LOVE 2.0
By: cupcakeriot
Y por supuesto, para evitarnos problemas. Declaramos que los personajes no son nuestros, pertenecen a la genial Stephenie Meyer, y la historia a la maravillosa autora cupcakeriot, AlePattz tiene su permiso para la traducción al español, pero debido a su situación de salud, un grupo de personas estamos colaborando para aligerar la carga que esto le pueda causar ;)
[Traducido por EriCastelo en apoyo a AlePattz]
[Capítulo 32]
Paul es quien las recoge en el aeropuerto, lo cual es una sorpresa por varias razones. Por un lado, esperaban a Jake, y por otro, Paul se ofrece como voluntario sin esperar nada a cambio. Leah, la más audaz de las dos y la más ansiosa por hurgar en el proverbial nido de víboras que es la deslumbrante personalidad de Paul Lahote, no pierde el tiempo en señalarlo, incluso mientras se sube al asiento trasero.
Bella, que tiene una saludable precaución acerca de la conducción agresiva de Paul, le lanza una mirada maliciosa y se acomoda en el asiento del pasajero.
Leah la ignora y se inclina hacia adelante. —Entonces, ¿por qué estamos tratando contigo?
Paul se gira para mirar directamente a Leah. —Porque jodidamente lo estás—, gruñe en explicación.
Leah le sopla una frambuesa(1) justo en la cara, y esa vena en la frente de Paul comienza a latir.
Bella suspira, sonriendo levemente. La dinámica es familiar, incluso cómoda. Leah tiene una personalidad fuerte, aunque en general puede llevarse bien con la mayoría de las personas eventualmente, ella y Paul han sido como el agua y el aceite desde que eran niños. Los dos son demasiado temperamentales. Bella los ama por eso, de alguna manera.
Detrás de ellos, los autos tocan la bocina para instar a Paul a salir de la zona de recogida. Paul se vuelve para mirar hacia adelante, baja la ventanilla y calla a los demás autos mientras sale del carril. Las manos de Bella se cierran con cuidado a los lados del asiento por comodidad.
No es hasta que están a salvo en la carretera que la propia curiosidad de Bella la atormenta. —Entonces, en serio. ¿Por qué estás aquí? ¿Jake se quedó atrapado en algún lugar?
—Me ofrecí voluntario—, murmura Paul.
Bella le lanza una mirada dudosa de reojo. —De acuerdo…
Paul siempre ha sido fácil de leer, sobre todo porque cada una de sus emociones están bajo su manga. Por supuesto, esas emociones suelen ser irritación, molestia o arrogancia, pero de todos modos, fáciles de leer. El hecho de que se mueva en su asiento y haga un cambio de carril innecesario es suficiente para alertar tanto a Bella como a Leah. Las hermanas intercambian miradas cortas, Leah levanta las cejas deliberadamente.
Bella trata de encontrar la mejor manera de hacer que Paul lo suelte todo. —Entonces, ¿tenías asuntos pendientes en Seattle? Pensé que odiabas venir aquí.
—Odio venir aquí—, se queja Paul. —Esta jodida ciudad es una pesadilla. ¿Quién construye tanta mierda en las colinas? ¿Y por qué las calles son tan jodidamente estrechas? ¡Y ninguna de las jodidas salidas tiene ningún sentido y no hay lugar para estacionar y no olvides a los peatones! Caminan por la jodida vía. ¡Es como si pidieran que los atropelles!
—Pero no lo hiciste, ¿verdad? ¿No golpeaste a nadie?— Bella pregunta, levemente alarmada.
Paul frunce el labio. —No, pero debería haberlo hecho. Hijos de puta.
Bueno, por lo menos, piensa Bella. Paul probablemente no golpearía a un peatón si pudiera evitarlo, pero ella también tiene sus dudas sobre si se quedaría si lo hiciera. Probablemente no, considerándolo.
—¿De verdad estuviste en Seattle? ¿No solo en SeaTac(2)?— ella aclara.
Paul parece que va a ignorarla por un segundo, pero luego responde con un escueto, —Sí.
El auto se queda en silencio.
Leah se impacienta primero. —¿Por qué?
Las manos de Paul se cierran con más fuerza sobre el volante. Es divertido verlo conduciendo el pequeño auto de Jake y, hay que admitirlo, es aún más divertido verlo tratando de no dañarlo. Ella apuesta a que extraña su motocicleta, aunque solo sea porque entonces no estaría atrapado en un automóvil con preguntas que quiere evitar.
—Tenía que comprar algo—, dice.
—¿Algo que Port Angeles no tenía?— Bella pregunta.
—Sí—, responde brevemente.
