Primer Libro: Capítulo 2: Conociendo a Quatre Winner.
Todos en el colegio comían en el comedor cubierto de paneles de
madera, agrupándose en las largas mesas con bandejas de madera y
chispas de felices carcajadas. Podías pagar para tener la comida
servida a tu habitación, por supuesto, y para los monitores y los
encargados de la oficina había una clásica mesa blanca con servício de
plata. Igualmente, la comida era buena en todas partes. Por la
cantidad que se pagaba el establimento no podía retenerse.
Era día de cordero asado, uno de mis favoritos. Era uno de los
primeros en el comedor, Heero detrás de mí. Podía sentirle andando
allí, y sentir su mirada al final de mi trenza. Solía cogerla cuando
era pequeño- mientras andábamos al lado de las grandes ventanas
terroríficas de clase en clase. Más tarde, cuando estaba agitado o
nervioso simplemente la miraba. Parecía calmarle la mayoría de veces.
Podía ver la familiar cabeza rubia de Quatre al lejano final del
comedor. Estaba rodeado por unas cuantas chicas, una la reconocía y la
otra no sabía nombrarla.
"Maldita sea."
Heero me alcanzó y aseñaló con la cabeza a Quatre.
"Catalonia y Bloom están molestando a Quatre de nuevo."
Bloom. Eso era, Catherine Bloom. El duo era del año inferior al
nuestro. Catherine, recordé, era el resultado de una de las aventuras
amorosas del padre de Trowa, una sorprendente pelirroja con un
temperamento salvaje y un aún más salvaje sentido de la moda. Fría
rubia Dorothy Catalonia era su a veces mejor amiga, a veces enemiga
jurada. Las dos estaban eternamente peleándose y eternamente
disculpándose. Me mareaba sólo pensar en ello.
"Vamos a salvarle."
De donde estábamos Quatre parecía un poco cabreado, sólo por el modo
en que estaban sus espaldas.
"Porqué le molestan?"
Quatre no parecía su tipo.
"Bueno, Dorothy és la capitana del club de esgrima y ella y Quatre
tienen una monstruosa rivalidad- y Catherine le odia porqué Trowa-"
Heero paró y apretó sus labios. Sabía cuando no debía presionarle.
Heero me lo hubiera contado- estoy seguro, pero no hubiera estado
feliz por hacerlo.
Quatre nos saludó con tres partes de júbilo, una parte pobremente
disimulada de alivio. Las chicas asintieron a Heero y se alejaron,
caderas moviéndose.
"Me habéis salvado."
Observó Quatre, sus ojos brillando mientras me sentaba contrario a él.
"Como caballeros en brillante armadura nos merecemos un beso como
recompensa."
Bromeé, atacando mi cordero con gusto. Quatre rió, sonando ligeramente
sorprendido. Heero sólo sonrió.
"Duo."
Dijo Quatre después de unos instantes de masticar. Le miré con las
cejas levantadas en interrogación.
"Porqué es tu cabello tan largo?"
Su azul mirada parecía genuinamente curiosa.
A mi lado sentí a Heero ponerse tenso. Sentí que siempre había querido
saberlo. Pero nunca, ni una vez, me había preguntado. Era una de esas
preguntas personales que de algún modo se habían convertido en taboo
mediante un pacto silencioso. Miré mi plato durante unos instantes y
luego miré los ojos de Quatre firmemente.
"Porqué no comes carne?"
Me incliné y empujé su ensalda césar(1) con mi cuchillo. Me sonrió y
empujó de vuelta.
"De acuerdo."
Miró a la ensalada como si fuera a explicarse sola.
"Soy musulmán. Mi padre en realidad era alemán, pero mi madre era una
musulmana viviendo en Indonesia."
Quatre se encogió de hombros, avergonzado.
"He dejado de practicar bastante, pero hay algunas cosas que las hago
por costumbre. Además, no me gusta el cordero."
Es justo, pensé, pero parecía haber algo bajo sus alegres palabras que
no había mencionado. Alcancé mi trenza y llevé el extremo a la mesa,
rozándolo ligeramente contra mi palma.
