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¿Una Broma? - Capítulo cuatro

Lo que nadie notó por la sorpresa del momento, era que una figura se escabullía sigilosamente por la entrada...

Miroku miraba todavía algo sorprendido el estado humano de Inu-Yasha, quien no dejaba de mirarse las manos, aún no asimilando el hecho que no tuviera sus poderes. De pronto recordó algo y una sonrisa maliciosa apareció en sus labios.

- Bueno, Inu-Yasha... - se aclaró la garganta - todavía no nos cuentas... ¿Qué pasó entre Kagome-sama y tú? - preguntó con una burlona sonrisa.

Inu-Yasha y Kagome enrojecieron a más no poder y no se atrevieron a mirarse. Los dos quisieron gritarle 'nada' pero la respuesta se les atoró en la garganta dándoles un ataque de tos. La sonrisa del houshi se hizo más amplia.

- ¡Pe-pero que tonterías dices! - trató de defenderse todavía rojo el hanyou.

- Inu-Yasha... - rió levemente - mírate, estás semidesnudo, Kagome-sama sin sus ropas habituales, en cambio está con tu haori, la tenías encima tuyo, abrazándola, y la cara que tenías no me indicaba precisamente que la estuvieras pasando mal... - se rió nuevamente al ver las caras de ambos - ¿Cómo pretendes que crea que no pasó nada?

Los dos estaban sudando frío, balbuceando cosas sin sentido, tratando de responder algo que pudiese callar las deducciones del astuto monje.

- ¿A qué se refiere Miroku, Kagome? - preguntó curioso el zorrito.

A la chica le dio un ataque de nervios; no sabía que responder, y comenzó a rogar por que algo pasara para librarse del interrogatorio.

Un fuerte ruido se oyó afuera, seguido de una fuerte sacudida que hizo temblar toda la cueva. Una vez que todo estuvo tranquilo, se dirigieron a donde se había escuchado ese estruendo, y vieron una gran roca cubriendo la entrada por completo.

Comenzó a salir una especie de humo azul, que se expandió por toda la cueva. Kirara gruñó un poco antes de volver a su tamaño pequeño, llamando la atención de Sango, quien tomó a Kirara en sus brazos y se la entregó a Kagome.

- ¡Es veneno¡Hiraikotsu!

El enorme boomerang logró romper la roca un poco. Lo lanzó varias veces y destrozó la roca a la mitad, y la poderosa arma fue a dar afuera.

-¡KYAAA! - se oyó un chillido.

Una pequeña niña estaba en el suelo cubriéndose la cabeza con las manos, y el boomerang un poco más allá. Abrió lentamente los ojos aún asustada, por poco y 'esa cosa' la golpea. Al abrir más los ojos se percató del grupo que la observaba de manera curiosa.

- ¡Kyaa! - volvió a gritar poniéndose de pie de un salto. '¿Có.. cómo lograron salir?' Pensó viéndolos algo nerviosa.

Al levantarse la pequeña todos pudieron ver que no era una niña común, sino que tenía el cabello corto azulado y pequeñas orejas de perro, muy similares a las de Inu-Yasha, ojos grisáceos y una ropa muy parecida a la de nuestro querido hanyou, sólo que el atuendo de ella era celeste. Era un poco más alta que Shippo.

- Lo siento si te asustamos pequeña - dijo amablemente Miroku, al darse cuenta que por poco el boomerang la lastima seriamente.

- ¡No te acerques! - gritó saltando hacia atrás.

- ¡Feh! Ya vámonos Miroku, no tenemos por qué disculparnos con esa ridícula mocosa.

A la chica se le formó una vena en la frente. ¿Quién se creía que era para insultarla?

- Inu-Yasha... - comenzó a regañarlo Kagome.

- ¡Pues no quiero disculpas de un estúpido hanyou! - le reclamó molesta.

- ¡A quién llamas estúpido? - gritó furioso Inu-Yasha y alzando un puño en señal de amenaza.

- ¡Pues a ti, zopenco! - le sacó la lengua.

¿Qué clase de niña era? Por lo visto una valiente, que se atrevía a pelear con Inu-Yasha... y muy temperamental.

- ¿Es que acaso quieres pelear pedazo de...?

- ¿Es una amenaza? - se burló - ¡Pues no te tengo miedo! - le gritó desafiante.

El recibir un desafío de una mocosa que le llegaba un poco más arriba de la rodilla, queriendo pelear con él, le causó mucha gracia al hanyou¿qué acaso pretendía ganarle? Por favor...

El ver la actitud tan altanera por parte de su contrincante la sacó de sus casillas, muy furiosa se puso en posición de ataque y se abalanzó contra Inu-Yasha.