Bella parpadea, dándole vueltas a esto en su mente. —Pero Port Angeles tiene de todo—, dice ella. Es cierto. Como la ciudad más grande cerca de Forks y La Push, la ciudad portuaria ha experimentado un auge en los últimos años. Si bien las opciones pueden ser un poco limitadas, casi todo se puede encontrar en Port Angeles. No debería haber ninguna razón para ir hasta Seattle solo para comprar algo.
—Ellos no tenían esto—, evade Paul.
Pero Bella encuentra esta pregunta igual de confusa. —¿Qué podría tener Seattle que PA no tenga?
—¿O que no pudieras ordenar?— Leah interviene.
Bella asiente. —Ese es un buen punto—, dice ella. Mira el costado de la cara de Paul y la forma en que golpea con los dedos el volante. Sus cejas se arquean, reconociendo estas señales. —O... ¿es que no querías que supieran lo que compraste?— Insiste, entrecerrando los ojos mientras Paul traga, con la garganta chasqueando.
Una oleada la atraviesa cuando todas las pistas se suman en una conclusión obvia. Bella se sienta más erguida, el cinturón de seguridad clavándose en su hombro, sus ojos muy abiertos y brillantes. —Paul, ¿compraste un anillo? ¿Le compraste un anillo a Jake?— ella pregunta emocionada.
—¡Cállate!— Paul dice en voz alta, mirando fijamente hacia adelante.
—¡Ay Dios mío!— Leah se ríe. —¡Lo hizo!
Bella sonríe de oreja a oreja. —¡Paul! ¡Felicitaciones!
El cuello de Paul está rojo y no mira a ninguna de las dos. —¡Cállate, cállate! Todavía no le he preguntado—, dice nervioso.
—Vaya, Paul, ¿estás sintiendo una emoción que no sea irá?— Leah se burla.
—Vete a la mierda—, responde Paul.
—Simplemente no sabía que fueras capaz—, continúa Leah.
Paul aprieta los dientes. —Te mataré a ti, y luego a mí mismo, si no te callas—, amenaza.
Bella sonríe aún más. Jake y Paul casados es todo un concepto, pero a ella le emociona. Desde que todos eran niños, Jake y Paul han estado en la garganta del otro, de una forma u otra, pero sus disputas son más dulces ahora y han sido muy constantes. El hecho de que ambos estén fuera(3) y que la reservación los haya aceptado es una gran ayuda, piensa. Pero también piensa que se habrían ido si hubieran tenido que hacerlo, si eso es lo que se necesitaba para permanecer juntos. Ese tipo de compromiso no es algo que se pueda ver todos los días.
Bella está, en una palabra, extasiada con la idea de que dos de sus amigos más cercanos de la infancia se casen. Es casi como un regalo de Navidad en sí mismo porque no duda de que Jake dirá que sí. Ha visto su tablero de Pinterest últimamente, sabe dónde está su cabeza. Y Paul debe estar en la misma página.
—¿Podemos ver el anillo?— ella pregunta.
—En la guantera—, dice bruscamente. Él vigila el camino mientras ella lo saca, pero cuando abre la caja para ver el impresionante anillo de oro, siente que tiene toda su atención. El anillo está inscrito con lo que ella reconoce como símbolos Quileute tradicionales, aunque no está segura del significado, y parece exactamente el tipo de cosa que Jake usaría felizmente.
—¿Bien?— demanda Paul mientras Bella le pasa la caja del anillo a Leah para que pueda verlo mejor.
Bella palmea el hombro de Paul. —Oye, le va a encantar—, le dice con confianza, su sonrisa se suaviza cuando Paul pierde algo de su tensión. —Es muy Jake.
—Sí, ya sabes, tanto como un anillo puede ser una persona—, asiente Leah, devolviéndole torpemente la caja del anillo a Bella.
—Leah—, suspira Bella, colocando el anillo de vuelta en la seguridad de la guantera y mirando deliberadamente la forma en que Paul hace un movimiento de cuerpo completo que parece que apenas se está reprimiendo para no estirarse y darle un golpe a Leah.
Su hermana, por su parte, resopla y finalmente se recuesta en su asiento. —Lo sé, lo sé. Soy horrible—, dice con una sonrisa desvergonzada. Luego patea el respaldo del asiento de Paul. —Pero realmente, bien por ti, Paul, por atrapar a tu hombre, o lo que sea.
Paul se burla de ella en el espejo retrovisor, pero no hace otra réplica y eso, más que nada, es prueba suficiente de que está nervioso. Es divertido de ver, de verdad, incluso si se traduce en algunas maldiciones coloridas una vez que se encuentran con el tráfico a mitad de camino de regreso a casa. Paul siempre tuvo habilidad con las palabras y algo más que un poco de ira al volante.