"Me negaba a cortármelo cuando era pequeño- para cabrear a mi madre.
La costumbre se quedó."
Sabía que estaba siendo cerrado y callado, pero no podía decir nada
más.
"Sigue cabreándola?" preguntó Quatre jovialmente, cogiendo un trozo de
ensalada. Sentí más que vi a Heero encogiéndose a mi lado. Casi sonre
a lo sensitivo que estaba siendo Heero. Era casi como si realmente
quisiera que Quatre me hiciera una buena impresión y no me disgustara.
Era como si estuviera emparejándonos.
"Mis padres murieron hace mucho tiempo."
Sonreí para dejar que Quatre supiera que no estaba disgustado por su
pregunta.
"Pero creo que si estuviera aquí aún estaría cabreada, sí."
El rubio me miró cuidadosamente, y conocí esa mirada. Estaba tratando
de decidir qué decir después. Era la mirada que venía antes de uno de
sus deja-los-comentarios-profundos las sinceras y soprendentes. Abri
su boca y volvió a cerrarla.
"Donde está todo el mundo?"
Interrumpió Heero bruscamente. Sorpresa, horror, rayos de los dioses
de arriba- Heero mostraba un poco de tacto. No pude pararme, me eché a
reir. Él y Quatre andaban con pies de plomo a mi alrededor como si
estuviera hecho de porcelana china- lo cual era molesto ya que hace
una semana más o menos ni pensaba que le importara a Quatre.
"Qué es tan condenadamente divertido."
Heero frunció el ceño, sus oscuras cejas bajándose. Simplemente lucía
tan lindo cuando hacía eso- y creo que Quatre también lo vió porque
empezó a reir.
"Heero,"
Dije sonriendo, mientras Quatre reía más fuerte ante el fruncimiento
de Heero que no dejaba de aumentar.
"Eres adorable."
Y le pellizqué la mejilla.
La jarra de agua encima de mi cabeza valió la pena sólo por ver a
Quatre caerse de la silla.
Matemáticas era directamente después de comer, y acababa de escurrir
mi mojada trenza cuando sonó la camana. Quatre aún se reía de mi;
despeinado y mojado- y Heero estaba entre ser superior y disculparse.
En mates Quatre cogió asiento a mi lado, y durante toda la lección
pretendí estar ignorando a Heero, incluso cuando empezó a lanzarme
cosas. Empezó con pequeñas, trozos de papel, punta de los lápices.
Entonces tiró con fuerza una goma que de poco no golpeó a Quatre. El
rubio gritó como un perrito apaleado y tuvo que transformar
rápidamente el ruido en un ataque de tos; o al menos uno acentuado por
la risa.
Entonces Heero lanzó un lápiz, y tiene buena puntería. La maldita cosa
quedó completamente enredada en mi cabello y mientras estaba
desenredándola me tiró su estuche. Antes dije que Heero era un niño
violento. Nunca dudaba en hacer lo que quería. Y lo que quería en ese
instante era dejar un estuche marcado en mi cabeza. Joder si dolió!
No podía contraatacar al momento, porque el profesor ya estaba
sospechando- sin duda a causa de los objetos esparcidos por mi mesa,
la sonrisa de Heero, y el hecho que Quatre estaba a punto de rebentar
de risa contenida en cualquier momento. Me iba a vengar.
Definitivamente, me iba a vengar.
Los estudiantes llevaban su ropa sucia a ser lavada, y era planchada y
doblada por el servicio. Mientras Heero estaba en su club de básquet
esa tarde metí un calcetín de lana roja en la manga de una de sus
camisas blancas limpiamente apiladas al lado de su cama y la lancé a
la lavadora a y cuarto. Satisfecho de que mañana Heero iba a ir
bastante rosa, marché a buscar a Quatre, quién supuestamente estaba
acabando esgrima.
