Los golpes nunca serán malos del todo ;P

Matar, ahogar, decapitar, sacar los ojos, destripar, descuartizar, envenenar, cortar los dedos, depilar con hierro fundido, recortar extremidades sobrantes (todas!!)... Oh… he de crear el Real Diccionario de la Academia Daeielliana de las Artes Oscuras. Bueno, y de las Borderias Naturales… Crearé mi propia ciencia, para el deleite del mundo.

Y estas, son las paranoias que he de inventar para alejarme de mi horrible realidad: subiendo la empinada (pero empinada empinada, no una subidita normal, vamos, que te tiras de la cima y casi caes vertical hasta el fondo del valle) ladera de una montaña camino del paso del Caradhras ¬¬. Y encima, se supone que siendo elfa he de tener mas aguante al frío… pues no! Me estoy congelando como un pollo desplumado en los hielos de Helcaraxë! (Hubieron pollos desplumados en Helcaraxë??) (Ello mentalmente: no, no los hubieron) Pero, los pollos tienen mas suerte: ellos no cargan con el equipaje, con una elfita soñolienta y un montón de locas, elfos varios, un orco-mascota (Viva los pensamientos aquí no puede hacerme chantaje) y el amor de su vida, a mil Km de distancia… (Los pollos tienen amores??) (Deja de meterme en mi mente, vieja) (No me llames vieja!!) (Te llamo lo que quiero porque esto es mi mente, te enteras??? Si no, sales y te metes en la de Nandor, a cantar canciones de Elfs Scouts) (Touché T.T )

Uff, uff… estas asquerosas piedras resbalan mucho… fijo que alguien se pega un tortazo, y fijo que ese alguien tiene un nombre que empieza por Dae y acaba en iell. Pego un tirón con el que casi lanzo a Narwain montaña arriba hasta la cima, de otro tirón subo el equipaje, y de otro tirón, casi me estampo contra una pared de roca.

- ¡Cuidado, Dae, que las paredes no tienen buen sabor! -grita Nandor, riéndose de mi ("esvidentemente").-

-Maldito giliii… iiih… iiimbee… eeh… essstuppp… hhmmm eehh… estooo… roca! ¡Eso! ¡Maldita roca! -rectifico a tiempo, mientras que el Media-Neurona élfico sonríe con esa estúpida sonrisa de "ja, ja, casi te caes" y Legolas pone una cara muy rara (tipo: yo diría que le pasa algo… no sé… es una impresión…:?).

Buff. Probemos a ignorar a ese capullo, porque a este ritmo me dará algo. Sigo a las dos lapa-Elfas: Lin y Mereth, que aún y estar subiendo una empinadísima pendiente, van enganchadas a sus elfitos… cuando de repente, me cae un copo de nieve en la cara.

- Mira Dae, ¡¡Es nieve!! -exclama Narwain, saltando por el estrecho camino.

- ¡Estate quieta o te harás daño! -digo, mientras intento sujetarla.

Y de repente, el mundo va a muy lento. La veo resbalar cerca del precipicio, y casi sin pensarlo, la cojo del cuello del jersey y la lanzo camino arriba, pero yo ya he perdido el equilibrio y me doy de cabeza contra una piedra tamaño troll y…

o o o

Y agh… Que dolor de cabeza. Veo estrellitas en la oscuridad. ¿Es de noche? ¿Y que es eso frío que noto en la cabeza? (en la frente y en el cogote) Abro los ojos y me encuentro con las caras ¿Preocupadas? de Ello y Narwain.

-¿¿¿Estas bien Dae??? -dice la mas joven, abrazándome y sollozando.

-Ai ai ai, no grites Narwain… -digo, tocándome la cabeza con una mano. Noto un doloroso chichón tamaño XXL.

-Pensa… snif… ba que te mor… mor… ías.- contesta llorando.

-Anda anda, ven pequeña.- dice Ello, separándola de mi, y ayudando a levantarme, aunque casi al instante me suelta cuando ve la cara de dolor que pongo.

- Mi brazo -susurro, intentando poner cara de piedra, para evitar soltar alguna lágrima rebelde.