Cuando Paul detiene el pequeño automóvil frente a la casa Swan-Clearwater, que ya está decorada con guirnaldas de pino natural, piñas y bayas de acebo, Bella siente una sensación de alivio, y no solo porque significa que puede escapar del estilo particular de conducción de Paul. Volver a casa es como un bálsamo. Bella ha sabido sobre el estrés continuo y la tensión que la universidad y la pasantía han estado ejerciendo sobre ella, pero no se da cuenta de cuánta tensión está asentada en sus hombros hasta que está de pie frente a su casa y respira el húmedo aroma de los árboles de hoja perenne que impregna el aire. Tardíamente, después de perder el tiempo durante unos buenos momentos para sumergirse en la atmósfera relajante, Bella ayuda con las bolsas, se atreve a darle un abrazo a Paul y engancha su codo alrededor de Leah, saludando mientras Paul se marcha.
Bella descansa su cabeza en el hombro de su hermana. —Todos estamos creciendo, ¿no?— pregunta, sin esperar realmente una respuesta. No es como si realmente necesitara una, de todos modos. Con el reciente éxito de Leah y los propios planes de Bella para el futuro solidificándose un poco más cada día, es difícil no sentirse como un adulto. Dios, realmente han envejecido en el último año, ¿no es así? Y el futuro solo se extiende, más brillante y más grande y listo para tomar.
Leah frunce el rostro. —Sí, más o menos. Quiero decir, ¿Jake y Paul se van a casar?
—¿No pensaste que sucedería?
—Ninguno de ellos me parece del tipo monógamo.
Bella se ríe con un poco de incredulidad. —¿Hablas en serio?
—¿Lo estás tú?— Leah responde, incrédula.
Bella niega con la cabeza. —Lo estoy. Pero no pensé que sería tan pronto. Aunque—, agrega, pensativa. —Jake no sería Jake si no planeara algo escandaloso por el simple hecho de hacerlo. Es posible que no veamos una boda real durante años.
—Bien—, murmura Leah. —Es demasiado extraño pensar en esos dos tontos realmente casados.
Ante el estremecimiento demasiado dramático de su hermana, Bella la empuja entre las costillas. —¡Imagínate si quieren adoptar!
—¡No!— Leah dice, horrorizada. —¡Ese pobre niño tendría muchos problemas!
—Podría ser lindo—, Bella engatusa. —La boca de marinero de Paul con la total falta de filtro de Jake.
—Estás describiendo mi verdadera pesadilla—, dice Leah, muy seria.
Bella falla en contener la risa. De hecho, todavía se ríe cuando ella y Leah entraron en la casa, cuando el perrito de Seth, Pistacho, decide ladrarles y rodearles los tobillos, cuando Seth mismo cae por las escaleras y casi las derriba en un abrazo. Con el aroma de algo rico de canela en el aire y el calor de la casa, Bella cierra los ojos y se deja hundir en la sensación de estar en casa.
Y si parte de ella extraña algo en este momento, extraña a alguien, entonces eso es entre ella y su corazón. Pero su mente no puede evitar pensar en ello, cómo sería traer a Masen a casa también, cómo podría ser él en esta tierra de cuadros rojos de búfalo y el árbol de Navidad vivo arrojando agujas de pino sobre el faldón de yute del árbol. Ella imagina que sería diferente a la forma en que él suele celebrar la festividad, dado lo que ella entiende sobre su familia.
Ella se pregunta si a él le gustaría esta versión hogareña, y espera le gustaría, que le guste, cuando llegue el momento. Porque más que nada quiere compartir con él las galletas de nuez tortuga de Sue y la mezcla especial de cacao, canela y nuez moscada que Leah insiste en hacer a mano y la forma en que Seth alterna entre asarlas a la parrilla con preguntas y exaltar las virtudes del último meme. Ella quiere compartir el jamón asado que su papá hará más adelante en la semana y la forma en que Sue los reunirá en la sala de estar para ver las películas navideñas más divertidas y la forma en que Leah y Seth tratarán de superarse cuando vean National Lampoon's Christmas Vacation(4). Ella quiere a Masen allí para todo.
Bella sonríe para sí misma, concentrándose en el momento mientras desempaca su equipaje y piensa, algún día. Por ahora, sin embargo, tiene ropa que necesita lavar y regalos qué envolver y vinculación familiar qué hacer.
Masen
¿Llegaste bien a casa?
Bella
Totalmente bien
(Imagen adjunta: una selfie de Bella sosteniendo
una taza de chocolate caliente cubierta con crema batida
y jarabe de chocolate, cerca de su cara.
Bella está sonriendo ampliamente, un notable
bigote de crema sobre su labio superior).
Leah está haciendo su mezcla especial y
tratando de fingir que no está pegada a su teléfono,
Seth está acaparando las galletas.
es bueno estar en casa.
¿Ya llegaste a tu casa?
Masen
Mañana
Tenía algunas cosas que terminar
Bella
Trabajas demasiado duro
Ve a pasar tiempo con tu familia.