El departamento de E.F era un gran edificio moderno dividido en varias
instalaciones para natación y atletismo cubierto, gimnásios y canchas,
astroturf y dojos. Normalmente iba al gimnasio por la mañana, cuando
nadie iba. Parecía que no importaba cuánto trabajara que siempre era
delgado y libre de musculatura. También nadaba, cubriendo
trabajadoramente mi cuota de cincuenta piscinas antes de hundirme bajo
la superfície para mirar el lejano final de la piscina, pacífico y
camuflado en el silencio del agua. Dejaba mi cabello suelto y lo
observaba curvarse como una nuve de algas a mi alrededor, enredándose
en mis dedos y en mis ojos. El cloro era una pesadilla para lavar, y
el cabello atascaba el desguás, pero en realidad no me importaba,
podía soportarlo por esos momentos de calma.
El salón de esgrima estaba vacío, pero a través de la pared de cristal
podía ver a Wufei completando sin problemas una serie de ejercicios.
Hizo un movimiento de barrido con un brazo, casi como si bailara y
cuidadosamente reemplazó un pié por el otro- levantando su talón
ligeramente del suelo, rodilla doblada. Todo el movimiento parecía
simple, pero sabía que el control necesitado para sostener esa
posición y moverse tan lenta y suavemente era inmenso.
Silenciosamente crucé el salón de esgrima hacia los vestidores de
detrás. Podía escuchar voces levantadas, una de Quatre, otra de mujer.
Dudé en el humbral de la puerta. Entonces esa extraña veta atrevida
que acababa de descubrir tomó el control y me forzó a girar el pomo y
entrar. Lo que vi hizo que me quedara congelado.
No sabía mucho sobre sables de esgrima, pero lo que Dorothy Catalonia
sostenía me parecía más bien una espada. Y estaba seguro que no se
suponía que debía sostenerla- con la punta rozando el cuello de
Quatre. Estaba inusualmente roja de rostro, donde Quatre lucía muy
calmado.
"Tú!?"
Gruñó, apartándose de mi rubio amigo y bajando la espada hacia un lado
tomando una posición amenazadora, una mano enguantada en su cadera.
"Qué demonios estás haciendo aquí?"
Abrí la boca para decir algo pero ella gruñó y siguió.
"Bueno igualmente, Quatre y yo estamos un poco ocupados. Estoy segura
que lo que sea que quieres puede esperar."
El modo en que me miraba hace unos días hubieraa sido suficiente para
echarme a correr. Pero esa veta atrevida levantó su fea cabeza de
nuevo. Si se hubiera acercado con la espada no habría tenido ninguna
oportunidad, pero habría sido una manera suficientemente divertida de
morir.
Sonreí, y creo que mi expresión debía haber sido casi maníaca, porque
vi a Quatre parpadear sorprendido donde estaba sentado, justo detrás
de Dorothy.
"Lárgate."
Dije casi agradablemente, metiendo las manos en mis bolsillos. Se
sonrojó aún más profundamente, el rojo un feo contraste con su casi
rubio cabello. Me miró amenazadoramente –prácticamente sin habla.
Ciertamente yo tenía el elemento sorpresa- había esperado que marchara
corriendo como un ratón.
"No creo que me hayas entendido."
Dijo finalmente, acercándose. Pude ver la espada temblando. Me
pregunté si estaba lo suficientemente enfadada para atacarme.
Instintivamente puse mi altura más igualada en piernas más abiertas.
Se dio cuenta del movimiento y frunció el ceño como si se acabara de
dar cuenta de lo que estaba haciendo. Casi instantániamente se calmó,
y se alejó, colgando la espada en un gancho en la pared. Dejó caer los
guantes en una bolsa y la colgó en su espalda. Dudo que nadie antes
hubiera esperado que atacara. Siempre había usado el arma para lucir.
La gente siempre se había rendido.
Sonreí ante el pensamiento. Aún todas sus amenazas, Dorothy estaba
asustada de dar el paso y atacar. Probablemente tenía miedo de la
sangre.
Cuando se hubo ido Quatre empezó a cambiarse silenciosamente, le mir
insulsamente, sin registrar realmente lo que estaba haciendo. Acababa
de descubrir algo muy interesante sobre mí mismo. Había sido encarado
con el dolor, y quizá la muerte, y no me había importado demasiado.