- ¡Sankontetsusou! - gritó atacando con poderosas garras, que por poco y le dan a Inu-Yasha, quien muy confiado no se lo esperaba, y le dieron a un árbol cercano, derribándolo al instante.

Todos los presentes se quedaron mudos del asombro. 'Sankontetsusou' era el más común ataque de Inu-Yasha...

La pequeña miró al hanyou con desdén, disfrutando su cara de asombro. Pero luego se dio cuenta de lo que acababa de hacer y volteó maldiciéndose una y otra vez. "Tal vez no lo notaron" pensó ingenuamente.

- Discúlpalo pequeña - sonrió Miroku - a veces es muy impulsivo - le dijo, refiriéndose a Inu-Yasha.

- ¡Feh! - se cruzó de brazos.

- Es un perro tonto - le susurró Shippo.

- Eh... - miró al zorrito frente a ella - sí... está bien, no hay problema - volteó el rostro con un leve sonrojo.

- Debes tener hambre. ¿Qué te parece si comes con nosotros? - le propuso Kagome amablemente.

La niña observó nuevamente a Shippo. Su mente le gritaba que debía salir de ahí, que ya había cumplido con su misión y debía regresar, pero sin embargo aceptó.

"Perfecto. Así podré averiguar si mis sospechas son ciertas" Meditó pensativo el houshi.

Se detuvieron en un claro cercano a desayunar. Inu-Yasha tragando el ramen como si no hubiera comido en semanas -como de costumbre- y los demás comiendo y conversando amenamente, excepto la pequeña niña, que se mantenía callada y un poco lejos del grupo.

- ¿Cómo te llamas? - le preguntó Kagome al verla un poco incómoda, para incluirla en la conversación.

Ella estaba distraída mirando al zorrito, y tardó un poco en contestar, con un leve rubor.

- Me... me llamo Miku - dijo tímidamente.

Kagome le presentó a todos, eran muy amables con ella, claro, exceptuando a Inu-Yasha que sólo gruñía todo el tiempo.

- Inu-Yasha todavía no me dices que pasó entre Kagome-sama y tú... - Miroku no perdía oportunidad de molestar al hanyou.

El aludido se atragantó con el ramen y comenzó a toser, totalmente rojo.

- ¡Ya te dije que no pasó nada! - gritó sonrojado.

- Vamos Inu-Yasha... - suspira con resignación - y yo que iba a felicitarte por tus avances con Kagome-sama...

¿Avances? Creía entender a lo que se refería. El hanyou de inmediato recordó el beso y se puso aún más rojo.

- Inu-Yasha ¿qué te sucede? - Kagome, que no había escuchado la conversación se acercó a ellos - ¿No tendrás fiebre? - preguntó inocentemente al ver la cara roja del hanyou. Se acercó a él y le tocó la frente con preocupación. A Inu-Yasha casi le da un infarto tenerla tan cerca, sintió cómo su corazón se aceleraba y su rostro ardía. Sólo rogaba por que ella se alejara pronto o no se hacía responsable de lo que podría hacer.

- Creo que sí está enfermo, Kagome-sama - se rió Miroku al ver la reacción del hanyou - pero no precisamente por alguna fiebre sino por ust...

- ¡Mirokuuu! - interrumpió él sabiendo en que terminaría la frase del houshi.

- ¿Huh? - Kagome lo miró con curiosidad.

- Ya vámonos, debemos recuperar los demás fragmentos - el hanyou cambió el tema rápidamente y se levantó.

"¿Fragmentos, eh? Tal vez sea mejor que vaya con ellos por hoy, así podré destruir a ese maldito" pensó Miku.

Había pasado bastante tiempo desde que partieron nuevamente en busca de fragmentos. Miroku miraba pensativamente a Miku y luego a Inu-Yasha. Sabía que había algo que faltaba descubrir.

- ¡Siento la presencia de fragmentos! - alertó Kagome - se acercan rápidamen..

Un remolino llegó de la nada y se detuvo muy cerca de la chica.

- Kagome, como siempre es un placer verte - dijo el lobo tomando las manos de ella.

El hanyou estaba molesto. Y esa frase le recordó su pesadilla de la noche anterior. Exactamente igual. Antes que algo más pasara se interpuso bruscamente entre los dos.

- ¡Ya déjala en paz lobo rabioso!

- Como siempre con ese carácter, bestia - contestó airado Kouga, quien se dio cuenta del estado humano del hanyou, pero no dijo nada.

Otra vez. ¡La misma maldita frase que dijo en su sueño!