Masen
Lo haré
Bella
Ya te extraño
Ni siquiera ha pasado un día.
Masen
Faltan solo 206 horas para
volverte a ver
Bella
Eso es mucho tiempo :(
Masen
Lo sé
El próximo año será diferente.
Bella
¿Te estás autoinvitando a
mis vacaciones navideñas?
Masen
Por supuesto
Pasaremos la mitad con tu
familia y media con la mía
Bella
Suena justo
Masen
También pensé lo mismo
Bella
¿Videollamada más tarde?
Masen
estaré despierto
Bella
:)
—No quiero ser yo quien lo diga—, murmura Carlisle, en voz lo suficientemente baja como para no ser escuchado incluso cuando Anne se mueve alrededor del árbol de Navidad. —¿Pero crees que mamá siguió el ejemplo de Melania Trump con las decoraciones?
Masen echa una mirada crítica a su alrededor. Hay mucho blanco y la estética general es fría, la encarnación del invierno. —Más como Narnia—, dice Masen, considerando la habitación. Hay notas de fantasía, al más puro estilo Anne Cullen, y aunque hace un poco más de frío de lo normal, el tema de este año definitivamente no es intocable ni sociópata. —Nada como la Casa Blanca.
—Si tú lo dices—, dice Carlisle dudoso.
Masen se abstiene de poner los ojos en blanco.
—¿De qué están hablando, muchachos?— Anne pregunta con una sonrisa, un adorno de cristal en la mano.
—Nada—, responden juntos, cada uno mirando sus teléfonos.
Anne se ríe.
Carlisle, al darse cuenta de que está haciendo lo mismo que Masen, pone deliberadamente su teléfono boca abajo sobre la mesa de café y se pone de pie. —¿Por qué no te ayudo con esto, mamá?
Anne le da palmaditas en la mejilla. —Eres un buen chico, Carlisle.
Se colorea en las mejillas. —Mamá, pronto cumpliré treinta.
Anne le pellizca la mejilla y luego, por si acaso, también pellizca la mejilla de Masen al pasar. Masen nivela a su hermano con una mirada graciosa cuando su madre se va de la habitación. —Qué buen chico—, dice secamente.
Carlisle hace una expresión de dolor y resopla. —Suelta el teléfono y ayúdame.
Masen suspira. Bella está ocupada en este momento, de todos modos. Se pone de pie, dando vueltas alrededor de la mesa de café para ayudar a Carlisle a descargar el resto de los adornos —personalizados— que salen cada Nochebuena. Como un hermano obediente, se asegura de colocar los adornos artesanales de la infancia de Carlisle en el frente del árbol en los lugares más visibles. Carlisle está ofendido, por supuesto, e intenta hacer lo mismo con Masen, pero Masen no tiene suficientes adornos para que Carlisle tome represalias.
—Lo juro por Dios—, murmura Carlisle, rebuscando en la caja de adornos. —Cada año, es como si tuvieras menos adornos. ¿Qué haces? ¿Los sacas de contrabando?
Masen permanece en silencio. Mueve una bola plateada dos pulgadas hacia arriba y hacia la izquierda.
Carlisle lo mira boquiabierto. —¿Hablas en serio?
Masen mantiene la cabeza en alto. —No tengo ni idea de qué estás hablando—, dice con calma. —Pero si, hipotéticamente, alguien hiciera algo tan extremo, creo que querrías aplaudir la previsión.
—Oh, voy a aplaudirlo, está bien—, dice Carlisle sombríamente.
Masen sonríe, sin arrepentimiento.
En la memoria de Masen, solo hay un puñado de navidades cuando la prole Cullen se quedó en casa: una, cuando falleció la abuela Cullen, y algunas otras cuando el abuelo Cullen estaba fuera del país por negocios. Los últimos años los han pasado en la propiedad de los Cullen por obligación familiar. Este año, casi no hace falta decir que los Cullen no irán a la mansión de los Cullen por otras razones.
Nadie ha mencionado al abuelo Cullen, ni siquiera de pasada. Es un congelamiento completo y total que, honestamente, Masen nunca hubiera predicho. Sin embargo, no puede decir que le importe. La mayoría de las festividades le parecen pura propaganda capitalista, pero si tuviera que elegir una favorita, podría haber sido Navidad, por lo que es agradable pasarla sin el estrés de visitar la mansión de los Cullen. Extraño, en cierto modo, pero agradable, no obstante.