Acabó rápidamente y se giró hacia mi, finas cejas rubias bajadas
pensativamente.
"Qué demonios fue todo eso?"
Me preguntó, como si se hubiera encontrado /conmigo/ siendo amenazado
por una menstruante psicópata con espada. Le miré y simplemente reí.
Aún así no lo dejó estar, y pude sentir sus ojos interrogantes fijados
en mi espalda mientras paseábamos por el patio desierto del colegio.
El sol se ponía y las piedras del edificio principal del colegio
estaban pintadas de un encantador tono de cálido ambar. El cielo era
rosa pastel, las nuves esparcidas de un tono amoratado.
"Porqué te estaba amenazando?"
Mi voz no parecía mía. Era más profunda- y más igualada. Me pregunt
si esta era la razón por la que antes había evitado hacer más amigos a
parte de Heero. Sólo esta semana de amistad con Quatre me había
cambiado drásticamente.
"Estás bien, Duo?"
Quatre me paró poniendo una mano en mi brazo. Me giré para sonreirle y
asentí de un modo demasiado entusiástico. Aún así no me creyó y
simplemente sacudió su cabeza.
"Su padre es el propietario de la empresa rival de Winner
Enterprises."
Levanté una ceja lentamente. Winner Enterprises era la compañía del
padre de Quatre, una empresa multi billonaria- la primera del mundo en
trabajos de construcción. Su rival era la corporación Romafeller, la
qual trataba no sólo con contrucción, sino también con armas. Como
hijos de dos poderes rivales como esos, no era sorprendente que Quatre
y Dorothy fueran enemigos.
"Una vez encontré cierta- información sobre Romafeller aquí en la
escuela, y ahora me amenaza para evitar que informe a mi padre."
La expresión de Quatre era fría.
"En realidad no tengo ninguna intención de decir nada. No me gusta
como lleva mi padre W.E y declino en ayudarle de ningún modo."
Parecía un poco molesto y agitado después de eso, así que no le
pregunté nada más. En lugar de eso le regalé una sonrisa, una de
verdad esta vez, y hice un gesto hacia la escuela.
"Venga- vayamos a ver qué le parece a Heero su ropa nueva. Creo que el
rosa resaltará sus ojos, no crees?"
La boca de Quatre se abrió de par en par.
"Duuoo? Qué has hecho!?"
Sonreí ligeramente y fui trotando hacia el edificio. Él prácticamente
hizo un sprint para atraparme.
Cuando encontramos a Heero llevaba puesta una camiseta de Trowa y una
expresión no muy soprendida en su rostro.
"Algún astuto bastardo-"
Gruñó mientras Quatre intentaba mantener la calma a mi lado.
"Puso un calcetín rojo con mis camisetas!"
A su lado en la cama yacían sus cinco o más camisetas, todas de un
bonito rosa claro. Quatre cogió una y la miró pensativamente.
"Sabes,"
Dijo sonriendo,
"En realidad me gusta bastante este color. Me sentaría bien- no
crees?"
Me reí fuertemente ante eso hasta que descubrí que me di cuenta de que
Quatre hablaba en serio.
"Uh- si, Quatre. Quedaría bien con tu cabello."
Quatre asintió pensativo mientras Heero y yo reíamos por lo bajo.
"No te preocupes, Heero."
Me giré hacia él y le di golpecitos en la espalda.
"Cogeremos al bastardo que lo hizo- te doy mi palabra."
Desafortunadamente ese fue el momento en que Heero descubrió la pareja
del calcetín rojo que yacía bajo mi cama. Saltó a cogerlo, rostro
contorsionado de rabia y lo sacudió violentamente ante mi.
"TÚ!"
Gritó. No pude evitarlo. Tenía un aspecto tan divertido, rostro rojo y
enfadado, calcetín colgando laciamente. Estallé en violentas
carcajadas, y me tiré hacia atrás cogiendo mi pecho. Obviamente eso no
era muy sensible, pues pronto Quatre se unió a mi y Heero saltó hacia
mi con el calcetín, tratando de golpearme hasta dejarme insconsciente
con él. Y porque era Heero- y ya sabes, es fuerte- estaba haciendo un
buen trabajo.
