ahí cuando sea necesario... o estar con Hermione... juntos... Y le juro que yo me había decidido por estar con Harry... Pero es más fuerte que yo... Cuando la vi allí... inconsciente... en coma... Supe que yo tenía parte de la culpa y que no había nada que pudiera hacer ya... -

Muchas veces... no importa lo que queramos, lo que opinemos, lo que pensemos... Las cosas simplemente se dan y ya. A veces ciertas cosas no se eligen... -

No, supongo que nadie elegiría esto.- susurró amargamente.

Yo tenía mis dudas sobre... que fueras... bueno... el de la profecía... pero si tu lo aseguras... además...- Dumbledore se encontró dudando sobre que decir, como expresarse.

Si no lo fuera igual estaría con Harry... Sobre... -

Tengo que pedirle un favor... - empezó el director.

... Hermione... La quiero demasiado para querer exponerla... Por ella no se preocupe... Encontrare la forma, no sé como, pero encontrare la forma de sacarla de mí.- declaro Ron

Muchas gracias.- susurró el director.

Ahora de nada sirve preocuparme... Pero no le diga a Harry, por favor. Que no lo sepa. Empezara a hablar, querrá endilgarme un discurso sobre la muerte y la vida y Voldermot... y no tengo ánimos, Profesor Dumbledore.-

No se lo diré.- tranquilizo el anciano.

Muchas gracias.- dijo el pelirrojo, parándose y yendo hacia la puerta.

Sr. Weasley... - llamo el hombre, antes de que Ron se fuera.

¿Sí?-

Llame a la Srta. Granger y dígale que venga, por favor.-

Hermione esperaba nerviosamente ante las puertas de roble del despacho del director. No era que temiera por no saber que le esperaba, sino lo contrario. Sabía que Dumbledore la interrogaría sobre lo que le había pasado el tiempo que estuvo inconsciente. Y no sabía si tenía ganas de hablar de aquello.

Pase, Srta. Granger.- ofreció amablemente el hombre, abriendo la puerta y haciéndose a un lado.

Ella sonrió nerviosamente y asintió, pasándose los dedos por el enredados cabello (Había vuelto a su estado original 'Y normal' había dicho Ron)

Se sentaron silenciosamente. Albus la miro examinadoramente y luego pronunció:

¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?-

Hermione hizo una mueca indefinida y se revolvió incómoda en su asiento. Era asombro que ella se hubiera quedado sin palabras.

Hermione, sé que quizás no quieras hablar todavía de lo que pasaste, pero necesito que me lo digas.- explico comprensivamente el profesor.

No es que no quiera.- argumento la chica.- No puedo, profesor. No sé si usare las palabras correctas... No sé si es cierto todo lo que vi... No lo sé.- termino débilmente la chica, mirando tímidamente a Dumbledore.

Humm... Ya veo... - el anciano fijo sus ojos azules en los castaños de la prefecta. - Pense que te había descolocado mucho más la experiencia.-

Bastante.- susurró la chica, desviando la mirada.

¿Qué le paso a tu cabello?- pregunto de pronto el director.

¿Esto?- repitió la muchacha, buscando las puntas de su cabello, más corto de lo que lo tenía antes de... todo.- Lo perdí cuando... estuve inconsciente.-

¿Se te cayo por alguna poción?-

La castaña no le contestó, miraba con curiosidad un aparatito que lanzaba humo azulado e irisaba constantemente.

Eso- señalo Dumbledore.- Le sirve a las personas muy sensibles para detectar cambios de energía y comunicarse con ellas... o manejarlas.-

Tuve suerte de solo perder parte de mi cabello.- dijo por fin ella.- Pude haber muerto.-

¿Cómo?- pregunto el hombre.

Cuando estuve inconsciente.- empezó a contar la adolescente.- Estaba secuestrada, profesor. Era una mortífaga. Y me propuso un trato.- Dumbledore se irguió más derecho en el asiento.