Thomas es el que prepara la comida navideña de este año y los cuatro se reúnen alrededor de la mesa de la cocina de tamaño mediano que está llena de jamón asado y guarniciones que a primera vista solo están un poco cocidas. No es la comida lujosa servida por las sirvientas que habrían tenido en la mansión de los Cullen, pero Masen prefiere esto. Le llegan recuerdos de Thomas quemando tostadas francesas en un lado cuando Masen y Carlisle eran niños, recuerdos de Anne preparando sidra caliente y tejiendo sombreros torcidos que caen sobre sus orejas para cada tarjeta de Navidad. Se siente como en casa de una manera que no se ha sentido en mucho tiempo.
Masen también desearía que Bella estuviera aquí, porque ella también se siente como en casa. Pero eso es para el futuro: la mitad con la familia de ella y la otra mitad con la de él. Algún día.
Por ahora, Masen se vuelve a conectar con su familia y todos juntos se alejan o ignoran al elefante en la habitación. Masen asume que seguirán ignorando a dicho elefante, y está perfectamente contento de que así sea, pero esto solo dura hasta después de la cena. Masen y Carlisle están trabajando para guardar las sobras y limpiar la cocina cuando Anne y Thomas los emboscan metafóricamente con lo que equivale a una gran disculpa.
—Ustedes, niños, han soportado mucho—, dice Thomas. —Es mi culpa. Sentí que era mi deber como hijo cuidar de mi padre, pero eso no justifica su comportamiento o la forma en que lo dejé tratar a esta familia durante estos años. Después de que su abuela falleciera... Él no fue el mismo y pensé que el dolor eventualmente pasaría. Pero nunca pasó y, desafortunadamente, eligió desquitarse contigo, Masen. Nunca podré compensar eso, no lo creo.
Masen baja la cabeza en reconocimiento. Sin embargo, no responde porque no está seguro de haber resuelto sus sentimientos al respecto todavía. Tal vez algún día pueda responder, pero ese día no es hoy.
—Deberíamos haberlo detenido hace mucho tiempo—, reafirma Anne, colocando su mano sobre la de su esposo, sus anillos de boda brillando. —El comportamiento tóxico de tu abuelo ha ejercido tanta presión sobre esta familia, y especialmente sobre ustedes, niños. Carlisle, hiciste tanto para mantener la paz y casi te derrumbas por eso. Y Masen, no creo que los hombres de la edad de tu padre habrían tolerado tal falta de respeto con tanta dignidad. Ambos me han hecho, a nosotros, muy orgullosos, incluso cuando no deberían haberlo hecho.
—Mamá…
Anne niega con la cabeza. —De ahora en adelante, esta familia va a actuar como tal, como una verdadera familia—, dice con firmeza. —Vamos a apoyarnos y a protegernos unos a otros, incluso si eso significa que tenemos que protegernos los unos a otros de otras personas en nuestra familia.
Hay un silencio sombrío después de eso, el peso del momento cae sobre ellos. Masen puede ver claramente que sus padres hablan en serio sobre esto y lo hace sentir como un niño otra vez, solo por un momento. Le hace sentir que sus padres realmente pueden protegerlo del gran mundo y de la gente mala. No está seguro de qué hacer con este sentimiento juvenil o la vulnerabilidad que trae, así que está agradecido cuando Thomas rompe el silencio con una broma.
—¿Eso significa que no me harás comer el pastel de frutas de tu madre, querida?— él pide.
Carlisle se ríe y luego trata de toser para disimular cuando Anne se vuelve hacia él con las cejas levantadas. Masen, por otro lado, no se molesta en ocultar su sonrisa.
—Mi madre hace un excelente pastel de frutas—, dice Anne con el ceño fruncido.
—Por supuesto que sí, cariño—, dice Thomas.
—Thomas Cullen, después de treinta y cinco años de matrimonio, ¿crees que no puedo saber cuándo estás mintiendo?— Anne exige con incredulidad. Ella niega con la cabeza. —Después de todos estos años, ¿ahora me dices que no te gusta el pastel de frutas de mi madre?
—La abuela lo hornea desde el corazón—, dice Carlisle. —No queríamos herir sus sentimientos.
—No está mal si eliges la fruta primero—, agrega Masen.
Anne les resopla, esbozando una sonrisa. —Más para mí, entonces—, declara, y rápidamente se va a cortarse una porción generosa.
Thomas espera hasta que ella sale de la habitación, para preparar una película navideña, antes de agarrar una galleta de azúcar del mostrador. —He estado comiendo ese pastel de frutas durante la mayor parte de mi vida adulta. Pero no este año. Esta es realmente una buena Navidad.
—Papá…
Thomas guiña un ojo y sigue a su esposa. Solos en la cocina, Masen y Carlisle intercambian miradas silenciosas y, como uno solo, terminan la tarea de limpiar después de la cena. Realmente no hay más que decir sobre nada de eso.
Excepto, por supuesto, esto:
—¿En serio sacas la fruta?
Masen mira a su hermano. —¿Qué haces tú?
—Solo... me lo como.
—¿Por qué?