- Te habrás hecho daño cuando aterrizaste sobre tu brazo -dice Ello, cogiéndome por los hombros y levantándome de un tirón, pero cuando hace el gesto de soltarme me tambaleo un poco.- Anda, agárrate a mi y vamos, que el grupo se va.

-¿Cómo que se va?- grito furiosa.- ¿¡Es que no han visto que casi me mato!?

- Si, bueno, Nandor te vio, pero dijo que no sería nada. –habla mientras va tirando de mi.- Venga, vamos.-

Ains… doy cuatro o cinco pasos, intentando aguantarme, y odiando mentalmente a Nandor con toda mi alma.

o o o

Uh... Genial, maravilloso, fantástico... Me pregunto que clase de elfo nos guía, porque teniendo en cuenta las decisiones que toma, tampoco me extrañaría que fuera Nandor. En un grupo reducido de elfos, no puede haber dos energúmenos tan retrasados...

¿Qué que pasa ahora? Muy sencillo, nos hemos parado a comer. Y si, eso sonaría a las mil maravillas... ¡Si no estuviera cayendo un diluvio!

Refunfuñando me dejo caer al suelo, y me arrebujo aún más, bajo mi capa, al tiempo que noto como toda la ropa se me pega al cuerpo. Intento apartar mechones de pelo mojado de delante los ojos, y le hago un hueco a Narwain a mi lado.

-Dae... Tengo frío...

-Y yo si te parece me estoy asando de calor... –refunfuño con ironía. Pero al instante reacciono: la pequeña no tiene la culpa de mi mala suerte – Ya lo sé Nar... Pero no puedo hacer nada....

Nos reparten la comida, y mientras mordisqueo distraídamente una lemba, miro a mí alrededor, con la esperanza de ver a Legolas… pero la densa capa de agua que cae del cielo no me permite ver mucho más allá de quienes están mas cerca.

Veo a Sindë y a ese elfo oscuro. ¡Genial! Ellos si que no están demasiado lejos. Me distraeré cotilleando con ese par, que me tienen intrigada.

-Te lo digo de verdad, Morwë –dice ella- ¡Mira cuanto sitio tienes! ¿Tienes que venir a sentarte precisamente a MI lado?

Oh, genial. Así que se llama Morwë. Al menos dejara de ser "el elfo oscuro ese que se pasa el día peleándose con Sindë".

-Sabes que me gusta fastidiarte, y como sé que mi presencia te molesta... Pues aquí me tienes –contesta él, con expresión pícara.

Wo, yo de ella ya le hubiera arreado una bofetada. Pero parece que Sindë tiene más paciencia que yo.

-Te agradecería que eligieses otro momento para acabar con mi paciencia. Tengo frío y hambre, y no estoy para tonterías.

Morwë la mira fijamente por unos instantes, clavando esos ojos negrísimos sobre ella. Estos momentos de tensión, en los que se quedan mirándose fijamente, peligrosamente cerca el uno del otro me están dando mucho que pensar. ¿Y si realmente no se odian tanto como quieren aparentar?

Entonces él se levanta, y yo casi puedo adivinar la cara de decepción que se le queda a ella. Es un consuelo saber que no es solo a mí que me salen mal las cosas con los elfos…

Pero él, nos sorprende a ambas, regresando al cabo de un momento con un par de lembas. Le tiende una a Sindë y él mismo se queda con la otra. Después se sienta pegado a ella, y con su propia capa los cubre a ambos.

- ¿Mejor así?

-Mucho mejor – responde ella con voz suave, al tiempo que una débil sonrisa se le dibuja en los labios. ¡Ajá! Te pillé Sindë. O sea que estás loca por este elfo oscuro con el que siempre te peleas ¿Eh? Decididamente tengo que mantener una seria conversación con ella.

Un rato después, termina de comer su lemba y apoya la cabeza en el hombro de Morwë: - Gracias por todo.

-No te creas, así me aseguro de que no te pase nada, quiero poder seguir molestándote muchos siglos más –responde él, pero también sonríe, mirándola con ternura.

