Minerva estaba asomada a la ventana, aunque no prestaba atención a lo que ocurría fuera del enorme castillo.

Miraba absorta el cielo de color azul pálido, sin importarle lo más mínimo el aire gélido que enrojecía sus mejillas.

El color del cielo le hacía recordar ciertos ojos que la enloquecían, esos ojos que la quitaban el sueño. Unos prohibidos, unos ojos con un nombre...Albus.

Se llevó una mano, inconscientemente, a la boca.

Apenas media hora antes, los labios de Albus habían estado ahí posados. Se sonrojó levemente. No podía creer aún haber sido capaz de besar a su profesor de Transformaciones.

¿Qué pensaría el?

Que era una niña, sin duda. En cierto modo se sentía culpable; no bastaba con besarlo, sino que además, había huido de Dippet mascullando una pequeña frase sin sentido.

Una nube rompía, esponjosa, la monotonía de ese color azul. Minerva estaba segura de que, si llegaba a alcanzarla, tendría una textura muy parecida al merengue.

Un pequeño sentimiento de preocupación la invadió. El despacho de Albus había quedado lleno de merengue, y ella se había ido sin ayudar a limpiar.

Probablemente, el estaría en ese mismo momento recogiendo las cosas de su despacho. Estaba plenamente convencida de que Dippet, encolerizado, había despedido al profesor.

¿La expulsarían a ella también del colegio?

Si su padre se enteraba de los motivos, estaba segura de que se pondría furioso.

Pero, ¿importaba algo en aquel instante?

Minerva descendió su vista hasta el Bosque Prohibido, donde cientos de árboles centenarios devolvían su mirada de forma desafiante.

Recordaba haber escuchado a una Ravenclaw, Michelle Knowles, decir que había visto la cola de un unicornio cuando pasó al bosque cumpliendo un castigo.

¿Serían verdad los rumores que circulaban?¿Habría criaturas como unicornios y centauros en aquel bosque?

Minerva se asomó un poquito mas. Pasaba su mirada de árbol en árbol, intentando vislumbrar algún reflejo plateado. Intentó abrir su oído al máximo, expectante, con la sensación de que en cualquier momento escucharía el resonar de unos cascos en el bosque.

De pronto, una gran explosión al otro lado del castillo acaparó su atención. Rápidamente, Minerva corrió hacía la otra ventana de su habitación.

Una espesa humareda ocultaba el camino hacía las afueras del castillo a la vez que unas carcajadas estridentes surgían de aquella nube de polvo.

Poco a poco, esta se fue difuminando en el aire, al tiempo que dos figuras comenzaban a distinguirse en el lugar cada vez con mayor claridad. Aquellas dos personas estaban tumbadas en el suelo.

Por unos segundos, todo quedó quieto y en absoluto silencio.

Minerva, al percibir la cabellera pelirroja y morena de sus dos amigos, tomó la escoba de su baúl y rápidamente salió por la ventana.

Enseguida aterrizó a pocos metros de sus amigos y se acercó a ellos corriendo.

-¿Andy?¿Alastor?¿Estáis bien?- gritaba Minerva verdaderamente asustada.

Las carcajadas de sus amigos la hicieron parar en seco.

-¡Ay, Min! ¡Qué ingenua eres! Parece mentira que aún no nos conozcas-dijo Alastor

-Creíamos que eras más lista –corroboró Andy- Ahora te tendremos que gastar una broma cada día para que estés preparada cuando llegue el día de los inocentes.

-¡Seréis...!-Gritó Minerva - ¿Qué habría pasado si hubiese sucedido algo grave de verdad? ¿Si me hubiese caído de la escoba del susto? ¿Os...?

-Vamos Min, no te enfades -cortó Andy- Pesábamos que estarías aburrida ya que no viniste a Hogsmeade.

-Venga Minerva, Andy tiene razón....

Y tras decir esto Alastor se puso en pie y abrazó a su amiga.

-¿Nos perdonas?- preguntó Andy abrazándose también a ella.

-¿Cómo no os voy a perdonar?-contestó Minerva-Pero vámonos a la sala común. Hace bastante frío y no me he abrigado porque cría que os había pasado algo.

Los dos chicos comenzaron a reír de nuevo

-Anda, vámonos –dijo Alastor entre carcajadas- Andy, vamos a darle a Min lo que le hemos comprado.

-¿Me habéis comprado algo?

-Si- contestó Andy- pero te lo daremos solamente si nos alcanzas.

Y nada mas decir esto, ambos empezaron a correr hacía el interior del castillo.

OOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

-Y otra vez te vuelvo a ganar.

-¡Recochinillas!-Exclamó Albus lanzando las cartas por los aires, consiguiendo esparcirlas por toda la habitación- ¿Cómo has podido ganarme otra vez? ¡Ya he perdido casi 20 galeones!.