Carlisle está desconcertado. —¿Qué más haría?
—Sacar la fruta.
Carlisle abre la boca y luego la cierra. —Yo... No pensé en eso. ¿Por qué no pensé en eso?— pregunta, sonando dolido.
Masen se encoge de hombros, con una sonrisa curvándose alrededor de sus labios. Obtiene una compensación adecuada por su presunción más tarde cuando Carlisle lanza una bola de nieve en la parte posterior de su cabeza a la mañana siguiente. Magnánimamente, permite que su hermano disfrute de esa pequeña victoria, y luego lo golpea por completo.
Es la mejor Navidad de los últimos tiempos. Lo único que lo hubiera hecho mejor sería que Bella estuviera a su lado.
Algún día.
The Gang (chat grupal)
Peter
FELIZ NAVIDAD CABRONES
y también a las damas.
Bella
¡Felices Fiestas!
Masen
(Leído a las 12:33 PM)
Emmett
Wow te dejó en visto
Yo nunca le haría eso a Rosie.
Rose
Llámame Rosie otra vez
Emmett
Mierda, olvidé que estabas aquí.
Rose
¿Perdón?
Peter
Bien, tan bueno como es ver a Emmett
ser asesinado, hablemos de otra cosa
Como de nuestros regalos
Leah
¿Tenemos cinco?
No vamos a comparar regalos
Peter
Solo tienes miedo porque tengo el mejor
No te preocupes, jugaré limpio.
Ni siquiera contaré lo que me dio Garrett.
Leah
No quiero ni necesito saber sobre eso.
Alice
¿Qué te regaló?
Jazzy me consiguió una hermosa membresía
a una empresa mayorista de telas
Rose
Telas
eso es tan romántico
Leah
Siento que eso es básicamente una tarjeta de regalo
Bella
creo que es un regalo pensado
Alistair
¿Quién me agregó a esto
y por qué?
Leah
Peter tiene la culpa
Alistair
¿No la tiene él siempre?
Peter
WOW
en mi propia casa
La falta de respeto es increíble.
Emmett
Mis padres me compraron utensilios de cocina.
¿Cómo les digo que no cocino?
Rose
No lo haces
Bella
Lol
Estamos igual
Papá me compró una funda impermeable para el portátil
Y también le consiguió a Leah un
estuche impermeable para cámara
Creo que piensa que llueve más en
Cali que en Forks?
Leah
Papá siempre es muy práctico.
Pero al menos sus dones son útiles.
A diferencia de lo que Seth me consiguió
Peter
¿Qué te dio?
Bella
no preguntes
Leah
Hombre, ni siquiera sé qué es
Creo que simplemente compró algo.
en WISH porque es barato
Y porque es un troll en ciernes
Bella
Definitivamente es un regalo de broma
Rose
Pediría verlo
Pero... realmente no me importa
Alice
me importa
¡Quiero verlo!
Leah
Una imagen realmente no le hace justicia.
te lo muestro después
Bella
¿Realmente te vas a llevar eso
de regreso con nosotros?
Leah
Al ver tu expresión de horror,
ahora estoy obligada a hacerlo.
Peter
Creo que sé de dónde tu
hermano aprendió a ser troll
Alice
Lol
Emmett
¡Algunas cosas son de familia!
¡Algunas personas huyen de sus familias!
¡Así es la vida!
Peter
¿Por qué estás tan alegre?
Emmett
El ponche de Nana tiene un gran impacto
Rose
Bueno, ¿no es eso encantador?
Comparte la receta
Emmett
¡Iré a preguntarle a Nana!
Alistair
Ustedes los estadounidenses me agotan
voy a volver a dormir
Feliz Navidad
Leah
Y ahí va
lo molestaré más tarde
¿Qué hora es en Inglaterra?
Bella
Es la hora de déjalo dormir en punto
Leah
Abucheo
Alice
Hablando de abuelas,
La mía me quiere en la cocina
Estamos haciendo crujiente de maní
Bella
¡Llévanos algo cuando regreses, por favor!
Alice
¡No te preocupes! Estoy haciendo un
lote solo para ti
Y también uno para Jazzy :)
¡Feliz Navidad de nuevo a todos!
Peter
Bien, bien,
Así que…
¿Quién es Jazzy?
Leah
el novio de Alice
Peter
¿Lo conozco?
Bella
Al menos dos veces, Peter
Peter
¿Está segura?
no recuerdo a ningún Jazzy
Leah
Su nombre real es Jasper.
Rubio, moteado
Emmett
¡Ese nerd!
Rose
Cualquiera de ustedes llamando a cualquier
otro nerd es hilarante
Emmett
¡No soy un nerd!
Rose
Por supuesto no
Peter
¡Ay, ese tipo!
no tengo su número
debería agregarlo al chat
Leah
¿Debemos?
