-Minerva, Minerva, ¿Me oyes?

   Minerva abrió los ojos lentamente, pues la luz le hacía daño a los ojos.

Una figura, que poco a poco se iba haciendo menos borrosa, estaba sentada a su lado, mirándole fijamente.

   Minerva cerró los ojos con fuerza, intentando que el dolor intenso que le martilleaba fuertemente la cabeza desapareciera, aunque sabía que sería en vano.

   -Minerva, contéstame, ¿estás bien?

   Minerva abrió los ojos rápidamente, fijando sus pupilas en unos ojos que la miraban fijamente. Unos ojos azul cielo algo ensombrecidos por la preocupación.

Minerva reconocería esos ojos hasta con los ojos cerrados, esos ojos que hacían que estuviera tan confusa.

Hasta reconocería sus ojos en el mismo infierno, si su alma iba hasta allá algún día, aunque intentaran camuflarlos...

   -Albus...

   -¿Estás bien, Minerva?

   Minerva cerró una vez más los ojos.

Llevó una mano instintivamente hacia su cabeza, que seguía martilleándole con furia, con tal fuerza que podría estallar en cualquier momento.

  -Sí, Albus, estoy bien.

  -No sabes cuanto me alegro...

   Minerva abrió los ojos al notar como una mano pasaba suavemente por su pelo, en un intento casi logrado de caricia.

Si hubiese sido en otra ocasión, ella a lo mejor habría disfrutado de ese momento: Tumbada en el despacho de Dumbledore y con Albus a su lado acariciándola el pelo.

Pero no podía olvidarse de ese horrible martilleo de su cabeza.

   -Albus...

   -¿Qué quieres, Minerva?

   -Saber si tienes algo para el dolor de cabeza, que me está matando

   -No te puedo dar nada, -continuó mientras miraba una especie de reloj- el dolor de cabeza se te pasara exactamente... YA.

   Minerva comprobó que al mismo tiempo en el que Albus le decía estas palabras, el dolor de cabeza iba disminuyendo lentamente, hasta llegar a desaparecer a la vez que Dumbledore acababa la frase.

   -¿Cómo estabas tan seguro de que se me iba a pasar en ese instante?-preguntó Minerva bastante sorprendida.

   -Porque te hice tomar una poción desvanecedora del dolor.-contestó Albus muy tranquilo-La enfermería estaba vacía, pero sabía que poción coger porque alguna vez antes había tenido que utilizarla.

  -Pero, exactamente, ¿qué ha pasado?

  -¿No te acuerdas de nada?

  -No... solo sé que me he debido dar un buen golpe-respondió Minerva.

  -Ciertamente sí-confirmó Dumbledore-pero será mejor que lo veas por ti misma.

   Y nada más decir esto Dumbledore cogió su varita y la acercó a su pensadero.

Un chorro de luz plateada semejante al mercurio salía de su sien e iba a parar a ese recipiente redondo situado encima de su mesa.

No había pasado ni siquiera un minuto cuando Albus dijo con voz profunda:

   -Cuando quieras, Minerva.

   Minerva se acercó al borde del pensadero, y algo insegura se inclinó hacia él.

Todo comenzó a dar vueltas, hasta que sintió como sus pies iban a dar con un pasillo de piedra, el de la biblioteca.

   Minerva pudo verse a sí misma salir de la biblioteca con un montón de libros.

  Sabía que era invisible para las personas que en ese momento estaban en el recuerdo, ya que utilizaba muchas veces el pensadero que tuvo su padre para poder vivir con sus padres algunos de sus momentos más felices, como el día que se conocieron, su boda y el nacimiento de Minerva, es decir, su nacimiento.

  Volvió a prestar atención al recuerdo de lo ocurrido cuando vio a Albus salir de la biblioteca y a ella misma mirando embobada en esa dirección.

  Ella estaba andando por el corredor con la cabeza vuelta, mientras iba acercándose al final del mismo.

  En ese preciso momento, Albus giró la cabeza, no sabía por qué razón, y alcanzó a ver cómo ella misma, Minerva, se golpeaba la cabeza contra una armadura situada al final del pasillo al girar rápidamente la cabeza.

La Minerva del recuerdo caía estrepitosamente al suelo, mientras que Albus iba corriendo hacia donde se encontraba.

   Minerva pudo ver como Dumbledore la cogía a ella misma y la llevaba hasta su despacho, donde la dejó encima de un sillón y la daba de beber una poción azulada ante la atenta mirada de Fawkes, el fénix de Albus.

   Minerva se maldijo por haber tenido un despiste tan tonto.

¿Qué pensaría Albus de ella en ese preciso momento?

Seguro que pensaría que era una niñata inmadura, igual que todas las chicas de su edad.

Pero ninguna de ellas se había estampado, literalmente, contra una armadura al intentar ver a algún chico... claro está, que para ella su profesor de transformaciones era totalmente diferente a sus compañeros de curso.

   Con él se sentía diferente, no tenía que intentar aparentar ser menos inteligente de lo que en realidad era.

   Pero Minerva tuvo que abandonar sus pensamientos cuando notó que todo empezaba a dar vueltas otra vez en torno a ella, señal de que el recuerdo ya había acabado.

Con una violenta sacudida salió del pensadero.

   -¿Y bien?-preguntó Albus algo curioso por conocer la opinión de la chica.

Albus notó como las mejillas de Minerva comenzaban a sonrojarse rápidamente, hasta llegar a tomar un color escarlata.