¿Qué clase de trato?- pregunto Albus.

Usted me había dicho... que nunca me quitará ese collar que me había regalado Ron... Y no sé como lo consiguió ella, la mortífaga. Ella me dijo que podía decirme porque lo tenía yo... -

¿Te lo dijo?- interrumpió Dumbledore.

Más o menos. Si acepte y gane. Entonces ella me llevo al sueño de una persona. Era una mujer de pelo negro entrecano y de ojos marrones. Su hijo... bueno, uno de ellos, se le apareció y el dijo que iba a nacer una persona que iba a poder ayudar al único capaz de derrotar a Lord Voldermot... Que ella debía encontrarlo... Pero que no se preocupara hasta que el Mithseril llegara a ella... y el resto lo haría el destino. El Mithseril llegaría al aliado.-

Supongo que sabe lo que es el Mithseril.- razono el director.

Sí, señor. Es el collar de protección que rige en Europa. Esta hecho íntegramente en oro. Sobrevivió a los Días Oscuros, ya que proviene de los Días Antiguos.- El hombre sonrió, como de costumbre parecía que Hermione se había tragado un libro de texto.- Su última aparición documentada... - la precisión de 'documentada' sobresaltando a Albus.- Data de la Inquisición. Me lo regalaron en mi cumpleaños n° 16.- finalizo, dejándolo impactado. Yo también lo estaría.

¿Cómo sabes?- se sorprendió el director.

Lo reconocí. Pero ya no lo tengo.- termino preocupada la chica.

Y entonces... - comenzó el ojiazul.

Tengo miedo, profesor Dumbledore.- exclamo sinceramente la chica, levantando la vista y mirando fijamente al hombre frente a ella. - Tengo miedo... ¿Esto que quiere decir? ¿Qué yo soy la aliada de Harry? ¿Qué el Mithseril debía llegar a mí? ¿Qué...?-

Son muchos '¿Qué...?' ¿No crees?- interrumpió el hombre.

Pero a ninguno le encuentro respuesta.- contestó Hermione.

Hay muchas cosas que no tienen respuesta, Hermione.- expreso Dumbledore.- No voy a mentirte, porque tienes derecho a saber: sí, hay algunas posibilidades que seas tú, pero también hay que no seas.-

No lo entiendo.-

Créeme que yo tampoco. Estoy ante un gran dilema.- dijo amargamente el anciano. - Tengo que pedirte... -

Entiendo- interrumpió la chica. Pobre, todo el mundo lo interrumpe hasta Hermione. - Que debo tener mucho cuidado. En caso de ser yo... no quisiera arriesgar a nadie más por mi culpa.- susurró la chica. ¿Si era ella y Voldermot se aprovechaba de alguien para extorsionarla? (¿Adivinan ese alguien?)

Sabía que entendería.- aseguro Dumbledore.

Ella asintió con la cabeza y se paro, dispuesta a retirarse. Pero se detuvo.

Profesor... - empezó.

¿Dime?- pregunto amablemente el director.

Me retiro.- informo. Metió una excusa, en realidad.

Por un momento dudo si contarle lo que había visto en ese momento en la espada le paso muy cerca de la cabeza.

Decidió que no. Ni ella lo creía y de todos modos no estaba segura, podía haber sido una mala pasada de su imaginación.

El momento de volver a casa para las vacaciones. ('De abandonar casa' había dicho Harry.) Llegó más rápido de lo que esperaban.

Vaya, esto si es digno de verse.- se sorprendió Ron.- ¡Hermione Granger llegando tarde!-

¡Oh, ya cállate y vamos!- replico la chica, quién atrapo un par de tostadas, se ato su rebelde cabello, metió a Crookshands en la cesta y tomo un vaso de jugo en menos de un minuto, haciendo dos cosas a la vez. -¡Perdí 'El Profeta'!- se lamento.

Tranquila, yo lo tengo.- dijo Harry, levatandose de la mesa y ayudándola con el baúl, que no acababa de cerrar.