-Muy sencillo, mon ami –explicó Dippet- Hay un dicho que reza: Afortunado en el juego, desafortunado en amores. Y hoy me has demostrado que de amores no vas nada mal...

-¿Por qué dices eso? – Preguntó Albus levantándose para recoger las cartas.

-No se...-Dijo Armando cogiendo un vaso achatado que contenía un líquido de color semi marrón.- Quedo contigo para jugar una partida de póquer el día de San Valentín porque los dos estamos...bueno, estábamos mas solos que el agujero de una rosquilla. Y me encuentro con que estás "ocupado" con una alumna de séptimo, a la que le sacas casi ochenta años. ¿Y tienes el valor para decirme que vas mal de amores?

¡Aja!¡Ya la tengo! – Exclamo un Albus triunfante con una carta en la mano.

Al ver la mirada inquisidora de Dippet añadió

-¿Me decías algo?

-Si- respondió el director- estaba diciéndote en este preciso instante que mañana debes recoger tus cosas y marcharte de Hogwarts.

OOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

-¿Has pasado todo el día sola?- preguntó Andy

-Si...bueno...He estado todo el día en la biblioteca y he visto al profesor Dumbledore.

-¿Y? – Preguntó Andy con cara de pícaro-

- Y nada de nada- Respondió minerva tajante.

-¿Seguro que nada de nada?

-¡Claro que nada de nada, Andy!- exclamó Alastor sentándose al lado de su mejor amiga.

-Gracias Alastor – contestó Minerva- aunque la verdad es que me extraña bastante que en esto estés de mi parte.

-¿Cómo no iba a estarlo? Es imposible que con un chichón mas grande que mi puño puedas atraer a alguien.

-¿Tengo un chichón en la cabeza? ¡Dios mío!- exclamó Minerva llevándose las dos manos a la frente. Albus me dijo que...

-Para un segundito- dijo Andy dejando sobre la mesa la rana de chocolate que iba a llevarse a la boca- ¿Cómo que Albus?

-Bueno...Es que tropecé con una armadura y perdí el conocimiento...El profesor Dumbledore lo vió y me llevó a su despacho, donde me dio una poción que supuestamente haría desaparecer el chichón.

-Voy a ir a hablar ahora mismo con el profesor Dumbledore- dijo Alastor levantándose muy serio el sillón.

-¿Por que? –preguntó Minerva angustiada- ¡si no pasó absolutamente nada!

-¡Pues por eso!- exclamó Alastor con el mismo gesto de seriedad de antes- Y por cierto, te tengo que decir que la poción es bastante buena. No tienes ni rastro del chichón.

-¿De verdad?

-En serio Min, era solo para tomarte el pelo.

Minerva aliviada se retiró las dos manos de la frente y se puso en pie.

-Creo que ya va siendo hora de que me suba a arreglar.

-¡Pero si todavía quedan tres horas para que comience el baile!

-¿Sólo? – exclamó Minerva con los ojos como platos- ¡No me va a dar tiempo! Lo siento chicos, pero me tengo que ir.

Minerva dio un beso en la mejilla a cada uno y se dirigió velozmente a las escaleras que conducían a su habitación.

-¡Ey Min!¡Espera!- gritó Andy- ¡Has olvidado que tenemos algo para tí!

Andy cogió un paquete color dorado y se lo tendió a Minerva. Esta se acercó, cogió el paquete, y desapareció por las escaleras mientras gritaba palabras de agradecimiento.

-Oye, Andy. A Minerva le pasa algo.

-¿Por qué dices eso?

-Porque a pesar de llamarla Min, no nos ha lanzado ningún maleficio.

-Andy se encogió de hombros.

-Estará enamorada.

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El rostro de Albus se tornó mas blanco que el marfil. Las cartas que acababa de coger del suelo se escurrieron de entre sus dedos como el agua de un manantial.

Albus balbuceaba, incapaz de construir ninguna frase con sentido.

El director siguió mirando directamente a los ojos del profesor de Transformaciones. Sin apartar este contacto visual, se llevó el vaso de whisky a los labios.

Tras un pequeño sorbo, lo depositó en la mesa y comenzó a reír a grandes carcajadas.

-Parece mentira que aún no me conozcas Albus-dijo sin intentar disimular la risa- ¿Cómo me iba a cabrear si por fin consigues ligar con alguien?

-No se...¿quizás porque eres el director?- replicó Albus en tono sarcástico.

-¡Bah! Si te expulsase parecería un viejo amargado – contestó el profesor haciendo un gesto de rechazo con la mano- Pero...

-¡Ya me imaginaba yo que había algún pero!