   -Ya veo que es obvio la razón por la que estás en Gryffindor-dijo Albus intentando contener una carcajada a la vez que miraba de forma significativa hacia las mejillas de Minerva-sin contar tu carácter, claro.

   Y al ver cómo las mejillas seguían de aquel color tan brillante, le tranquilizó:

   -Pero si tampoco pasa nada por la caída, puede que lo más que tengas sea algunos problemas con el cuadro de enfrente, quien lo mismo te reprocha el haberle despertado de su siesta.

   -¿Cómo no va a pasar nada?-preguntó Minerva algo enfadada-Supongo que ahora pensarás que soy una estúpida por haberme estampado contra esa armadura, y hasta puede que tengas razón. Ni sé cómo me pudieron mandar la carta para que viniese aquí, a Hogwarts, porque...

   Pero Albus no la dejó acabar

   -Te mandaron la carta para que vinieses a Hogwarts por tu inteligencia, porque procedes de una familia de magos y porque puedes llegar, o mejor dicho, ya eres una de las brujas más poderosas del siglo. Y déjame acabar-dijo rápidamente al cómo Minerva abría la boca, seguramente para rebatirle algo-lo de la armadura no ha sido nada, de verdad. Podía haberle pasado a cualquiera, incluida a ti.

   Eso te aleja del mundo de los dioses y te acerca al mundo de los vivos.

   -Una curiosidad-dijo Minerva intentando cambiar de tema-¿Desde cuándo tienes el pensadero?

   -Pues más o menos desde que empecé a estudiar en Hogwarts, hace algunos años ya de eso.

   -Y ahí conservas todos tus recuerdos?

   -Sólo los más importantes para mí.

   -Albus...

   -¿Qué?

   -Hace algo de frío...

   Nada más decir esto, Albus cogió una manta que estaba colocada sobre una estantería de madera y se la tendió a Minerva, quien la aceptó agradecida.

   Minerva miraba con interés la habitación en la que se encontraba.

Era circular, casi rodeada por estanterías de madera, menos el espacio para la ventana. En un lateral se encontraba la puerta, y enfrente de la ventana, una chimenea.

   El escritorio estaba situado delante de la ventana, para aprovechar mejor la luz. El sillón, enfrente de la chimenea, para los días más crudos del invierno.

   En el suelo había una trampilla, que supuso que sería para bajar a la habitación de Albus.

   Encima de la mesa, Albus tenía un montón de pergaminos, seguramente de exámenes o trabajos de sus alumnos.

   En las estanterías había innumerables libros de todas las clases, algunos de ellos desconocidos para Minerva, pero la gran mayoría relacionados con la historia de Hogwarts y con la asignatura de Transformaciones. También había un marco con una foto en la que aparecía él, algo más joven, sonriente al lado de otro mago, quien probablemente sería Armando Dippet.

   Minerva vio algo que le hizo sonreír, y sin esconder esa sonrisa de su cara preguntó a Albus:

   -¿Echamos ya esa partida de ajedrez?

Wenas!!

Siento si he tardado mucho en actualizar, y que puede que no diga demasiado,  pero la verdad es que no he tenido nada de tiempo y este capítulo se me había atragantado como ningún otro antes... Tenía la idea clara, pero no sabía como ponerla y poder salir del paso... y esto es al final lo que ha quedado, no sé si bien o mal.

Si lo del pensadero no me ha quedado muy bien... ¡¡perdonadme la vida!! ^^

Este capítulo se lo quería dedicar a barbi_black por haberme dado la idea de McGonagall estampándose contra la armadura... ¡¡UN BESOTE MUY GORDO!!

La frase de Albus de "Eso te aleja del mundo de los dioses y te acerca al mundo de los vivos" tiene su explicación:

Minerva era la diosa romana de la inteligencia, la sabiduría y creo que junto a Marte de la guerra (leer libros sobre la mitología trae estos resultados...), y Albus no quiere que sea perfecta, porque bastante tiene con que sea inteligente, sino que prefiere a una Minerva humana.

Muchas gracias por los reviews:

Barbi_black:Wenas!!! Siento mucho haber tardado tanto en subir un nuevo capítulo, pero no sabía por dónde seguir tu idea... porque me apetecía mucho ponerla. En este fic estoy mandando a freír monas (o por lo menos lo intento) la apariencia de responsables que tienen, y darle una imagen más "enamorada"... Y todavía queda un poquito para que empiece el acercamiento propiamente dicho entre los dos... Estoy muy impaciente porque subas ya algún capítulo pronto, que ya hay ganas... pero tu escribe cuando te dejen los exámenes.

Muchos besitos y cuídate.

Daría: Hola!! Siento mucho haber tardado tanto en haber subido otro capítulo, pero aparte de que no sabía por dónde seguir, me ha sido materialmente imposible entre unas cosas y otras. Y espero no tardar tanto en subir el próximo capítulo, que por cierto, no tengo ni la menor idea de por donde seguir. En español Albus/Minerva creo que hay solo dos, éste y el de Lechuza Nocturna, una traducción hecha por mí también. Y es que esta pareja me parece muy tierna...

Muchos besos y espero que te vaya gustando este fic.

Bueno, pues no tengo ya nada más que decir, aparte de que si tenéis alguna duda, comentario, sugerencia para la historia (porque de momento no tengo una idea fija para seguir, aunque el final lo tengo ya pensado), crítica o cualquier otra cosa, dejad review o mandad un mail a kiaramcgonagall@hotmail.com

Muchos besitos y sed buen@s!!

...Kiara McGonagall...

...Albus & Minerva forever...