Gracias, Harry. ¡No puedo creer que se haya hecho tarde!- gimió.

¡Y yo no puedo creer que ya se haya ido un año! ¿Se dan cuenta?- casi protesto Ron.- ¡El próximo es el último que estaremos aquí!-

Sí, lo extrañare.- dijo con melancolía la castaña.

¡Ah! ¿Sabes? El Profeta... creo que hay un artículo que te interesara.- noto el pelirrojo.

Por favor, que no sea de Rita Seekter o Jackie Green.- comento la chica.

Empezaron salir, empujados por la multitud. Mientras esperaban que llegaran los carros que los llevarían a Hogsmeade, se pusieron en la primera fila para esperarlos. Harry miro los arbustos donde estaban la compuerta que daba al pasadizo y se decidió.

Ya vengo.- dijo.

¿Adónde vas?- le grito su amigo pelirrojo, pero el moreno no le hizo caso.

Estará bien.- aseguro Hermione.

Confío en que sí.-

Ron... Muchas gracias por sacarme de... allí.- susurró la castaña, sonrojándose levemente.

No hay problema.- asintió el Weasley.

¿Adónde fuiste?- pregunto la castaña, al ver llegar al joven Potter.

Fui a ver algo. Algo que no esta.- contestó evasivamente.

Cuando llegaron los carruajes se les unió Ginny. Se sentó junto a Harry y lo beso, luego lo abrazo.

Me alegra que estés aquí. ¿Ya ves que no te paso nada? ¡No vuelvas a asustarme así!- le reprocho Ginny, abrazándolo más fuerte.

Me gustaría poder prometértelo.-

Hermione y Ron desviaron las miradas de la conmovedora escena, en un intento de darles privacidad. Pero casualmente sus miradas se cruzaron. Las sostuvieron unos minutos y luego voltearon a lados contrarios, sonrojados.

Tuve tanto miedo de que te fuera a pasar algo... Estabas tan raro... - continuo la pelirrojo.- Y luego casi no te veía... pensé... -

No deberías pensar tanto si se refiere a mí.- aconsejo el moreno.- Además... como tú dijiste... estoy bien... - y la beso de nuevo.

Ya paren que me van a dar ganas de vomitar.- pidió Ron. Los dos sonrieron complicemente y se acomodaron en los brazos del otro.

El Expreso discurrió, como todos los años, entre verdes colinas, que se veían de un opaco color ocre por la temprana niebla matutina. Harry y Ron ayudaron a las chicas con el equipaje y se acomodaron en un compartimento para ellos solos. Ron coloco a Pigdwenton sobre el portaequipaje y Hermione soltó a Crookshands quién se acomodo en la falda de Ginny y desde allí miro con sus ojos como linternas al pelirrojo, moviendo su larga y pomposa cola.

Deja de mirarme, felpudo viejo.- dijo molesto el chico.

¡Ron!- protestó la castaña.- ¡No lo llames así!-

¡Dile que deje de mirarme!- reclamo el Weasley.

No te esta mirando.- explico Harry, dando vuelta una página del diario.- Esta viendo el regalo de Navidad de Remus.-

¿El regalo de Remus?- repitió Ginny.

Sí.- afirmo Harry, alzando la mano justo a tiempo para atrapar un destello dorado.- Sujétalo con fuerza.- le aconsejo a su novia.

¿Qué es?- se intereso Hermione, inclinándose para ver.

¿Una Snitch?- dijo Ron.

No es una snitch cualquiera: mira lo que tiene escrito.-

El pelirrojo la tomo, esperando ver una dedicatoria de algún buscador famoso. (Mentalmente se estremeció al pensar que fuera Krum) Pero no, tenía algo escrito en letras de plata, pero no era un autógrafo.

"Mejor buscador de la década:

James. D. Potter

1960"

Aquí hay algo más.- noto Hermione, sacándosela de la mano y mirando la cara opuesta. Parecían trazos de joyería, muy finos y casi ilegibles. Sin duda habían sido agregados luego.