Mucho más tarde me rendí, no sin antes haber recibido bastantes
moratones en forma de calcetín. Casi no podía respirar, mis costillas
dolían mucho de tanto reir, y Quatre podía o no estar inconsciente.
Yacía bocabajo en mi cama, temblando un poco.
"Mierda, Duo."
Dijo débilmente, finalmente sentándose. Heero le miró sospechosamente
de donde estaba sentado en su cama.
"Ahora sé porqué no le temes a nada. Heero es bastante terrorífico."
Sonreí y hice un gesto con la mano.
"Tengo miedo. Pero no de mujeres salvajes con espadas."
Heero parecía condenadamente confundido y casi sentí pensa por él.
Entonces vi los arrugados restos de mi calcetín.
"Aunque fue divertida,"
Quatre rió un poco,
"Su expresión cuando le digiste que se largara. Y cuando estabas de
pie como si no te importara que te cortara. Eso simplemente asustaba."
Se rascó la nariz seriamente.
"De qué estáis hablando!?"
Heero gateó hacia delante para lanzarme una mirada de odio. Suspiré y
volví a hacer un gesto con mi mano, quitando importancia.
"Oh simplemente encontramos a Dorothy en un mal momento. Problemas
femeninos sin duda."
"Y te amenazó con una espada?"
Inquirió Heero, incrédulo.
"Mm, sip. Bastante aterrador, no?"
Cerré los ojos y incliné mi cabeza hacia atrás.
"Desde cuando has sido tan valiente?"
Refunfuñó Heero. Aunque no parecía muy molesto. De hecho casi parecía
orgulloso.
"Desde que empezaste a vestir de rosa."
Me preparé para el impacto del calcetín, pero en lugar de eso Heero
rió y me empujó suavemente. Y lentamente me di cuenta que era
agradable estar allí sentado con Heero y Quatre- y reir.
Unos días después volví de clase para encontrar a la Señorita
Peacecraft en mi habitación. Con Heero. Ella estaba apoyada en su
cama, él de pié al lado de la ventana. Él parecía cabreado- ella
parecía que no se había dado cuenta, y probablemente no lo haría. La
razón por la que odiaba tanto a la Señorita Peacecraft era muy simple.
Ella pensaba que yo era estúpido.
Había sido mi tutora en primer y segundo año, cuando aún era una
estudiante de secundaria en el colegio. Entonces el sistema era que
los de secundaria cogían a los pequeños para registrarlos al empezar
cada año. Relena Peacecraft había sido monitora en cabeza cuando cogi
mi clase en segundo año. Una mañana la descubrí haciendo algo bastante
inapropiado al profesor de E.F de entonces. Después de eso, joven y
traumatizado, hice como si nunca hubiera ocurrido. A causa de eso
pensó que yo era un idiota y me trató de la manera que creía oportuna.
Por supuesto, no era asquerosa, ni siquiera cruel. Simplemente era
ignorante y quizá un poco mimada. Algo sobre la idea de ella y Heero
juntos me molestaba, probablemente porque yo no quería que nadie fuera
más cercano a Heero de lo que yo era. Era la reacción del mejor amigo
jilipollas; odiarla.
"Duo!"
Me sonrió agradablemente. Le sonreí de vuelta y repentinamente tuve la
necesidad de correr y abrazarla. Probablemente eso hubiera hecho que
se desmayara de la sorpresa. Sonreí para mi mismo. Cuando hablé, lo
hice en esa voz igualada y calmada que no era mía.
"Hola Señorita Peacecraft, como estás hoy? Parece que muy bien. Espero
no estar interrumpiendo nada importante."
Remarqué un poco la palabra 'importante' y sonreí ligeramente cuando
me miró- horrorizada, y movió una mano vagamente. Callé, pero le
sonreí de un modo casi depredador.
"Yo- yo ya terminé con Heero. Por favor no te preocupes."
Trató de volver a sonreir, pero el modo en que yo estaba recostado
contra la puerta debió ser amenazante porqué falló a medio camino.