Bella
Sean amables
Él ha sido bueno
Y haría feliz a Alice
Leah
Brutas
Bien
Peter
¡Estupendo!
¡Cuantos más, seremos felices!
¿Lo pillaste?
¿Como una Feliz Navidad?
Bella
Lol
Y en ese orden de ideas
¡Hablaré con todos más tarde!
Leah
Ustedes no pueden ver esto, pero yo sí
Bella acaba de salir disparada del
sofá por unas galletas
Ella literalmente saltó sobre nuestro
hermano y su perro.
Peter
Qué gracioso
Rose
Clásico de Bella
Emmett
Las galletas van bien con el ponche, ¿cierto?
El día después de Navidad, Bella y Leah corren hacia La Push para pasar un rato con los chicos. Todos se reúnen en el pequeño garaje separado de Jake, que ha pasado por muchas renovaciones a lo largo de los años, primero como un intento fallido de una banda de rock, luego como un auténtico taller de mecánica, y ahora en más o menos una guarida. Bella no cree que haya cambiado mucho desde el verano, con la excepción de un cómodo sofá nuevo que ha sido arrastrado contra la pared del fondo, en el que se sienta con gusto llenando el espacio desde que todos eran niños.
La atención de Bella se debate entre ver a Jared, Quill y Jake jugar una partida cada vez más enérgica de Blind Man's Bluff(5), y enviar mensajes de texto a Masen, quien parece estar soportando compartir con Peter, Garrett y Liam, quienes inexplicablemente han decidido reunirse en Midnight Sun el día después de Navidad. Aparentemente, Liam lo despertó de una siesta bien merecida discutiendo en voz alta con Peter, y Masen se ha resignado a resistir su presencia ya que no parece que ninguno de ellos vaya a abandonar el edificio en el corto plazo. Bella trata de no reírse demasiado al respecto, pero puede imaginarlo todo tan claramente, y Masen está claramente molesto, de una manera en la que no suele estarlo, que no puede evitar encontrarle humor.
—Ugh, ¿vas a vivir pegada a tu teléfono durante todas las vacaciones?— Leah gime, colapsando en el sofá a su lado y apoyando su cabeza en el regazo de Bella.
Bella simplemente levanta los brazos más alto para dejar espacio a su hermana y pone los ojos en blanco, mientras mantiene un ojo firme en los puntos suspensivos que se forman mientras Masen escribe su respuesta. —Sí, lo estaré—, dice simplemente.
—Asqueroso, pero de alguna manera lindo—, decide Leah. Ella agita su mano imperiosamente. —Continúa.
Bella responde al siguiente mensaje de Masen, con una sonrisa jugando en sus labios. Y luego mira hacia abajo para ver a Leah jugueteando con su propio teléfono. —¿Y a quién le estás enviando mensajes de texto?— ella empuja deliberadamente. —¿Alistair?
—No sé de qué estás hablando—, evade Leah, dejando caer su teléfono sobre su pecho. Ella frunce el ceño y mira a Bella. —¿Por qué estás actuando como si estuvieras perdonada por tu total traición?
Bella levanta las cejas. —Uh, creo que estamos bastante parejas en el marcador de traición.
—¿Cómo es eso?— La desafía Leah.
Bella niega con la cabeza. —Eres increíble, ¿sabes? Todo lo que hago es mencionar, de pasada, que estás pensando en obtener un MFA(6), y te das la vuelta y sueltas que estoy, y cito textualmente, saliendo en serio con la intención de matrimonio en medio de nuestra cena de Navidad—, dice Bella con creciente consternación. Ella empuja a Leah en el centro de su frente. —¿Y qué pasa con esa frase, de todos modos? ¿Por qué tienes que decirlo así? ¿Eres una persona de la década de los 50?
Leah aparta la mano de un golpe, frotándose la frente. —¿No es eso lo que estás haciendo?
—¡Sabes que lo es, pero no tenías que decirlo así!— Bella le resopla. —En realidad, no tenías que decirlo en absoluto. ¿Viste la cara de papá?
Leah reprime una sonrisa. —¿Antes o después de que mamá rociara su vino por toda la mesa?
—Siempre sueltas información en los peores momentos—, murmura Bella. Leah realmente había disparado su represalia justo cuando Sue estaba tomando un trago y toda su cena de Navidad estaba teñida con el sabor de un vino tinto afrutado debido a eso.
Leah no parece demasiado molesta. —Oh, lo que sea. El tema iba a salir eventualmente.
—Sí, así es—, asiente Bella, más que un poco agraviada. —Iba a decírselo yo misma y en privado. Pero fuiste e hiciste que pareciera que estaba comprometida.
Leah agarra su muñeca, tira hacia atrás la manga de su suéter y le muestra a Bella su propia muñeca. —¿Cómo llamas a esto entonces?