"Esto era lo más importante que me había pasado...

Hasta que llegaste, Lily."

Cuando mis padres se comprometieron.- dijo Harry.- Mi padre se la regalo a mi madre.-

No te ofendas. Pero es muy empalagoso.- argumento el ojiazul.

Vamos, dilo: cursi, es lo que quisiste decir.- desafió la castaña.

¡No es cierto!-

Pero si es muy bonito: Lo más importante hasta que llegaste tú... ¡Qué lindo!- dijo soñadoramente la Weasley.

¿Estas diciendo que yo no te digo cosas tan bonitas?- simulo ofenderse el moreno.

Tú sabras, Potter. Tú sabras.- contestó la pelirroja.

Harry estaba por replicar cuando entro una visita inesperada. O más o menos.

Buenos días.- dijo una voz familiar, aunque sonaba algo rara. Seguía siendo fría... Pero parecía ser capaz de mantener la candencia de una frase.

No.- susurró Ginny, acomodandose más y molestando al gato sobre su falda en el proceso.

Sí.- murmuro Harry.

Ron resoplo y se deslizo en el asiento, apoyándose en el respaldo.

No se alegren tanto. No vine a verlos a ustedes.- dijo irónicamente Draco.- ¿Cómo estás, Hermione?- pregunto, empujando a Ron para tener donde sentarse.

Bien. Gracias por preocuparte.- sonrió la castaña.

Deberías de preocuparte. Tu padre y sus amigos fueron los culpables.- sentenció Ron.

Vaya, Weasley, es muy raro... que estés aquí.-

¿Y por qué?- inquirió el pelirrojo, aunque sabía la respuesta. Quería ver como salía Draco del apuro.

Como prefectos, nuestro deber es patrullar los corredores.- opino Malfoy.

Crookshands, que había estado sentando en el poco espacio libre del asiento de Harry y Ginny, se acerco al rubio y luego de refregarse un poco en sus piernas, se subió de un salto sobre sus rodillas.

Hola, amigo.- saludo, acariciando su mullida cabeza.

Fue Voldermot.- dijo el ojiverde de pronto, sobresaltándolos a todos.

Voldermot no se molestaría en alguien como Hermione.- opino Ron.

¿Estas diciendo que es insignificante?- se indigno el de ojos grises.

No. Lo estas diciendo tú.- cortó el de lentes.

Malfoy... ¿Qué le paso a tus... amigos?- pregunto Ginny, para cortar el silencio.

Nada grave. No importa.- hizo gestos con la mano, Draco.- Bueno, como yo si cumplo con mis deberes de prefecto, iré a dar una vuelta.- quito al gato de su regazo y se levanto.

A buena hora te acuerdas.- noto el pelirrojo.

Mejor tarde... que nunca.- contestó el Slitheryn, saliendo del compartimento.

Esta muy raro.- expreso la pelirroja, apenas el chico estuvo lejos.

Ya lo dije: para mi qué Hermione lo dejo trastornado.- aseguro Ron.

La castaña estaba por replicar, pero se contuvo.

¿Qué me dijiste del artículo del Profeta?- pregunto a su amigo.

¡Ah, sí! Prestame el diario, Harry.- lo tomo.- Mira.-

En la primer plana del diario, entre las asignaciones de nuevos ministerios, ofertas de fin de temporada y prónosticos para viajar en escobas. Había un artículo que ocupaba poco más de un quinto de la página.

"Macabro hallazgo"

Una desaparecido y tres muertes relacionadas.

Más información, pag 18.

Hermione se lo quito y busco la hoja. Aunque parecía un poco preocupada al empezar a leer, sus ojos se abrieron más grandes y palideció más a medida que leía.

¡Oh, Dios!- dijo, y un par de lágrimas mojaron el periódico. A continuación se seco los ojos y leyó en voz alta.

"Consternación general en el Ministerio de la Magia."