"Creo, que eso es... todo."
Se giró hacia Heero , pero él estaba demasiado ocupado abriendo y
cerrando la boca hacia mi. Me gustó como le había sorprendido.
"Será mejor que me vaya. Nos vemos luego, Heero."
Se apresuró a marchar, encogiéndose contra el marco de la puerta para
evitar rozarme. Tan pronto como hubo marchado reí suavemente y cerr
la puerta. Heero continuó mirándome sorprendido.
"Qué diablos fue eso?"
Preguntó, no molesto, sino lleno de curiosidad.
"Fue divertido."
Me encogí de hombros mientras sacaba mis libros de texto, empezando
con mis deberes de matemáticas. Heero se sentó y me miró en silencio
durante un rato, entonces encendió el ordenador. Durante mucho tiempo
estuvimos sentados en un comfortable silencio, yo escribiendo, él
tecleando.
"Heero,"
Pregunté finalmente, cerrando mi libro de mates y sacando mi libro de
texto de biologia.
"De quién cogiste las camisetas?"
"Trowa."
Dijo rotundamente con sus ojos aún en la pantalla, y yo estiré un
mechón de mi pelo pensativamente. De alguna manera no podía ver al
silencioso, frío Trowa dejando sus camisetas a nadie. Pero claro, yo
había interpretado mal a Quatre...
"Como es Trowa?"
Pregunté impulsivamente y Heero se sentó hacia atrás, frunciendo el
ceño mientras pensaba.
"Es muy cuidadoso. Siempre piensa sobre lo que va a decir antes de
decirlo."
Heero se hundió aún más y se rascó la cabeza, obviamente analizando a
Trowa por primera vez.
"Es leial y bastante protectivo, y se mantiene calmado en una
situación tensa. En realidad, si le conoces, puedes ver que se enfada
fácilmente por las cosas, aunque supongo que no te lo parece así. Se
ofende fácilmente."
Heero sonrió para si mismo, y yo me sentí repentinamente triste,
deseando que fuéramos sólo Heero y yo de nuevo.
"Si no le gustas no se molestará en conocerte, y no le importa lo que
piense nadie. No teme a nada."
Asentí sombriamente, volviendo a mi libro de texto y ojeando sin
fijarme los diagramas que allí había. Me hubiera encantado decir que
yo no le temía a nada- como Trowa, pero /tenía/ miedo. Tenía miedo de
que Heero se fuera. Tenía miedo de que Heero siguiera adelante.
-Fin capítulo-
(1) Ensalada césar: en inglés "Caesar salad", no encontré una
traducción así que lo traduje como pude, pero no me suena este nombre
en español. Es un tipo de ensalada con aceite de oliva, huevo crudo, y
otros ingredientes que fue nombrada en honor al propietario de un
restaurante Mexicano, César Cardini, que fue quién la inventó.
Agradecimientos Generales: kyaaa!!! Casi no lo pude creer cuando leí los 14 reviews(eso me ha dicho Kaze-Icesword), cuando dije lo de los 7 reviews os lo tomasteis en serio! Bueno pues lo prometido es deuda y, aunq un poco tarde, aquí os he traido el 2o capítulo. Muchas gracias a mis reviewers entusiastas!!!
perla almogabar: (Laie se sonroja) no creo que sea tan buena pero... me alegro que me consideres una buena escritora. No me lo dicen mucho, así que te estoy muy agradecida que lo pienses!!! (Por cierto, puedo llamarte Perla a partir de ahora?? Creo que ya nos conocemos...)
Asr: muchas gracias por apoyarme y sobre los 7 reviews, tienes razón, han llegado muy deprisa!! Mmm... será un complot?? Igualmente, me alegra ver que a la gente le gusta este fic, me anima mucho!!
Dayiah: te importa que te llame sólo así? Es que así me ahorro escribir el resto de tu nombre y de paso es mas familiar. Me alegró recibir tu review lleno de energia, y cuando leí lo de que si pudieras me dejabas los 7 reviews tu misma me emocioné mucho!!! (Laie la abraza) Muchas gracias!