Bella se sonroja hasta la raíz de su cabello. Su venganza viene en la forma de hacerle tantas cosquillas a Leah que se cae del sofá, y debido a la compañía que tienen, esto inevitablemente los lleva a todos a perseguirse afuera, un grupo de jóvenes veinteañeros jugando a la lleva como niños. Considerándolo todo, no es una mala manera de pasar tiempo con los chicos de La Push, que han sido igual de competitivos y afectuosos desde la infancia. Es una distracción suficiente que Bella casi pueda olvidar la forma en que su padre la acorraló después de la cena de anoche e hizo algunos comentarios ásperos sobre estar a salvo y cómo le gustaría conocer a este joven suyo, todo mientras Sue luchaba por no reírse en el fondo.
Más tarde, cuando todos están cansados por la persecución, terminan esparcidos por el jardín lateral de Jake, que se extiende hasta un bosquecillo de árboles que desciende lentamente hasta la playa de guijarros, las aguas grises lamen la orilla. Bella termina junto a Jake en un tronco de madera flotante, Jake resoplando en sus manos para mantener sus dedos calientes. Bella se acurruca más cerca, apoyando la cabeza en su hombro, y se toma un momento para preguntarse cómo han crecido todos. Parece que no fue hace tanto tiempo que los niños se estaban lanzando brotes de soja desgarbados o que todos pasaban veranos calurosos refrescándose a la sombra con paletas pegajosas en la cara. Mirando a su grupo unido ahora, es difícil creer que todos son adultos que buscan su lugar en el mundo.
—¿En qué estás pensando?— Jake pregunta después de un rato.
Bella sonríe. —Viejos tiempos. Buenos tiempos, en su mayoría.
—Lo eran—, está de acuerdo. Él la empuja. —Te ves feliz.
La sonrisa de Bella crece. Su teléfono suena en su bolsillo, seguramente otro mensaje de Masen. —Estoy feliz—, dice, y sigue los ojos de Jake mientras se remontan a Paul, quien por alguna razón le ha hecho una llave de cabeza a Jared. —Tú también te ves feliz. Con Paul, quiero decir.
—Paul es un percebe(7) y nunca me voy a deshacer de él—, declara Jake, sonando irremediablemente cariñoso a pesar de sí mismo.
Bella piensa en el anillo que compró Paul, en la pregunta que le harán a Jake pronto, y dice: —Sí, pero no quieres eso.
Jake sonríe con esa sonrisa brillante como el sol que tiene y se encoge de hombros.
Así es como se supone que debe ser, piensa, reflexionando sobre el año que termina y su vida y cómo quiere que sea su futuro. No es un mal futuro. De hecho, se ve brillante y prometedor, lleno de amor, alegría y amistades para toda la vida. El futuro será muy bueno, y algún día compartirá su futuro con alguien más, o al menos eso espera.
Algún día.
Swanning ʘswanning_twitch
¡Felices fiestas, gente! ¡Estoy haciendo una breve encuesta sobre las mazmorras DOW de las que te gustaría recibir tutoriales! ¿A cuál quieres que le ganemos mi hermanito y yo?
Darlene ʘdeardirt
Sííí, estoy AQUÍ para la unión familiar. Respondiendo, ejecuta la mazmorra de Jade Peach.
Queso Forever ʘq_ed
¿La mazmorra de Jade Peach? ¿En serio? Ghost Fox es mucho más difícil
Darlene ʘdeardirt
No tienes visión, ʘq_ed. Obviamente estoy apuntando a la dinámica de hermanos con la búsqueda en Jade Peach. ¡Sería divertidísimo!
Queso Forever ʘq_ed
...Te reconoceré eso. Vamos a verlos rodar.
(1) Soplar una frambuesa es hacer un ruido similar a una flatulencia que puede significar burla, real o fingida.
(2) El Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma (en inglés: Seattle-Tacoma International Airport) es el aeropuerto más grande de la región Noroeste del Pacífico de Estados Unidos. Situado entre las ciudades de Seattle y Tacoma en la ciudad de SeaTac
(3) Se refiere a que ambos ya "salieron del clóset" y que sus familiares y amigos saben de su orientación sexual.
(4) Conocida como Las vacaciones de una chiflada familia americana en España y Vacaciones familiares en Hispanoamérica.
(5) Blind Man's Bluff es el equivalente al juego de la gallina ciega, donde uno de los participantes tiene los ojos vendados.
(6) MFA es Maestría en Bellas Artes es un posgrado en un área de las artes visuales o plásticas, literarias y escénicas que se otorga en Estados Unidos y el Reino Unido.
(7) Los percebes son crustáceos que, debido a su carencia de extremidades, permanecen inmóviles adheridos a las rocas toda su vida adulta.