"El pasado marzo, el ex ministro de Conflictos mágicos y asuntos internos de Bulgaria Reuen Malcovich, arribo al país, tratando de dejar atrás toda una vida signada por las muertes de sus familiares, causadas por mortífagos. Entre ellas, la de su única hija, Cinthia, quién le dejo dos nietos, ambos portadores del apellido Malcovich.

Lo que el Sr. Malcovich no sabía, era que una trágica burla del destino lo esperaba aquí, en Inglaterra. El fin de semana pasado, luego de que un amigo de la familia hiciera una denuncia por la ausencia reiterada del Sr. Reuen en sus círculos habituales, un grupo de Aurors, encontró tres cadáveres, en las cercanías de la cuidad Muggle de Liveerpool. Más tarde, el forense John Matcham los indentifico como Reuen Malcovich, de 70 años de edad; Ana Diler, de 65 años; y Dilan Malcovich, de 21 años.

Hasta ahora continua desaparecida Sara Malcovich, de 19 años, hermana de Dilan.

Si tiene alguna información del caso contáctese..."

Volvió a mirar la fotografía para asegurarse. Una chica de 19 años, cabello dorado como el sol y ojos verde brillantes sonreía inocentemente desde la página.

Es ella.- se dijo, sin atreverse a creerlo.

Era la Sara que casi la había matado, la mortífaga. Entonces... ella los había matado... a su propia sangre... ¿Cómo había sido capaz?

Dejo el Profeta a un lado y se toco él estomago. Había tenido una pequeña náusea que no se le quito en todo el viaje.

Cuando bajaron en King Cross la nausea no se le había quitado del todo. Pero ahora tenía otros motivos.

¿Dónde están todos?- se sorprendió Ginny, al ver la plataforma vacía.

En ese momento sonó una voz mágicamente amplificada.

Por nuevas medidas de seguridad, nadie ajeno al estudiantado puede entrar a la plataforma 9 3/4.-

Ya veo, deben estar esperándonos afuera.- noto Ron, ayudando a Harry con los baúles.

Una vez abajo, avanzaron con la multitud. Sin embargo, Hermione se detuvo.

¿Qué pasa?- pregunto Ron, deteniendosé también, al igual que Harry y Ginny. Algunas personas protestaron al chocar contra ellos.

Te esperamos afuera.- informo Harry, empezando a caminar.

Ron miro fijamente a Hermione y vio que ella lo llamaba casi imperceptiblemente.

Dile a mi mamá que ya voy.- pidió el Weasley.

Su hermana asintió y siguió a su novio.

Bueno ¿Volverás a Hogwarts el años que viene?- pregunto el chico, cuando estuvieron solos.

Por supuesto.- sonrió la castaña.- Todo lo que prometo, lo cumplo.-

¿Todo?- pregunto maliciosamente Ron. Se habían ido acercando poco a poco.

Todo.- Hermione lo beso sorpresivamente.- Weasley.-

Yo también. Pero a veces uno puede fallar.- El pelirrojo le robo otro beso, mucho más corto y dijo:

Ven, te ayudo con eso.- dijo tomando la cesta de Crookshands, que bufo.

Muchas gracias.-

De nada. ¿Crees que Harry vaya a estar bien?-

Ya sabes que los Dursleys están avisados.-

Si, de todos modos vamos a intentar sacarlo lo antes posible.-

FIN

Bueno, sé que no fue un buen final, sobre todo esto último, que quedo medio volado. Y tengo que admitir que en algunas partes estaba medio dormida, porque tengo un montón de cosas que hacer en la pc y poco tiempo, con todo esto de las Fiestas.

Les voy a exigir algo que no me exigo a mi misma: confien en como termine el fic, que tiene que estar a tono con la continuación, que tendrá.

Bueno, si piensan dejarme Reviews dejenmen una dirección de email si quieren contestación, que a mi no me molesta. Y también alguna duda que haya pasado por alto, que de seguro fue sin intención, si puedo responderla.