¡Puaj! ¡Creo que con tanto romanticismo voy a vomitar! O creo que llorar sería lo más adecuado, porque... ¿A quien quiero engañar? Desde que Legolas me robó el corazón que aquí soy la más romántica de todas, seguro... Bueno, quizá con la excepción de Lin, no creo que haya nadie que la supere, a ella...

Aparto la vista de la parejita feliz que ahora son Morwë y Sindë (¡Fíjate! ¡Si hasta riman los nombres!) y paseo mi mirada por la zona, por si acaso Legolas se ha acercado a mi radio de visión, pero no hay suerte. Después de un rato, cuando mis extremidades amenazan con romperse inminentemente, nos avisan que volvemos a emprender la marcha.

Mojada y fastidiada empiezo a caminar junto a Elloith, que ahora mismo parece la compañía más agradable, pensando mentalmente en insultos apropiados para Nandor, más que nada para no perder la practica y poder continuar insultándolo una vez termine su chantaje.

- Cada vez tus planes de homicidio son mejores –comenta Ello distraídamente, mientras va chutando piedras a su paso.

Bien... Al menos el comentario me anima un poco.

o o o

Uff… Al final, hemos podido encontrar una cueva algo grande para cobijarnos de la lluvia y la nieve que ha empezado a caer. Pero toda la leña se ha mojado, así que a parte de congelada, estoy a oscuras, y sin posibilidad de encontrar a Legolas, más que nada porque me ha tocado el rincón mas alejado… Vaya mierda. Me tumbo a dormir, o al menos, a intentarlo, porque Mister Insomnio no parece querer abandonarme. A ver, contemos Nandores. Un Nandor salta la valla y se da de morros contra el suelo, jiji… Dos Nandores saltan una valla y se dan con sus partes "nobles" (si es que en su caso se pueden llamar así…) en ella XD. Tres Nandores saltan una valla y se comen un huargo, o mas bien, el huargo se los come a ellos…

La respiración de alguien interrumpe mis dulces e inocentes fantasías. ¿Quién esta ahí? Narwain esta con su amiguita del corazon (si, esa enana repelente… pero enana de elfa pequeña, no de enano!)

- ¿Quién hay ahí? -dice mi voz, aunque por un momento, parezco otra. ¿Serán las ganas de que sea Legolas?

- ¿Quién eres? -¡Es él!

¡Por fin mis sueños se hacen realidad! Sin decir nada más, me acerco hasta donde creo que esta él, y con las yemas de los dedos voy tanteando hasta que encuentro sus dulces labios, besándolo sin pensar.

-Hmmm, creo que ya sé quién eres -dice, y casi imagino una de sus sexysonrisas deslumbraelfas.

-¿Ah si?- digo, con una voz entre melosa y preocupada.- ¿Quién soy?

Silencio.

-La elfa mas encantadora del mundo -me susurra al oído, mientras me da un tierno beso en la oreja.

Aghh, creo que voy a derretirme toda… Intento acercarme más, pero un pinchazo el brazo me dice que casi que no.

-¿Pasa algo? -dice Legolas, cuando nota que hago un movimiento raro.

- Nada, nada, que me di un golpe en el brazo esta tarde… -digo, quitándole importancia.-

-A ver… déjame ver -dice, cogiéndome el brazo y tocándolo suavemente con sus manos de maia (Nota de Ello: maia equivaldría a ángel ;P).- Creo que lo podríamos arreglar fácilmente…-

-¿Cómo?

Sin contestar, empieza a darme un masaje en la zona dolorida, mientras me transporta al Valinor (Nota-2 de Ello: Valinor equivaldría al séptimo cielo xD).

-¿Mejor? -me dice, al cabo de un rato, mientras empieza a subir las manos lentamente hasta mis hombros, y acerca sus labios a mi cuello.

- Mejor que nunca.

Cuando sus dedos empiezan a acariciarme más, paso de Valinor a las Estancias Intemporales de Eru o más lejos (Nota-3 de Ello: "O más lejos" no es determinable XDDD). Ilúvatar santificado, ¡¡Que manos!! Pasa sus brazos alrededor de mi cintura y apoya la cabeza contra mi hombro.