Oriko Asakura: como ya he dicho antes, a mis reviews habituales voy a empezar a llamarles por su nombre, así que si no te importa te llamaré Oriko o Ori-chan, etc. pq ya somos una família!!! XD er...weno, dejando de lado esa estupidez mía, no puedo decirte ni una pista de las parejas! Pero mantén los ojos bien abiertos pq ya empiezan a haber pistas! Y tienes razón, en este fic Duo y Heero se han intercambiado los papeles...
Giannina: nop, no termina aquí!! Si has visto el título, pone "Primer Libro" dun, dun, dun!!!! Eso quiere decir que hay más!! uuppss... ya estoy diciendo cosas.... Me alegra que te guste!! Espero verte más a menudo x aquí!
Kaze-Icesword: gracias por comprenderme, de verdad! Es que luego me sentí muy mal, estaba pensando dejar el fic hasta que la autora no respondiera pero es q... no lo ha hecho!! Y si tardara más, no podría dejaros sin el próximo capítulo, así q... Je je je...14 reviews!! Madre mía, no debí haber dicho lo de los 7 reviews (Laie ríe) es broma, es broma. Muchas gracias por ser tu una de las 14!
Chibi Kakasha: no pasa nada con los reviews largos, de verdad. Ya he dicho muchas veces que me alegra que alguien esté dispuesto a perder el tiempo escribiéndome un comentario. Sip, Relena es una pesada, pero como dice Duo, es una mimada. Y sip, eres adorable, sobretodo x eso q me dijiste que nunca habías dejado review por timidez. (Laie le pellizca la mejilla como ha hecho Duo con Heero antes)
nuriko sakuma: nurikooooooooooooooooooooooooo!!! (Laie por un campo de flores y la abraza) Lo siento, es q a veces malinterpreto los reviews, soy tonta!! No me digas que no te veré en una temporada!!! Que triste!!! Tus comentarios son siempre críticas constructivas, que haré sin ellos! Bueno, cuidate, que vaya todo bien, y espero leerte pronto!! (Y ya puestos, felicidades x tu santo!)
Angeli Murasaki: Angeli-chan!! Cuanto tiempo!! Sip, parece ser que los otros reviewers me permitirán vivir hasta terminar la traducción, así que podrás ir leyendo. Cuidate y descansa mucho!!
Loreto W: (Laie suspira aliviada) uff...gracias por comprenderme, Loreto, de verdad. Entiendo perfectamente lo que quieres decir, y estoy de acuerdo con todo, pero temo que mis mensajes no estén llegando a la autora pq mi correo últimamente hace cosas muy raras (hace 2 semanas q no me llega ningún mensaje, y eso q me escribo diariamente con amigos del colegio!!) y no me gustaría nada encontrarme con q la autora se enterara de las cosas x un reviewer. Por eso, prometo poner el e-mail en cuando solucione todo esto y hable con la autora definitivamente. Y serás la primera en conocer el e-mail d la autora pq te enviaré un mensaje, ok?? Es lo mínimo q puedo hacer! Y me ha alegrado mucho que te fijaras en las actualizaciones que hice en un día, no sabía que nadie se fijara en la cantidad de trabajo que hago!! Claro, que más que un deber es un placer, pq tener reviews como tú alegran el día!
kisuka: mm...2x4? Sería interesante, sin duda, pero no puedo decir ninguna pista!! Aún así, lee con atención y irás recogiendo indicaciones...antes de llegar al último capítulo sabrás la pareja, ya verás!
Cafi: XD pobre Duo, tienes razón, en este fic parece un poco sufridor, y más ahora que teme que Heero le deje...pero tranquila, tiene un final feliz! (Laie la abraza)
Ryo-Asakura: mwha ha ha ha (Laie también sonrie hentai-mente) los gritos que daban podrían haber sido malinterpretados, tienes razón... y en este capítulo, durante la Famosa Pelea del Calcetín Rojo, Heero podría haber aprovechado para meter mano a... bueno, lo dejamos a la imaginación, verdad compañera?? mwha ha ha