-¡Déjame terminar!- dijo Dippet sin reprimir una carcajada- Lo único que te pido es discreción. Porque no querrás que algún alumno informe a su padre... Eso llevaría a una reunión del consejo escolar, y por lo tanto, tu expulsión.

-Entonces...¿no podría ir al baile con ella?

Dippet quedó pensativo durante unos segundos.

-Albus, seamos realistas. Ella tiene diecisiete años, tu eres mas de medio siglo mayor. No es por desanimarte, pero creo firmemente que no tenéis futuro por delante.

-No tiene porqué...

-Crees que la quieres. ¿Estás seguro de que no es un capricho? Y, ¿Cómo sabes que, si no lo fuese, ella siente lo mismo?

-Pero... Hace dos segundos no pensabas lo mismo- dijo Albus con la cabeza gacha.

-Lo sé, pero me he dado cuenta de que ya no somos lo que éramos. Hace bastantes años que dejamos atrás la juventud.

-Si yo también lo sé, pero...

-No me sirven los peros Albus, lo siento mucho.

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-Minerva se desplomó sobre la cama. Aún no se había decidido por el disfraz que iba a llevar aquella noche.

Varias opciones pasaron por su cabeza.

Podría ir vestida de egipcia o de romana....Al instante desechó ambas opciones. ¿Y si se disfrazaba de india?¿De japonesa?.

Tardó menos de un segundo en eliminar también esas ideas.

Se levantó de la cama y comenzó a pasear en círculos por toda la habitación. Al pasar junto al tocador, su mirada se posó en el paquete que le habían traído Alastor y Andy.

Lo cogió, tenía tacto blandito. Lo agitó pero no obtuvo ningún sonido. Lo volvió a dejar sobre la mesa. ¿Y si era alguna bromad e Andy y Alastor? Eran sus mejores amigos, pero ya les conocía, y eran capaces de todo para hacerla sonreír.

Caminó hacía la ventana. Se asomó, estaba oscureciendo. Sus pasos la dirigieron otra vez hasta enfrente del tocador. Volvió a coger el paquete. Lo observó durante apenas tres segundo, antes de abrirlo con sumo cuidado sin romper el papel.

-¡Dios mío!- dijo sin poder contenerse- ¡Es precioso!

Con una sonrisa en la boca, Minerva estiró su disfraz sobre la cama y se dirigió hacía el cuarto de baño para tomar una buena ducha..

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Dippet parecía pensar mientras Albus permanecía cabizbajo.

-En serio Albus, lo siento mucho.

-No lo sientes más que yo- respondió Albus cortante.

-¡Déjame terminar! Lo que siento mucho es que seas tan ingenuo- dijo Armando entre carcajadas- ¡No sé qué carajo te pasa hoy, pero te las cuelo todas!

Albus se levantó como movido por un resorte y rodeó el cuello del director, pero sin apretar. Armando, para seguirle el juego, sacó la lengua y puso los ojos en blanco.

De pronto, la puerta se abrió.

-Profesor Dumbledore, ¿qué demonios está haciendo?

-No se preocupe profesor Addams – Contestó Dippet por su subordinado- Estábamos relajando un poco el ambiente.

-Necesitamos decorar ya el Gran Comedor- replicó el profesor Addams de mala manera.

-Albus, te tengo que dejar. Si quieres luego vengo a echarte una mano con el disfraz

-Gracias Armando- contestó Albus.

Pocos segundos después, Albus estaba sólo en su habitación intentando encontrar un disfraz para el baile

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Hola!! Vuelvo a casa por Navidad!!

Siento haber tardado tanto, y siento mucho el anunciar que éste es el penúltimo capítulo. El próximo será el último (lógicamente) aunque, mucho me temo que tendrá un epílogo.

Acepto ideas para los dos disfraces (aunque ya los tengo casi elegidos)

Este capítulo se lo quiero dedicar a Asora, por ser lo más parecido a una "mala conciencia" que tengo y por pasar esto a ordenador.

Muchas gracias por los reviews. Aquí los contesto:

Marta Black: ¡Por fín! ¡No me lo creo ni yo! ¡Encontré la inspiración necesaria para continuar! Gracias por tus reviews!!

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Asora: WELCOME TO THE JUNGLE!!! xD. Yo creo que vas a acabar respondiendo los reviews por mí . Me acaba de venir la inspiración para el fic que te debo (que se quedó en tu móvil estropiciado)!! Sólo que un poquitín diferente... Besotes y gracias!!

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Tomoyopotter: Muchísimas gracias por tu review!! Me alegro de que te haya gustado lo que va de fic . Gracias por tus ánimos :)

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En fin. Sólo me queda decir lo mismo de siempre: para cualquier cosa que queráis dejad un review o mandad un e-mail a:

Muchos besos y (aunque algo tarde) Feliz Año!!

...Kiara McGonagall...

...Albus & Minerva forever...