-¿Sabes que te quiero mucho, elfa desconocida? -musita casi imperceptiblemente, mientras mi corazón va dando saltos montaña abajo. O cae en caída vertical, mejor dicho.

- ¿Ah si? -digo, levantando su cabeza y rozando levemente sus labios con los míos.

- Si -dice, mientras me empuja lentamente hasta sentarme contra la pared y empieza a besarme con pasión al tiempo que yo le quito la camisa…

o o o

Ains, que bien se esta en la cama, calentita, cuando fuera hace frío. No hay nada mejor que dormir bien. Me estiro un poco, intentando ponerme más cómoda, cuando toco algo con mi pie. ¿Qué diablos es? Palpo un poco mas y noto que es otro pie. Un pie de alguien que esta a mi lado. O.o No puede ser. Entonces lo de Legolas... ¿Fue real? Abro los ojos y veo la cara de Leggy, iluminada por la suave luz del amanecer a medio palmo de mi rostro. ¡¡¡Aaaaaaaahhhh!!! Me quedo helada. ¡¡Eru!! ¡¡Eru!!, como se despierte ahora, estoy muerta. Con cuidado, intento alejarme de la cara de paz de Leggy, una cara que solo te invita a acercarte y a... ¡Ahora no es el momento, Dae!

Pero de pronto, en mi intento de apartarme, noto algo alrededor de mi cintura. ¡Oh Eru! Legolas tiene su brazo aprisionándome. Uh... ¿Y me tengo que mover ahora? Podría quedarme y... cuando se despierte.... ¡No! Si el principito se despierta y me encuentra a su lado se muere de un paro cardíaco, seguro. Hmm, veamos, solución B. Cojo el brazo de Legolas, y lo levanto suavemente con mi brazo, mientras poco a poco, pongo debajo de él una almohada. De repente, gruñe y dice algo ininteligible, mientras agarra fuerte la almohada y la manta resbala un poco más abajo. Ai, que culito... ooh, esto... venga Dae, deja de mirar y vete, ¡Vete!, ¡¡Veteee!!

Me pongo de cualquier manera mi vestido y me alejo poco a poco de puntillas. Me paro unos instantes para volver a mirarlo... Ohhh... Estoy lo que se llama realmente colada por un príncipe azul.

Cruzo rápidamente la cueva, deseando hacer el mínimo ruido y me dejo caer al lado de Ello, intentando aparentar que he dormido allí toda la noche. Hmm… Parece que no hay nadie despierto aún, menos los que han de acabar la guardia, que están en silencio a la salida de la cueva. Mientras espero a que alguien se despierte y pueda levantarme, empiezo a toquetear la oreja de Ello, y a reírme de las caras que pone. Al final, la más vieja se despierta, se frota los ojos y gira la cabeza para mirarme algo extrañada. Siento como irremediablemente se mete en mi mente y se pone pálida como la nieve.

-¡¡Largo de aquí, pervertida!! -grita, mientras echo a correr para huir de la ira.- ¡¡La envidia vas y se la intentas dar a otro!!

o o o

Comentario de Nariko : Con corazoncitos en los ojos ¡¡¡Pero que escena!!! ¡¡¡Que escenaaaaa!!! Quien fuera Daeeeee!! Reaccionando Ejem... Esto que... Bonito capi ¿eh? Esperamos no causaros demasiados problemas con el azucar, que entre este fic y el otro romanticorro pastelorro mio de HP... Andais servidas xDDD ¡¡¡No pago dentistas bajo ningun concepto!!! En fin... El exceso de panallets me está afectando, no me prestéis atención...

Comentario de Elloith : hey, las malpensadas estaran babeando seguro x'D si es que... en fin, estoy de bajón neuronal, asi que no se si he de comentar algo en especial...ah si, que Sindë estará mas feliz que un niño abandonado en una pasteleria vacía de gente y que las demás se esperen mas capis a su momento estelar XD tenn'encenië, BordeAdictas!