- ¡Nunca dejaré que te lleves a Kagome! - le gritó dejándose llevar por la ira que le producía el pensar que ese sueño se volviera realidad.

- Inu-Yasha... - Kagome lo miraba muy sonrojada, y él se dio cuenta que al gritarle a ese lobo había tomado a Kagome entre sus brazos, abrazándola posesivamente.

El hanyou la soltó muy avergonzado, totalmente rojo y mirando hacia otro lado.

- ¡Cómo te atreves a tocar a mi mujer! - reclamó furioso.

- No digas esas cosas¿qué no ves que Inu-Yasha se pone celoso?

Él se preparó para pegarle al kitsune por su insolencia, pero se dio cuenta que Miku era quien lo había dicho.

- ¿Y quién diablos eres tu¿Acaso la hermana de este híbrido que te le pareces tanto? - preguntó refiriéndose a las orejas y garras de la pequeña.

- ¡Claro que no! - gritaron ambos al unísono.

Era de noche y estaban acampando cerca de un lago. No habían logrado ningún fragmento ese día. Pero sí encontraron una aldea destruida, y Sango alcanzó a ver a Kohaku corriendo hacia el bosque, desde ese pequeño pueblo, pero no comentó nada al respecto. Estaba en la orilla del lago, arrojando piedras al agua, muy pensativa.

"Kohaku..." Suspiró tristemente "¿Cuándo podremos destruir a Naraku?" Abrazó sus rodillas.

Estaba tan concentrada en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando el houshi se sentó junto a ella.

- No te preocupes, lo lograremos - dijo, adivinando los pensamientos de la taji-ya.

- Houshi-sama... - bajó la mirada - Yo... vi a Kohaku salir de esa aldea que encontramos hoy... - sus ojos se volvieron vidriosos - su kusarikama estaba manchada de sangre - apretó los puños - sigue bajo el control de Naraku, no sé hasta cuando lo mantendrá vivo.. - esconde su mirada entre el fleco de su cabello - yo...

No pudo continuar por el tierno abrazo del houshi.

- No te preocupes - le susurra al oído - todo saldrá bien, ya verás... no creo que el maldito de Naraku le haga daño, después de todo es un aliado poderoso... ya verás como se acaba todo esto, muy pronto... tranquila - le acaricia el cabello.

- Houshi-sama... - su voz se quiebra y se aferra a Miroku mientras sus lágrimas por fin salen de sus ojos - Arigatô...

Al cabo de un rato se separaron, ella, algo sonrojada, le sonrió en señal de agradecimiento y caminaron hacia el campamento. En ese momento Miroku se acercó a ella y...

Se oyó el fuerte ruido de un golpe rompiendo la tranquilidad de la noche. Una furiosa Sango llegó a donde estaban los demás, recargándose sobre un árbol para intentar dormir. Seguido, llegó Miroku, con una gran marca roja en la cara y se recargó del otro lado del árbol donde estaba Sango y cerró los ojos.

Miku los miraba divertida. De pronto se puso seria. "De seguro tendré que partir mañana temprano, no puedo seguir esperando..."

Continuará

¡Kombanwa minna! (Que son las dos y media de la madrugada XD)

¿Qué tal el capítulo? Sinceramente no lo encuentro muy bueno... (¿Qué raro no?)

¿Qué piensan acerca de Miku¿Qué tal el nuevo misterio...? Onegai, comentarios en un review -

uu gomen por la tardanza... es que he estado algo desanimada y también por el colegio TT

Lo olvidaba, un mini-glosario.

Sankontetsusou: El ataque de 'Garras de Acero' de Inu-chan.

Kusarikama: El arma que usa Kohaku, esa especie de hoz pequeña con cadena.

A todos mis reviewers, les tengo un caramelito (hecho especialmente para la primera reviewer del cap 3 XD, Masuri-chan), vayan a mi perfil, ahí les dejé el caramelito porque esto no me deja poner la dirección web ¬¬U ojalá les guste - De paso aprovecho de hacerle publicidad a la página XD es la que está en mi perfil P XD fírmenme el librito D

¿Les simpatizó Miku? ¿O la encuentran una niña detestable? XDD

¿Qué tal el capítulo¿Qué tal los nuevos misterios¿Encontrarán nuevos fragmentos¿Inu-chan se decidirá por fin a 'avanzar' XD de una vez con Kagome¿Miroku-sama dejará de arruinar los momentos románticos XD¿la autora se cansará de hacer preguntas? XDD

¡Nos vemos!

Chiisana Minako

PD: Cualquier cosa a mi e-mail o en un review

PD2: Presiona el botoncito de abajo XD 'Go' XD y dime que piensas ;)