La continuación no estara ya mismo, pero si prometo subir otras cosas que tengo dando vueltas, así que vayan preocupandosé.

Rowling dijo en un reportaje que 'mató' este libro nuevo un personaje muy allegado a Harry. La sospecha más fuerte es que sea Ron. Yo me sumo a la lista de personas dispuesta a matarla a ella en ese caso... pero después de que entregue el 7° libro. Además, voy juntando plata para viajar.

Guarda que es una broma, pero supongo que es una aclaración innecesaria.

¡¡Respondiendo Reviews!!

Camille Potter: Gracias por decir que mi capítulo te gusto. La verdad, mejor que ya termine esto, que no da para más. Y no te preocupes, que se lo que eso de tratar de salir a flote con el teclado. O la lapicera. ¡Gracias por el Reviews!

Ophelia Dakker: Bueno, si fuera que dependes exclusivamente de mis capítulos para no descomponerte, ya estariamos haciendo la misa por un mes de tu muerte. El capítulo esta aquí. Y te prometo que leere tu fic en cuanto pueda. Y dejare Reviews, por supuesto. Hoy esta maldita pc se me corto cinco veces y termino ganandome por cansancio. ¡Gracias por el comentario!

Sarah-Keyko: Bueno, esta vez de verdad actualice lo más rápido que pude, antes el capítulo sería una total porquería. ¡Gracias por lo de genial!

Kat: Bueno, si fuera por mí, Ophelia estaría muerta. Si fuera por ti, yo estaría muerta. Seguramente este capítulo te decepciono mucho más que el anterior. Hoy si dije un poco quién era el aliado; si, Malfoy llevo a Harry hasta allí. Creéme, a mi tampoco me gusto lo DM/HG, pero tenía que pasar... y además le hara mucho bien a Draco. ¿Cómo hiciste para leer todo eso en dos días? En fin... ¡Muchas gracias por el Reviews!

Meriweasley: Otra que se leyo 25 capítulos en dos días. ¿Es eso posible?En serio, muchas gracias por haberte tenido la resistencia. ¡Si, soy muy mala! ¡Ja, ja, no sabran nunca como terminan Ron y Herm! ¡Me estoy por hacer mortífaga! ¡¡Mentira, mentira!! Yo y mis chistes estúpidos. En serio, me encanta que me digan que dejo con la intriga, porque eso quiere decir que no escribo tan mal. Te puedes dar una idea de la relación R/Hr. Aunque como ya dije, no terminan en algo serio y/o formal.

Lucy-masl: Como dije, adoro que me digan que soy mala porque dejo con intriga. Por ahora el regalo desapareció otra vez. No me había dado cuenta que no le había dado un destino definido. Pero volvera aparecer, lo aseguro.

¡Muchas gracias por el comentario y perdón por la demora!

Meilin8518: Con eso de soy nueva, asumo que todavía no publicaste nada. No te voy a recomedar que me pidas consejos, porque apenas si puedo con lo mío. Espero que también te haya gustado el final. ¡Suena a chantaje, pero no lo es! ¡Muchas gracias por el Reviews!

Ayu Weasley: ¡Oye, hace mucho que no te 'leía'! Nunca me habían dicho lo de 'Sin palabras' sin duda para este capítulo encontrara alguna para aunque sea insultarme. ¡Muchas gracias!

Bueno, ya los libero. Cuando empece hacer este fic, me dije: 'Empiezo con algo cortito, para no tentar a la suerta.' y acabe con un fic de 26 capítulos y 152 reviews, que es más de lo que he tenido en mi vida de escritora. ¡Muchas gracias a quienes me dejaron Reviews, a los que simplemente leyeron... a todos los que no echaron a patadas! Y perdonenme los que decepcione por el R/Hr no formal. Aunque en cierta forma si es un fic de romance.

¡Hasta un próximo fic!

Shei

P.S: Su review no molesta.